[Terminado] Saludos al sol
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Capítulo 5. El principio brillante
El celular de Bette zumbaba continuamente, zigzagueando sobre su escritorio mientras vibraba. No conocía el número que llamaba, pero contestó de todos modos. No era insólito que los clientes se pusieran en contacto con ella a través del móvil, así que contestó formalmente. “Bette Porter”, articuló claramente.
“Hola Bette, soy Alice Pieszecki de Los Angeles Time; hablé contigo hace poco más de un año sobre la desaparición de tu marido”. “Si, lo recuerdo, ¿qué puedo hacer por ti?”
“Bueno, me estaba preguntando si podría hacerte una entrevista de seguimiento. Hemos ampliado nuestra sección para incluir una segunda parte titulada ‘Maridos que desaparecen: ¿Dónde están ahora?’. ¿Podría programar otra entrevista contigo?”.
“No será necesario. ¿Cuál dijiste que era tu nombre?”
“Alice. Alice Pieszecki”
“OK. No será necesario Alice porque no ha cambiado nada desde que hablamos la primera vez. No puedo ayudarte”. Bette apretó el botón de fin de llamada y dejó el teléfono sobre el escritorio.
“Joder”, murmuró entre dientes.
Bette se levantó y se acercó a la ventana. Se puso las manos en las caderas y las introdujo por detrás de los pantalones, como si fueran bolsillos. Pasaban tantos pensamientos por su mente. “¿Dónde estará Ziggy y por qué demonios me abandonó? ¿no podía haber hablado conmigo?¿Estaban las cosas tan mal que no podíamos arreglarlas?”. Cerró los ojos y recordó las palabras que Tina le había dicho antes “quiero ayudar a calmar tu mente agitada”. Bien, Tina, parece que estás demasiado ocupada para ayudar a calmar mi mente, me conformaré con fumarme un cigarrillo y quizás beber algo a cambio”, pensó. Bette podía ver a Tina desde la ventana de su oficina. Estaba en el aparcamiento apoyada en su Murano naranja oscuro mientras Carmen sonreía de pie delante de ella con las manos alrededor del cuello de Tina.
Bette llegó a casa y encontró a Lauren y Helena acurrucadas en el sofá, comiendo un tazón de uvas. La cabeza de Lauren descansaba en el regazo de Helena y se giraban de vez en cuando para darse de comer mutuamente. Con rapidez, Helena dio un brinco, corrió a saludar a Bette y le dio un beso en la mejilla. La cabeza de Lauren que había caido inmediatamente del regazo
de Helena, fue a parar bruscamente entre los almohadones del sofá. Lauren estaba enfadada. “Maldita Helena, casi me rompes la cabeza”. Helena volvió hacia Lauren disculpándose encantadora. “Lo siento, amor. Lo hice sin darme cuenta. Déjame que te bese y lo haga mejor”. Lauren la obligó feliz. Helena estaba tan feliz al ver a Bette cruzar la puerta, que se olvidó totalmente de Lauren. “Joder, que patinazo”, murmuró Helena entre dientes.
Bette se sirvió un vaso de vodka, encendió un cigarrillo, y con ambas cosas en la misma mano se fue hasta el patio trasero. Se dejó caer en una butaca y dió una larga calada. Pensó en lo relajada que se sintió mientras Tina le hablaba. “Era casi erótico”, pensó. Bette no podía sacar a Tina de su mente. Seguro que era mejor que pensar en Ziggy y su vida anterior. Tomó un sorbo de vodka . “¡aahhh¡”, gruñó cuando el líquido le calentó la garganta. Guiñço un ojo e inhaló profundamente, sólo que era nicotina y no el aire fresco que necesitaba su cuerpo. No se inmutó cuando un par de manos femeninas le taparon los ojos. Bette se rió. “Vale, Bob Esponja, ¿qué pasa?” “Bien Squidword, levántate”, contestó una voz. “Joder, es Tina”, pensó. Cuando Bette comprendió que no era Helena, se preparó para recibir un discurso sobre el consumo del alcohol y de las drogas. “Maldición, maldición,maldición”, pensó nerviosa. Tina quitó las manos de los ojos de Bette y se sentó a horcajadas en la misma butaca, frente a ella. Miró a través del pequeño hueco que las separaba y vio un par de ojos marrones oscuros tristes. “Bette, estaba pensando en ti y decidí visitarte. Cuando llamé a tu móvil y no contestaste, vine. Espero que no te importe. No soy amante de las visitas improvisadas, pero probé suerte contigo”.
“Creo que si eres amante de las visitas improvisadas”, contestó Bette con maldad.
“¿Por qué dices eso?”
“Porque el otro día, cuando viniste a recoger tu correo, también fue una visita improvisada”.
“Eso no cuenta”
“Eso cuenta bastante”.
“Tu sabías que yo vendría”
“Lo sabía. Pero no sabía cuando. Tu visita fue espontánea en ese momento, por tanto fue improvisada”.
“OK, no voy a entrar en un juego de palabras contigo, Bette”.
Bette lo deja ir y saborea su victoria en el debate verbal.
“¿Y qué pasa, Bette”, prebgunta Tina con curiosidad.
Bette busca en la cara de Tina un signo de humor. No encontró ninguno.
“No lo sé Tina. Recibí una llamada hoy de una periodista del Times preguntando si podía tener una entrevista de seguimiento conmigo para hablar del paradero de mi marido. Lo siento. Mi perdido ex, que demonios, como quieras llamarlo. Estaba tan relajada antes de recibir la llamada. Ya sabes, parecía que me habían quitado un peso de los hombros y ahora parece que me han echado otros 20 kg encima”.
“Bien, Bette, lo bueno del yoga y la relajación es que puedes practicarlo repetidamente en cualquier parte. No tiene por que ser en un horario determinado. Puedes integrarlos en tu rutina diaria. Te reiste cuando yo hice un poco de yoga en tu casa la otra noche. Sabía que tenía que calmarme. Mi mente estaba demasiado preocupada y eso me volvía loca. Una vez me recompuse, ya estaba bien otra vez.”
“Tu sabes todas las cosas correctas que se tienen que decir, ¿no Tina?”
“No. De verdad que no”
“Se miraron profundamente a los ojos y se preguntaron lo que pensaba la otra. Cuando ellas se miraban fijamente la una a la otra, Helena las vio por la ventana de la cocina.
Tina fue la primera en apartar la vista. Rompiendo el contacto de sus ojos, miró hacia abajo a la tela de la butaca y comenzó a pasar la yema de los dedos por el dibujo del tapiz. Suspiró, vaciló, y después comenzó a hablar.
“Bette, yo queria...”
-este finde subo el resto del capi-
“Hola Bette, soy Alice Pieszecki de Los Angeles Time; hablé contigo hace poco más de un año sobre la desaparición de tu marido”. “Si, lo recuerdo, ¿qué puedo hacer por ti?”
“Bueno, me estaba preguntando si podría hacerte una entrevista de seguimiento. Hemos ampliado nuestra sección para incluir una segunda parte titulada ‘Maridos que desaparecen: ¿Dónde están ahora?’. ¿Podría programar otra entrevista contigo?”.
“No será necesario. ¿Cuál dijiste que era tu nombre?”
“Alice. Alice Pieszecki”
“OK. No será necesario Alice porque no ha cambiado nada desde que hablamos la primera vez. No puedo ayudarte”. Bette apretó el botón de fin de llamada y dejó el teléfono sobre el escritorio.
“Joder”, murmuró entre dientes.
Bette se levantó y se acercó a la ventana. Se puso las manos en las caderas y las introdujo por detrás de los pantalones, como si fueran bolsillos. Pasaban tantos pensamientos por su mente. “¿Dónde estará Ziggy y por qué demonios me abandonó? ¿no podía haber hablado conmigo?¿Estaban las cosas tan mal que no podíamos arreglarlas?”. Cerró los ojos y recordó las palabras que Tina le había dicho antes “quiero ayudar a calmar tu mente agitada”. Bien, Tina, parece que estás demasiado ocupada para ayudar a calmar mi mente, me conformaré con fumarme un cigarrillo y quizás beber algo a cambio”, pensó. Bette podía ver a Tina desde la ventana de su oficina. Estaba en el aparcamiento apoyada en su Murano naranja oscuro mientras Carmen sonreía de pie delante de ella con las manos alrededor del cuello de Tina.
