[Terminado] Saludos al sol

“Yo tampoco quiero todavía. Sólo contesté una pregunta que me hicieron. ¿Tu creiste que esto implicaba no ver a otra gente?. Porque si crees que tienes que compensar a Helena la próxima vez que tengamos una discusión, un malentendido o algo así, entonces creo que tenemos que cortar todo eso ahora. Helena no tiene por que ser importante en nuestra relación. Y sabiendo lo que ella siente por ti, creo que nos llevaría al fracaso. Entiendo que pienses que vuestra amistad está acabada, pero sus sentimientos hacia ti, no. ¿Tiene sentido esto, Bette?”.

Bette observó la seriedad de la voz de Tina y de su cara. Sabía que esto no era un juego. “No quiero verme con nadie, sólo contigo Tina. Y si, tu me haces sentir perfectamente. Ni Helena ni nadie serán importantes en nuestra relación, ¿de acuerdo?. Soy tuya, T. Bueno, al menos la parte que puedo entregar. Guardaré para ti el resto de partes”.

“Es todo lo que pido Bette. Vamos a intentar ser sinceras la una con la otra. No puedo creer que yo haga esto”. Tina se rió. Se sentaron cómodamente, en silencio, observando a los pocos turistas y a los numerosos pájaros de alrededor.

“¿Tina?”.

“Si, cariño”.

“¿Seré suficiente para ti?. Quiero decir, sabiendo que todavía tengo dudas con algunas cuestiones. ¿Te parece bien esto?”.

“Me parece bien, Bette. Y si no fuera así, hablaremos sobre ello. ¿Te parece bien?”

“Me parece bien, t. ¿Por qué quiero comerte entera?”.

“No voy a contestar a eso”, sonrió Tina con satisfacción.

“¿Bette?”

“¿si?”

“Me gusta mucho hacer el amor contigo. Bueno, follo contigo demasiado”. Tina se rió. “Yo sólo me pregunto si te satisfago. Ya sabes, físicamente”, preguntó Tina con franqueza.

Bette casi contestó. “¿Qué tipo de pregunta es esa?. Tu eres la mujer Casanova”. Cuando Bette vio la mirada tranquila en sus ojos, supo que tenía que contestar sinceramente.

“Nunca me he sentido tan bien. Eres maravillosa conmigo, Tina. Me gusta lo que me haces. No puedo describir con palabras lo asombrosamente bien que me haces sentir pero espero demostrártelo. Por favor, no te detengas”.

“Mierda, baby, me provocas, estoy queriendo hacerlo”.

Tina se inclinó para besar suavemente los labios de Bette. Bette se incorporó un poco para ir a su encuentro. “Solo quiero que sepas que si en cualquier momento quieres intentar hacr algo diferente o si necesitas algo que yo no te doy, avísame. Quiero complacerte tanto, que me consumo”.

“No tienes por que preocuparte, Tina. Pero gracias por decírmelo”.

“Y tu, ¿no vas a preguntarme si tu me satisfaces?”

“No lo había pensado”, contestó Bette con una sonrisa de satisfacción.

“¿No? ¿De verdad?”, preguntó Tina, asombrada.

“De verdad”, dijo Bette sin rodeos, “ya sé la respuesta, y sé que te satisfago en el dormitorio y en cualquier otro lugar donde decidimos expresar nuestros sentimientos”.

“¿Es así?”.

“Si, lo es”, contestó Bette con serenidad.

“Tu estás muy segura, señorita”.

“Siempre que hacemos el amor tu me animas a hacer lo que siento. Y es lo que hago. Si, soy una novata en lo que se refiere a las mujeres, pero me siento experta cuando se trata de complacerte. Eres tan abierta y libre que constantemente me transmites tus sentimientos. Eres una maravillosa profesora, Tina. Tu me transmites todo lo que tengo que saber. Las expresiones de tu cara, el modo en que tu cuerpo reacciona, tu aliento, tus palabras. Todo está en ti, Tina. Tu eres mi indicador”.

