[Terminado] Saludos al sol

pos mira lu...
i jo k kreo k anita no es tibetter
i k traduce ste fic xk es lubetter
jajajajaaaaaaaaa k s aklare anita i k diga lo k es

anita es tibetter como tu tibetess

Muy cortito esta vez es que me cuesta mucho no tengo tiempo y este fic es muy dificil de traducir


Cuando sus manos se acercaron a los pechos de Bette, Tina preguntó, “¿por qué no llevas sujetador, baby?”.

“No sabía que necesitara llevarlo en casa”, contestó Bette.

Tina se rió. Le quitó la camiseta a Bette en un tiempo récord y untó la mitad del melocotón sobre los pechos de Bette. Bette tembló cuando sintió el contacto de la fruta fresca en su cuerpo caliente. Besos húmedos recorrieron la clavícula de Bette y fueron pasra abajo hasta quedarse entre sus pechos. Tina sorbió y acarició el pezón de Bette con su lengua, y sintió como se endurecía, cosa que le encantó. Gemidos de placer se escapaban de la boca de Bette, que sentía ahora como su corazón se desbocaba. La reina de moca sentía oleadas de electricidad por todas partes de su cuerpo. Tina sonrió ante la mirada de Bette a sud pezones. “Tienes el mejor cuerpo del mundo Bette”, dijo Tina mientras seguía lamiendo y chupando todo lo que podía. “Ese melocotón es muy ácido comparado contigo, ¿lo sabes baby?”. Bette no podía respirar, se sentía mareada de deseo. “No T., no lo sabía”.

“Si, eres tan dulce, Bette”, continuó comiéndose su melocotón despreocupadamente, y se llevó a Bette hacia el centro de la cocina, deslizó su pierna desnuda por medio de las de Bette y empezó a moverla rítmicamente. Tina chupó, lamió y besó cada pulgada de la piel de Bette que estaba a su alcance. Los gemidos comenzaron a oírse. Bette era como masa en las manos de Tina.

“Bette eres tan hermosa”. El aliento a melocotón caliente junto con la presión de la pierna de Tina volvieron loca a Bette. Cerró los ojos y disfrutó del acto de amor que Tina le regalaba.

“Te quiero tanto”, confesó Tina en susurros introduciendo una mano delicadamente entre las bragas de su novia y deslizándolas hasta el suelo junto con los pantalones cortos. Allí se unieron a los pies desnudos de Bette, que dio un paso a ciegas, permitiendo que Tina la siguiera desnudando. Como adoradora fiel que era, Tina cayó de rodillas, delante de Bette y cogió el maravilloso fruto que estaba ante ella. Ojos robóticos comenzaron a transmitir datos de su dueña, mientras Tina, sumamente concentrada, miraba fijamente la región que tanto amaba. Su respiración se hizo errática mientras intentaba suprimir el deseo que notaba en su propio sexo. Sus ojos estaban a la altura del pelo negro, rizado de Bette, y notó que las piernas le temblaron ligeramente.

Besó y lamió tiernamente el interior de los muslos de Bette, sin hacer caso a los gritos ensordecedores para no distraer su atención. Se bebió a lengüetazos el desbordamiento del dulce líquido de Bette a medida que iba saliendo a la luz, mientras gemidos sexys salian de la boca de ambas mujeres. Un aire caliente voló directamente sobre el clit de Bette provocándole un temblor en el cuerpo entero. Alzando la vista, Tina sonrió radiante porque le agradaba el papel de ser sirviente de Bette.

“Que bien hueles, Bette. Eres embriagadora”, gimoteó Tina. Bette apenas podía soportar mirar hacia abajo. Tina arrodillada ante ella era demasiado para que su cerebro lo asimilara. Bette tenía que tomar algún tipo de precaución, pero no sabía cual. Podía comparar su posición actual a la de conducir un coche en un sitio de bastante altura. Como una montaña escarpada, por ejemplo. El nivel de oxígeno disminuía, tenía efectos adversos en su cuerpo y en su mente. “Mírame Bette”, ordenó Tina suavemente. Llena de deseo puro Tina extendió su lengua por el sexo de Bette, jugando dentro de el, y luego a la devolvió a la boca.

Una sacudida eléctrica recorrió el cuerpo de Bette. Sus rodillas se debilitaron, apenas era capaz de apoyarlas. “Tina”, tartamudeó. Su voz era profunda y llena de lujuria. “Joder, baby, deja de provocarme”.