Bette llegó a casa y encontró a Lauren y Helena acurrucadas en el sofá, comiendo un tazón de uvas. La cabeza de Lauren descansaba en el regazo de Helena y se giraban de vez en cuando para darse de comer mutuamente. Con rapidez, Helena dio un brinco, corrió a saludar a Bette y le dio un beso en la mejilla. La cabeza de Lauren que había caido inmediatamente del regazo
de Helena, fue a parar bruscamente entre los almohadones del sofá. Lauren estaba enfadada. “Maldita Helena, casi me rompes la cabeza”. Helena volvió hacia Lauren disculpándose encantadora. “Lo siento, amor. Lo hice sin darme cuenta. Déjame que te bese y lo haga mejor”. Lauren la obligó feliz. Helena estaba tan feliz al ver a Bette cruzar la puerta, que se olvidó totalmente de Lauren. “Joder, que patinazo”, murmuró Helena entre dientes.
Bette se sirvió un vaso de vodka, encendió un cigarrillo, y con ambas cosas en la misma mano se fue hasta el patio trasero. Se dejó caer en una butaca y dió una larga calada. Pensó en lo relajada que se sintió mientras Tina le hablaba. “Era casi erótico”, pensó. Bette no podía sacar a Tina de su mente. Seguro que era mejor que pensar en Ziggy y su vida anterior. Tomó un sorbo de vodka . “¡aahhh¡”, gruñó cuando el líquido le calentó la garganta. Guiñço un ojo e inhaló profundamente, sólo que era nicotina y no el aire fresco que necesitaba su cuerpo. No se inmutó cuando un par de manos femeninas le taparon los ojos. Bette se rió. “Vale, Bob Esponja, ¿qué pasa?” “Bien Squidword, levántate”, contestó una voz. “Joder, es Tina”, pensó. Cuando Bette comprendió que no era Helena, se preparó para recibir un discurso sobre el consumo del alcohol y de las drogas. “Maldición, maldición,maldición”, pensó nerviosa. Tina quitó las manos de los ojos de Bette y se sentó a horcajadas en la misma butaca, frente a ella. Miró a través del pequeño hueco que las separaba y vio un par de ojos marrones oscuros tristes. “Bette, estaba pensando en ti y decidí visitarte. Cuando llamé a tu móvil y no contestaste, vine. Espero que no te importe. No soy amante de las visitas improvisadas, pero probé suerte contigo”.
“Creo que si eres amante de las visitas improvisadas”, contestó Bette con maldad.
“¿Por qué dices eso?”
“Porque el otro día, cuando viniste a recoger tu correo, también fue una visita improvisada”.
“Eso no cuenta”
“Eso cuenta bastante”.
“Tu sabías que yo vendría”
“Lo sabía. Pero no sabía cuando. Tu visita fue espontánea en ese momento, por tanto fue improvisada”.
“OK, no voy a entrar en un juego de palabras contigo, Bette”.
Bette lo deja ir y saborea su victoria en el debate verbal.
“¿Y qué pasa, Bette”, prebgunta Tina con curiosidad.
Bette busca en la cara de Tina un signo de humor. No encontró ninguno.
“No lo sé Tina. Recibí una llamada hoy de una periodista del Times preguntando si podía tener una entrevista de seguimiento conmigo para hablar del paradero de mi marido. Lo siento. Mi perdido ex, que demonios, como quieras llamarlo. Estaba tan relajada antes de recibir la llamada. Ya sabes, parecía que me habían quitado un peso de los hombros y ahora parece que me han echado otros 20 kg encima”.
“Bien, Bette, lo bueno del yoga y la relajación es que puedes practicarlo repetidamente en cualquier parte. No tiene por que ser en un horario determinado. Puedes integrarlos en tu rutina diaria. Te reiste cuando yo hice un poco de yoga en tu casa la otra noche. Sabía que tenía que calmarme. Mi mente estaba demasiado preocupada y eso me volvía loca. Una vez me recompuse, ya estaba bien otra vez.”
“Tu sabes todas las cosas correctas que se tienen que decir, ¿no Tina?”
“No. De verdad que no”
“Se miraron profundamente a los ojos y se preguntaron lo que pensaba la otra. Cuando ellas se miraban fijamente la una a la otra, Helena las vio por la ventana de la cocina.
Tina fue la primera en apartar la vista. Rompiendo el contacto de sus ojos, miró hacia abajo a la tela de la butaca y comenzó a pasar la yema de los dedos por el dibujo del tapiz. Suspiró, vaciló, y después comenzó a hablar.
“Bette, yo queria...”
-este finde subo el resto del capi-
anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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Fecha de inscripción : 06/03/2008
Re: [Terminado] Saludos al sol
gracias anita
a Bette le hace falta muuuuuuuuuuuuuuuucho yoga jejejejejejjje.
(a mi tambien jejejejeejejejejjje :lol: )
a Bette le hace falta muuuuuuuuuuuuuuuucho yoga jejejejejejjje.
(a mi tambien jejejejeejejejejjje :lol: )
Invitado- Invitado
Re: [Terminado] Saludos al sol
si anita muy bueno este fic yo cada vez me rio mas. Cuando empece a leerlo pensaba que seria serio y emotivo y me encuentro con que es emotivo y divertido. Muchas gracias por dedicar tu tiempo a entretenernos
Re: [Terminado] Saludos al sol
genial...
Sigue en cuanto puedass
Y si tienes un hueco pasate por mi fic
besos
Sigue en cuanto puedass
Y si tienes un hueco pasate por mi fic
besos
Invitado- Invitado
Re: [Terminado] Saludos al sol
Deliberadamente Helena fue hasta ellas para interrumpirlas. “Hola, Tina”, dijo con tono simpático. No había olvidao como ocultar sus sentimientos cuando lo considerara necesario, y en este momentono significaba nada bueno.
“Hola Helena”, canturreó Tina feliz, dirigiéndole una sonrisa satisfecha.
Bette encendió otro cigarro y se bebió los últimos restos de su bebida, obviando la tensión que se mascaba entre su compañera de piso y su vecina. Tina estaba dispuesta a esperar. “No me jodas Helena. Podías volver tu culo presumido a la cocina como una buena Brit”, pensó. Tina giró su cuerpo ahora y le daba la espalda a Bette. Cruzó las piernas y colocó las manos juntas sobre el estómago. Tina sonrió suavemente mientras se deslizaba entre las curvas del cuerpo de Bette para ponerse más cómoda.
“¡Mierda!”, dijo Bette reteniendo el aliento y luego tosió.
Tina alzó la vista malévola hacia Helena, “¿Por qué no te sientas con nosotras, Helena?”.
Bette se sintió atrapada. Sabía que Helena se había ofendido, pero no sabía por qué. Bueno, tenía una idea, pero no sabía a que venía esa actitud. Quería ir a por otra bebida, pero le gustaba sentir el cuerpo caliente de Tina contra el suyo. “¿Qué pasa?”, pensó Bette. Podía ver el fuego detrás de los ojos de Helena cuando observó que los atractivos ojos de almendra de su compañera de piso se transformaron en líneas estrechas.
Tina disfrutaba viendo los cambios de expresiones en la cara de Helena cuando sus sentimientos de enfado se mostraban a través de su cara. “Te dije que no me jodieras, ¿no Helena?”, pensó con maldad. Tina levantó los labios para dibujar esa sonrisa burlona que sabía hacer tan bien.
Mirando fijamente a Tina sin emoción, Helena contestó. “Lo siento, no me puedo quedar con vosotras, chicas. Tengo que hacr las maletas para un viaje de negocios que hago mañana a San Francisco. Lo dejaré para después, si no os importa...”
Helena volvió deprisa a la casa. Fue a su habitación y cerró la puerta de un golpe. “¡Jódete Tina Kennard!”, gritó al vacío.
