[Terminado] Saludos al sol

genial...Sigue en cuanto puedas
besos

“Nunca ha puesto un pie en esta habitación, mi refugio”, dijo Tina alzando la mano para mostrar su maravilloso recinto, “ha dormido en mi cama, pero no en esta”, se rió Tina.

“Pero a mi si me has dejado”, contestó Bette.

“Tu no eres únicamente nadie. Nunca en mi vida he pasado una noche, y mucho menos dos con una hermosa mujer sin tener sexo con ella. Tienes algo Bette Porter. Me intrigas.”

Tina miró su reloj. Eran las 7:28. Bette estaba asombrada por la ausencia de cosas necesarias en la habitación de Tina. No había ningún teléfono, reloj digital, radio o televisión. Había un pequeño reproductor de CD y altavoces, pero sólo eran utilizados con la intención de relajarse.

“No sé Bette. Es tan extraño para mi. Me siento tan bien cuando estoy contigo, y sé que nos conocemos desde hace poco tiempo. Tu tienes una energía maravillosa”. Tina estaba de pie, sujetándose la cabeza con las manos. Bette bostezaba. “Es como si me hicieras querer ser mejor persona. Nadie ha tenido nunca un efecto así sobre mi”.

Tina terminó de estirarse y se sentó graciosamente en una silla. Su postura era perfecta. Dobló la cintura, primero a la izquierda, después a la derecha, en un intento de estirar la columna.

“Ven aquí”, dijo Tina suavemente extendiendo las piernas y mirando fijamente a Bette. Su cuerpo emitía calor después del breve calentamiento. Bette, vacilante, salió de la cama y se acercó a Tina. Tina, de forma inconsciente, se lamió los labios cuando observó los duros pezones de Bette a través de la bata amarilla que llevaba puesta.

La reina del yoga podía sentir como se propagaba cierta calidez entre sus piernas y suspiró pesadamente al reconocerla. Tenía la boca un poco abierta, así que de algún modo pudo hacer un intento de respirar. Cuando Bette estuvo ante ella, Tina la agarró suavemente por las muñecas y la tiró hacia ella. El cuerpo de Bette fue a parar al regazo de Tina, y allí se sentó cómodamente. Miró fijamente a los ojos a Tina y sonrió mientras su estómago se revolucionaba.

Tina comenzó su inventario automático. Estudió los rizos de Bette, sus ojos, un pequeño lunar en la cara, las cejas, las mejillas, los labios, la barbilla, el cuello, la clavícula, hasta que se dió cuenta que no podia seguir mirando. La presencia de Bette era demasiado. Era como si Tina necesitara protejerse de la proximidad de tanta belleza. “Eres absolutamente hermosa, Bette”., dijo Tina con voz susurrante. No podía hablar con voz fuerte por miedo a que Bette se rompiera. No había ninguna explicación lógica a este comportamiento. Tina estaba dominada por la belleza de Bette y no podía pensar coherentemente. La rubia miró hacia abajo y descansó su frente sobre la barbilla de Bette. Suspiró. Cuando expulsó el aire, abrazó a Bette fuerte. Bette le devolvió el gesto, sus manos se deslizaron desde los hombros de Tina y la abrazó fuerte. Se abrazaron durante lo que pareció una eternidad. Cuando se separaron, ambas mujeres estaban entregadas, jadeando suavemente.

“¿Puedo tocarte, Bette?”. Bette se estremeció internamente al oir tal petición, sabiendo que estaba en suelo extraño. “Si”, susurró Bette en cambio.

Tina colocó sus pulgares en los pezones de Bette. No tocaba nada más, sólo los pezones perfectos de bette que se endurecieron aún más ante su toque. Bette se sintió morir cuando sintió el contacto de Tina por encima de la bata. Su contacto era tranquilo y decidido y Bette sintió que la habitación giraba alrededor de ellas. Se examinaron la una a la otrareconociendo la pasión innegable que había entre ellas. Bette se sentía ligera. Las sensaciones a través de la bata y el calor que desprendía Tina aumentaron su placer. La respiración de Tina comenzaba a traicionarla aunque luchaba por conservar el control. Hacía mucho tiempo que la reina del yoga no tenía el control de su querida pasión. El arte de la respiración era tan ajeno a ella en este momento como el largo día.

“¿Sabes que siempre que te veo mi clit se pone nervioso, Bette?”.

