[Terminado] Sólo esa chica
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Re: [Terminado] Sólo esa chica
CAPÍTULO TREINTA: El paseo de su vida
“Lo siento.”
“No no lo haces.”
“Sí. Sí, realmente.”
“No parecías sentirlo tanto cuando esas mujeres te tocaban y besaban.”
“U . no en el exterior. Pero en el interior, definitivamente me sentía mal.”
“…”
“Vamos. Tenía que mostrar un frente feliz para la audiencia. Era TAN duro.”
“Porter sí ya me imagino.”
“¡Lo era realmente! Era una tortura. Moría una muerte lenta y dolorosa allá.”
“Sí, todos vimos cuánto estabas en dolor con la mueca que partía tu cara.”
“Mi sonrisa falsa no era tan grande.”
“…”
“Okaaay, era quizá un poquitito excesiva. Pero palidecía con respecto a la manera en que sonrío cuando estoy contigo, ¿correcto?”
“No sé. Nunca presto cualquier atención a tu cara.”
“¿Realmente?”
“Yep.”
“¿Y qué haces siempre que te sorprendo mirándome fijamente?”
“¡No lo hago!”
“¡Lo haces también!”
“Te estás imaginando cosas Porter!”
“Kennard.”
“¡¿Qué?!”
“Mira mi cara.”
“¿Huh?”
“¿Ves esto?”
“¿Qué sobre eso?”
“¿Ves cómo mi sonrisa llega hasta mis ojos?”
“Sí, ¿y qué?”
“Parece que ha habido muchas de éstas en estas últimas semanas. No pienso que haya sonreído tanto en toda mi vida.”
“Bueno por ti entonces.”
“Que es por lo que te estoy culpando.”
“¿Por qué?”
“Si desarrollo las patas de gallo cerca de mis ojos cuando sea más vieja, es debido a todas la sonrisas que me haces hacer.”
“¿Realmente ahora?”
“Yep.”
“¿Hey Porter?”
“¿Sí?”
“Cuando seamos más viejas y se forme una línea profunda en mi frente, será debido a toda la tensión que me despachas.”
“Touché. Hey.”
“¿Qué?”
“Espera un minuto.”
“¿H ?”
“¿Nos ves juntas cuando seamos más viejas?”
“¡No dije eso! Dije--”
Beso.
“No tienes que ser tímida. Nos veo juntas también.”
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Los jardines que rodeaban las tres pérgolas estaban casi desprovistos de personas, incluso la gente de seguridad que vagaba alrededor discretamente desapareció uno por uno en la pérgola principal. El concierto entraba en fuerza completa, cautivando a los invitados y al equipo que molían alrededor. Las únicas que tomaban el aire frío de la noche y que socializaban afuera en los jardines eran las mujeres matronales agrupadas porque sus maridos mantenían su atención sobre las ejecutantes jovenes y atractivos. Las personas estaban tan cautivadas en el interior que no pudieron notar que la estrella de la noche faltaba a la acción junto con su hermosa cita rubia y relativamente desconocida.
“Allá.” Más allá del puente de madera y hacia una pequeña vertiente cerca de la laguna, Bette llevaba a Tina de la mano mientras caminaban a través del camino empedrado y pararon delante de un carro de golf estacionado.
“¿A donde vamos?” Tina preguntó mientras la morena la ayudaba a acomodarse en el asiento del pasajero.
Bette dio una vuelta y se acomodó delante del volante. “Es una sorpresa.” Sonrió misteriosa, abriendo la guantera y tomando las llaves de adentro.
“¿Otra sorpresa?” Tina levantó una ceja mientras sostenía firmemente la pequeña caja en su regazo. Esta noche estaba llena de sorpresas, agradables y de otra manera. “¿Porqué soy la persona que está siempre en el lado receptor de sorpresas esta noche?” Sacudió su cabeza divertida. La muchacha del cumpleaños encogió los hombros y encendió juguetonamente el carro.
“Agárrate fuerte, ¿muy bien?” Bette echó un vistazo en Tina antes de que sacara el carro del punto en donde estaba estacionado y condujera encima de una cuesta algo escarpada. Rió silenciosamente cuando la rubia siguió su consejo y se aferró a una pequeña manija en el borde de su asiento para cuidar su apreciada vida. “No te preocupes.” Sonrió y procedió a agarrar la mano fría y húmeda de su cita y a entrelazarla con la propia, todo el rato dirigiendo con experiencia el pequeño vehículo con su otra mano.
“¿Es esto seguro?” Tina agarró la mano de Bette firmemente cuando el carro finalmente alcanzó la cima de la pequeña colina. “¿No deberías conducir con dos manos?” Tragó nerviosa, mirando la trayectoria en declive que sentía peligrosa. Las imágenes del pequeño auto resbalando y las dos rodando por la colina alertaban a su mente paranoica. Oh hombre, tragó saliva, será como Jack y Jill. solamente que esta vez son dos Jills y ambas gay, su mente bromeó en medio de su miedo.
“No te preocupes.” Bette exprimió la mano de Tina cuando vio la cara pálida de la rubia bajo la iluminación suave de la luna. “He conducido a través de este camino un millón de veces antes.” Destelló una sonrisa tranquilizante. Se aferró a la mirada asustada de la rubia por algunos momentos antes de que groseramente Tina le diera una cachetada de nuevo para que observara bien por dónde conducía. “¡Owww!” Bette gritó en el dolor, soltando la mano de la rubia y frotando su masacrada mejilla. Estaba segura como el infierno que despertaría con una cara contusionada mañana por la mañana. Si esta noche estaba llena de sorpresas para la rubia, estaba llena por completo de dolor para ella y la rubia había abusado ya de su mejilla.“Lo siento.” Tina se disculpó avergonzada mientras tomaba la mano de la morena de nuevo y se sostuvo en ella con ambas manos. Ella había reaccionado por instinto allí debido a sus nervios. Bette la miró brevemente y suspiró, actuando mucho como una persona que tenía sus sentimientos - y la cara - lastimada. Tina lanzó un suspiro de alivio tan pronto como pasaran la colina y viajaran en suelo plano de nuevo. El resto del paseo continuó en silencio incómodo hasta que la rubia no pudo soportarlo más. Tiró suavemente de la mano de la hosca morena para llamar su atención.
“Lo siento realmente.” Tina susurró suavemente, disculpándose una vez más a una Bette que se enfurruñaba. “No haré eso otra vez.” Mordió su labio más bajo mientras miraba a la muchacha al lado de ella. Vio una ceja el levantarse incrédula por respuesta. “Está bien, INTENTARÉ no hacer eso otra vez.” Admitió encogiendo sus hombros levemente. Después de algunos segundos reservados, Bette finalmente suspiró en derrota. Tanto como lo intentara, ella no podía permanecer enojada con Tina durante mucho tiempo.
“Tienes realmente mucho que componer .” Dijo Bette reservada pues mantenía sus ojos en el camino que recorrían. Deseaba gravemente robar un vistazo en la rubia pero evitó acceder a sus caprichos. El miedo era realmente una herramienta poderosa. Y no había nadie a la que temiera - y amara – tanto como a la persona que acariciaba el dorso de su mano ahora. Oh dios, suprimió un quejido que amenazaba con derramarse de sus labios. Concéntrate Porter, respiro adentro y fuera. Por ahora, debía centrarse en llevarlas a su destino con seguridad y en tiempo récord. Esperanzadamente, ya se divertiría con Kennard más adelante.
"Componer? Tina sonrió para si. “Me prepongo hacer eso.” Masculló suavemente. Sí, ella miró anhelante de nuevo el regalo en su regazo, creo que haré eso. Exprimió la mano de Bette y se inclinó detrás contra su asiento a medida que continuaron su recorrido, esta vez en silencio cómodo.
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“¿A donde coños me llevas Porter?”
“Paciencia Kennard. Estamos casi allí.”
“¿Porqué el secreto y la venda en los ojos?”
“¡Te dije que, esta cosa es una sorpresa!”
“No me estás llevando a una cabaña pequeña, aislada para aprovecharte de mí, ¿no es así?”
“¡No! A menos que tu quieras sin embargo. Pero rayos, ¿porqué incluso piensas de esa manera?”
“Porque eres el tipo de persona cuyo cerebro se mantiene hasta el final dentro de su entrepierna.”
“Es verdad.”
“¿Ves?”
“Solamente que soy también el tipo de persona que escucha atentamente su corazón y lo sigue con abandono.”
“No puedo discutir con eso.”
“Seguro, en comparación con alguien que mantiene su corazón y sensaciones íntimas trabados dentro de su culo apretado.”
“¿Qué?”
“¡Nada!”
“¡Juro que te oí mascullar algo en voz muy baja Porter!”
“Acabo de decir que ya llegamos. Mira, cuando me oigas gritar, puedes quitarte la venda. ¿De acuerdo?”
“Muy bien.”
“Bueno.”
“…”
“¡Hey!”
“¿Qué?”
“¡Nada de mirar a escondidas!”
“Tch. ¡Muy bien!”
..................
“¡De acuerdo! ¡Quitatela!”
Tina quitó la bufanda de seda que cubría sus ojos y parpadeó algunas veces. Le tardó algunos segundos finalmente admitir la vista ante ella. Allí, con sus brazos separados hacia fuera y una sonrisa enorme adornando sus facciones, estaba Bette de pie mirando la impresionante rueda de Ferris detrás de ella. “Oh mi dios.” Las palabras salieron de sus labios antes de que incluso pudiera pensarlas.
“¿Bonita, heh?” Bette sonrió y fué de nuevo a Tina. Ella había ordenado que la rueda fuera armada en la esquina más lejana de la propiedad, esa era la razón del tiempo semi-largo de recorrido. No se podía ver desde la mansión puesto que este lugar estaba oculto de la vista por una colina y un par de árboles. Era el punto perfecto para ocultarla de su padre. “Me prometiste un paseo en nuestra primera cita. Pero sabemos cómo terminó ese día.” Compartieron sonrisas al recordar su cita desastrosa. La única cosa que habían terminado montando era un elevador descompuesto, y ese paseo duró toda la noche. “Y parece que no hemos podido encontrar espacio para otra cita en Santa Mónica así que.” Dijo suavemente mientras echaba un vistazo en la rueda color roja.
“¿...acabaste por traernos la cita?” Tina acabó con una expresión divertida en su cara.
“Exacto.” Bette emitió. “Entonces.” Despejó su garganta y sopló su pecho hacia fuera. “¿Srta. Kennard, me haría el gran honor de acompañarme en mi primer paseo en una rueda de Ferris?” Amplió su mano y sonrió brillantemente en la rubia.
Tina emparejó la postura de Bette y sonrió. “Lo amaría, Srta. Porter.” Rió mientras tomaba la mano ofrecida de Bette y caminó con la morena hacia el paseo.
“Espera aquí.” Bette dio instrucciones mientras dejaba a Tina al lado de uno de los coches. Fué hacia el panel de control principal y presionó algunos botones. Tina aprovechó la oportunidad para estudiar cuidadosamente la máquina. Era una de esas ruedas de Ferris clásicas, del tipo que verías normalmente en ferias ambulantes. La única diferencia era que el aparato delante de ella parecía más seguro que las masas asustadizas de metal que montaba cuando era niña. Sin embargo no era tan grande como la que estaba en Santa Mónica, esta cosa era apenas una rueda de Ferris de tamaño mediano, no era realmente tan alta. Observó el cierre del coche y lo osciló suavemente hacia adelante y hacia atrás. Parece bastante robusto, suspiró más tranquila. “¿Donde conseguiste esto?” Preguntó a Bette tan pronto como la morena volviera a ella llevando una radio portátil y una manta.
“James me demostró algunos modelos en venta.” Bette se dobló abajo y colocó la radio en la cubierta de madera y dio vuelta al dial a la estación que le gustaba. Se levantó cuando la música se escuchaba suave, atravesando fácilmente los altavoces. “No me gustó ninguno de esos nuevos modelos chillones y llamativos en el mercado así que elegí uno antiguo.” Sonrió mientras colocaba la manta en el asiento. “De todos modos, me gusta restaurar las cosas viejas.” Encogió los hombros y se colocó delante de Tina.
“Así pues, esta cosa es realmente un viejo modelo.” Tina frunció sus labios mientras apreciaba el trabajo excelentemente hecho en la máquina anticuada. “Es realmente agradable.” Sonrió cuando levantó levemente su falda y tomó un asiento, colocando el regalo en su regazo. “¿Es segura esta cosa?” Preguntó dudosa a la morena. Parecía bastante sólida, pero quería cerciorarse.
“Yep.” Bette sonrió picaramente. “Tenía a alguien probandola esta mañana.” Apenas contuvo la risa cuando las memorias del llanto escandaloso de una Alicia histérica inundaron su mente.
“Detecto una historia allí.” Tina entrecerró sus ojos y sonrió mientras Bette se sentaba al lado de ella.
“En algún momento te la contaré.” Bette prometió mientras sacaba un pequeño dispositivo que estaba remetido dentro de la manta. Esta máquina podía ser vieja, pero tuvo a los individuos de la construcción instalando algunos chismes modernos en esa cosa.
Tina rió cuando señaló en el adminículo en las manos de Bette. “¿Es un control remoto?” Levantó sus cejas divertida. Finalmente amaneció en ella que estaban solas en ese lugar. No había nadie allí para manejar la máquina desde el panel de control.
Bette movió su cabeza y meneó sus cejas mientras ataba con correa a las dos en el asiento. Presionó un botón en el control y las barras de seguridad bajaron automáticamente y la pequeña puerta de metal de su coche se cerró de golpe. “Apenas en caso de que te marees.” Dio a Tina una pequeño bolsa de debajo del asiento, rogando silenciosamente por no tener que utilizarla esa noche. Presionó otro botón y alcanzó la mano de Tina mientras la rueda comenzaba a dar vuelta y su pequeño coche subía.
“¡¡¡¡¡Weeeeeeeeeeeee!!!!!!” Bette rió nerviosamente como una pequeña niña mientras la máquina comenzaba a coger velocidad. Tina tuvo que sacudir su cabeza y reír un poco ante el entusiasmo y el júbilo no adulterado puro en la cara de la morena. Mientras la muchacha del cumpleaños se mantenía ocupada riendo nerviosamente , Tina aprovechó la oportunidad de admirar la vista de Los Ángeles debajo de ellas. Inhaló profundamente mientras intentaba prepararse para la conversación que sabía que tendría con Bette en algunos momentos. Mordió su labio mientras miraba fijamente las luces en la distancia. Puedo hacer esto, se convencía mientras recorría distraídamente las cintas de su regalo.
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“Whew.” Bette exhaló mientras su coche entró en una parada completa en la cima de la rueda. “¡Que divertido!” Hizo muecas de oído al oído mientras colocaba el control en el asiento.
“Gracias a dios.” Tina sacudió su cabeza y dejó escapar un profundo respiro. Fue una buena cosa que Bette parara la rueda cuando lo hizo. Si el paseo hubiera continuado por algunos minutos más, estaba segura que su cena habría encontrado su camino dentro de la bolsa de papel que agarraba firmemente en sus manos. Cerró los ojos e intentó que su mundo parara de girar.
“¿Estás bien?”
Tina abrió los ojos y vio un par de orbes marrones que la miraban preocupados.
“Lo siento, no debi dejarme llevar.” Bette tragó difícilmente mientras cepillaba hacia atrás los cabelloss perdidos en la cara de Tina. Debiste haber sido más sensible Porter, se regañó cuando se percató de la cara pálida de la rubia.
Tina sonrió débil mientras veía la mirada preocupada y asustada grabada fuertemente en las facciones de Bette. “Estaré bien.” Golpeó ligeramente la mano de la morena en un intento por calmar la ansiedad que sabía burbujeaba dentro de la muchacha.
“¿Estás segura? Podríamos bajar ahora y puedo llevarte de nuevo a la mansión a descansar.” Bette dio vuelta a su cuerpo y agarró el control una vez más. Antes de que pudiera presionar el botón que derribaría su coche, sintió una mano apacible detenerla.
“No.” Tina sacudió su cabeza al lado y colocó el control entre ellas en el asiento. “Quiero permanecer aquí.” Sonrió. La joven heredera continuó mirándola aprensiva. “Quiero que abras mi regalo.” Susurró mientras levantaba lentamente la caja y la colocaba en el regazo de Bette.
“¿Estás segura?” Bette preguntó una vez más. Viendo a Tina mover su cabeza y observando el color que comenzaba a volver a la cara de la rubia, comenzó a calmarse considerablemente. Tina se acomodó en su asiento mientras Bette deshacía lentamente la cinta encima de la caja. Mordió su labio en la anticipación y sus manos temblaron mientras intentaba quitar el papel de regalo cuidadosamente.
“Sabes que puedes romperlo.” Tina precisó, mirando a Bette arrugar su frente en la concentración.
“No.” Bette sacudió su cabeza al lado después de quitar con éxito las cintas adhesivas de un lado de la caja. No le importaba si la extracción del regalo durara tanto, allí no había ninguna manera en que rasgaría el papel. “Quiero guardarlo.” Explicó cuando echó un vistazo breve en Tina. Esto iría dentro de su caja o algo asi de recuerdos. No tenía uno, pero podía ser que comenzara ahora. Tina sacudió su cabeza y sonrió divertida cuando vió que la morena sacaba la lengua concentrandose en su tarea.
“Allí.” Bette hizo muecas triunfante después de algunos minutos. Dobló el papel del empaque y cautelosamente lo colocó al lado de ella. “Aquí vamos.” Emitió en Tina y tecleó sus dedos encima de la caja. Tina contuvo su respiración y miró nerviosa a Bette, mordiendo su labio más bajo para estabilizarse.
“¡Uno. dos. tres!” Bette contó y quitó rápidamente la tapa de la caja. Su boca cayó inmediatamente mientras sus cejas se estiraban hacia arriba. La rubia, que estudiaba su reacción, comenzó a inquietarse jugando con el dobladillo de su vestido. Bette se quedó sin habla por algunos buenos momentos antes de que saliera de su estupor. “Son éstas.” Señaló al contenido de la caja cuando finalmente encontró su voz.
“Tu.” Tina contestó simplemente mientras movía tímida su cabeza. “Galletas Porter.” Agregó con una sonrisa.
Bette miraba dentro de la caja mientras una sonrisa finalmente se arrastró a sus labios. Rió divertida mientras observaba el arsenal de galletas en forma de Bette adentro. Todas tenían la misma forma, fueron moldeadas como una muchacha con el pelo ondulado. La única diferencia entre cada galleta era la expresión facial en cada “Bette”. Levantó la que estaba encima y miró rara a Tina.
“Es la Porter enojada.” Tina explicó, señalando en la cara que fruncía el ceño en la galleta. “En memoria de nuestro primer encuentro.” Agregó con una sonrisa boba mientras Bette reía al lado de ella.
“Pensé siempre que me veía atractiva cuando estaba enojada.” Bette bromeó mientras movía un dedo a través de los ojos rojos de la galleta de Bette. La galleta enojada tenía una expresión asustadiza en su cara, incluso le dibujó cuernos en su frente con un poco de escarcha roja.
“La que sigue.” Tina indicó la galleta siguiente cuando Bette cautelosamente colocó la primera nuevamente adentro.
“¿Qué tenemos aquí?” Bette rió mientras sacaba una galleta que tenía su cara contorsionada de dolor.
“Es solo-consigues-gancho-en--el-estómago-Bette.” Tina rió mientras Bette sacudía su cabeza divertida. “Que es cómo te veías cuando caíste al pavimento.” Tina meneó sus cejas hacia arriba y hacia abajo mientras Bette comenzó a protestar. Bromearon hacia adelante y hacia atrás por algunos minutos más antes de que Bette finalmente se aplacara y conviniera con la descripción de Tina de ella cuando la rubia la derribó literalmente a sus rodillas.
“Espera, dejame adivinar cuál es ésta.” Bette surcó su frente en la concentración mientras examinaba la tercera galleta en su mano. “. u . ¿La-perra-consigue- una.cachetada- Bette?” Preguntó tentativa mientras miraba a Tina al lado de ella. La galleta tenía una marca roja en su cara con la forma de una mano.
“Muy bueno.” Tina cabeceó lentamente. Frunció el ceño levemente en la expresión seria repentina que se lavó sobre las facciones de la morena. “¿Qué?” Preguntó preocupada.
“Merecía realmente eso, sabes.” Bette susurró amargamente mientras miraba tristemente a Tina. La palmada era una pequeña cosa comparada con la tortura que le despachó a la rubia.
“Sí.” Tina convino. “Solamente que ahora está en el pasado.” Encogió los hombros mientras tomaba suavemente la galleta de Bette y la colocaba dentro de la caja. “No te claves demasiado en ella.” Sonrió mientras sacaba otra galleta desde adentro. “¿Puedes adivinar cuál es ésta?” Levantó una ceja mientras Bette estudiaba la galleta de cerca.
La morena rió calurosamente algunos segundos más adelante. “Es la Porter crédula.” Hizo muecas, los ojos estaban a diferentes lados en la galleta. “Conocida de otra manera como Porter rueda-su-ojos.” Compartieron una risa.
“¿Cuál es ésta?” Bette preguntó mientras levantaba una galleta con sus ojos cerrados y la formación de hielo azul que se asemejaba a la baba que salía de su boca abierta.
“Porter durmiendo enferma dentro del elevador.” Tina explicó con una risa. Recordaba acunar la cabeza de la morena en su regazo por algunas horas mientras dormía. Ella vio a una diferente Bette Porter esa noche.
“Oh .” Bette dio vuelta a rojo en la verguenza. “¿Babee?” Preguntó a Tina avergonzada.
“Yep.” Tina mintió. Bette se encogió visiblemente en su asiento avergonzada. Realmente no, Tina pensó, Porter era una de esas gentes raras que no roncaban ni babeaban cuando estaba dormida. Nadie puede ser tan afortunado, rodó sus ojos internamente, ella debía tener la mala respiración de la mañana o la cabeza fea de la cama para compensar su carencia de malos rasgos al dormir.
“Mierda.” Bette maldijo bajo su respiración mientras colocaba la galleta dentro de la caja. Ella sonrió aliviada cuando sacó una galleta Porter de mirada feliz después. “¿Cuando fue esto?” Frunció sus labios, atormentando a su cerebro por un recuerdo en que ella fuera tan delirantemente feliz como su imagen en la galleta.
“Ninguna ocasión en particular.” Tina encogió los hombros mientras miraba la galleta en la mano de Bette. “Apenas todas las veces numerosas en que has tenido esa mueca torpe y grande.” Agregó con una pequeña sonrisa. La que está reservada aparentemente solo para mí, murmuró dentro de su cabeza.
“¿Pensé que nunca prestabas la atención a mi cara?” Bette levantó una ceja y sonrió. Había cogido a la rubia allí, hizo muecas de oído a oído mientras Tina se ruborizaba.
En los siguientes minutos, rieron y recordaron el pasado sobre ciertos acontecimientos que sucedieron durante las últimas pocas semanas cuando miraban a través de las galletas restantes Porter. Estaba la Bette celosa (con los ojos verdes), la Bette perv (con los ojos formados como boobs), la Bette adolorida cuando bailaba (con la letra X como ojos), la Bette amo el pequeño gatito (con las barbas cerca de la nariz), Bette tartamuda disculpandose (con los círculos de “ruborización” rojos en las mejillas), Bette reina del drama (con la escarcha fluyendo abajo de su cara), y por último, la Bette perdidamente enamorada (con los ojos en forma de corazón).
“Probaré esta ¿bien?” Bette levantó la galleta de Bette enamorada a sus labios y le dió una mordida antes de que Tina pudiera pararla.
Tina retrocedió, observando la expresión en blanco en la cara de la morena mientras masticaba en el pedazo de galleta dentro de su boca. Olvidó advertirle a la heredera sobre el potencial peligro para la salud que sus galletas planteaban. Después de algunos minutos de agonia para ambas, Tina soltó una respiración mientras miraba como tragaba difícilmente Bette. “¿Cómo era?” Preguntó temerosa.
“Pienso que lo tienes todo mal.” Bette se lamió los labios mientras miraba en una Tina de mirada confusa.
“¿Qué?”
“Las galletas me representan, ¿correcto?” Bette preguntó. Viendo a Tina cabecear, ella continuó. “Era dulce en el exterior pero muerta y amarga estupendamente en el interior.” Explicó lentamente mientras miraba a Tina. “Que es por lo que pienso que lo tienes todo revuelto.” Sonrió y encogió los hombros. “Porque pienso que soy amarga y mala en el exterior pero dulce como el infierno en el interior.” Emitió mientras Tina reía al lado de ella.
El silencio aterrizó entre las dos por un minuto mientras los sonidos suaves del piano de la canción siguiente se repetían abajo en la radio. Tina comenzó a ponerse nerviosa cuando vió a Bette colocar cautelosa la última galleta en la caja. No pasaría mucho antes de que notara la galleta diferente en el manojo.
“Hey. ¿cuál es ésta?” Bette surcó su frente mientras notaba algo rojo en la parte inferior de la caja. “¿Otra galleta Porter?” Ella rió mientras pegaba la mano adentro y pescaba la galleta oculta.
There's something in your eyes
Makes me wanna lose myself,
Makes me wanna lose myself in your heart..
“¿Me estás diciendo que coma mi corazón Kennard?” Bette miró a Tina un momento y sonrió ampliamente mientras agitaba la galleta en forma de corazón delante de su cara.
Tina sacudió su cabeza suavemente al lado y encontró la mirada de la morena, sus ojos brillaban por las lágrimas. “No es tu corazón.”
There's something in your voice
That makes my heart beat fast
Hope this feeling lasts
For the rest of my life..
“¿Cual es?” Bette murmuró cuando su propio corazón comenzó a latir furioso dentro de su pecho.
“Es el mío.” Tina admitió con una sonrisa cuando las lágrimas cayeron.
If you knew how lonely
My life has been
And how long I've been so alone
And if you knew how I wanted someone to come along
And change my life they way you've done..
“Feliz cumpleaños Porter.” Tina se inclinó más cerca a la morena y puso un beso suave en la mejilla de Bette. Exactamente en el punto donde había asaltado a la morena un par de veces esa noche.
Bette levantó su mano y ahueco suavemente lacara de Tina mientras limpiaba las lágrimas que fluían abajo con su pulgar. “Es lo que pienso que es.” Su voz quebrada con la emoción. Tina cabeceó en respuesta y sonrió. Bette inhaló profundamente cuando sus propios ojos relucían con las lágrimas que amenazaban caer en su cara.
Well if you knew how much this moment means to me
And how long I've waited for your touch
And if you knew how happy you are making me
I never thought I'd anyone so much..
“Estoy tan alegre.” Bette sonrió mientras sus manos temblaban. Estoy tan alegre de haber esperado, tan alegre de ser paciente, tan alegre de que ahora estoy aquí, contigo. “No sabes cuánto significa esto para mí.” Susurró mientras miraba la galleta en su mano.
“Mi corazón está en tus manos.” Tina rió silenciosamente mientras seguía la mirada de Bette. “¿Que vas a hacer con el?” Sonrió mientras inclinaba su cabeza al lado.
“Puedes confiar en que no voy a comerlo.” Bette sonrió mientras Tina reía al lado de ella. “Sin embargo, voy a cuidarlo. Preservarlo, o refrigerarlo si eso es lo que se necesita para mantenerlo seguro.” Rió junto con la rubia. Después de un momento, dio vuelta a seria de nuevo y acarició la cara de Tina con su mano. “Puedo prometerte sin embargo, que esta galleta nunca, nunca de hará migaja en mis manos.” Dijo suavemente. “No la romperé, tienes mi palabra.” Una lágrima solitaria se escapó de su ojo mientras se inclinaba adelante y presionaba los labios anhelantes de Tina. El beso no era frenético, no era una batalla de labios y de lengüas. Para dos personas que habían estando esperando y bailando alrededor de sus emociones en los últimos días, este beso no era apresurado o impaciente. Era suave, cariñoso, lleno de promesas tácitas, del amor dado y del amor recibido. Los labios coincidieron en un abrazo apasionado mientras el alivio , la ansiedad, el entusiasmo y el miedo corrían entre sus cuerpos. Y con movimientos lentos y deliberados, exploraron las bocas de cada una con sus lengüas y sus cuerpos con sus manos. Esto continuó por lo qué parecía como un curso de la vida para las dos muchachas que se separaron solamente cuando se presentó la necesidad del aire.
It feels like home to me (It feels like home to me)
It feels like I'm all the way back where I come from
It feels like home to me (It feels like home to me)
It feels like I'm all the way back where I belong..
“Hey Porter.”
“¿Sí?”
“Estoy algunas horas atrasada pero.”
“¿Pero qué?”
“Te amo también.”
Canción: Se siente como el hogar de Chantal Kreviazuk
“Lo siento.”
“No no lo haces.”
“Sí. Sí, realmente.”
“No parecías sentirlo tanto cuando esas mujeres te tocaban y besaban.”
“U . no en el exterior. Pero en el interior, definitivamente me sentía mal.”
“…”
“Vamos. Tenía que mostrar un frente feliz para la audiencia. Era TAN duro.”
“Porter sí ya me imagino.”
“¡Lo era realmente! Era una tortura. Moría una muerte lenta y dolorosa allá.”
“Sí, todos vimos cuánto estabas en dolor con la mueca que partía tu cara.”
“Mi sonrisa falsa no era tan grande.”
“…”
“Okaaay, era quizá un poquitito excesiva. Pero palidecía con respecto a la manera en que sonrío cuando estoy contigo, ¿correcto?”
“No sé. Nunca presto cualquier atención a tu cara.”
“¿Realmente?”
“Yep.”
“¿Y qué haces siempre que te sorprendo mirándome fijamente?”
“¡No lo hago!”
“¡Lo haces también!”
“Te estás imaginando cosas Porter!”
“Kennard.”
“¡¿Qué?!”
“Mira mi cara.”
“¿Huh?”
“¿Ves esto?”
“¿Qué sobre eso?”
“¿Ves cómo mi sonrisa llega hasta mis ojos?”
“Sí, ¿y qué?”
“Parece que ha habido muchas de éstas en estas últimas semanas. No pienso que haya sonreído tanto en toda mi vida.”
“Bueno por ti entonces.”
“Que es por lo que te estoy culpando.”
“¿Por qué?”
“Si desarrollo las patas de gallo cerca de mis ojos cuando sea más vieja, es debido a todas la sonrisas que me haces hacer.”
“¿Realmente ahora?”
“Yep.”
“¿Hey Porter?”
“¿Sí?”
“Cuando seamos más viejas y se forme una línea profunda en mi frente, será debido a toda la tensión que me despachas.”
“Touché. Hey.”
“¿Qué?”
“Espera un minuto.”
“¿H ?”
“¿Nos ves juntas cuando seamos más viejas?”
“¡No dije eso! Dije--”
Beso.
“No tienes que ser tímida. Nos veo juntas también.”
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Los jardines que rodeaban las tres pérgolas estaban casi desprovistos de personas, incluso la gente de seguridad que vagaba alrededor discretamente desapareció uno por uno en la pérgola principal. El concierto entraba en fuerza completa, cautivando a los invitados y al equipo que molían alrededor. Las únicas que tomaban el aire frío de la noche y que socializaban afuera en los jardines eran las mujeres matronales agrupadas porque sus maridos mantenían su atención sobre las ejecutantes jovenes y atractivos. Las personas estaban tan cautivadas en el interior que no pudieron notar que la estrella de la noche faltaba a la acción junto con su hermosa cita rubia y relativamente desconocida.
“Allá.” Más allá del puente de madera y hacia una pequeña vertiente cerca de la laguna, Bette llevaba a Tina de la mano mientras caminaban a través del camino empedrado y pararon delante de un carro de golf estacionado.
“¿A donde vamos?” Tina preguntó mientras la morena la ayudaba a acomodarse en el asiento del pasajero.
Bette dio una vuelta y se acomodó delante del volante. “Es una sorpresa.” Sonrió misteriosa, abriendo la guantera y tomando las llaves de adentro.
“¿Otra sorpresa?” Tina levantó una ceja mientras sostenía firmemente la pequeña caja en su regazo. Esta noche estaba llena de sorpresas, agradables y de otra manera. “¿Porqué soy la persona que está siempre en el lado receptor de sorpresas esta noche?” Sacudió su cabeza divertida. La muchacha del cumpleaños encogió los hombros y encendió juguetonamente el carro.
“Agárrate fuerte, ¿muy bien?” Bette echó un vistazo en Tina antes de que sacara el carro del punto en donde estaba estacionado y condujera encima de una cuesta algo escarpada. Rió silenciosamente cuando la rubia siguió su consejo y se aferró a una pequeña manija en el borde de su asiento para cuidar su apreciada vida. “No te preocupes.” Sonrió y procedió a agarrar la mano fría y húmeda de su cita y a entrelazarla con la propia, todo el rato dirigiendo con experiencia el pequeño vehículo con su otra mano.
“¿Es esto seguro?” Tina agarró la mano de Bette firmemente cuando el carro finalmente alcanzó la cima de la pequeña colina. “¿No deberías conducir con dos manos?” Tragó nerviosa, mirando la trayectoria en declive que sentía peligrosa. Las imágenes del pequeño auto resbalando y las dos rodando por la colina alertaban a su mente paranoica. Oh hombre, tragó saliva, será como Jack y Jill. solamente que esta vez son dos Jills y ambas gay, su mente bromeó en medio de su miedo.
“No te preocupes.” Bette exprimió la mano de Tina cuando vio la cara pálida de la rubia bajo la iluminación suave de la luna. “He conducido a través de este camino un millón de veces antes.” Destelló una sonrisa tranquilizante. Se aferró a la mirada asustada de la rubia por algunos momentos antes de que groseramente Tina le diera una cachetada de nuevo para que observara bien por dónde conducía. “¡Owww!” Bette gritó en el dolor, soltando la mano de la rubia y frotando su masacrada mejilla. Estaba segura como el infierno que despertaría con una cara contusionada mañana por la mañana. Si esta noche estaba llena de sorpresas para la rubia, estaba llena por completo de dolor para ella y la rubia había abusado ya de su mejilla.“Lo siento.” Tina se disculpó avergonzada mientras tomaba la mano de la morena de nuevo y se sostuvo en ella con ambas manos. Ella había reaccionado por instinto allí debido a sus nervios. Bette la miró brevemente y suspiró, actuando mucho como una persona que tenía sus sentimientos - y la cara - lastimada. Tina lanzó un suspiro de alivio tan pronto como pasaran la colina y viajaran en suelo plano de nuevo. El resto del paseo continuó en silencio incómodo hasta que la rubia no pudo soportarlo más. Tiró suavemente de la mano de la hosca morena para llamar su atención.
“Lo siento realmente.” Tina susurró suavemente, disculpándose una vez más a una Bette que se enfurruñaba. “No haré eso otra vez.” Mordió su labio más bajo mientras miraba a la muchacha al lado de ella. Vio una ceja el levantarse incrédula por respuesta. “Está bien, INTENTARÉ no hacer eso otra vez.” Admitió encogiendo sus hombros levemente. Después de algunos segundos reservados, Bette finalmente suspiró en derrota. Tanto como lo intentara, ella no podía permanecer enojada con Tina durante mucho tiempo.
“Tienes realmente mucho que componer .” Dijo Bette reservada pues mantenía sus ojos en el camino que recorrían. Deseaba gravemente robar un vistazo en la rubia pero evitó acceder a sus caprichos. El miedo era realmente una herramienta poderosa. Y no había nadie a la que temiera - y amara – tanto como a la persona que acariciaba el dorso de su mano ahora. Oh dios, suprimió un quejido que amenazaba con derramarse de sus labios. Concéntrate Porter, respiro adentro y fuera. Por ahora, debía centrarse en llevarlas a su destino con seguridad y en tiempo récord. Esperanzadamente, ya se divertiría con Kennard más adelante.
"Componer? Tina sonrió para si. “Me prepongo hacer eso.” Masculló suavemente. Sí, ella miró anhelante de nuevo el regalo en su regazo, creo que haré eso. Exprimió la mano de Bette y se inclinó detrás contra su asiento a medida que continuaron su recorrido, esta vez en silencio cómodo.
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“¿A donde coños me llevas Porter?”
“Paciencia Kennard. Estamos casi allí.”
“¿Porqué el secreto y la venda en los ojos?”
“¡Te dije que, esta cosa es una sorpresa!”
“No me estás llevando a una cabaña pequeña, aislada para aprovecharte de mí, ¿no es así?”
“¡No! A menos que tu quieras sin embargo. Pero rayos, ¿porqué incluso piensas de esa manera?”
“Porque eres el tipo de persona cuyo cerebro se mantiene hasta el final dentro de su entrepierna.”
“Es verdad.”
“¿Ves?”
“Solamente que soy también el tipo de persona que escucha atentamente su corazón y lo sigue con abandono.”
“No puedo discutir con eso.”
“Seguro, en comparación con alguien que mantiene su corazón y sensaciones íntimas trabados dentro de su culo apretado.”
“¿Qué?”
“¡Nada!”
“¡Juro que te oí mascullar algo en voz muy baja Porter!”
“Acabo de decir que ya llegamos. Mira, cuando me oigas gritar, puedes quitarte la venda. ¿De acuerdo?”
“Muy bien.”
“Bueno.”
“…”
“¡Hey!”
“¿Qué?”
“¡Nada de mirar a escondidas!”
“Tch. ¡Muy bien!”
..................
“¡De acuerdo! ¡Quitatela!”
Tina quitó la bufanda de seda que cubría sus ojos y parpadeó algunas veces. Le tardó algunos segundos finalmente admitir la vista ante ella. Allí, con sus brazos separados hacia fuera y una sonrisa enorme adornando sus facciones, estaba Bette de pie mirando la impresionante rueda de Ferris detrás de ella. “Oh mi dios.” Las palabras salieron de sus labios antes de que incluso pudiera pensarlas.
“¿Bonita, heh?” Bette sonrió y fué de nuevo a Tina. Ella había ordenado que la rueda fuera armada en la esquina más lejana de la propiedad, esa era la razón del tiempo semi-largo de recorrido. No se podía ver desde la mansión puesto que este lugar estaba oculto de la vista por una colina y un par de árboles. Era el punto perfecto para ocultarla de su padre. “Me prometiste un paseo en nuestra primera cita. Pero sabemos cómo terminó ese día.” Compartieron sonrisas al recordar su cita desastrosa. La única cosa que habían terminado montando era un elevador descompuesto, y ese paseo duró toda la noche. “Y parece que no hemos podido encontrar espacio para otra cita en Santa Mónica así que.” Dijo suavemente mientras echaba un vistazo en la rueda color roja.
“¿...acabaste por traernos la cita?” Tina acabó con una expresión divertida en su cara.
“Exacto.” Bette emitió. “Entonces.” Despejó su garganta y sopló su pecho hacia fuera. “¿Srta. Kennard, me haría el gran honor de acompañarme en mi primer paseo en una rueda de Ferris?” Amplió su mano y sonrió brillantemente en la rubia.
Tina emparejó la postura de Bette y sonrió. “Lo amaría, Srta. Porter.” Rió mientras tomaba la mano ofrecida de Bette y caminó con la morena hacia el paseo.
“Espera aquí.” Bette dio instrucciones mientras dejaba a Tina al lado de uno de los coches. Fué hacia el panel de control principal y presionó algunos botones. Tina aprovechó la oportunidad para estudiar cuidadosamente la máquina. Era una de esas ruedas de Ferris clásicas, del tipo que verías normalmente en ferias ambulantes. La única diferencia era que el aparato delante de ella parecía más seguro que las masas asustadizas de metal que montaba cuando era niña. Sin embargo no era tan grande como la que estaba en Santa Mónica, esta cosa era apenas una rueda de Ferris de tamaño mediano, no era realmente tan alta. Observó el cierre del coche y lo osciló suavemente hacia adelante y hacia atrás. Parece bastante robusto, suspiró más tranquila. “¿Donde conseguiste esto?” Preguntó a Bette tan pronto como la morena volviera a ella llevando una radio portátil y una manta.
“James me demostró algunos modelos en venta.” Bette se dobló abajo y colocó la radio en la cubierta de madera y dio vuelta al dial a la estación que le gustaba. Se levantó cuando la música se escuchaba suave, atravesando fácilmente los altavoces. “No me gustó ninguno de esos nuevos modelos chillones y llamativos en el mercado así que elegí uno antiguo.” Sonrió mientras colocaba la manta en el asiento. “De todos modos, me gusta restaurar las cosas viejas.” Encogió los hombros y se colocó delante de Tina.
“Así pues, esta cosa es realmente un viejo modelo.” Tina frunció sus labios mientras apreciaba el trabajo excelentemente hecho en la máquina anticuada. “Es realmente agradable.” Sonrió cuando levantó levemente su falda y tomó un asiento, colocando el regalo en su regazo. “¿Es segura esta cosa?” Preguntó dudosa a la morena. Parecía bastante sólida, pero quería cerciorarse.
“Yep.” Bette sonrió picaramente. “Tenía a alguien probandola esta mañana.” Apenas contuvo la risa cuando las memorias del llanto escandaloso de una Alicia histérica inundaron su mente.
“Detecto una historia allí.” Tina entrecerró sus ojos y sonrió mientras Bette se sentaba al lado de ella.
“En algún momento te la contaré.” Bette prometió mientras sacaba un pequeño dispositivo que estaba remetido dentro de la manta. Esta máquina podía ser vieja, pero tuvo a los individuos de la construcción instalando algunos chismes modernos en esa cosa.
Tina rió cuando señaló en el adminículo en las manos de Bette. “¿Es un control remoto?” Levantó sus cejas divertida. Finalmente amaneció en ella que estaban solas en ese lugar. No había nadie allí para manejar la máquina desde el panel de control.
Bette movió su cabeza y meneó sus cejas mientras ataba con correa a las dos en el asiento. Presionó un botón en el control y las barras de seguridad bajaron automáticamente y la pequeña puerta de metal de su coche se cerró de golpe. “Apenas en caso de que te marees.” Dio a Tina una pequeño bolsa de debajo del asiento, rogando silenciosamente por no tener que utilizarla esa noche. Presionó otro botón y alcanzó la mano de Tina mientras la rueda comenzaba a dar vuelta y su pequeño coche subía.
“¡¡¡¡¡Weeeeeeeeeeeee!!!!!!” Bette rió nerviosamente como una pequeña niña mientras la máquina comenzaba a coger velocidad. Tina tuvo que sacudir su cabeza y reír un poco ante el entusiasmo y el júbilo no adulterado puro en la cara de la morena. Mientras la muchacha del cumpleaños se mantenía ocupada riendo nerviosamente , Tina aprovechó la oportunidad de admirar la vista de Los Ángeles debajo de ellas. Inhaló profundamente mientras intentaba prepararse para la conversación que sabía que tendría con Bette en algunos momentos. Mordió su labio mientras miraba fijamente las luces en la distancia. Puedo hacer esto, se convencía mientras recorría distraídamente las cintas de su regalo.
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“Whew.” Bette exhaló mientras su coche entró en una parada completa en la cima de la rueda. “¡Que divertido!” Hizo muecas de oído al oído mientras colocaba el control en el asiento.
“Gracias a dios.” Tina sacudió su cabeza y dejó escapar un profundo respiro. Fue una buena cosa que Bette parara la rueda cuando lo hizo. Si el paseo hubiera continuado por algunos minutos más, estaba segura que su cena habría encontrado su camino dentro de la bolsa de papel que agarraba firmemente en sus manos. Cerró los ojos e intentó que su mundo parara de girar.
“¿Estás bien?”
Tina abrió los ojos y vio un par de orbes marrones que la miraban preocupados.
“Lo siento, no debi dejarme llevar.” Bette tragó difícilmente mientras cepillaba hacia atrás los cabelloss perdidos en la cara de Tina. Debiste haber sido más sensible Porter, se regañó cuando se percató de la cara pálida de la rubia.
Tina sonrió débil mientras veía la mirada preocupada y asustada grabada fuertemente en las facciones de Bette. “Estaré bien.” Golpeó ligeramente la mano de la morena en un intento por calmar la ansiedad que sabía burbujeaba dentro de la muchacha.
“¿Estás segura? Podríamos bajar ahora y puedo llevarte de nuevo a la mansión a descansar.” Bette dio vuelta a su cuerpo y agarró el control una vez más. Antes de que pudiera presionar el botón que derribaría su coche, sintió una mano apacible detenerla.
“No.” Tina sacudió su cabeza al lado y colocó el control entre ellas en el asiento. “Quiero permanecer aquí.” Sonrió. La joven heredera continuó mirándola aprensiva. “Quiero que abras mi regalo.” Susurró mientras levantaba lentamente la caja y la colocaba en el regazo de Bette.
“¿Estás segura?” Bette preguntó una vez más. Viendo a Tina mover su cabeza y observando el color que comenzaba a volver a la cara de la rubia, comenzó a calmarse considerablemente. Tina se acomodó en su asiento mientras Bette deshacía lentamente la cinta encima de la caja. Mordió su labio en la anticipación y sus manos temblaron mientras intentaba quitar el papel de regalo cuidadosamente.
“Sabes que puedes romperlo.” Tina precisó, mirando a Bette arrugar su frente en la concentración.
“No.” Bette sacudió su cabeza al lado después de quitar con éxito las cintas adhesivas de un lado de la caja. No le importaba si la extracción del regalo durara tanto, allí no había ninguna manera en que rasgaría el papel. “Quiero guardarlo.” Explicó cuando echó un vistazo breve en Tina. Esto iría dentro de su caja o algo asi de recuerdos. No tenía uno, pero podía ser que comenzara ahora. Tina sacudió su cabeza y sonrió divertida cuando vió que la morena sacaba la lengua concentrandose en su tarea.
“Allí.” Bette hizo muecas triunfante después de algunos minutos. Dobló el papel del empaque y cautelosamente lo colocó al lado de ella. “Aquí vamos.” Emitió en Tina y tecleó sus dedos encima de la caja. Tina contuvo su respiración y miró nerviosa a Bette, mordiendo su labio más bajo para estabilizarse.
“¡Uno. dos. tres!” Bette contó y quitó rápidamente la tapa de la caja. Su boca cayó inmediatamente mientras sus cejas se estiraban hacia arriba. La rubia, que estudiaba su reacción, comenzó a inquietarse jugando con el dobladillo de su vestido. Bette se quedó sin habla por algunos buenos momentos antes de que saliera de su estupor. “Son éstas.” Señaló al contenido de la caja cuando finalmente encontró su voz.
“Tu.” Tina contestó simplemente mientras movía tímida su cabeza. “Galletas Porter.” Agregó con una sonrisa.
Bette miraba dentro de la caja mientras una sonrisa finalmente se arrastró a sus labios. Rió divertida mientras observaba el arsenal de galletas en forma de Bette adentro. Todas tenían la misma forma, fueron moldeadas como una muchacha con el pelo ondulado. La única diferencia entre cada galleta era la expresión facial en cada “Bette”. Levantó la que estaba encima y miró rara a Tina.
“Es la Porter enojada.” Tina explicó, señalando en la cara que fruncía el ceño en la galleta. “En memoria de nuestro primer encuentro.” Agregó con una sonrisa boba mientras Bette reía al lado de ella.
“Pensé siempre que me veía atractiva cuando estaba enojada.” Bette bromeó mientras movía un dedo a través de los ojos rojos de la galleta de Bette. La galleta enojada tenía una expresión asustadiza en su cara, incluso le dibujó cuernos en su frente con un poco de escarcha roja.
“La que sigue.” Tina indicó la galleta siguiente cuando Bette cautelosamente colocó la primera nuevamente adentro.
“¿Qué tenemos aquí?” Bette rió mientras sacaba una galleta que tenía su cara contorsionada de dolor.
“Es solo-consigues-gancho-en--el-estómago-Bette.” Tina rió mientras Bette sacudía su cabeza divertida. “Que es cómo te veías cuando caíste al pavimento.” Tina meneó sus cejas hacia arriba y hacia abajo mientras Bette comenzó a protestar. Bromearon hacia adelante y hacia atrás por algunos minutos más antes de que Bette finalmente se aplacara y conviniera con la descripción de Tina de ella cuando la rubia la derribó literalmente a sus rodillas.
“Espera, dejame adivinar cuál es ésta.” Bette surcó su frente en la concentración mientras examinaba la tercera galleta en su mano. “. u . ¿La-perra-consigue- una.cachetada- Bette?” Preguntó tentativa mientras miraba a Tina al lado de ella. La galleta tenía una marca roja en su cara con la forma de una mano.
“Muy bueno.” Tina cabeceó lentamente. Frunció el ceño levemente en la expresión seria repentina que se lavó sobre las facciones de la morena. “¿Qué?” Preguntó preocupada.
“Merecía realmente eso, sabes.” Bette susurró amargamente mientras miraba tristemente a Tina. La palmada era una pequeña cosa comparada con la tortura que le despachó a la rubia.
“Sí.” Tina convino. “Solamente que ahora está en el pasado.” Encogió los hombros mientras tomaba suavemente la galleta de Bette y la colocaba dentro de la caja. “No te claves demasiado en ella.” Sonrió mientras sacaba otra galleta desde adentro. “¿Puedes adivinar cuál es ésta?” Levantó una ceja mientras Bette estudiaba la galleta de cerca.
La morena rió calurosamente algunos segundos más adelante. “Es la Porter crédula.” Hizo muecas, los ojos estaban a diferentes lados en la galleta. “Conocida de otra manera como Porter rueda-su-ojos.” Compartieron una risa.
“¿Cuál es ésta?” Bette preguntó mientras levantaba una galleta con sus ojos cerrados y la formación de hielo azul que se asemejaba a la baba que salía de su boca abierta.
“Porter durmiendo enferma dentro del elevador.” Tina explicó con una risa. Recordaba acunar la cabeza de la morena en su regazo por algunas horas mientras dormía. Ella vio a una diferente Bette Porter esa noche.
“Oh .” Bette dio vuelta a rojo en la verguenza. “¿Babee?” Preguntó a Tina avergonzada.
“Yep.” Tina mintió. Bette se encogió visiblemente en su asiento avergonzada. Realmente no, Tina pensó, Porter era una de esas gentes raras que no roncaban ni babeaban cuando estaba dormida. Nadie puede ser tan afortunado, rodó sus ojos internamente, ella debía tener la mala respiración de la mañana o la cabeza fea de la cama para compensar su carencia de malos rasgos al dormir.