Bette se levantó y fue a buscar otra bebida. Cuando volvió, Tina le pidió que se sentara delante de ella esta vez. Bette se sentó vacilante en la tumbona y se volvió a tender dando la espalda a la diosa del sol. Respiró profundamente.
“Fue un suspiro excelente, Bette”
“¿Si? Pues creeme, no fue mi intención”.
Tina se rió, “¿estás cómoda?”
“Muy cómoda. Esto es muy bueno”, dijo bajito.
“Si, lo es”.
“¿eh?”
“Dijiste que esto es muy bueno y estoy de acuerdo”, Tina se rió.
“Ah, wow, en realidad no me había cuenta de que había dicho eso”, admitió Bette, “lo pensé pero creí que no lo había dicho”.
“¿Por qué no quieres que sepa que te sientes bien?”, preguntó Tina
“¿Francamente?”
“Por favor”
“Porque tengo miedo de admitirmelo a mi misma”.
Tina miró fijamente a Bette. “Quiero saber cuando te sientes bien. O que pueo hacer para que te sientas bien. Tienes que saber esto”, dijo francamento
Bette ignoró los comentarios de Tina y habló. “He estado intentando entender por que sigo pensando en ti, Tina. He intentando sacarlo de mi cabeza, es algo inquietante”.
Tina sonrió, “¿inquietante porque no quieres pensar en mi?”.
Bette se rio. “No sé lo que quiero. Sólo sé lo que no quiero”.
“¿Y qué es lo que no quieres, Bette?”
“No quiero volverme loca cada vez que alguien me deja. Le tengo un miedo terrible a que eso vuelva a ocurrirme. No quiero que me duela otra vez como me dolió cuando mi matrimonio terminó”.
Tina cogió a Bette por la cintura y suavemente le dio un beso tierno, sentido, en el cuello. “Por favor, dime si esto es inquietante, Bette”.
“Ah, entonces tu eres Miss Jokie Joke?. No, esto no es inquietante en absoluto. Esto es muy bueno, Tina”.
“Eso es exactamente lo que quería oir”, sonrió Tina.
Compartieron el resto de la noche compartiendo la tumbona y sus historias. Tina se colocó detrás de Bette. Las historia de su niñez, de como se crió y la vida antigua de Bette fueron compartidas bajo el cielo nublado, de vez en cuando se quedaban dormidas. En un esfuerzo para compensar el tiempo perdido, se despertaban con una conversación nueva, sentimientos nuevos y nuevos recuerdos.
Cuando Bette finalmente dejó el patio y entró en la casa a la mañana siguiente, Helena revoloteaba por la cocina como abeja ocupada. Empujaba los potes ruidosamente sobre la mesa y guardaba comida en la nevera.
“Buenos días Bette”, dijo Helena con aspereza.
“Buenos días Hel”
“¿Has dormido bien?”
“No he dormido mucho, nos quedamos ahí fuera toda la noche”, se jactó Bette.
“Mmmm, me lo figuraba”, contestó Helena irritada.
“¿Qué significa eso exactamente?”
“¿Sabes Bette?. Es muy temprano. No has dormido y yo intento salir de aquí para coger un avión. Este no es el mejor momento para tener una conversación. ¿Qué te parece si te llamo más tarde para charlar? ¿Sí?”.
“Lo entiendo Hel. Aunque si es posible me gustaría hablar al menos de que es lo que te molesta cara a cara. ¿Tenemos tiempo antes de irte?”.
“Bette, estoy tan enfadada contigo ahora mismo que prefiero no hacerlo”.
“¿y por qué Hel?”, dijo Bette mirando a su estresada compañera de piso como si tuviera un tercer ojo.
“Lo dices en serio?. Estas de broma conmigo. No tienes ninguna pista de por que estoy tan enfadada?”, dijo Helena con las manos en las caderas y el peso del cuerpo sobre un pie.
“Vamos a intentar aprovechar el tiempo, Hel. Dímelo, por favor”. Bette abrió la nevera para coger un batido de chocolate.
Helena cruzó los brazos defensivamente. Comenzó su ataque sobre Bette. “¿Desde cuando te has tan amiga de Tina Kennard, Bette?”:
“¿Por qué te preocupas? ¿Que es lo que temes?”, Bette se volvió para mirar a Helena a los ojos.
“Sabes cual es su reputación?”
“Si, se que es una mujeriega. Pero juego en un equipo diferente, ¿recuerdas?”
“Ella te está reclutando para que juegues en nuestro equipo, Bette. Levantarás la vista y te darás cuenta de que formas parte del equipo inicial”, dijo Helena con tono condescendiente.
“Hel, no se nada de eso. Sólo sé que disfruto con su compañía. Es una persona muy agradable y una instructora de yoga fenomenal”.
Helena comienza a garabatear algo con furia sobre una hoja de papel. Bette se interrumpe. “Hel, podrías dejar de hacer eso? Porque todavía estamos hablando”. Helena tapa el bolígrafo enfadada y vuelve los ojos llenos de ira hacia Bette. “Bien Bette, no todo el mundo puede hacer diez millones de cosas a la vez como tu, ¡algunas de nosotras necesitamos hacer multitarea de imitación!”, siguió friamente, “como te decía, ¿cómo sabes lo buena instructora que es? Nunca has ido a ninguna de sus clases.”
“¿Cómo lo sabes? Tu no sabes todo lo que hago. ¡Joder! A veces pareces mi madre. Sé que a veces hemos tenido algunos problemas, pero caray, necesito respirar Helena. Me estás asfixiando”.
“Buena conclusión, querida. Vas a tener un par de semanas para tomarte un respiro. Me pones los nervios de punta, Bette”.
“Jódete, Helena”
“Que tengas suerte, Bette Porter. ¿Me quieres hacer un favor? No me llames la próxima vez que necesites que alguien te rescate.” Helena se fue apresuradamente pasando por delante de Bette con aires de grandeza.
Ambas murmuraron la misma palabra entre dientes para describirse la una a la otra: “¡zorra!”
“Hola Helena”, canturreó Tina feliz, dirigiéndole una sonrisa satisfecha.
Bette encendió otro cigarro y se bebió los últimos restos de su bebida, obviando la tensión que se mascaba entre su compañera de piso y su vecina. Tina estaba dispuesta a esperar. “No me jodas Helena. Podías volver tu culo presumido a la cocina como una buena Brit”, pensó. Tina giró su cuerpo ahora y le daba la espalda a Bette. Cruzó las piernas y colocó las manos juntas sobre el estómago. Tina sonrió suavemente mientras se deslizaba entre las curvas del cuerpo de Bette para ponerse más cómoda.
“¡Mierda!”, dijo Bette reteniendo el aliento y luego tosió.
Tina alzó la vista malévola hacia Helena, “¿Por qué no te sientas con nosotras, Helena?”.
Bette se sintió atrapada. Sabía que Helena se había ofendido, pero no sabía por qué. Bueno, tenía una idea, pero no sabía a que venía esa actitud. Quería ir a por otra bebida, pero le gustaba sentir el cuerpo caliente de Tina contra el suyo. “¿Qué pasa?”, pensó Bette. Podía ver el fuego detrás de los ojos de Helena cuando observó que los atractivos ojos de almendra de su compañera de piso se transformaron en líneas estrechas.
Tina disfrutaba viendo los cambios de expresiones en la cara de Helena cuando sus sentimientos de enfado se mostraban a través de su cara. “Te dije que no me jodieras, ¿no Helena?”, pensó con maldad. Tina levantó los labios para dibujar esa sonrisa burlona que sabía hacer tan bien.
Mirando fijamente a Tina sin emoción, Helena contestó. “Lo siento, no me puedo quedar con vosotras, chicas. Tengo que hacr las maletas para un viaje de negocios que hago mañana a San Francisco. Lo dejaré para después, si no os importa...”
Helena volvió deprisa a la casa. Fue a su habitación y cerró la puerta de un golpe. “¡Jódete Tina Kennard!”, gritó al vacío.