“De acuerdo, baby”, sonrió Tina soplando un poco de aire caliente en el clit de Bette. Y luego se levantó.

joooo... Corto xo intenso, no?

gracias anita!

kamakaII escribió:joooo... Corto xo intenso, no?

gracias anita!

... sorry

madredelamorhermoso!!!!!!

menos mal que tengo chocolate

gracias anita

sto es pornografia pura
a mi no me va jo soi mas romantikona

graaacias anita!!

el amor ...el amor... TIBETTER

tess escribió:sto es pornografia pura
a mi no me va jo soi mas romantikona

Bette estaba frustrada y excitada más allá de lo imaginable. “¿Tienes que hacer algo con los melocotones?”, dijo sarcástica.

“Tengo una cosa para ti, hermosa Bette Porter. Esta es la cosa que tengo para ti”. Tina rió calurosamente mientras trazaba diseños imaginarios en el estómago de Bette.

“¿No vas a preguntar si la quiero, Tina?”

“No, baby”, dijo Tina asertiva, lamiéndose los labios con la lengua para recuperar el néctar que se había escapado.

“¿Y por qué?”, preguntó Bette intentando estabilizarse apoyándose en la mesa.

Tina masticó y tragó lo que tenía en la boca antes de contestar. “Has intentado provocarme dos infartos en una semana y no lo he apreciado bastante”, dijo amorosa levantando las cejas. “Todo el mundo te ama y te quiere, eh baby?. Pensaba que yo era una rompecorazones, pero tu, tu te comes el pastel, verdad Bette?”, preguntó Tina dulcemente, “tus compañeras de piso, antiguos novios y quien sabe quien más, quieren para ellos un pedazo de la impresionante Bette. “ Tina siguió con sus lentos diseños sobre el estómago de Bette haciéndola estremecerse e inhalar el aire bruscamente entre los dientes.

Bette no replicó. No podía. Así que permaneció callada.

“Date la vuelta, Bette. Pon las manos sobre la mesa. Hazlo por mi”, dirigó Tina.

Bette se giró y Tina comenzó a colocar besos sensibles en su espalda. Su lengua siguió el contorno de la espina dorsal de Bette partiendo de su firme trasero y elevándose después. Pequeños temblores capturaron a la belleza de caramelo que estaba ante ella y la abrazó fuertemente. Suaves quejidos y sonidos cariñosos de aprobación escaparon de la boca de la maravilla de moca. Las manos de Tina pasaron a la parte de delante y masajearon los pechos de Bette mientras con la palma abierta acariciaba suavemente los pezones.

“¿Tina?”, preguntó Bette vacilante.

“Si, baby”, contestó Tina dulcemente, mientras continuaba llevando a su mujer a un delirio loco.

“Esto es muy bueno”, gimoteó.

“Estoy muy contenta de que te guste, Bette. Me gusta complacerte. ¿Qué es lo que te gusta?”, preguntó Tina en medio de besos al trasero de Bette. Tina estaba al borde del orgasmo cuando presionaba su cuerpo todo lo que podía a la mujer que la volvía loca.

“Tardas muchoi en contestar, baby. La pregunta es muy sencilla”, dijo Tina mientras untaba el resto del melocotón sobre la espalda de Bette y lo chupaba. Las caderas de Bette se mecían despacio y Tina supo que su amante ascendía rápidamente al espacio exterior. Deslizó 2 dedos dentro de Bette. “¡Joder baby, que mojada estás!”, susurró Tina. Tina siguió lamiendo la espalda de Bette mientras sus dedos se movían por debajo.

“Me gusta, T. Baby, esto es muy bueno. Siempre me haces sentir muy bien”, confesó Bette. Su voz era a medias un sollozo y a medias un quejido.

“Estoy muy contenta de que te guste, baby. Lo hago todo por ti. Mereces sentirte bien. Eres prec iosa, Bette. “ Tina hablaba suavemente mientras sus dedos se movían entre el líquido cálido de Bette.

“Por favor, no pares, baby”, suplicó Bette mientras movía su cuerpo rítmicamente. Las gotas de sudor se deslizaron hasta su pelo rizado y se mezclaron con el.

“En realidad preciosa pensaba pararme. Tu eres la culpable Bette haces que mi corazón haga flip-flop. No estoy acostumbrada a esto, baby”, dijo Tina deleitándose en el cuerpo de Bette.