“Mierda.” Bette maldijo bajo su respiración mientras colocaba la galleta dentro de la caja. Ella sonrió aliviada cuando sacó una galleta Porter de mirada feliz después. “¿Cuando fue esto?” Frunció sus labios, atormentando a su cerebro por un recuerdo en que ella fuera tan delirantemente feliz como su imagen en la galleta.
“Ninguna ocasión en particular.” Tina encogió los hombros mientras miraba la galleta en la mano de Bette. “Apenas todas las veces numerosas en que has tenido esa mueca torpe y grande.” Agregó con una pequeña sonrisa. La que está reservada aparentemente solo para mí, murmuró dentro de su cabeza.
“¿Pensé que nunca prestabas la atención a mi cara?” Bette levantó una ceja y sonrió. Había cogido a la rubia allí, hizo muecas de oído a oído mientras Tina se ruborizaba.
En los siguientes minutos, rieron y recordaron el pasado sobre ciertos acontecimientos que sucedieron durante las últimas pocas semanas cuando miraban a través de las galletas restantes Porter. Estaba la Bette celosa (con los ojos verdes), la Bette perv (con los ojos formados como boobs), la Bette adolorida cuando bailaba (con la letra X como ojos), la Bette amo el pequeño gatito (con las barbas cerca de la nariz), Bette tartamuda disculpandose (con los círculos de “ruborización” rojos en las mejillas), Bette reina del drama (con la escarcha fluyendo abajo de su cara), y por último, la Bette perdidamente enamorada (con los ojos en forma de corazón).
“Probaré esta ¿bien?” Bette levantó la galleta de Bette enamorada a sus labios y le dió una mordida antes de que Tina pudiera pararla.
Tina retrocedió, observando la expresión en blanco en la cara de la morena mientras masticaba en el pedazo de galleta dentro de su boca. Olvidó advertirle a la heredera sobre el potencial peligro para la salud que sus galletas planteaban. Después de algunos minutos de agonia para ambas, Tina soltó una respiración mientras miraba como tragaba difícilmente Bette. “¿Cómo era?” Preguntó temerosa.
“Pienso que lo tienes todo mal.” Bette se lamió los labios mientras miraba en una Tina de mirada confusa.
“¿Qué?”
“Las galletas me representan, ¿correcto?” Bette preguntó. Viendo a Tina cabecear, ella continuó. “Era dulce en el exterior pero muerta y amarga estupendamente en el interior.” Explicó lentamente mientras miraba a Tina. “Que es por lo que pienso que lo tienes todo revuelto.” Sonrió y encogió los hombros. “Porque pienso que soy amarga y mala en el exterior pero dulce como el infierno en el interior.” Emitió mientras Tina reía al lado de ella.
El silencio aterrizó entre las dos por un minuto mientras los sonidos suaves del piano de la canción siguiente se repetían abajo en la radio. Tina comenzó a ponerse nerviosa cuando vió a Bette colocar cautelosa la última galleta en la caja. No pasaría mucho antes de que notara la galleta diferente en el manojo.
“Hey. ¿cuál es ésta?” Bette surcó su frente mientras notaba algo rojo en la parte inferior de la caja. “¿Otra galleta Porter?” Ella rió mientras pegaba la mano adentro y pescaba la galleta oculta.
There's something in your eyes
Makes me wanna lose myself,
Makes me wanna lose myself in your heart..
“¿Me estás diciendo que coma mi corazón Kennard?” Bette miró a Tina un momento y sonrió ampliamente mientras agitaba la galleta en forma de corazón delante de su cara.
Tina sacudió su cabeza suavemente al lado y encontró la mirada de la morena, sus ojos brillaban por las lágrimas. “No es tu corazón.”
There's something in your voice
That makes my heart beat fast
Hope this feeling lasts
For the rest of my life..
“¿Cual es?” Bette murmuró cuando su propio corazón comenzó a latir furioso dentro de su pecho.
“Es el mío.” Tina admitió con una sonrisa cuando las lágrimas cayeron.
If you knew how lonely
My life has been
And how long I've been so alone
And if you knew how I wanted someone to come along
And change my life they way you've done..
“Feliz cumpleaños Porter.” Tina se inclinó más cerca a la morena y puso un beso suave en la mejilla de Bette. Exactamente en el punto donde había asaltado a la morena un par de veces esa noche.
Bette levantó su mano y ahueco suavemente lacara de Tina mientras limpiaba las lágrimas que fluían abajo con su pulgar. “Es lo que pienso que es.” Su voz quebrada con la emoción. Tina cabeceó en respuesta y sonrió. Bette inhaló profundamente cuando sus propios ojos relucían con las lágrimas que amenazaban caer en su cara.
Well if you knew how much this moment means to me
And how long I've waited for your touch
And if you knew how happy you are making me
I never thought I'd anyone so much..
“Estoy tan alegre.” Bette sonrió mientras sus manos temblaban. Estoy tan alegre de haber esperado, tan alegre de ser paciente, tan alegre de que ahora estoy aquí, contigo. “No sabes cuánto significa esto para mí.” Susurró mientras miraba la galleta en su mano.
“Mi corazón está en tus manos.” Tina rió silenciosamente mientras seguía la mirada de Bette. “¿Que vas a hacer con el?” Sonrió mientras inclinaba su cabeza al lado.
“Puedes confiar en que no voy a comerlo.” Bette sonrió mientras Tina reía al lado de ella. “Sin embargo, voy a cuidarlo. Preservarlo, o refrigerarlo si eso es lo que se necesita para mantenerlo seguro.” Rió junto con la rubia. Después de un momento, dio vuelta a seria de nuevo y acarició la cara de Tina con su mano. “Puedo prometerte sin embargo, que esta galleta nunca, nunca de hará migaja en mis manos.” Dijo suavemente. “No la romperé, tienes mi palabra.” Una lágrima solitaria se escapó de su ojo mientras se inclinaba adelante y presionaba los labios anhelantes de Tina. El beso no era frenético, no era una batalla de labios y de lengüas. Para dos personas que habían estando esperando y bailando alrededor de sus emociones en los últimos días, este beso no era apresurado o impaciente. Era suave, cariñoso, lleno de promesas tácitas, del amor dado y del amor recibido. Los labios coincidieron en un abrazo apasionado mientras el alivio , la ansiedad, el entusiasmo y el miedo corrían entre sus cuerpos. Y con movimientos lentos y deliberados, exploraron las bocas de cada una con sus lengüas y sus cuerpos con sus manos. Esto continuó por lo qué parecía como un curso de la vida para las dos muchachas que se separaron solamente cuando se presentó la necesidad del aire.
It feels like home to me (It feels like home to me)
It feels like I'm all the way back where I come from
It feels like home to me (It feels like home to me)
It feels like I'm all the way back where I belong..
“Hey Porter.”
“¿Sí?”
“Estoy algunas horas atrasada pero.”
“¿Pero qué?”
“Te amo también.”
Canción: Se siente como el hogar de Chantal Kreviazuk
anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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Re: [Terminado] Sólo esa chica
TREINTA Y MEDIO: Cállate y bésame
“Kennard.”
Beso.
“¿Hmm?”
Beso.
“Esas chicas- beso – si que – beso - tan mal.”
Beso.
“¿Hmm?”
Beso.
“No creo que – beso - tan calientes - beso - como mi novia.”
Beso.
“Uh-huh.”
Beso.
“Yep.”
Beso.
“¡E-espera un minuto!”
“¡Ow! ¿Porqué me empujas lejos?”
“Estás diciendo que no soy caliente?”
“No. Estoy diciendo que ellas no son tan calientes como tu.”
“¿Realmente?”
“Lo juro. Ahora sigamos en lo que estabamos”
Beso.
“¡Q-espera!”
“¿Qué?”
“Dijiste “mi novia”.”
“Sí. ¿Y?”
“Yo. Quiero decir. Eres tu. uh. somos.”
“Kennard. Eres mi novia. Soy tu novia. Somos pareja. ¿Correcto?”
“Uh. ¿cuando decidimos esto?”
“Te pregunté seriamente antes de que comenzáramos nuestra cuarta sesión de besos. ¿No recuerdas?”
“¿Realmente? Um. Parece que no lo puedo recordar.”
“Dejame refrescarte la memoria. Hace treinta minutos, te pregunté que si ahora éramos pareja y tu dijiste, y cotizo, “uhhhhhhh”. y me seguiste besando más.”
“Umm. Pienso que acababas de oírme gemir.”
“…”
“¿Porter?”
“Y me acusas de ser caliente. Estabas tan entretenida que no entendiste una pregunta importante que te hacía.”
“¡No soy caliente! Uhh Yo, me perdí en el beso por un momento. ¿Es eso malo?”
“No, no realmente. Es un aumentador de presión del ego, realmente.”
“Grande. Como si tu ego gigantesco necesitara un alza.”
“Ahem.”
“¿Qué?”
“¿Ahora tengo tu atención sin repartir?”
“Sí. ¿Porqué?”
“Bueno. Hagamos esto otra vez ¿te parece?”
“¿Hacer que?”
“Tina Kennard.”
“¿Sí?”
“¿Me darías el honor de ser tu novia? Espera, no contestes todavía.”
“…”
“Aquí están algunas pautas. Numero uno, refrenate por favor de gemir tu respuesta. Número dos, elige por favor de las contestaciones siguientes: sí, muy bien, sí, yep, uh-huh, infierno sí y joder sí. Y el número tres, cualquier respuesta con la palabras: No, nope, joder no, diablos no y cualquier cosa similar a esas palabras negativas será considerada como un “sí” como respuesta. ¿Queda claro?”
Cabeceo.
“Grande. Así pues, ¿cuál es tu respuesta?”
Cabeceo. Cabeceo.
“Dilo Kennard. Necesito oírlo.”
“Bien. SÍ Porter. ¿Ahora estás feliz?”
“Extasiada.”
“Grande. Ahora callate y ven aquí.”
“Okay.”
Beso.
“Caliente.”
Beso.
“¿Tienes alguna queja Porter?”
Beso.
“Nope. Ninguna.”
---------------------------------------------------------
“¿Cuánto tiempo van a estar aspirandose la cara?”
“¿Quién lo sabe Alicia? ¿Podemos ahora volver? Parece que no van a parar en cualquier momento pronto.”
“Cinco minutos más Shaney.”
“Que es lo que dijiste hace cinco minutos.”
“¡Ssshhh! Solo estoy preocupada.”
“¿Preocupada?”
“Se han estado besando por algunas horas ya.”
“¿Y?”
“Deben estar deshidratadas ahora.”
“Maldición. Estoy segura que no tendrán ningun problema. Y yo, por otra parte, estoy sedienta y de humor para un martini.”
“Entonces puedes irte.”
“No puedo dejarte aquí. Está demasiado lejos para caminar de regreso sin un carro.”
“Oh sí, tienes razón. Está bien, solo algunos minutos más, seguramente - ¡¡¡woah!!!”
“¡Mierda santa!”
“¡Sabía que Kennard era salvaje!”
“Wow. ¿Cómo puede ser capaz de hacer eso con el cinturón de seguridad puesto y la barra de seguridad que las restringe?”
“Sabes lo que dicen, cuando hay una voluntad, hay una manera.”
“Maldición caliente.”
“Sé.”
“¡Ooooooo. Agradable movimiento Bette!”
“¿Quién sabía que Porter era tan flexible?”
“Y tan creativa.”
“Estoy tan orgullosa.”
“Yo igual. Nuestra Bette es toda una Ti - mierda!”
“Puta madre.”
“Bien Kennard. Asi es como se da una mordida de amor.”
-----------------------------------------------
“Porter.”
Beso.
“Hmm.”
Beso.
“Siento que nos están mirando.”
Beso.
“Lo siento también. Pienso que sé quién.”
Beso.
“¿Si paramos?”
Beso.
“¿Tu quieres?”
Beso.
“Nope.”
Beso.
“Grande. No te preocupes, trataré esto mañana.”
Beso.
“¿Piensas que están disfrutando de la demostración?”
Beso.
“Probablemente. Al menos yo si.”
Beso.
“Yo igual.”
“Kennard.”
Beso.
“¿Hmm?”
Beso.
“Esas chicas- beso – si que – beso - tan mal.”
Beso.
“¿Hmm?”
Beso.
“No creo que – beso - tan calientes - beso - como mi novia.”
Beso.
“Uh-huh.”
Beso.
“Yep.”
Beso.
“¡E-espera un minuto!”
“¡Ow! ¿Porqué me empujas lejos?”
“Estás diciendo que no soy caliente?”
“No. Estoy diciendo que ellas no son tan calientes como tu.”
“¿Realmente?”
“Lo juro. Ahora sigamos en lo que estabamos”
Beso.
“¡Q-espera!”
“¿Qué?”
“Dijiste “mi novia”.”
“Sí. ¿Y?”
“Yo. Quiero decir. Eres tu. uh. somos.”
“Kennard. Eres mi novia. Soy tu novia. Somos pareja. ¿Correcto?”
“Uh. ¿cuando decidimos esto?”
“Te pregunté seriamente antes de que comenzáramos nuestra cuarta sesión de besos. ¿No recuerdas?”
“¿Realmente? Um. Parece que no lo puedo recordar.”
“Dejame refrescarte la memoria. Hace treinta minutos, te pregunté que si ahora éramos pareja y tu dijiste, y cotizo, “uhhhhhhh”. y me seguiste besando más.”
“Umm. Pienso que acababas de oírme gemir.”
“…”
“¿Porter?”
“Y me acusas de ser caliente. Estabas tan entretenida que no entendiste una pregunta importante que te hacía.”
“¡No soy caliente! Uhh Yo, me perdí en el beso por un momento. ¿Es eso malo?”
“No, no realmente. Es un aumentador de presión del ego, realmente.”
“Grande. Como si tu ego gigantesco necesitara un alza.”
“Ahem.”
“¿Qué?”
“¿Ahora tengo tu atención sin repartir?”
“Sí. ¿Porqué?”
“Bueno. Hagamos esto otra vez ¿te parece?”
“¿Hacer que?”
“Tina Kennard.”
“¿Sí?”
“¿Me darías el honor de ser tu novia? Espera, no contestes todavía.”
“…”
“Aquí están algunas pautas. Numero uno, refrenate por favor de gemir tu respuesta. Número dos, elige por favor de las contestaciones siguientes: sí, muy bien, sí, yep, uh-huh, infierno sí y joder sí. Y el número tres, cualquier respuesta con la palabras: No, nope, joder no, diablos no y cualquier cosa similar a esas palabras negativas será considerada como un “sí” como respuesta. ¿Queda claro?”
Cabeceo.
“Grande. Así pues, ¿cuál es tu respuesta?”
Cabeceo. Cabeceo.
“Dilo Kennard. Necesito oírlo.”
“Bien. SÍ Porter. ¿Ahora estás feliz?”
“Extasiada.”
“Grande. Ahora callate y ven aquí.”
“Okay.”
Beso.
“Caliente.”
Beso.
“¿Tienes alguna queja Porter?”
Beso.
“Nope. Ninguna.”
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“¿Cuánto tiempo van a estar aspirandose la cara?”
“¿Quién lo sabe Alicia? ¿Podemos ahora volver? Parece que no van a parar en cualquier momento pronto.”
“Cinco minutos más Shaney.”
“Que es lo que dijiste hace cinco minutos.”
“¡Ssshhh! Solo estoy preocupada.”
“¿Preocupada?”
“Se han estado besando por algunas horas ya.”
“¿Y?”
“Deben estar deshidratadas ahora.”
“Maldición. Estoy segura que no tendrán ningun problema. Y yo, por otra parte, estoy sedienta y de humor para un martini.”
“Entonces puedes irte.”
“No puedo dejarte aquí. Está demasiado lejos para caminar de regreso sin un carro.”
“Oh sí, tienes razón. Está bien, solo algunos minutos más, seguramente - ¡¡¡woah!!!”
“¡Mierda santa!”
“¡Sabía que Kennard era salvaje!”
“Wow. ¿Cómo puede ser capaz de hacer eso con el cinturón de seguridad puesto y la barra de seguridad que las restringe?”
“Sabes lo que dicen, cuando hay una voluntad, hay una manera.”
“Maldición caliente.”
“Sé.”
“¡Ooooooo. Agradable movimiento Bette!”
“¿Quién sabía que Porter era tan flexible?”
“Y tan creativa.”
“Estoy tan orgullosa.”
“Yo igual. Nuestra Bette es toda una Ti - mierda!”
“Puta madre.”
“Bien Kennard. Asi es como se da una mordida de amor.”
-----------------------------------------------
“Porter.”
Beso.
“Hmm.”
Beso.
“Siento que nos están mirando.”
Beso.
“Lo siento también. Pienso que sé quién.”
Beso.
“¿Si paramos?”
Beso.
“¿Tu quieres?”
Beso.
“Nope.”
Beso.
“Grande. No te preocupes, trataré esto mañana.”
Beso.
“¿Piensas que están disfrutando de la demostración?”
Beso.
“Probablemente. Al menos yo si.”
Beso.
“Yo igual.”
anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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Fecha de inscripción : 06/03/2008
Re: [Terminado] Sólo esa chica
CAPÍTULO TREINTA Y UNO: La calma antes de la tormenta
Son las diez. Un despertador parlante repitió una y otra vez hasta que el único inquilino del cuarto se revolvió en su cama y lanzó una almohadilla para callar la cosa molesta.
“Mmmmm.” Alicia Pieszecki gimió cuando estiró sus brazos hacia fuera a través de su cama gigante. Frotó sus ojos soñolienta cuando abrió su boca, permitiendo que un bostezo caluroso se escapara de sus labios. Eran las diez de la mañana, así que había estado durmiendo por seis horas. “Hombre.” Gimió, después del esfuerzo físico de ayer por la noche, sabía que seis horas no eran bastantes para que su cuerpo cansado recargara energías. “Oh dios.” Masculló mientras notaba la luz del sol fluir dentro de su dormitorio y asaltar sus ojos. Estaba positivamente segura que las cortinas estaban cerradas cuando se arrastró en cama hace algunas horas. “Mierda.” Maldijo en la irritación mientras parpadeaba sus ojos y los blindaba con sus manos.
Después de algunos minutos más de descansar en cama y de intentar sin éxito volver de nuevo al sueño, decidió levantarse y tomar una ducha. “¡Ow! ¡¡¡Pu- madre!!!” Gritó en dolor tan pronto como intentara incorporarse, su cabeza se cerraba de golpe violentamente de nuevo a la almohadilla. Algo la mantenía ensu lugar. “¿Qué mierdas?” Frunció el ceño cuando trajo las manos a su cabeza, su cuero cabelludo dolía como si alguien acabara de jalar de su pelo fuertemente.
¿Qu-qué mierdas? Sus ojos crecieron tan grandes que tocó su cabeza con sus manos. Alguien había dividido su pelo rubio grueso en cinco filamentos. y cada filamento estaba trenzado y atado firmemente a los pequeños postes que adornaban el marco principal de su cama antigua de hierro. El pelo de Alicia Pieszecki estaba literalmente pegado a su cama. Mierda santa, su mente gritaba horrorizada, había solamente una persona que era capaz de hacer esto. “¡Porter!” Alicia gritó mientras finalmente notó la escritura roja brillante que fue grabada al techo.
Tu empujas, yo jalo, tu pelo.
“¡Alguien meeeeeeeee aayudeeeeee!!!”
Parece que una pequeña rubia no desafiará la paciencia de Bette Porter en cualquier momento pronto.
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“Buenos Di--”
El individuo del servicio de habitación se quedó a mitad de la oración en el Chateau Marmont mientras colocaba la bandeja con el desayuno en la mesa y salió del bungalow número siete.
Shane McCutcheon apenas se percató de la cara del individuo en shock y gruñó mientras mientras se dirigía al desayunador usando una playera blanca simple y un par de bóxers. Sin su tiro de café express de la mañana, no tenía ninguna energía y absolutamente ninguna paciencia para saludar a la persona correctamente. Mareada todavía cerró de golpe la cuenta depositando algunos dólares en la mesa y enviando al hombre fuera con una onda de su mano. Individuo extraño, sacudió su cabeza molesta a medida que el hombre continuaba mirandola fijamente mientras salía de la habitación. No haciendo caso del emparedado en su plato, se zambulló directamente en la bebida negra fuerte dentro de la pequeña taza y suspiró contenta mientras el líquido calentaba su garganta y enviaba escozores agradables por todo su cuerpo cansado.
Dios, era tan bueno, cerró los ojos y se inclinó detrás contra su silla. Comió su desayuno lentamente mientras hojeaba a través del periódico dominical y comprobó los mensajes en su celular. Sacudió su cabeza y suspiró mientras leía los textos s de amor de Nadine. Grande, conseguí otra histérica, se burló mientras se empujaba de la mesa y se levantó de su asiento. Miró el reloj en el microondas mientras pasaba por la cocina y sonrió para si. Tenía todavía dos horas y media antes de que tuviera que encontrarse con Alicia en el planeta. Era bastante tiempo para ducharse, una visita rápida al departamente de Nadine para terminar con la muchacha y un par de sesiones de sexo como despedida. Todo es tan bueno, frotó sus manos emocionada mientras entraba al cuarto de baño.
“¡Jesucristo!” Shane saltó para arriba en la vista que la saludó adentro. Ninguna maravilla que el individuo del servicio de habitación la mirara traumatizado, miró fijamente su reflejo en el espejo e hizo una mueca de dolor. Su pelo normalmente sucio se miraba excepcionalmente diferente esta mañana. Fue dividido en el centro y lo levantaron a los lados de su cabeza con gel de pelo. No sólo eso, su pelo estaba pintado con aerosol en un color rojo brillante. Oh dios, gimió mientras miraba fijamente el lío que era su cara. Alguien había adornado su cara para parecer un payaso, maquillaje blanco, labios rojos escandalosos, nariz de Rudolph y todo. Parezco Bozo, Shane gritó dentro de su cabeza cuando su labio más bajo tembló. Ningún sexo de despedida para mí hoy, lloró ruidosamente.
Una nota grabada en el fregadero llamó su atención, sacudió su cabeza derrotada cuando la leyó. “No estoy jugando con Bette otra vez.” Lloriqueó mientras giraba la llave y lavaba su cara.
Porter estaba en lo correcto
Era una perra para el reembolso.
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“¡Sammy!”
“¡Ooooff!” Una ráfaga de aire fue expelida violentamente de los pulmones de Sam Makavejev cuando un cuerpo cayó de golpe encima de su forma durmiente. “Mffmfdmfff.” Masculló incoherente mientras mantenía sus ojos cerrados y jaló una almohadilla sobre su cabeza. El sueño, su cuerpo dolía por más sueño.
“Sam. Sam. Sam.” Bette Porter cantó ruidosamente mientras empujaba las costillas de su mejor amiga. La muchacha durmiente gimió irritada. “¡DEEEPPIEERRRTAAAA!!!” Bette gritó con la fuerza de sus pulmones cuando montó el cuerpo de Sam a horcajadas, ganando una lluvia de maldiciones sordas de la cabeza oculta debajo de la almohadilla. Bette rió como una niña mientras agarraba poderosamente la almohadilla de las manos de Sam y la lanzaba de la cama. “¡Aha!” Hizo muecas triunfante mientras fijaba a la pobre muchacha al colchón y agarraba su cabeza. “¿Adivina qué?” Levantó sus cejas hacia arriba y hacia abajo mientras su mejor amiga intentaba abrir sus ojos soñolientos.
“¿Qué?” Sam preguntó cautelosa mientras recuperaba los sentidos. Esperaba escuchar de Bette hoy desde que Alicia y Shane le dijeran todo lo que habían atestiguado anoche. Pero no estaba preparada para una visita de madrugada de su mejor amiga emocionada. Hostia, suspiró mientras Bette soltaba sus muñecas y comenzaba a aplaudir sus manos y a columpiarse un poco.
“Mira esto.” Bette dijo en una voz monótona mientras sostenía la galleta Porter-perv cerca de la cara de Sam.
Sam no abrió los ojos, olió esa cosa que tenía Bette en la mano y acabó arrugando su cara. Le gustaba oler los alimentos, hizo muecas, alimento quemado para ser exacto. “Está bien.” Masculló soñolienta mientras golpeaba con fuerza la mano de Bette. Apreciaría lo que le demostraba la morena después de algunas horas más de cerrar-el-ojo.
“¡Incluso no la miraste!” Bette gimoteó en protesta mientras traía la galleta algunas pulgadas cerca de la cara dormida de Sam otra vez. “¡Mira, mira, mira!” Bette pegó en el punto entre los ojos de Sam un par de veces hasta que su mejor amiga sucumbió a sus deseos.
“Bien.” Sam se quejó, y con sus ojos todavía cerrados, agarró la muñeca de Bette y le dio una mordida grande a la galleta. “Arghhh.” Hizo caras tan pronto como sintió el sabor en su paladar.
“¡¡¡Waaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh!!!” Bette gritó horrorizada mientras le daba una cachetada a su mejor amiga. “¡Escúpelo!” Gritó airadamente mientras abría con fuerza la boca de su amiga. “Bette-Perv.” Lloriqueó mientras pescaba la cabeza mitad-mordida de la galleta desde adentro. Agradezco a dios que Sam no la había masticado todavía, suspiró aliviada, por lo menos todavía estaba un poco intacta.
“Oww.” Sam gritó en dolor mientras daba masajes a su mejilla que palpitaba. “¿Qué fue eso?” Se quejó, el sueño fue expulsado de su sistema por la palmada que acababa de recibir.
“¡Partiste mi cara en dos!” Bette reclamó molesta mientras bajaba del cuerpo de Sam y se sentó al lado de ella en la cama. Vio la mirada confusa en la cara de su mejor amiga y le demostró la galleta desfigurada Porter. “¿Ves?”
“Whoops.” Sam encogió los hombros culpable. Acababa de morder en la cosa que Bette agitaba delante de sus labios sin hechar una ojeada buena en ella. “Lo siento.” Hizo muecas apenada.
“No iba a comer las galletas porque las voy a enmarcar.” Bette masculló bajo su respiración. “Solamente que TU tuviste el nervio de destruir una de mis favoritas.” Rodó sus ojos en Sam en la irritación.
“¿Enmarcar?” Sam levantó una ceja. ¿Quién enmarca sus galletas? A menos que por supuesto. “¿Son de Tina?” Preguntó cuando señaló a la galleta quebrada que Bette colocó cautelosamente dentro de una caja.
“Sí.” Bette entrecerró sus ojos en Sam. “Son de mi novia.” Dijo la última parte con una mueca de satisfacción.
“¿Novia?” Las cejas de Sam tiraron para arriba en sorpresa. Shane y Alicia no le dijeron cualquier cosa sobre eso.
“Sí. MI novia.” Bette contestó arrogante. Come tu corazón Samantha, hizo muecas de oído a oído. Espera un minuto, hablando de corazones. “Hey.” Movió su cabeza una vez en dirección de Sam cuando su mejor amiga se sacudió de su estado de shock.
“¿Qué?” Sam movió una mano a través de su pelo sucio de la cama mientras se incorporaba en su cama.
“Eres afortunada de que no agité el corazón de Kennard delante de tu cara.” Bette se burló mientras cruzaba sus brazos indignada. Sam surcó su frente en respuesta, no entendiendo una palabra de lo que decía. Bette movió de un tirón la tapa abriendola de nuevo y sacó la galleta roja, en forma de corazón cuidadosamente de la caja. La demostró orgullosa a Sam antes de colocarla suavemente adentro. “Habría hecho que comieras mis puños si hubieras mordido en esto.” Levantó una ceja enojada en Sam.
“¿Entonces Tina te dio su corazón?” Sam preguntó divertida. ¿Corazones de galleta? Eso fue tierno, sonrió, muy buena Tina .
“Sí.” Bette susurró soñadora. “Y ella me dio esto también.” Se quitó su chaqueta en un relampago y exhibió orgullosa una marca grande de mordida en su hombro.
“Wow.” Sam exclamó mientras estudiaba el hombro de Bette. “Tina hizo eso?” Señaló a la marca sorprendida. Chica, Tina hizo el trabajo rápidamente. Marcaba ya su territorio con apenas algunas horas en la relación.
“Por supuesto.” Bette rodó sus ojos. “Yo, con todos mis talentos notables, estoy segura como el infierno que no habría podido manejar hacer esto yo misma.” Replicó mientras se colocaba su chaqueta de cuero una vez más.
“Quién sabe, quizá lo conseguiste de Sonja.” Sam arrastró la voz mientras meneaba sus cejas en Bette sugestiva.
“¡Ewww. Bruta!” Bette hizo una cara mientras Sam reía al lado de ella. “Eso es asqueroso.” Sacudió su cabeza al lado y se estremeció al pensar en que Sonja le diera una puqueña mordida de amor.
“¿Hay algo más que Tina te dio?” Sam sonrió mientras Bette suspiró feliz al lado de ella en respuesta.
“Sí, hay una cosa más.” Bette hizo muecas de oído a oído mientras puso sus manos en el colchón y avanzó a poquitos su cara más cerca a Sam. “Ella me dio esto también.” Movió como pescado sus labios y guiñó en su mejor amiga.
“¿Te dio qué?” Sam frunció el ceño mientras examinaba la cara de Bette. “¿Una contusión?” Señaló a la pequeña marca oscura en la mejilla de Bette.
“No éso.” Bette sacudió su cabeza al lado. La contusión era un testamento a todos los golpes que había recibido de Tina ayer. Había otra parte de ella que mostraba una derrota importante anoche. pero ella seguro no se quejaba por eso. “¿Ves esto?” Señaló a sus labios.
“¿Qué cosa?” Sam la miraba confundida.
“¿No te das cuenta de lo extraordinariamente llenos y regordetes que se miran hoy?” Bette frunció los labios y movió la cara de derecha a izquierda para que Sam la viera. “Incluso no puedo sentirlos ahora porque siguen estando contusionados y un poco hinchados.” Meneó sus cejas y rió nerviosamente como una típica adolescente. “No puedes imaginarte lo apasionada que es Kennard. Prácticamente los asaltó anoche.” Se jactó mientras Sam suprimía una risa.
“Bueno por ti.” Sam dijo pícaramente mientras Bette se enderezaba. “Creo que no necesitarás cirugía plástica para tener los labios como Angelina Jolie.” Rió mientras Bette saltaba de la cama y se miraba en el espejo del tocador, todo el rato chupando y relamiendo sus labios.
“De todos modos, me tengo que ir.” Bette sonrió mientras caminaba al lado de la cama y agarró la almohadilla que había lanzado. “Vuelve a dormir Sammy.” Rió mientras lanzaba la almohadilla en Sam.
“Más que feliz .” Sam hizo muecas mientras se acomodaba en su cama otra vez. “Bye Bette.” Masculló cuando su mejor amiga tomó su caja y silbó saliendo de su dormitorio.
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“Bien alguien está de buen humor hoy.” Jenny sonrió mientras levantaba la vista de su taza de café. “¿Por lo que veo, esa ducha no pudo borrar tu dicha, heh?” Meneó sus cejas mientras una Tina recién bañada y que brillaba intensamente entró a la cocina y se sentó al lado de ella en el desayunador.
“¿Qué dicha?” Tina miraba a Jenny inocente mientras agarraba un panecillo y hundió los dientes en él. Intentaba como podía limpiar la mueca de su cara que tenía desde anoche, pero no podía hacerlo. Sus labios tenían mente propia. Concluía que había realmente algo que liberaba cuando finalmente admites tus sentimientos a ti misma - y a la persona que quieres.
“Oh, no lo se Tina.” Jenny encogió los hombros mientras seguía vacilandola. “Solamente pensaba que está conectada de alguna manera con todos los chupetones en tu cuello.” Sonrió mientras miraba las marcas que sobresalían abajo del cuello expuesto de su mejor amiga.
“¡¿Qué?!” Tina gritó mientras agarraba la tostadora de metal en el desayunador y estudió su reflejo. “¡Oh mi dios! No noté que también los tenía ahí.” Gimió mientras tocaba las pequeñas contusiones dispersas por todo su cuello.
“¿También? ¿Me estás diciendo que hay más?” Jenny levantó una ceja mientras Tina se ruborizaba profundamente al lado de ella.
“U . Yo. Eh No. Quise decir que. Yo uh. he. ve.” Tina balbuceó mientras sus oídos y cuello emparejaban su cara sudorosa de la verguenza. Porter tuvo definitivamente un poco de diversión “inocente” con toda la piel que su vestido rojo daba acceso a la trigueña anoche.
Ding-dong.
Salvada por la campana, Tina suspiró aliviada mientras el timbre sonaba y le dio una breve suspensión temporal del castigo de la mirada fija inquisitiva de Jenny.
“¿Quién puede ser?” Jenny frunció el ceño mientras se levantaba de su taburete. No contaba con ninguna visita hoy. Su mamá todavía estaba en Nueva York para un acontecimiento de firma de libros y no le dijo que alguien fuera a llegar.
Ding-dong.
Tina se animó repentinamente y saltó de su taburete. Dio una sacudida eléctrica a Jenny cuando la rebasó y caminó apresurada hacia la puerta principal. No sabía porqué, solamente tenía un extraño presentimiento de saber quién tocaba el timbre.
Ding-dong.
“¡Bebé buenos días!”
Beso.
“¡Porter!”
Empujón.
“¡Ow! ¿Qué fué eso?”
“¡No puedes ir besando a la gente tan pronto como abra la puerta! ¿Y si era Jenny la que abría?”
“No habría besado a Jenny. Sabía que eras tú.”
“¿Realmente Porter? ¿Y cómo lo sabías?”
“De la misma manera que sabías que yo era la que estaba tocando la campana de la puerta.”
“…”
“¿Quieres decir que, no esperas que otras personas abran la puerta para hacer eso?”
Sacudida de cabeza.
“¿Habrías podido esperar que Jenny abriera, correcto?”
Cabeceo.
“Solamente que tu sabías que era yo la que estaba tocando la campana así que veniste por mí, ¿me equivoco?”
Cabeceo. Cabeceo.
“¿Ves? Tenemos ya esta tácita - cosa - entre nosotras.”
“¿Como el sexto sentido?”
“Eso creo. Tu sabes los escozores ahí cuando estás cerca.”
“Perv.”
“¿Qué? Me refería a mi espina dorsal.”
“Sí aja.”
“Hey, ahora que hemos establecido que podemos sentir la presencia de cada una a través de las puertas cerradas, ¿puedo hacer algo otra vez?”
“¿Qué?”
Beso.
“Buenos días bebé.”
Beso.
“Buenos días Porter.”
“¿Porter? ¿Creí que ahora me llamabas bebé?”
“No ahora.”
“Awwww. ¿porqué no?”
“Para de gimotear. Te lo diré más adelante, cuando estemos solas.”
“Solamente que estamos solas ahora.”
“No, no lo estamos.”
“Sí, si lo es--”
“¡Buenos días Bette!”
“¡Joder Jenny! ¡¿Qué haces aquí?!”
“Um. Vivo aquí.”
“¡Porter!” … “lo siento por eso Jen.” … “discúlpate Porter.”
“¡¿Qué?! ¡De ninguna manera!”
Pellizco.
“¡Ow! Okaaaaay. yeah. Jenny lo siento.”
“¿Qué? No te oí Porter.”
Pellizco. Pellizco. Pellizco.
“Owwwwwwwww! Jenny -yo-lo-siento.”
“Uh, está bien Bette. Mira, las dejaré solas. Estaré en mi cuarto, ¿okay Tina?”
“Está bien. Gracias Jen. Lo siento otra vez.”
“No te preocupes. ¡ Bye Bette!”
...............
..
...
...
...
“Ya se ha ido. Puedes dejar de poner mala cara Porter.”
Sniff..
“¿Qué?”
“Tu. - Sniff.… me lastimaste otra vez.”
“¡Solamente que fuiste muy grosera!”
“Tu prometiste – Sniff, a mi anoche.”
“Dije que intentaría.”
Sniff.
“Para de actuar como una niña.”
“Ahora eres – Sniff mala conmigo.”
“¡No lo soy! Mira. Lo siento ¿okay?”
Sniff.
“Ven aquí.”
Sniff.
“Vamos, no seas tan sensible. Ven aquí.”
Sniff.
“Porter.”
Sniff.
“Bebé, ven aquí.”
“Está bien.”
“Solo esperabas eso, ¿no es asi?”
“Yeah..”
“Lo sabía.”
Sniff.
“¿Porqué?”
“Todavía lastima un poco.”
“¿Donde?”
“Aquí.”
Beso.
“Y aquí. y aquí. oh aquí también. y aquí. un poco aquí. y él--”
“Porter.”
“¿Sí, bebé?”
“¿Seguimos esto adentro?”
“¿Cama?”
“Eso quisieras. Sofá.”
“Que trabajará, creo.”
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“Mierda.” Bette arrugó su cara mientras examinaba la sala de estar espaciosa de Jenny.
Tina frunció el ceño mientras se acomodaba en el enorme sofá de felpa. “¿Qué está mal?” Preguntó mientras seguía la mirada de Bette alrededor del cuarto.
“No sabía que la mamá de Jenny era Madame S.” Bette rascó encima de su nariz mientras observaba las cubiertas de los libros y los arlequines que adornaban las paredes. “Oh dios.” Hizo muecas mientras notaba el cartel enorme situado detrás de la cabeza de Tina en el sofá. Era de un hombre desnudo prehistórico dentro de una cueva, con un tigre diente de sable durmiendo siniestramente algunas pulgadas de él. Tomame por el pelo: Un romance del hombre de las cavernas, leyó el título. “¿Cómo puede vivir Jenny con todo esto?” Se estremeció mientras comenzaba a sentir la piel de gallina en su cuerpo.
“Baja la voz.” Tina advirtió mientras jalaba a Bette para que se sentara en el sofá. “Jenny puede oírte, sabes.” Susurró agudamente mientras movía su cabeza hacia la escalera cercana.
“Rayos.” Bette no hizo caso de la advertencia de Tina e hizo una cara en el cartel en la pared detrás de la pantalla plana de TV. “¿Cómo puede cualquier persona disfrutar de un buen programa de televisión con un Reynaldo semidesnudo que mira abajo en ellos?” Señaló a la imagen ficticia de la estrella de la novela romántica de Madame S sobre un hombre latinoamericano y sus muchas conquistas. Bette hizo muecas mientras sus ojos viajaron de la melena marrón larga, aceitosa del hombre a su ABS y finalmente al bombeo exagerado en los pantalones del individuo.
“¿Conoces a Reynaldo?” Tina levantó sus cejas en sorpresa. Nunca se hubiera imaginado que Bette Porter hubiera leído ese tipo de novelas.
“Alicia.” Bette rodó sus ojos. Su amiga era una admiradora tan enorme de armario de la señora S. Alicia tenía un armario entero lleno por completo de esas novelas románticas, eróticas y adoraba especialmente a la “estrella” Reynaldo. Tan grande era la obsesión de Alicia que, a principios de año, tuvo a alguien rastreando al modelo que representaba a Reynaldo en todas esas portadas de libro y envió por él. Lo que hizo con él cuando lo encontró, Bette no lo sabía, y no quería seguramente averiguarlo.
“Oh.” Tina movió su cabeza en la comprensión. Alicia parecía tener el tipo para leer tales libros.
“No puedo entender porqué algunas muchachas encuentran eso caliente.” Bette indicó a otro cartel de Reynaldo que montaba un caballo blanco y sacudió su cabeza al lado. “Él me recuerda tanto a Fabio.” Hizo muecas, su voz goteando con repugnancia.
Tina suspiró en la preocupación de su novia con los carteles dispersos por todo el cuarto. Podía decir que ese asunto no iba a ser olvidado en cualquier momento pronto. “Porter.” Empujó a la morena al lado a medida que Bette continuaba valorando las “ilustraciones llamativas” alrededor. “¿Vas a hablar de Reynaldo todo el dia o vas a callarte y a besarme ya?” Tina regañó impaciente.
Bien, eso consiguió la atención completa de alguien. “Wow.” Bette sonrió mientras avanzaba a poquitos su cuerpo más cerca de la rubia. “Amo totalmente este lado de ti.” Deslizó una mano a través del pelo de Tina y remetió un filamento flojo detrás de su oído. “La Kennard caliente está arriba en mi lista de Kennards favoritos.” Hizo muecas de oído a oído mientras colocaba su mano detrás del cuello de Tina y tiró de su novia para una reunión ligera de labios.
“¿Kennards favoritos?” Tina preguntó mientras profundizaba un poco el beso.
“Sí.” Bette gimió cuando mordió en el labio más bajo de Tina. “Está la Kennard mandona.” Sonrió mientras aspiraba en la carne suave entre sus dientes. “Y la Kennard divertida.” Tina lloriqueó mientras movía su lengüa a lo largo de los labios de la rubia.
“¿Qué más?” Tina respiró mientras movía sus manos arriba y abajo de la espalda de Bette.
“La Kennard traviesa.” Bette sonrió mientras se acercaba y remontó la trayectoria de la clavícula de Tina con su lengua.
“¿Hay más?” Tina masculló incoherente mientras sus párpados se inclinaron abajo y su visión se nublaba por el deseo.
“La Kennard atractiva.” Bette se encaminó de nuevo a los labios divididos de su novia y los capturó en los propios. Profundizó el beso con su lengüa y gimió de placer cuando Tina la encontró a medio camino. “La Kennard hambrienta.” La palabras salieron a medias por el duelo frenético de lenguas.
“¿M ?” Tina emitió el sonido dentro de su garganta mientras levantaba su pierna y montaba a horcajadas el regazo de Bette. Ella se empujó más profunda y más profunda en el beso cuando su despertar entró incluso a mayores alturas. La virgen autoproclamada ahora no actuaba seguramente como una.
“La Kennard agresiva.” Bette dejó escapar un suspiro mientras se separaban por un segundo para un poco de aire muy necesario. “Y por último, mi favorita.” Sonrió mientras admiraba a la rubia deslumbrante sentada en su regazo. Dios, es tan hermosa, remontó los labios de Tina con sus dedos y sonrió cuando la rubia los besó. “..la Kennard risueña.” Meneó sus cejas sugestiva mientras se lanzaba rápidamente a los labios de Tina con los propios y exprimió el trasero de Tina con sus manos en un movimiento suave. Muy cierto, la rubia rió nerviosamente en respuesta.
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Arriba, una remolacha roja Jenny Schecter dio vuelta al volumen de su iPod mientras intentaba ahogar los quejidos y gemidos de placer que se repetían del cuarto de abajo. “Mi mamá habría amado esto.” Rió silenciosamente para si mientras sacudía su cabeza al lado. Su mejor amiga y Bette Porter seguramente darían a su madre el nuevo material para sus novelas eróticas. Necesitaba algo en que mantenerse ocupada, frotó su barbilla cuidadosamente mientras miraba alrededor de su cuarto. Necesitaba una buena distracción para abstenerse de espiar en la acción candente que se encendía dentro de la sala de estar.
¡Preparación de física! Movió su cabeza hacia arriba y hacia abajo mientras caminaba los pocos pasos hacia la mesa de estudio cerca de la ventana del dormitorio. Cuando sacó su libro de texto de su bolso de escuela, un movimiento de la calle abajo llamó su atención. “¿Qué--?” Dijo ruidosamente mientras miraba a escondidas fuera de la ventana y encontró la mirada de un hombre vestido en un traje negro atractivo fuera de su puerta. Sostuvo la mirada de Jenny por otro minuto antes de que se moviera rápidamente y se incorporara en el asiento de pasajero del Mercedes negro próximo. El coche arrancó tan pronto como él cerrara de golpe la puerta.
Bien, eso fue extraño, Jenny rascó su cabeza mientras miraba fijamente el punto donde el hombre se colocaba hace algunos segundos. Probablemente andaba perdido,encogió los hombros mientras regresaba su atención al libro encima de su escritorio.
-----------------------------------------------
“Señor.”
“¿Sí Leo?”
“La encontramos.”
“¿Y?”
“Ella está con la muchacha. Están actualmente dentro de la casa de una amiga.”
“¿Amiga? ¿Cuál?”
“Una tal Schecter, señor.”
“¿Schecter? ¿Estaba ella en la fiesta?”
“Sí señor. Ella estaba en la lista.”
“¿Sabemos cualquier cosa sobre ella?”
“Apenas lo esencial, señor.”
“Que no nos sirve. Comienza a investigar.”
“Sí, señor.”
“Bueno. Llamarme para las actualizaciones.”
“Sí, señor.”
Click.
Son las diez. Un despertador parlante repitió una y otra vez hasta que el único inquilino del cuarto se revolvió en su cama y lanzó una almohadilla para callar la cosa molesta.
“Mmmmm.” Alicia Pieszecki gimió cuando estiró sus brazos hacia fuera a través de su cama gigante. Frotó sus ojos soñolienta cuando abrió su boca, permitiendo que un bostezo caluroso se escapara de sus labios. Eran las diez de la mañana, así que había estado durmiendo por seis horas. “Hombre.” Gimió, después del esfuerzo físico de ayer por la noche, sabía que seis horas no eran bastantes para que su cuerpo cansado recargara energías. “Oh dios.” Masculló mientras notaba la luz del sol fluir dentro de su dormitorio y asaltar sus ojos. Estaba positivamente segura que las cortinas estaban cerradas cuando se arrastró en cama hace algunas horas. “Mierda.” Maldijo en la irritación mientras parpadeaba sus ojos y los blindaba con sus manos.
Después de algunos minutos más de descansar en cama y de intentar sin éxito volver de nuevo al sueño, decidió levantarse y tomar una ducha. “¡Ow! ¡¡¡Pu- madre!!!” Gritó en dolor tan pronto como intentara incorporarse, su cabeza se cerraba de golpe violentamente de nuevo a la almohadilla. Algo la mantenía ensu lugar. “¿Qué mierdas?” Frunció el ceño cuando trajo las manos a su cabeza, su cuero cabelludo dolía como si alguien acabara de jalar de su pelo fuertemente.
¿Qu-qué mierdas? Sus ojos crecieron tan grandes que tocó su cabeza con sus manos. Alguien había dividido su pelo rubio grueso en cinco filamentos. y cada filamento estaba trenzado y atado firmemente a los pequeños postes que adornaban el marco principal de su cama antigua de hierro. El pelo de Alicia Pieszecki estaba literalmente pegado a su cama. Mierda santa, su mente gritaba horrorizada, había solamente una persona que era capaz de hacer esto. “¡Porter!” Alicia gritó mientras finalmente notó la escritura roja brillante que fue grabada al techo.
Tu empujas, yo jalo, tu pelo.
“¡Alguien meeeeeeeee aayudeeeeee!!!”
Parece que una pequeña rubia no desafiará la paciencia de Bette Porter en cualquier momento pronto.
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“Buenos Di--”
El individuo del servicio de habitación se quedó a mitad de la oración en el Chateau Marmont mientras colocaba la bandeja con el desayuno en la mesa y salió del bungalow número siete.
Shane McCutcheon apenas se percató de la cara del individuo en shock y gruñó mientras mientras se dirigía al desayunador usando una playera blanca simple y un par de bóxers. Sin su tiro de café express de la mañana, no tenía ninguna energía y absolutamente ninguna paciencia para saludar a la persona correctamente. Mareada todavía cerró de golpe la cuenta depositando algunos dólares en la mesa y enviando al hombre fuera con una onda de su mano. Individuo extraño, sacudió su cabeza molesta a medida que el hombre continuaba mirandola fijamente mientras salía de la habitación. No haciendo caso del emparedado en su plato, se zambulló directamente en la bebida negra fuerte dentro de la pequeña taza y suspiró contenta mientras el líquido calentaba su garganta y enviaba escozores agradables por todo su cuerpo cansado.
Dios, era tan bueno, cerró los ojos y se inclinó detrás contra su silla. Comió su desayuno lentamente mientras hojeaba a través del periódico dominical y comprobó los mensajes en su celular. Sacudió su cabeza y suspiró mientras leía los textos s de amor de Nadine. Grande, conseguí otra histérica, se burló mientras se empujaba de la mesa y se levantó de su asiento. Miró el reloj en el microondas mientras pasaba por la cocina y sonrió para si. Tenía todavía dos horas y media antes de que tuviera que encontrarse con Alicia en el planeta. Era bastante tiempo para ducharse, una visita rápida al departamente de Nadine para terminar con la muchacha y un par de sesiones de sexo como despedida. Todo es tan bueno, frotó sus manos emocionada mientras entraba al cuarto de baño.
“¡Jesucristo!” Shane saltó para arriba en la vista que la saludó adentro. Ninguna maravilla que el individuo del servicio de habitación la mirara traumatizado, miró fijamente su reflejo en el espejo e hizo una mueca de dolor. Su pelo normalmente sucio se miraba excepcionalmente diferente esta mañana. Fue dividido en el centro y lo levantaron a los lados de su cabeza con gel de pelo. No sólo eso, su pelo estaba pintado con aerosol en un color rojo brillante. Oh dios, gimió mientras miraba fijamente el lío que era su cara. Alguien había adornado su cara para parecer un payaso, maquillaje blanco, labios rojos escandalosos, nariz de Rudolph y todo. Parezco Bozo, Shane gritó dentro de su cabeza cuando su labio más bajo tembló. Ningún sexo de despedida para mí hoy, lloró ruidosamente.
Una nota grabada en el fregadero llamó su atención, sacudió su cabeza derrotada cuando la leyó. “No estoy jugando con Bette otra vez.” Lloriqueó mientras giraba la llave y lavaba su cara.
Porter estaba en lo correcto
Era una perra para el reembolso.
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“¡Sammy!”
“¡Ooooff!” Una ráfaga de aire fue expelida violentamente de los pulmones de Sam Makavejev cuando un cuerpo cayó de golpe encima de su forma durmiente. “Mffmfdmfff.” Masculló incoherente mientras mantenía sus ojos cerrados y jaló una almohadilla sobre su cabeza. El sueño, su cuerpo dolía por más sueño.
“Sam. Sam. Sam.” Bette Porter cantó ruidosamente mientras empujaba las costillas de su mejor amiga. La muchacha durmiente gimió irritada. “¡DEEEPPIEERRRTAAAA!!!” Bette gritó con la fuerza de sus pulmones cuando montó el cuerpo de Sam a horcajadas, ganando una lluvia de maldiciones sordas de la cabeza oculta debajo de la almohadilla. Bette rió como una niña mientras agarraba poderosamente la almohadilla de las manos de Sam y la lanzaba de la cama. “¡Aha!” Hizo muecas triunfante mientras fijaba a la pobre muchacha al colchón y agarraba su cabeza. “¿Adivina qué?” Levantó sus cejas hacia arriba y hacia abajo mientras su mejor amiga intentaba abrir sus ojos soñolientos.