Bette se levantó y fue a buscar otra bebida. Cuando volvió, Tina le pidió que se sentara delante de ella esta vez. Bette se sentó vacilante en la tumbona y se volvió a tender dando la espalda a la diosa del sol. Respiró profundamente.
“Fue un suspiro excelente, Bette”
“¿Si? Pues creeme, no fue mi intención”.
Tina se rió, “¿estás cómoda?”
“Muy cómoda. Esto es muy bueno”, dijo bajito.
“Si, lo es”.
“¿eh?”
“Dijiste que esto es muy bueno y estoy de acuerdo”, Tina se rió.
“Ah, wow, en realidad no me había cuenta de que había dicho eso”, admitió Bette, “lo pensé pero creí que no lo había dicho”.
“¿Por qué no quieres que sepa que te sientes bien?”, preguntó Tina
“¿Francamente?”
“Por favor”
“Porque tengo miedo de admitirmelo a mi misma”.
Tina miró fijamente a Bette. “Quiero saber cuando te sientes bien. O que pueo hacer para que te sientas bien. Tienes que saber esto”, dijo francamento
Bette ignoró los comentarios de Tina y habló. “He estado intentando entender por que sigo pensando en ti, Tina. He intentando sacarlo de mi cabeza, es algo inquietante”.
Tina sonrió, “¿inquietante porque no quieres pensar en mi?”.
Bette se rio. “No sé lo que quiero. Sólo sé lo que no quiero”.
“¿Y qué es lo que no quieres, Bette?”
“No quiero volverme loca cada vez que alguien me deja. Le tengo un miedo terrible a que eso vuelva a ocurrirme. No quiero que me duela otra vez como me dolió cuando mi matrimonio terminó”.
Tina cogió a Bette por la cintura y suavemente le dio un beso tierno, sentido, en el cuello. “Por favor, dime si esto es inquietante, Bette”.
“Ah, entonces tu eres Miss Jokie Joke?. No, esto no es inquietante en absoluto. Esto es muy bueno, Tina”.
“Eso es exactamente lo que quería oir”, sonrió Tina.
Compartieron el resto de la noche compartiendo la tumbona y sus historias. Tina se colocó detrás de Bette. Las historia de su niñez, de como se crió y la vida antigua de Bette fueron compartidas bajo el cielo nublado, de vez en cuando se quedaban dormidas. En un esfuerzo para compensar el tiempo perdido, se despertaban con una conversación nueva, sentimientos nuevos y nuevos recuerdos.
Cuando Bette finalmente dejó el patio y entró en la casa a la mañana siguiente, Helena revoloteaba por la cocina como abeja ocupada. Empujaba los potes ruidosamente sobre la mesa y guardaba comida en la nevera.
“Buenos días Bette”, dijo Helena con aspereza.
“Buenos días Hel”
“¿Has dormido bien?”
“No he dormido mucho, nos quedamos ahí fuera toda la noche”, se jactó Bette.
“Mmmm, me lo figuraba”, contestó Helena irritada.
“¿Qué significa eso exactamente?”
“¿Sabes Bette?. Es muy temprano. No has dormido y yo intento salir de aquí para coger un avión. Este no es el mejor momento para tener una conversación. ¿Qué te parece si te llamo más tarde para charlar? ¿Sí?”.
“Lo entiendo Hel. Aunque si es posible me gustaría hablar al menos de que es lo que te molesta cara a cara. ¿Tenemos tiempo antes de irte?”.
“Bette, estoy tan enfadada contigo ahora mismo que prefiero no hacerlo”.
“¿y por qué Hel?”, dijo Bette mirando a su estresada compañera de piso como si tuviera un tercer ojo.
“Lo dices en serio?. Estas de broma conmigo. No tienes ninguna pista de por que estoy tan enfadada?”, dijo Helena con las manos en las caderas y el peso del cuerpo sobre un pie.
“Vamos a intentar aprovechar el tiempo, Hel. Dímelo, por favor”. Bette abrió la nevera para coger un batido de chocolate.
Helena cruzó los brazos defensivamente. Comenzó su ataque sobre Bette. “¿Desde cuando te has tan amiga de Tina Kennard, Bette?”:
“¿Por qué te preocupas? ¿Que es lo que temes?”, Bette se volvió para mirar a Helena a los ojos.
“Sabes cual es su reputación?”
“Si, se que es una mujeriega. Pero juego en un equipo diferente, ¿recuerdas?”
“Ella te está reclutando para que juegues en nuestro equipo, Bette. Levantarás la vista y te darás cuenta de que formas parte del equipo inicial”, dijo Helena con tono condescendiente.
“Hel, no se nada de eso. Sólo sé que disfruto con su compañía. Es una persona muy agradable y una instructora de yoga fenomenal”.
Helena comienza a garabatear algo con furia sobre una hoja de papel. Bette se interrumpe. “Hel, podrías dejar de hacer eso? Porque todavía estamos hablando”. Helena tapa el bolígrafo enfadada y vuelve los ojos llenos de ira hacia Bette. “Bien Bette, no todo el mundo puede hacer diez millones de cosas a la vez como tu, ¡algunas de nosotras necesitamos hacer multitarea de imitación!”, siguió friamente, “como te decía, ¿cómo sabes lo buena instructora que es? Nunca has ido a ninguna de sus clases.”
“¿Cómo lo sabes? Tu no sabes todo lo que hago. ¡Joder! A veces pareces mi madre. Sé que a veces hemos tenido algunos problemas, pero caray, necesito respirar Helena. Me estás asfixiando”.
“Buena conclusión, querida. Vas a tener un par de semanas para tomarte un respiro. Me pones los nervios de punta, Bette”.
“Jódete, Helena”
“Que tengas suerte, Bette Porter. ¿Me quieres hacer un favor? No me llames la próxima vez que necesites que alguien te rescate.” Helena se fue apresuradamente pasando por delante de Bette con aires de grandeza.
Ambas murmuraron la misma palabra entre dientes para describirse la una a la otra: “¡zorra!”
anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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Fecha de inscripción : 06/03/2008
Re: [Terminado] Saludos al sol
!está genial geniaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaal!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! :lol: :lol: :lol:
gracias anita
pd. Helena desayuna guindillas
gracias anita
pd. Helena desayuna guindillas
Invitado- Invitado
6. Lo que todo lo cubre
Ni Bette ni Helena se habían enfadado tanto en mucho tiempo. Cuando tomaron sus caminos por separado aquella mañana, una nube negra flotaba por encima de las dos. Helena no dejó de llorar durante todo el vuelo a San Francisco. Ella no pensaba entraral trapo con Bette, pero una vez que comenzaron, ya no hubo marcha atrás. Ninguna de las dos quería perder, ambas tenían sus egos en juego. Helena se odió por discutir con su amiga.
Bette estaba demasiado enfadada para dormir, asi que se fue al gimnasio temprano y se puso a trabajar en su primera cita. Después de 3 sesiones seguidas, fue a su oficina, reposó la cabeza en el escritorio, y esperó a que las lágrimas comenzaran a salir. Después de llorar un rato cogió su móvil para llamar a Helena, pero decidió no hacerlo. “Debería pensar en ella misma”, refunfuño, “no me controla”.
Cuando levantó la cabeza del escritorio y volvió a poner los brazos en su posición normal, Bette notó que tenía un sobre con su nombre sobre ellos. Era una tarjeta con una imagen de una hamaca en medio de la calle, rodeada de tráfico. Bette sonrió cuando lo abrió.
Bette,
Eres mi sosiego en la tormenta de la vida. Disfruté mucho contigo anoche. Eres asombrosa.
Tina
P.S. Espero que esto no sea demasiado inquietante (sonrisa)
“No, la que es asombrosa eres tu, Tina”, dijo Bette en voz alta. No podía olvidar lo bien que se sentía cuando estaba con Tina.
Con la alfombrilla de yoga en la mano, y grandes pensamientos arremolinándose en su cabeza, Bette corrió escaleras abajo para asistir a la clase de Ashtanga de Tina de las 2. Eran las 2,05 cuando abrió la puerta del aula. Un tipo muy agradable le informó en la entrada que la clase estaba llena. Le recomendaron que se matriculara un par de dias por adelantado para cualquiera de las clases de Tina, porque se llenaban rápidamente.