“Tu me vuelves loca”, comentó Tina.

Bette no había acabado. “¿Y sabes lo que me gusta, Tina? Me gusta mirarte antes de que te corras. Cuando estás en ese lugar entre la cordura y la locura y me miras profundamente a los ojos. Es tan apasionado y tan real”.

“Bette, es divertido que menciones esto. Lo creas o no, tu eres la primera con la que llego tan lejos. Antes nunca hubiera mirado a nadie antes de la liberación física. No necesitaba mirar a nadie. En realidad no quería mirar a nadie”. Se rió. “Ahora hay mucha más intimidad, más sentimientos compartidos, nuestro amor”. Tina jugó con los rizos de Bette y se inclinó para besarla en los labios otra vez. Haces volar mi mente, baby. Pero tu ya lo sabes”.

“¿Bette?”

“uh uh”, Bette sonrió, porque que las siguientes palabras que salieran de la boca de Tina iban a ser algo sexual. Le gustaba que Tina fuera una persona tan sexual y tan libre para expresarse cuando estaban juntas.

“¿Estás mojada ahora, baby?”, preguntó Tina con inocencia.

“Casi seguro que no”, declaró Bette sin rodeos.

“Apuesto a que si introduzco mi dedo en ti ahora mismo, te quedarías empapada. ¿Qué pensarías?”.

“Pensaría que tu dedo está muy seco. Es lo que pensaría”, sonrió Bette con satisfacción.

gracias anita

Anita, buenisisimo como siempre. Gracias

Cuando paseaban cogidas de la mano por los Jardines de te japonés, Tina apresó a Bette en un abrazo largo y caliente. “Me haces sentir tan bien, baby”, susurró Bette. Tina la besó ligeramente en la frente y examinó sus ojos.

“Bette, quiero que sepas lo feliz que me siento por tenerte en mi vida. Cuando me dijiste que no ibas a venir a San Francisco, me sentí tan decepcionada que quise cancelar mi viaje y volver a LA contigo. De todos modos me sentí emocionada cuando me sorprendiste en el aeropuerto y debo decir que el tiempo que hemos pasado juntas aquí ha sido más que significativo. Tenemos mucho que aprender la una de la otra y de nuestros pasados, y aunque haya territorios ásperos, me veo creciendo juntas”.

“Me he acostumbrado a dormir contigo cada noche. Duermo mejor cuanto cuanto más enredada sestamos la una en la otra. Me ayudas a descansar más fácilmente, estoy más tranquila contigo a mi lado y mi espíritu todavía más. No sé que haré mañana por la noche cuando vuelvas a LA y yo me quede aquí.”

Tina metió la mano en su mochila y sacó una cajita dorada con una cinta roja alrededor. “Esto es para ti”, dijo con una sonrisa.

Bette desató la cinta aterciopelada mientras miraba a Tina. Le gustaban los regalos. Hacía mucho tiempo que no recibía ningún regalo de nadie que no fuera Helena. Abrió la caja y sacó un hermoso collar de pequeñas y vistosas piedras con una perla de planta en el centro.

“Esto es magnífico, Tina”, dijo Bette mientras lo miraba incrédula. “Las piedras son… simplemente divinas. ¿Qué significado tiene la perla?”, preguntó Bette.

“Es un collar Om. Om es el sonido del universo, lleno de energía divina. Om… es la sílaba eterna , mística. Esta palabra sagrada abarca en si misma el Universo entero, el pasado, el presente y el futuro. Cuando llevamos un Om, nos recuerda que estamos unidos al universo, con la paz dentro de nosotros”.

“Cuando llevamos un Om, nos recuerda que estamos unidos al universo, en paz con nosotros mismos. Es el mismo Om al que cantamos en clase. Cada piedra representa un centro de energía que tiene que guardar el equilibrio para mantenerse centrado. La plata representa la limpieza emocional”.