“Oh, Tina, joder, por favor no pares. Esto es muy bueno. Ooooohhh”. Chispas eléctricas comenzaron a saltar en los pies de Bette creándole una sensación de saludo. Este era el principio de un maravilloso paseo para Bette. Lo había añorado tanto.

Tina inmediatamente quitó su mano del sexo caliente de su novia, que dio un grito resonante.

“Baby, ¿por qué te paras?”, jadeó Bette.

“Porque tengo que hacerlo”, dijo Tina comprensiva, “estás haciendo que mi corazón de saltos mortales. No quiero que mi corazón haga gimnasia. Tina enfatizó su argumento dando una palmada en el trasero de Bette.

“Mmmmmm T.”, contestó Bette mientras los latidos constantes entre sus piernas resonó de repente en su pecho y palpitó fuerte.

“ay no me digas, ¿te gusta esto también?”, Tina se rió sarcástica

“Joder Tina”

“Sabes que pienso, baby?”, Tina hizo girar a Bette, que estaba frustrada y muy excitada, y le dio un beso lento, caliente, en los labios. Su lengua entró en la boca de Bette y exploró todo el espacio hasta el que llegaba.

“Pienso que eres tan hermosa que todo el mundo que esté en sus cabales te tiene que querer. Esto es lo que pienso”, declaró Tina introduciendo otra vez dos dedos en el sexo húmedo de Bette, y empezó a moverlos rítmicamente. Utilizó la otra mano para pellizcar y hacer círculos en el clit de Bette mientras seguían besándose. Hablando suavemente sobre la boca de Bette, dijo, “sientes que esto es bueno, baby. Me haces tan feliz. ¿Te gusta esto?”.

“Si, T.”, casi gritó Bette lanzando sus brazos alrededor del cuello de Tina para apoyarse. Su cuerpo volaba. Gimiendo continuamente y cabalgando sobre los dedos de Tina, sus sentidos estaban completamente abrumados. Tina agregó otro dedo y casi se perdió, “que mojada estás baby, joder”.

La pierna izquierda de Bette comenzó a temblar cuando sintió una oleada familiar en los dedos del pie y su cuerpo viajó por todas partes. “Po favor no pares, por favor”. Bette lo suplicó muy fuerte. No quería que Tina bromeara en aquel momento. Había construido ese gran orgasmo, pero parecía que quería retrasarlo.

“Eres tan hermosa, Bette. No pararé, lo prometo. Déjate ir. Piérdete en mi, baby. Te quiero, Bette”, dijo Tina suavemente.

Bette se perdió en el enorme placer que recibía de la mujer que amaba. Su cuerpo tembló, y se liberó. Como agradecimiento a Tina, siguió repitiendo su nombre hasta que se quedó sin voz.

Bette apenas se sostenía de pie después de que el poderoso orgasmo se apoderó de todas partes de su cuerpo. Se apoyó en Tina, que se rio y la regó con una multitud de besos por todo el cuerpo antes de volver al dormitorio.

gracias anita

buf! nadie diría que estamos a 8º.... q calor hace x aki!!!

gracias anita!

Bette está tendida con el esbelto cuerpo de Tina extendido sobre ella. Las dos olían a melocotones y sexo, una combinación que ambas saboreaban. Los susurros cariñosos de Tina flotaban directamente en el oído de BEtte. Tina aún no podía creer que aquel amor hubiera llegado hasta ella después de su pasado. Bette no había recuperado aún la capacidad de hablar, todavía veía fuegos artificiales detrás de sus ojos cerrados.

“Baby, ¿qué haces? ¿estás bien?”, Preguntó Tina remontando el omoplato de Bette con su dedo pegajoso.

“Mmmmm”, contestó Bette, incapaz de decir nada más.