Bette salió del aula y se detuvo para mirar a través de la ventana a Tina, muy segura delante de su público. “Es impresionante”, pensó Bette.
Bette volvió a su oficina, acabó los trabajos administrativos de sus clientes y se fue a casa. La falta de sueño la estaba afectando, y quería acostarse temprano esa noche. Abrió el frigorífico para encontrarlo lleno de envases Tupperware ordenados. Leyó la nota sobre el frigorífico.
Bette,
Espero que tu y yo hayamos resuelto nuestras diferencias cuando leas esto. Aunque no lo parezca, esta comida la he hecho para ti con amor.
Helena
Otra nota contenía las instrucciones de como calentar la comida. No fue hsata ese momento que Bette comprendió que Helena estaba escribiendo esas notas mientras discutían por la mañana. Suspiró y cerró el frigorífico. No tenía apetito y sentía como si ya no se acordase de aquella horrible mañana Los pensamientos sobre su agradable noche con Tina siguieron ocupando su mente. No había duda de que se sentía atraída por la mujer fatal y no podía sacarse de la cabeza aquella atracción. Cuando Bette vio a Tina en acción durante su clase sintió una extraña y a la vez familiar sensación de calor y humedad entre las piernas. “¿Qué demonios es esto?”, se preguntó Bette.
..............
Tina se estaba atando las zapatillas cuando oyó el sonido del móvil. Contestó alegremente sin mirar el ID.
“¿Hola?”
“Gracias por tu tarjeta”
“Gracias por una noche maravillosa”.
“¿Qué fue lo que te hizo disfrutar más?”
“Aprender cosas de ti, escuchar tus historias y averiguar lo que te gusta”, mintió Tina. En realidad era una mentira parcial. Disfrutó con todo aquello, pero no fue lo más agradable de aquella noche. Y esta era la pregunta que le habían hecho.
“¿Y qué fue lo que más te gustó a ti?”
“Sentir tu cuerpo tibio junto al mío durante toda la noche”, confesó Bette suavemente.
“¿Eso es lo que está en tu mente? Porque por si no lo sabes, esas palabras poderosas no se han quedado en tu bonita cabeza, Escaparon de tu boca y han aterrizado directamente en mi clit, Bette”. Tina se rió de su comentario, sabiendo que plantaba pensamientos en la mente de Bette que más tarde cosecharía, si tenía suerte.
Bette se rió. “¿Estabas ocupada?”
“Estaba a punto de salir a correr. Parece que tengo que darme una ducha fría antes de la carrera, en vez de después”.
Se rieron las dos.
“Bien, dejo que te vayas”
“¿Estarás despierta mucho rato?”, preguntó Tina, esperando que lo estuviera.
“Espero que no. Quería irme a dormir pronto esta noche, ya que anoche me mantuviste despierta toda la noche. Tengo que admitir, sin embargo, que mi mente está bastante agitada en este momento”.
“Hmmmm. Eso podría ser un problema”, dijo Tina, “o podría ser una maravillosa oportunidad para que yo la aprechara”, pensó.
“Entonces, ¿crees que puedes tener tiempo para ayudarme a calmar la mente?
“Creo que se puede arreglar. ¿Puede venir tu mente a mi casa? ¿Dentro de 45 min? Tengo algo que enseñarte”.
“Suena genial. Nos vemos entonces”.
“¿Tina?
“¿Si?”
“Gracias”
“No hay de que”
Bette estaba demasiado enfadada para dormir, asi que se fue al gimnasio temprano y se puso a trabajar en su primera cita. Después de 3 sesiones seguidas, fue a su oficina, reposó la cabeza en el escritorio, y esperó a que las lágrimas comenzaran a salir. Después de llorar un rato cogió su móvil para llamar a Helena, pero decidió no hacerlo. “Debería pensar en ella misma”, refunfuño, “no me controla”.
Cuando levantó la cabeza del escritorio y volvió a poner los brazos en su posición normal, Bette notó que tenía un sobre con su nombre sobre ellos. Era una tarjeta con una imagen de una hamaca en medio de la calle, rodeada de tráfico. Bette sonrió cuando lo abrió.
Bette,
Eres mi sosiego en la tormenta de la vida. Disfruté mucho contigo anoche. Eres asombrosa.
Tina
P.S. Espero que esto no sea demasiado inquietante (sonrisa)
“No, la que es asombrosa eres tu, Tina”, dijo Bette en voz alta. No podía olvidar lo bien que se sentía cuando estaba con Tina.
Con la alfombrilla de yoga en la mano, y grandes pensamientos arremolinándose en su cabeza, Bette corrió escaleras abajo para asistir a la clase de Ashtanga de Tina de las 2. Eran las 2,05 cuando abrió la puerta del aula. Un tipo muy agradable le informó en la entrada que la clase estaba llena. Le recomendaron que se matriculara un par de dias por adelantado para cualquiera de las clases de Tina, porque se llenaban rápidamente.
Bette salió del aula y se detuvo para mirar a través de la ventana a Tina, muy segura delante de su público. “Es impresionante”, pensó Bette.
Bette volvió a su oficina, acabó los trabajos administrativos de sus clientes y se fue a casa. La falta de sueño la estaba afectando, y quería acostarse temprano esa noche. Abrió el frigorífico para encontrarlo lleno de envases Tupperware ordenados. Leyó la nota sobre el frigorífico.
Bette,
Espero que tu y yo hayamos resuelto nuestras diferencias cuando leas esto. Aunque no lo parezca, esta comida la he hecho para ti con amor.
Helena
Otra nota contenía las instrucciones de como calentar la comida. No fue hsata ese momento que Bette comprendió que Helena estaba escribiendo esas notas mientras discutían por la mañana. Suspiró y cerró el frigorífico. No tenía apetito y sentía como si ya no se acordase de aquella horrible mañana Los pensamientos sobre su agradable noche con Tina siguieron ocupando su mente. No había duda de que se sentía atraída por la mujer fatal y no podía sacarse de la cabeza aquella atracción. Cuando Bette vio a Tina en acción durante su clase sintió una extraña y a la vez familiar sensación de calor y humedad entre las piernas. “¿Qué demonios es esto?”, se preguntó Bette.
..............
Tina se estaba atando las zapatillas cuando oyó el sonido del móvil. Contestó alegremente sin mirar el ID.
“¿Hola?”
“Gracias por tu tarjeta”
“Gracias por una noche maravillosa”.
“¿Qué fue lo que te hizo disfrutar más?”
“Aprender cosas de ti, escuchar tus historias y averiguar lo que te gusta”, mintió Tina. En realidad era una mentira parcial. Disfrutó con todo aquello, pero no fue lo más agradable de aquella noche. Y esta era la pregunta que le habían hecho.
“¿Y qué fue lo que más te gustó a ti?”
“Sentir tu cuerpo tibio junto al mío durante toda la noche”, confesó Bette suavemente.
“¿Eso es lo que está en tu mente? Porque por si no lo sabes, esas palabras poderosas no se han quedado en tu bonita cabeza, Escaparon de tu boca y han aterrizado directamente en mi clit, Bette”. Tina se rió de su comentario, sabiendo que plantaba pensamientos en la mente de Bette que más tarde cosecharía, si tenía suerte.
Bette se rió. “¿Estabas ocupada?”
“Estaba a punto de salir a correr. Parece que tengo que darme una ducha fría antes de la carrera, en vez de después”.
Se rieron las dos.
“Bien, dejo que te vayas”
“¿Estarás despierta mucho rato?”, preguntó Tina, esperando que lo estuviera.
“Espero que no. Quería irme a dormir pronto esta noche, ya que anoche me mantuviste despierta toda la noche. Tengo que admitir, sin embargo, que mi mente está bastante agitada en este momento”.
“Hmmmm. Eso podría ser un problema”, dijo Tina, “o podría ser una maravillosa oportunidad para que yo la aprechara”, pensó.