“Es hermoso Tina. Me gusta mucho. Gracias.”, dijo Bette sucumbiendo al maravilloso sentimiento que la embargaba.

“Tu eres más que bienvenida, baby. Aquí tengo algo más.” Tina le dio una caja dorada más grande con una cinta roja alrededor. Bette sonrió y la abrió. Sostenía lo que parecía ser un objeto cuadrado cubierto con papel de seda púrpura. Riendo, lo sacudió junto a su oído como un niño antes de desembalar un regalo de Navidad. Era una imagen enmarcada de Tina desnuda en una postura de yoga aparentemente difícil en blanco y negro. Tenía una mariposa muy vistosa en la curva de la rodilla. La mariposa era la única cosa que tenía color. “¡Wow Tina! ¡Es simplemente ASOMBROSO!”, dijo Bette mirando atentamente la fotografía. “¿Cómo conseguiste hacer esto?. Se te ve tan exquisita y tan, tan fuerte. Esto es arte, baby. Lo digo en el sentido más auténtico de la palabra. Gracias”.

“Pensé que te gustaría. También hay una tarjeta”.

“Mi querida Bette,

Esta foto fue tomada el día después de recoger mi correo equivocado en tu casa. Es el símbolo de quien era yo antes y lo que fui después de que entraras en mi vida. La posición en la que estoy la llaman la postura del escorpión.

Para picar a su víctima el escorpión arquea la cola desde atrás y luego golpea más allá de su cabeza. Yo parezco un escorpión aquí. La cabeza, que es el recipiente del conocimiento, también es el recipiente del orgullo, la cólera, el odio, los celos y la maldad. Estas emociones son más mortales que el veneno del escorpión. En esta foto y en la vida, intento erradicar estas emociones autodestructivas. Procuro desarrollar la humildad, la calma y la paz, y liberarme de mi ego, llegando a la armonía y la felicidad. La hermosa mariposa que está sobre mi rodilla simbolizan la transformación y el cambio. Bette Porter, te agradezco que me hayas transformado. Eres quien ha cambiado mi vida. Te amo”.

-Tina-

Las lágrimas empezaron a resbalar por la cara de Bette. Estaba conmovida más allá de las palabras. Todo lo que podía hacer era agarrar a esa persona tan increíble que pensaba que ella era su mundo y no tener miedo. “Eres muy atenta, Tina. Gracias. Te quiero tanto”. Bette se sorbió los mocos mientras manchaba con las lágrimas la cara de Tina y su camisa. Se abrazaron fuertemente.

“He pensado mucho lo que te he dicho. Gracias por transformarme. Estaba perdida,hasta que te encontré. “ Tina hizo una pausa mientras sus propias lágrimas caían por su rostro. “Te quiero, baby. Espero que algún día sepas cuanto”.

gracias anita!!

que bonitoooooooooooooooo gracias anita

ay
que hermosura
si se me salen las lagrimillas a la par
que tierno

gracias anita
estamos en la recta final?

jajajajaaaaa matilde k weno verte x aki aunk sea x ste fic jeje
pos a mi me parece k ste fic tiene treintaitantos asi k aun keda mogoyon
weno m parece a mi k lo diga anita

si tess este fic tiene 32 capitulos 33 si tenemos en cuenta que el ultimo tiene dos partes. Todavía queda mucho XDD acabo de empezar a traducir el 14

Muchas gracias anita!!
Ays ke momento tan bonito!
Sigue cuando puedas!!

tess escribió:jajajajaaaaa matilde k weno verte x aki aunk sea x ste fic jeje
pos a mi me parece k ste fic tiene treintaitantos asi k aun keda mogoyon
weno m parece a mi k lo diga anita

hola Tess cuánto tiempo verdad? estoy de vacaciones, intentaré conectarme un ratillo por las tardes, a ver si coincidimos y nos vamos al chat un rato un beso matilde