“¿Qué?” Sam preguntó cautelosa mientras recuperaba los sentidos. Esperaba escuchar de Bette hoy desde que Alicia y Shane le dijeran todo lo que habían atestiguado anoche. Pero no estaba preparada para una visita de madrugada de su mejor amiga emocionada. Hostia, suspiró mientras Bette soltaba sus muñecas y comenzaba a aplaudir sus manos y a columpiarse un poco.
“Mira esto.” Bette dijo en una voz monótona mientras sostenía la galleta Porter-perv cerca de la cara de Sam.
Sam no abrió los ojos, olió esa cosa que tenía Bette en la mano y acabó arrugando su cara. Le gustaba oler los alimentos, hizo muecas, alimento quemado para ser exacto. “Está bien.” Masculló soñolienta mientras golpeaba con fuerza la mano de Bette. Apreciaría lo que le demostraba la morena después de algunas horas más de cerrar-el-ojo.
“¡Incluso no la miraste!” Bette gimoteó en protesta mientras traía la galleta algunas pulgadas cerca de la cara dormida de Sam otra vez. “¡Mira, mira, mira!” Bette pegó en el punto entre los ojos de Sam un par de veces hasta que su mejor amiga sucumbió a sus deseos.
“Bien.” Sam se quejó, y con sus ojos todavía cerrados, agarró la muñeca de Bette y le dio una mordida grande a la galleta. “Arghhh.” Hizo caras tan pronto como sintió el sabor en su paladar.
“¡¡¡Waaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh!!!” Bette gritó horrorizada mientras le daba una cachetada a su mejor amiga. “¡Escúpelo!” Gritó airadamente mientras abría con fuerza la boca de su amiga. “Bette-Perv.” Lloriqueó mientras pescaba la cabeza mitad-mordida de la galleta desde adentro. Agradezco a dios que Sam no la había masticado todavía, suspiró aliviada, por lo menos todavía estaba un poco intacta.
“Oww.” Sam gritó en dolor mientras daba masajes a su mejilla que palpitaba. “¿Qué fue eso?” Se quejó, el sueño fue expulsado de su sistema por la palmada que acababa de recibir.
“¡Partiste mi cara en dos!” Bette reclamó molesta mientras bajaba del cuerpo de Sam y se sentó al lado de ella en la cama. Vio la mirada confusa en la cara de su mejor amiga y le demostró la galleta desfigurada Porter. “¿Ves?”
“Whoops.” Sam encogió los hombros culpable. Acababa de morder en la cosa que Bette agitaba delante de sus labios sin hechar una ojeada buena en ella. “Lo siento.” Hizo muecas apenada.
“No iba a comer las galletas porque las voy a enmarcar.” Bette masculló bajo su respiración. “Solamente que TU tuviste el nervio de destruir una de mis favoritas.” Rodó sus ojos en Sam en la irritación.
“¿Enmarcar?” Sam levantó una ceja. ¿Quién enmarca sus galletas? A menos que por supuesto. “¿Son de Tina?” Preguntó cuando señaló a la galleta quebrada que Bette colocó cautelosamente dentro de una caja.
“Sí.” Bette entrecerró sus ojos en Sam. “Son de mi novia.” Dijo la última parte con una mueca de satisfacción.
“¿Novia?” Las cejas de Sam tiraron para arriba en sorpresa. Shane y Alicia no le dijeron cualquier cosa sobre eso.
“Sí. MI novia.” Bette contestó arrogante. Come tu corazón Samantha, hizo muecas de oído a oído. Espera un minuto, hablando de corazones. “Hey.” Movió su cabeza una vez en dirección de Sam cuando su mejor amiga se sacudió de su estado de shock.
“¿Qué?” Sam movió una mano a través de su pelo sucio de la cama mientras se incorporaba en su cama.
“Eres afortunada de que no agité el corazón de Kennard delante de tu cara.” Bette se burló mientras cruzaba sus brazos indignada. Sam surcó su frente en respuesta, no entendiendo una palabra de lo que decía. Bette movió de un tirón la tapa abriendola de nuevo y sacó la galleta roja, en forma de corazón cuidadosamente de la caja. La demostró orgullosa a Sam antes de colocarla suavemente adentro. “Habría hecho que comieras mis puños si hubieras mordido en esto.” Levantó una ceja enojada en Sam.
“¿Entonces Tina te dio su corazón?” Sam preguntó divertida. ¿Corazones de galleta? Eso fue tierno, sonrió, muy buena Tina .
“Sí.” Bette susurró soñadora. “Y ella me dio esto también.” Se quitó su chaqueta en un relampago y exhibió orgullosa una marca grande de mordida en su hombro.
“Wow.” Sam exclamó mientras estudiaba el hombro de Bette. “Tina hizo eso?” Señaló a la marca sorprendida. Chica, Tina hizo el trabajo rápidamente. Marcaba ya su territorio con apenas algunas horas en la relación.
“Por supuesto.” Bette rodó sus ojos. “Yo, con todos mis talentos notables, estoy segura como el infierno que no habría podido manejar hacer esto yo misma.” Replicó mientras se colocaba su chaqueta de cuero una vez más.
“Quién sabe, quizá lo conseguiste de Sonja.” Sam arrastró la voz mientras meneaba sus cejas en Bette sugestiva.
“¡Ewww. Bruta!” Bette hizo una cara mientras Sam reía al lado de ella. “Eso es asqueroso.” Sacudió su cabeza al lado y se estremeció al pensar en que Sonja le diera una puqueña mordida de amor.
“¿Hay algo más que Tina te dio?” Sam sonrió mientras Bette suspiró feliz al lado de ella en respuesta.
“Sí, hay una cosa más.” Bette hizo muecas de oído a oído mientras puso sus manos en el colchón y avanzó a poquitos su cara más cerca a Sam. “Ella me dio esto también.” Movió como pescado sus labios y guiñó en su mejor amiga.
“¿Te dio qué?” Sam frunció el ceño mientras examinaba la cara de Bette. “¿Una contusión?” Señaló a la pequeña marca oscura en la mejilla de Bette.
“No éso.” Bette sacudió su cabeza al lado. La contusión era un testamento a todos los golpes que había recibido de Tina ayer. Había otra parte de ella que mostraba una derrota importante anoche. pero ella seguro no se quejaba por eso. “¿Ves esto?” Señaló a sus labios.
“¿Qué cosa?” Sam la miraba confundida.
“¿No te das cuenta de lo extraordinariamente llenos y regordetes que se miran hoy?” Bette frunció los labios y movió la cara de derecha a izquierda para que Sam la viera. “Incluso no puedo sentirlos ahora porque siguen estando contusionados y un poco hinchados.” Meneó sus cejas y rió nerviosamente como una típica adolescente. “No puedes imaginarte lo apasionada que es Kennard. Prácticamente los asaltó anoche.” Se jactó mientras Sam suprimía una risa.
“Bueno por ti.” Sam dijo pícaramente mientras Bette se enderezaba. “Creo que no necesitarás cirugía plástica para tener los labios como Angelina Jolie.” Rió mientras Bette saltaba de la cama y se miraba en el espejo del tocador, todo el rato chupando y relamiendo sus labios.
“De todos modos, me tengo que ir.” Bette sonrió mientras caminaba al lado de la cama y agarró la almohadilla que había lanzado. “Vuelve a dormir Sammy.” Rió mientras lanzaba la almohadilla en Sam.
“Más que feliz .” Sam hizo muecas mientras se acomodaba en su cama otra vez. “Bye Bette.” Masculló cuando su mejor amiga tomó su caja y silbó saliendo de su dormitorio.
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“Bien alguien está de buen humor hoy.” Jenny sonrió mientras levantaba la vista de su taza de café. “¿Por lo que veo, esa ducha no pudo borrar tu dicha, heh?” Meneó sus cejas mientras una Tina recién bañada y que brillaba intensamente entró a la cocina y se sentó al lado de ella en el desayunador.
“¿Qué dicha?” Tina miraba a Jenny inocente mientras agarraba un panecillo y hundió los dientes en él. Intentaba como podía limpiar la mueca de su cara que tenía desde anoche, pero no podía hacerlo. Sus labios tenían mente propia. Concluía que había realmente algo que liberaba cuando finalmente admites tus sentimientos a ti misma - y a la persona que quieres.
“Oh, no lo se Tina.” Jenny encogió los hombros mientras seguía vacilandola. “Solamente pensaba que está conectada de alguna manera con todos los chupetones en tu cuello.” Sonrió mientras miraba las marcas que sobresalían abajo del cuello expuesto de su mejor amiga.
“¡¿Qué?!” Tina gritó mientras agarraba la tostadora de metal en el desayunador y estudió su reflejo. “¡Oh mi dios! No noté que también los tenía ahí.” Gimió mientras tocaba las pequeñas contusiones dispersas por todo su cuello.
“¿También? ¿Me estás diciendo que hay más?” Jenny levantó una ceja mientras Tina se ruborizaba profundamente al lado de ella.
“U . Yo. Eh No. Quise decir que. Yo uh. he. ve.” Tina balbuceó mientras sus oídos y cuello emparejaban su cara sudorosa de la verguenza. Porter tuvo definitivamente un poco de diversión “inocente” con toda la piel que su vestido rojo daba acceso a la trigueña anoche.
Ding-dong.
Salvada por la campana, Tina suspiró aliviada mientras el timbre sonaba y le dio una breve suspensión temporal del castigo de la mirada fija inquisitiva de Jenny.
“¿Quién puede ser?” Jenny frunció el ceño mientras se levantaba de su taburete. No contaba con ninguna visita hoy. Su mamá todavía estaba en Nueva York para un acontecimiento de firma de libros y no le dijo que alguien fuera a llegar.
Ding-dong.
Tina se animó repentinamente y saltó de su taburete. Dio una sacudida eléctrica a Jenny cuando la rebasó y caminó apresurada hacia la puerta principal. No sabía porqué, solamente tenía un extraño presentimiento de saber quién tocaba el timbre.
Ding-dong.
“¡Bebé buenos días!”
Beso.
“¡Porter!”
Empujón.
“¡Ow! ¿Qué fué eso?”
“¡No puedes ir besando a la gente tan pronto como abra la puerta! ¿Y si era Jenny la que abría?”
“No habría besado a Jenny. Sabía que eras tú.”
“¿Realmente Porter? ¿Y cómo lo sabías?”
“De la misma manera que sabías que yo era la que estaba tocando la campana de la puerta.”
“…”
“¿Quieres decir que, no esperas que otras personas abran la puerta para hacer eso?”
Sacudida de cabeza.
“¿Habrías podido esperar que Jenny abriera, correcto?”
Cabeceo.
“Solamente que tu sabías que era yo la que estaba tocando la campana así que veniste por mí, ¿me equivoco?”
Cabeceo. Cabeceo.
“¿Ves? Tenemos ya esta tácita - cosa - entre nosotras.”
“¿Como el sexto sentido?”
“Eso creo. Tu sabes los escozores ahí cuando estás cerca.”
“Perv.”
“¿Qué? Me refería a mi espina dorsal.”
“Sí aja.”
“Hey, ahora que hemos establecido que podemos sentir la presencia de cada una a través de las puertas cerradas, ¿puedo hacer algo otra vez?”
“¿Qué?”
Beso.
“Buenos días bebé.”
Beso.
“Buenos días Porter.”
“¿Porter? ¿Creí que ahora me llamabas bebé?”
“No ahora.”
“Awwww. ¿porqué no?”
“Para de gimotear. Te lo diré más adelante, cuando estemos solas.”
“Solamente que estamos solas ahora.”
“No, no lo estamos.”
“Sí, si lo es--”
“¡Buenos días Bette!”
“¡Joder Jenny! ¡¿Qué haces aquí?!”
“Um. Vivo aquí.”
“¡Porter!” … “lo siento por eso Jen.” … “discúlpate Porter.”
“¡¿Qué?! ¡De ninguna manera!”
Pellizco.
“¡Ow! Okaaaaay. yeah. Jenny lo siento.”
“¿Qué? No te oí Porter.”
Pellizco. Pellizco. Pellizco.
“Owwwwwwwww! Jenny -yo-lo-siento.”
“Uh, está bien Bette. Mira, las dejaré solas. Estaré en mi cuarto, ¿okay Tina?”
“Está bien. Gracias Jen. Lo siento otra vez.”
“No te preocupes. ¡ Bye Bette!”
...............
..
...
...
...
“Ya se ha ido. Puedes dejar de poner mala cara Porter.”
Sniff..
“¿Qué?”
“Tu. - Sniff.… me lastimaste otra vez.”
“¡Solamente que fuiste muy grosera!”
“Tu prometiste – Sniff, a mi anoche.”
“Dije que intentaría.”
Sniff.
“Para de actuar como una niña.”
“Ahora eres – Sniff mala conmigo.”
“¡No lo soy! Mira. Lo siento ¿okay?”
Sniff.
“Ven aquí.”
Sniff.
“Vamos, no seas tan sensible. Ven aquí.”
Sniff.
“Porter.”
Sniff.
“Bebé, ven aquí.”
“Está bien.”
“Solo esperabas eso, ¿no es asi?”
“Yeah..”
“Lo sabía.”
Sniff.
“¿Porqué?”
“Todavía lastima un poco.”
“¿Donde?”
“Aquí.”
Beso.
“Y aquí. y aquí. oh aquí también. y aquí. un poco aquí. y él--”
“Porter.”
“¿Sí, bebé?”
“¿Seguimos esto adentro?”
“¿Cama?”
“Eso quisieras. Sofá.”
“Que trabajará, creo.”
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“Mierda.” Bette arrugó su cara mientras examinaba la sala de estar espaciosa de Jenny.
Tina frunció el ceño mientras se acomodaba en el enorme sofá de felpa. “¿Qué está mal?” Preguntó mientras seguía la mirada de Bette alrededor del cuarto.
“No sabía que la mamá de Jenny era Madame S.” Bette rascó encima de su nariz mientras observaba las cubiertas de los libros y los arlequines que adornaban las paredes. “Oh dios.” Hizo muecas mientras notaba el cartel enorme situado detrás de la cabeza de Tina en el sofá. Era de un hombre desnudo prehistórico dentro de una cueva, con un tigre diente de sable durmiendo siniestramente algunas pulgadas de él. Tomame por el pelo: Un romance del hombre de las cavernas, leyó el título. “¿Cómo puede vivir Jenny con todo esto?” Se estremeció mientras comenzaba a sentir la piel de gallina en su cuerpo.
“Baja la voz.” Tina advirtió mientras jalaba a Bette para que se sentara en el sofá. “Jenny puede oírte, sabes.” Susurró agudamente mientras movía su cabeza hacia la escalera cercana.
“Rayos.” Bette no hizo caso de la advertencia de Tina e hizo una cara en el cartel en la pared detrás de la pantalla plana de TV. “¿Cómo puede cualquier persona disfrutar de un buen programa de televisión con un Reynaldo semidesnudo que mira abajo en ellos?” Señaló a la imagen ficticia de la estrella de la novela romántica de Madame S sobre un hombre latinoamericano y sus muchas conquistas. Bette hizo muecas mientras sus ojos viajaron de la melena marrón larga, aceitosa del hombre a su ABS y finalmente al bombeo exagerado en los pantalones del individuo.
“¿Conoces a Reynaldo?” Tina levantó sus cejas en sorpresa. Nunca se hubiera imaginado que Bette Porter hubiera leído ese tipo de novelas.
“Alicia.” Bette rodó sus ojos. Su amiga era una admiradora tan enorme de armario de la señora S. Alicia tenía un armario entero lleno por completo de esas novelas románticas, eróticas y adoraba especialmente a la “estrella” Reynaldo. Tan grande era la obsesión de Alicia que, a principios de año, tuvo a alguien rastreando al modelo que representaba a Reynaldo en todas esas portadas de libro y envió por él. Lo que hizo con él cuando lo encontró, Bette no lo sabía, y no quería seguramente averiguarlo.
“Oh.” Tina movió su cabeza en la comprensión. Alicia parecía tener el tipo para leer tales libros.
“No puedo entender porqué algunas muchachas encuentran eso caliente.” Bette indicó a otro cartel de Reynaldo que montaba un caballo blanco y sacudió su cabeza al lado. “Él me recuerda tanto a Fabio.” Hizo muecas, su voz goteando con repugnancia.
Tina suspiró en la preocupación de su novia con los carteles dispersos por todo el cuarto. Podía decir que ese asunto no iba a ser olvidado en cualquier momento pronto. “Porter.” Empujó a la morena al lado a medida que Bette continuaba valorando las “ilustraciones llamativas” alrededor. “¿Vas a hablar de Reynaldo todo el dia o vas a callarte y a besarme ya?” Tina regañó impaciente.
Bien, eso consiguió la atención completa de alguien. “Wow.” Bette sonrió mientras avanzaba a poquitos su cuerpo más cerca de la rubia. “Amo totalmente este lado de ti.” Deslizó una mano a través del pelo de Tina y remetió un filamento flojo detrás de su oído. “La Kennard caliente está arriba en mi lista de Kennards favoritos.” Hizo muecas de oído a oído mientras colocaba su mano detrás del cuello de Tina y tiró de su novia para una reunión ligera de labios.
“¿Kennards favoritos?” Tina preguntó mientras profundizaba un poco el beso.
“Sí.” Bette gimió cuando mordió en el labio más bajo de Tina. “Está la Kennard mandona.” Sonrió mientras aspiraba en la carne suave entre sus dientes. “Y la Kennard divertida.” Tina lloriqueó mientras movía su lengüa a lo largo de los labios de la rubia.
“¿Qué más?” Tina respiró mientras movía sus manos arriba y abajo de la espalda de Bette.
“La Kennard traviesa.” Bette sonrió mientras se acercaba y remontó la trayectoria de la clavícula de Tina con su lengua.
“¿Hay más?” Tina masculló incoherente mientras sus párpados se inclinaron abajo y su visión se nublaba por el deseo.
“La Kennard atractiva.” Bette se encaminó de nuevo a los labios divididos de su novia y los capturó en los propios. Profundizó el beso con su lengüa y gimió de placer cuando Tina la encontró a medio camino. “La Kennard hambrienta.” La palabras salieron a medias por el duelo frenético de lenguas.
“¿M ?” Tina emitió el sonido dentro de su garganta mientras levantaba su pierna y montaba a horcajadas el regazo de Bette. Ella se empujó más profunda y más profunda en el beso cuando su despertar entró incluso a mayores alturas. La virgen autoproclamada ahora no actuaba seguramente como una.
“La Kennard agresiva.” Bette dejó escapar un suspiro mientras se separaban por un segundo para un poco de aire muy necesario. “Y por último, mi favorita.” Sonrió mientras admiraba a la rubia deslumbrante sentada en su regazo. Dios, es tan hermosa, remontó los labios de Tina con sus dedos y sonrió cuando la rubia los besó. “..la Kennard risueña.” Meneó sus cejas sugestiva mientras se lanzaba rápidamente a los labios de Tina con los propios y exprimió el trasero de Tina con sus manos en un movimiento suave. Muy cierto, la rubia rió nerviosamente en respuesta.
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Arriba, una remolacha roja Jenny Schecter dio vuelta al volumen de su iPod mientras intentaba ahogar los quejidos y gemidos de placer que se repetían del cuarto de abajo. “Mi mamá habría amado esto.” Rió silenciosamente para si mientras sacudía su cabeza al lado. Su mejor amiga y Bette Porter seguramente darían a su madre el nuevo material para sus novelas eróticas. Necesitaba algo en que mantenerse ocupada, frotó su barbilla cuidadosamente mientras miraba alrededor de su cuarto. Necesitaba una buena distracción para abstenerse de espiar en la acción candente que se encendía dentro de la sala de estar.
¡Preparación de física! Movió su cabeza hacia arriba y hacia abajo mientras caminaba los pocos pasos hacia la mesa de estudio cerca de la ventana del dormitorio. Cuando sacó su libro de texto de su bolso de escuela, un movimiento de la calle abajo llamó su atención. “¿Qué--?” Dijo ruidosamente mientras miraba a escondidas fuera de la ventana y encontró la mirada de un hombre vestido en un traje negro atractivo fuera de su puerta. Sostuvo la mirada de Jenny por otro minuto antes de que se moviera rápidamente y se incorporara en el asiento de pasajero del Mercedes negro próximo. El coche arrancó tan pronto como él cerrara de golpe la puerta.
Bien, eso fue extraño, Jenny rascó su cabeza mientras miraba fijamente el punto donde el hombre se colocaba hace algunos segundos. Probablemente andaba perdido,encogió los hombros mientras regresaba su atención al libro encima de su escritorio.
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“Señor.”
“¿Sí Leo?”
“La encontramos.”
“¿Y?”
“Ella está con la muchacha. Están actualmente dentro de la casa de una amiga.”
“¿Amiga? ¿Cuál?”
“Una tal Schecter, señor.”
“¿Schecter? ¿Estaba ella en la fiesta?”
“Sí señor. Ella estaba en la lista.”
“¿Sabemos cualquier cosa sobre ella?”
“Apenas lo esencial, señor.”
“Que no nos sirve. Comienza a investigar.”
“Sí, señor.”
“Bueno. Llamarme para las actualizaciones.”
“Sí, señor.”
Click.
anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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Fecha de inscripción : 06/03/2008
Re: [Terminado] Sólo esa chica
CAPÍTULO TREINTA Y DOS: Porters contra Kennards
Apartamento de Kennard. Lunes por la mañana.
“¡Bebé buenos dias!”
“Buenos días Por. em. bebé.”
“¿Qué es éso?”
“¿Qué es qué?”
“Esa - cosa - alrededor de tu cuello.”
“Oh esto? Es un apoyo de cuello.”
“¿Un apoyo de cuello?”
“Sí. Lo pedí prestado de Jenny ayer.”
“¿Te caíste en las escaleras otra vez y te lastimaste?”
“Nope.”
“¿Entonces porque lo usas?”
“Debido a ti.”
“¿Yo? Qué hice yo ahora?”
“Ésto.”
Quita el apoyo de cuello.
“Oh.”
“Parezco un Dalmata.”
“Umm. No. No, no es asi.”
“…”
“Uh. ¿quizá un poco?”
“…”
“Oh mierda. ¿Se dio cuenta tu papá?”
“No. Usé una sudadera todo el tiempo que estaba en casa. El clima no me ayudó así que sudé como un cerdo toda la noche.”
“¿Realmente? Mi pobre bebé. Lo siento tanto.”
“Apuesto que si.”
“¿Pero porqué el apoyo de cuello? Porqué no usaste un cuello alto para la escuela hoy?”
“Bien, a diferencia de ti, algunas de nosotras tenemos que asistir a clases usando un uniforme.”
“Tu no tienes que hacerlo. No tendrás problemas, cada uno sabe que estás bajo mi protección.”
“No gracias, no quiero realmente romper las reglas.”
“¿Estás segura?”
“Yep. Sé que puedo librarme de ellas, pero no quiero realmente hacerlo.”
“Aww. mi bebé. - beso. tan de principios y llena de convicción. Aquí, usa esta bufanda alrededor de tu cuello en vez de ese apoyo pegajoso.”
“Bebé gracias. No quise ser así de tensa, solo pienso que por lo menos una de nosotras debe tener el sentido de comportarse correctamente.”
“Y yo estoy alegre de que seas tú. Amo ser la mala y romper las reglas.”
“Estoy segura que lo haces.”
“Hablando de romper reglas, ¿qué dices si cortamos una clase más adelante y buscamos un cuarto abandonado por un poco tiempo de juego?”
“¡De ninguna manera tu perra del cuerno! Tenemos un examen importante de matemáticas hoy.”
“¿Y? La clase de matemáticas es antes de almorzar, ¿correcto?”
“Sí.”
“Podríamos faltar a los dos últimos temas del día.”
“No quiero.”
“Vamos. Prometo hacerlo digno de un rato.”
“No Porter.”
“Por favor bebé.”
“No.”
“Por favor. - beso. por favor. - beso.”
“N-no.”
“Alguien duda.”
“¡No, no es así!”
“Hmm. Qué te parece esto.”
“¿Qué?”
“Puesto que nos dejan revisar los papeles después de la prueba, ¿qué te parece si hacemos una pequeña competencia?”
“¿Una competencia?”
“Sí. La que obtenga la calificación más alta del examen decide si asistimos a las últimas clases o no.”
“No lo se Porter.”
“Bebé, confía en que si gano, vas a terminar saciada y satisfecha antes de que suene la campana de salida.”
“…”
“Ooo. Conozco esa mirada en tu cara, de alguien que comienza a estar caliente.”
“¡No sigas!”
"Tsk Tsk. A la defensiva como de costumbre.”
“¡No lo estoy!”
“Admitelo Kennard. Lo deseas tanto como yo.”
“N-no. No, no lo hago.”
“Ni tu crees lo que dices. De todas formas, ¿qué dices sobre la competencia?”
“¿Estás segura de que quieres desafiarme Porter? Estudié duro ayer por la noche.”
“¿Realmente? ¿De dónde sacaste la energía para estudiar después del entrenamiento que hicimos en el sofá de Jenny?”
“Tengo mis maneras.”
“Interesante. Me estrellé en la cama tan pronto como llegue a casa anoche.”
“¿Ni siquiera abriste tus notas?”
“Nope. Pero es aceptable porque no lo necesito realmente.”
“Te sientes absolutamente confiada para alguien que no estudió una cosa.”
“Bien, porque a diferencia de ti, mi novia hermosa, no tengo que intentar tan difícilmente prepararme para un exámen tonto de matemáticas.”
“¿Y porqué no?”
“Porque los Porter son naturalmente inteligentes y excelentes con los números. Nací con una mente y un cerebro agudos como calculadora.”
“Ooh. ¿En serio? Eres tan humilde bebé. Espero que recuerdes esas palabras cuando tu trasero derrotado llore dentro de la clase esta tarde.”
“Así pues, ¿entonces aceptas mi desafío?”
“Oh sí. Preparate para perder Porter.”
“Pfft. Ven acá bebé.”
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El planeta. Mañana.
“¿Hizo falta una nota o algo?” Sam Makavejev levantó la vista de su vaso de jugo de naranja y frunció el ceño mientras Alicia y Shane se dirigían hacia su mesa en el planeta. “Creo que algo no anda bien aquí.” Miró los sombreros que adornaban las cabezas de sus amigas y suspiró burlona.
“Debes agradecer a tu culo afortunado que te mantuviste al margen.” Alicia se enfurruñó mientras se sentaba en su silla. Jaló consciente hacia abajo en su boina blanca mientras Shane hacía lo mismo con su sombrero de ala negro.
"¿Porqué?” Sam miraba entre sus dos amigas. “¿Qué sucedió?”
Alicia y Shane se miraron una a la otra y emitieron un suspiro colectivo. Tan discreto como fué posible, las dos levantaron sus sombreros y demostraron lo que ocultaban debajo a una Sam estupefacta.
“Wow.” Fue la única cosa que escapó de los labios de Sam mientras Alicia y Shane colocaban rápidamente los sombreros en su lugar. Sus amigas se divirtieron seguramente con peinados interesantes esta mañana. “¿Marrón?” Dio vuelta a Shane primero cuando la morena llamaba a una de las meseras próximas y pidió su tiro acostumbrado.
“Debiste haberlo visto ayer.” Shane gruñó mientras se inclinaba detrás contra su silla. “Era rojo brillante.” Alicia miró hacia arriba mientras Shane suspiró y rasguñó la parte posterior de su cuello. Había estado aclarando su pelo todo el dia de ayer, al punto de no hacer nada mas que eso.
Desafortunadamente para ella, Bette había utilizado un obstinado y duro de quitar aerosol en su pelo así que todos sus esfuerzos resultaron solamente en que el color se obscurecía un poco. Pensaba que tardaría cerca de dos a tres días para que el color rojo se fuera totalmente. Hasta entonces, ella usaría un sombrero por todas partes. o se arriesgaría a caminar alrededor de Los Ángeles pareciendo un Ronald McDonald lesbiano.
Sam soltó una buena carcajada mientras Shane se deslumbraba en ella en respuesta. Después de algunos momentos, despejó su garganta y cambió su atención a Alicia. “¿Qué sobre ti Al?” Sam sonrió mientras la rubia jugaba distraída con la coctelera de pimienta en la mesa. “¿Corto y de punta?” Reclinó la barbilla en su mano y miró a su amiga.
“No tenía ninguna opción.” Alicia rodó sus ojos. Ella había sido siempre una muchacha de pelo largo, jamás tomaba ningún riesgo con sus rizos rubios. Pero todo cambió cuando Bette Porter entró furtivamente a su cuarto ayer por la mañana y ató su pelo a su cama. Por primera vez en su vida, Alicia lamentó tener su independencia y vida totalmente privada dentro de su habitación del ático. Todavía no podía decidir si fue afortunada o desafortunado al descubrir que Bette fue bastante inteligente para dejarle algo que la liberara de su pequeño lío pelos-pegados bajo la forma de unas tijeras que colocó convenientemente al lado de su cabeza. Alicia tardó media hora para decidir si se separaría o esperaría que un milagro sucediera. No tuvo ninguna suerte con esto último puesto que se encontró cortando su propio pelo un breve periodo de tiempo más adelante. Innecesario decir, lloraba a raudales mientras realizaba el hecho. Una vez libre de los límites de su cama, se lanzó hacia el espejo dentro del cuarto de baño para examinar el daño. Aterrándose levemente en la vista y al límite de la desesperación, llamó a su peluquero de confianza y arregló una visita a su hogar cuanto antes. “¿Es tan malo?” Alicia pidió en pequeña voz mientras miraba nerviosa entre sus dos amigas.
“Se ve bien en ti realmente.” Sam admitió con una sonrisa mientras Shane movía su cabeza en el acuerdo. “Hace que te mires más joven.” Siguió cuando Alicia se relajó un poco en su silla.
“Gracias a dios.” Alicia respiró aliviada. Su pelo tardaba poco tiempo en crecer así que contemplaba ya usar una armadura diaria hasta que lo hiciera.
“Así pues, ¿lo tomo que Bette no estuvo satisfecha con las cosas nuevas que hicieron?” Sam pescó dos gemidos en respuesta.
“¿Sabes si ella está todavía enojada con nosotras?” Alicia suspiró mientras la mesera les traía su suculento desayuno y pidió bebidas. Ella no intentó realmente provocar el mal genio de Bette cuando la espiaban a ella y a Tina encima de la rueda de Ferris. Ellas solo estaban….. cuidando, sí, eso era todo, para la seguridad de sus amigas. Ninguna agenda oculta o algún motivo.
Sam encogió los hombrosmientras cortaba un pequeño pedazo de su crepa y la llevaba a su boca. “No creo que lo esté.” Contestó mientras masticaba en su alimento cuidadosamente. Bette se miraba lejos de enojada cuando le hizo una visita ayer por la mañana. Su mejor amiga era el epitome de la felicidad cuando se jactó sobre las galletas y su nueva novia.
“Bueno.” Shane exhaló mientras tragaba su tiro. No tendrían que estar cuidándose todo el tiempo ahora. Bette podía ser realmente malévola y creativa a la hora de planear las bromas cuando estaba enfadada. “Hablando de Bette, ¿donde está ella?” Limpió su boca con una servilleta mientras miraba alrededor del café en busca de su líder.
Alicia y Sam miraron a Shane incrédulas mientras las morena las veía confundida. “En la escuela con Kennard, duh.” Alicia rodó sus ojos mientras precisaba lo obvio. Bette nunca las acompañaba realmente en el desayuno más desde que empezó a estar ocupada con Tina. “Pienso que necesitas otro tiro de café express Shaney. Tu cerebro todavía está lento.” Alicia sacudió su cabeza al lado cuando Shane se encogió en respuesta.
“Umm.” Sam habló en voz alta mientras remontaba el borde de su vaso con su dedo. Puesto que Bette no estaba ahí, también tenía que compartir las buenas noticias con sus amigas. “Ahora son oficialmente pareja.” Dijo lentamente mientras miraba para arriba y estudiaba las reacciones de sus amigas.
“¿Realmente?” Alicia exclamó . “¡Eso es bueno!” Aplaudió emocionada. Finalmente, un status que complementaría todos los besos y caricias que atestiguaron la otra noche. “Hey, ¿no estás feliz por Porter, Shane?” Frunció el ceño mientras miraba a la muchacha al lado de ella y notó las líneas de la preocupación en la frente de su amiga.
“Estoy feliz por ellas.” Shane susurró suavemente cuando giró su taza vacía con sus manos.
“¿Pero?” Sam pinchó. Tiene que haber un “pero” en alguna parte allí.
“Solamente tenemos ahora que intensificar realmente nuestros planes.” Shane miró a las dos seriamente. “¿Cómo piensan que tío Lucas reaccionará a los recientes acontecimientos?” Levantó una ceja mientras sus palabras golpearon la marca prevista dentro de sus amigas.
“Bastante mal, conjeturo.” Sam tragó difícilmente mientras finalmente comprendió las implicaciones del estatus de pareja recientemente establecido de Bette y Tina. No había ninguna duda que Melvin Porter se iría contra Tina ahora.
“Mierda.” Alicia maldijo bajo su respiración. No sólo Melvin no aprobaba a Kennard, también resultó gravemente humillado durante la fiesta de Bette por su propia hija. Era seguro que él iba a hacer su movimiento bastante pronto. Después de todo, era un hombre de acción y sabían que nunca se daba por vencido.
Shane se inclinó más cerca a la mesa y susurró misteriosa. “La fase uno está en marcha. La muchacha del café sabe qué hacer, ¿correcto?” Miró a Alicia cuestionándola.
“Sí.” Alicia movió su cabeza en respuesta. Ella había repasado el plan con Dana un par de veces el otro día. “Solamente la llamaré otra vez esta noche para cerciorarme de eso.” Siguió cuando Shane dió vuelta para mirar a Sam.
“¿Seguridad?” Shane preguntó en voz baja.
“Trato hecho.” Sam contestó. “Tengo gente supervisando el apartamento de Tina todo el dia. Me informarán tan pronto como surja algo.”
“Bueno.” Shane sonrió en la aprobación. Sacó su teléfono de su bolsillo y comenzó a marcar algunos números. “Me encargaré de la fase dos.” Susurró bajo su respiración cuando se excusó de la mesa y comenzó a hacer las llamadas necesarias.
4F listo.
El próximo paso es el tuyo, Melvin Porter.
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Academia de Redwind. sala de clase 4-B.
“Bebé,” Bette susurró en voz baja cuando dejó de escribir sus notas y se inclinó más cerca a Tina.
“¿Qué?” Tina susurró detrás distraidamente mientras hacía juegos malabares su atención entre su novia y la conferencia importante en frente.
“Deseo tanto besarte ahora.” Bette lloriqueó mientras acariciaba suavemente el antebrazo de Tina. Hombre, toda esta plática de historia la hizo sentir caliente de pronto. El viejo profesor enfrente discutía la Segunda Guerra Mundial. Todo el tema de Hitler hizo que ella pensara en Europa. Y cuando pensó en Europa, recordó el viaje por carretera europeo de hace algunos meses. Y cuando estaba recordando sobre el viaje por carretera, pensó en Francia y en sus ardientes aventuras. Y cuando comenzó a pensar en Francia, su mente se zambulló en el canal y concretamente en el asunto maravilloso de los besos franceses, sus favoritos de todos los tiempos. Y cuando pensó en el beso francés, no pudo pensar nada mas que en Tina Kennard y sus labios deliciosos. Y esas mis amigos, son las razones principales por las que Bette Porter se sentía más que un poco ansiosa ahora.
“Comportate.” Tina advirtió a través de sus dientes cerrados fuertemente mientras golpeaba con fuerza la mano de Bette. La morena puso mala cara y se enfurruñó en su asiento en la decepción. Oh dios, Tina robó un vistazo lateral en su novia y mordió su labio más bajo. Quizá tener a Porter como compañera de asiento era una idea totalmente mala, se inquietó en su asiento pues comenzó a sentir ese dolor familiar de nuevo. Esa cosa que Porter sentía, ella también lo sentía en los último pocos minutos que agonizaban ya. Ella quería a Bette. y la quería ahora. Mierda, maldijo internamente mientras intentaba volver a la conferencia. Estaba realmente asombrada ella misma de todo lo que sentía siempre que Bette estaba cerca. Era como si sus locas hormonas adolescentes corrieran salvajemente en el interior de su cuerpo desde que la morena se hizo su novia. Empezaba a creer que comenzaba a volverse adicta a Bette Porter y a su lengüa talentosa. Robó otro vistazo rápido en su novia y jadeó. Allí estaba, el escozor familiar otra vez.
“Para.” Tina susurró cuando su respiración comenzaba a agitarse más. Bette se lamía el labio más bajo y pegaba levemente la extremidad de su lengüa hacia fuera mientras volvía a escuchar y a escribir notas en su cuaderno. “Me estás distrayendo.” Tina tragó mientras Bette la miraba confundida.
“¿Qué cosa?” Bette inclinó su cabeza al lado. “¿Ésto?” Dijo inocente mientras hacía una demostración atractiva de frotar su lengüa contra su labio superior y abajo a su labio más bajo. Guiñó en Tina cuando la respiración de la rubia se enganchó dentro de su garganta.
“Joder Porter.” Tina sofocó un quejido mientras apartaba su mirada de la morena de mirada sensual e intentó traer su foco de nuevo a la conferencia. Veinte minutos más, cantó dentro de su cabeza. Veinte minutos para finalizar la clase de historia y que comenzara la de matemáticas. Tenía que alejar los pensamientos de Bette dentro de su mente si quería ganar la competencia. Concentrate Kennard, inhaló profundamente cuando se centró en su meta. La verdad de las cosas es que, ella quería escaparse con su novia, pero también quería ganar la competencia. Su orgullo estaba en juego.
Bette entrecerró sus ojos mientras observaba el frente valiente que su novia ponía. Oh esto va a ser tan divertido, sonrió de oído a oído cuando Tina tiró otra mirada rápida en su dirección y se inquietó en su asiento.
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“Hora de la verdad.” Tina sonrió mientras su joven profesor de matemáticas entraba en la sala de clase y arreglaba sus cosas encima de la mesa de enfrente. Eso es todo, Tina normalizó su respiración mientras acomodaba la pluma y el corrector encima de su escritorio. Satisfecha con su colocación, dio vuelta a su cabeza y miró a su hermosa competencia. Rió silenciosamente para si mientras notaba lo reservada que estaba su novia desde que el profesor entrara. Debe estar muy asustada puesto que sabe que va a conseguir un importante trasero chillón, hizo muecas con aire satisfecho.
“Tan seria.” Tina susurró en broma mientras se inclinaba más cercana a Bette. Rió suavemente mientras remontaba la línea del ceño fruncido entre la frente de Bette. La morena parecía estar concentrada como-Zen mientras miraba al profesor circundar el cuarto y comenzar a repartir los cuestionarios de la prueba. Bette cerró los ojos y comenzó lentamente a respirar adentro y hacia afuera cuando el profesor caminó entre sus mesas y les dio sus papeles. “Buena suerte.” Tina rió bajo su respiración mientras comenzaba a garabatear su nombre encima de la hoja. Ella iba a hacer esta prueba y a ganar la competencia. Estudió duramente y nada podía detenerla de alcanzar su meta. ….Bueno….
… excepto por supuesto por la enorme distracción de una lengua que se movió repentinamente de su quijada a su oído derecho. “Ooh.” Tina sofocó un quejido mientras una Bette de mirada maliciosa se alejaba y comenzaba a escribir en su propio papel. “Bebé buena suerte.” Bette guiñó cuando miró a su novia sudorosa y boquiabierta.
“Fuck Porter.” Tina maldijo irritada y se sacudió de su estupor mientras traía su atención de nuevo al documento de prueba sobre su escritorio. Mierda santa, se aterró mientras miraba fijamente los diversos problemas de matemáticas en la hoja. Los números flotaban delante de sus ojos. Parecía no poder recordar cómo solucionar los problemas difíciles, tragó difícilmente mientras comenzaba a hiper-ventilar en su asiento. Las fórmulas se esfumaron, las técnicas que había practicado la noche anterior se esfumaron. Ahora, con el documento de prueba sobre su escritorio, todo en lo que Tina Kennard podía pensar alrededor era en Bette Porter y su lengua.
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“¡Tiempo fuera! Saquen sus plumas rojas e intercambien las hojas con sus compañeras de asiento.” El profesor anunció enfrente.
“¡Oh! Eso fue taaaaan fácil.” Bette estiró sus brazos al lado y movió su cabeza en círculos mientras intentaba quitar la tensión en su cuello. Sacó la pluma roja de su bolso y sonrió mientras miraba el espacio en blanco y la mirada levemente derrotada en la cara de Tina. “¿Piensas que lo hiciste bien, bebé?” Preguntó mientras intentaba poner una cara seria.
“No hables conmigo.” Dijo Tina fúrica mientras dejaba de golpe su documento sobre el escritorio de Bette y tomó violentamente la propia hoja de la morena.
Bette miró abajo el documento sobre su escritorio y sonrió. Aparte de los garabatos despreocupados dispersos en todo alrededor, el papel estaba limpio y totalmente desprovisto de respuestas. “Kennard.” Dijo en voz alta mientras la rubia estaba que trinaba en su asiento. “Si éste es el resultado de una noche de estudiar, tengo miedo de saber qué sucederá cuando olvides realmente estudiar.” Miró a su irritada novia y sacudió su cabeza. “Pero no te preocupes, no pienso que puedan darte cuentas debajo del cero bebé.” Destelló su sonrisa engreída Porter mientras Tina se deslumbraba en ella en respuesta.
“Muy bien, número uno.” El profesor comenzó anotando la solución correcta en el pizarrón en blanco. Considerándolo todo, tardó a la clase entera quince minutos para comprobar los papeles. Quince minutos enteros de presumir para una Bette triunfante y quince minutos enteros de enfurruñarse para una Tina derrotada.
“Sitio abandonado, ¡aquí vamos!” Bette frotó sus manos emocionada mientras miraba el número que Tina garabateaba abajo en la esquina superior derecha de su papel.98 sobre 100. Nada mal Porter, hizo muecas de oído a oído. Ella vio a Tina mirar su propio papel encima de su escritorio fuera de la esquina de sus ojos. “Dum-dum-dum.” Bette tarareó mientras escribía un enorme cero encima del papel de Tina. Guiñó mientras dio vuelta a su cabeza y cogió la mirada fija de su novia. “Mejor suerte la próxima vez Kennard.” Rió mientras Tina le daba una palmada atrás de su cabeza molesta.
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“Vamos, ¿todavía estás enojada?”
“¡Por supuesto que lo estoy! ¡Eres una gran tramposa Porter!”
“¿Tramposa? ¿Pero qué hice?”
“No actues toda inocente. ¡Sabes muy bien lo que hiciste!”
“Aclarame Kennard. ¿qué fue lo que hice?”
“Tu, tu,….¡me lamiste y me distrajiste!”
“¿Te lamí?”
“Sí. No finjas que no recuerdas.”
“¿Te lamí?”
“¡Sí!”
“¿Yo? ¿Te lamí?”
“¿Estás sorda? ¡Sí!”
“¿Realmente? ¿Te lamí?”
“¡Joder Porter sí!”
“¿Así?”
Lamida.
“…”
“Tomo eso como un sí. Hmm. Lo siento bebé.”
“¿Lo sientes porque hiciste trampa?”
“Nope. Lo siento porque esa lamida fue un poco floja.”
“¿Qué?”
“Debí haber hecho esto en lugar de eso.”
Lamida.
Chupar.
Beso.
Chupar.
Mordida.
Beso.
Lamida.
“Ooooh…fuck...”
“Mucho mejor, bebé ¿si?”
“…”
“¿Estás bien Kennard?”
“Maldición Porter.”
“¿Todavía te sientes mal porque te engañé distrayéndote?”
“N-no, no más.”
“Bueno. Sabía que si apelaba la Kennard caliente prevalecería.”
“¿Qué?”
“Nada.”
“¿A dónde me llevas Porter?”
“Allá.”
“¿Huh? Porqué allí?”
“Porque nadie entra en este sitio durante la tarde.”
“¿Cómo sabes?”
“Venimos mucho con 4F cuando nos aburrimos en clase.”
“¿Estás segura que no nos van a pescar?”
“Positivo.”
“Es mejor que sea seguro Porter.”
Beso.
“No te preocupes de nada, bebé.”
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“¿Donde piensas que Bette y Tina comieron el almuerzo?” Alicia preguntó mientras ella y el resto de F4 caminaban a través del pasillo de la segunda planta. Comían generalmente juntas dentro de la cafetería durante el almuerzo, pero la nueva pareja faltó a la acción durante el receso de hoy. Ella había estado esperando para hablar con ambas en todo el dia para felicitarlas.
“Ni idea.” Shane encogió los hombros mientras caminaba delante de sus amigas. Las dos seguían estando en la fase de luna de miel en su relación, así que no le sorprendía que quisieran estar solas durante el descanso.
“¿A dónde vamos?” Sam preguntó mientras estiraba sus brazos y daba un bostezo enorme. Era hora para su siesta de la tarde y la idea de visitar el balcón del tercer piso comenzaba a tentar a su cuerpo cansado.
“MM uno.” Shane contestó llano. No habían estado allí desde el último mes y era hora de hacer una visita a ese lugar.
“La clase de Literatura está aburrida así que mejor vemos una película.” Alicia aclaró mientras Sam cabeceaba comprendiendo.
“Grande.” Sam sonrió, podría echarse una pestañita durante la película. Las sillas Comfortables y las luces suaves darían el ambiente perfecto al sueño.
Los tres dieron vuelta a la esquina y caminaron algunos pasos hasta que alcanzaran la puerta demasiado familiar. “Aquí estamos.” Shane se colocó delante de la puerta y giró de la perilla para abrirla. Cuarto uno de multimedia, se leía en el letrero de la puerta. Caminó dentro del cuarto abandonado con Sam y Alicia siguiendola de cerca .
“Perfecto.” Sam suspiró mientras se colocaba en uno de los asientos de la sala. Levantó sus piernas y las reclinó en el asiento de enfrente acomodandose para su siesta. Encontrando la posición correcta, cerró los ojos y comenzó a perderse en su sueño mientras sus dos amigas al lado de ella comenzaban una discusión.
“Quiero mirar Saw III.” Alicia sacó un par de DVDs de su bolsa de papel y señaló a la película encima de la pila.
“Infierno No.” Shane sacudió su cabeza violentamente al lado. “No quiero mirar algo sangriento Alicia.” Frunció el ceño cuando tomó los DVDs de las manos de su amiga y comenzó a buscar a través de ellos. Ella quería mirar algo ligero, no una comedia romántica, sino una película llena de chicas y porciones atractivas de escenas de sexo. “Quiero algo con una actriz caliente como el infierno.” Miró el DVD de Tomb Raider y leyó la sinopsis en la parte posterior.
“Bien estoy de humor para mirar una película de terror.” Alicia masculló mientras agarraba un DVD de la morena. Necesitaban llegar a un punto medio. “¿Cómo ves esta?” Preguntó mientras levantaba el DVD de Resident Evil El Apocalipsis. “Es de Milla Jovovich que tiene un culo sabroso y además aparecen algunos zombis.” Se lo dio a Shane para que lo examinara. “De esa manera, las dos tenemos lo que queremos.” Levantó una ceja y esperó la respuesta de Shane.
Shane estudió las ilustraciones en el frente y dio un cabeceo satisfactorio. “Está bien.” Dio el DVD a Alicia y se inclinó detrás contra su silla.
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“Ooooooohhhhh.”
“Mmmmmmm.”
“Bebé.” Bette gimió mientras empujaba a Tina contra la pared. “Esto tiene que salir.” Respiró fuerte mientras se apartaba momentáneamente de los labios de Tina y jalaba la chaqueta de la escuela de la rubia.
“Mmm. okay.” Tina masculló mientras se encogía y se quitaba la chaqueta de sus hombros y tiró de la morena hacia ella de nuevo.
“Genial.” Bette suspiró en la boca de Tina mientras ayudaba a su novia a quitarse la prenda. Una vez que la chaqueta azul marino fue desechada al lado, movió su mano hasta el cuello de Tina y aflojó el lazo de su cuello. Demasiada ropa puesta, pensó irritada, demasiadas barreras. Algunos momentos más adelante, jaló del lazo de Tina y lo lanzó en el piso donde se reunió con la chaqueta de la rubia. Sintió las manos de Tina apretarla aún mas fuerte, impulsándola a profundizar su exploración en la boca de la rubia. “Mmm.” Gimió mientras hacía estallar algunos botones en la blusa de Tina. Satisfecha con la cantidad de piel que finalmente había llegado a ser accesible a ella, movió una mano a través del estómago apretado de Tina hasta el sujetador negro de algodón que usaba.
“Ooohh Dios de.” Tina gimió mientras Bette juguetonamente pellizcó su pedazo sensible sobre el material de su sujetador. Las sensaciones mezcladas causadas por la mano suave que acariciaba su pecho y la lengua deliciosa dentro de su boca le quitaron la fuerza en sus rodillas. “Uhh.” Gimió mientras se aferraba a Bette para apoyarse. “Bebé.” Lloriqueó cuando la morena comenzó a ser un poco más agresiva, la reacción que recibía de su Bette la estaba llevando a perder todo control de si misma . “Necesito. Necesito. sentarme.” Tina tardamudeó a medida que Bette continuaba su asalto apasionado en los labios de Tina.
“Seguro bebé.” Bette ronroneó atractiva en el beso mientras se doblaba un poco abajo y sorprendió a Tina levantando sus piernas temblorosas del piso y envolviéndolas alrededor de su cintura. En un movimiento rápido, las movió de un tirón alrededor y se fue hacia la mesa algunos pasos sin romper el beso. Tan cautelosamente como le fue posible, acomodó a la rubia encima de la mesa mientras ella se colocaba delante de Tina. Separó los labios de su novia y besó y aspiró el punto sensible que había descubierto ayer en el cuello de Tina.
“Mierda.” Tina maldijo sin aliento mientras lanzaba su cabeza de nuevo para dar a Bette más acceso. Tragó difícilmente mientras sentía la lengua que había llegado a amar tanto viajar abajo a su pecho agitado. Su respiración se enganchaba en su garganta y estaba segura que sus ojos giraron sobre un eje a la parte posterior de su cabeza mientras sentía la sensación inequívoca de dientes que mordían abajo sobre el material fino de su sujetador. Comenzaba a sentir el caerse al revés así que cerró de golpe las manos contra la mesa en un esfuerzo por estabilizarse. Ow, hizo muecas un poco mientras golpeaba algo con su mano izquierda. Pero la sensación de dolor se fue tan pronto como llegó a medida que Bette continuó suministrando placer al cuerpo sudoroso de Tina.