“Entonces, ¿crees que puedes tener tiempo para ayudarme a calmar la mente?
“Creo que se puede arreglar. ¿Puede venir tu mente a mi casa? ¿Dentro de 45 min? Tengo algo que enseñarte”.
“Suena genial. Nos vemos entonces”.
“¿Tina?
“¿Si?”
“Gracias”
“No hay de que”
anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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Fecha de inscripción : 06/03/2008
Re: [Terminado] Saludos al sol
uuuuuuuuuiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii cooooommoooooooooooo sssssssssseeeeeeeeeeeee
ppppppppppppppppoooooooooooooooooooonnnnnnnnnnneeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee Laaaaaaaaaaaaaaaa
cccccccccccccccccccccooooooooooooooooooosssssssssssssssssssssssssaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
.....¿?...
.....(ha desaparecido el emoti que me hacía falta en estos amorosos momentos )
gracias anita ta buuuuuuuuuuuueeeeeeeeeeeeeeeennnnnnnnnnnnnooooooooooooooooooo
cuanto trabajas...hay vacaciones o no?
ppppppppppppppppoooooooooooooooooooonnnnnnnnnnneeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee Laaaaaaaaaaaaaaaa
cccccccccccccccccccccooooooooooooooooooosssssssssssssssssssssssssaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
.....¿?...
.....(ha desaparecido el emoti que me hacía falta en estos amorosos momentos )
gracias anita ta buuuuuuuuuuuueeeeeeeeeeeeeeeennnnnnnnnnnnnooooooooooooooooooo
cuanto trabajas...hay vacaciones o no?
Invitado- Invitado
Re: [Terminado] Saludos al sol
Vaya que ta interesante el asunto
Espero impaciente la continuación
mil gracias por estos raticos
un beso
Espero impaciente la continuación
mil gracias por estos raticos
un beso
Invitado- Invitado
Re: [Terminado] Saludos al sol
Bette llamó nerviosa a la puerta de la casa de Tina preguntándose cual era la verdadera intención de aquella visita. “¿Qué es lo que quiero conseguir?. Apuesto a que Tina va a pensar que vengo a consolarme con un polvo urgente”, se rió para ella misma.
“¡Ey!”, la saludó Tina de forma seductora.
“!Hola!”
“¿En qué puedo ayudarte, Porter?”, preguntó Tina, que llevaba encima sólo una toalla verde, Su cuerpo recién duchado bloqueaba la puerta de entrada.
“Bueno, me dijiste que querías ayudarme a calmar mi mente preocupada, así que estoy aquí para aceptar tu oferta”.
“Yo yo estoy aqui para ayudarte. Por favor, entra. Me acabo de vestir y luego podemos empezar. Sígueme Bette”, dijo Tina alegremente.
La habitación de Tina estaba bellamente decorada en púrpura y verde. Había rayas remarcadas, sólidas y diseños sutiles, compartiendo todo ello el mismo espacio. Había una sección de meditación separada en la que había una pequeña mesa de madera con velas y gemas. Los símbolos que representan la paz, el amor y la armonía estaban presentes por todas partes en la habitación. Y en la pared colgado un mantra enmarcado con esta frase “Tal como piensas, asi eres”.
Fotos de Tina con varias personas, incluyendo algunas caras famosas, cubrían una pared con gruesos marcos púrpuras y esteras verdes.
“Bonita habitación, Tina”
“Gracias. La disfruto. Estos son mis colores favoritos. Por separado son bastante fuertes y atrevidos pero juntos son muy agradables. El verde es el color de la naturaleza, la fertilidad y la vida. Es también el color del equlibrio y simboliza la fuerza de la vida. Púrpura es el color de la gente que busca un sentido espiritual. Se dice que si te rodeas de púrpura, tendrás paz mental. Hace maravillas en mi. Mi habitación es mi refugio. Calma mi espíritu”, dijo Tina con seriedad.
“Entonces, tu mente esta todavía agitada?”
“Muchísimo”
“De acuerdo, ven conmigo entonces”. “Es un juego de palabras intencionado”, pensó Tina. Bette la siguió. Cuando vio a donde la había llevado, contuvo el aliento. Tina tenía el estudio de todos los estudios en su casa.
El espacio parecía salido de una revista. Las paredes estaban pintadas de amarillo pálido y había dos ventanas enormes en la pared. La iluminación natural realzaba la simplicidad de la sala. Velas de varios tamaños estaban en sus soportes por todas partes. Había almohadas grandes y pequeñas decorando el suelo y los clientes podían entrar por la puerta que daba al exterior al otro lado de la casa. Había un pequeño vestuario con una ducha. Una cesta de mimbre contenía toallas blancas y objetos de baño esenciales. La pequeña área de espera tenía el suelo de madera, separado dl resto del área que estaba alfombrada. Un frigorífico compacto con una puerta transparente contenía agua en botellas y zumos de fruta.
“Lo terminaron hace pocos días”, dijo Tina.
“Wow. Me he quedado muda. Esto es fantástico Tina. ¿También pilates?”.
“Si, ¿no es estupendo? Tengo que decir que estoy muy excitada por tener un lugar para los estudiantes que no quieren estar en una clase grande. Les puedo dedicar mi atención en exclusiva. Es un viejo sueño que al final se ha cumplido”.
“¿Que tengo que hacer para hacerme cliente tuya?”, preguntó Bette de forma seductora.
“¿Me está pidiendo atención exclusiva?”
¿Y si lo hago?”
•Entonces yo diría que ya la tienes”.
“¿Es verdad?”.
“Si, es verdad”.
Tina cogió una alfombra de yoga tricolor de una cesta en las que estaban como un contenedor de patatas fritas. La desenrolló rápidamente con un simple toque.
Mirando a Bette pensativa, Tina dijo. “Por qué no te tiendes boca abajo y pones los brazos extendidos en el suelo?”. Bette la obedeció y adoptó la postura que le solicitaba.
“Cierra los ojos y concéntrate en mi voz”.
“Piensa en algo bueno y mantenlo en tu mente. Hónralo. Inhala profundamente y sostenlo ahí. Muy bien. Ahora expúlsalo fuerte. Puedes acompañarlo de sonido si quieres, Bette. Gime, gime, siéntelo, déjalo ir. Escúchame a mi como exhalo”, Tina exhaló y gimió fuerte.
“Siente como dejas ir toda la tensión de hoy. Libérate de los pensamientos y los sentimientos malos. Eso es. Inspira y expira profundamente para mi una vez más, Bette. Concéntrate otra vez y mantén tus pensamientos ahí. Cierra los ojos”. Los pensamientos relacionados con el trabajo de Tina fueron invadidos de repente por el placer que buscaba su líbido. “Bette tienes que salir de esta posición antes de que yo me siente a horcajadas sobre tu hermosos culo. Puedo garantizar cuando esto pase, que no serás capaz de concentrarte en nada en absoluto”, pensaba Tina mientras sentía un calor entre las piernas.
“¿Tienes la mente ocupada?”, preguntó Tina un poco más fuerte de lo que quería. Tenía que hacer grandes esfuerzos para concentrarse en el trabajo.
“No demasiado. Evitar no distraer mis pensamientos es difícil Tina”.
“Si, lo se. Presta atención al ejercicio Bette. Cuanto más practiques, más fácil será. La respiración es el vehículo que nos permite pasar desde la ansiedad a un estado natural de calma y tranquilidad. Solamente piensa cuanto control tenemos sobre nuestros pensamientos. Naturalmente tenemos todo lo que necesitamos dentro de nosotros mismos y enfrentarnos a cualquier situación en la vida nos hace más grandes. ¿No es impresionante?”.
“Tu eres impresionante, Tina”.
“¿Y a qué debo ese maravilloso elogio?”.
“Tu me has ayudado a centrar mi vida y ver las cosas de forma diferente. Y por eso te estoy agradecida. Me siento muy cómoda cuando estoy contigo”.
“Te dije que estoy aquí para lo que necesites. ¿Estás lista para ir a dormir ahora?”.
“Pienso que si”.