Bette gimió suavemente antes de responder, “no, no lo sabía”.

“Pues si. Y si te digo la verdad, esto me desestabiliza bastante”. Bette se rió de Tina mientras disfrutaba de la atención que sus pezones recibían. Grandes olas de placer se esparcían por todas partes de su cuerpo. Cada vez que Tina tocaba uno de sus pezones, toda ella palpitaba. Bette pensó que iba a perder la cabeza. Su cuerpo temblaba involuntariamente.

“Por favor, sácate la bata”, solicitó Tina suavemente. Bette tragó saliva e hiz lo que le pedía. Los ojos de Tina inspeccionaron los pechos de Bette. “Eres tan hermosa. ¿lo sabes?”. Tina gimió apasionadamente mientras ponía los pulgares en los labios de Bette y dentro de su boca. Bette gimió y los chupó despacio. Cuando estuvieron húmedos Tina los retiró y volvió a colocarlos en los pezones de Bette.

“Mierda”, dijo Bette cuando la combinación de aire fresco y líquido caliente aumentaron el placer que Tina le estaba dando.

“Bette, ¿qué te he dicho sobre las palabrotas en mi refugio?”

“Lo siento”, tartamudeó Bette mientras intentaba mantener la cabeza calmada.

Tina todavía limitaba el contacto a las pequeñas pelotas con sus pulgares resbaladizos.

“¿Te gusta Bette? ¿Es un buen sentimiento?”, preguntó Tina de manera seductora.

“Si”, jadeó Bette.

“¿Qué ibas a decirme?”.

“Uh, yo... era... es... lo intento”. Bette flotaba en el olvido. Si alguien le preguntara su nombre ahora mismo, no sería capaz de responder correctamente.

genial...
Sigue en cuanto puedas
besos

oooooooooooohhhhhhhhhhhhhhhhyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!!!!!!!!!sssssssseeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeññññññññooooooooooooooooooooorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!!
queeeeeeeeeeeeeeeeeeee maaaaaaaaareeeeeeeeeeeoOooOOoOoOOoOOoOOOoooooOooOoooOOOO!!!!!!!!!!!
!Jesús! !Jesús! !Jesús! otro como éste y muero!

anitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!...!que tengo resacaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!! piedad!!!!!!

...tendré que nivelarme... ...ya está!

brindo por tu traducción:brindis: por el fanfic (es cojonudo)...por sanfermín !que borrach@s somos en este pueblo ! y por todo el foro !hala! !aupa sanfermín!

Tina interrumpió sus avances y miró fijamente los ojos oscuros de Bette que estaban dudosos entre permanecer abiertos o cerrados.

“Bette, ¿me harás un favor?”.

Un gemido tranquilo escapó de los labios de Bette. Tina era incapaz de determinar si había sido un si o un no, y por su propia voluntad decidió seguir.

“Tienes la sonrisa más radiante que nunca he visto. A veces en el gimnasio te miro cuando sonríes, y eso siempre hace que el lugar se ilumine, no importa donde estés. Parece que estás unida a una fuente de luz a la que nadie tiene acceso. Es asombroso. ¿Puedes sonreir para mi?. A no ser que mi petición te resulte ‘demasiado inquietante’”.

Bette sonrió inicialmente como respuesta a la petición de Tina. Después de todo, ella no quería que Bette forzara una sonrisa. La belleza de moca condescendió fácilmente. Su sonrisa comenzó como una línea estrecha en sus labios entrecerrados, que subían en ambos extremos. El resultado final fue una demostración llena de esperanza brillante. “Hermoso”, susurró Tina poniendo las manos en las caderas de Bette. Le levantó ligeramente la cabeza para encontrarse cara a cara con el rostro que adoraba. Tina deslizó lentamente su lengua a través de los dientes nacarados de Bette. Bette gimió suavemente cuando su labio inferior fue aspirado. Tina sonrió, pensaba que ella le proporcionaba placer a la mujer que en su opinión más lo merecía. Repitió sus esfuerzos usando un poco más de fuerza, hasta que su lengua obtuvo permiso para entrar en la caliente boca de Bette. Bette gimió aún más fuerte cuando sus lenguas se encontraron. Se saludaron cortesmente al principio, un intercambio de saludos y de intenciones. Cuando el predominio del mismo espacio se convirtió en el objetivo, una competencia feroz se puso en marcha. Sus besos lentos, tranquilos, pronto se transformaron en un nudo de pasiones incontrolables. Tina iba perdiendo el control, y no importaba lo fuerte que fuera su voluntad para frenarlo, estaba rendida sin duda en este momento ante la mujer que la tenía cautivada. Las manos de Bette se deslizaron bajo la camiseta de Tina y acarició cuidadosamente su musculado estómago. Exploraba un nuevo territorio, y aunque no conocía lo que podía proporcionar placer a una mujer, si sabía lo que le gustaba a ella misma y decidió seguir ese conocimiento. A Tina le gustaba la exploración de las manos fuertes, vacilantes de Bette. Inspiró bruscamente mientras sus manos se deplazaban por todas partes del cuerpo de Bette.