Tina le besó el lóbulo de la oreja derecha y puso la cabeza en la misma dirección que Bette. Suspirando, dijo, “Soy tan feliz de que seas parte de mi vida, Bette. Probablemente estás cansada de oírme decir esto, pero es verdad. Haces que mi mente se sienta bien; eres tan inteligente y tan ingeniosa. Haces que mi alma se sienta bien; eres tan profunda e intuitiva. Reanimas mi espíritu con tu coraje y audacia. Me excitas porque eres muy atractiva, baby. No me canso de ti. Eres tan deseable y caliente. Tu cuerpo es la perfección absoluta. Nunca he conocido a nadie con todas las cualidades que tu tienes reunidas en la misma persona. Eres definitivamente única. A veces tengo que recordar que hasta hace poco sólo habías ido con hombre. Pareces tan a gusto conmigo y estoy tan contenta de cómo eres. Tienes un maravilloso sentido de la aventura. Me gustó cuando follamos en la sala de conferencias en LA y tu me tenías totalmente bajo tu control. Me gustó cuando me llamaste por teléfono cuando te masturbaste y tuvimos sexo telefónico, y me gusta como gritas mi nombre cuando hacemos el amor. Me haces sentir tan especial, Bette. También me gustó cuando me dijiste con tanta audacia que te gustaba mi gatito. Eso fue genial”.

Bette la interrumpió. “¿Quieres saber que más cosas son geniales?”, preguntó Bette de manera seductora mientras comenzaba a mover sus caderas de manera seductora debajo de Tina. Cuando la respiración de Tina se hizo más pesada, Bette sintió cómo se le endurecían los pezones en su espalda.

“Tu eres genial, T,”

Tina reajustó su posición encima de Bette para sentirla mejor. Presionada estrechamente contra la mujer que amaba, Tina se unió al ritmo lento, estable y levantó el pelo rizado de Bette para besarla en la nuca.

“Todo lo que has dicho de mi, puedo decirlo yo de ti, T. Eres asombrosa. Me pones tanto, Tina. Oirte hablar tan sinceramente sobre mi, sobre nosotras, me pone a tono”.

Bette estaba parcialmente tendida sobre la sábana suave de algodón. El contraste de texturas que rodeaban su sexo ya sensible le proporcionó un placer adicional. Tina se sintió muy bien moviéndose encima de ella. Un resto de humedad alivió la piel flexible de Bette.”Si te desliza así encima de mi, me excitas baby. Siento tus pezones en mi espalda y me siento muy húmeda. Vas a hacer que me corra Tina. Vacilando otra vez en la cuerda floja de un orgasmo sin red de seguridad, una sensación familiar comenzó a construir un hoyo en el estómago de Bette. Tina deslizó sus manos por debajo de sus brazos extendidos. Cerraron las manos y entrelazaron los dedos. El mundo se acercaba a la reina del yoga a paso acelerado. Podía sentir que el cuerpo de Bette se ponía rígido bajo ella. Calmando los pensamientos verdes y púrpuras que estaban en su mente, Tina vio imágenes de pura felicidad como solo ella podía percibir. Su calidez, el aliento a melocotón se hizo difícil y desigual. “Bette no puedo parar, baby. Joder. Me haces sentir tan bien”.

“No tienes que pararte T. Córrete por mi. Tu me vuelves loca. Vas a hacer que me corra”, susurró Bette.

Las dos gimieron cuando el placer infinito les llegó, que sacudió sus cuerpos sudorosos, pegajosos y afrutados hasta el corazón mismo. Los intentos de recuperarse fueron vanos. Pasaron el resto de la noche, y gran parte de la mañana, besándose, chupándose, diciéndose palabras cariñosas, bromeando, y gozando la una de la otra. Se intercambiaron susurros eróticos sin inhibirse, alimentados por un fuego continuo entre ellas. Bette estaba tan aliviada de que Helena no estuviese en casa. El volumen de sus voces y el contenido de sus palabras carecían de freno, y se desbordaban de pasión. Sudorosas y cansadas, durmieron profunda y plácidamente, hasta que les despertó el ruido de sus estómagos hambrientos.

……………………….

Tina salió impaciente de la ducha y besó en la espalda a una dormida Bette que se estremeció de placer. Buscó la esterilla de yoga de su novia y entró en la habitación para comenzar su ritual diario de todas las mañanas. El estómago de Bette gruñía ferozmente, pero en este momento eligió dormir a comer. Siempre dormía mejor con Tina. El impulso de comer se hacía demasiado incómodo para seguir haciendo caso. Se despertó, y al no ver a Tina, su estómago pasó a un segundo plano. Su primer pensamiento es que otra vez la habían abandonado.