“Puedo ser sincera contigo, Bette?”.
“Si, claro”.
Vacilante, Tina habló mirando profundamente a los ojos de Bette. “Me gustaría que te quedaras con migo esta noche...sólo para dormir, por supuesto. Me gustaría sostenerte otra vez hasta la mañana, si estás de acuerdo”.
“Me gustaría muchísimo, Tina”.
Tina extendió su mano a Bette y la condujo arriba a su habitación.
“¡Ey!”, la saludó Tina de forma seductora.
“!Hola!”
“¿En qué puedo ayudarte, Porter?”, preguntó Tina, que llevaba encima sólo una toalla verde, Su cuerpo recién duchado bloqueaba la puerta de entrada.
“Bueno, me dijiste que querías ayudarme a calmar mi mente preocupada, así que estoy aquí para aceptar tu oferta”.
“Yo yo estoy aqui para ayudarte. Por favor, entra. Me acabo de vestir y luego podemos empezar. Sígueme Bette”, dijo Tina alegremente.
La habitación de Tina estaba bellamente decorada en púrpura y verde. Había rayas remarcadas, sólidas y diseños sutiles, compartiendo todo ello el mismo espacio. Había una sección de meditación separada en la que había una pequeña mesa de madera con velas y gemas. Los símbolos que representan la paz, el amor y la armonía estaban presentes por todas partes en la habitación. Y en la pared colgado un mantra enmarcado con esta frase “Tal como piensas, asi eres”.
Fotos de Tina con varias personas, incluyendo algunas caras famosas, cubrían una pared con gruesos marcos púrpuras y esteras verdes.
“Bonita habitación, Tina”
“Gracias. La disfruto. Estos son mis colores favoritos. Por separado son bastante fuertes y atrevidos pero juntos son muy agradables. El verde es el color de la naturaleza, la fertilidad y la vida. Es también el color del equlibrio y simboliza la fuerza de la vida. Púrpura es el color de la gente que busca un sentido espiritual. Se dice que si te rodeas de púrpura, tendrás paz mental. Hace maravillas en mi. Mi habitación es mi refugio. Calma mi espíritu”, dijo Tina con seriedad.
“Entonces, tu mente esta todavía agitada?”
“Muchísimo”
“De acuerdo, ven conmigo entonces”. “Es un juego de palabras intencionado”, pensó Tina. Bette la siguió. Cuando vio a donde la había llevado, contuvo el aliento. Tina tenía el estudio de todos los estudios en su casa.
El espacio parecía salido de una revista. Las paredes estaban pintadas de amarillo pálido y había dos ventanas enormes en la pared. La iluminación natural realzaba la simplicidad de la sala. Velas de varios tamaños estaban en sus soportes por todas partes. Había almohadas grandes y pequeñas decorando el suelo y los clientes podían entrar por la puerta que daba al exterior al otro lado de la casa. Había un pequeño vestuario con una ducha. Una cesta de mimbre contenía toallas blancas y objetos de baño esenciales. La pequeña área de espera tenía el suelo de madera, separado dl resto del área que estaba alfombrada. Un frigorífico compacto con una puerta transparente contenía agua en botellas y zumos de fruta.
“Lo terminaron hace pocos días”, dijo Tina.
“Wow. Me he quedado muda. Esto es fantástico Tina. ¿También pilates?”.
“Si, ¿no es estupendo? Tengo que decir que estoy muy excitada por tener un lugar para los estudiantes que no quieren estar en una clase grande. Les puedo dedicar mi atención en exclusiva. Es un viejo sueño que al final se ha cumplido”.
“¿Que tengo que hacer para hacerme cliente tuya?”, preguntó Bette de forma seductora.
“¿Me está pidiendo atención exclusiva?”
¿Y si lo hago?”
•Entonces yo diría que ya la tienes”.
“¿Es verdad?”.
“Si, es verdad”.
Tina cogió una alfombra de yoga tricolor de una cesta en las que estaban como un contenedor de patatas fritas. La desenrolló rápidamente con un simple toque.
Mirando a Bette pensativa, Tina dijo. “Por qué no te tiendes boca abajo y pones los brazos extendidos en el suelo?”. Bette la obedeció y adoptó la postura que le solicitaba.
“Cierra los ojos y concéntrate en mi voz”.
“Piensa en algo bueno y mantenlo en tu mente. Hónralo. Inhala profundamente y sostenlo ahí. Muy bien. Ahora expúlsalo fuerte. Puedes acompañarlo de sonido si quieres, Bette. Gime, gime, siéntelo, déjalo ir. Escúchame a mi como exhalo”, Tina exhaló y gimió fuerte.
“Siente como dejas ir toda la tensión de hoy. Libérate de los pensamientos y los sentimientos malos. Eso es. Inspira y expira profundamente para mi una vez más, Bette. Concéntrate otra vez y mantén tus pensamientos ahí. Cierra los ojos”. Los pensamientos relacionados con el trabajo de Tina fueron invadidos de repente por el placer que buscaba su líbido. “Bette tienes que salir de esta posición antes de que yo me siente a horcajadas sobre tu hermosos culo. Puedo garantizar cuando esto pase, que no serás capaz de concentrarte en nada en absoluto”, pensaba Tina mientras sentía un calor entre las piernas.
“¿Tienes la mente ocupada?”, preguntó Tina un poco más fuerte de lo que quería. Tenía que hacer grandes esfuerzos para concentrarse en el trabajo.
“No demasiado. Evitar no distraer mis pensamientos es difícil Tina”.
“Si, lo se. Presta atención al ejercicio Bette. Cuanto más practiques, más fácil será. La respiración es el vehículo que nos permite pasar desde la ansiedad a un estado natural de calma y tranquilidad. Solamente piensa cuanto control tenemos sobre nuestros pensamientos. Naturalmente tenemos todo lo que necesitamos dentro de nosotros mismos y enfrentarnos a cualquier situación en la vida nos hace más grandes. ¿No es impresionante?”.
“Tu eres impresionante, Tina”.
“¿Y a qué debo ese maravilloso elogio?”.
“Tu me has ayudado a centrar mi vida y ver las cosas de forma diferente. Y por eso te estoy agradecida. Me siento muy cómoda cuando estoy contigo”.
“Te dije que estoy aquí para lo que necesites. ¿Estás lista para ir a dormir ahora?”.
“Pienso que si”.
“Puedo ser sincera contigo, Bette?”.
“Si, claro”.
Vacilante, Tina habló mirando profundamente a los ojos de Bette. “Me gustaría que te quedaras con migo esta noche...sólo para dormir, por supuesto. Me gustaría sostenerte otra vez hasta la mañana, si estás de acuerdo”.
“Me gustaría muchísimo, Tina”.
Tina extendió su mano a Bette y la condujo arriba a su habitación.
anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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Re: [Terminado] Saludos al sol
ooooooOOOOOOooooooooooOOOOOOOOOOOOOOOoooooooooooooooooooOOOOooiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii cuantas enseñaaaaaannnnnnnnnzaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssssss!!!!!!!! :lol: :lol: :lol: vamos a aprender un montón de respiración y mantras
muy bonito capitulo Anita un millón de gracias
muy bonito capitulo Anita un millón de gracias
Invitado- Invitado
Re: [Terminado] Saludos al sol
pos falta t ace lu aprender relajacion i mantras pa kontrolar tus impulsos jenniferos
Invitado- Invitado
7. El fuego místico
Bette durmió aquella noche mejor de lo que lo había hecho en mucho tiempo. Separó su cabeza del hombro de Tina y observó a la diosa del sol mientras dormía. Esta vez fue Bette quien hizo inventario de la mujer que estaba a su lado. Igual que Tina era una experta en respiración y calidad de vida, Bette era una experta en la forma humana y la musculatura. En su opinión no había nada tan hermoso como el cuerpo humano, tanto de un varón como de una hembra, y sabía apreciarlo como una obra de arte. Sus ojos se movían arriba y abajo, analizándolo todo lentamente, y no pudo dejar de admirar la incuestionable perfección física de aquella mujer. “Joder”, dijo Bette entre dientes.