Tina se apartó, manteniendo sus labios lejos de la boca de Bette. Comouna serpiente venenosa, su lengua podía causar estragos en los labios de Bette. Tina pudo sentir su aumento de temperatura cuando plantó la mano detrás de la cabeza de Bette. Bette disfrutó del tirón dsmi-doloroso que algunos de sus rizos recibió. Los ojos soñadores de Tina examinaon a Bette y era evidente que el sol besaba a la rubia al entrar en la zona. De alguna manera, Bette era feliz. Sin mover los labios cerca de Bette, Tina habló quedamente, “Me excitas tanto, Bette. Excitas mi alma, mi espíritu, mi mente. Mi ser se enciende cuando estás cerca de mi”.

El cuerpo de Bette comenzó a temblar ligeramente. Las palabras de Tina tenían demasiado poder y eran demasiaod intensas. Se estremeció. Se frotó los brazos para quitarse los golpes de frío. La lágrimas comenzaron a salir de los ojos de Tina cuando sus sentidos se sintieron abrumados por aquellos sentimientos únicos, esto no marchaba según su plan. No estaba muy segura de lo que pasaba, pero era definitivamente inquietante. Con todas las mujeres con las que Tina había estado, nunca había sentido nada igual. Había conseguido placer físico, pero ahora la esencia de su misma existencia era atormentada con un placer infinito. Bette se retiró cuando notó la expresión sincera en la cara de Tina, que intentaba luchar para expresar pensamientos coherentes sobre la mujer que tenía sobre su regazo. Las cejas de Tina se elevaron mientras decía, “eres tan hermosa, Bette. No puedo creer que estés aquí conmigo ahora mismo. No sabes cuantas veces he soñado hacerte el amor. Quiero hacerte sentir tan bien como me haces sentir tu a mi. ¿Puedo adorar tu cuerpo, Bette?”.

Bette palpitaba más allá de lo creible. Su voz era baja, chillona y como una sacudida. La intensidad de lo que estaba sintiendo la hacía esclava de su propio puerto. Tragó saliva con fuerza, “tengo que conseguir ir a trabajar Tina, tu me vuelves loca”.

Tina, de manera seductora, contestó, “voy a dejarte ir, ya que estás temporalmente enferma, pero debes recordar guardar tu mala lengua lejos de mi refugio, ¿entendido, Bette?”. A la vez que hacía la pregunta, los dedos de Tina frotaron rítmicamente, con fuerza, el clit de Bette.

“Joder”, contestó Bette rápidamente.

Tina lo había oído. “¿Estás sorda Bette?. Bájate de mi”. Bette no sabía que esperar, pero abandonó su posición, y se quitó de encima de Tina. Tina inmediatamente cayó de rodilla delante de Bette y convincentemente separó sus piernas. Bette cogió la cabeza de Tina para guardar el equilibrio. La fragancia del despertar de Bette la rodeaba. Las cejas de Tina se elevaron al sentir el maravilloso aroma. Se acercaba a la utopía. Inhaló profundamente, presionando su cara contra Bette y dejándose ir.

En este mismo momento, el timbre sonó, insistente. Tina respiró y gimió al liberar un suspiro profundo. “Perdona, Bette, voy a ver quien es”. Tina se fue a abrir la puerta, pero antes deijo, “y antes de que se me olvide, hueles divino”.

“Gracias, sólo es jabón”, contestó Bette.

“Ese no es el olor al que yo me refería”, replicó Tina.

.....

“¿Quién es?”, preguntó Tina mientras se dirigía a la puerta.