Y sin el conocimiento de las dos adolescentes calientes, una luz roja grande entró en vida encima de sus cabezas.
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“Apurate Al.” Shane murmuró impaciente mientras Alicia seguía sentada al lado de ella y hablaba con alguien en su celular. La rubia levantó un dedo y articuló “un minuto” mientras seguía atenta su conversación con la persona en la otra línea. Shane suspiró y frotó su nuca irritada. Ya quería comenzar la película pero Alicia se tardaba un buen tiempo en el teléfono. Si ella hubiera sabido cómo funcionaba la máquina de multimedia dentro de la sala de mando en la parte posterior, la hubiera encendido ya hace algunos minutos. Maldición, sacudió molesta su cabeza mientras Alicia reía desagradable al lado de ella. Por lo menos una de nosotras está pasando un buen rato, pensó cuando miró a Sam que roncaba en su otro lado.
Por fin algunos minutos más adelante, Alicia finalmente terminó su llamada e hizo frente a una Shane mo0lesta. “Shaney lo siento.” Encogió los hombros a manera de disculpa mientras se levantaba de su asiento. La morena gruñó en respuesta mientras la observaba amenazante. “Regreso en un minuto.” Alicia dijo avergonzada mientras daba vuelta alrededor.
Oooooooooohhhhhhhhhhh.
“¿Qué fué éso?” Alicia y Shane dijeron al mismo tiempo que se miraban una a la otra con los ojos anchos. Joder, ¿oimos un fantasma? Alicia se aterró dentro de su cabeza mientras Shane se incorporaba y agarraba fuertemente su brazo.
Mmmmmmmmmmmmmm.
Definitivamente no era un fantasma, Alicia se relajó un poco mientras miraba fijamente a Shane. A menos que este lugar fuera frecuentado por almas o espíritus cachondos, no experimentaban definitivamente algo sobrenatural. “Los altavoces.” Shane susurró mientras cabeceaba hacia los altavoces montados por todo el cuarto.
Uhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.
“Mierda.” Alicia contuvo una risa mientras meneaba sus cejas en Shane. Algunas perras en calor estaban en plena acción dentro de la sala de mando en la parte posterior, y fueron bastante estúpidas para girar el microfono y difundir su pequeño acto dentro del cuarto de multimedia. Shane sonrió y coloco su pulgar en sus labios mientras los sonidos de respiración agitada y gemidos brotaban alrededor de las paredes.
Bebé Oooohh.
“Mmff.” Alicia y Shane suprimieron sus risitas con sus manos.
“Al.” Shane susurró en voz baja mientras le hacía señas para que se acercara. “Quiero saber quiénes son las lechonas calientes.” Sonrió maliciosa en Alicia.
“Igual.” Alicia susurró detrás mientras movía su cabeza. Tomaría un vídeo de ellas también, pescó su teléfono dentro de su bolsillo y lo cambió al modo video. Shane se levantó lentamente de su asiento y las dos empezaron a avanzar despacio hacia el pasillo.
“Aaaahh. oh dios. aahhhh. eso se siente tan bueno bebé”.
Shane y Alicia se congelaron a mitad del camino mientras una voz cansina meridional familiar flotó fuera de los altavoces.
“¿Es eso?” La boca de Alicia cayó en el piso mientras miraba a una Shane con los ojos abiertos.
“Ohhh. aaahhhhhhhh. Porter. Uhhhh”.
“Oh mierda.” Alicia y Shane dieron vuelta rápidamente alrededor y caminaron enérgicamente de nuevo a una Sam durmiente. Alicia dio una palmada a la muchacha durmiente al frente y cubrió la boca de su amiga cuando Sam intentó gritar en protesta. Shane colocó un dedo sobre sus labios mientras indicaba para que la morena escuchara los sonidos.
Mierda Oooooooooohhhhhhhhhhhh. dios ohhhhhhhhhhh.
“Qué?” Sam susurró en choque mientras quitaba la mano de Alicia de su boca. El sonido de dos personas que aspiraban la cara impregnó el cuarto y la hizo ruborizarse. “¿A dónde van chicas?” Preguntó en voz baja mientras miraba a sus dos amigas agacharse y arrastrarse hacia la salida.
“¿Quieres despertar mañana por la mañana con tu pelo afeitado o teñido de verde neón?” Alicia susurró agudamente mientras daba vuelta a su cabeza para mirar a una Sam confusa. “Levantate en el acto.” Empujó el trasero de Shane mientras seguía el viaje de la morena hacia la puerta.
“¿Qué?” Sam rasguñó su cabeza soñolienta mientras miraba la sala de mando en la parte posterior. No podía ver dentro de los paneles de cristal puesto que estaban opacos y las luces fueron amortiguadas. “¿Porqué se van chicas?” Llamó a sus espantadas amigas. Estaba un poco extrañada por el hecho de que las dos quisieran salir precipitadamente de la escena y no parecían interesadas en espiar la acción dentro de la sala de mando.
“Mmmmmmmmmmm. Mierda sabes tan bien Kennard”.
“Oh. Mi. Dios.” Sam exclamó en choque mientras caía rápidamente a sus rodillas y seguía a sus amigas hacia la salida. “Joder. ¡Dense prisa!” Susurró con miedo mientras empujaba a Alicia más rápido hacia la puerta.
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Tina Kennard bajó del autobús y cantó una melodía mientras se dirigía hacia su edificio algunas calles lejos. Había pasado mucho tiempo que no tomaba el autobús de la escuela desde que Bette insistió en llevarla siempre a su hogar. Sin embargo hoy era diferente porque Melvin le había pedido a su novia que después de la escuela atendiera a un acontecimiento importante de caridad en su lugar. Asi que con el corazón pesado, Bette dejó a Tina en la parada del autobús y le dio un beso de despedida, todo el tiempo prometiendo hacerle una visita después del evento. Triste como estaba de que Bette tuviera que irse, le confortaba un poco el hecho de que se verían algunas horas mas tarde. Oh dios, Tina sacudió su cabeza y sonrió a pesar de si, creo que estoy grave.
Miró alrededor de su vecindad repugnante y sonrió. El lugar normalmente aburrido parecía de alguna manera un poco más brillante, un poco más feliz. Quizá solo soy yo, rió divertida mientras daba un giro a la derecha y caminaba en su calle. Se congeló en su lugar mientras miraba un par de coches negros de lujo delante de su edificio. “¿Tan pronto?” Susurró confundida. ¿Bette abandonó el acontecimiento ya? Mordió su labio más bajo pensativa. Oh bien, sonrió brillantemente cuando reasumió la caminata a su hogar, por lo menos ella está aquí. Explotó corriendo emocionada hacia su apartamento, tan solo pensar que Bette Porter la esparaba en su casa envío temblores abajo de su espina dorsal.
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Ring. Ring. Ring. Ring
“¿Sí?”
“El diablo está dentro del castillo.”
“¡¿Qué?! ¿Y la reina blanca está en el hogar?”
“Sí. La vieron entrar en el castillo hace algunos segundos.”
“¿Y la reina negra? ¿Está ella allí?”
“Negativo.”
“Mierda. Vigila el castillo. Si hay cualquier indicio de lucha desde adentro, irrumpan adentro y lleven a la reina blanca y a su padre a la casa segura.”
“Sí, señora.”
“Gracias por marcar. Mantenme informada.”
“Seguro.”
Click.
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“Ho--” Tina Kennard hizo una pausa en la puerta mientras se quedaba estupefacta ante la visión que la saludó dentro del apartamento. Tragó saliva nerviosa mientras se derretía con el fulgor hostil del hombre que se sentaba tieso en su sofá andrajoso. Miró alrededor del cuarto y cuidadosamente observó la presencia de tres escoltas intimidantes en trajes negros que se colocaban protectores cerca del hombre finamente vestido. Ella no esperaba seguramente ver a ESTE Porter esperándola en casa. “B-buenas tardes Sr. Porter.” Dijo nerviosa mientras miraba fijamente a Melvin Porter.
“Hmph.” Melvin miró a la muchacha de arriba a abajo con desprecio mientras Tina caminaba despacio hacia la sala de estar.
“Oh.” Ken Kennard exclamó cuando salió de la cocina con una bandeja de dulces a disposición. “Bienvenida a casa cariño.” Sonrió en su hija mientras colocaba la bandeja encima de la mesa de centro. “¿Saludaste a nuestro huésped?” Dijo de una manera severa mientras señalaba hacia el hombre mudo y rígido que se sentaba en su sofá.
“Sí papá.” Tina susurró en voz baja mientras miraba abajo en sus zapatos. Dios, ¿qué estaba haciendo Melvin Porter aquí adentro? Tocó el teléfono celular que traía en su chaqueta y se inquietó en su lugar. Quería desesperadamente correr hacia fuera y llamar a Bette ahora. Algo no se sentía definitivamente correcto con el padre de su novia haciéndole una visita sorpresa.
“Bien, sientate.” Ken se sentó en el sofá enfrente de Melvin y jaló de la mano fría de su hija para que lo acompañara. Tina obedeció renuente y se sentó silenciosamente al lado de su padre. “¿Qué lo trae por aquí, Sr. Porter?” Ken emitió mientras le hablaba al hombre de gesto adusto que estaba enfrente de la mesa de centro. Debido a su bondad y naturaleza modesta, Ken justificó el comportamiento helado de su huésped como producto de un mal día en el trabajo. Sonrió, no tenía ningún problema con eso. Después de todo, este individuo había criado a una buena muchacha como Bette, así que él debía ser un buen chico también, asumió falsamente.
“Iré directo al punto.” Melvin farfulló mientras miraba el apartamento con repugnancia. Quería terminar pronto con ese asunto así podría salir rápidamente de esa cueva repulsiva llamada casa. Señaló con su dedo y uno de sus escoltas caminó hacia ellos y colocó un portafolios de piel encima de la mesa de centro. Con un movimiento de su cabeza, le dio al individuo la señal de abrirlo y mostrarle el contenido a los dos Kennards.
“Wow.” Ken podía apenas contener su sorpresa pues miraba los cientos de miles de dólares dentro del portafolios en temor. Nunca había visto algo como eso, era apenas como esas escenas en las películas de acción donde las sumas de dinero enormes se intercambiaban ilegalmente para liberar a gente secuestrada o algo así.
“Dos millones de dólares.” Melvin señaló al dinero e hizo muecas en la mezcla de choque y confusión en la cara de Ken. “Que es más que bastante para que los dos vivan comfortablemente.” Sonrió arrogante.
“¿Qué significa?” Ken frunció el ceño mientras Tina cerraba sus puños al lado de él. Su padre podía ser despistado, pero ella estaba segura como el infierno que sabía lo que hacía Melvin Porter.
“Es lo que quieren ustedes dos, ¿me equivoco?” Melvin levantó una ceja mientras miraba a los dos rubios delante de él. “Ustedes han estado planeando esto por cuatro años. ¿Cómo se sienten de cosechar finalmente los frutos de su trabajo duro?” Dijo con desprecio en Ken y Tina.
“¿De que habla?” Ken respondió. No le gustaban las palabras y el tono de ese individuo. ¿Qué dijo sobre nosotros que queríamos esta suma de dinero enorme? ¿Y qué plan trazamos por cuatro años? Rascó en la parte posterior de su cuello confundido.
Melvin resopló asombrado mientras sacudía su cabeza al lado. Odiaba cuando la gente no le entendía. “Su hija,” señaló hacia una Tina enojada. “Ha tenido éxito en la seducción de mi joven e inocente hija. Mi hija está bajo la impresión de que está locamente enamorada de su muchacha.” Dijo amargamente mientras Ken levantaba una ceja en respuesta. “Elizabeth puede ser nueva en este modus operandi, pero yo no.” Entrecerró sus ojos y empujó el portafolios más cerca a Ken. “Asi que tomen el dinero y dejen a mi hija en paz.” Dijo a través de sus dientes cerrados fuertemente.
¿Seducción? ¿Enamorada? Ken surcó su frente. Él estaba bajo la impresión de que su hija y Bette solamente tenían una relación platónica entre ellas. “Hey Tina.” Susurró mientras le daba un pequeño codazo a su hija.
“¿Sí?” Tina susurró detrás.
“¿Eres gay?” Ken preguntó muy suavemente. Nunca se imaginó que su hija podía ser una lesbiana. Seguro, podía ser que ella actuaba infantil y extraño algunas veces. pero atribuía eso al hecho de que la había criado un individuo desorientado
“¡Papá!” Tina susurró agudamente, su cara daba vuelta a roja de la verguenza. Era seguro que nunca habría querido salir a su papá de esa forma.
Melvin despejó su garganta para llamar la atención de la pareja que hablaba en tonos bajos. “¿Entonces tenemos un trato?” Miró a Ken expectante. Por supuesto que si, pensó, estas sujetos codiciosos deben estar felices por haber obtenido mas de lo que se merecían en verdad.
“Oh. sí.” Ken sacudió su cabeza mientras recordaba el otro asunto que estaban tratando. Se inclinó adelante y empujó el potafolios de nuevo a Melvin. “Gracias Porter,” sonrió, con cortesía falsa en sus palabras. “Solamente que nosotros no aceptaremos esto.” Dijo tajante mientras ampliaba su brazo izquierdo y lo colocaba alrededor del hombro de su hija.
“¿Realmente?” Melvin bufó.¿ Jugando para conseguir, más eh? Sacudió su cabeza molesto. Muy bien, él ahora jugaría a su juego puesto que no quería prolongar esta charla ridícula más tiempo. Movió firmemente el dedo de nuevo, el escolta a su izquierda sacó un talonario de cheques de su traje y lo entregó a su jefe. Melvin sacó una pluma de oro de su chaqueta y abrió de un tirón el talonario de cheques. “¿Son suficientes cinco millones para un chulo grande como usted y su mujerzuela hija?” Inclinó su cabeza al lado mientras miraba a los dos delante de él.
“¡¿Qué?!” Tina dijo con repulsión mientras sus ojos se entrecerraban. ¿Quién se piensa que es? ¿Para entrar a nuestra casa e insultarnos a mi y a mi padre? Rumió en cólera.
“Permitame un segundo.” Ken sonrió tranquilamente mientras se levantaba y se fue hacia la cocina en silencio. Tina y Melvin siguieron su camino con la confusión en sus caras.
“¿Papá?” Tina frunció el ceño mientras miraba a su padre caminar de nuevo dentro de la sala de estar algunos momentos más adelante con una taza de café a disposición.
“He sido un mal anfitrión.” Ken sonrió de oído a oído mientras se colocaba al lado de Melvin. “Tenga una taza de café.” Hizo muecas mientras colocaba la taza sobre la cabeza de Melvin y vertió su contenido por todo el hombre que quedó en choque. El café había dado vuelta a frío dentro de la cocina, así que no quemó al Porter arrogante,aunque en este punto a Ken le hubiera encantado.
Las manos de Tina volaron a su boca mientras miraba el pelo de Melvin con el líquido marrón recorriendo su cara. y finalmente a su traje. Deja vu, pensó dentro de su cabeza. ¿Por qué tenía esa sensación persistente de que otra guerra Kennard-Porter acababa de ser comenzada con una taza de café?
“Tome su dinero y métaselo en el culo Porter.” Dijo Ken furioso mientras golpeaba el portafolios con el pie hacia el piso. Los tres escoltas se hincaron alrededor para recolectar el dinero mientras Melvin sacaba su pañuelo y limpiaba su cara y cuello. “Puede ser que seamos pobres, pero tenemos nuestra dignidad.” Ken sacaba humo de la nariz mientras miraba a su huésped amenazante. “¿Qué mierda de padre dice a quién puede o no amar su hija?” Gritó cuando Melvin se paró del sofá y se limpiaba en su ropa mojada.
“Un buen padre.” Melvin replicó. “Un padre que vela por el bienestar de su hija.” Entrecerró sus ojos y enfrentó el fulgor del hombre más alto.
“Bien tiene una manera divertida de demostrar cómo “cuida” de Bette.” Ken sonrió amargamente mientras miraba el portafolios cuyo contenido ahora estaba arreglado en su lugar. “Salga de mi casa Porter.” Ordenó. “Y nunca vuelva a asomar su nariz por aquí.” Dijo a través de sus quijadas apretadas.
“Usted va a lamentar esto.” Melvin advirtió cuando comenzó a caminar hacia la puerta principal del apartamento, seguido por sus guardaespaldas.
“¿Realmente?” Ken rió burlonamente. “La única cosa que lamento es haber desperdiciado una buena taza de café en usted.” Gritó cuando Melvin y sus acompañantes salían del departamento. Una vez que los dos Kennards estuvieron finalmente solos dentro de su hogar, Ken dio vuelta a su hija silenciosa.
“¿Entonces tu y Bette?” Él levantó una ceja.
“Sí.” Tina masculló bajo su respiración mientras movía su cabeza hacia arriba y hacia abajo. Ahora por fin tenía que abrirse a su padre.
“Ella es una buena muchacha.” Ken frotó ligeramente su barbilla distraído. “Es agradable que ella no sacó lo mierda de su padre.” Suspiró.
Lo era, Tina sonrió para si, pero cambió. “Umm. ¿Estás enojado conmigo porque soy gay papá?” Tina preguntó con voz suave mientras miraba a su padre nerviosa. Ella había querido salir hace mucho tiempo, pero nunca había tenido realmente la tripa para hacerlo. Era una pena que él se hubiera tenido que enterar bajo estas circunstancias.
“Nope.” Ken sonrió sinceramente en su hija. “Estoy más decepcionado de que no me hayas dicho nada de ti y Bette antes.” Encogió los hombros mientras abrazaba a su hija firmemente contra su pecho. “Habría sido su partidario número uno.” Bromeó mientras compartían una risa.
“Gracias papá.” Tina sonrió mientras se aferraba a su oso de peluche que era su padre. Bette no bromeaba cuando dijo que Melvin era una persona fría y arrogante. Las dos eran afortunadas de que por lo menos uno de sus padres estaba a favor de su relación.
“¿Cinco millones, huh?” Ken sacudió su cabeza al lado mientras recordaba la oferta ridícula de Melvin. ¿Todo ese dinero por separar a sus niñas? “Tina.” Susurró a su bebé en sus brazos.
“¿Sí papá?”
Ken se alejó un poco mientras miraba a su hija a los ojos. “Nunca te vendas por cinco millones.” Entrecerró sus ojos. “Casa a Bette Porter y consigue los mil millones.” Bromeó mientras Tina lo empujaba juguetonamente lejos.
“¡No juegues papá!” Tina rodó sus ojos mientras su padre se reía a sus costillas. “Eres tan malo como Melvin Porter.” Bromeó mientras caminaba hacia la ventana y miraba la calle abajo.
Se habían ido. Melvin Porter y su comitiva habían dejado el edificio.
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“Joyce.”
“¿Sí señor?”
“Consigue toda la información sobre Kenneth Kennard. Quiero un informe sobre mi escritorio mañana por la mañana.”
“Sí señor.”
“¿Y Joyce?”
“¿Señor?”
“Programa una reunión con la directora de Redwind también.”
“Enseguida Sr. Porter.”
Apartamento de Kennard. Lunes por la mañana.
“¡Bebé buenos dias!”
“Buenos días Por. em. bebé.”
“¿Qué es éso?”
“¿Qué es qué?”
“Esa - cosa - alrededor de tu cuello.”
“Oh esto? Es un apoyo de cuello.”
“¿Un apoyo de cuello?”
“Sí. Lo pedí prestado de Jenny ayer.”
“¿Te caíste en las escaleras otra vez y te lastimaste?”
“Nope.”
“¿Entonces porque lo usas?”
“Debido a ti.”
“¿Yo? Qué hice yo ahora?”
“Ésto.”
Quita el apoyo de cuello.
“Oh.”
“Parezco un Dalmata.”
“Umm. No. No, no es asi.”
“…”
“Uh. ¿quizá un poco?”
“…”
“Oh mierda. ¿Se dio cuenta tu papá?”
“No. Usé una sudadera todo el tiempo que estaba en casa. El clima no me ayudó así que sudé como un cerdo toda la noche.”
“¿Realmente? Mi pobre bebé. Lo siento tanto.”
“Apuesto que si.”
“¿Pero porqué el apoyo de cuello? Porqué no usaste un cuello alto para la escuela hoy?”
“Bien, a diferencia de ti, algunas de nosotras tenemos que asistir a clases usando un uniforme.”
“Tu no tienes que hacerlo. No tendrás problemas, cada uno sabe que estás bajo mi protección.”
“No gracias, no quiero realmente romper las reglas.”
“¿Estás segura?”
“Yep. Sé que puedo librarme de ellas, pero no quiero realmente hacerlo.”
“Aww. mi bebé. - beso. tan de principios y llena de convicción. Aquí, usa esta bufanda alrededor de tu cuello en vez de ese apoyo pegajoso.”
“Bebé gracias. No quise ser así de tensa, solo pienso que por lo menos una de nosotras debe tener el sentido de comportarse correctamente.”
“Y yo estoy alegre de que seas tú. Amo ser la mala y romper las reglas.”
“Estoy segura que lo haces.”
“Hablando de romper reglas, ¿qué dices si cortamos una clase más adelante y buscamos un cuarto abandonado por un poco tiempo de juego?”
“¡De ninguna manera tu perra del cuerno! Tenemos un examen importante de matemáticas hoy.”
“¿Y? La clase de matemáticas es antes de almorzar, ¿correcto?”
“Sí.”
“Podríamos faltar a los dos últimos temas del día.”
“No quiero.”
“Vamos. Prometo hacerlo digno de un rato.”
“No Porter.”
“Por favor bebé.”
“No.”
“Por favor. - beso. por favor. - beso.”
“N-no.”
“Alguien duda.”
“¡No, no es así!”
“Hmm. Qué te parece esto.”
“¿Qué?”
“Puesto que nos dejan revisar los papeles después de la prueba, ¿qué te parece si hacemos una pequeña competencia?”
“¿Una competencia?”
“Sí. La que obtenga la calificación más alta del examen decide si asistimos a las últimas clases o no.”
“No lo se Porter.”
“Bebé, confía en que si gano, vas a terminar saciada y satisfecha antes de que suene la campana de salida.”
“…”
“Ooo. Conozco esa mirada en tu cara, de alguien que comienza a estar caliente.”
“¡No sigas!”
"Tsk Tsk. A la defensiva como de costumbre.”
“¡No lo estoy!”
“Admitelo Kennard. Lo deseas tanto como yo.”
“N-no. No, no lo hago.”
“Ni tu crees lo que dices. De todas formas, ¿qué dices sobre la competencia?”
“¿Estás segura de que quieres desafiarme Porter? Estudié duro ayer por la noche.”
“¿Realmente? ¿De dónde sacaste la energía para estudiar después del entrenamiento que hicimos en el sofá de Jenny?”
“Tengo mis maneras.”
“Interesante. Me estrellé en la cama tan pronto como llegue a casa anoche.”
“¿Ni siquiera abriste tus notas?”
“Nope. Pero es aceptable porque no lo necesito realmente.”
“Te sientes absolutamente confiada para alguien que no estudió una cosa.”
“Bien, porque a diferencia de ti, mi novia hermosa, no tengo que intentar tan difícilmente prepararme para un exámen tonto de matemáticas.”
“¿Y porqué no?”
“Porque los Porter son naturalmente inteligentes y excelentes con los números. Nací con una mente y un cerebro agudos como calculadora.”
“Ooh. ¿En serio? Eres tan humilde bebé. Espero que recuerdes esas palabras cuando tu trasero derrotado llore dentro de la clase esta tarde.”
“Así pues, ¿entonces aceptas mi desafío?”
“Oh sí. Preparate para perder Porter.”
“Pfft. Ven acá bebé.”
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El planeta. Mañana.
“¿Hizo falta una nota o algo?” Sam Makavejev levantó la vista de su vaso de jugo de naranja y frunció el ceño mientras Alicia y Shane se dirigían hacia su mesa en el planeta. “Creo que algo no anda bien aquí.” Miró los sombreros que adornaban las cabezas de sus amigas y suspiró burlona.
“Debes agradecer a tu culo afortunado que te mantuviste al margen.” Alicia se enfurruñó mientras se sentaba en su silla. Jaló consciente hacia abajo en su boina blanca mientras Shane hacía lo mismo con su sombrero de ala negro.
"¿Porqué?” Sam miraba entre sus dos amigas. “¿Qué sucedió?”
Alicia y Shane se miraron una a la otra y emitieron un suspiro colectivo. Tan discreto como fué posible, las dos levantaron sus sombreros y demostraron lo que ocultaban debajo a una Sam estupefacta.
“Wow.” Fue la única cosa que escapó de los labios de Sam mientras Alicia y Shane colocaban rápidamente los sombreros en su lugar. Sus amigas se divirtieron seguramente con peinados interesantes esta mañana. “¿Marrón?” Dio vuelta a Shane primero cuando la morena llamaba a una de las meseras próximas y pidió su tiro acostumbrado.
“Debiste haberlo visto ayer.” Shane gruñó mientras se inclinaba detrás contra su silla. “Era rojo brillante.” Alicia miró hacia arriba mientras Shane suspiró y rasguñó la parte posterior de su cuello. Había estado aclarando su pelo todo el dia de ayer, al punto de no hacer nada mas que eso.
Desafortunadamente para ella, Bette había utilizado un obstinado y duro de quitar aerosol en su pelo así que todos sus esfuerzos resultaron solamente en que el color se obscurecía un poco. Pensaba que tardaría cerca de dos a tres días para que el color rojo se fuera totalmente. Hasta entonces, ella usaría un sombrero por todas partes. o se arriesgaría a caminar alrededor de Los Ángeles pareciendo un Ronald McDonald lesbiano.
Sam soltó una buena carcajada mientras Shane se deslumbraba en ella en respuesta. Después de algunos momentos, despejó su garganta y cambió su atención a Alicia. “¿Qué sobre ti Al?” Sam sonrió mientras la rubia jugaba distraída con la coctelera de pimienta en la mesa. “¿Corto y de punta?” Reclinó la barbilla en su mano y miró a su amiga.
“No tenía ninguna opción.” Alicia rodó sus ojos. Ella había sido siempre una muchacha de pelo largo, jamás tomaba ningún riesgo con sus rizos rubios. Pero todo cambió cuando Bette Porter entró furtivamente a su cuarto ayer por la mañana y ató su pelo a su cama. Por primera vez en su vida, Alicia lamentó tener su independencia y vida totalmente privada dentro de su habitación del ático. Todavía no podía decidir si fue afortunada o desafortunado al descubrir que Bette fue bastante inteligente para dejarle algo que la liberara de su pequeño lío pelos-pegados bajo la forma de unas tijeras que colocó convenientemente al lado de su cabeza. Alicia tardó media hora para decidir si se separaría o esperaría que un milagro sucediera. No tuvo ninguna suerte con esto último puesto que se encontró cortando su propio pelo un breve periodo de tiempo más adelante. Innecesario decir, lloraba a raudales mientras realizaba el hecho. Una vez libre de los límites de su cama, se lanzó hacia el espejo dentro del cuarto de baño para examinar el daño. Aterrándose levemente en la vista y al límite de la desesperación, llamó a su peluquero de confianza y arregló una visita a su hogar cuanto antes. “¿Es tan malo?” Alicia pidió en pequeña voz mientras miraba nerviosa entre sus dos amigas.
“Se ve bien en ti realmente.” Sam admitió con una sonrisa mientras Shane movía su cabeza en el acuerdo. “Hace que te mires más joven.” Siguió cuando Alicia se relajó un poco en su silla.
“Gracias a dios.” Alicia respiró aliviada. Su pelo tardaba poco tiempo en crecer así que contemplaba ya usar una armadura diaria hasta que lo hiciera.
“Así pues, ¿lo tomo que Bette no estuvo satisfecha con las cosas nuevas que hicieron?” Sam pescó dos gemidos en respuesta.
“¿Sabes si ella está todavía enojada con nosotras?” Alicia suspiró mientras la mesera les traía su suculento desayuno y pidió bebidas. Ella no intentó realmente provocar el mal genio de Bette cuando la espiaban a ella y a Tina encima de la rueda de Ferris. Ellas solo estaban….. cuidando, sí, eso era todo, para la seguridad de sus amigas. Ninguna agenda oculta o algún motivo.
Sam encogió los hombrosmientras cortaba un pequeño pedazo de su crepa y la llevaba a su boca. “No creo que lo esté.” Contestó mientras masticaba en su alimento cuidadosamente. Bette se miraba lejos de enojada cuando le hizo una visita ayer por la mañana. Su mejor amiga era el epitome de la felicidad cuando se jactó sobre las galletas y su nueva novia.
“Bueno.” Shane exhaló mientras tragaba su tiro. No tendrían que estar cuidándose todo el tiempo ahora. Bette podía ser realmente malévola y creativa a la hora de planear las bromas cuando estaba enfadada. “Hablando de Bette, ¿donde está ella?” Limpió su boca con una servilleta mientras miraba alrededor del café en busca de su líder.
Alicia y Sam miraron a Shane incrédulas mientras las morena las veía confundida. “En la escuela con Kennard, duh.” Alicia rodó sus ojos mientras precisaba lo obvio. Bette nunca las acompañaba realmente en el desayuno más desde que empezó a estar ocupada con Tina. “Pienso que necesitas otro tiro de café express Shaney. Tu cerebro todavía está lento.” Alicia sacudió su cabeza al lado cuando Shane se encogió en respuesta.
“Umm.” Sam habló en voz alta mientras remontaba el borde de su vaso con su dedo. Puesto que Bette no estaba ahí, también tenía que compartir las buenas noticias con sus amigas. “Ahora son oficialmente pareja.” Dijo lentamente mientras miraba para arriba y estudiaba las reacciones de sus amigas.
“¿Realmente?” Alicia exclamó . “¡Eso es bueno!” Aplaudió emocionada. Finalmente, un status que complementaría todos los besos y caricias que atestiguaron la otra noche. “Hey, ¿no estás feliz por Porter, Shane?” Frunció el ceño mientras miraba a la muchacha al lado de ella y notó las líneas de la preocupación en la frente de su amiga.
“Estoy feliz por ellas.” Shane susurró suavemente cuando giró su taza vacía con sus manos.
“¿Pero?” Sam pinchó. Tiene que haber un “pero” en alguna parte allí.
“Solamente tenemos ahora que intensificar realmente nuestros planes.” Shane miró a las dos seriamente. “¿Cómo piensan que tío Lucas reaccionará a los recientes acontecimientos?” Levantó una ceja mientras sus palabras golpearon la marca prevista dentro de sus amigas.
“Bastante mal, conjeturo.” Sam tragó difícilmente mientras finalmente comprendió las implicaciones del estatus de pareja recientemente establecido de Bette y Tina. No había ninguna duda que Melvin Porter se iría contra Tina ahora.
“Mierda.” Alicia maldijo bajo su respiración. No sólo Melvin no aprobaba a Kennard, también resultó gravemente humillado durante la fiesta de Bette por su propia hija. Era seguro que él iba a hacer su movimiento bastante pronto. Después de todo, era un hombre de acción y sabían que nunca se daba por vencido.
Shane se inclinó más cerca a la mesa y susurró misteriosa. “La fase uno está en marcha. La muchacha del café sabe qué hacer, ¿correcto?” Miró a Alicia cuestionándola.
“Sí.” Alicia movió su cabeza en respuesta. Ella había repasado el plan con Dana un par de veces el otro día. “Solamente la llamaré otra vez esta noche para cerciorarme de eso.” Siguió cuando Shane dió vuelta para mirar a Sam.
“¿Seguridad?” Shane preguntó en voz baja.
“Trato hecho.” Sam contestó. “Tengo gente supervisando el apartamento de Tina todo el dia. Me informarán tan pronto como surja algo.”
“Bueno.” Shane sonrió en la aprobación. Sacó su teléfono de su bolsillo y comenzó a marcar algunos números. “Me encargaré de la fase dos.” Susurró bajo su respiración cuando se excusó de la mesa y comenzó a hacer las llamadas necesarias.
4F listo.
El próximo paso es el tuyo, Melvin Porter.
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Academia de Redwind. sala de clase 4-B.
“Bebé,” Bette susurró en voz baja cuando dejó de escribir sus notas y se inclinó más cerca a Tina.
“¿Qué?” Tina susurró detrás distraidamente mientras hacía juegos malabares su atención entre su novia y la conferencia importante en frente.
“Deseo tanto besarte ahora.” Bette lloriqueó mientras acariciaba suavemente el antebrazo de Tina. Hombre, toda esta plática de historia la hizo sentir caliente de pronto. El viejo profesor enfrente discutía la Segunda Guerra Mundial. Todo el tema de Hitler hizo que ella pensara en Europa. Y cuando pensó en Europa, recordó el viaje por carretera europeo de hace algunos meses. Y cuando estaba recordando sobre el viaje por carretera, pensó en Francia y en sus ardientes aventuras. Y cuando comenzó a pensar en Francia, su mente se zambulló en el canal y concretamente en el asunto maravilloso de los besos franceses, sus favoritos de todos los tiempos. Y cuando pensó en el beso francés, no pudo pensar nada mas que en Tina Kennard y sus labios deliciosos. Y esas mis amigos, son las razones principales por las que Bette Porter se sentía más que un poco ansiosa ahora.
“Comportate.” Tina advirtió a través de sus dientes cerrados fuertemente mientras golpeaba con fuerza la mano de Bette. La morena puso mala cara y se enfurruñó en su asiento en la decepción. Oh dios, Tina robó un vistazo lateral en su novia y mordió su labio más bajo. Quizá tener a Porter como compañera de asiento era una idea totalmente mala, se inquietó en su asiento pues comenzó a sentir ese dolor familiar de nuevo. Esa cosa que Porter sentía, ella también lo sentía en los último pocos minutos que agonizaban ya. Ella quería a Bette. y la quería ahora. Mierda, maldijo internamente mientras intentaba volver a la conferencia. Estaba realmente asombrada ella misma de todo lo que sentía siempre que Bette estaba cerca. Era como si sus locas hormonas adolescentes corrieran salvajemente en el interior de su cuerpo desde que la morena se hizo su novia. Empezaba a creer que comenzaba a volverse adicta a Bette Porter y a su lengüa talentosa. Robó otro vistazo rápido en su novia y jadeó. Allí estaba, el escozor familiar otra vez.
“Para.” Tina susurró cuando su respiración comenzaba a agitarse más. Bette se lamía el labio más bajo y pegaba levemente la extremidad de su lengüa hacia fuera mientras volvía a escuchar y a escribir notas en su cuaderno. “Me estás distrayendo.” Tina tragó mientras Bette la miraba confundida.
“¿Qué cosa?” Bette inclinó su cabeza al lado. “¿Ésto?” Dijo inocente mientras hacía una demostración atractiva de frotar su lengüa contra su labio superior y abajo a su labio más bajo. Guiñó en Tina cuando la respiración de la rubia se enganchó dentro de su garganta.
“Joder Porter.” Tina sofocó un quejido mientras apartaba su mirada de la morena de mirada sensual e intentó traer su foco de nuevo a la conferencia. Veinte minutos más, cantó dentro de su cabeza. Veinte minutos para finalizar la clase de historia y que comenzara la de matemáticas. Tenía que alejar los pensamientos de Bette dentro de su mente si quería ganar la competencia. Concentrate Kennard, inhaló profundamente cuando se centró en su meta. La verdad de las cosas es que, ella quería escaparse con su novia, pero también quería ganar la competencia. Su orgullo estaba en juego.
Bette entrecerró sus ojos mientras observaba el frente valiente que su novia ponía. Oh esto va a ser tan divertido, sonrió de oído a oído cuando Tina tiró otra mirada rápida en su dirección y se inquietó en su asiento.
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“Hora de la verdad.” Tina sonrió mientras su joven profesor de matemáticas entraba en la sala de clase y arreglaba sus cosas encima de la mesa de enfrente. Eso es todo, Tina normalizó su respiración mientras acomodaba la pluma y el corrector encima de su escritorio. Satisfecha con su colocación, dio vuelta a su cabeza y miró a su hermosa competencia. Rió silenciosamente para si mientras notaba lo reservada que estaba su novia desde que el profesor entrara. Debe estar muy asustada puesto que sabe que va a conseguir un importante trasero chillón, hizo muecas con aire satisfecho.
“Tan seria.” Tina susurró en broma mientras se inclinaba más cercana a Bette. Rió suavemente mientras remontaba la línea del ceño fruncido entre la frente de Bette. La morena parecía estar concentrada como-Zen mientras miraba al profesor circundar el cuarto y comenzar a repartir los cuestionarios de la prueba. Bette cerró los ojos y comenzó lentamente a respirar adentro y hacia afuera cuando el profesor caminó entre sus mesas y les dio sus papeles. “Buena suerte.” Tina rió bajo su respiración mientras comenzaba a garabatear su nombre encima de la hoja. Ella iba a hacer esta prueba y a ganar la competencia. Estudió duramente y nada podía detenerla de alcanzar su meta. ….Bueno….
… excepto por supuesto por la enorme distracción de una lengua que se movió repentinamente de su quijada a su oído derecho. “Ooh.” Tina sofocó un quejido mientras una Bette de mirada maliciosa se alejaba y comenzaba a escribir en su propio papel. “Bebé buena suerte.” Bette guiñó cuando miró a su novia sudorosa y boquiabierta.
“Fuck Porter.” Tina maldijo irritada y se sacudió de su estupor mientras traía su atención de nuevo al documento de prueba sobre su escritorio. Mierda santa, se aterró mientras miraba fijamente los diversos problemas de matemáticas en la hoja. Los números flotaban delante de sus ojos. Parecía no poder recordar cómo solucionar los problemas difíciles, tragó difícilmente mientras comenzaba a hiper-ventilar en su asiento. Las fórmulas se esfumaron, las técnicas que había practicado la noche anterior se esfumaron. Ahora, con el documento de prueba sobre su escritorio, todo en lo que Tina Kennard podía pensar alrededor era en Bette Porter y su lengua.
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“¡Tiempo fuera! Saquen sus plumas rojas e intercambien las hojas con sus compañeras de asiento.” El profesor anunció enfrente.
“¡Oh! Eso fue taaaaan fácil.” Bette estiró sus brazos al lado y movió su cabeza en círculos mientras intentaba quitar la tensión en su cuello. Sacó la pluma roja de su bolso y sonrió mientras miraba el espacio en blanco y la mirada levemente derrotada en la cara de Tina. “¿Piensas que lo hiciste bien, bebé?” Preguntó mientras intentaba poner una cara seria.
“No hables conmigo.” Dijo Tina fúrica mientras dejaba de golpe su documento sobre el escritorio de Bette y tomó violentamente la propia hoja de la morena.
Bette miró abajo el documento sobre su escritorio y sonrió. Aparte de los garabatos despreocupados dispersos en todo alrededor, el papel estaba limpio y totalmente desprovisto de respuestas. “Kennard.” Dijo en voz alta mientras la rubia estaba que trinaba en su asiento. “Si éste es el resultado de una noche de estudiar, tengo miedo de saber qué sucederá cuando olvides realmente estudiar.” Miró a su irritada novia y sacudió su cabeza. “Pero no te preocupes, no pienso que puedan darte cuentas debajo del cero bebé.” Destelló su sonrisa engreída Porter mientras Tina se deslumbraba en ella en respuesta.
“Muy bien, número uno.” El profesor comenzó anotando la solución correcta en el pizarrón en blanco. Considerándolo todo, tardó a la clase entera quince minutos para comprobar los papeles. Quince minutos enteros de presumir para una Bette triunfante y quince minutos enteros de enfurruñarse para una Tina derrotada.
“Sitio abandonado, ¡aquí vamos!” Bette frotó sus manos emocionada mientras miraba el número que Tina garabateaba abajo en la esquina superior derecha de su papel.98 sobre 100. Nada mal Porter, hizo muecas de oído a oído. Ella vio a Tina mirar su propio papel encima de su escritorio fuera de la esquina de sus ojos. “Dum-dum-dum.” Bette tarareó mientras escribía un enorme cero encima del papel de Tina. Guiñó mientras dio vuelta a su cabeza y cogió la mirada fija de su novia. “Mejor suerte la próxima vez Kennard.” Rió mientras Tina le daba una palmada atrás de su cabeza molesta.
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“Vamos, ¿todavía estás enojada?”
“¡Por supuesto que lo estoy! ¡Eres una gran tramposa Porter!”
“¿Tramposa? ¿Pero qué hice?”
“No actues toda inocente. ¡Sabes muy bien lo que hiciste!”
“Aclarame Kennard. ¿qué fue lo que hice?”
“Tu, tu,….¡me lamiste y me distrajiste!”
“¿Te lamí?”
“Sí. No finjas que no recuerdas.”
“¿Te lamí?”
“¡Sí!”
“¿Yo? ¿Te lamí?”
“¿Estás sorda? ¡Sí!”
“¿Realmente? ¿Te lamí?”
“¡Joder Porter sí!”
“¿Así?”
Lamida.
“…”
“Tomo eso como un sí. Hmm. Lo siento bebé.”
“¿Lo sientes porque hiciste trampa?”
“Nope. Lo siento porque esa lamida fue un poco floja.”
“¿Qué?”
“Debí haber hecho esto en lugar de eso.”
Lamida.
Chupar.
Beso.
Chupar.
Mordida.
Beso.
Lamida.
“Ooooh…fuck...”
“Mucho mejor, bebé ¿si?”
“…”
“¿Estás bien Kennard?”
“Maldición Porter.”
“¿Todavía te sientes mal porque te engañé distrayéndote?”
“N-no, no más.”
“Bueno. Sabía que si apelaba la Kennard caliente prevalecería.”
“¿Qué?”
“Nada.”
“¿A dónde me llevas Porter?”
“Allá.”
“¿Huh? Porqué allí?”
“Porque nadie entra en este sitio durante la tarde.”
“¿Cómo sabes?”
“Venimos mucho con 4F cuando nos aburrimos en clase.”
“¿Estás segura que no nos van a pescar?”
“Positivo.”
“Es mejor que sea seguro Porter.”
Beso.
“No te preocupes de nada, bebé.”
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“¿Donde piensas que Bette y Tina comieron el almuerzo?” Alicia preguntó mientras ella y el resto de F4 caminaban a través del pasillo de la segunda planta. Comían generalmente juntas dentro de la cafetería durante el almuerzo, pero la nueva pareja faltó a la acción durante el receso de hoy. Ella había estado esperando para hablar con ambas en todo el dia para felicitarlas.
“Ni idea.” Shane encogió los hombros mientras caminaba delante de sus amigas. Las dos seguían estando en la fase de luna de miel en su relación, así que no le sorprendía que quisieran estar solas durante el descanso.
“¿A dónde vamos?” Sam preguntó mientras estiraba sus brazos y daba un bostezo enorme. Era hora para su siesta de la tarde y la idea de visitar el balcón del tercer piso comenzaba a tentar a su cuerpo cansado.
“MM uno.” Shane contestó llano. No habían estado allí desde el último mes y era hora de hacer una visita a ese lugar.
“La clase de Literatura está aburrida así que mejor vemos una película.” Alicia aclaró mientras Sam cabeceaba comprendiendo.
“Grande.” Sam sonrió, podría echarse una pestañita durante la película. Las sillas Comfortables y las luces suaves darían el ambiente perfecto al sueño.
Los tres dieron vuelta a la esquina y caminaron algunos pasos hasta que alcanzaran la puerta demasiado familiar. “Aquí estamos.” Shane se colocó delante de la puerta y giró de la perilla para abrirla. Cuarto uno de multimedia, se leía en el letrero de la puerta. Caminó dentro del cuarto abandonado con Sam y Alicia siguiendola de cerca .
“Perfecto.” Sam suspiró mientras se colocaba en uno de los asientos de la sala. Levantó sus piernas y las reclinó en el asiento de enfrente acomodandose para su siesta. Encontrando la posición correcta, cerró los ojos y comenzó a perderse en su sueño mientras sus dos amigas al lado de ella comenzaban una discusión.
“Quiero mirar Saw III.” Alicia sacó un par de DVDs de su bolsa de papel y señaló a la película encima de la pila.
“Infierno No.” Shane sacudió su cabeza violentamente al lado. “No quiero mirar algo sangriento Alicia.” Frunció el ceño cuando tomó los DVDs de las manos de su amiga y comenzó a buscar a través de ellos. Ella quería mirar algo ligero, no una comedia romántica, sino una película llena de chicas y porciones atractivas de escenas de sexo. “Quiero algo con una actriz caliente como el infierno.” Miró el DVD de Tomb Raider y leyó la sinopsis en la parte posterior.
“Bien estoy de humor para mirar una película de terror.” Alicia masculló mientras agarraba un DVD de la morena. Necesitaban llegar a un punto medio. “¿Cómo ves esta?” Preguntó mientras levantaba el DVD de Resident Evil El Apocalipsis. “Es de Milla Jovovich que tiene un culo sabroso y además aparecen algunos zombis.” Se lo dio a Shane para que lo examinara. “De esa manera, las dos tenemos lo que queremos.” Levantó una ceja y esperó la respuesta de Shane.
Shane estudió las ilustraciones en el frente y dio un cabeceo satisfactorio. “Está bien.” Dio el DVD a Alicia y se inclinó detrás contra su silla.
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“Ooooooohhhhh.”
“Mmmmmmm.”
“Bebé.” Bette gimió mientras empujaba a Tina contra la pared. “Esto tiene que salir.” Respiró fuerte mientras se apartaba momentáneamente de los labios de Tina y jalaba la chaqueta de la escuela de la rubia.
“Mmm. okay.” Tina masculló mientras se encogía y se quitaba la chaqueta de sus hombros y tiró de la morena hacia ella de nuevo.
“Genial.” Bette suspiró en la boca de Tina mientras ayudaba a su novia a quitarse la prenda. Una vez que la chaqueta azul marino fue desechada al lado, movió su mano hasta el cuello de Tina y aflojó el lazo de su cuello. Demasiada ropa puesta, pensó irritada, demasiadas barreras. Algunos momentos más adelante, jaló del lazo de Tina y lo lanzó en el piso donde se reunió con la chaqueta de la rubia. Sintió las manos de Tina apretarla aún mas fuerte, impulsándola a profundizar su exploración en la boca de la rubia. “Mmm.” Gimió mientras hacía estallar algunos botones en la blusa de Tina. Satisfecha con la cantidad de piel que finalmente había llegado a ser accesible a ella, movió una mano a través del estómago apretado de Tina hasta el sujetador negro de algodón que usaba.
“Ooohh Dios de.” Tina gimió mientras Bette juguetonamente pellizcó su pedazo sensible sobre el material de su sujetador. Las sensaciones mezcladas causadas por la mano suave que acariciaba su pecho y la lengua deliciosa dentro de su boca le quitaron la fuerza en sus rodillas. “Uhh.” Gimió mientras se aferraba a Bette para apoyarse. “Bebé.” Lloriqueó cuando la morena comenzó a ser un poco más agresiva, la reacción que recibía de su Bette la estaba llevando a perder todo control de si misma . “Necesito. Necesito. sentarme.” Tina tardamudeó a medida que Bette continuaba su asalto apasionado en los labios de Tina.
“Seguro bebé.” Bette ronroneó atractiva en el beso mientras se doblaba un poco abajo y sorprendió a Tina levantando sus piernas temblorosas del piso y envolviéndolas alrededor de su cintura. En un movimiento rápido, las movió de un tirón alrededor y se fue hacia la mesa algunos pasos sin romper el beso. Tan cautelosamente como le fue posible, acomodó a la rubia encima de la mesa mientras ella se colocaba delante de Tina. Separó los labios de su novia y besó y aspiró el punto sensible que había descubierto ayer en el cuello de Tina.
“Mierda.” Tina maldijo sin aliento mientras lanzaba su cabeza de nuevo para dar a Bette más acceso. Tragó difícilmente mientras sentía la lengua que había llegado a amar tanto viajar abajo a su pecho agitado. Su respiración se enganchaba en su garganta y estaba segura que sus ojos giraron sobre un eje a la parte posterior de su cabeza mientras sentía la sensación inequívoca de dientes que mordían abajo sobre el material fino de su sujetador. Comenzaba a sentir el caerse al revés así que cerró de golpe las manos contra la mesa en un esfuerzo por estabilizarse. Ow, hizo muecas un poco mientras golpeaba algo con su mano izquierda. Pero la sensación de dolor se fue tan pronto como llegó a medida que Bette continuó suministrando placer al cuerpo sudoroso de Tina.
Y sin el conocimiento de las dos adolescentes calientes, una luz roja grande entró en vida encima de sus cabezas.
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“Apurate Al.” Shane murmuró impaciente mientras Alicia seguía sentada al lado de ella y hablaba con alguien en su celular. La rubia levantó un dedo y articuló “un minuto” mientras seguía atenta su conversación con la persona en la otra línea. Shane suspiró y frotó su nuca irritada. Ya quería comenzar la película pero Alicia se tardaba un buen tiempo en el teléfono. Si ella hubiera sabido cómo funcionaba la máquina de multimedia dentro de la sala de mando en la parte posterior, la hubiera encendido ya hace algunos minutos. Maldición, sacudió molesta su cabeza mientras Alicia reía desagradable al lado de ella. Por lo menos una de nosotras está pasando un buen rato, pensó cuando miró a Sam que roncaba en su otro lado.
Por fin algunos minutos más adelante, Alicia finalmente terminó su llamada e hizo frente a una Shane mo0lesta. “Shaney lo siento.” Encogió los hombros a manera de disculpa mientras se levantaba de su asiento. La morena gruñó en respuesta mientras la observaba amenazante. “Regreso en un minuto.” Alicia dijo avergonzada mientras daba vuelta alrededor.
Oooooooooohhhhhhhhhhh.
“¿Qué fué éso?” Alicia y Shane dijeron al mismo tiempo que se miraban una a la otra con los ojos anchos. Joder, ¿oimos un fantasma? Alicia se aterró dentro de su cabeza mientras Shane se incorporaba y agarraba fuertemente su brazo.
Mmmmmmmmmmmmmm.
Definitivamente no era un fantasma, Alicia se relajó un poco mientras miraba fijamente a Shane. A menos que este lugar fuera frecuentado por almas o espíritus cachondos, no experimentaban definitivamente algo sobrenatural. “Los altavoces.” Shane susurró mientras cabeceaba hacia los altavoces montados por todo el cuarto.
Uhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.
“Mierda.” Alicia contuvo una risa mientras meneaba sus cejas en Shane. Algunas perras en calor estaban en plena acción dentro de la sala de mando en la parte posterior, y fueron bastante estúpidas para girar el microfono y difundir su pequeño acto dentro del cuarto de multimedia. Shane sonrió y coloco su pulgar en sus labios mientras los sonidos de respiración agitada y gemidos brotaban alrededor de las paredes.
Bebé Oooohh.
“Mmff.” Alicia y Shane suprimieron sus risitas con sus manos.
“Al.” Shane susurró en voz baja mientras le hacía señas para que se acercara. “Quiero saber quiénes son las lechonas calientes.” Sonrió maliciosa en Alicia.
“Igual.” Alicia susurró detrás mientras movía su cabeza. Tomaría un vídeo de ellas también, pescó su teléfono dentro de su bolsillo y lo cambió al modo video. Shane se levantó lentamente de su asiento y las dos empezaron a avanzar despacio hacia el pasillo.
“Aaaahh. oh dios. aahhhh. eso se siente tan bueno bebé”.
Shane y Alicia se congelaron a mitad del camino mientras una voz cansina meridional familiar flotó fuera de los altavoces.
“¿Es eso?” La boca de Alicia cayó en el piso mientras miraba a una Shane con los ojos abiertos.
“Ohhh. aaahhhhhhhh. Porter. Uhhhh”.
“Oh mierda.” Alicia y Shane dieron vuelta rápidamente alrededor y caminaron enérgicamente de nuevo a una Sam durmiente. Alicia dio una palmada a la muchacha durmiente al frente y cubrió la boca de su amiga cuando Sam intentó gritar en protesta. Shane colocó un dedo sobre sus labios mientras indicaba para que la morena escuchara los sonidos.
Mierda Oooooooooohhhhhhhhhhhh. dios ohhhhhhhhhhh.
“Qué?” Sam susurró en choque mientras quitaba la mano de Alicia de su boca. El sonido de dos personas que aspiraban la cara impregnó el cuarto y la hizo ruborizarse. “¿A dónde van chicas?” Preguntó en voz baja mientras miraba a sus dos amigas agacharse y arrastrarse hacia la salida.
“¿Quieres despertar mañana por la mañana con tu pelo afeitado o teñido de verde neón?” Alicia susurró agudamente mientras daba vuelta a su cabeza para mirar a una Sam confusa. “Levantate en el acto.” Empujó el trasero de Shane mientras seguía el viaje de la morena hacia la puerta.
“¿Qué?” Sam rasguñó su cabeza soñolienta mientras miraba la sala de mando en la parte posterior. No podía ver dentro de los paneles de cristal puesto que estaban opacos y las luces fueron amortiguadas. “¿Porqué se van chicas?” Llamó a sus espantadas amigas. Estaba un poco extrañada por el hecho de que las dos quisieran salir precipitadamente de la escena y no parecían interesadas en espiar la acción dentro de la sala de mando.
“Mmmmmmmmmmm. Mierda sabes tan bien Kennard”.
“Oh. Mi. Dios.” Sam exclamó en choque mientras caía rápidamente a sus rodillas y seguía a sus amigas hacia la salida. “Joder. ¡Dense prisa!” Susurró con miedo mientras empujaba a Alicia más rápido hacia la puerta.
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Tina Kennard bajó del autobús y cantó una melodía mientras se dirigía hacia su edificio algunas calles lejos. Había pasado mucho tiempo que no tomaba el autobús de la escuela desde que Bette insistió en llevarla siempre a su hogar. Sin embargo hoy era diferente porque Melvin le había pedido a su novia que después de la escuela atendiera a un acontecimiento importante de caridad en su lugar. Asi que con el corazón pesado, Bette dejó a Tina en la parada del autobús y le dio un beso de despedida, todo el tiempo prometiendo hacerle una visita después del evento. Triste como estaba de que Bette tuviera que irse, le confortaba un poco el hecho de que se verían algunas horas mas tarde. Oh dios, Tina sacudió su cabeza y sonrió a pesar de si, creo que estoy grave.
Miró alrededor de su vecindad repugnante y sonrió. El lugar normalmente aburrido parecía de alguna manera un poco más brillante, un poco más feliz. Quizá solo soy yo, rió divertida mientras daba un giro a la derecha y caminaba en su calle. Se congeló en su lugar mientras miraba un par de coches negros de lujo delante de su edificio. “¿Tan pronto?” Susurró confundida. ¿Bette abandonó el acontecimiento ya? Mordió su labio más bajo pensativa. Oh bien, sonrió brillantemente cuando reasumió la caminata a su hogar, por lo menos ella está aquí. Explotó corriendo emocionada hacia su apartamento, tan solo pensar que Bette Porter la esparaba en su casa envío temblores abajo de su espina dorsal.
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Ring. Ring. Ring. Ring
“¿Sí?”
“El diablo está dentro del castillo.”
“¡¿Qué?! ¿Y la reina blanca está en el hogar?”
“Sí. La vieron entrar en el castillo hace algunos segundos.”
“¿Y la reina negra? ¿Está ella allí?”
“Negativo.”
“Mierda. Vigila el castillo. Si hay cualquier indicio de lucha desde adentro, irrumpan adentro y lleven a la reina blanca y a su padre a la casa segura.”
“Sí, señora.”
“Gracias por marcar. Mantenme informada.”
“Seguro.”
Click.
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“Ho--” Tina Kennard hizo una pausa en la puerta mientras se quedaba estupefacta ante la visión que la saludó dentro del apartamento. Tragó saliva nerviosa mientras se derretía con el fulgor hostil del hombre que se sentaba tieso en su sofá andrajoso. Miró alrededor del cuarto y cuidadosamente observó la presencia de tres escoltas intimidantes en trajes negros que se colocaban protectores cerca del hombre finamente vestido. Ella no esperaba seguramente ver a ESTE Porter esperándola en casa. “B-buenas tardes Sr. Porter.” Dijo nerviosa mientras miraba fijamente a Melvin Porter.
“Hmph.” Melvin miró a la muchacha de arriba a abajo con desprecio mientras Tina caminaba despacio hacia la sala de estar.
“Oh.” Ken Kennard exclamó cuando salió de la cocina con una bandeja de dulces a disposición. “Bienvenida a casa cariño.” Sonrió en su hija mientras colocaba la bandeja encima de la mesa de centro. “¿Saludaste a nuestro huésped?” Dijo de una manera severa mientras señalaba hacia el hombre mudo y rígido que se sentaba en su sofá.
“Sí papá.” Tina susurró en voz baja mientras miraba abajo en sus zapatos. Dios, ¿qué estaba haciendo Melvin Porter aquí adentro? Tocó el teléfono celular que traía en su chaqueta y se inquietó en su lugar. Quería desesperadamente correr hacia fuera y llamar a Bette ahora. Algo no se sentía definitivamente correcto con el padre de su novia haciéndole una visita sorpresa.
“Bien, sientate.” Ken se sentó en el sofá enfrente de Melvin y jaló de la mano fría de su hija para que lo acompañara. Tina obedeció renuente y se sentó silenciosamente al lado de su padre. “¿Qué lo trae por aquí, Sr. Porter?” Ken emitió mientras le hablaba al hombre de gesto adusto que estaba enfrente de la mesa de centro. Debido a su bondad y naturaleza modesta, Ken justificó el comportamiento helado de su huésped como producto de un mal día en el trabajo. Sonrió, no tenía ningún problema con eso. Después de todo, este individuo había criado a una buena muchacha como Bette, así que él debía ser un buen chico también, asumió falsamente.
“Iré directo al punto.” Melvin farfulló mientras miraba el apartamento con repugnancia. Quería terminar pronto con ese asunto así podría salir rápidamente de esa cueva repulsiva llamada casa. Señaló con su dedo y uno de sus escoltas caminó hacia ellos y colocó un portafolios de piel encima de la mesa de centro. Con un movimiento de su cabeza, le dio al individuo la señal de abrirlo y mostrarle el contenido a los dos Kennards.
“Wow.” Ken podía apenas contener su sorpresa pues miraba los cientos de miles de dólares dentro del portafolios en temor. Nunca había visto algo como eso, era apenas como esas escenas en las películas de acción donde las sumas de dinero enormes se intercambiaban ilegalmente para liberar a gente secuestrada o algo así.
“Dos millones de dólares.” Melvin señaló al dinero e hizo muecas en la mezcla de choque y confusión en la cara de Ken. “Que es más que bastante para que los dos vivan comfortablemente.” Sonrió arrogante.
“¿Qué significa?” Ken frunció el ceño mientras Tina cerraba sus puños al lado de él. Su padre podía ser despistado, pero ella estaba segura como el infierno que sabía lo que hacía Melvin Porter.
“Es lo que quieren ustedes dos, ¿me equivoco?” Melvin levantó una ceja mientras miraba a los dos rubios delante de él. “Ustedes han estado planeando esto por cuatro años. ¿Cómo se sienten de cosechar finalmente los frutos de su trabajo duro?” Dijo con desprecio en Ken y Tina.
“¿De que habla?” Ken respondió. No le gustaban las palabras y el tono de ese individuo. ¿Qué dijo sobre nosotros que queríamos esta suma de dinero enorme? ¿Y qué plan trazamos por cuatro años? Rascó en la parte posterior de su cuello confundido.
Melvin resopló asombrado mientras sacudía su cabeza al lado. Odiaba cuando la gente no le entendía. “Su hija,” señaló hacia una Tina enojada. “Ha tenido éxito en la seducción de mi joven e inocente hija. Mi hija está bajo la impresión de que está locamente enamorada de su muchacha.” Dijo amargamente mientras Ken levantaba una ceja en respuesta. “Elizabeth puede ser nueva en este modus operandi, pero yo no.” Entrecerró sus ojos y empujó el portafolios más cerca a Ken. “Asi que tomen el dinero y dejen a mi hija en paz.” Dijo a través de sus dientes cerrados fuertemente.
¿Seducción? ¿Enamorada? Ken surcó su frente. Él estaba bajo la impresión de que su hija y Bette solamente tenían una relación platónica entre ellas. “Hey Tina.” Susurró mientras le daba un pequeño codazo a su hija.
“¿Sí?” Tina susurró detrás.
“¿Eres gay?” Ken preguntó muy suavemente. Nunca se imaginó que su hija podía ser una lesbiana. Seguro, podía ser que ella actuaba infantil y extraño algunas veces. pero atribuía eso al hecho de que la había criado un individuo desorientado
“¡Papá!” Tina susurró agudamente, su cara daba vuelta a roja de la verguenza. Era seguro que nunca habría querido salir a su papá de esa forma.
Melvin despejó su garganta para llamar la atención de la pareja que hablaba en tonos bajos. “¿Entonces tenemos un trato?” Miró a Ken expectante. Por supuesto que si, pensó, estas sujetos codiciosos deben estar felices por haber obtenido mas de lo que se merecían en verdad.
“Oh. sí.” Ken sacudió su cabeza mientras recordaba el otro asunto que estaban tratando. Se inclinó adelante y empujó el potafolios de nuevo a Melvin. “Gracias Porter,” sonrió, con cortesía falsa en sus palabras. “Solamente que nosotros no aceptaremos esto.” Dijo tajante mientras ampliaba su brazo izquierdo y lo colocaba alrededor del hombro de su hija.
“¿Realmente?” Melvin bufó.¿ Jugando para conseguir, más eh? Sacudió su cabeza molesto. Muy bien, él ahora jugaría a su juego puesto que no quería prolongar esta charla ridícula más tiempo. Movió firmemente el dedo de nuevo, el escolta a su izquierda sacó un talonario de cheques de su traje y lo entregó a su jefe. Melvin sacó una pluma de oro de su chaqueta y abrió de un tirón el talonario de cheques. “¿Son suficientes cinco millones para un chulo grande como usted y su mujerzuela hija?” Inclinó su cabeza al lado mientras miraba a los dos delante de él.
“¡¿Qué?!” Tina dijo con repulsión mientras sus ojos se entrecerraban. ¿Quién se piensa que es? ¿Para entrar a nuestra casa e insultarnos a mi y a mi padre? Rumió en cólera.
“Permitame un segundo.” Ken sonrió tranquilamente mientras se levantaba y se fue hacia la cocina en silencio. Tina y Melvin siguieron su camino con la confusión en sus caras.
“¿Papá?” Tina frunció el ceño mientras miraba a su padre caminar de nuevo dentro de la sala de estar algunos momentos más adelante con una taza de café a disposición.
“He sido un mal anfitrión.” Ken sonrió de oído a oído mientras se colocaba al lado de Melvin. “Tenga una taza de café.” Hizo muecas mientras colocaba la taza sobre la cabeza de Melvin y vertió su contenido por todo el hombre que quedó en choque. El café había dado vuelta a frío dentro de la cocina, así que no quemó al Porter arrogante,aunque en este punto a Ken le hubiera encantado.
Las manos de Tina volaron a su boca mientras miraba el pelo de Melvin con el líquido marrón recorriendo su cara. y finalmente a su traje. Deja vu, pensó dentro de su cabeza. ¿Por qué tenía esa sensación persistente de que otra guerra Kennard-Porter acababa de ser comenzada con una taza de café?
“Tome su dinero y métaselo en el culo Porter.” Dijo Ken furioso mientras golpeaba el portafolios con el pie hacia el piso. Los tres escoltas se hincaron alrededor para recolectar el dinero mientras Melvin sacaba su pañuelo y limpiaba su cara y cuello. “Puede ser que seamos pobres, pero tenemos nuestra dignidad.” Ken sacaba humo de la nariz mientras miraba a su huésped amenazante. “¿Qué mierda de padre dice a quién puede o no amar su hija?” Gritó cuando Melvin se paró del sofá y se limpiaba en su ropa mojada.
“Un buen padre.” Melvin replicó. “Un padre que vela por el bienestar de su hija.” Entrecerró sus ojos y enfrentó el fulgor del hombre más alto.
“Bien tiene una manera divertida de demostrar cómo “cuida” de Bette.” Ken sonrió amargamente mientras miraba el portafolios cuyo contenido ahora estaba arreglado en su lugar. “Salga de mi casa Porter.” Ordenó. “Y nunca vuelva a asomar su nariz por aquí.” Dijo a través de sus quijadas apretadas.
“Usted va a lamentar esto.” Melvin advirtió cuando comenzó a caminar hacia la puerta principal del apartamento, seguido por sus guardaespaldas.
“¿Realmente?” Ken rió burlonamente. “La única cosa que lamento es haber desperdiciado una buena taza de café en usted.” Gritó cuando Melvin y sus acompañantes salían del departamento. Una vez que los dos Kennards estuvieron finalmente solos dentro de su hogar, Ken dio vuelta a su hija silenciosa.
“¿Entonces tu y Bette?” Él levantó una ceja.
“Sí.” Tina masculló bajo su respiración mientras movía su cabeza hacia arriba y hacia abajo. Ahora por fin tenía que abrirse a su padre.
“Ella es una buena muchacha.” Ken frotó ligeramente su barbilla distraído. “Es agradable que ella no sacó lo mierda de su padre.” Suspiró.
Lo era, Tina sonrió para si, pero cambió. “Umm. ¿Estás enojado conmigo porque soy gay papá?” Tina preguntó con voz suave mientras miraba a su padre nerviosa. Ella había querido salir hace mucho tiempo, pero nunca había tenido realmente la tripa para hacerlo. Era una pena que él se hubiera tenido que enterar bajo estas circunstancias.
“Nope.” Ken sonrió sinceramente en su hija. “Estoy más decepcionado de que no me hayas dicho nada de ti y Bette antes.” Encogió los hombros mientras abrazaba a su hija firmemente contra su pecho. “Habría sido su partidario número uno.” Bromeó mientras compartían una risa.
“Gracias papá.” Tina sonrió mientras se aferraba a su oso de peluche que era su padre. Bette no bromeaba cuando dijo que Melvin era una persona fría y arrogante. Las dos eran afortunadas de que por lo menos uno de sus padres estaba a favor de su relación.
“¿Cinco millones, huh?” Ken sacudió su cabeza al lado mientras recordaba la oferta ridícula de Melvin. ¿Todo ese dinero por separar a sus niñas? “Tina.” Susurró a su bebé en sus brazos.
“¿Sí papá?”
Ken se alejó un poco mientras miraba a su hija a los ojos. “Nunca te vendas por cinco millones.” Entrecerró sus ojos. “Casa a Bette Porter y consigue los mil millones.” Bromeó mientras Tina lo empujaba juguetonamente lejos.
“¡No juegues papá!” Tina rodó sus ojos mientras su padre se reía a sus costillas. “Eres tan malo como Melvin Porter.” Bromeó mientras caminaba hacia la ventana y miraba la calle abajo.
Se habían ido. Melvin Porter y su comitiva habían dejado el edificio.
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“Joyce.”
“¿Sí señor?”
“Consigue toda la información sobre Kenneth Kennard. Quiero un informe sobre mi escritorio mañana por la mañana.”
“Sí señor.”
“¿Y Joyce?”
“¿Señor?”
“Programa una reunión con la directora de Redwind también.”
“Enseguida Sr. Porter.”
anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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Fecha de inscripción : 06/03/2008
Re: [Terminado] Sólo esa chica
CAPÍTULO TREINTA Y TRES: ¿Quién es tu papá?
De: Porter <3 < 22 de abril de 2008; 6:23 P.M.>
Mensaje: Hola mi bb como estas no puedo esperar para verte.
¿Debo? Tina Kennard se preguntó por quinta vez mientras su pulgar se retrasaba sobre el botón de contestación en su teléfono celular de oro. Quizá debo esperar hasta que venga de visita antes de que le diga, suspiró cuando presionó el botón de salida y miró fijamente la imágen sonriente de su novia exhibida en la pequeña pantalla. Pero puede ser que se enoje porque me dijo que la llamara tan pronto como surgiera cualquier cosa, movió una mano nerviosa a través de su pelo y rodó detrás en la cama. No obstante, no quiero que se preocupe y que abandone el evento de recaudación de fondos, gimió mientras cerraba los ojos y agarró el teléfono celular firmemente contra su pecho. Dios, exhaló en voz alta, ¿qué debo hacer?
En los últimos minutos, Tina había estado pensando si era una buena idea enviarle un mensaje o llamar a su novia y decirle que el pendejo de su padre le había hecho una visita esa tarde. Seguro, estaba decidida a decirle sobre Melvin tan pronto como él dejó su apartamento, pero un pensamiento llegó a su cabeza y la paró apenas a tiempo antes de que presionara el botón verde de llamada para hablar con Bette. Amaneció en ella lo impulsiva e irracional que la morena impetuosa podía ser cuando estaba enojada. Y tenía miedo de que Bette hiciera algo que comprometiera más la relación ya tambaleante que tenía con su padre y lo empujara a tomar medidas mas radicales contra ellas.
“No.” Tina dijo resuelta mientras tomaba una decisión. Se lo diría personalmente, de esa manera, podría calmar a la morena cuando el genio de los Porter explotara. Ella la calmaría, tranquilizaría y trataría de razonar con Bette. Pero hasta entonces, tenía que hacer algo primero. Movió de un tirón su teléfono y comenzó a mecanografiar.
Para: Porter <3
Mensaje: Hola bb t extraño, Dat prisa. T amo.
En alguna parte dentro de un pasillo de un salón de banquetes en Los Ángeles, en medio de las caras llorosas de las huéspedes que miraban un vídeo conmovedor de refugiados de Darfur, una joven morena se destacaba como un pulgar dolorido. Los ojos marrones hermosos de la muchacha centellearon en dicha cuando su cara exhibió una mueca feliz que alcanzó sus oídos. “Mmff.” Bette Porter emitió una risita vertiginosa mientras leía y releía el mensaje corto de nuevo. “Hey James.” Dio un pequeño codazo silenciosamente al hombre que se sentaba al lado de ella en la mesa.
“Srta. Bette ¿S-si?” James murmuró mientras discretamente se limpiaba los lados de sus ojos con el dorso de su mano.
“¿Cuánto tiempo falta para que termine el programa?” Bette susurró mientras se movía inquieta en su asiento. Se sentía mal por desear abandonar temprano este evento, pero no podía evitar la sensación inmensa de anhelo que la comía por dentro. Podía ser que estuviera en esta recaudación de fondos físicamente, pero mental, emocional y espiritualmente, estaba con una rubia en alguna otra parte.
James leyó el libreto delante de él y susurró detrás. “Después de la demostración de la película, los compromisos económicos, entonces comenzarán los cocteles y el baile.”
“Está bien.” Bette movió su cabeza. “Ofrece cinco millones de la fundación M. Porter así nos podremos ir.” Sonrió mientras los créditos del final comenzaban a rodar y la muchedumbre se levantaba y aplaudían. ¡Bebé, aquí voy! Frotó sus manos emocionada.
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“Srta. McCutcheon buenas tardes.” Phyllis Kroll saludó mientras entraba en su sala de estar. “¿A qué debo esta visita inesperada?” Ella sonrió mientras sacudía las manos con la morena larguirucha que se colocaba al lado de la chimenea y estudiaba las fotos de su hija encima.
“Estoy aquí para hablar de negocios.” Shane sonrió cuando Phyllis indico para que se sentara en el sofá enfrente de ella.
“¿Negocio?” Phyllis levantó una ceja. Grande, sonrió ampliamente, debe estar aquí para dar la contribución trimestral de su familia a la escuela.
“Sí.” Shane movió su cabeza cuando se acomodó en el sofá. Rió silenciosamente para si mientras observaba los dólares que destellarban en los ojos de su directora notoriamente codiciosa.
“¿Qué clase de negocio?” Phyllis hizo muecas, derramando encanto. Esto es bueno, pensó emocionada cuando sus palmas comenzaron a picar.
“Éste.” Shane entregó el sobre marrón que sostenía a una Phyllis sorprendida e hizo muecas.
“¿Qué son éstos?” Phyllis preguntó mientras sacaba un par de documentos dentro del sobre. ¿Dónde están los cheques? Surcó su frente confundida.
“Son solo algunos papeles de nuestros casinos en las Vegas.” Shane contestó llano. Sonrió internamente en la expresión de choque que cruzó la cara de la señora mayor mientras leía las palabras y las figuras que estaban escritas en las primeras páginas.
“E-estos son.” Phyllis tragó saliva.
“Expedientes de la deuda de juego de su marido.” Shane sonrió diabólica, Leonard Kroll les debía centenares de millares en préstamos de juego. Frotó ligeramente su barbilla cuidadosamente a medida que continuaba. “Creo que su familia tiene solamente hasta el próximo lunes para pagar la cuenta, ¿estoy en lo correcto?” Inclinó su cabeza al lado mientras miraba a la mujer que temblaba delante de ella.
“¿S-semana-siguiente?” Phyllis chirrió. “Pero, pero ellos, nos dieron dos meses.” Tardamudeó mientras los granos del sudor comenzaron a formarse en su frente. Maldito Leonard y su vicio por el juego, maldijo internamente mientras comenzaba a sentirse un poco mareada.
Shane sacudió su cabeza al lado. “Nope. Es la semana próxima.” Sonrió. “Y creo que su marido está ya en la punta - - de la lista.” Dijo práctica mientras Phyllis palidecía. “Tan pronto como llegue el lunes.” Levantó su mano al lado de su cabeza y formó un arma con sus dedos. “Bam.” Gritó ruidosamente mientras Phyllis retrocedía delante de ella.
“¿P-porqué. porqué me dices esto?” Phyllis tragó difícilmente mientras sus manos caían derrotadas.
Shane reclinó sus codos en sus piernas mientras se inclinaba adelante. “Porque podría ayudarle.” Susurró suavemente.
“¿Qué?” Phyllis contestó sin aliento. “¿C-cómo?” Preguntó temerosa mientras comenzaba a tener una ligera esperanza.
“Podría hacer que se olvidara.” Shane alcanzó los papeles en el regazo de Phyllis y remontó el nombre de Leonard Kroll con su dedo. “Tengo el poder de borrar la deuda de su marido. Y eventualmente salvar su vida.” Dijo con toda seriedad mientras miraba para arriba y buscaba la mirada de Phyllis.
“¿Podrías hacer eso?” Phyllis pidió en voz pequeña, asustada.
“Sí.” Shane sonrió genuinamente. “Solamente que necesito que haga algo para mí a cambio.” Levantó una ceja mientras esperaba la respuesta de la señora mayor.
“Cualquier cosa.” Phyllis movió su cabeza entusiasmada. “Haría cualquier cosa.” Juntó sus manos temblorosas mientras rogaba a la adolescente delante de ella.
“Buena respuesta.” Shane se inclinó detrás contra el sofá e hizo muecas amenazadora.
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“¿Qué mierdas chica del café?” Alicia Pieszecki vociferó irritada mientras Dana Fairbanks caminaba hacia el patio abandonado. Sacudió su cabeza cuando la morena se tropezó con uno de los sube y baja y se cayó casi completamente de cara.“Torpe, llegas tarde.” Cruzó sus brazos en su pecho mientras golpeaba ligeramente su pie impaciente.
“Lo siento.” Dana se disculpó avergonzada mientras se sacudía el polvo. No se le había permitido dejar la mesa hasta que cada uno hubiera acabado su comida así tuvo esperar y se había atrasado. “Mi papá estaba” intentó decir pero fue cortada inmediatamente por una mano que se agitaba impaciente delante de ella.
“No quiero oír tus excusas.” Alicia se burló. Supuestamente tenía que hacerle un buen recordatorio a Dana a través del teléfono, pero puesto que Sam la llamó hace algunas horas y le dijo sobre la visita de tío Lucas a casa de Kennard, decidió que sería mejor encontrar a su pequeño cómplice personalmente. La morena llegó más de veinte minutos tarde. y bajo circunstancias normales, Alicia habría dejado pasar solo cinco minutos del tiempo de encuentro convenido. Pero puesto que el propósito de esta reunión improvisada era urgente y de importancia extrema, decidió ser paciente y esperar hasta que Dana llegara.
“O-bueno.” Dana frotó su nuca apenada. Maldición, ¿porqué siempre hago alguna tontería delante de 4F? “¿Umm. cuál es la emergencia?” Preguntó mientras miraba nerviosa a Alicia.
“¿Porqué no nos sentamos primero?” Alicia indicó a Dana con su dedo mientras caminaba hacia los columpios algunos pies lejos. La muchacha la siguió temerosa mientras se sentaba a su derecha y comenzó suavemente a sacudirse hacia adelante y hacia atrás. Alicia no pudo dejar de notar las zapatillas de deporte que la morena usaba - era el mismo par que ella tenía en su hogas. Era una edición limitada difícil de conseguir. “Me gustan tus zapatos.” Dijo indiferente.
“Yo-gracias.” Dana se ruborizó ante el elogio. Espera. ella debía decir algo agradable de vuelta , ¿corecto? Tragó nerviosa mientras despejaba su garganta. “Uhh. Tu-corte de pelo es-agradable. R-realmente agradable. De-de un buen nivel. D-de punta. pequeño. g-gran estilo. C-caliente. uhhh. caliente incluso.” Tartamudeó, incluso sin entender ella misma las palabras que salían de su boca.
Alicia surcó su frente mientras miraba extrañada a la muchacha que tardamudeaba al lado de ella. ¿Qué decía? Sacudió su cabeza maravillada. ¡¿Esta muchacha le estaba coqueteando?! Levantó sus cejas mientras Dana comenzó a elogiar su equipo multicolor ahora. “Hey.” Dijo rápidamente y calmó a la muchacha con una mano.
“¿S-si?” Dana tragó saliva. No había sido muy buena para los elogios, ¿correcto?
“Dejemos clara una cosa.” Alicia suspiró dramáticamente. “Somos de la misma edad y altura, ¿no es asi?” Miró a la morena inquisitiva. Cuando Dana cabeceó en la respuesta afirmativa, continuó. “Mira, salgo solamente con muchachas - y muchachos - que son más viejos y más altos que yo.” Indicó firmemente. “Lamento matar tus esperanzas muchacha del café . ¿pero tu y yo?” Señaló a las dos. “No va a suceder.” Sacudió su cabeza tristemente y encogió sus hombros. “Eres linda, pero no es por eso. Quiero algo caliente, picante y crudo. ¿Lo entiendes?” Alicia levantó una ceja.
“Okaaay.” Dana miró a la rubia extrañada. Ella solo le decía cosas agradables a la rubia. No le pidió una cita. ¿Yo y Alicia Pieszecki? Rodó sus ojos internamente. Im-pensable. nunca va a suceder. Incluso no me atrae, se burló. “¿Umm. podemos ahora hablar de la emergencia?” Pidió mientras dirigía la conversación de nuevo a su curso previsto.
“Oh. sí.” Alicia movió su cabeza. “Espera oír del diablo más pronto de lo que esp-” fue cortada por su teléfono celular que vibraba dentro de su bolsillo. “Espera un minuto.” Levantó un dedo mientras sacaba su teléfono y presionó algunos botones.
De: Agente 69 < 22 de abril de 2008; 8:35 P.M.>
Mensaje : La fase 2 inició. Las cabezas rodarán ¿Kroll? Pssh. Mierda está muerta. El diablo se quema. Todo listo yeah
“Hmm.” Alicia sonrió mientras leía el mensaje y cerró su teléfono. Melvin Porter no sabrá qué lo golpeó mañana, sonrió cuando dio vuelta a su atención de nuevo a Dana. “Muy bien chica del café, de nuevo a lo que decía.”
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“¡Tina! ¡Alguien te busca!” Ken Kennard gritó mientras miraba a la hermosa trigueña fuera de la puerta de su apartamento.
“¿Hmm?” Tina masculló soñolienta acostada sobre su costado. ¿Qué dijo papá? Frotó sus ojos y bostezó. Algo sobre alguien que me busca, suspiró mientras sus ojos seguían cerrados. Espera un minuto, sus ojos volaron abiertos mientras se incorporaba en la cama. “¡Porter!” Rió emocionada mientras saltaba de la cama y tomó su cepillo de pelo de la mesa y arregló su pelo. Tarareó una canción y sacudió sus caderas mientras rociaba algo de colonia en su ropa y en los puntos claves en su cuello. “¡Ya voy!” Cantó feliz mientras alisaba su camisa azul claro y se cambió sus pantalones blancos de yoga. Oh correcto, las marcas, hizo muecas mientras miraba su reflejo en el espejo. Tomó la camiseta sin mangas gris encima de su cama y la usó sobre su camisa. Con la tranquilidad que su alma emocionada podía permitirselo, salió lentamente de su cuarto y caminó adonde su papá hacía una pausa en la puerta principal.
“Hey Por-” comenzó pero paró cuando vio a una trigueña diferente fuera de su puerta. “Sam?” Levantó sus cejas en sorpresa mientras Sam Makavejev sonreía y le daba un pequeño saludo.
“Hey Tina.” Sam saludó a su amiga mientras jalaba inconsciente el botón más bajo de su camisa blanca.
“Bien, fue agradable conocer a otra amiga de mi hija.” Ken comentó mientras sonreía en su huésped. “Me da gusto conocerte Sam.” Amplió su mano y sacudió las manos con la muchacha otra vez, había tenido una breve charla agradable con la morena mientras esperaba que su hija emergiera de su cuarto. “Haré el crucigrama en mi recamara.” Dijo a Tina mientras se despedía de las dos muchachas.
Una vez que su padre estaba lejos, Tina dio vuelta de nuevo a Sam y susurró bajo su respiración. “¿Que haces aquí?” Preguntó mientras miraba alrededor del vestíbulo. Estaba abandonado, a excepción de Sam que se colocaba delante de ella. Dios, Porter puede llegar en cualquier minuto, se aterró.
“Solo pasaba por acá.” Sam encogió los hombros indiferente. “Y quise pasar a saludarte.”
“¿Reeealmente?” Tina miraba a su amiga escéptica. Algo no estaba bien. A menos que la secuestraran o se hubiera perdido por esas calles sombrías, estaba segura que Sam Makavejev nunca, ni accidentalmente podía pasar cerca de su “vecindad”. “¿Qué está pasando, Sam?” Preguntó mientras salía al vestíbulo y cerró la puerta del apartamento detrás de ella.
“Nada.” Sam sonrió. “¿Es malo visitar a una amiga en su casa?” Levantó una ceja mientras caminaban hacia la escalera y se sentaron en el escalón superior.
“No.” Tina sacudió su cabeza al lado. Pero cuando esa amiga es novia de su mejor amiga y sabes que su mejor amiga es excesivamente celosa de su relación con la muchacha, replicó dentro de su cabeza. No hacían cualquier cosa incorrecta pero sabía que si Bette las sorprendiera juntas a estas horas de la noche, su novia saltaría a conclusiones y no sería nada bueno.
“¿Ves?” Sam sonrió. Podía ver el miedo en los ojos de Tina y entendía la razón por la que su amiga se sentía un poco agitada. No se propuso permanecer demasiado tiempo, solo había querido acercarse y ver cómo estaban Tina y su papá. “Entonces, ¿cómo estás? No te han visto en todo el dia de hoy.” Sam comentó tan inocente como le fue posible. Aunque escuché de ti sin embargo, agregó divertida dentro de su cabeza.
“Umm. muy bien. Creo.” Tina masculló mientras jugaba inquieta con los lazos de sus pantalones.
“No suenas tan convincente.” Sam estudió la cara preocupada de la rubia y pinchó un poco. “¿Qué pasa Tina? ¿Hay algo mal entre tu y Bette?” Presionó.
“¡No! Nada, no. No.” Tina sacudió su cabeza violentamente al lado. “Estamos bien. Todo está bien.” Sonrió genuinamente cuando pensó en los últimos días. Bette no era el problema, era el cabrón de su padre. A pesar de la alegría y el infantilismo ocasionales, su novia no había escatimado en nada para demostrarle su amor.
“¿No estás preocupada de nada?” Sam la animó.
“Nope.” Tina sacudió su cabeza y sonrió. Si había alguien con quien compartiría su dilema primero, sabía que tenía que ser Bette. No quería que cualquier persona se enterara antes que su novia. La última cosa que quería era lastimar los sentimientos de la morena porque confiaba en Sam antes que ella.
“¿Estás segura?” Sam preguntó genuinamente preocupada.
“Yep.” Tina sonrió.“Porter estará aquí pronto. Yo. No creo que sea cualquier cosa que no podamos manejar juntas.” Mordió su labio más bajo pensativa. Melvin Porter era un obstáculo grande, pero juntas, ella y Bette podrían sobrepasarlo.
“Si tu lo dices.” Sam sonrió. “Espera. ¿Dijiste que Bette estará aquí pronto?” Preguntó mientras las palabras de Tina se colocaban dentro de su cerebro. Oh hombre. quince pies lejos. Rió nerviosa. “Umm. Probablemente debo irme entonces.” Se levantó inmediatamente y Tina tocó su hombro mientras hacía una salida precipitada.
“Está bien.” Tina surcó su frente confundida. Vaya que fue una visita rápida y extraña, pensó mientras miraba a Sam saltar algunos escalones. “¡Bye Sam!” Dijo en voz alta.
“¡Bye Tina!” Sam hizo una pequeña onda mientras desaparecía de la visión. Inconsciente, movió una mano a través de su pelo y suspiró. Tina lo siento, se disculpó por su salida precipitada,pero me gusta mi pelo apenas de la manera que es.
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Knock-knock.
“¡Tina! ¡Hay alguien en la puerta!”
“¡Está bien! ¡Yo iré papá!”
Knock-knock.
“¡P-Porter!”
“¿Porqué me miras sorprendida? ¿Esperabas a alguien más?”
“N-ningún, no por supuesto que no.”
“¿Porqué pareces sobresaltada?”
“¡No lo estoy! Estoy solo. Feliz de verte bebé.”
“¿Realmente?”
“Sí. Estoy - beso - tan alegre de que por fin estés aquí.”
Beso.
“Yo igual.”
“¿Cómo estuvo la recaudación de fondos?”
“Estuvo bien. Estoy segura que habría gozado de ella si no hubiera tenido tanta prisa de irme.”
“¿Eran la mayoría invitadas viejas, mujeres feas o habían chicas jóvenes y calientes también?”
“Oh. Habían muchos viejos filántropos, miembros del jet-set y humanitarios. Pero también habían algunas celebridades y herederas jovenes en la mezcla. ¿Porqué lo preguntas?”
“Por nada, solo comprobando si una cierta alma negra intentó coquetear con mi novia esta noche. Después de todo, te ves muy caliente en ese traje blanco y camisa púrpura bebé.”
“Por supuesto. ¿Contabas con cualquier cosa menos? Me miro siempre caliente bebé. La sensualidad está en mis genes.”
“¿Muy humilde Porter?”
“La humildad nunca fué mi juego fuerte.”
“Podría decir.”
“¿Pero puedo decir algo también?”
“¿Qué?”
“Que te ves muy caliente tu tambien.”
“¿En estos trapos viejos? Apenas. Delante de ti ahora, me siento andrajosa, bebé.”
“Bien, yo siento que traes mucha ropa - pausa. hmm. heeeey ¿Kennard?”
“¿Sí?”
“¿Qué dices si hacemos un compromiso y alcanzamos un terreno común?”
“¿Huh? ¿Qué quieres decir?”
“Las dos deberíamos estar desnudas. Tu sabes. - guiño- codazo-guiño así estaríamos en las mismas condiciones.”
“¡Perv!”
“Podría dormir a tu lado esta noche. Podríamos fingir tener un “inocente” y “amistoso” sueño agradable .”
“No podemos Porter.”
“Vamos, tu papá nunca sabrá.”
“Umm. realmente. sobre eso.”
“¿Sobre qué?”
“Él sabe.”
“¿Huh?”
“Mi papá sabe.”
“¿Sabe que?”
“Sobre nosotras.”
“¿Nosotras?”
“Sí. nosotras. Que somos “nosotras”.”
“¿Que somos amigas?”
“Hostia. ¿Como le haces para ser tan lenta de pronto? Él sabe que somos pareja.”
“¿Una pareja? ¿Cómo una bonita “pareja de amigas”?
“¡Porter!”
"¿Q-qué?”
“Él sabe que estamos juntas y que no hay nada “amistoso” con nuestra relación.”
“¿Él, él sabe? m-mierda s-santa.”
“¿Porqué te preocupas? A él le gusta.”
“¡¡TU!!!” Ken Kennard gritó en la punta de sus pulmones, asustando a las dos muchachas que hablaban en la puerta. Cerró de golpe la puerta de su dormitorio mientras caminaba hacia la sala de estar y colocó su mano izquierda en su cadera y sosteniendo una pistola en su mano derecha.
“Yo?” Bette chirrió débil cuando se señaló a si misma. Oh dios, su mente gritó, mojó casi sus bragas ante la mirada asesina en la cara de Ken.
“¡Sí tu!” Ken raspó, haciendo que algunas de las cosas al lado de él vibraran. Tina solo pudo retroceder y mirar la escena entera con su boca entornada. Estaba también impactada para moverse. “¡Ven aquí!” Ken ordenó mientras señalaba al punto delante de él con el arma.
Bette, con la cola entre sus patas, tragó saliva mientras caminaba hacia el papá de Tina con las rodillas temblorosas. ¿De dónde incluso sacó las fuerzas para moverse? no lo sabía. “¿S-si Ken?” Sonrió inquieta, sus labios se crispaban a los lados por la ansiedad.
“¡¿Ken?!” Entrecerró sus ojos. “No me vuelvas a llamar Ken.” Dijo a través de sus dientes cerrados fuertemente mientras avanzaba despacio hacia la muchacha temblorosa y señaló el arma en su cara. “De ahora en adelante,” dijo mientras se elevaba sobre la asustada mirada trigueña. “Te dirigirás a mi solamente como papá.” Su cara explotó en una mueca amplia mientras envolvía sus brazos alrededor de la muchacha y daba a Bette un abrazo de oso. Después de conocer a Melvin Porter, no quería nada más que darle a esa pobremuchacha en sus brazos un abrazo. Con un padre como ese, Bette merecía todo el amor que pudiera tener. Pero siendo el tonto que era, tenía que darle un pequeño susto primero. “Hey.” Surcó su frente mientras sentía repentinamente que Bette se aflojaba en sus brazos. “¿Qué?” Masculló mientras se separaba y hechaba una buena ojeada en la morena.
“Ugh.” Bette gimió mientras sus ojos rodaron a la parte posterior de su cabeza.
Y precisamente allí, delante de Ken y de Tina Kennard, y por primera vez en su vida, la todo-poderosa Bette Porter se desmayó.
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“¡Papá! ¡Casi matas a mi novia!”
“¡No quise hacerlo! Bette parecía tan resistente, ¿cómo supuestamente iba a saber que sería tan fácilmente impresionable?”
“¡No lo es! ¡Cualquier persona se habría asustado a muerte con esa broma que le jugaste!”
“Lo siento, era solo un arma falsa. Solo me divertía un poco.”
“Pocas personas considerarían eso divertido. Papá, tu sentido del humor es nefasto.”
“¡Lo siento! Espera, espera, mira ya está recuperando el sentido.”
“Ugghhhhhhh.”
“Hey Bette, mira, ¿cuántos dedos tienes enfrente?”
Pone tres dedos rechonchos.
“C-cinco.”
“Bastante cerca.”
“¡¡¡Papá!!!”
“¿Qué?”
“No estás ayudando. ¿Puedes dejarnos solas primero? Me haré cargo de Porter.”
“¿Estás segura?”
“Positivamente segura.”
“Oh está bien entonces. Umm. Bette bye. Lo siento realmente, ¿okay? Era solo un arma falsa. De todas formas, mira, ¿cuántos dedos tengo otra vez?”
“¡Papá!”
“Está bien, está bien. Me voy.”
Cierra la puerta.
“Bebé, él ya se fué.” Tina susurró mientras limpiaba la frente de la morena con una toalla fría. Su papá había llevado a Bette a su cuarto y había colocado a la muchacha inconsciente encima de su cama. Tardó tres minutos enteros dandole una palmada apacible antes de que su novia finalmente recuperara el sentido.
“¿Donde estoy?” Preguntó Bette mareada mientras intentaba incorporarse. Su cuerpo bajó inmediatamente en la cama suave cuando su misma debilidad luchaba por recuperar su fuerza perdida. “Estás en mi cuarto.” Tina besó la frente de Bette mientras acariciaba suavemente los rizos marrones. “Te desmayaste bebé.” Dijo un poco preocupada cuando la cara de su novia dio vuelta a una cortina agradable del rojo.
“Oh mi dios.” Bette cubrió su cara ardiente de la verguenza con sus manos. Todo lo que podía recordar era que Ken había asustado la mierda fuera de ella con un arma, después pidiendo que lo llamara papá, y finalmente abrazándola a muerte. La mezcla de miedo, alivio, ansiedad y felicidad fue demasiado para que su cuerpo lo asimilara y la última cosa que supo, era que su mundo había dado vuelta a negro.
“Hey.” Tina rió mientras intentaba lanzar las manos de Bette lejos de su cara.
“Quiero ocultarme debajo de una roca y morir.” Bette gimió debajo de sus manos.
“¿Y dejarme sola?” Tina puso mala cara mientras movía suavemente su dedo a través del dorso de la mano de Bette.
“No.” Bette abrió levemente los dedos y miró a escondidas en su novia. “Por supuesto que no.” Quitó sus manos enteramente mientras veía el falso dolor en la cara de Tina. “Aww, bebé ven aquí.” Amplió sus brazos e invitó a la rubia a que se acostara al lado de ella en la cama.
Tina suspiró mientras seguía fingiendo dolor y se colocó al lado de Bette. “Bien.” Masculló mientras sus ojos se cerraban con beneplácito ante la sensación maravillosa del brazo caliente de Bette que tiraba más cerca. Suspiró contenta mientras reclinaba su cabeza en el hombro de su novia y envolvió su brazo alrededor de la cintura delgada de Bette. “¿Estás bien?” Miró la cara pacífica de la morena y preguntó después de algunos momentos.
“Nunca he estado mejor.” Bette sonrió cuando besó la cabeza de Tina y movió su mano arriba y abajo del brazo de la rubia. Sonrió incluso más amplio cuando sintió la carne de gallina que se formó bajo su tacto apacible.
“Bebé.” Tina susurró mientras sacaba la camisa de Bette que estaba remetida dentro de sus pantalones de vestir y frotó ligeramente la piel suave debajo.
“¿Sí?” Bette contestó sin aliento mientras disfrutaba de la sensación maravillosa de la mano de Tina en su estómago tenso. Podía sentir sus músculos contraerse en el tacto.
Aquí va , Tina suspiró. “Umm. Tu papá.” Comenzó.
“¿Qué sobre él?” Bette preguntó un poco preocupada mientras detectaba el miedo y la incertidumbre en la voz de su novia.
“Uhm. El vino de visita esta tarde.” Tina tragó difícilmente mientras sentía el aumento de tensión de Bette. La morena cerró los ojos y comenzó a respirar pesadamente. “Bebé. Sé que supuestamente tenía que llamarte tan pronto como surgiera cualquier cosa pero, pero. Pensé que sería mejor si yo.” Intentó explicar pero fue cortada por un dedo colocado suavemente delante de sus labios para callarla.
“Él te ofreció dinero.” Bette indicó con conocimiento mientras abría los ojos y miraba abajo a Tina.
“Sí.” Tina cabeceó. “¿Cómo sabes?” Se apoyó para arriba con un codo y miró a Bette.
“Lo conozco.” Bette dijo práctica. No era ningún secreto que a su padre le gustaba lanzar su poder alrededor comprando a la gente. Cuando surgía un problema, la primera cosa que Melvin Porter hacía era utilizar su amplia fortuna a su ventaja para conseguir un resultado favorable a él. Su padre era tan fiable en ese sentido, suspiró.
“¿Porqué no me advertiste?” Tina sacudió su cabeza cuando la cólera comenzó a burbujear dentro de ella. “¿Intentabas probarme? ¿Pensaste que habría aceptado el dinero?” Preguntó, aterrada totalmente en la idea de que Bette abrigara dudas sobre ella.
“No.” Bette contestó firme y verazmente. “Te conozco Tina Kennard. Eres demasiado honesta para aceptar un soborno débil.” Sonrió mientras ahuecaba la cara de su novia y frotó ligeramente su mejilla con su pulgar. “Y estoy totalmente convencida de que lo que tenemos entre nosotras - este amor - es verdadero y no es algo que se puede comprar.” Levantó su cabeza para arriba y puso un beso persistente en los labios de Tina.
“Está bien.” Tina suspiró cuando Bette la jaló, sus palabras y gestos la convencieron y su mente volvía a la tranquilidad . “¿Pero porqué permitiste que sucediera? ¿Porqué no paraste a tu papá si sabias que el iba a hacer eso?” Preguntó en una voz suave mientras jugaba con el botón superior de la camisa de seda púrpura de Bette.
“Porque quería que él constatara de primera mano que está equivocado.” Bette sonrió mientras dirigía la cara de Tina para mirarla. “Quiero que el entienda que no estás tras mi dinero. Que no eres la muchacha fría y calculadora que está empecinado en creer.” Sacudió su cabeza en la memoria de las presunciones infundadas de su padre contra Tina. “Te amo. Tu me amas. Pienso que él ahora sabe eso.” Dijo suavemente mientras destellaba su infame sonrisa Porter.
“Porter.” Tina sonrió mientras remontaba los labios de Bette con su dedo. “Puedes ser un perro irritante del cuerno ocasionalmente, pero maldición, a veces dices las cosas perfectas.” Rió nerviosamente cuando se dobló abajo y puso un picorete juguetón en los labios de su novia.
“Oh, no pares.” Bette rió mientras agarraba los brazos de Tina y los movió de un tirón ambos. Encontrando renovadas energía, se incorporó y montó a la rubia a horcajadas mientras tiraba de la camiseta gris de Tina sobre su cabeza. Lanzó la ropa al lado y agarró las manos de Tina contra la almohadilla. Se dobló abajo y besó el camino hacia los montones expuestos de carne que se miraban a escondidas del top azul, al cuello sudoroso y finalmente a los labios flexibles que estaban divididos en anticipación de su llegada. “Mmm.” Ambas muchachas gimieron en el contacto. Bette aspiró apasionada el labio inferior de Tina cuando la rubia hizo igual con su labio superior. Se dividieron levemente para dar a sus lenguas el acceso una a la otra y comenzaron su exploración ardiente de bocas de cada uno.
“Bebé.” Tina gimió mientras Bette dejaba que sus manos comenzaran su viaje abajo al pecho de Tina. “No podemos.” Respiró pesadamente en el beso mientras Bette pellizcaba juguetónamente un pezón hinchado.
“¿Porqué no?” Bette preguntó mientras lamía el labio superior de Tina y jugaba con el otro pezón de la rubia. Estaban duros como una roca, hizo muecas.
“Puerta. No. ninguna cerradura.” Tina jadeó mientras sus ojos se cerraban de golpe. A pesar de lo excitada que estaba, el riesgo de que su papá entrara era tan grande que sabía que tenía que hacer uso de toda su fuerza de voluntad para parar antes de que las cosas se tornaran mas candentes entre ellas.
“Cinco minutos más.” Bette abogó mientras besaba el largo cuello de Tina de nuevo y pellizcaba ligeramente la piel sensible. No le importaba si Ken entrara en la puerta y las cogiera en el acto ahora. No le importaba si él gritaba obscenidades en ella y la maldiciera. No le importaba un comino que el la corriera de su casa. No le importaba si la asesinaba por violar a su única hija. Nope. No le importaba Ken Kennard a Bette Porter en absoluto….
“¿Porqué paras?” Tina surcó su frente mientras miraba fijamente la cara pálida de su novia. Seguro, ella le pidió que parara, pero la morena lo prometió después de cinco minutos, ¿correcto?
Bette tragó saliva mientras movía una mano arriba y abajo de su cuello. Ella estaba quizá un poquito asustada del individuo grande, con sus manos fuertes envueltas alrededor de su cuello delgado. “Umm. bebé.” Rió nerviosa mientras se doblaba abajo y puso diez besos rápidos en los labios de Tina. “Creo que mejor me voy a casa.” Se apartó del cuerpo de la rubia y comenzó a ponerse sus zapatos. “Tenemos escuela mañana.” Evitó la mirada de Tina mientras se acomodaba la camisa y la remetía dentro de sus pantalones una vez más.
“Porter.” Tina advirtió mientras Bette caminaba hacia la puerta. “Vuelve aquí.” Ordenó mientras su novia caminaba de nuevo a ella con su cabeza colgada abajo. “Si vas a irte, mejor dame un adiós apropiado.” Se incorporó en la cama y cruzó sus brazos en su pecho.