“¿Por qué estás diciendo palabrotas en mi refugio?”, preguntó Tina con los ojos todavía cerrados.
Bette se rio tontamente. “Lo siento”, dijo sin ganas. “No me dirás que tu no dices palabrotas en tu habitación”.
“No, Bette, nunca”, dijo Tina muy seria mientras abría los ojos.
“Um, Tina, no lo hice como una falta de respeto. No me puedo creer que esté a punto de decir esto pero cuando te has despertado yo sólo estaba admirando tu cuerpo. Me ha parecido perfecto y esta es la primera palabra que ha pasado por mi mente y rápidamente la envió hasta mi boca”.
“Si es este el caso, estás perdonada. Pero no lo tomes como un hábito”.
“¿De verdad no dices palabrotas cuando estás aquí con ‘compañía’?”, preguntó Bette mientras hacía las comillas con los dedos.
Tina se rió de la sincera curiosidad de Bette. “En los 3 (casi 4) años que vivo en esta casa, tu eres la primera ‘compañía’ (haciendo comillas en el vacío como Bette) que he tenido en mi dormitorio. Te dije que mi habitación era mi refugio. Me gustaría mantenerlo así”.
“Entonces ¿por qué me invitaste a compartir tu cama anoche?”
“Para poder follar contigo, Bette”, pensó Tina sarcástica. Vaciló durante un momento y respondió. “Por varios motivos. Primero, porque siento muchas ganas de estar contigo. Pienso en ti constantemente, Bette. Me pregunto que estás haciendo, como lo estás haciendo y si por casualidad piensas en mi. La otra noche fue tan increible. Eres la persona más especial y diferente que nunca he conocido. Sé que nos conocemos desde hace poco, pero es como si te conociera desde siempre. Mi primera razón es egoista. Segundo, quería comprobar tu flujo de relajación antes de que te durmieras y al despertarte. Esto se puede decir que está ‘relacionado con el trabajo’ (las comillas de Tina hacen reir a Bette. Y finalmente, igual que tu, quería sentir tu cuerpo junto al mío. No es necesario explicar esto, es tan bueno. Esta razón sería física y algo emocional”. Con una mirada de satisfacción, Tina preguntó, “¿He contestado tu pregunta?”.
“Lo has hecho muy bien”, rió Bette.
“¿Puedo hacerte otra pregunta?”
“¡Adelante!”.
“¿Recuerdas el otro día cuando me hiciste aquella visita de improviso?. En realidad, tu primera visita improvisada, porque si mi memoria no me faala, han sido dos”. Bette enseña los dedos como el signo de la paz.
“Eres adorable, ¿lo sabes?”, dijo Tina mientras jugaba con el pelo de Bette, “¿Cuál es tu pregunta, Bette?”.
“¿Era Carmen la que te llamó al móvil?”,
“Si, era Carmen”.
“¿Es tu novia?”.
“Nos hemos estado viendo los últimos cuatro meses. No diría que es mi novia porque veo también a otra gente. No soy una relación estable tipo, Bette. Creo que todas las relaciones acaban mal en algún momento. Incluso las buenas. En realidad estoy sorprendida de haber estado con Carmen tanti tiempo. Es un récord para mi.”.
“¿Ella es consciente de esto?”.
“¿De qué? ¿De que veo a otra gente o ‘esto’ (comillas otra vez al aire con los dedos) que hacemos tu y yo ahora mismo?”.
“Las dos cosas”.
“Si, sabe que me veo con otras mujeres. De hecho yo estaba con otra cuando Carmen y yo nos conocimos. Y tengo que decir que no está contenta lo más mínimo. Soy un espíritu libre, Bette, como estoy segura que ya sabes. Ella no sabe que tu viniste anoche y que estás aquí ahora mismo”, dijo Tina moviendo las manos con énfasis.
“¿Entonces nunca ha estado en tu dormitorio o dormido en tu cama?”.
“¿Por qué estás diciendo palabrotas en mi refugio?”, preguntó Tina con los ojos todavía cerrados.
Bette se rio tontamente. “Lo siento”, dijo sin ganas. “No me dirás que tu no dices palabrotas en tu habitación”.
“No, Bette, nunca”, dijo Tina muy seria mientras abría los ojos.
“Um, Tina, no lo hice como una falta de respeto. No me puedo creer que esté a punto de decir esto pero cuando te has despertado yo sólo estaba admirando tu cuerpo. Me ha parecido perfecto y esta es la primera palabra que ha pasado por mi mente y rápidamente la envió hasta mi boca”.
“Si es este el caso, estás perdonada. Pero no lo tomes como un hábito”.
“¿De verdad no dices palabrotas cuando estás aquí con ‘compañía’?”, preguntó Bette mientras hacía las comillas con los dedos.
Tina se rió de la sincera curiosidad de Bette. “En los 3 (casi 4) años que vivo en esta casa, tu eres la primera ‘compañía’ (haciendo comillas en el vacío como Bette) que he tenido en mi dormitorio. Te dije que mi habitación era mi refugio. Me gustaría mantenerlo así”.
“Entonces ¿por qué me invitaste a compartir tu cama anoche?”
“Para poder follar contigo, Bette”, pensó Tina sarcástica. Vaciló durante un momento y respondió. “Por varios motivos. Primero, porque siento muchas ganas de estar contigo. Pienso en ti constantemente, Bette. Me pregunto que estás haciendo, como lo estás haciendo y si por casualidad piensas en mi. La otra noche fue tan increible. Eres la persona más especial y diferente que nunca he conocido. Sé que nos conocemos desde hace poco, pero es como si te conociera desde siempre. Mi primera razón es egoista. Segundo, quería comprobar tu flujo de relajación antes de que te durmieras y al despertarte. Esto se puede decir que está ‘relacionado con el trabajo’ (las comillas de Tina hacen reir a Bette. Y finalmente, igual que tu, quería sentir tu cuerpo junto al mío. No es necesario explicar esto, es tan bueno. Esta razón sería física y algo emocional”. Con una mirada de satisfacción, Tina preguntó, “¿He contestado tu pregunta?”.
“Lo has hecho muy bien”, rió Bette.
“¿Puedo hacerte otra pregunta?”
“¡Adelante!”.
“¿Recuerdas el otro día cuando me hiciste aquella visita de improviso?. En realidad, tu primera visita improvisada, porque si mi memoria no me faala, han sido dos”. Bette enseña los dedos como el signo de la paz.
“Eres adorable, ¿lo sabes?”, dijo Tina mientras jugaba con el pelo de Bette, “¿Cuál es tu pregunta, Bette?”.
“¿Era Carmen la que te llamó al móvil?”,
“Si, era Carmen”.
“¿Es tu novia?”.
“Nos hemos estado viendo los últimos cuatro meses. No diría que es mi novia porque veo también a otra gente. No soy una relación estable tipo, Bette. Creo que todas las relaciones acaban mal en algún momento. Incluso las buenas. En realidad estoy sorprendida de haber estado con Carmen tanti tiempo. Es un récord para mi.”.
“¿Ella es consciente de esto?”.
“¿De qué? ¿De que veo a otra gente o ‘esto’ (comillas otra vez al aire con los dedos) que hacemos tu y yo ahora mismo?”.
“Las dos cosas”.
“Si, sabe que me veo con otras mujeres. De hecho yo estaba con otra cuando Carmen y yo nos conocimos. Y tengo que decir que no está contenta lo más mínimo. Soy un espíritu libre, Bette, como estoy segura que ya sabes. Ella no sabe que tu viniste anoche y que estás aquí ahora mismo”, dijo Tina moviendo las manos con énfasis.
“¿Entonces nunca ha estado en tu dormitorio o dormido en tu cama?”.
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Re: [Terminado] Saludos al sol
gracias anita, este fic cada dia es mas interesante
me gusta porque es divertido y muy positivo
me gusta porque es divertido y muy positivo
Re: [Terminado] Saludos al sol
thank you anita aaaaaaaiiiiiiiiiiissssssssssssssss!que bonito!
Invitado- Invitado
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