“Carmen”, contestó una voz con urgencias.

Tina cerró los ojos durante un par de segundos, se recompuso, y abrió la puerta con una sonrisa. “Ey, ¿qué pasa?”. Tina podía ver que la cara de Carmen estaba bañada por lágrimas. Sollozos suavez comenzaron a llenar la estancia desde la puerta de entrada. “Por favor, entra Carmen”, dijo Tina, bloqueando a Carmen para que no entrara demasiado lejos.

“He tenido un sueño terrible esta noche. Me dijiste que habíamos terminado porque te habías enamorado. Tina, ¿es verdad?”, preguntó Carmen sollozando fuertemente.

“Ey, vamos”, dijo Tina, “es demasiado temprano para todo esto, creo que deberíamos hablar sobre todo esto y todo lo que te moleste, pero no ahora, ¿por qué no nos vemos más tarde, después de mi clase de las 2?”.

“¡Quiero hablar de esto ahora, Tina!”, gritó Carmen. Bette lo podía oir todo mientras se ponía la ropa. Su primera sesión no era hasta las 11, pero tenía trabajo que hacer. Además, quería hablar con Helena.

“Ahora no es buen momento por dos motivos, Camen. Uno, tengo compañía y dos, tengo que trabajar”.

“Por favor, ve a buscarme después de mi clase y podremos hablar”, solicitó Tina.

Carmen comenzó a llorar. “¿Está Bette Porter aquí?¿Está aquí esa zorra?”. “Mierda”, pensó Bette, “¿cómo he llegado a esto?”.

A Bette casi le entró pánico cuando pensó que quizás Carmen había visto su coche. Después se relajó cuando recordó que había ido caminando hasta la casa de Tina.

“Vamos, Carmen, no hay ninguna necesidad de esto!”, dijo Tina firmemente. Su voz se volvió instantaneamente fría e inhumana. Ya que tienes algun problema para entender lo que digo, déjame decírtelo de otra manera. Saca tu culo de mi casa y nos vemos después de mi mierda de clase, Carmen”.

jajaja, Tinaa tiene temperaamnetoo
Sigue en cuanto puedass
besos

!mondié! esto es demasié pa mi cuerpo...tendré que ir a confesar porque mi religión
no me permite tanto mambo :corre: :corre: :corre:
luego el cura me dice que le cuente y se queda MUERRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRTOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!! y yo a llevarlo a urgencias

!jesús! que sofoco

anita tá guenísimoooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!! muchas cenquius

Cuando Tina volvió a su refugio, Bette estaba sentada en la silla que habían compartido recientemente pensando lo bien que la había hecho sentir Tina.

“Tina, de verdad que me tengo que ir a trabajar. Deséame suerte. Carmen es mi primera clienta hoy”, reflexionó Bette.

Tina se sentó cómodamente en el suelo en la posición de loto mirando la agitación de Bette. “¿Quieres que quedemos para cenar esta noche?. Tengo unos clientes que vendrán al estudio a las 6, así que a las 7 más o menos estaré libre. Me gustaría verte luego Bette. He disfrutado mucho contigo anoche y esta mañana”.

“No lo sé, Tina. Comienzo a preguntarme que hago aquí contigo. No me gustaría formar parte de ningún drama”.

Tina se sintió ofendida. Estuvo a punto de decirle a Bette donde se podía ir, pero se contuvo porque, ante todo, estaba en su refugio. Tambien porque esta era una experiencia totalmente nueva para Bette. “Ella puede estar defendiéndose”, pensó Tina, “probablemente disfrutó tanto conmigo que está confundida. Ella sabe que quiere más. Después de todo, ¿quién se me resiste?”. Tina sonrió para sí misma. Después de un minuto, contestó, “lo entiendo. Es tu elección. Sólo avísame si estás interesada. Si no tengo noticias tuyas a las 7, lo tomaré como un no. No te preocupes Bette”.

“Ok”

.....

En cuanto llegó a casa, Bette revisó el contestador automático y encendió un cigarrillo. “¿Qué demonios estoy haciendo?”, dijo en voz alta. No podía describir los senimientos que se arremolinaban dentro de ella mientras Tina hipnotizaba su mente y su cuerpo. Se desnudó y sonrió cuando se quitó los pantys húmedos en el centro.