“Lo siento.” Bette masculló apenada. “Adiós bebé.” Sonrió cuando se dobló abajo y puso un beso casto en los labios de Tina. “Te veré mañana, ¿muy bien?” Frotó ligeramente el pelo rubio de Tina y besó la cima de su cabeza.
“Está bien.” Tina sacudió su cabeza y rodó sus ojos. “Saldré contigo.” Se levantó y puso su camiseta que estaba en el piso. Era divertido que para toda su balandronada, Bette Porter estuviera tan terriblemente asustada de su padre inofensivo.
“Hey.” Bette tiró del brazo de Tina antes de que la rubia pudiera abrir la puerta. “¿Podríamos intentar quizá un verdadero sueño agradable pronto?” Preguntó esperanzada. “Todavía necesito bautizar el yate que Sammy me dio para mi cumpleaños.” Guiñó mientras Tina se ruborizaba al lado de ella.
“Ya veremos.” Tina tosió mientras abría la puerta. Apenas el pensamiento de estar sola con Bette toda la noche era bastante para provocar una reacción debajo de su cuerpo. Dios, mordió su labio más bajo, necesitaba cambiarse su ropa interior tan pronto como Bette se fuera.
“¡Buenas noches Bette!”
“¡¡¡Eeeeeeeeeeekkkkkk!!!”
“Auuuuu. Lo siento. ¿Te asusté otra vez?”
“¡Papá! ¿Cuánto tiempo has estado fuera de mi puerta?”
“Solamente por un minuto.”
“¿Realmente?”
“¡Sí, lo juro! Solamente oí la parte sobre el sueño agradable en el yate de Bette.”
“…”
“Oh vamos. No quise escuchar la conversación. Solo venía a ver como estaba Bette.”
“Ugh.”
Ruido sordo.
“¡Oh mi dios Porter!”
“¡Woah! ¿Bette? - palmada ¿Bette? - palmada -Tina. Trae algunas sales olorosas del kit de primeros auxilios.”
“¡Porter! - sniff sniff – eres tan malo papá.”
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Martes por la mañana. Residencia Porter.
“Señor buenos dias.”
“¿Lo tienes Joyce?”
“Sí Sr. Porter. Aquí está el informe que ha pedido.”
“Bueno. Gracias.”
“Todos los detalles sobre Kenneth Kennard están allí adentro. Experiencia personal, historial de trabajo, incluso alergias.”
“Bueno. - pausa - ¿viñedo Lez girls? Nunca he oído hablar de eso antes.”
“Cambió de dueño hace algunos días, señor. Era el viñedo de Monticello poseído por los nietos de Adán Parkinson.”
“Ya veo. ¿Porqué lo vendieron?”
“Parece que recibieron una oferta muy lucrativa señor.”
“Oh. Bien, entonces llamaré al nuevo propietario. Es hora de poner a ese Kennard imbécil sin trabajo.”
“Umm. Sobre eso, hay un pequeño detalle señor.”
“¿Un detalle? ¿Qué significa?”
“El dueño.”
“¿Qué sobre él?”
“Es “ella”, señor.”
“¿Qué?”
“Es Dana Fairbanks.”
De: Porter <3 < 22 de abril de 2008; 6:23 P.M.>
Mensaje: Hola mi bb como estas no puedo esperar para verte.
¿Debo? Tina Kennard se preguntó por quinta vez mientras su pulgar se retrasaba sobre el botón de contestación en su teléfono celular de oro. Quizá debo esperar hasta que venga de visita antes de que le diga, suspiró cuando presionó el botón de salida y miró fijamente la imágen sonriente de su novia exhibida en la pequeña pantalla. Pero puede ser que se enoje porque me dijo que la llamara tan pronto como surgiera cualquier cosa, movió una mano nerviosa a través de su pelo y rodó detrás en la cama. No obstante, no quiero que se preocupe y que abandone el evento de recaudación de fondos, gimió mientras cerraba los ojos y agarró el teléfono celular firmemente contra su pecho. Dios, exhaló en voz alta, ¿qué debo hacer?
En los últimos minutos, Tina había estado pensando si era una buena idea enviarle un mensaje o llamar a su novia y decirle que el pendejo de su padre le había hecho una visita esa tarde. Seguro, estaba decidida a decirle sobre Melvin tan pronto como él dejó su apartamento, pero un pensamiento llegó a su cabeza y la paró apenas a tiempo antes de que presionara el botón verde de llamada para hablar con Bette. Amaneció en ella lo impulsiva e irracional que la morena impetuosa podía ser cuando estaba enojada. Y tenía miedo de que Bette hiciera algo que comprometiera más la relación ya tambaleante que tenía con su padre y lo empujara a tomar medidas mas radicales contra ellas.
“No.” Tina dijo resuelta mientras tomaba una decisión. Se lo diría personalmente, de esa manera, podría calmar a la morena cuando el genio de los Porter explotara. Ella la calmaría, tranquilizaría y trataría de razonar con Bette. Pero hasta entonces, tenía que hacer algo primero. Movió de un tirón su teléfono y comenzó a mecanografiar.
Para: Porter <3
Mensaje: Hola bb t extraño, Dat prisa. T amo.
En alguna parte dentro de un pasillo de un salón de banquetes en Los Ángeles, en medio de las caras llorosas de las huéspedes que miraban un vídeo conmovedor de refugiados de Darfur, una joven morena se destacaba como un pulgar dolorido. Los ojos marrones hermosos de la muchacha centellearon en dicha cuando su cara exhibió una mueca feliz que alcanzó sus oídos. “Mmff.” Bette Porter emitió una risita vertiginosa mientras leía y releía el mensaje corto de nuevo. “Hey James.” Dio un pequeño codazo silenciosamente al hombre que se sentaba al lado de ella en la mesa.
“Srta. Bette ¿S-si?” James murmuró mientras discretamente se limpiaba los lados de sus ojos con el dorso de su mano.
“¿Cuánto tiempo falta para que termine el programa?” Bette susurró mientras se movía inquieta en su asiento. Se sentía mal por desear abandonar temprano este evento, pero no podía evitar la sensación inmensa de anhelo que la comía por dentro. Podía ser que estuviera en esta recaudación de fondos físicamente, pero mental, emocional y espiritualmente, estaba con una rubia en alguna otra parte.
James leyó el libreto delante de él y susurró detrás. “Después de la demostración de la película, los compromisos económicos, entonces comenzarán los cocteles y el baile.”
“Está bien.” Bette movió su cabeza. “Ofrece cinco millones de la fundación M. Porter así nos podremos ir.” Sonrió mientras los créditos del final comenzaban a rodar y la muchedumbre se levantaba y aplaudían. ¡Bebé, aquí voy! Frotó sus manos emocionada.
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“Srta. McCutcheon buenas tardes.” Phyllis Kroll saludó mientras entraba en su sala de estar. “¿A qué debo esta visita inesperada?” Ella sonrió mientras sacudía las manos con la morena larguirucha que se colocaba al lado de la chimenea y estudiaba las fotos de su hija encima.
“Estoy aquí para hablar de negocios.” Shane sonrió cuando Phyllis indico para que se sentara en el sofá enfrente de ella.
“¿Negocio?” Phyllis levantó una ceja. Grande, sonrió ampliamente, debe estar aquí para dar la contribución trimestral de su familia a la escuela.
“Sí.” Shane movió su cabeza cuando se acomodó en el sofá. Rió silenciosamente para si mientras observaba los dólares que destellarban en los ojos de su directora notoriamente codiciosa.
“¿Qué clase de negocio?” Phyllis hizo muecas, derramando encanto. Esto es bueno, pensó emocionada cuando sus palmas comenzaron a picar.
“Éste.” Shane entregó el sobre marrón que sostenía a una Phyllis sorprendida e hizo muecas.
“¿Qué son éstos?” Phyllis preguntó mientras sacaba un par de documentos dentro del sobre. ¿Dónde están los cheques? Surcó su frente confundida.
“Son solo algunos papeles de nuestros casinos en las Vegas.” Shane contestó llano. Sonrió internamente en la expresión de choque que cruzó la cara de la señora mayor mientras leía las palabras y las figuras que estaban escritas en las primeras páginas.
“E-estos son.” Phyllis tragó saliva.
“Expedientes de la deuda de juego de su marido.” Shane sonrió diabólica, Leonard Kroll les debía centenares de millares en préstamos de juego. Frotó ligeramente su barbilla cuidadosamente a medida que continuaba. “Creo que su familia tiene solamente hasta el próximo lunes para pagar la cuenta, ¿estoy en lo correcto?” Inclinó su cabeza al lado mientras miraba a la mujer que temblaba delante de ella.
“¿S-semana-siguiente?” Phyllis chirrió. “Pero, pero ellos, nos dieron dos meses.” Tardamudeó mientras los granos del sudor comenzaron a formarse en su frente. Maldito Leonard y su vicio por el juego, maldijo internamente mientras comenzaba a sentirse un poco mareada.
Shane sacudió su cabeza al lado. “Nope. Es la semana próxima.” Sonrió. “Y creo que su marido está ya en la punta - - de la lista.” Dijo práctica mientras Phyllis palidecía. “Tan pronto como llegue el lunes.” Levantó su mano al lado de su cabeza y formó un arma con sus dedos. “Bam.” Gritó ruidosamente mientras Phyllis retrocedía delante de ella.
“¿P-porqué. porqué me dices esto?” Phyllis tragó difícilmente mientras sus manos caían derrotadas.
Shane reclinó sus codos en sus piernas mientras se inclinaba adelante. “Porque podría ayudarle.” Susurró suavemente.
“¿Qué?” Phyllis contestó sin aliento. “¿C-cómo?” Preguntó temerosa mientras comenzaba a tener una ligera esperanza.
“Podría hacer que se olvidara.” Shane alcanzó los papeles en el regazo de Phyllis y remontó el nombre de Leonard Kroll con su dedo. “Tengo el poder de borrar la deuda de su marido. Y eventualmente salvar su vida.” Dijo con toda seriedad mientras miraba para arriba y buscaba la mirada de Phyllis.
“¿Podrías hacer eso?” Phyllis pidió en voz pequeña, asustada.
“Sí.” Shane sonrió genuinamente. “Solamente que necesito que haga algo para mí a cambio.” Levantó una ceja mientras esperaba la respuesta de la señora mayor.
“Cualquier cosa.” Phyllis movió su cabeza entusiasmada. “Haría cualquier cosa.” Juntó sus manos temblorosas mientras rogaba a la adolescente delante de ella.
“Buena respuesta.” Shane se inclinó detrás contra el sofá e hizo muecas amenazadora.
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“¿Qué mierdas chica del café?” Alicia Pieszecki vociferó irritada mientras Dana Fairbanks caminaba hacia el patio abandonado. Sacudió su cabeza cuando la morena se tropezó con uno de los sube y baja y se cayó casi completamente de cara.“Torpe, llegas tarde.” Cruzó sus brazos en su pecho mientras golpeaba ligeramente su pie impaciente.
“Lo siento.” Dana se disculpó avergonzada mientras se sacudía el polvo. No se le había permitido dejar la mesa hasta que cada uno hubiera acabado su comida así tuvo esperar y se había atrasado. “Mi papá estaba” intentó decir pero fue cortada inmediatamente por una mano que se agitaba impaciente delante de ella.
“No quiero oír tus excusas.” Alicia se burló. Supuestamente tenía que hacerle un buen recordatorio a Dana a través del teléfono, pero puesto que Sam la llamó hace algunas horas y le dijo sobre la visita de tío Lucas a casa de Kennard, decidió que sería mejor encontrar a su pequeño cómplice personalmente. La morena llegó más de veinte minutos tarde. y bajo circunstancias normales, Alicia habría dejado pasar solo cinco minutos del tiempo de encuentro convenido. Pero puesto que el propósito de esta reunión improvisada era urgente y de importancia extrema, decidió ser paciente y esperar hasta que Dana llegara.
“O-bueno.” Dana frotó su nuca apenada. Maldición, ¿porqué siempre hago alguna tontería delante de 4F? “¿Umm. cuál es la emergencia?” Preguntó mientras miraba nerviosa a Alicia.
“¿Porqué no nos sentamos primero?” Alicia indicó a Dana con su dedo mientras caminaba hacia los columpios algunos pies lejos. La muchacha la siguió temerosa mientras se sentaba a su derecha y comenzó suavemente a sacudirse hacia adelante y hacia atrás. Alicia no pudo dejar de notar las zapatillas de deporte que la morena usaba - era el mismo par que ella tenía en su hogas. Era una edición limitada difícil de conseguir. “Me gustan tus zapatos.” Dijo indiferente.
“Yo-gracias.” Dana se ruborizó ante el elogio. Espera. ella debía decir algo agradable de vuelta , ¿corecto? Tragó nerviosa mientras despejaba su garganta. “Uhh. Tu-corte de pelo es-agradable. R-realmente agradable. De-de un buen nivel. D-de punta. pequeño. g-gran estilo. C-caliente. uhhh. caliente incluso.” Tartamudeó, incluso sin entender ella misma las palabras que salían de su boca.
Alicia surcó su frente mientras miraba extrañada a la muchacha que tardamudeaba al lado de ella. ¿Qué decía? Sacudió su cabeza maravillada. ¡¿Esta muchacha le estaba coqueteando?! Levantó sus cejas mientras Dana comenzó a elogiar su equipo multicolor ahora. “Hey.” Dijo rápidamente y calmó a la muchacha con una mano.
“¿S-si?” Dana tragó saliva. No había sido muy buena para los elogios, ¿correcto?
“Dejemos clara una cosa.” Alicia suspiró dramáticamente. “Somos de la misma edad y altura, ¿no es asi?” Miró a la morena inquisitiva. Cuando Dana cabeceó en la respuesta afirmativa, continuó. “Mira, salgo solamente con muchachas - y muchachos - que son más viejos y más altos que yo.” Indicó firmemente. “Lamento matar tus esperanzas muchacha del café . ¿pero tu y yo?” Señaló a las dos. “No va a suceder.” Sacudió su cabeza tristemente y encogió sus hombros. “Eres linda, pero no es por eso. Quiero algo caliente, picante y crudo. ¿Lo entiendes?” Alicia levantó una ceja.
“Okaaay.” Dana miró a la rubia extrañada. Ella solo le decía cosas agradables a la rubia. No le pidió una cita. ¿Yo y Alicia Pieszecki? Rodó sus ojos internamente. Im-pensable. nunca va a suceder. Incluso no me atrae, se burló. “¿Umm. podemos ahora hablar de la emergencia?” Pidió mientras dirigía la conversación de nuevo a su curso previsto.
“Oh. sí.” Alicia movió su cabeza. “Espera oír del diablo más pronto de lo que esp-” fue cortada por su teléfono celular que vibraba dentro de su bolsillo. “Espera un minuto.” Levantó un dedo mientras sacaba su teléfono y presionó algunos botones.
De: Agente 69 < 22 de abril de 2008; 8:35 P.M.>
Mensaje : La fase 2 inició. Las cabezas rodarán ¿Kroll? Pssh. Mierda está muerta. El diablo se quema. Todo listo yeah
“Hmm.” Alicia sonrió mientras leía el mensaje y cerró su teléfono. Melvin Porter no sabrá qué lo golpeó mañana, sonrió cuando dio vuelta a su atención de nuevo a Dana. “Muy bien chica del café, de nuevo a lo que decía.”
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“¡Tina! ¡Alguien te busca!” Ken Kennard gritó mientras miraba a la hermosa trigueña fuera de la puerta de su apartamento.
“¿Hmm?” Tina masculló soñolienta acostada sobre su costado. ¿Qué dijo papá? Frotó sus ojos y bostezó. Algo sobre alguien que me busca, suspiró mientras sus ojos seguían cerrados. Espera un minuto, sus ojos volaron abiertos mientras se incorporaba en la cama. “¡Porter!” Rió emocionada mientras saltaba de la cama y tomó su cepillo de pelo de la mesa y arregló su pelo. Tarareó una canción y sacudió sus caderas mientras rociaba algo de colonia en su ropa y en los puntos claves en su cuello. “¡Ya voy!” Cantó feliz mientras alisaba su camisa azul claro y se cambió sus pantalones blancos de yoga. Oh correcto, las marcas, hizo muecas mientras miraba su reflejo en el espejo. Tomó la camiseta sin mangas gris encima de su cama y la usó sobre su camisa. Con la tranquilidad que su alma emocionada podía permitirselo, salió lentamente de su cuarto y caminó adonde su papá hacía una pausa en la puerta principal.
“Hey Por-” comenzó pero paró cuando vio a una trigueña diferente fuera de su puerta. “Sam?” Levantó sus cejas en sorpresa mientras Sam Makavejev sonreía y le daba un pequeño saludo.
“Hey Tina.” Sam saludó a su amiga mientras jalaba inconsciente el botón más bajo de su camisa blanca.
“Bien, fue agradable conocer a otra amiga de mi hija.” Ken comentó mientras sonreía en su huésped. “Me da gusto conocerte Sam.” Amplió su mano y sacudió las manos con la muchacha otra vez, había tenido una breve charla agradable con la morena mientras esperaba que su hija emergiera de su cuarto. “Haré el crucigrama en mi recamara.” Dijo a Tina mientras se despedía de las dos muchachas.
Una vez que su padre estaba lejos, Tina dio vuelta de nuevo a Sam y susurró bajo su respiración. “¿Que haces aquí?” Preguntó mientras miraba alrededor del vestíbulo. Estaba abandonado, a excepción de Sam que se colocaba delante de ella. Dios, Porter puede llegar en cualquier minuto, se aterró.
“Solo pasaba por acá.” Sam encogió los hombros indiferente. “Y quise pasar a saludarte.”
“¿Reeealmente?” Tina miraba a su amiga escéptica. Algo no estaba bien. A menos que la secuestraran o se hubiera perdido por esas calles sombrías, estaba segura que Sam Makavejev nunca, ni accidentalmente podía pasar cerca de su “vecindad”. “¿Qué está pasando, Sam?” Preguntó mientras salía al vestíbulo y cerró la puerta del apartamento detrás de ella.
“Nada.” Sam sonrió. “¿Es malo visitar a una amiga en su casa?” Levantó una ceja mientras caminaban hacia la escalera y se sentaron en el escalón superior.
“No.” Tina sacudió su cabeza al lado. Pero cuando esa amiga es novia de su mejor amiga y sabes que su mejor amiga es excesivamente celosa de su relación con la muchacha, replicó dentro de su cabeza. No hacían cualquier cosa incorrecta pero sabía que si Bette las sorprendiera juntas a estas horas de la noche, su novia saltaría a conclusiones y no sería nada bueno.
“¿Ves?” Sam sonrió. Podía ver el miedo en los ojos de Tina y entendía la razón por la que su amiga se sentía un poco agitada. No se propuso permanecer demasiado tiempo, solo había querido acercarse y ver cómo estaban Tina y su papá. “Entonces, ¿cómo estás? No te han visto en todo el dia de hoy.” Sam comentó tan inocente como le fue posible. Aunque escuché de ti sin embargo, agregó divertida dentro de su cabeza.
“Umm. muy bien. Creo.” Tina masculló mientras jugaba inquieta con los lazos de sus pantalones.
“No suenas tan convincente.” Sam estudió la cara preocupada de la rubia y pinchó un poco. “¿Qué pasa Tina? ¿Hay algo mal entre tu y Bette?” Presionó.
“¡No! Nada, no. No.” Tina sacudió su cabeza violentamente al lado. “Estamos bien. Todo está bien.” Sonrió genuinamente cuando pensó en los últimos días. Bette no era el problema, era el cabrón de su padre. A pesar de la alegría y el infantilismo ocasionales, su novia no había escatimado en nada para demostrarle su amor.
“¿No estás preocupada de nada?” Sam la animó.
“Nope.” Tina sacudió su cabeza y sonrió. Si había alguien con quien compartiría su dilema primero, sabía que tenía que ser Bette. No quería que cualquier persona se enterara antes que su novia. La última cosa que quería era lastimar los sentimientos de la morena porque confiaba en Sam antes que ella.
“¿Estás segura?” Sam preguntó genuinamente preocupada.
“Yep.” Tina sonrió.“Porter estará aquí pronto. Yo. No creo que sea cualquier cosa que no podamos manejar juntas.” Mordió su labio más bajo pensativa. Melvin Porter era un obstáculo grande, pero juntas, ella y Bette podrían sobrepasarlo.
“Si tu lo dices.” Sam sonrió. “Espera. ¿Dijiste que Bette estará aquí pronto?” Preguntó mientras las palabras de Tina se colocaban dentro de su cerebro. Oh hombre. quince pies lejos. Rió nerviosa. “Umm. Probablemente debo irme entonces.” Se levantó inmediatamente y Tina tocó su hombro mientras hacía una salida precipitada.
“Está bien.” Tina surcó su frente confundida. Vaya que fue una visita rápida y extraña, pensó mientras miraba a Sam saltar algunos escalones. “¡Bye Sam!” Dijo en voz alta.
“¡Bye Tina!” Sam hizo una pequeña onda mientras desaparecía de la visión. Inconsciente, movió una mano a través de su pelo y suspiró. Tina lo siento, se disculpó por su salida precipitada,pero me gusta mi pelo apenas de la manera que es.
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Knock-knock.
“¡Tina! ¡Hay alguien en la puerta!”
“¡Está bien! ¡Yo iré papá!”
Knock-knock.
“¡P-Porter!”
“¿Porqué me miras sorprendida? ¿Esperabas a alguien más?”
“N-ningún, no por supuesto que no.”
“¿Porqué pareces sobresaltada?”
“¡No lo estoy! Estoy solo. Feliz de verte bebé.”
“¿Realmente?”
“Sí. Estoy - beso - tan alegre de que por fin estés aquí.”
Beso.
“Yo igual.”
“¿Cómo estuvo la recaudación de fondos?”
“Estuvo bien. Estoy segura que habría gozado de ella si no hubiera tenido tanta prisa de irme.”
“¿Eran la mayoría invitadas viejas, mujeres feas o habían chicas jóvenes y calientes también?”
“Oh. Habían muchos viejos filántropos, miembros del jet-set y humanitarios. Pero también habían algunas celebridades y herederas jovenes en la mezcla. ¿Porqué lo preguntas?”
“Por nada, solo comprobando si una cierta alma negra intentó coquetear con mi novia esta noche. Después de todo, te ves muy caliente en ese traje blanco y camisa púrpura bebé.”
“Por supuesto. ¿Contabas con cualquier cosa menos? Me miro siempre caliente bebé. La sensualidad está en mis genes.”
“¿Muy humilde Porter?”
“La humildad nunca fué mi juego fuerte.”
“Podría decir.”
“¿Pero puedo decir algo también?”
“¿Qué?”
“Que te ves muy caliente tu tambien.”
“¿En estos trapos viejos? Apenas. Delante de ti ahora, me siento andrajosa, bebé.”
“Bien, yo siento que traes mucha ropa - pausa. hmm. heeeey ¿Kennard?”
“¿Sí?”
“¿Qué dices si hacemos un compromiso y alcanzamos un terreno común?”
“¿Huh? ¿Qué quieres decir?”
“Las dos deberíamos estar desnudas. Tu sabes. - guiño- codazo-guiño así estaríamos en las mismas condiciones.”
“¡Perv!”
“Podría dormir a tu lado esta noche. Podríamos fingir tener un “inocente” y “amistoso” sueño agradable .”
“No podemos Porter.”
“Vamos, tu papá nunca sabrá.”
“Umm. realmente. sobre eso.”
“¿Sobre qué?”
“Él sabe.”
“¿Huh?”
“Mi papá sabe.”
“¿Sabe que?”
“Sobre nosotras.”
“¿Nosotras?”
“Sí. nosotras. Que somos “nosotras”.”
“¿Que somos amigas?”
“Hostia. ¿Como le haces para ser tan lenta de pronto? Él sabe que somos pareja.”
“¿Una pareja? ¿Cómo una bonita “pareja de amigas”?
“¡Porter!”
"¿Q-qué?”
“Él sabe que estamos juntas y que no hay nada “amistoso” con nuestra relación.”
“¿Él, él sabe? m-mierda s-santa.”
“¿Porqué te preocupas? A él le gusta.”
“¡¡TU!!!” Ken Kennard gritó en la punta de sus pulmones, asustando a las dos muchachas que hablaban en la puerta. Cerró de golpe la puerta de su dormitorio mientras caminaba hacia la sala de estar y colocó su mano izquierda en su cadera y sosteniendo una pistola en su mano derecha.
“Yo?” Bette chirrió débil cuando se señaló a si misma. Oh dios, su mente gritó, mojó casi sus bragas ante la mirada asesina en la cara de Ken.
“¡Sí tu!” Ken raspó, haciendo que algunas de las cosas al lado de él vibraran. Tina solo pudo retroceder y mirar la escena entera con su boca entornada. Estaba también impactada para moverse. “¡Ven aquí!” Ken ordenó mientras señalaba al punto delante de él con el arma.
Bette, con la cola entre sus patas, tragó saliva mientras caminaba hacia el papá de Tina con las rodillas temblorosas. ¿De dónde incluso sacó las fuerzas para moverse? no lo sabía. “¿S-si Ken?” Sonrió inquieta, sus labios se crispaban a los lados por la ansiedad.
“¡¿Ken?!” Entrecerró sus ojos. “No me vuelvas a llamar Ken.” Dijo a través de sus dientes cerrados fuertemente mientras avanzaba despacio hacia la muchacha temblorosa y señaló el arma en su cara. “De ahora en adelante,” dijo mientras se elevaba sobre la asustada mirada trigueña. “Te dirigirás a mi solamente como papá.” Su cara explotó en una mueca amplia mientras envolvía sus brazos alrededor de la muchacha y daba a Bette un abrazo de oso. Después de conocer a Melvin Porter, no quería nada más que darle a esa pobremuchacha en sus brazos un abrazo. Con un padre como ese, Bette merecía todo el amor que pudiera tener. Pero siendo el tonto que era, tenía que darle un pequeño susto primero. “Hey.” Surcó su frente mientras sentía repentinamente que Bette se aflojaba en sus brazos. “¿Qué?” Masculló mientras se separaba y hechaba una buena ojeada en la morena.
“Ugh.” Bette gimió mientras sus ojos rodaron a la parte posterior de su cabeza.
Y precisamente allí, delante de Ken y de Tina Kennard, y por primera vez en su vida, la todo-poderosa Bette Porter se desmayó.
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“¡Papá! ¡Casi matas a mi novia!”
“¡No quise hacerlo! Bette parecía tan resistente, ¿cómo supuestamente iba a saber que sería tan fácilmente impresionable?”
“¡No lo es! ¡Cualquier persona se habría asustado a muerte con esa broma que le jugaste!”
“Lo siento, era solo un arma falsa. Solo me divertía un poco.”
“Pocas personas considerarían eso divertido. Papá, tu sentido del humor es nefasto.”
“¡Lo siento! Espera, espera, mira ya está recuperando el sentido.”
“Ugghhhhhhh.”
“Hey Bette, mira, ¿cuántos dedos tienes enfrente?”
Pone tres dedos rechonchos.
“C-cinco.”
“Bastante cerca.”
“¡¡¡Papá!!!”
“¿Qué?”
“No estás ayudando. ¿Puedes dejarnos solas primero? Me haré cargo de Porter.”
“¿Estás segura?”
“Positivamente segura.”
“Oh está bien entonces. Umm. Bette bye. Lo siento realmente, ¿okay? Era solo un arma falsa. De todas formas, mira, ¿cuántos dedos tengo otra vez?”
“¡Papá!”
“Está bien, está bien. Me voy.”
Cierra la puerta.
“Bebé, él ya se fué.” Tina susurró mientras limpiaba la frente de la morena con una toalla fría. Su papá había llevado a Bette a su cuarto y había colocado a la muchacha inconsciente encima de su cama. Tardó tres minutos enteros dandole una palmada apacible antes de que su novia finalmente recuperara el sentido.
“¿Donde estoy?” Preguntó Bette mareada mientras intentaba incorporarse. Su cuerpo bajó inmediatamente en la cama suave cuando su misma debilidad luchaba por recuperar su fuerza perdida. “Estás en mi cuarto.” Tina besó la frente de Bette mientras acariciaba suavemente los rizos marrones. “Te desmayaste bebé.” Dijo un poco preocupada cuando la cara de su novia dio vuelta a una cortina agradable del rojo.
“Oh mi dios.” Bette cubrió su cara ardiente de la verguenza con sus manos. Todo lo que podía recordar era que Ken había asustado la mierda fuera de ella con un arma, después pidiendo que lo llamara papá, y finalmente abrazándola a muerte. La mezcla de miedo, alivio, ansiedad y felicidad fue demasiado para que su cuerpo lo asimilara y la última cosa que supo, era que su mundo había dado vuelta a negro.
“Hey.” Tina rió mientras intentaba lanzar las manos de Bette lejos de su cara.
“Quiero ocultarme debajo de una roca y morir.” Bette gimió debajo de sus manos.
“¿Y dejarme sola?” Tina puso mala cara mientras movía suavemente su dedo a través del dorso de la mano de Bette.
“No.” Bette abrió levemente los dedos y miró a escondidas en su novia. “Por supuesto que no.” Quitó sus manos enteramente mientras veía el falso dolor en la cara de Tina. “Aww, bebé ven aquí.” Amplió sus brazos e invitó a la rubia a que se acostara al lado de ella en la cama.
Tina suspiró mientras seguía fingiendo dolor y se colocó al lado de Bette. “Bien.” Masculló mientras sus ojos se cerraban con beneplácito ante la sensación maravillosa del brazo caliente de Bette que tiraba más cerca. Suspiró contenta mientras reclinaba su cabeza en el hombro de su novia y envolvió su brazo alrededor de la cintura delgada de Bette. “¿Estás bien?” Miró la cara pacífica de la morena y preguntó después de algunos momentos.
“Nunca he estado mejor.” Bette sonrió cuando besó la cabeza de Tina y movió su mano arriba y abajo del brazo de la rubia. Sonrió incluso más amplio cuando sintió la carne de gallina que se formó bajo su tacto apacible.
“Bebé.” Tina susurró mientras sacaba la camisa de Bette que estaba remetida dentro de sus pantalones de vestir y frotó ligeramente la piel suave debajo.
“¿Sí?” Bette contestó sin aliento mientras disfrutaba de la sensación maravillosa de la mano de Tina en su estómago tenso. Podía sentir sus músculos contraerse en el tacto.
Aquí va , Tina suspiró. “Umm. Tu papá.” Comenzó.
“¿Qué sobre él?” Bette preguntó un poco preocupada mientras detectaba el miedo y la incertidumbre en la voz de su novia.
“Uhm. El vino de visita esta tarde.” Tina tragó difícilmente mientras sentía el aumento de tensión de Bette. La morena cerró los ojos y comenzó a respirar pesadamente. “Bebé. Sé que supuestamente tenía que llamarte tan pronto como surgiera cualquier cosa pero, pero. Pensé que sería mejor si yo.” Intentó explicar pero fue cortada por un dedo colocado suavemente delante de sus labios para callarla.
“Él te ofreció dinero.” Bette indicó con conocimiento mientras abría los ojos y miraba abajo a Tina.
“Sí.” Tina cabeceó. “¿Cómo sabes?” Se apoyó para arriba con un codo y miró a Bette.
“Lo conozco.” Bette dijo práctica. No era ningún secreto que a su padre le gustaba lanzar su poder alrededor comprando a la gente. Cuando surgía un problema, la primera cosa que Melvin Porter hacía era utilizar su amplia fortuna a su ventaja para conseguir un resultado favorable a él. Su padre era tan fiable en ese sentido, suspiró.
“¿Porqué no me advertiste?” Tina sacudió su cabeza cuando la cólera comenzó a burbujear dentro de ella. “¿Intentabas probarme? ¿Pensaste que habría aceptado el dinero?” Preguntó, aterrada totalmente en la idea de que Bette abrigara dudas sobre ella.
“No.” Bette contestó firme y verazmente. “Te conozco Tina Kennard. Eres demasiado honesta para aceptar un soborno débil.” Sonrió mientras ahuecaba la cara de su novia y frotó ligeramente su mejilla con su pulgar. “Y estoy totalmente convencida de que lo que tenemos entre nosotras - este amor - es verdadero y no es algo que se puede comprar.” Levantó su cabeza para arriba y puso un beso persistente en los labios de Tina.
“Está bien.” Tina suspiró cuando Bette la jaló, sus palabras y gestos la convencieron y su mente volvía a la tranquilidad . “¿Pero porqué permitiste que sucediera? ¿Porqué no paraste a tu papá si sabias que el iba a hacer eso?” Preguntó en una voz suave mientras jugaba con el botón superior de la camisa de seda púrpura de Bette.
“Porque quería que él constatara de primera mano que está equivocado.” Bette sonrió mientras dirigía la cara de Tina para mirarla. “Quiero que el entienda que no estás tras mi dinero. Que no eres la muchacha fría y calculadora que está empecinado en creer.” Sacudió su cabeza en la memoria de las presunciones infundadas de su padre contra Tina. “Te amo. Tu me amas. Pienso que él ahora sabe eso.” Dijo suavemente mientras destellaba su infame sonrisa Porter.
“Porter.” Tina sonrió mientras remontaba los labios de Bette con su dedo. “Puedes ser un perro irritante del cuerno ocasionalmente, pero maldición, a veces dices las cosas perfectas.” Rió nerviosamente cuando se dobló abajo y puso un picorete juguetón en los labios de su novia.
“Oh, no pares.” Bette rió mientras agarraba los brazos de Tina y los movió de un tirón ambos. Encontrando renovadas energía, se incorporó y montó a la rubia a horcajadas mientras tiraba de la camiseta gris de Tina sobre su cabeza. Lanzó la ropa al lado y agarró las manos de Tina contra la almohadilla. Se dobló abajo y besó el camino hacia los montones expuestos de carne que se miraban a escondidas del top azul, al cuello sudoroso y finalmente a los labios flexibles que estaban divididos en anticipación de su llegada. “Mmm.” Ambas muchachas gimieron en el contacto. Bette aspiró apasionada el labio inferior de Tina cuando la rubia hizo igual con su labio superior. Se dividieron levemente para dar a sus lenguas el acceso una a la otra y comenzaron su exploración ardiente de bocas de cada uno.
“Bebé.” Tina gimió mientras Bette dejaba que sus manos comenzaran su viaje abajo al pecho de Tina. “No podemos.” Respiró pesadamente en el beso mientras Bette pellizcaba juguetónamente un pezón hinchado.
“¿Porqué no?” Bette preguntó mientras lamía el labio superior de Tina y jugaba con el otro pezón de la rubia. Estaban duros como una roca, hizo muecas.
“Puerta. No. ninguna cerradura.” Tina jadeó mientras sus ojos se cerraban de golpe. A pesar de lo excitada que estaba, el riesgo de que su papá entrara era tan grande que sabía que tenía que hacer uso de toda su fuerza de voluntad para parar antes de que las cosas se tornaran mas candentes entre ellas.
“Cinco minutos más.” Bette abogó mientras besaba el largo cuello de Tina de nuevo y pellizcaba ligeramente la piel sensible. No le importaba si Ken entrara en la puerta y las cogiera en el acto ahora. No le importaba si él gritaba obscenidades en ella y la maldiciera. No le importaba un comino que el la corriera de su casa. No le importaba si la asesinaba por violar a su única hija. Nope. No le importaba Ken Kennard a Bette Porter en absoluto….
“¿Porqué paras?” Tina surcó su frente mientras miraba fijamente la cara pálida de su novia. Seguro, ella le pidió que parara, pero la morena lo prometió después de cinco minutos, ¿correcto?
Bette tragó saliva mientras movía una mano arriba y abajo de su cuello. Ella estaba quizá un poquito asustada del individuo grande, con sus manos fuertes envueltas alrededor de su cuello delgado. “Umm. bebé.” Rió nerviosa mientras se doblaba abajo y puso diez besos rápidos en los labios de Tina. “Creo que mejor me voy a casa.” Se apartó del cuerpo de la rubia y comenzó a ponerse sus zapatos. “Tenemos escuela mañana.” Evitó la mirada de Tina mientras se acomodaba la camisa y la remetía dentro de sus pantalones una vez más.
“Porter.” Tina advirtió mientras Bette caminaba hacia la puerta. “Vuelve aquí.” Ordenó mientras su novia caminaba de nuevo a ella con su cabeza colgada abajo. “Si vas a irte, mejor dame un adiós apropiado.” Se incorporó en la cama y cruzó sus brazos en su pecho.
“Lo siento.” Bette masculló apenada. “Adiós bebé.” Sonrió cuando se dobló abajo y puso un beso casto en los labios de Tina. “Te veré mañana, ¿muy bien?” Frotó ligeramente el pelo rubio de Tina y besó la cima de su cabeza.
“Está bien.” Tina sacudió su cabeza y rodó sus ojos. “Saldré contigo.” Se levantó y puso su camiseta que estaba en el piso. Era divertido que para toda su balandronada, Bette Porter estuviera tan terriblemente asustada de su padre inofensivo.
“Hey.” Bette tiró del brazo de Tina antes de que la rubia pudiera abrir la puerta. “¿Podríamos intentar quizá un verdadero sueño agradable pronto?” Preguntó esperanzada. “Todavía necesito bautizar el yate que Sammy me dio para mi cumpleaños.” Guiñó mientras Tina se ruborizaba al lado de ella.
“Ya veremos.” Tina tosió mientras abría la puerta. Apenas el pensamiento de estar sola con Bette toda la noche era bastante para provocar una reacción debajo de su cuerpo. Dios, mordió su labio más bajo, necesitaba cambiarse su ropa interior tan pronto como Bette se fuera.
“¡Buenas noches Bette!”
“¡¡¡Eeeeeeeeeeekkkkkk!!!”
“Auuuuu. Lo siento. ¿Te asusté otra vez?”
“¡Papá! ¿Cuánto tiempo has estado fuera de mi puerta?”
“Solamente por un minuto.”
“¿Realmente?”
“¡Sí, lo juro! Solamente oí la parte sobre el sueño agradable en el yate de Bette.”
“…”
“Oh vamos. No quise escuchar la conversación. Solo venía a ver como estaba Bette.”
“Ugh.”
Ruido sordo.
“¡Oh mi dios Porter!”
“¡Woah! ¿Bette? - palmada ¿Bette? - palmada -Tina. Trae algunas sales olorosas del kit de primeros auxilios.”
“¡Porter! - sniff sniff – eres tan malo papá.”
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Martes por la mañana. Residencia Porter.
“Señor buenos dias.”
“¿Lo tienes Joyce?”
“Sí Sr. Porter. Aquí está el informe que ha pedido.”
“Bueno. Gracias.”
“Todos los detalles sobre Kenneth Kennard están allí adentro. Experiencia personal, historial de trabajo, incluso alergias.”
“Bueno. - pausa - ¿viñedo Lez girls? Nunca he oído hablar de eso antes.”
“Cambió de dueño hace algunos días, señor. Era el viñedo de Monticello poseído por los nietos de Adán Parkinson.”
“Ya veo. ¿Porqué lo vendieron?”
“Parece que recibieron una oferta muy lucrativa señor.”
“Oh. Bien, entonces llamaré al nuevo propietario. Es hora de poner a ese Kennard imbécil sin trabajo.”
“Umm. Sobre eso, hay un pequeño detalle señor.”
“¿Un detalle? ¿Qué significa?”
“El dueño.”
“¿Qué sobre él?”
“Es “ella”, señor.”
“¿Qué?”
“Es Dana Fairbanks.”
anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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Re: [Terminado] Sólo esa chica
CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO: El cielo está cayendo. Sobre Melvin Porter
“¿Señor?”
“…”
“¿Señor. Porter?”
“¿Fairbanks.?”
“Sí señor. Dana Fairbanks.”
“¿Cómo está relacionada con Irwin Fairbanks?”
“Ella es su hija mayor, señor.”
“…”
“¿Señor?”
“¿Tienes su número de contacto?”
“Sí señor.”
“Hazle una llamada ahora.”
“Solamente señor, usted sabe que también es--”
“Lo sé, lo sé. Pero no obstante necesito intentarlo. Ahora llamala Joyce.”
“S-si señor.”
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“¡Hey chica del café! Aquí!”
“Hey O doble-- ¡Oh! ¡Aaaaaaaaaaaaaaahhhhh!”
Desplome. “¡Oof!” Desplome.
“¡Jesucristo! ¡¿Te encuentras bien?!”
“Y-yo estoy b-bien. Es s-solo un pequeeeeñoooo goolpeee. ssseeee.”
“¡Dios! Juro que un día de estos esta chica va a salir disparada por el aire.”
“¿Q-qué?”
“Nada. Sientate primero.”
“O-está bien.”
...............
...
...
...
...
...
“¿Te sientes mejor ahora?”
“Eso creo.”
“Me diste un buen susto.”
“Oh. uhh. Lo siento. Umm. hey. uh. ¿No tendremos problemas?”
“¿Porqué?”
“Tu sabes, pos faltar a la clase.”
“Nope. Bueno. Normalmente, el monitor del pasillo estaría empujando tu trasero de nuevo a clase ahora. Pero puesto que estás conmigo, tienes un pase libre hoy. Así que por favor chica del café ¿puedes dejar de estar inquieta? Me estás poniendo nerviosa, tu sabes.”
“Lo siento. Yo solo. Nunca he hecho esto antes.”
“Se nota”
“Umm. ¿Porqué me llamaste a este lugar de todos modos?”
“Te necesito fuera de la sala de clase para que puedas contestar tu teléfono.”
“¿Huh? ¿Tu sabes entonces cuándo va a llamar?”
“No exactamente. Solo pienso que puede llamar alguna vez en esta mañana.”
“¿Porqué lo piensas?”
“Porque él tiene una reunión en este lugar aproximadamente a la 1 P.M. Asi que él probablemente te llamará antes de esa hora.”
“Oh. Ya veo.”
I'm too sexy for my shirt.. too sexy for my shirt.. too sexy it hurts.. And I'm too sexy for Milan.. too sexy for Milan, New York and Japan..
“¿Realmente dice Fred? ¿Realmente chica del café? Coño, en verdad deberìas de cambiar el tono de tu telefono. Eso no es TAN atractivo.”
“Lo siento. Pero ese me gusta un poco.”
“¿Qué?”
“Dije que lo cambiaré enseguida.”
“Es mejor. ¿Entonces quién está llamando?”
“Umm. Es un número no registrado.”
“Dejame ver.”
“¿Es él?”
“Yep. Es él chica del café. ¿Estás lista?”
“Sí.”
“Bueno. Ya sabes que hacer.”
Despeja la garganta.
Beep.
“Dana Fairbanks.”
“…”
“¿Puedo saber quién está llamando?”
“…”
“Oh. Bien, buena mañana a usted también Sr. Porter.”
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¿Ken Kennard? Sí. Creo que él trabaja para mí. Oh nada de eso no. No. Él es una buena persona , confiable. No, lo siento. No, No. él no es sustituible. Realmente, él es un verdadero activo para el viñedo. No. No puedo. Lo lamento señor Porter. La única forma en que consideraría despedirlo es si usted lo sustituye en su trabajo. Oh Haha. Bromeaba. Pero realmente señor, no puedo dejarlo ir. Incluso ni por un millón de dólares. ¿Realmente? Soy seria también. Oh mire, necesito volver a la clase. Otra vez lo siento señor Porter. Apenas le enviaré una botella de mi viñedo para su problema. Uh-huh. Adiós entonces. Que tenga un buen día.
“¡¡¡MALDICION!!!”
“¡S-señor!” Joyce Wischnia saltó de su piel cuando el peso del costoso pisapapeles de cristal conectó con las paredes revestidas de madera de la guarida de Melvin Porter y se rompió en mil pedazos. Sus pies se movían nerviosos mientras miraba la forma furibunda de su jefe que se levantaba de su silla y lanzaba el teléfono inalámbrico al piso. Nunca lo he visto así de enojado antes, tragó saliva cuando Melvin se puso de pie delante de su escritorio y cerró de golpe su puño abajo en la madera. La mesa se sacudió en el contacto así como las fotos enmarcadas de las dos mujeres más importantes de su vida que dejó en desorden el escritorio.
“Dejame solo por un minuto.” Melvin vociferó con su pecho levantadose hacia arriba y hacia abajo. Sentía las venas en su frente palpitantes mientras la sangre acometía hasta su cabeza. Cerró los ojos y respiró adentro y hacia fuera en un esfuerzo por calmarse, la instrucción terminante del doctor de evitar claramente los arrebatos emocionales repentinos se había esfumado de su cabeza. “¡Sal de aquí!” Rugió al ver a Joyce todavía parada allí mirandolo preocupada cuando abrió los ojos. Su ayudante no podía salir del cuarto lo suficientemente rápido mientras volaba hacia las puertas dobles gruesas. Tan pronto como Joyce cerrara las puertas detrás de ella, Melvin Porter se dejó caer nuevamente dentro de su silla con los granos del sudor comenzando a formarse en su frente. “Ugh.” Frunció el ceño mientras sentía el dolor embotado familiar dentro de su cuerpo. Su mano izquierda voló para agarrar su pecho mientras buscaba el cajón delante de él con la derecha. Con su mano toda temblorosa, logró sacar el cajón de madera y husmeó a través del interior hasta que sus dedos encontraron un pequeño envase. Mientras luchaba por respirar, abrió de un tirón la tapa y soltó su medicamento sub-lingual en su boca. Con su mano todavía agarrando su pecho, se inclinó detrás contra la silla y cerró los ojos, esperando y deseando que la píldora hiciera su efecto previsto. Después de algunos minutos tensos, el patriarca Porter emitió un suspiro de alivio cuando sintió el dolor salir, llevandose con él la sensación de tirantez dentro de su pecho. Lentamente, abrió los ojos para hechar una ojeada buena en su cuerpo. Estaba empapado en sudor, su camisa amarilla clara se aferraba de cerca a su pecho. Ha terminado, tragó difícilmente. Los ataques ocurrían absolutamente con frecuencia hoy en día, frotó su cara con sus manos preocupado, necesitaría llamar a su doctor para un chequeo cuanto antes.
Sus ojos volaron a los documentos que había lanzado casualmente en su escritorio y suspiró. A él gustaba y conocía de primera mano la importancia del dinero, él sabía lo duro que era que a una persona le quitaran el sustento y fuente de ingresos. Había visto a lo largo de su camino que las vidas de algunas almas desafortunadas que se cruzaron en su camino se habían arruinado cuando él cortó intencionalmente su recurso financiero. Debe tener un ángel que se ocupa de él, dijo con desprecio y sacudió su cabeza cuando pensó en Ken Kennard. Tanto como quería conseguir su venganza en el individuo logrando despedirlo de su trabajo (y asegurándose de que él nunca encontrara un trabajo otra vez), encontraba esto imposible de alcanzar. Un obstáculo, bajo la forma de una chica joven llamada Dana Fairbanks, se colocaba en su camino. “Maldito.” Maldijo una vez más. Fuera de las centenares de herederas en el país, el imbécil tenía que trabajar para la que él no podía tocar. Él estaba ya en tierra tambaleante con Irvin Fairbanks y sus socios del nuevo mundo. En los último pocos días, él había estado intentando cuidadosamente conseguir un pequeño contrato con el nuevo aceite del mundo para salvar su propia compañía petrolera. Tanto como lo detestaba, tenía que jugar agradable con Fairbanks para lograr sus objetivos. Asi que con éso en mente, Melvin Porter sabía que él no podría emplear sus tácticas acostumbradas de terror e intimidación contra Dana Fairbanks, éso sería un suicidio financiero para el aceite Porter.
Suspiró y miró abajo en su reloj. 10:45, leyó. Algunas horas más para su reunión programada con Phyllis Kroll en Redwind. Sonrió mientras frotaba ligeramente su barbilla pensando. Ken Kennard podía haber escapado de su cólera, pero su hija seguramente no sería igual de afortunada después de que acabara con la directora más adelante esta tarde.
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Academia de Redwind. Tiempo del almuerzo.
“Bien ¡hola a la pareja feliz!” Alicia Pieszecki saludó cuando ella y el resto de 4F caminaron hacia su mesa acostumbrada en la segunda planta de la cafetería. Bette tuvo que sonreir al ver los sombreros que sus dos amigas usaban. Sabiendo completamente lo que se ocultaba debajo de ellos.
“Hey chicas.” Bette masculló con su boca llena de comida. Tina, que se sentaba al lado de ella, agitó su mano a las tres antes de dar vuelta rápidamente de nuevo a su novia.
“¿Más bebé?” Tina preguntó mientras colocaba una cuchara llena por completo de carne de cangrejo algunas pulgadas de los labios de Bette.
“Mmkay.” Bette movió su cabeza mientras tragaba encantada el pedazo enorme dentro de su boca y abrió sus labios para permitir que la cuchara de Tina entrara. “Gracias bebé.” Sonrió dulce mientras Tina retiraba la cuchara de su boca. Comenzó a masticar el alimento delicioso entusiasmada mientras Tina la miraba y remetía cariñosamente un filamento marrón perdido detrás de su oído.
¿Cucharada en la boca? Sam sonrió mientras se sentaba en la silla enfrente de Bette. Parece que Tina ha logrado superar sus conflictos sobre las exhibiciones públicas de afecto, musitó divertida. Dio un pequeño codazo a Shane a medida que las dos delante de ella continuaron actuando repugnantemente dulces la una con la otra, con la rubia dándole cucharadas de su almuerzo a su mejor amiga y besándola en la mejilla.
“Sé.” Shane susurró bajo su respiración mientras mordía sus mejillas internas para evitar reírse burlonamente. Tina ahora limpiaba suavemente la boca de Bette con una servilleta, apenas como una madre lo haría con un niño que se ensucia al comer.
Alicia observaba la interacción con interés, sus cejas tiraban más arriba y más arriba en su frente con cada sonrisa, risita, alimento, tacto, beso y mirada compartidas entre las dos amantes. Oh dios, rodó sus ojos cuando Tina trajo un popote a los labios de Bette y compartió su bebida con su líder. Después de algunos minutos más de mirar la exhibición de comida-boca-limpieza , Alicia no pudo aguantarse más. “¡Está bien!” Alicia gritó y asustó repentinamente a cada una en la mesa. “¿Qué está sucediendo aquí?” Cruzó sus brazos en su pecho mientras estudiaba a las dos de cerca.
“¿Qué quieres decir?” Bette preguntó en inocencia genuina. Miró a Tina al lado de ella y compartieron la misma expresión de confusión en sus caras.