14. Ilusiones y espejismos

El vuelo de regreso a LA fue muy tranquilo y aburrido. Bette sentía un vacío dentro después de haber pasado varios días junto a Tina. Sus dedos acariciaron subconscientemente las lisas piedras y el collar que su diosa del sol le había regalado. Una sonrisa apareció en su cara cuando rememoró su estancia en San Francisco. Bette sabía que había caído rendida ante la belleza rubia muy rápidamente pero aún no podía entender su atracción por una mujer. Pensamientos calientes de Tina inundaron su mente mientras siguió sonriendo y pasando los dedos a lo largo de su nuevo collar. Bette echaba de menos ya a T y no podía esperar más para volver a estar entre sus brazos amorosos y protectores.

En cuanto el avión se posó en la pista de aterrizaje Bette llamó a Tina. “¿Dónde estará esta mujer?”. Miró su reloj y recordó que estaría terminando una sesión de yoga. Poco después , escuchó una voz.

“Hola, aquí la asistente personal de Tina Kennard. ¿En qué puedo ayudarle?”, dijo en un tono bajo una voz desconocida.

“Soy la novia de Tina. ¿Quién demonios eres tu?”, escupió Bette. No estaba de humor para juegos infantiles.

“Um, soy Alice”.

“Alice, di a Tina que se ponga al teléfono”, ordenó Bette.

Hubo unos segundos de silencio y después Bette oyó hablar a Tina.

“Gracias, baby”, dijo, y luego contestó la llamada.

“¿Hola?”, preguntó Tina alegremente mientras pasaba se pasaba la mano por el pelo.

“Entonces Carmen tenía razón, Tina. ¿Las palabras ‘baby’ y ‘babe’ forman parte de tu vocabulario normal y tu las utilizas con todo el mundo?. No me parece bien, Tina. O me llamas a mi ‘baby’ y ‘babe’ y a nadie más, o llamas a todas ’baby’ y ‘babe’ pero no me lo llamas a mi. Es tu elección. ¿Y por qué demonios Alice contesta tu teléfono? “, preguntó Bette con ira.

“Porque se lo pedí, babe”, contestó Tina despreocupada mientras mascaba una rama de apio. Estaba sorprendida por tener un momento para conversar. Le podía contar a Bette que estaba en un rollo y podía no tener la oportunidad de hablar otra vez.

Alice estaba en el fondo observando como Tina parecía una chica con problemas recibiendo una bronca de sus padres.

“Sé que tu sueles hacer lo que quieres, Tina. Demonios, siempre tienes a la gente comiendo de tu mano. ¿Puedo compartir mis dudas contigo?”, preguntó Bette de mal humor.

“Adelante”.

“Cuando te llamo espero que tu y solo tu contestes tu teléfono. Si alguien contesta tu teléfono porque tu le has pedido que lo haga, vale, como es el caso de Alice. Pero es de esperar que contesten con seriedad. Cuando te llamé Alice contestó diciendo que era tu ayudante con una voz inequìvocamente sexy.”

Tina comenzó a reírse fuertemente y se inclinó para palmear con su mano en la rodilla para darle más énfasis.

Bette la interrumpió. “Mira Tina, yo llamaba para decirte que he llegado bien. No tengo tiempo para juegos. Llámame cuando quieras hablar en serio, ¿vale?”.

Bette colgó sin despedirse.

Salió del avión, recogió su equipaje de la cinta y se fue a casa con la necesidad de fumarse un cigarrillo y tomarse una copa.

El sonido del teléfono saludó a Bette en cuanto entró en su casa. Puso los ojos en blanco mientras sujetaba el auricular inalámbrico entre el oído y el hombro. Antes de contestar, encendió un cigarrillo y le dio una larga calada.

“Hola Tina”, dijo Bette sin entusiasmo, examinando sus uñas.