Sintiendo pánico, se lanzó como una loca por la casa en busca de su diosa del sol. Aliviada al encontrar a su amor realizando sus ejercicios de la mañana, la respiración de Bette se calmó, y se quedó de pie observándola. Tina notó el estado de ánimo de Bette y preguntó, “¿qué pasa baby?”. Los ojos de Bette bajaron rápidamente al suelo. No quería que la mañana empezara con lágrimas. Sabía que Tina quería seguir hablando y quizás abandonar el ejercicio de relajación y meditación. Bette no estaba de humor para esto. Cuando volvió a mirar, Tina estaba de pie buscando sus ojos marrones para encontrar una respuesta. “¿Qué pasa, baby?”, preguntó Tina con curiosidad. Con una risa forzada, débil, Bette habló, “Tina, ayer me contaste cual era tu peor pesadilla. Bien, mi peor pesadilla consiste en que tu me abandones sin decirme nada. Cuando me desperté esta mañana, me dejé llevar por el pánico porque no te veía y no me habías dejado ninguna nota. Mi corazón se hundió inmediatamente”.

“No voy a abandonarte, Bette”, dijo Tina firmemente mientras enrollaba la esterilla con una mano con mucha destreza. “No te ofendas Tina, pero he oído esto antes. Estoy preocupada porque para mi esto es una promesa vacía. Sólo son palabras”, añadió Bette. Tina, dolida por el rechazo de Bette a sus intenciones, replicó, “puedo entender como te sientes, pero tu tienes todo el poder”. Bette no quería un discurso de Tina en ese momento, todo lo que quería hacer era comer, hacer el amor con la mujer que le hacía subir la temperatura, y dormir, en ese orden. Tina se dio cuenta por la mirada de Bette que aquel no era un buen momento para investigar en algo profundo. “Lo lamento, Bette. No quería menospreciar tus sentimientos. Seguramente tienes derecho a sentirte del modo que te sientes. Voy a ir a casa ahora para deshacer las maletas y situarme. Gracias por esta noche tan maravillosa. He disfrutado mucho contigo”.

Sin intentar apaciguar a la rubia enferma de amor, Bette inmediatamente cambió de conversación para proteger su propio corazón palpitante.

“Déjame llevarte a casa, T. No quiero que cargues con tu maleta por la calle”.

Tina sonrió. “Vale, eso estaría bien”, contestó rotunda. Bette notó un cambio de humor en Tina y sentía haber compartido su peor pesadilla y los sentimientos consecuentes con su novia esta hermosa mañana. “Debería aprender a mentir”, se dijo para sí misma. “Vamos”.



Cuando Bette se detuvo junto a la casa de Tina, paró el coche y examinó los ojos de su silenciosa pasajera. “T., lo siento si he herido tus sentimientos antes cuando te he hablado sobre mi miedo. A veces me siento tan increíblemente asustada que no sé que hacer•.

“Está bien Bette, son tus sentimientos. Te veré más tarde, ¿de acuerdo?”, replico Tina mientras salía del coche.

“¿Quieres que nos veamos esta noche?. Podríamos salir a cenar. Quizás alquile una película, o de un paseo. Lo que tu quieras”. Bette sabía que era demasiado tarde para intentar atrapar a Tina antes de que su coraza encajonara su expuesto corazón. Era ya un trato hecho.

“Um, no sé, Bette. Te llamaré, ¿vale?”, dijo Tina mientras abría la puerta de su casa. “Bien, baby”. Bette sonrió, sabiendo que este no iba a ser un buen día.

Tina no podía abrir la puerta lo suficientemente rápido. Su corazón buscaba refugio, y tenía que conseguirlo en casa. No tenía nada que hacer en el coche de Bette, expuesta a todos los elementos al aire libre. Estar alrededor de Bette era ya demasiado para controlarse. Tina se preguntó que hacía amando a Bette si sabía que nunca confiaría totalmente en ella. Habían pasado demasiadas cosas antes de que se encontraran. Con tantas viejas cosas enfrentadas contra ellas, ¿podrían ganar algún día? ¿Merecía esto el esfuerzo?. El suyo era un juego injusto con un campo de deportes desigual desde el principio. No se preguntaba si debía amar a Bette, esto era fácil. ¿Cómo podría Bette confiar alguna vez en Tina?. Esta era la pregunta. Las lágrimas resbalaron por la cara de Tina quemándole la piel. Con su coraza otra vez en su lugar el corazón dolorido de Tina estaba falsamente protegido. Necesita descansar de la intensidad de Bette. Esto era demasiado para que su corazón lo asimilara.

graciaaaaaaaaaaas ANITA... ay

ooohh! tengo una mezcla de sentimientos ...

gracias anita!!!

:cray:gracias anita