“¿Qué es todo este adorable-amoroso--alimentarme-encantador-bebé-beso-limpia-empalagoso que ustedes han estado haciendo en los últimos minutos?” dijo en voz alta repirando fuerte.
Bette y Tina parpadearon. ¿Qué acaba de decir Alicia?
Shane se rió de las miradas en blanco en las caras de Bette y Tina y decidió traducir la pregunta de Alicia para ellas. “En inglés llano, Al quiere saber la razón por la que ustedes dos están exageradamente dulces esta tarde.” Meneó sus cejas mientras Bette la miró y Tina se ruborizó.
“Umm, porque.” Tina alcanzó el regazo de Bette y levantó la mano derecha de la morena, que había estado hasta entonces convenientemente oculta debajo de la mesa. “Ella se ha lastimado.” Explicó mientras demostraba los vendajes en la muñeca de Bette. Su novia movió su cabeza tristemente y puso mala cara patética al lado de ella.
“¿Qué sucedió?” Sam preguntó preocupada cuando Bette suspiró dramáticamente y frotó su lesión con todo su valor.
“Ella se de. uhh. cayó y aterrizó en su mano anoche.” Tina apenas logró detenerse cuando Bette le tiró una mirada amonestadora. Whoops manejó musitar. Sonrió avergonzada y frotó el brazo de Bette apenada. Después de que ella despertara de su segundo sueño encantado, Bette se quejó de una muñeca dolorida y de un ego levemente contusionado. Tina, sintiéndose poderosamente culpable por las acciones de su papá, tomó el asunto en sus manos actuando como cuidadora de su novia hasta que Bette se sintiera mejor. Innecesario decir, ella se consiguió un paciente muy cooperativo en Bette Porter. La morena flotaba prácticamente en el aire mientras tomaba el sol en toda la atención que Tina le brindaba.
“Ah. Ya veo.” Alicia levantó una ceja escéptica. Algo no parecía correcto. Porter era siempre molestamente gruñona cuando estaba lastimada o enferma. Asi que o ella estaba gozando realmente del cuidado que Tina le brindaba o solo estaba fingiendo estar lastimada para ganar puntos de compasión de su maternal novia. Oh bien, hizo muecas maliciosa, solo había una forma de descubrirlo. “Hey Porter.” Dijo en voz alta mientras jugaba con una manzana en la mesa.
“¿Qué?” Bette contestó distraidamente mientras sorbía la sopa que Tina le daba con una cuchara. Guiñó en su novia mientras Tina limpiaba de nuevo las esquinas de su boca con una servilleta.
“¡Agarrala!” Alicia lanzó la manzana hacia Bette a la velocidad de la luz. Con reflejos relámpago, la morena cogió la fruta con su mano lastimada algunas pulgadas antes de que golpeara su cara.
El silencio aterrizó en la mesa mientras cada uno se congeló en su lugar. Alicia sonrió, Sam cayó su boca, Shane ensanchó sus ojos, Tina levantó una ceja y Bette tosió. “¿Ouch?” Bette rió avergonzada mientras soltaba la manzana en la mesa. Uh-oh, tragó saliva mientras los ojos de Tina se entrecerraban en rajas. “Owwie.” Gritó en dolor falso mientras agarraba su muñeca vendada.
“Porter.” Tina advirtió en su mejor voz sensata. “¿Me quieres explicar?” Levantó una ceja.
“No.” Bette contestó en voz minúscula. “Quiero decir sí, sí, sí por supuesto.” Regresó mientras veía la mirada asesina en la cara de su novia. Como madre, como hija, rió nerviosa. Los otros miembros de F4 podían mirar solamente divertidas mientras su líder se intimidaba ante la rubia al lado de ella. El matón rimbombante finalmente obtuvo una dosis de su propia medicina.“¿Qué tienes que decir para ti?” Tina cruzó sus brazos en su pecho mientras su novia se encogía cada vez mas en su silla.
“Umm. ¿Me curé?” Bette rió lentamente. “¡Es un milagro!” Agregó con una mueca tambaleante. “¡Owww!” Gritó en dolor cuando Tina apuñaló la muñeca “dañada” con un tenedor. “¡Doble Owww!” Gritó cuando su mano adolorida conectó con su cabeza .
“Y pensar que incluso partí las cáscaras del cangrejo con mis manos limpias y recogí la carne para ti.” Tina rumió mientras movía su silla lejos de Bette y enterró su cara en su propio plato. Hambrienta como estaba, no hizo caso de su propio estómago hambriento cuando alimentaba a Bette hace un rato. Ella planeaba comer solamente después que hubiera acabado de alimentar a su pobre novia. Estúpida, se dijo Tina enfadada mientras masticaba en su alimento.
“Awww. bebé lo siento.” El resto de las muchachas apenas podían contener las risas cuando Bette avanzó a poquitos hacia una Tina enojada y comenzó a rogar.
“Dejame sola Porter.” Mascar. Mascar.
“Lo siento bebé. Pero no es mi culpa. Tu fuiste la culpable.”
“¡¿Qué?!” Mascar. Mascar.
“Estabas tan linda cuando me cuidabas anoche.”
“…” Mascar. Mascar. Mascar.
“Quise experimentarlo otra vez. Entonces.”
“Falsificaste tu propia lesión.” Mascar. Mascar.
“Yep.”
“Hmph.” Mascar. Mascar.
“¿Bebé?”
“¿Qué?” Mascar. Mascar.
“¿Tanto odias cuidarme?”
“…” Mascar.
Suspiro. “Lo siento. Debes haberlo odiado.” Enfurruñamiento. Caída de hombros. Ojos tristes de perrito.
Despeja la garganta. “N-no, no.”
“¿Huh?”
Susurros. “Amé cada minuto de eso realmente.” Guiño.
Susurros detrás. “Yo igual. ¿Hey bebé?”
“¿Qué?” Mascar. Mascar.
“Mi turno ahora para alimentarte. Abre grandeeeeee.”Movimientos de la cuchara alrededor como un aeroplano.
“Eww. ¿Porqué haces ese sonido tan lascivo?”
“¡No lo hago! Solo estás oyendo lo que quieres oír.”
“Bien. Es verdad.”
“Di “aaaaaaaaaa””
“Aaaaaaaaahh. mmmm.” Mascar. Mascar.
“Aterrizaje perfecto.” Beso. Beso. Beso.
“¡Jesucristo! ¡Ustedes me van a enfermar!”
Todas juntas ahora. “¡Callate Alicia!” lanzándole la manzana.
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Academia de Redwind. Oficina de la directora.
“Buenas tardes, Melvin.” Phyllis Kroll se levantó de su asiento detrás del escritorio y saludó al hombre que acababa de ser llevado a su oficina. Ella sonrió de oído a oído mientras sacudía las manos con su huésped de alto nivel. “Por favor, toma asiento.” Indicó hacia el sofá de piel en la esquina del cuarto. Se sentó enfrente del hombre cuando su ayudante entró y colocó dos tazas de té en la pequeña mesa entre ellos.
“¿Cómo te trata la academia Phyllis?” Melvin preguntó mientras tomaba la taza ofrecida y sopló suavemente en el líquido humeante. Él y Phyllis Kroll se habían conocido desde su primer año en Yale. Él tenía un punto suave para la mujer delante de ella, después de todo, ella era la responsable de presentarle a Maxine.
“Bastante bien.” La mujer sonrió. “A pesar de algunos problemas de menor importancia aquí y allí, el funcionamiento de esta escuela es una brisa.” Agitó una mano alrededor para acentuar su punto.
“¿Problemas?” Melvin sonrío. “Apuesto que mi hija y sus amigas son las responsable de la mayoría de tus dolores de cabeza.” Rió mientras tomaba un sorbo de su taza. Si él y los otros padres de 4F no suministraran a esta escuela cantidades de dinero amplias anualmente, sabía que les llamarían a esta oficina sobre una base regular.
“Oh lo eran.” Phyllis movió su cabeza hacia arriba y hacia abajo. Faltando a clases, tiranizando a las estudiantes y profesores, vandalismo, promiscuidad, la lista iba sin cesar. Pero como cada uno en esa escuela, ella era impotente de parar a Bette Porter y F4. Después de todo, ¿quién era ella para ir contra la corriente? “Ultimamente se han estado comportando muy bien.” Sonrió mientras Melvin levantaba una ceja. Realmente, no solo Bette Porter era una persona que se comportaba bien hoy en día, las otras tres se habían calmado también.
“¿Es cierto eso?” Melvin entrecerró sus ojos mientras miraba fijamente el líquido que remolinaba dentro de su taza.
“Oh sí.” Phyllis contestó seriamente. “Te sorprenderías.” Sonrió con conocimiento. “He estado siguiendo el progreso académico de tu hija desde el año pasado.” Admitió mientras tomaba la taza de la mesa. “Sus calificaciones han estado muy bien ahora,” levantó lentamente la taza a sus labios y tomó un sorbo. “Solamente puedo decir eso, no hay nada mas que pueda agregar.” Rió segura de si misma.
Melvin frunció el ceño. Él esperaba oír que las calificaciones de su hija habían bajado. De allí, él dirigiría la conversación a Tina Kennard y pondría la culpa en la muchacha por distraer a su hija. “Estás.” Despejó su garganta. “¿Estás segura de éso? Tenía la impresión que Elizabeth ha estado muy distraída últimamente .” Intentó darle confianza a la directora, quizá ella solo estaba ocultando la verdad a él para proteger a su hija.
“¿Distraída?” Phyllis repitió extrañada. Se levantó del sofá y caminó hacia su escritorio y sacó una carpeta con papeles que tenía encima. La abrió y caminó de nuevo para demostrarle a Melvin los papeles. “Si así es como tu hija estudia cuando está distraída,” señaló a las puntuaciones recientes de Bette Porter. “No puedo esperar para ver qué sucederá si ella se concentra realmente en las clases.” Sonrió mientras se sentaba en el sofá otra vez.
“Uhh.” Melvin se quedó momentáneamente sin palabras mientras miraba fijamente todas las calificaciones casi perfectas en el papel. ¡Maldición!, maldijo internamente, tendría que cambiar su estrategia. No podría utilizar el “Tina Kennard ahora es una mala influencia en la vida de mi hija”. Entonces era hora de ir directamente al punto.
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Academia de Redwind. Vestuario de gimnasia.
“Bebé, ¿estás lista?”
“Apenas un minuto, solo amarro las agujetas de los tenis.”
“Está bien. Espera. ¿Supuestamente vamos a usar el top verde hoy?”
“Bebé, estamos en el equipo verde. ¿Qué piensas?”
“Bueno lo siento Porter. Lo olvidé.”
Se quita el top azul.
“Hecho. Bebé ya vamon--”
"Espera. Solo me estoy cambiando mi top.”
“Uhh. ¿Kennard?”
“¿Qué?”
“¿Qué es éso?”
“¿Qué es qué?”
“En tu pecho.”
“¿Éstos? Porter boba, ¡son boobs! No actues como si nunca las hubieras visto antes.”
“Sé que son boobs, me he estado familiarizando con esas dos desde el domingo. Solo me estoy preguntando porqué no estás usando un brassier de deportes. Demonios, cualquier clase de brassier.”
“Oh. Desperté tarde y tu estabas ya abajo. Así pues, uhm. en mi rapidez, olvidé usar uno hoy.”
"Bebé. SABÍAS que teníamos pista esta tarde.”
“Sí. Pero no es como que voy a caminar alrededor con las tetas al aire. Usaré un top.” Se pone el top verde. “¿Ves?”
“Tus boobs van a colgar por todas partes cuando corramos. Sabes eso, ¿correcto?”
“Bebé se supone que los pechos se mueven. Es cómo dios los hizo.”
“¡Sé! Pero no se permite a los gemelos maravilla de Kennard saltar todo alrededor del campo esta tarde.”
“¿Qué pasa contigo hoy? Pensé que te gustaría.”
“Oh. Solo no me gusta el hecho de que muchas muchachas estarían disfrutando de la visión conmigo.”
“¡Vamos! Nuestras compañeras de clase estarán demasiado ocupadas babeando por ti para notarme. Yo debo ser la que actúe toda celosa y posesiva ahora.”
“Que es lo que tu crees. Sucede que sé que tienes algunas admiradoras en nuestra clase.”
“¿Qué?”
“¿Conoces a esa muchacha Brenda que se sienta algunas sillas lejos de nosotras? ¿La que tiene boobs de concreto?”
“¿Concreto?”
“Son falsas y horrendas.”
“Oh. ¿Qué sobre ella?”
“Vi que ella garabateaba “amo a TK” en su cuaderno una vez. ¿Y que de la otra muchacha. Dionisia o algo así? ¿La morena que está durmiendo siempre en clase?”
“¿Cuyas babas fluyen hacia fuera como el Niagara?”
“Sí. Bien, la oí mascullar tu nombre en su sueño una vez. Está también Tiffany. Rose. Vicky. ”
“¡Bebé, ésto es tonto! Esas muchachas no tienen una cosa por mí.”
“Lo hacen. He estado vigilandolas desde hace algún tiempo.”
“¿Qué? ¿Estás vigilando a todas las muchachas que sospechas que están abrigando una atracción por mí?”
“Por supuesto. Uno debe ser siempre consciente de los depredadores que están al acecho alrededor. Si a mi todavía se me permitiera dar etiquetas rojas, les estaría dando una palmada a todas sus caras de mierda.”
“Porter. Estás siendo paranoica e irracional otra vez.”
“¡No lo soy! Hay amenazas verdaderas allí afuera. Por favor, hazme un favor y usa entonces esta chaqueta sobre tu top.”
“¡De ninguna manera! Está como a noventa grados allá afuera.”
“Kennard, no hagas que reviente sus ojos para que no miren fijamente tus boobs.”
“Porter, no hagas que te de un enema solo para que puedas sacar tu cabeza de tu trasero.”
“Bien, esto no trabajará. Te ves muy atractiva en ese top con tus boobs colgando alrededor como baloncestos para que cada uno los vea, eso es algo totalmente inaceptable para mí.”
“¡Paralo Porter! Los gemelos no van a estallar fuera de mi camisa.”
“¿Cómo estás segura de eso? ¿No me digas que vas a sostener tus boobs en su lugar mientras corremos?”
“No.”
“Bien si no quieres que los sostenga por ti , mejor usa esta chaqueta entonces.”
“¡Oh dios Porter! ¿Sabes qué, qué te parece si hacemos un trato?”
“¿Un trato?”
“Sí. Otra competencia. Hagamos una carrera de dos vueltas alrededor de la pista oval. Si ganas, usaré esa chaqueta ridícula. Pero si gano, te callas y dejas de molestarme con mis boobs.”
“…”
“¿Qué dices Porter? ¿Aceptas o corres?”
“Bebé, yo nunca rechazo un desafío.”
“Grande. Entonces vamos.”
“Está bien. Aquí Kennard, aferrate a esto.”
Entrega la chaqueta.
“¿Qué haré con esto?”
“Empieza a acostumbrarte a ella. Ustedes dos van a ser inseparables muy pronto.”
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“¡¿Qué significa que no puedes expulsar a Tina Kennard de Redwind?!” La voz de Melvin Porter se levantó con cada palabra mientras soltaba de golpe la taza de té abajo en la mesa.
“Melvin.” Phyllis habló muy tranquilamente. “No puedo simplemente correr a una estudiante – sobre todo de graduación - de la escuela solo porque la quieres fuera. El comité escolar de California está respirando ya abajo de mi cuello debido a todos los casos inexplicados de estudiantes que salen repentinamente en medio del año escolar.” Explicó mientras el hombre comenzaba a establecer el paso en el cuarto. Y era verdad, ya le habían preguntado porqué habían estudiantes que salían de Redwind sobre una base mensual. Por supuesto ella no podía decirles que esas pobres muchachas habían sido marcadas con etiqueta roja y tiranizadas hasta correrlas.
“¡Poseo esta escuela!” Melvin gritó indignadamente. Él había pasado ya millones en donaciones para construir la nueva infraestructura y para financiar programas en la academia de Redwind. La administración debía entonces concederle todas sus peticiones.
“Lo siento Mel.” Phyllis sacudió su cabeza suavemente al lado. “Solamente que no posees esta escuela.” Dijo firmemente. “No podemos agradecerte bastante por tus contribuciones abundantes, pero.” Se levantó y caminó lentamente de nuevo a su escritorio. “Si continuamos sucumbiendo a los deseos de cada padre opulento en esta escuela, perderíamos lo poco que queda de la integridad de la administración. Los estudiantes nos ven como monigotes manejables y no tienen ya absolutamente ningún respeto por la autoridad.” Ella se sentó en su silla mientras Melvin se burlaba y sacudía su cabeza en incredulidad.
“Entiendo porqué quieres que se expulse a esta muchacha de la escuela.” Phyllis continuó. “¿Pero crees seriamente que mandandola lejos de Redwind evitará que tu hija continúe viéndola?” Preguntó suavemente cuando Melvin reservado de pie al lado de la ventana observaba el campo afuera. “Por si no lo has pensado, Bette saldrá también y seguirá a Tina Kennard a cualquier High School secundaria que se inscriba.” Precisó el panorama más plausible al hombre. “Impulsiva y obstinada. Ella es exactamente de la manera que eras cuando caíste enamorado de Maxine.” Sacudió su cabeza en las memorias.
“No me lo recuerdes.” Melvin exhaló en voz alta mientras sacudía su cabeza en cólera y tristeza. Dos decepciones en un día, cerró sus puños en sus lados. Podía sentir su pecho apretar de nuevo. Necesitaba salir de ahí. “No cuentes con más contribuciones financieras de mi parte.” Él dijo a través de los dientes apretados mientras se deslumbraba en su vieja amiga. “Veamos cómo tu pequeña escuela sobrevivirá sin mi ayuda.” Giró alrededor y caminó enérgicamente a la puerta, cerrándola de golpe a su paso.
Phyllis Kroll cerró los ojos y expelió una suma enorme de aire de sus pulmones. “Oh, pienso que sobreviviremos Mel.” Ella sonrió secretamente ante la puerta cerrada. “Redwind estará muy bien sin tu ayuda.” Rió mientras abría el cajón delante de ella y acariciaba el cheque de ocho millones de dólares que la había sorprendido esta mañana. Leyó el post-it grabado en el billete de banco y sonrió.
Apenas una pequeña suma para asegurarse de que Kennard permanezca en Redwind.
Eternamente agradecida. Bette Porter.
Si, solo ella sabía que había hecho un trato ya con una de sus amigas, Phyllis sonrió divertida. Oh bien, pescó su telefono dentro de su monedero y comenzó a mecanografiar un mensaje, pensaré en él como una prima de ocho millones de dólares.
Para: Shane McCutcheon
Mensaje: Está hecho. No olvides por favor concluir el negocio.
Tan pronto como presionó el botón del envío, Phyllis se inclinó detrás contra su silla mientras la calma atravesaba sus venas. Sentía que le encantaría darle a esa Tina Kennard un beso gordo grande en los labios. Esa muchacha sin saberlo salvó a su marido de la muerte, a su familia de las deudas, y elevó de manera muy importante el presupuesto de la escuela.
Considerándolo todo, era un buen día para Phyllis Kroll.
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“En su marcas, listas ¡¡¡fuera!!!”
Tina Kennard y Bette Porter se lanzaron del punto de partida mientras su corpulento profesor de deportes soplaba en su silbato para comenzar la carrera. Las otras estudiantes saltaron para arriba en las líneas laterales y las animaron violentamente. La mayor parte de los gritos locos que partían el oído eran para Bette, pero como la morena había dicho anteriormente, ciertas estudiantes anónimas animaban a Tina bajo sus respiraciones. Algunas muchachas agitaban pompones mientras otras hacían vueltas de carro. Algunas casi se desmayaban debido al entusiasmo, mientras otro puñado casi mojaba sus calzones.
“¡¡¡¡¡¡¡Vamos Bette!!!!!!!”
“¡¡¡Te amo Porter!!!”
“¡¡¡Casame BP!!!”
“Yey Tina.”
“Aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhh!!!!! Bette!!!! Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhh!”
“¡¡¡Vamos correeee Beeeeette!!!”
“Uhm. vamos Kennard.”
“¡¡¡B-E-T-T-E!!! ¡¡¡PORTER!!! ¡Bette Porter! Ahhhh! ¡Bette Porter!”
Exhibiendo apenas lo perfectas que eran, la carrera estaba apretada cuando las dos se encontraron corriendo lado a lado el tiempo entero en el óvalo. Maldición, Bette maldijo internamente mientras Tina emparejaba cada zancada. Acercandose al final de la segunda vuelta , sabía que tenía que hacer algo pronto si quería ganar esa maldita competencia. Perfecto, sonrió mientras miraba a la rubia correr al lado de ella a través de la esquina de sus ojos. Lo más rápidamente posible, amplió su mano derecha hacia el pecho de Tina. “Boing boing boing.” Cantó feliz mientras sopesaba las boobs de Tina como una bola.
“¡Porter!” Tina gritó mientras empujaba la mano de Bette lejos. La acción la retrasó un poco y pronto se encontró algunos pasos detrás de su novia que reía con aire satisfecho. “¡Fuck, pagarás esa trampa!” Gritó mientras intentaba coger el paso una vez más.
“¡Alcanzame si puedes!” Bette rió mientras le sacaba la lengua a Tina. Con la meta algunos metros adelante, intensificó su paso y comenzó a correr incluso más rápidamente.
Haciendo uso de toda la energía que podía convocar dentro de su cuerpo, Tina se propulsó adelante hasta que estuvo solamente algunos pasos lejos de su novia. “Preparate para perder bebé.” Sonrió mientras alcanzaba a la morena y las dos corrieron lado a lado de nuevo. La meta estaba apenas algunos pies lejos. “Guarda tu chaqueta Por--” Gritó triunfante, no obstante prematuramente, pues salió disparada repentinamente en sus propios pies y comenzó su descenso hacia la tierra. “Ohh miii Diooossssss.” Todo entró en cámara lenta mientras Tina Kennard enterraba primero la cara en la pista, sus brazos aletearon a los lados y en su pánico, agarró la primera cosa que pudieron coger sus manos angustiadas. “¡Oof!” Golpeó la tierra con un ruido sordo , levantando una nube de polvo. Levantó la vista y vio la meta a unos cuantos pies lejos de donde había caído. “Mierda.” Maldijo en su desgracia, sentia su rodilla izquierda arder un poco y contuvo apenas un grito de dolor. “Porter.” Lloriqueó. “Ayudame p--” Miró hacia su izquierda y se congeló. Mierda santa, su mente gritó. Allí, parada apenas algunos pies más allá de la meta, estaba su novia victoriosa, con sus encantadores shorts negros alrededor de sus tobillos. El resto de las estudiantes que miraban la carrera en las líneas laterales veían fijamente atontadas, con los ojos como platos, y con una sonrisa torpe la imagen maravillosa de una Bette Porter roja brillante, y sus calzones de algodón con el tema de la mujer maravilla.
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“Bebé.”
“…”
“Bebé espera .”
“…”
“Detente.”
“…”
“Bebé, lo siento.”
“…”
“¿Sigues enojada? Fue solo un accidente.”
“…”
“¡Lo siento realmente realmente! No quise hacer eso bebé. Mira. Ahora estoy usando la chaqueta. ¿Ves?”
“…”
“Bebé, por favor.”
“…”
Sniff. “También me lastimé, tu sabes.” Sniff.
“…”
Sniff. “Me raspé mi pie boo-boo.” Sniff.
Finalmente para. “.¿Donde?”
“Aquí.”
Suspiro. “Aww. ven aquí.”
Abrazo.
Sniff. “¿Todavía estás enojada?” Sniff.
“Un poco.”
“Estoy enojada conmigo también. No me gustó el hecho de que las otras muchachas te vieran en ropa interior.”
“A mi menos. Juro, que si no te amara, toda tu ropa estaría colgando en la punta del asta de bandera ahora.”
“Lo siento otra vez bebé.”
Beso.
“Maldición, sabía que debía haber usado algo decente hoy.”
“Bebé.”
“¿Sí?”
“¿Mujer maravilla?”
“Ella es caliente.”
“¿En calzones de chicas?”
“Son cómodos.”
“Siempre me imaginé que eras del tipo que usaba bikinis de encaje.”
“Uso esas cosas cuando se presenta la necesidad.”
“Oh.”
“De todos modos yo, mierda espera un minuto.”
“¿Qué?”
“No estás usando un brassier hoy.”
“Sí. ¿Y?”
“¿Olvidaste usar tus calzones también?”
“…”
“Bebé. ¿anduviste así por toda la escuela?”
“…”
“¡Cogida santa!! Ahora tengo que cambiarme realmente mi ropa interior.”
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“¡Papá! ¡Ya llegué!” Tina gritó mientras entraba en su apartamento y dejó caer su mochila de piel al piso. Se quitó sus zapatos de la escuela y cautelosamente los colocó en el estante al lado de la puerta.
“T-Tina.” Una voz gruesa, tambaleante dijo en voz alta.
Tina giró rápidamente alrededor en busca de la fuente del sonido y se encontró cara a cara con una escena peculiar, tirado en el piso, estaba Ken Kennard. Lloraba ruidosamente como un niño mientras abrazaba sus rodillas a su pecho.
“Papá. ¿qué está mal?” Tina susurró con miedo mientras caminaba hacia su loco padre . Él lloró incluso más ruidosamente cuando Tina se sentó al lado de él y frotó su espalda para calmarlo.
“Yo.” Ken tragó saliva. “Yo.” Su respiración se enganchaba en su garganta. “Yo. f-fui. D-despedido.”
“¿Señor?”
“…”
“¿Señor. Porter?”
“¿Fairbanks.?”
“Sí señor. Dana Fairbanks.”
“¿Cómo está relacionada con Irwin Fairbanks?”
“Ella es su hija mayor, señor.”
“…”
“¿Señor?”
“¿Tienes su número de contacto?”
“Sí señor.”
“Hazle una llamada ahora.”
“Solamente señor, usted sabe que también es--”
“Lo sé, lo sé. Pero no obstante necesito intentarlo. Ahora llamala Joyce.”
“S-si señor.”
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“¡Hey chica del café! Aquí!”
“Hey O doble-- ¡Oh! ¡Aaaaaaaaaaaaaaahhhhh!”
Desplome. “¡Oof!” Desplome.
“¡Jesucristo! ¡¿Te encuentras bien?!”
“Y-yo estoy b-bien. Es s-solo un pequeeeeñoooo goolpeee. ssseeee.”
“¡Dios! Juro que un día de estos esta chica va a salir disparada por el aire.”
“¿Q-qué?”
“Nada. Sientate primero.”
“O-está bien.”
...............
...
...
...
...
...
“¿Te sientes mejor ahora?”
“Eso creo.”
“Me diste un buen susto.”
“Oh. uhh. Lo siento. Umm. hey. uh. ¿No tendremos problemas?”
“¿Porqué?”
“Tu sabes, pos faltar a la clase.”
“Nope. Bueno. Normalmente, el monitor del pasillo estaría empujando tu trasero de nuevo a clase ahora. Pero puesto que estás conmigo, tienes un pase libre hoy. Así que por favor chica del café ¿puedes dejar de estar inquieta? Me estás poniendo nerviosa, tu sabes.”
“Lo siento. Yo solo. Nunca he hecho esto antes.”
“Se nota”
“Umm. ¿Porqué me llamaste a este lugar de todos modos?”
“Te necesito fuera de la sala de clase para que puedas contestar tu teléfono.”
“¿Huh? ¿Tu sabes entonces cuándo va a llamar?”
“No exactamente. Solo pienso que puede llamar alguna vez en esta mañana.”
“¿Porqué lo piensas?”
“Porque él tiene una reunión en este lugar aproximadamente a la 1 P.M. Asi que él probablemente te llamará antes de esa hora.”
“Oh. Ya veo.”
I'm too sexy for my shirt.. too sexy for my shirt.. too sexy it hurts.. And I'm too sexy for Milan.. too sexy for Milan, New York and Japan..
“¿Realmente dice Fred? ¿Realmente chica del café? Coño, en verdad deberìas de cambiar el tono de tu telefono. Eso no es TAN atractivo.”
“Lo siento. Pero ese me gusta un poco.”
“¿Qué?”
“Dije que lo cambiaré enseguida.”
“Es mejor. ¿Entonces quién está llamando?”
“Umm. Es un número no registrado.”
“Dejame ver.”
“¿Es él?”
“Yep. Es él chica del café. ¿Estás lista?”
“Sí.”
“Bueno. Ya sabes que hacer.”
Despeja la garganta.
Beep.
“Dana Fairbanks.”
“…”
“¿Puedo saber quién está llamando?”
“…”
“Oh. Bien, buena mañana a usted también Sr. Porter.”
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¿Ken Kennard? Sí. Creo que él trabaja para mí. Oh nada de eso no. No. Él es una buena persona , confiable. No, lo siento. No, No. él no es sustituible. Realmente, él es un verdadero activo para el viñedo. No. No puedo. Lo lamento señor Porter. La única forma en que consideraría despedirlo es si usted lo sustituye en su trabajo. Oh Haha. Bromeaba. Pero realmente señor, no puedo dejarlo ir. Incluso ni por un millón de dólares. ¿Realmente? Soy seria también. Oh mire, necesito volver a la clase. Otra vez lo siento señor Porter. Apenas le enviaré una botella de mi viñedo para su problema. Uh-huh. Adiós entonces. Que tenga un buen día.
“¡¡¡MALDICION!!!”
“¡S-señor!” Joyce Wischnia saltó de su piel cuando el peso del costoso pisapapeles de cristal conectó con las paredes revestidas de madera de la guarida de Melvin Porter y se rompió en mil pedazos. Sus pies se movían nerviosos mientras miraba la forma furibunda de su jefe que se levantaba de su silla y lanzaba el teléfono inalámbrico al piso. Nunca lo he visto así de enojado antes, tragó saliva cuando Melvin se puso de pie delante de su escritorio y cerró de golpe su puño abajo en la madera. La mesa se sacudió en el contacto así como las fotos enmarcadas de las dos mujeres más importantes de su vida que dejó en desorden el escritorio.
“Dejame solo por un minuto.” Melvin vociferó con su pecho levantadose hacia arriba y hacia abajo. Sentía las venas en su frente palpitantes mientras la sangre acometía hasta su cabeza. Cerró los ojos y respiró adentro y hacia fuera en un esfuerzo por calmarse, la instrucción terminante del doctor de evitar claramente los arrebatos emocionales repentinos se había esfumado de su cabeza. “¡Sal de aquí!” Rugió al ver a Joyce todavía parada allí mirandolo preocupada cuando abrió los ojos. Su ayudante no podía salir del cuarto lo suficientemente rápido mientras volaba hacia las puertas dobles gruesas. Tan pronto como Joyce cerrara las puertas detrás de ella, Melvin Porter se dejó caer nuevamente dentro de su silla con los granos del sudor comenzando a formarse en su frente. “Ugh.” Frunció el ceño mientras sentía el dolor embotado familiar dentro de su cuerpo. Su mano izquierda voló para agarrar su pecho mientras buscaba el cajón delante de él con la derecha. Con su mano toda temblorosa, logró sacar el cajón de madera y husmeó a través del interior hasta que sus dedos encontraron un pequeño envase. Mientras luchaba por respirar, abrió de un tirón la tapa y soltó su medicamento sub-lingual en su boca. Con su mano todavía agarrando su pecho, se inclinó detrás contra la silla y cerró los ojos, esperando y deseando que la píldora hiciera su efecto previsto. Después de algunos minutos tensos, el patriarca Porter emitió un suspiro de alivio cuando sintió el dolor salir, llevandose con él la sensación de tirantez dentro de su pecho. Lentamente, abrió los ojos para hechar una ojeada buena en su cuerpo. Estaba empapado en sudor, su camisa amarilla clara se aferraba de cerca a su pecho. Ha terminado, tragó difícilmente. Los ataques ocurrían absolutamente con frecuencia hoy en día, frotó su cara con sus manos preocupado, necesitaría llamar a su doctor para un chequeo cuanto antes.
Sus ojos volaron a los documentos que había lanzado casualmente en su escritorio y suspiró. A él gustaba y conocía de primera mano la importancia del dinero, él sabía lo duro que era que a una persona le quitaran el sustento y fuente de ingresos. Había visto a lo largo de su camino que las vidas de algunas almas desafortunadas que se cruzaron en su camino se habían arruinado cuando él cortó intencionalmente su recurso financiero. Debe tener un ángel que se ocupa de él, dijo con desprecio y sacudió su cabeza cuando pensó en Ken Kennard. Tanto como quería conseguir su venganza en el individuo logrando despedirlo de su trabajo (y asegurándose de que él nunca encontrara un trabajo otra vez), encontraba esto imposible de alcanzar. Un obstáculo, bajo la forma de una chica joven llamada Dana Fairbanks, se colocaba en su camino. “Maldito.” Maldijo una vez más. Fuera de las centenares de herederas en el país, el imbécil tenía que trabajar para la que él no podía tocar. Él estaba ya en tierra tambaleante con Irvin Fairbanks y sus socios del nuevo mundo. En los último pocos días, él había estado intentando cuidadosamente conseguir un pequeño contrato con el nuevo aceite del mundo para salvar su propia compañía petrolera. Tanto como lo detestaba, tenía que jugar agradable con Fairbanks para lograr sus objetivos. Asi que con éso en mente, Melvin Porter sabía que él no podría emplear sus tácticas acostumbradas de terror e intimidación contra Dana Fairbanks, éso sería un suicidio financiero para el aceite Porter.
Suspiró y miró abajo en su reloj. 10:45, leyó. Algunas horas más para su reunión programada con Phyllis Kroll en Redwind. Sonrió mientras frotaba ligeramente su barbilla pensando. Ken Kennard podía haber escapado de su cólera, pero su hija seguramente no sería igual de afortunada después de que acabara con la directora más adelante esta tarde.
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Academia de Redwind. Tiempo del almuerzo.
“Bien ¡hola a la pareja feliz!” Alicia Pieszecki saludó cuando ella y el resto de 4F caminaron hacia su mesa acostumbrada en la segunda planta de la cafetería. Bette tuvo que sonreir al ver los sombreros que sus dos amigas usaban. Sabiendo completamente lo que se ocultaba debajo de ellos.
“Hey chicas.” Bette masculló con su boca llena de comida. Tina, que se sentaba al lado de ella, agitó su mano a las tres antes de dar vuelta rápidamente de nuevo a su novia.
“¿Más bebé?” Tina preguntó mientras colocaba una cuchara llena por completo de carne de cangrejo algunas pulgadas de los labios de Bette.
“Mmkay.” Bette movió su cabeza mientras tragaba encantada el pedazo enorme dentro de su boca y abrió sus labios para permitir que la cuchara de Tina entrara. “Gracias bebé.” Sonrió dulce mientras Tina retiraba la cuchara de su boca. Comenzó a masticar el alimento delicioso entusiasmada mientras Tina la miraba y remetía cariñosamente un filamento marrón perdido detrás de su oído.
¿Cucharada en la boca? Sam sonrió mientras se sentaba en la silla enfrente de Bette. Parece que Tina ha logrado superar sus conflictos sobre las exhibiciones públicas de afecto, musitó divertida. Dio un pequeño codazo a Shane a medida que las dos delante de ella continuaron actuando repugnantemente dulces la una con la otra, con la rubia dándole cucharadas de su almuerzo a su mejor amiga y besándola en la mejilla.
“Sé.” Shane susurró bajo su respiración mientras mordía sus mejillas internas para evitar reírse burlonamente. Tina ahora limpiaba suavemente la boca de Bette con una servilleta, apenas como una madre lo haría con un niño que se ensucia al comer.
Alicia observaba la interacción con interés, sus cejas tiraban más arriba y más arriba en su frente con cada sonrisa, risita, alimento, tacto, beso y mirada compartidas entre las dos amantes. Oh dios, rodó sus ojos cuando Tina trajo un popote a los labios de Bette y compartió su bebida con su líder. Después de algunos minutos más de mirar la exhibición de comida-boca-limpieza , Alicia no pudo aguantarse más. “¡Está bien!” Alicia gritó y asustó repentinamente a cada una en la mesa. “¿Qué está sucediendo aquí?” Cruzó sus brazos en su pecho mientras estudiaba a las dos de cerca.
“¿Qué quieres decir?” Bette preguntó en inocencia genuina. Miró a Tina al lado de ella y compartieron la misma expresión de confusión en sus caras.
“¿Qué es todo este adorable-amoroso--alimentarme-encantador-bebé-beso-limpia-empalagoso que ustedes han estado haciendo en los últimos minutos?” dijo en voz alta repirando fuerte.
Bette y Tina parpadearon. ¿Qué acaba de decir Alicia?
Shane se rió de las miradas en blanco en las caras de Bette y Tina y decidió traducir la pregunta de Alicia para ellas. “En inglés llano, Al quiere saber la razón por la que ustedes dos están exageradamente dulces esta tarde.” Meneó sus cejas mientras Bette la miró y Tina se ruborizó.
“Umm, porque.” Tina alcanzó el regazo de Bette y levantó la mano derecha de la morena, que había estado hasta entonces convenientemente oculta debajo de la mesa. “Ella se ha lastimado.” Explicó mientras demostraba los vendajes en la muñeca de Bette. Su novia movió su cabeza tristemente y puso mala cara patética al lado de ella.
“¿Qué sucedió?” Sam preguntó preocupada cuando Bette suspiró dramáticamente y frotó su lesión con todo su valor.
“Ella se de. uhh. cayó y aterrizó en su mano anoche.” Tina apenas logró detenerse cuando Bette le tiró una mirada amonestadora. Whoops manejó musitar. Sonrió avergonzada y frotó el brazo de Bette apenada. Después de que ella despertara de su segundo sueño encantado, Bette se quejó de una muñeca dolorida y de un ego levemente contusionado. Tina, sintiéndose poderosamente culpable por las acciones de su papá, tomó el asunto en sus manos actuando como cuidadora de su novia hasta que Bette se sintiera mejor. Innecesario decir, ella se consiguió un paciente muy cooperativo en Bette Porter. La morena flotaba prácticamente en el aire mientras tomaba el sol en toda la atención que Tina le brindaba.
“Ah. Ya veo.” Alicia levantó una ceja escéptica. Algo no parecía correcto. Porter era siempre molestamente gruñona cuando estaba lastimada o enferma. Asi que o ella estaba gozando realmente del cuidado que Tina le brindaba o solo estaba fingiendo estar lastimada para ganar puntos de compasión de su maternal novia. Oh bien, hizo muecas maliciosa, solo había una forma de descubrirlo. “Hey Porter.” Dijo en voz alta mientras jugaba con una manzana en la mesa.
“¿Qué?” Bette contestó distraidamente mientras sorbía la sopa que Tina le daba con una cuchara. Guiñó en su novia mientras Tina limpiaba de nuevo las esquinas de su boca con una servilleta.
“¡Agarrala!” Alicia lanzó la manzana hacia Bette a la velocidad de la luz. Con reflejos relámpago, la morena cogió la fruta con su mano lastimada algunas pulgadas antes de que golpeara su cara.
El silencio aterrizó en la mesa mientras cada uno se congeló en su lugar. Alicia sonrió, Sam cayó su boca, Shane ensanchó sus ojos, Tina levantó una ceja y Bette tosió. “¿Ouch?” Bette rió avergonzada mientras soltaba la manzana en la mesa. Uh-oh, tragó saliva mientras los ojos de Tina se entrecerraban en rajas. “Owwie.” Gritó en dolor falso mientras agarraba su muñeca vendada.
“Porter.” Tina advirtió en su mejor voz sensata. “¿Me quieres explicar?” Levantó una ceja.
“No.” Bette contestó en voz minúscula. “Quiero decir sí, sí, sí por supuesto.” Regresó mientras veía la mirada asesina en la cara de su novia. Como madre, como hija, rió nerviosa. Los otros miembros de F4 podían mirar solamente divertidas mientras su líder se intimidaba ante la rubia al lado de ella. El matón rimbombante finalmente obtuvo una dosis de su propia medicina.“¿Qué tienes que decir para ti?” Tina cruzó sus brazos en su pecho mientras su novia se encogía cada vez mas en su silla.
“Umm. ¿Me curé?” Bette rió lentamente. “¡Es un milagro!” Agregó con una mueca tambaleante. “¡Owww!” Gritó en dolor cuando Tina apuñaló la muñeca “dañada” con un tenedor. “¡Doble Owww!” Gritó cuando su mano adolorida conectó con su cabeza .
“Y pensar que incluso partí las cáscaras del cangrejo con mis manos limpias y recogí la carne para ti.” Tina rumió mientras movía su silla lejos de Bette y enterró su cara en su propio plato. Hambrienta como estaba, no hizo caso de su propio estómago hambriento cuando alimentaba a Bette hace un rato. Ella planeaba comer solamente después que hubiera acabado de alimentar a su pobre novia. Estúpida, se dijo Tina enfadada mientras masticaba en su alimento.
“Awww. bebé lo siento.” El resto de las muchachas apenas podían contener las risas cuando Bette avanzó a poquitos hacia una Tina enojada y comenzó a rogar.
“Dejame sola Porter.” Mascar. Mascar.
“Lo siento bebé. Pero no es mi culpa. Tu fuiste la culpable.”
“¡¿Qué?!” Mascar. Mascar.
“Estabas tan linda cuando me cuidabas anoche.”
“…” Mascar. Mascar. Mascar.
“Quise experimentarlo otra vez. Entonces.”
“Falsificaste tu propia lesión.” Mascar. Mascar.
“Yep.”
“Hmph.” Mascar. Mascar.
“¿Bebé?”
“¿Qué?” Mascar. Mascar.
“¿Tanto odias cuidarme?”
“…” Mascar.
Suspiro. “Lo siento. Debes haberlo odiado.” Enfurruñamiento. Caída de hombros. Ojos tristes de perrito.
Despeja la garganta. “N-no, no.”
“¿Huh?”
Susurros. “Amé cada minuto de eso realmente.” Guiño.
Susurros detrás. “Yo igual. ¿Hey bebé?”
“¿Qué?” Mascar. Mascar.
“Mi turno ahora para alimentarte. Abre grandeeeeee.”Movimientos de la cuchara alrededor como un aeroplano.
“Eww. ¿Porqué haces ese sonido tan lascivo?”
“¡No lo hago! Solo estás oyendo lo que quieres oír.”
“Bien. Es verdad.”
“Di “aaaaaaaaaa””
“Aaaaaaaaahh. mmmm.” Mascar. Mascar.
“Aterrizaje perfecto.” Beso. Beso. Beso.
“¡Jesucristo! ¡Ustedes me van a enfermar!”
Todas juntas ahora. “¡Callate Alicia!” lanzándole la manzana.
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Academia de Redwind. Oficina de la directora.
“Buenas tardes, Melvin.” Phyllis Kroll se levantó de su asiento detrás del escritorio y saludó al hombre que acababa de ser llevado a su oficina. Ella sonrió de oído a oído mientras sacudía las manos con su huésped de alto nivel. “Por favor, toma asiento.” Indicó hacia el sofá de piel en la esquina del cuarto. Se sentó enfrente del hombre cuando su ayudante entró y colocó dos tazas de té en la pequeña mesa entre ellos.
“¿Cómo te trata la academia Phyllis?” Melvin preguntó mientras tomaba la taza ofrecida y sopló suavemente en el líquido humeante. Él y Phyllis Kroll se habían conocido desde su primer año en Yale. Él tenía un punto suave para la mujer delante de ella, después de todo, ella era la responsable de presentarle a Maxine.
“Bastante bien.” La mujer sonrió. “A pesar de algunos problemas de menor importancia aquí y allí, el funcionamiento de esta escuela es una brisa.” Agitó una mano alrededor para acentuar su punto.
“¿Problemas?” Melvin sonrío. “Apuesto que mi hija y sus amigas son las responsable de la mayoría de tus dolores de cabeza.” Rió mientras tomaba un sorbo de su taza. Si él y los otros padres de 4F no suministraran a esta escuela cantidades de dinero amplias anualmente, sabía que les llamarían a esta oficina sobre una base regular.
“Oh lo eran.” Phyllis movió su cabeza hacia arriba y hacia abajo. Faltando a clases, tiranizando a las estudiantes y profesores, vandalismo, promiscuidad, la lista iba sin cesar. Pero como cada uno en esa escuela, ella era impotente de parar a Bette Porter y F4. Después de todo, ¿quién era ella para ir contra la corriente? “Ultimamente se han estado comportando muy bien.” Sonrió mientras Melvin levantaba una ceja. Realmente, no solo Bette Porter era una persona que se comportaba bien hoy en día, las otras tres se habían calmado también.
“¿Es cierto eso?” Melvin entrecerró sus ojos mientras miraba fijamente el líquido que remolinaba dentro de su taza.
“Oh sí.” Phyllis contestó seriamente. “Te sorprenderías.” Sonrió con conocimiento. “He estado siguiendo el progreso académico de tu hija desde el año pasado.” Admitió mientras tomaba la taza de la mesa. “Sus calificaciones han estado muy bien ahora,” levantó lentamente la taza a sus labios y tomó un sorbo. “Solamente puedo decir eso, no hay nada mas que pueda agregar.” Rió segura de si misma.
Melvin frunció el ceño. Él esperaba oír que las calificaciones de su hija habían bajado. De allí, él dirigiría la conversación a Tina Kennard y pondría la culpa en la muchacha por distraer a su hija. “Estás.” Despejó su garganta. “¿Estás segura de éso? Tenía la impresión que Elizabeth ha estado muy distraída últimamente .” Intentó darle confianza a la directora, quizá ella solo estaba ocultando la verdad a él para proteger a su hija.
“¿Distraída?” Phyllis repitió extrañada. Se levantó del sofá y caminó hacia su escritorio y sacó una carpeta con papeles que tenía encima. La abrió y caminó de nuevo para demostrarle a Melvin los papeles. “Si así es como tu hija estudia cuando está distraída,” señaló a las puntuaciones recientes de Bette Porter. “No puedo esperar para ver qué sucederá si ella se concentra realmente en las clases.” Sonrió mientras se sentaba en el sofá otra vez.
“Uhh.” Melvin se quedó momentáneamente sin palabras mientras miraba fijamente todas las calificaciones casi perfectas en el papel. ¡Maldición!, maldijo internamente, tendría que cambiar su estrategia. No podría utilizar el “Tina Kennard ahora es una mala influencia en la vida de mi hija”. Entonces era hora de ir directamente al punto.
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Academia de Redwind. Vestuario de gimnasia.
“Bebé, ¿estás lista?”
“Apenas un minuto, solo amarro las agujetas de los tenis.”
“Está bien. Espera. ¿Supuestamente vamos a usar el top verde hoy?”
“Bebé, estamos en el equipo verde. ¿Qué piensas?”
“Bueno lo siento Porter. Lo olvidé.”
Se quita el top azul.
“Hecho. Bebé ya vamon--”
"Espera. Solo me estoy cambiando mi top.”
“Uhh. ¿Kennard?”
“¿Qué?”
“¿Qué es éso?”
“¿Qué es qué?”
“En tu pecho.”
“¿Éstos? Porter boba, ¡son boobs! No actues como si nunca las hubieras visto antes.”
“Sé que son boobs, me he estado familiarizando con esas dos desde el domingo. Solo me estoy preguntando porqué no estás usando un brassier de deportes. Demonios, cualquier clase de brassier.”
“Oh. Desperté tarde y tu estabas ya abajo. Así pues, uhm. en mi rapidez, olvidé usar uno hoy.”
"Bebé. SABÍAS que teníamos pista esta tarde.”
“Sí. Pero no es como que voy a caminar alrededor con las tetas al aire. Usaré un top.” Se pone el top verde. “¿Ves?”
“Tus boobs van a colgar por todas partes cuando corramos. Sabes eso, ¿correcto?”
“Bebé se supone que los pechos se mueven. Es cómo dios los hizo.”
“¡Sé! Pero no se permite a los gemelos maravilla de Kennard saltar todo alrededor del campo esta tarde.”
“¿Qué pasa contigo hoy? Pensé que te gustaría.”
“Oh. Solo no me gusta el hecho de que muchas muchachas estarían disfrutando de la visión conmigo.”
“¡Vamos! Nuestras compañeras de clase estarán demasiado ocupadas babeando por ti para notarme. Yo debo ser la que actúe toda celosa y posesiva ahora.”
“Que es lo que tu crees. Sucede que sé que tienes algunas admiradoras en nuestra clase.”
“¿Qué?”
“¿Conoces a esa muchacha Brenda que se sienta algunas sillas lejos de nosotras? ¿La que tiene boobs de concreto?”
“¿Concreto?”
“Son falsas y horrendas.”
“Oh. ¿Qué sobre ella?”
“Vi que ella garabateaba “amo a TK” en su cuaderno una vez. ¿Y que de la otra muchacha. Dionisia o algo así? ¿La morena que está durmiendo siempre en clase?”
“¿Cuyas babas fluyen hacia fuera como el Niagara?”
“Sí. Bien, la oí mascullar tu nombre en su sueño una vez. Está también Tiffany. Rose. Vicky. ”
“¡Bebé, ésto es tonto! Esas muchachas no tienen una cosa por mí.”
“Lo hacen. He estado vigilandolas desde hace algún tiempo.”
“¿Qué? ¿Estás vigilando a todas las muchachas que sospechas que están abrigando una atracción por mí?”
“Por supuesto. Uno debe ser siempre consciente de los depredadores que están al acecho alrededor. Si a mi todavía se me permitiera dar etiquetas rojas, les estaría dando una palmada a todas sus caras de mierda.”
“Porter. Estás siendo paranoica e irracional otra vez.”
“¡No lo soy! Hay amenazas verdaderas allí afuera. Por favor, hazme un favor y usa entonces esta chaqueta sobre tu top.”
“¡De ninguna manera! Está como a noventa grados allá afuera.”
“Kennard, no hagas que reviente sus ojos para que no miren fijamente tus boobs.”
“Porter, no hagas que te de un enema solo para que puedas sacar tu cabeza de tu trasero.”
“Bien, esto no trabajará. Te ves muy atractiva en ese top con tus boobs colgando alrededor como baloncestos para que cada uno los vea, eso es algo totalmente inaceptable para mí.”
“¡Paralo Porter! Los gemelos no van a estallar fuera de mi camisa.”
“¿Cómo estás segura de eso? ¿No me digas que vas a sostener tus boobs en su lugar mientras corremos?”
“No.”