“Hola. Ahora estoy lista para tener una conversación seria. ¿Por qué no empiezas tu?”, dijo Tina cariñosa.

“Tina, sé que estás acostumbrada a tener libertad completa en tu trato con tus mujeres anteriores, pero creo que necesitamos una pequeña reestructuración en nuestra relación”.

“Creo que tienes razón, baby. Y este baby es para ti sola. “ dijo correctamente. “Yo, um, no había pensado en mi uso global de antes de ‘babe’ y ‘baby’. Llamaba a mucha gente así y para mi eran simples palabras sin significado. Puedo entender que creas que eso es irrespetuoso para ti. Cambiaré mi comportamiento y confío en que llamarás mi atención si meto la pata. “ Bette sonrió al oir esto pero no dijo nada.

“También estoy de acuerdo con tus puntualizaciones al uso de mi móvil. Yo estaba en un pequeño descanso haciendo mis ejercicios de yoga, ya sabes que en esos momentos no tengo la mente en la tierra y Al preguntó si podía coger mi teléfono. “ Riendo, Tina dijo, “ella me dijo que tu preguntaste quien demonios era ella. De ahora en adelante si pido a alguien que conteste mi teléfono , lo harán con profesionalidad. Trato hecho”, dijo Tina sin rodeos, “¿Algo más baby?”, preguntó riéndose. Bette sintió su presencia caliente a través del teléfono, y dijo, “eso me hace sentir mucho mejor. Gracias, Tina”.

“Bette quiero que sepas que puedes confiar en mi, baby. Dime lo que tengo que hacer para que te sientas cómoda”.

Bette estaba sorprendida de lo abierta que estaba Tina a concederle sus peticiones. No había retroceso, en absoluto.

jajjajajjaja que guay



gracias anita

La arrogante belleza bronceada nunca pensó que se enamoraría con tanta fuerza. Al mismo tiempo, no sentía una necesidad de disculparse porque sabía que Tina la entendía.

“Llevo puesto el collar que me diste”, dijo Bette volviendo la cabeza y exhalando una nube de humo.

“Oh, ¿lo llevas ahora?”

“Si, y debo decir que me queda muy bien. Los colores son tan vibrantes”.

“Todo te queda bien”, dijo Tina con sinceridad.

“Para ya, Tina. Me pones muy caliente”, dijo Bette sintiendo que le faltaba el aire.

“¿Y eso es tan malo, Bette?”

“¿Estás dispuesta a apagar el calor?”

“Siempre, baby, pero no de la forma que te gustaría. Después de todo hay mucha distancia entre nosotras”.

“De acuerdo. Entonces, como te dije, para”. Después de un segundo de silencio Bette cambió el tema de conversación, ¿Cómo ha ido la exposición esta tarde?”.

“Ha sido geeeniaaal”, exclamó Tina. Mi última clase de meditación estaba realmente atestada”. Bette se rió del entusiasmo que adivinó se reflejaba en la cara de Tina. “Había muchas personas que dijeron que serían capaces de hacer la parte de visualización, eso me alegró el día. Aunque mañana va a ser otro día muy largo. Estaré contenta cuando esto acabe”.

“Yo también”, admitió Bette, “estoy esperando que vuelvas a casa”, dijo Bette despacio mientras sacudía el cigarrillo en el cenicero. Ella apenas fumaba en casa, pero como Helena no estaba, aprovechaba la oportunidad”.

“Parece como si alguien me echara de menos”.

“Quizás un poquito”. Bette se rió a la vez que se lamía la lengua a través de los dientes nacarados.

“Creo que más que un poquito, pero lo tomaré igual de bien”, dijo Tina entre risas.

“¿Tina?”

“Dime baby. Y este baby es solo para Bette Porter”, Tina se rió tontamente.

“¿Alice sabe que soy yo quien está al teléfono? Solo me identifiqué como tu novia”.