Había un mensaje de Alice del Times preguntando otra vez por la entrevista. “¡La respuesta es NO, Alice! ¿qué es lo que no entiendes?” le gritó Bette a la máquina mientras expulsaba una nube de humo. No había ningún mensaje de Helena y Bette se preguntó que estaría haciendo su enfadada amiga. Decidió llamar y averiguarlo. El móvil de Helena la envió inmediatamente al buzón de voz. Bette le dejó un mensaje.

“Hel, soy Bette. Espero que estés bien. Todavía tenemos que hablar. Por favor, llámame cuando tengas un momento. Cuídate. ¡Adiós!”.

En cuanto colgó el teléfono de casa, sonó su móvil.

“Bette Porter”, contestó.

“Bette, soy Carmen. Tengo que cancelar mi visita de hoy. No me encuentro bien”.

“Siento oir eso Carmen. Sólo te aviso que los honorarios de una cancelación son de 50 € si no hay un pre aviso con 24 h. de antelación”.

Carmen se rió. “Si, a pesar de eso. Y a propósito, felicidades”.

“¿Por qué?”

“Has ganado el corazón de Tina”.

“Carmen, yo..”. Bette no pudo terminar su frase antes de oir un chasquido seguido de una señal de marcar.



Alguien estaba celebrando un cumpleaños cuando Tina llegó al trabajo. Había música, comida, gorros de fiestapor todas partes del gimnasio. No se sintió muy feliz cuando abrió la oficina que compartía con otro instructor y encontró restos de confetis repartidos por todas partes. Todo esto la trastornó. No podía soportar el desorden. A no ser que fuera el que ella provocaba. Se concentró en cambiar su humor melancólico cuando llamaron a la puerta. “¡Genial!”, pensó sarcástica. “Entra!”, contestó con su mejor voz.

“¿Tienes un minuto?”

“¿Qué pasa Bette?”, dijo muy seria, “creía que tenías prisa para llegar a tu clase con Carmen”.

“La canceló porque no se encontraba bien”.

“Eso es bastante malo”, dijo Tina sin ganas, “por favor cierra la puerta”

Bette sostuvo el pomo de la puerta para que se cerrara silenciosamente. Apoyó la espalda en la puerta y miró a través del moderno escritorio de Tina.

Tina puso en marcha su ordenador y abrió una botella de agua. Bebbió un trago y miró a todas partes de la habitación menos a Bette. No podía hacerlo. No quería ver aquellos hermosos ojos y la sonrisa del millón de dólares que tanto la atraian. Todas las cosas que Tina comprendía y definía estaban en línea. No quería usar este sentimiento de esa manera. Tan fuera de control. Estaba bajo el dominio de Bette, aunque sin su conocimiento. Y siendo honesta, le parecía muy inquietante. Tina dejó el agua sobre el escritorio, entró su nombre y contraseña en el ordenador, presionó la tecla entrar y dirigió sus ojos con ferocidad hacia Bette.

“¿Qué puedo hacer por ti, Bette?”

como mola! cada vez más interesante

gracias anita

Felicidades, una bonita historieta, me gusta.

Supongo que continuara no???

Si continua todavia faltan muchos capitulos. Poquito a poco lo ire traduciendo espero acabar antes de que empiece la nueva temporada ;)

ok, espero tus obras de arte.

Me has enganchado.

Suspirando y retorciéndose las manos nerviosamente, Bette comenzó, “Umm lo siento Tina, siento haber herido tus sentimientos esta mañana. Por supuesto, no quiero formar parte de ningún drama, ¿quién lo quiere?. Bueno, en realidad algunas persona disfrutan con eso, pero yo no. “ A Tina le gustaba cuando Bette se iba por la tangente. Disfrutaba escuchando conversaciones entre Bette y ella como si coexistieran en la misma bella persona. “De todos modos, la verdad es que disfruto estando contigo, también. Estos sentimientos son tan nuevos y tan grandes, que francamente, me asusta lo que siento por ti Tina. Me lo pasé muy anoche contigo, Tina, y esta mañana. No me puedo creer que me sienta tan atraída por ti, Tina. Nunca habia besado a una mujer hasta esta mañana, hasta que te besé a ti. Estoy impactada por lo erótico que fue. Sé que quieres que yo te diga que me sentí bien. “ Bette miró a Tina, bajó la voz y sonrió, “sólo quiero que sepas que me hiciste sentir muy bien, Tina. Y te pido perdón por marcharme como lo hice, y si la oferta aún sigue en pie, me gustaría ir a cenar contigo esta noche”.