“No. No le dije que eras tu. Ella sabe que voy en serio con alguien pero no sabe quien es. O si lo sabe, no ha dicho nada. Pero Alice no puede guardar un secreto, así que estoy segura de que no lo sabe”.

“¿Por qué lo preguntas, baby?”

“Solo tengo curiosidad por saber su reacción ante nuestra historia con todo el asunto de la entrevista con Ziggy, eso es todo”.

“Estoy segura de que nos enteraremos en su momento”, dijo Tina

“¿Bette? ¿Recuerdas antes cuando compartiste conmigo tus esperanzas en nuestra relación?”.

“Si”

“Bien, escuchando y sintiendo tus meditaciones, me excité”

“¿Por qué sabía que ibas a decir eso?”, Bette puso los ojos en blanco y se rió.

“Porque me conoces. Adoro que tengas siempre los pies en el suelo, baby. Apuesto que era un infierno hacer tratos contigo en el mundo del arte. ¿Son ciertas todas esas historias que hay sobre ti de que eras un bicho de vez en cuando?”.

“¿Qué historias has oído T?”

“Aahhhh. ¿Te gustaría saberlo?”, contestó Tina con voz encantadora.

“Estoy segura de que me las contarás algún día”.

“Tal vez. Tal vez no. Pero te diré esto. Eres muy sexy Bette Porter. No puedo esperar a hacer el amor contigo otra vez. Eres muy dulce, baby. Lo intentaré en mis sueños”.

“¿Puedes esperar un segundo?”

“¡Ok, está bien!”, gritó Tina. “Baby, lo siento, me voy a correr ahora. Literalmente. Voy a hacer una carrera rápida esta noche con otras personas de aquí. Te quiero y te veré pronto”.

“Yo también te quiero. Adios, Tina”, dijo Bette sintiendo un calorcillo subir por sus piernas.



La casa sin Helena estaba demasiado tranquila. La mayor parte de las veces a ella le gustaba la calma. Su mente era generalmente bastante ruidosa para necesitar un refugio. Sin embargo, desde que conoció a Tina y practicaba las técnicas de respiración y relajación, su perspectiva mejoraba. Mirando hacia su dormitorio, se dio cuenta de que había todavía un par de cajas por desempaquetar. Desde que se mudó allí había estado tan deprimida que decorar era la última cosa que pasaba por su mente. No había cuadros en las paredes, ni flores. Sólo la cama, el aparador y el armario, y el suelo de madera oscura y lisa. Hasta ahora Bette había estado sobreviviendo. Ahora comenzaba a vivir.

……….

El teléfono sobresaltó a Tina, en su estado inicial de sueño. No estaba segura cuantas veces había sonado antes de que lo cogiera.

“Mi mente está llena de pensamientos hacia ti, Tina. Imagino que mis manos son las tuyas cuando me toco”.

“Mierda, Bette”, dijo Tina con impaciencia medio dormida. “Habla conmigo, baby”, ronroneó con una sonrisa somnolienta.

“Puedo sentir tu risa Tina. Después de estar en San Francisco contigo y de tener toda tu atención y todo tu amor, te echo de menos. Hicimos el amor todos los días, y más de una vez, lo añoro. Te echo de menos”.

De repente, la vida sexual de Bette la volvía loca. Ansiaba a Tina como a nadie. Después de una sequía de 2 años se había mojado con lluvias torrenciales y los aguaceros interminables del querer y el deseo la habían inundado toda.

“¿Tienes los ojos cerrados, Bette?”

“Si”, susurró Bette, “quiero que escuches algo, Tina”.

Las dos amantes separadas en la distancia hicieron un viaje con el mismo destino, se unieron la una a la otra en un viaje agradable. Después de volver a la tierra, a California, a sus ciudades separadas y sus camas separadas, Bette dijo, “Siento haberte despertado”.

“Yo no. Buena noches mi pequeña ninfo”

Bette se rió. “Buenas noches baby”.

que bonito
gracias anita