Tina se levantó de la silla y se dirigió decidida hacia Bette. Como si fuera una señal, sus ojos comenzaron a transmitir datos hacia su presa. Bette se lamió los labios y suspiró con fuerza, levantó las cejas suavemente, indecisa. Tina sonrió cuando vio este comportamiento. Sabía que Bette no conocía lo que iba a hacer, y estaba contenta con esa incertidumbre. Tina se inclinó y comenzó a besar el cuello de Bette suavemente, gimiendo mientras lo hacía. Besó el pulso en el cuello de Bette, que palpitaba fuerte y estable. Su lengua atravesó la base de su garganta y viajó lateralmente hacia su cara cubriendo cada centímetro por donde pasaba. Los párpados, las cejas, la barbilla, las mejillas, los labios, todos cayeron como víctimas. “Discurso aceptado, Bette. Y si, la invitación para la cena todavía sigue en pie. Aunque me gustaría que me acompañaras en el almuerzo. Aquí mismo, ahora. ¿Quieres?”, preguntó Tina mientras colocaba un beso acalorado en los labios que comenzaba a ansiar. Bette gimió en la boca de Tina. En toda su vida Bette Porter no podía recordar conectar con alguien tanto como lo estaba ahora. Lamió la línea de los labios de Tina con la punta de la lengua antes de sumergirse en el espacio caliente y dulce. Bette jugueteó alternando golpes fuertes y apacibles con la lengua hasta que Tina no pudo más y rompió el beso. Ambas gimieron cuando se separaron. “¿Por qué haces que te quiera tanto?”, susurró Tina. Bette sintió las manos de Tina moverse por su cuerpo y pararse en la cintura de los pantalones cortos. Después se deslizaron sin problemas entre el fino material de su ropa. Masajeó suavemente el trasero de Bette, que gimió fuerte. Tina susurró de forma seductora en el oído de Bette, “Sshhh, cariño, necesito que te calles, ¿puedes hacerlo por mi?”. Bette no respondió. Lo haría si era capaz, pero de nuevo se dejó llevar, como unas horas antes. Tina se olvidó de todo rápidamente, la pasión la dominaba. Ella necesitaba toda su fuerza de voluntad antes de que las dos se enajenaran. “Reduce la velocidad, Tina”, se dijo a sí misma. Su respiración era dificultosa, le faltaba el aire. Bette podía sentir la humendad creciente por debajo de la suave lycra. El deseo de Tina crecía y Bette sabía que tenía un problema.

Se oyó una voz ruidosa en el pasillo, acercándose a la oficina de Tina. “¿Tina?”, llamó la voz.

“Tina, ¿estás ahí?”

Tina y Bette interrumpieron inmediatamente el contacto. Tina abrió la puerta para descubrir a Carmen, que la llamaba por su nombre y caminaba rápida hacia su oficina. Bloqueó la puerta y preguntó el motivo de la misión indiscreta y urgente de la búsqueda.

“¿Qué pasa Carmen? Creía que habíamos quedado en encontrarnos después de mi clase de las dos”.

“No puedo esperar tanto, necesito saber que pasa”.

“Te lo diré después de mi clase, Carmen”, dijo Tina sin rodeos.

“¿Puedo entrar en tu oficina unos minutos, Tina?”.

“Ahora no es buen momento. Estoy ocupada ahora mismo”.

Bette comenzó a ponerse tensa. Tina miró a Carmen y se dio cuenta que intentaría apartarla para entrar en su oficina. Bajó la voz y habló despacio. “Carmen, no sería inteligente hacer una locura ahora. Estoy en el trabajo y espero que respetes eso”.

“¿Hay alguien en tu oficina, Tina?”

La voz de Tina se volvió fría otra vez. “Si, y no es asunto tuyo. Si te veo otra vez antes de nuestra cita prevista, te juro que te echaré de nuevo. No me fastidies Carmen, te veré después de mi clase, ¿vale?”.

Carmen se fue arrastrando los pies. Bette estaba un poco asustada del comportamiento de Tina, “No me gustaría estar a malas contigo, Tina”. Tina se rió. “No es buena forma de estar conmigo”.

thanks anita

Dios anita!!!!

Muy Bueno, fantastico!!!