“Bien si no quieres que los sostenga por ti , mejor usa esta chaqueta entonces.”
“¡Oh dios Porter! ¿Sabes qué, qué te parece si hacemos un trato?”
“¿Un trato?”
“Sí. Otra competencia. Hagamos una carrera de dos vueltas alrededor de la pista oval. Si ganas, usaré esa chaqueta ridícula. Pero si gano, te callas y dejas de molestarme con mis boobs.”
“…”
“¿Qué dices Porter? ¿Aceptas o corres?”
“Bebé, yo nunca rechazo un desafío.”
“Grande. Entonces vamos.”
“Está bien. Aquí Kennard, aferrate a esto.”
Entrega la chaqueta.
“¿Qué haré con esto?”
“Empieza a acostumbrarte a ella. Ustedes dos van a ser inseparables muy pronto.”
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“¡¿Qué significa que no puedes expulsar a Tina Kennard de Redwind?!” La voz de Melvin Porter se levantó con cada palabra mientras soltaba de golpe la taza de té abajo en la mesa.
“Melvin.” Phyllis habló muy tranquilamente. “No puedo simplemente correr a una estudiante – sobre todo de graduación - de la escuela solo porque la quieres fuera. El comité escolar de California está respirando ya abajo de mi cuello debido a todos los casos inexplicados de estudiantes que salen repentinamente en medio del año escolar.” Explicó mientras el hombre comenzaba a establecer el paso en el cuarto. Y era verdad, ya le habían preguntado porqué habían estudiantes que salían de Redwind sobre una base mensual. Por supuesto ella no podía decirles que esas pobres muchachas habían sido marcadas con etiqueta roja y tiranizadas hasta correrlas.
“¡Poseo esta escuela!” Melvin gritó indignadamente. Él había pasado ya millones en donaciones para construir la nueva infraestructura y para financiar programas en la academia de Redwind. La administración debía entonces concederle todas sus peticiones.
“Lo siento Mel.” Phyllis sacudió su cabeza suavemente al lado. “Solamente que no posees esta escuela.” Dijo firmemente. “No podemos agradecerte bastante por tus contribuciones abundantes, pero.” Se levantó y caminó lentamente de nuevo a su escritorio. “Si continuamos sucumbiendo a los deseos de cada padre opulento en esta escuela, perderíamos lo poco que queda de la integridad de la administración. Los estudiantes nos ven como monigotes manejables y no tienen ya absolutamente ningún respeto por la autoridad.” Ella se sentó en su silla mientras Melvin se burlaba y sacudía su cabeza en incredulidad.
“Entiendo porqué quieres que se expulse a esta muchacha de la escuela.” Phyllis continuó. “¿Pero crees seriamente que mandandola lejos de Redwind evitará que tu hija continúe viéndola?” Preguntó suavemente cuando Melvin reservado de pie al lado de la ventana observaba el campo afuera. “Por si no lo has pensado, Bette saldrá también y seguirá a Tina Kennard a cualquier High School secundaria que se inscriba.” Precisó el panorama más plausible al hombre. “Impulsiva y obstinada. Ella es exactamente de la manera que eras cuando caíste enamorado de Maxine.” Sacudió su cabeza en las memorias.
“No me lo recuerdes.” Melvin exhaló en voz alta mientras sacudía su cabeza en cólera y tristeza. Dos decepciones en un día, cerró sus puños en sus lados. Podía sentir su pecho apretar de nuevo. Necesitaba salir de ahí. “No cuentes con más contribuciones financieras de mi parte.” Él dijo a través de los dientes apretados mientras se deslumbraba en su vieja amiga. “Veamos cómo tu pequeña escuela sobrevivirá sin mi ayuda.” Giró alrededor y caminó enérgicamente a la puerta, cerrándola de golpe a su paso.
Phyllis Kroll cerró los ojos y expelió una suma enorme de aire de sus pulmones. “Oh, pienso que sobreviviremos Mel.” Ella sonrió secretamente ante la puerta cerrada. “Redwind estará muy bien sin tu ayuda.” Rió mientras abría el cajón delante de ella y acariciaba el cheque de ocho millones de dólares que la había sorprendido esta mañana. Leyó el post-it grabado en el billete de banco y sonrió.
Apenas una pequeña suma para asegurarse de que Kennard permanezca en Redwind.
Eternamente agradecida. Bette Porter.
Si, solo ella sabía que había hecho un trato ya con una de sus amigas, Phyllis sonrió divertida. Oh bien, pescó su telefono dentro de su monedero y comenzó a mecanografiar un mensaje, pensaré en él como una prima de ocho millones de dólares.
Para: Shane McCutcheon
Mensaje: Está hecho. No olvides por favor concluir el negocio.
Tan pronto como presionó el botón del envío, Phyllis se inclinó detrás contra su silla mientras la calma atravesaba sus venas. Sentía que le encantaría darle a esa Tina Kennard un beso gordo grande en los labios. Esa muchacha sin saberlo salvó a su marido de la muerte, a su familia de las deudas, y elevó de manera muy importante el presupuesto de la escuela.
Considerándolo todo, era un buen día para Phyllis Kroll.
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“En su marcas, listas ¡¡¡fuera!!!”
Tina Kennard y Bette Porter se lanzaron del punto de partida mientras su corpulento profesor de deportes soplaba en su silbato para comenzar la carrera. Las otras estudiantes saltaron para arriba en las líneas laterales y las animaron violentamente. La mayor parte de los gritos locos que partían el oído eran para Bette, pero como la morena había dicho anteriormente, ciertas estudiantes anónimas animaban a Tina bajo sus respiraciones. Algunas muchachas agitaban pompones mientras otras hacían vueltas de carro. Algunas casi se desmayaban debido al entusiasmo, mientras otro puñado casi mojaba sus calzones.
“¡¡¡¡¡¡¡Vamos Bette!!!!!!!”
“¡¡¡Te amo Porter!!!”
“¡¡¡Casame BP!!!”
“Yey Tina.”
“Aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhh!!!!! Bette!!!! Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhh!”
“¡¡¡Vamos correeee Beeeeette!!!”
“Uhm. vamos Kennard.”
“¡¡¡B-E-T-T-E!!! ¡¡¡PORTER!!! ¡Bette Porter! Ahhhh! ¡Bette Porter!”
Exhibiendo apenas lo perfectas que eran, la carrera estaba apretada cuando las dos se encontraron corriendo lado a lado el tiempo entero en el óvalo. Maldición, Bette maldijo internamente mientras Tina emparejaba cada zancada. Acercandose al final de la segunda vuelta , sabía que tenía que hacer algo pronto si quería ganar esa maldita competencia. Perfecto, sonrió mientras miraba a la rubia correr al lado de ella a través de la esquina de sus ojos. Lo más rápidamente posible, amplió su mano derecha hacia el pecho de Tina. “Boing boing boing.” Cantó feliz mientras sopesaba las boobs de Tina como una bola.
“¡Porter!” Tina gritó mientras empujaba la mano de Bette lejos. La acción la retrasó un poco y pronto se encontró algunos pasos detrás de su novia que reía con aire satisfecho. “¡Fuck, pagarás esa trampa!” Gritó mientras intentaba coger el paso una vez más.
“¡Alcanzame si puedes!” Bette rió mientras le sacaba la lengua a Tina. Con la meta algunos metros adelante, intensificó su paso y comenzó a correr incluso más rápidamente.
Haciendo uso de toda la energía que podía convocar dentro de su cuerpo, Tina se propulsó adelante hasta que estuvo solamente algunos pasos lejos de su novia. “Preparate para perder bebé.” Sonrió mientras alcanzaba a la morena y las dos corrieron lado a lado de nuevo. La meta estaba apenas algunos pies lejos. “Guarda tu chaqueta Por--” Gritó triunfante, no obstante prematuramente, pues salió disparada repentinamente en sus propios pies y comenzó su descenso hacia la tierra. “Ohh miii Diooossssss.” Todo entró en cámara lenta mientras Tina Kennard enterraba primero la cara en la pista, sus brazos aletearon a los lados y en su pánico, agarró la primera cosa que pudieron coger sus manos angustiadas. “¡Oof!” Golpeó la tierra con un ruido sordo , levantando una nube de polvo. Levantó la vista y vio la meta a unos cuantos pies lejos de donde había caído. “Mierda.” Maldijo en su desgracia, sentia su rodilla izquierda arder un poco y contuvo apenas un grito de dolor. “Porter.” Lloriqueó. “Ayudame p--” Miró hacia su izquierda y se congeló. Mierda santa, su mente gritó. Allí, parada apenas algunos pies más allá de la meta, estaba su novia victoriosa, con sus encantadores shorts negros alrededor de sus tobillos. El resto de las estudiantes que miraban la carrera en las líneas laterales veían fijamente atontadas, con los ojos como platos, y con una sonrisa torpe la imagen maravillosa de una Bette Porter roja brillante, y sus calzones de algodón con el tema de la mujer maravilla.
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“Bebé.”
“…”
“Bebé espera .”
“…”
“Detente.”
“…”
“Bebé, lo siento.”
“…”
“¿Sigues enojada? Fue solo un accidente.”
“…”
“¡Lo siento realmente realmente! No quise hacer eso bebé. Mira. Ahora estoy usando la chaqueta. ¿Ves?”
“…”
“Bebé, por favor.”
“…”
Sniff. “También me lastimé, tu sabes.” Sniff.
“…”
Sniff. “Me raspé mi pie boo-boo.” Sniff.
Finalmente para. “.¿Donde?”
“Aquí.”
Suspiro. “Aww. ven aquí.”
Abrazo.
Sniff. “¿Todavía estás enojada?” Sniff.
“Un poco.”
“Estoy enojada conmigo también. No me gustó el hecho de que las otras muchachas te vieran en ropa interior.”
“A mi menos. Juro, que si no te amara, toda tu ropa estaría colgando en la punta del asta de bandera ahora.”
“Lo siento otra vez bebé.”
Beso.
“Maldición, sabía que debía haber usado algo decente hoy.”
“Bebé.”
“¿Sí?”
“¿Mujer maravilla?”
“Ella es caliente.”
“¿En calzones de chicas?”
“Son cómodos.”
“Siempre me imaginé que eras del tipo que usaba bikinis de encaje.”
“Uso esas cosas cuando se presenta la necesidad.”
“Oh.”
“De todos modos yo, mierda espera un minuto.”
“¿Qué?”
“No estás usando un brassier hoy.”
“Sí. ¿Y?”
“¿Olvidaste usar tus calzones también?”
“…”
“Bebé. ¿anduviste así por toda la escuela?”
“…”
“¡Cogida santa!! Ahora tengo que cambiarme realmente mi ropa interior.”
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“¡Papá! ¡Ya llegué!” Tina gritó mientras entraba en su apartamento y dejó caer su mochila de piel al piso. Se quitó sus zapatos de la escuela y cautelosamente los colocó en el estante al lado de la puerta.
“T-Tina.” Una voz gruesa, tambaleante dijo en voz alta.
Tina giró rápidamente alrededor en busca de la fuente del sonido y se encontró cara a cara con una escena peculiar, tirado en el piso, estaba Ken Kennard. Lloraba ruidosamente como un niño mientras abrazaba sus rodillas a su pecho.
“Papá. ¿qué está mal?” Tina susurró con miedo mientras caminaba hacia su loco padre . Él lloró incluso más ruidosamente cuando Tina se sentó al lado de él y frotó su espalda para calmarlo.
“Yo.” Ken tragó saliva. “Yo.” Su respiración se enganchaba en su garganta. “Yo. f-fui. D-despedido.”
anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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Re: [Terminado] Sólo esa chica
CAPÍTULO TREINTA Y CINCO: Nadada con los pescados
“¿Despedido?” La respiración de Tina Kennard se enganchó dentro de su garganta cuando su mano frotaba la espalda de su padre intentando calmarlo. ¿Oyó a su papá correctamente? ¿Realmente lo despidieron? No, sacudió su cabeza, no puede tener razón. ¿Cómo podrían despedirlo de ese trabajo? Era una persona querida en el viñedo, era un hombre agradable y muy trabajador.
“Y-yeah.” Ken lloriqueó mientras limpiaba sus ojos con su manga izquierda. “Yo. Me llamaron a la oficina de Dave esta mañana. El. Me dijo que dejara el c-campo y. me. Me fuera a casa.” Sus labios temblaron cuando sus ojos comenzaron a regar mas lagrimas.
“¿Pero porqué?” Tina susurró suavemente cuando sus piernas se aflojaron y se sentó al lado de su padre que lloraba. Ella podía sentir la energía que salía de su cuerpo mientras comprendía la gravedad de la situación . ¿Qué les sucedería ahora? Ya de por si pasaban muchos apuros de dinero.
“El n-nuevo dueño.” Ken mordió su labio más bajo y lloriqueó. “Ella. repasó los archivos de, de los trabajadores al azar. Ella. Dave dijo que ella.” Sniff “..dice que no cree que debía de seguir trabajando en el campo. Ella dijo eso.” Sniff. Sniff. “..porque a mi edad no se debe estar recogiendo las uvas y cargando barriles,entonces. entonces.” Comenzó a llorar ruidosamente mientras los mocos salían de su nariz. Levantó el extremo de su camisa a su cara y limpió su nariz roja y moqueante con la tela. Si Tina no estuviera en choque total por la sorpresa, estaba segura que ante la vista de su padre se desmayaría .
La mano de Tina se recuperó de su estado de rigidez y comenzó a acariciar ligeramente la espalda de Ken una vez más en un esfuerzo por consolar al hombre llorón. “¿Papá?” Pinchó suavemente, animando a su padre a continuar.
“Yo. No voy a trabajar en el viñedo más.” Los hombros de Ken se sacudieron mientras sollozaba en sus manos. Después de algunos momentos de llorar, finalmente miró para arriba y tragó saliva mientras miraba alrededor de las cuatro esquinas de la sala de estar. “Voy a estar pegado, todo el dia, apenas en. . un escritorio, en.” Estranguló la voz cuando señaló a las paredes con sus dedos temblorosos.
“¿En este apartamento?” Tina susurró tristemente. Su papá amaba tanto ese trabajo, y ella sabía que estar despedido y tener que quedarse en casa hasta que encontrara un nuevo trabajo lo mataría totalmente.
“Noooo.” Ken gritó mientras sacudía su cabeza al lado. “En. . .” Luchó con la palabra siguiente mientras su cara se arrugaba con repugnancia. “..o-oficina!” Acabó, aliviado aparentemente de soltar la palabra.
“¿Oficina?” Tina repitió mientras arrugaba su frente confundida.
“¡Sí! ¡Una oficina!” Ken se estremeció. “Yo. Acabo de ser despedido del campo para ser, transferido, en, en eso que sofoca., sitio pequeño con un escritorio, una vista y una secretaria privada!” Se lamentó mientras arrugaba su nariz en la desaprobación. La única cosa que hizo que él aceptara la promoción era la promesa de un sueldo más grande, gratificaciones sorprendentes y una prima agradable. Él era un hombre que amaba trabajar en los campos, asi que tener que estar atado a una silla todo el dia haciendo papeleo no era una idea tan atractiva.
“¡Papá!” Tina gritó en la exasperación. “¿Cómo es que es una mala cosa?!” Se enojó cuando su papá comenzó a llorar una vez más. A él no lo despidieron, lo promovieron. ¿Y por qué cualquier persona estaría deprimido por una promoción? Ésta debe ser una de sus malas bromas, musitó cuando su papá sopló su nariz en su camisa.
“Porque. Yo. Yo. Voy a e-extrañar a m-mis amigos en el viñedo.” Ken lloró ruidosamente. “Y. y . Voy a extrañar la cosecha de la u-uva y. y prueba de degustación. .y.” Lloró mientras recitaba sin cesar las cosas que no podría hacer con su nueva asignación en el trabajo.
“Oh dios.” Tina gimió. ¡Una melcocha tan llena de savia! Rodó sus ojos incrédula, sintiendo que estaba mas molesta con su padre de nuevo. ¡Me preocupé y aterré para nada! Frotó la parte posterior de su cuello fastidiada. “Papá.” Suspiró mientras se levantaba del piso. “Ahora me voy a cambiar.” Señaló a su cuarto con su pulgar mientras Ken cabeceaba y continuó lamentándose en el piso. Ella sacudió su cabeza al lado mientras se dirigia a su dormitorio. Desde hacía tiempo se había dado por vencida en intentar entender el modo de ver extraño de su padre.
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Martes. Academia de Redwind. Hora del receso.
“¿Qué?”
“Una cita doble.”
“Doble. ¿Cita?”
“Yep.”
“¡Mierda. De ninguna manera!”
“¿Huh? ¿Porqué no?”
“¡¿Piensas que estoy loca?! Porqué coños permitiría que trajeras a otra persona con nosotras en nuestra cita?!”
“¿Qué?”
“¿No soy bastante para ti Kennard? ¿Es esta tu manera de decirme que no te satisfago más?”
“Umm. Porter. No estoy segura si estamos hablando de la misma cosa aquí. ¿Puedes por favor darme tu definición de una cita doble?”
“Es cuando una persona tiene dos citas al mismo tiempo. A Sorta le gustan esas películas de acción de James Bond cuando él entra en una fiesta y trae dos muchachas en sus brazos.”
“…”
“¿Qué?”
“Mmff. Hahahahahahahahahahaha.”
“¿Qué es tan divertido?”
Lucha para respirar. “B-bebé, eso es, así no es una cita doble.”
“¿No lo es?”
“Nope.”
“¿Entonces cómo es?”
“Es cuando dos parejas salen a una cita juntas.”
“Oh. Umm, no intercambian socios, ¿lo hacen?”
“Nope.”
“Ya veo.”
“Estás realmente desorientada sobre estas clase de cosas, ¿no es así?”
“Un poco.”
“…”
“Oh está bien okay. mucho.”
“Así pues, ¿qué dices? ¿Le digo que sí a Jenny?”
“No sé.”
“¡Vamos, va a ser divertido! Vas a pasar un gran rato.”
“Seré el juez de eso. ¿Quién traerá Jenny con ella?”
“Su novia, a quién no he conocido todavía.”
“¿Porqué no?”
“Oh, no sé. Quizá porque mi vida ha estado girando alrededor de ti en los últimos días.”
“¿Y eso es una mala cosa?”
“Nope. No realmente.”
“Bueno.”
“Bebé, quiero realmente ir, di por favor que sí, por favor.” Cejas caídas. Ojos tristes. Suspiro.
“Oh dios, sabes realmente como torcer el brazo de una chica.”
“Aprendí de la mejor.”
“Maldición. Muerta por mi propia espada.”
“Chistosa. ¿Entonces acompañaremos a Jenny y a su novia?”
Suspiro. “Está bien. Pero solo porque tu tienes muchas ganas de ir a esa cita doble.”
“¡Yey! Gracias bebé.” Beso. Beso. Beso.
“Debo tener una recompensa por este acto desinteresado.”
“No te preocupes, pensaré en algo agradable.”
“Suena mejor. ¿Lo haremos el domingo?”
“Nope. Estamos teniendo la cita doble el jueves.”
“¿En un día de escuela?”
“Bebé, no has estado escuchando durante homeroom otra vez.”
“He estado distraída un poco últimamente. ¿Por qué? ¿Qué me perdí?”
“No tenemos ninguna escuela el jueves.”
“¿Realmente? ¿Porqué no?”
“A la mayor parte de los profesores los están invitando a un alumerzo en honor de la directora en San Francisco.”
“Oh. Está bien. Hey, ¿qué debo usar en esta cosa de la cita doble?”
“Algo cómodo y ocasional.”
“Bien. ¿Que hay sobre la recompensa que me darás después?”
“Hmm. algo caliente y atractivo.”
“¿Como mi juego de cumpleaños?”
“…”
“¿Qué? Nunca has visto algo tan sexi como Bette Porter en– mmph..”
Cubre la boca de Bette con su mano. “Incluso no lo digas.”
“Mmff.”
“Tenemos un examen después del receso. La última cosa que necesito es fantasear sobre ti en medio del examen.”
“Mmff.”
Lamer la mano.
“¡¡Porter!!!”
“Hey, por lo menos no la mordí.”
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Miércoles. Residencia Porter. Desayuno.
“Papá buenos dias.” Bette masculló mientras entraba al comedor. Desde que su papá había llegado de Nueva York, ella había estado saliendo de la casa temprano para evitar tener que comer el desayuno con él. Ella no estaba de humor para sus discursos, y no quería caer en otra ardiente discusión sobre Tina. Asi que los últimos días, había estado comiendo su desayuno dentro de su coche, durante el camino al apartamento de su novia. Sin embargo hoy era diferente , para su consternación. Esta mañana, Melvin la convocó para acompañarlo a una comida dentro del comedor.
“Buenos días.” Melvin la saludó sin levantar la vista de su periódico matutino.
“¿Preguntaste por mí?” Bette preguntó, no vacilando en ir directa al punto tan pronto como se sentara enfrente del hombre. Cuanto más pronto saliera de ahí, más pronto estaría con Tina. Ella miraba a su padre expectante mientras se inclinaba detrás contra su silla para permitir que el sirviente colocara una servilleta de mesa en su regazo.
“Me iré para Nueva York en una hora.” Melvin dijo indiferente a medida que continuaba leyendo la sección de negocios del periódico cuidadosamente. “Hay algunos problemas leves que necesito atender.” Explicó mientras alcanzaba su taza de café con su mano libre. Miró para arriba brevemente y vio la pequeña sonrisa que honraba los labios de su hija y se burló. “No celebres todavía.” Dijo con desprecio mientras traía la taza de café a sus labios y tomó un sorbo. “Estaré de regreso el lunes.” Entrecerró sus ojos en su hija.
Grande, la cara de Bette cayó inmediatamente al escuchar la nueva información. Oh bien, por lo menos logro tener un par de días sin él. Sonrió internamente. “Umm.” Despejó su garganta mientras agarraba un pedazo de pan tostado en la mesa y le dió una mordida. “¿Eso es todo lo que quieres decirme?” Preguntó esperanzadamente mientras miraba la puerta en el otro lado del cuarto vehementemente. No podía esperar para salir de ahí.
“Hay una cosa más.” Melvin sonrió siniestramente mientras doblaba el periódico y lo colocó abajo en la mesa. “No quiero hacer esto Elizabeth,” sacudió su cabeza al lado. “Solamente que las circunstancias actuales no me dejan ninguna otra opción.” Ligó sus dedos mientras su hija comenzaba a inquietarse en su asiento. “Te estoy dando un ultimatum.” Él se inclinó detrás en su silla y levantó una ceja.
“¿Un ultimatum?” Bette repitió casi sin aliento. Aquí vamos, pensó, va a dejarme escoger entre él o Tina. Familia contra amor verdadero, suspiró tristemente.
“Un ultimatum.” Melvin movió su cabeza seriamente. “Para el momento en que regrese de Los Ángeles el lunes, debes haber cortado ya lazos con Tina Kennard. Si no,” entrecerró sus ojos en Bette. “Te preparas para perderlo todo.” Amenazó mientras la cara de su hija palidecía visiblemente. Él no quería privar a su hija de su fortuna, pero era hora de apretar las tuercas. “Tu dinero, tus coches, tu herencia, esta forma de vida que amas tanto. Pondré todo lejos de ti.” Advirtió mientras echaba su silla atrás y se levantaba. “Puede ser que pienses que estás tan enamorada de esa muchacha que no puedes vivir sin ella,” reclinó sus palmas en la mesa y se inclinó adelante. “Solamente que te conozco, y se que no puedes vivir sin tu riqueza. No puedes funcionar sin tu dinero.” Indicó práctico. “Pronto descubrirás cuánto valoras tus riquezas sobre el amor de cualquier muchacha.” Él sonrió con conocimiento. “Eres Elizabeth Porter,. El dinero gobierna tu vida.” Rió amargamente mientras caminaba hacia la puerta. Antes de que saliera, dio vuelta a su cabeza para mirar a su hija y darle algunas palabras de despedida. “No te preocupes, te daré una probadita de lo que va a venir.” Sonrió. “Te veré el lunes, Elizabeth.” Afirmó mientras desaparecía en el vestíbulo.
"Fuck.” Bette maldijo mientras caía en su asiento. “Fuck.” Frotó su cara con sus manos. La verdad en algunas de las palabras de su padre la golpearon duro. Ella no podría vivir sin Tina, sabía que eso era verdad. Pero no sabía si podría vivir sin su dinero también. “Bien tendré que intentar.” Susurró para si mientras empuñaba sus manos. Ella escogería a Tina sobre su dinero. Le probaría a su papá que estaba equivocado. Puedo renunciar a mi fortuna, musitó cuando se levantó y salió del comedor. “Solamente que nunca podría arriesgarme a perder a Kennard.” Murmuró bajo su respiración.
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Jueves. El planeta.
“Qué joder.” Bette farfulló molesta mientras miraba abajo en su reloj por vigésima vez en los últimos 35 minutos. “Mejor que tengan una buena excusa para estar atrasadas.” Advirtió mientras miraba a su novia inquieta al lado de ella.
“Estoy segura que estarán aquí pronto.” Tina contestó un poco insegura mientras miraba nerviosa las puertas del planeta. Podía decir que su novia estaba perdiendo la paciencia, Bette odiaba cuando la gente la hacía esperar. Tina era la única excepción a esto, bien, sobre todo porque Bette la amaba tanto para perdonar sus continuas tardanzas.
“¡Mejor que asi sea!” Bette frunció el ceño mientras cruzaba sus brazos en su pecho indignada. Qué nervio de Jenny y de su novia para hacerlas esperar. Después de todo, eran las que las invitaron a que salieran a esa estúpida cita doble hoy.
“Lo siento bebé .” Tina se disculpó mientras frotaba la espalda de Bette para calmarla. La morena suspiró mientras se inclinaba detrás contra su mano. Ella tendría mucho que componer después de esta cita, sonrió en la forma preocupada de su novia, solo el hecho de que Bette no saliera enojada después de quince minutos de esperar era bastante para otorgarle esa recompensa que pedía.
“¡Finalmente!” Bette exclamó en la irritación mientras una Jenny turbada entró en el planeta con una persona desaliñada a su lado. “¿Esta es tu chica amiga?” Bette levantó una ceja mientras miraba a la persona con la mejor amiga de Tina. Vete a la mierda, seguro queJenny tiene gustos cuestionables. Hizo muecas mientras estudiaba el vestuario especial de la persona.
“Yo. Yo pienso que.” Tina contestó, estaba también estupefacta ante la vista. Seguro, sabía que Jenny tenía citas con gente extraña y chicas salvajes, pero ésta era la más más. Jenny no bromeaba cuando le dijo en el teléfono que su nueva novia era diferente de las que había tenido antes. Mierda santa, tragó duro y forzó una sonrisa, ¡la novia de Jenny era un individuo!
“Hey chicas.” Jenny dijo casi sin aliento mientras alcanzaba su mesa. “Siento habernos retrasado. Tuve que recoger ésto del parque de patinaje.” Sonrió mientras rizaba la melena aceitosa de la chica/ novio. “Oh, Tina y Bette.” Sonrió en las dos muchachas estupefactas que se sentaban en la mesa. “Les presento a Max, mi novia.” Emitió mientras agarraba la mano del muchacho y le dio un apretón ligero.
“Hey.” Max dio una pequeña onda y sonrió a las dos. Estaba acostumbrado a tales miradas siempre que le presentaban a otra gente. Un hombre identificado como lesbiana seguía siendo relativamente un nuevo concepto para algunos. [Sí, Máx es realmente un individuo en este fic]
“Uhh. umm.” Tina masculló, perdiendo la capacidad de formular palabras coherentes a medida que continuaba mirando fijamente al individuo. Su novia, por otra parte, no tenía el mismo problema.
“¿Qué eres? ¿Uno de esos hermafroditas?” dijo Bette inexpresiva en su tono engreído acostumbrado, haciendo la cortesía a un lado. Max retrocedió un poco ante la rudeza de Bette y mordió una observación sarcástica. “Ouch!” Bette hizo muecas mientras Tina pisaba fuerte en su pie por debajo de la mesa.
“Por favor discúlpate Porter,” Tina tiró a su novia un fulgor amonestador antes de dar vuelta a su cabeza para ver a Jenny y Max “generalmente no es tan boba.” Sonrió firmemente cuando Bette se enfurruñó al lado de ella. Pisó fuerte en el pie de su novia de nuevo - fuertemente haciendo que la morena se comportara. “Está irritable porque acaba de depilarse en el bikini.” Susurró misteriosa a Jenny, la pequeña muchacha cabeceó comprensiva. Bette intentó protestar pero fue callada una vez más por un pie que conectaba con su espinilla.
“¿Porter?” Max amartilló una ceja mientras miraba a la morena maleducada. “¿Como el multimillonario que posee todos esos bancos y hoteles?” Continuó con una sonrisa tonta. “No me digas que eres una de esas asquerosas herederas ricas con solamente aire caliente dentro de sus cabezas enormes.” Se rió de su propia broma estúpida mientras las bocas de Jenny y de Tina cayeron horrorizadas.
Tina agarró la mano temblorosa de su novia debajo de la mesa mientras los ojos de Bette se entrecerraban en rajas. “Qué demonios piensas que-” comenzó pero fué cortada cuando Max dió vuelta precipitadamente alrededor y caminó directo a la puerta.
“Mejor vamonos para el parque temático.”Dijo Max sobre su hombro, no haciendo caso de las miradas quemantes que Bette le lanzaba en su camino. “Vamos lentas.” Se rió mientras salía.
“Lo siento realmente.” Jenny se disculpó por el comportamiento de Max mientras daba vuelta a rojo de la verguenza. “¿Nos vamos?” Rió nerviosa mientras se dirigía hacia la puerta para alcanzar a su propia novia falta de tacto.
“Bien.” Tina movió su cabeza poco entusiasmada mientras se levantaba de su asiento y tiró de la mano de Bette. “¿Bebé?” Dijo en voz alta ansiosamente mientras la morena seguía inmóvil en su asiento. Ella podía ver a Bette silenciosamente contar para si en un esfuerzo por controlar su cólera. “¿Bebé?” Intentó otra vez después de algunos segundos. Whew, Tina lanzó la respiración que sostenía cuando su novia finalmente comenzó a demostrar muestras de calmarse. Una Bette más tranquila se levantó de su asiento y exprimió su mano.
“¿Parque temático?” Bette miró raro a Tina, no le habían dicho nada sobre ir a un parque temático hoy. “Por favor, por favor no me digas que vamos a Disneylandia.” Se lamentó cuando comenzaron a caminar, con ella arrastrando sus pies hasta el final a la salida.
“No te preocupes.” Tina sonrió mientras atravesaban las puertas dobles y salían a la acera. Jenny agitó la mano en ellas mientras pegaba su cabeza fuera de la ventana del conductor de su híbrido verde Toyota. “Vamos al mundo marino.” Emitió mientras Bette le ayudaba a entrar en el asiento del pasajero de su nuevo jaguar.
“¿Mundo marino?” Bette se congeló en la acera mientras miraba incrédula a la rubia sonriente ante ella.
“Yep.” Tina rió nerviosamente con la mirada de shock en la cara de su novia. “Entra en el coche Porter,” sonrió mientras bajaba la ventana. “No puedo esperar para ver a Shamu.” Guiñó mientras tiraba de la puerta hacia ella y la cerró de golpe.
“Puta. madre.” Bette masculló para si mientras caminaba alrededor del coche y se sentó en el asiento del conductor. ¿En qué me metí? Gimió mientras encendió el motor y lo sacó del estacionamiento. Ballenas, tiburones, focas, pescados, y otras criaturas del mar. Sin mencionar centenares de niños y largas colas . Oh dios, Bette suspiró. “Tienes realmente mucho que componer.” Tomó la mano de Tina y puso un beso en ella mientras se colocaba al lado del coche de Jenny.
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Mundo marino. San Diego, CA.
“Wow.” Los ojos de Tina bailaron alrededor mientras iba de una vista a otra. Tenía una dificultad al intentar absorber todo de una vez. Se sostuvo firmemente a la mano suave de Bette mientras su novia miraba cuidadosamente sus alrededores.
“Mierda.” Bette maldijo mientras se colocaban más allá de la entrada del parque temático y observaban las multitudes de gente que caminaba alrededor. “¡Ow!” Gritó en dolor cuando dos niños corrieron entre ella y Tina y caminaron en su pie. A pesar de que era un día laborable, parecía que cada niño en California estaba dentro del parque. “¿No tienen escuela?” Bette se quejó mientras daba masajes a su pie que palpitaba a través de sus zapatos de deporte costosos de DKNY. Tina encogió los hombros simplemente en respuesta, ella estaba admirada de sus alrededores. Esta era su primera vez dentro del mundo marino.
“Hay siempre millones de niños aquí adentro , incluso durante los días escolares.” Jenny contestó mientras observaba el mapa del parque y comenzó a caminar hacia la atracción más cercana.
“Sí.” Max movió su cabeza en el acuerdo. “¿No han venido aquí antes?” Preguntó a Bette, la morena sacudió su cabeza en respuesta a medida que continuó mirando alrededor y arrugando su nariz en hastío. “Me sorprende.” Siguió Max. “¿Mundo marino es de clase muy baja para sus altos gusto su alteza real?” La provocó con una sonrisa astuta.
“No.” Bette sonrió firmemente. “Solamente que estás en lo cierto.” Murmuró bajo su respiración.
Tina despejó su garganta y encontró los ojos de Jenny nerviosa. “¡Ya está bien!” Las mejores amigas exclamaron al mismo tiempo, intentando romper la tensión que comenzaba a construirse entre sus dos citas.
“¿A dónde Jen?” Tina preguntó en una voz aguda mientras exprimía la mano de su novia para parar a la muchacha de matar a Max con sus ojos.
“Al paseo de Atlantis.” Jenny contestó rápidamente mientras tiraba de Max un poco más lejos de Bette. No sabía qué pasaba con su novia, pero él había estado diciendo cosas irritables a Bette incluso cuando estaban en la línea para conseguir boletos afuera. Si Max huviera estado estudiando en Redwind, sabría que lo que había estado haciendo lo llevaba directo al suicidio.
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“Cristo.” Bette dijo enfadada mientras salían del paseo. Sus zapatos de deporte aplastaban los sonidos cuando caminaba, su playera sin mangas blanca (que se volvió un poco transparente para su propio gusto) se aferraba a cada curva. Tenían que montar un paseo en agua primero, hizo muecas mientras movía una mano a través de su pelo mojado. Sentándose en el frente del pequeño barco al lado de Tina, las dos absorbieron casi todo el castigo mojado que el paseo tenía que ofrecer. Ella miró a Jenny relativamente seca y a Max a través de la esquina de sus ojos y frunció el ceño. Gracias a dios que el pendejo no se mojó, pensó sarcástica, o bien pudiera ser que él se multiplicara en gran número apenas como esos gremlins de mierda.
“¡Fue tan divertido!” Tina exclamó feliz mientras lanzaba la mano de Bette hacia adelante y hacia atrás. “¡Montémosla otra vez!” Hizo muecas de oído a oído mientras saltaba.
“No!” Bette contestó violentamente. Una ducha fue bastante.
“Por favor, bebé.” Tina pidió mientras se colocaba delante de una Bette irritada. “¿Por favor?” Sonrió y puso un picorete rápido en los labios de su novia para convencerla.
“Bien.” Bette se aplacó al ver la felicidad irradiar de Tina. ¿Cómo podría decirle no a esa cara? Suspiró y sacudió su cabeza en la dimisión. “Solo una última vez, ¿de acuerdo?” Siguió mientras Tina comenzó a tirar de ella hacia la fila de nuevo.
“Está bien.” Tina rió emocionada. “¿Ustedes vienen?” Dio vuelta a su cabeza y preguntó a Jenny y Max.
“Nope.” Jenny sacudió su cabeza y sonrió. “Los esperaremos al lado de la tienda de recuerdos allá.” Señaló a un pequeño almacén algunos pies lejos.
“Sí,” Max secundó. “Nos quedaremos aquí Tina. Tu novia por otra parte,” indicó a Bette con un cabeceo leve. “Parece que necesita otra ducha. Ya sabes, para quitar el ceño fruncido de su cara.” Rió mientras comenzaba a arrastrar a una Jenny apenada lejos.
“¿Qué putas?” Bette sacudió su cabeza incrédula mientras miraba fijamente la figura de Max. ¿Qué está mal con este tipo? Pensó irritada. Podía sentir que su paciencia estaba a punto de esfumarse. Solamente los ejercicios de respiración y contar podrían evitar que alimentara a los tiburones con la carne de ese imbécil dentro de este parque estúpido.
“Él solo está siendo un baboso.” Tina dijo suavemente cuando frotó ligeramente el dorso de la mano de Bette con su pulgar. “No dejes que lo logre bebé.” Sonrió mientras comenzaba a llevar a Bette hacia la entrada del paseo una vez más.
“Estoy intentando.” Bette suspiró con fatiga. “La única razón por la que él todavía está vivo es porque no quisiera que tu relación con Jenny se estropeara.” Admitió con un abrazo. Nada podía traer drama a una amistad sólida mas que dos amantes que pelean.
Tina miró a Bette y no pudo evitar la sonrisa que honró sus labios. Sí, pensó cuando exprimió la mano de Bette cariñosamente, ella tendría mucho que componer después de esta cita. Solo tenía que darle a su dulce, pero irritable novia una recompensa antes de que terminara el día.
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“¡Elmo!” Tina gritó mientras entraban en la bahía de juegos de Plaza Sesamo. Soltó la mano de Bette y empezó a correr y saltar para ver la nave anaranjada gigante donde Elmo y el resto de la cuadrilla de Plaza Sésamo hacían su show. “Disculpeme.” Cantó repetidamente mientras empujaba a un par de niños y codeaba a algunos padres aquí y allí. “¡¡¡Elmooo!!!” Saltó para arriba y agitó sus brazos alrededor cuando alcanzó el costado de la nave, justo debajo del punto donde la persona dentro del traje de Elmo bailaba y saludaba a la muchedumbre. “¡¡Te amo!!!” Se desmayó prácticamente cuando el pequeño monstruo rojo le sopló un beso. “¡Eeeeeee!” Gritó toda emocionada, ella amaba a Elmo desde que era una niña en Carolina del Norte.
“Mmff.” Bette contuvo su risa mientras observaba a su novia desde una distancia de seguridad. No sabía que Tina era una gran admiradora de Plaza Sésamo, pensó divertida. Tuvo que sonreír ante las pequeñas cosas que conocía sobre Tina diariamente, la mayor parte de sus caprichos eran tan encantadores y se hacía querer tan malditamente que no podía dejar de caer cada vez mas y mas enamorada de la rubia.
“¡Sacudelo Tina!” Jenny animó mientras Tina comenzó a sacudir las caderas redondas y cantar junto con las mascotas. Su mejor amiga estaba tan perdida en su propio pequeño mundo de Plaza Sésamo , que no prestaba absolutamente ninguna atención al hecho de que se movía al ritmo de la música con un par de niños de cinco años.
“Hey Bette.” Max susurró cuando le dio un pequeño codazo a la muchacha al lado de él. Jenny estaba demasiado distraía observando y riéndose de su mejor amiga para notar el intercambio delicado que ocurría entre los dos.
“¿Qué?” Bette susurró detrás a través de las quijadas apretadas, sin molestarse en apartar sus ojos de Tina. No quería mirar lejos de la imagen relajante de su novia, sabiendo completamente que el idiota al lado de ella estaría presionando intencionalmente algunos de sus botones. Por lo menos la vista maravillosa del baile de Tina mantendría su cólera en la bahía, esperanzadamente. Cruzó sus dedos.
“¿Porqué no subes a la nave y bailas junto con las mascotas?” Max hizo muecas. “Lo harías mejor que Óscar, eres más gruñona.” Rió mientras le daba una palmada en la espalda a Bette juguetónamente. Encontraba el acto de irritar la mierda fuera de Bette absolutamente divertido. Después de todo, a él no le agradaba la heredera. Era grosera y maleducada. No le asustaba el hecho de que fuera rica. Aparte de la lengua penetrante de la morena, parecía bastante inofensiva. “Pienso que te mirarías bien en el interior de ese bote de basura.” Rió mientras señaló en la lata sucia donde Óscar el Gruñón estaba adentro.
“Y tu.” Bette sonrió tiesa, contando hasta diez en el interior de su cabeza. Si este individuo no paraba pronto, se encontraría dentro de una manta persa gruesa y rodando por debajo de una montaña de basura. “¡Hey !” Substituyó rápidamente el ceño fruncido en su cara por una sonrisa brillante mientras Tina venía de nuevo a ellos.
“¡Eso fue taaan lindo!” Tina rió mientras se lanzaba en los brazos de Bette y puso un beso rápido en los labios de su novia.
Bette sacudió su cabeza y sonrió a medida que continuó aferrándose a la rubia. “Creo que eras la admiradora mas encantadora que tenían.” Susurró en el oído de Tina e hizo muecas.
“¿Nos vamos?” Jenny preguntó mientras sacaba el mapa de su bolso. “¿A donde quieren ir después?” Mordió su labio más bajo mientras estudiaba el mapa del parque. “¿Encuentro del pingüino? ¿Torre del cielo? ¿Show de Shamu? ¿Descubrimiento del delfín? ¿Punto pacífico? ¿Rapidos del naufragio?” Sugirió mientras leía algunos de los paseos y shows en el mapa.
“Umm. realmente.” Tina comenzó mientras observaba el destello astuto y maligno en los ojos de Max mientras él robaba vistazos en su novia menos que divertida. “¿Les importa si nos dividimos primero?” Miró a Jenny mientras sus ojos se lanzaban rápidamente entre Bette y Max.
“Está bien.” Jenny movió rápidamente su cabeza en el acuerdo. Necesitaban llevar a estos niños inmaduros lejos de cada uno antes de que Bette incapacitara a Max y le diera el accesorio apropiado a su identificación de lesbiana. “¿Nos vemos aproximadamente a las seis?” Preguntó mientras comenzaba a arrastrar a su novia en dirección opuesta.
“Sí.” Tina contestó. “¡Encontrémonos en la entrada!” Gritó mientras agitaba la mano en Jenny y Max.
“¿Asi que solo somos tu y yo ahora?” Bette suspiró mientras Tina se volteaba y le hacía frente.
“Yep.” Tina sonrió cuando tomó las manos de Bette en las propias y comenzó a llevarla hacia la torre del cielo cerca.
“Como debe ser.” Bette expresó su alivio besando el pelo todavía húmedo de Tina. “¡Eww. cloro!” Hizo muecas mientras se alejaba. “Mierda.” Maldijo mientras tomaba algunos cabellos propios e inhaló profundamente.
“Hey.” Tina encogió los hombros. “Por lo menos sabes que el agua está limpia.” Rió a medida que Bette continuaba oliendo su pelo y haciendo gestos.
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“Bonita vista.” Bette presionó su frente contra el vidrio mientras la torre del cielo las elevaba 265 pies en el aire. Les daba una vista aérea agradable del parque entero y del océano en la distancia.
“Sí.” Tina contestó distraidamente. “Realmente agradable.” Sonrió a medida que continuaba mirando fijamente el brassier negro de Bette, que era visible a través de la playera mojada de su novia. Agradeció a dios que su ropa no se hubiera secado todavía por el sol , por lo menos tenía la oportunidad de apreciar realmente lo que hizo el paseo del agua a su novia.
Bette pescó donde Tina veía mientras discretamente miraba el reflejo de la rubia sobre el vidrio. “¿Te gusta lo que ves bebé?” Preguntó inocente a medida que continuó fingiendo mirar fijamente la vista afuera.
“Sí. mucho.” Tina contestó sin aliento mientras seguía hacia arriba y hacia abajo el movimiento del pecho de Bette con sus ojos. Maldición, su novia era caliente, tragó difícilmente. Podía sentir una de sus prendas mojarse de nuevo y pueden apostar que no era ni su playera blanca ni sus pantalones.
Bette sonrió para si cuando su mente comenzó a formular un plan. Sabía que le tomaría una pequeña persuasión de su parte para lograr que la rubia la acompañara a un poco de tiempo de juego dentro de una de las muchas paradas de cuarto de baño dentro de la torre. Apenas un pequeño codazo, un guiño y una tomadura de pelo. Sonrió malvada mientras despejó su garganta. “Hey Be” intentó decir pero su boca fue cerrada por un dedo que enfocaba más allá de su cara y que golpeaba ligeramente emocionado sobre el vidrio delante de ella. “¿Qué?” Surcó su frente confundida cuando Tina frenéticamente señalaba en algo abajo.
“¡¡¡Shamu!!!!!” Tina gritó mientras miraba la demostración de Shamu abajo. Mientras estaba ocupada echándole un ojo a Bette hace un rato, un flash rápido de negro abajo capturó su atención. Sus ojos voltearon de par en par mientras reconocía la cosa negra gigante de la famosa ballena cuya imagen estaba grabada por todo el parque. Los pensamientos calientes se fueron a la parte posterior de su mente, señaló a Shamu emocionada mientras sacudía el hombro de Bette con su mano. “¡¡¡Quiero ver a Shamu!!!” Hizo muecas mientras daba vuelta para hacer frente a su novia.
“Fuck Shamu.” Bette rumió bajo su respiración. Vio a la rubia levantar una ceja y regresó. “Quiero decir, bien. Vamos con Shamu.” Se quejó internamente molesta. ¿Su trasero fue abatido y derrotado por una ballena de 14.000 libras? No era uno de sus momentos más orgullosos.
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“¡Bebé de prisa!” Tina tiró de la mano de Bette mientras corría hacia la entrada del show de Shamu. La mayoría de la gente en la fila había entrado ya y los asistentes en la entrada estaban a punto de cerrar las puertas. “¡¡¡ Eeeeessssspeeereeeeeeeeeennn!!!” Tina gritó con la fuerza de sus pulmones, asustando al individuo granujiento joven que custodiaba la entrada. “¡Dos más!” Levantó dos dedos mientras comenzaba a semi-arrastrar a su novia por la cintura.
“Está bien. Pasen a la derecha.” El individuo contuvo su risa mientras Tina suspiró aliviada y permitió que su novia caminara por su propio pie de nuevo. Bette rodó sus ojos mientras Tina procedía a caminar delante de ella y a dejarla detrás.
“¡Mira!” Tina señaló a un punto vacante en las gradas. El lugar estaba atascado pero ella logró encontrar un buen lugar para mirar la demostración. “¡Estamos de suerte!” Hizo muecas mientras se dirigía hacia el frente de las gradas y se sentó. “¿Se ve muy bien aquí verdad?” Guiñó en su novia mientras Bette suspiró y se derrumbó abajo al lado de ella. Tenían literalmente asientos de primera fila para ver una buena demostración del animal.
“Realmente agradable.” Bette contestó simple mientras miraba alrededor de ella. ¿Qué mierdas? Su frente se arrugó intrigada mientras miraba los impermeables azules que la gente alrededor de ellas usaba. “¿Porqué usan esas cosas?” Susurró al oído de Tina mientras cabeceaba a la familia que se sentaba al lado de la rubia.
“Probablemente vinieron directamente aquí después de que montaran los rápidos.” Tina sacó un mapa doblado y gastado dentro de su bolsillo y señaló al paseo al lado de la demostración de Shamu. Sí, eso debe ser. Encogió los hombros.
“Oh. Bien.” Bette cabeceó lentamente, aunque su voz goteaba con la aprehensión. Tenía esta sensación dentro de su estómago, algo malo, aunque no podía saber exactamente que era. Oh bien, suspiró cuando la música comenzó a salir de los altavoces, señalando el comienzo de la demostración.
“¡¡¡Wooooooooooooooo!!!!” Tina chilló cuando dos ballenas orca saltaron de la otra piscina y aterrizaron dentro de la principal. “¡¡¡Vamos Shamu!!!” Gritó mientras otra ballena, la más grande del manojo, salía de debajo de las aguas azules e hizo un salto en medio de la piscina.
“Grandiooso.” Bette aplaudió poco entusiasta mientras la gente alrededor de ella iba loca por las ballenas. Las cosas que haría por ti Kennard, sacudió su cabeza y sonrió un poco cuando su novia comenzó a profesar su amor por Shamu con toda la fuerza de sus pulmones.
Algunos minutos después, uno de los amaestradores de animales revestido en traje de baño completo caminó delante de la muchedumbre y señaló a la audiencia. “¿Quién quiere estar cerca de Shamu?” El individuo gritó a través del micrófono mientras la muchedumbre gritaba, específicamente cierta rubia sentada en la primera fila. “Usted.” Gritó mientras señalaba a una Tina en choque. La muchacha gritó emocionada, como si se hubiera ganado la lotería. La cámara enfocó en la feliz adolescente y mostró la imagen de la rubia a través de la pantalla gigante. La audiencia rió mientras la cámara se movía y demostró a la compañera de la muchacha que ocultaba su cara detrás de sus manos avergonzada.
“¿Cuál es tu nombre?” El individuo preguntó cuando sacudió la mano con una Tina veloz tan pronto como ella corriera hasta él en la plataforma por la piscina. Señaló el micrófono en la cara de la muchacha y sonrió.
“Tina.” La rubia contestó con una mueca amplia. “¡Hey Porter!” Agitó su mano emocionada en su novia roja como tomate que se sentaba en las gradas y sopló a la morena un beso. Una Bette avergonzada guiñó y sonrió tímida en respuesta.
“Tina muy bien.” El individuo rió cuando llevó el micrófono lejos de la cara de Tina. “Porqué no agarras uno de esos envases,” señaló a los envases de plástico multicolores llenos por completo de pescados en el lado de la piscina. “Y comencemos a alimentar a la estrella de la demostración y a sus amigos.” Sonrió mientras la muchedumbre aplaudía entusiasmada. Tina caminó al lado de la piscina y tomó un envase según las instrucciones dadas. Bette sacó la lengua y retrocedió ante la vista de su novia que metía la mano dentro del envase asqueroso y agarraba dos pedazos de pescados malolientes desde adentro. La cara de Bette dio vuelta a una cortina incluso más oscura de verde cada vez que Tina sostenía un pescado con su mano.
Pocos minutos más tarde, una Tina muy orgullosa y dichosa regresó de nuevo a su asiento mientras la muchedumbre la animaba y le aplaudía . “¿Me viste bebé?” Hizo muecas mientras se sentaba al lado de una Bette nauseabunda. “¡Joder era una estrella!” Tina rió en júbilo. “¿Bebé?” Surcó su frente mientras echaba una ojeada buena a la morena silenciosa al lado de ella. “¿Estás bien?” Preguntó un poco preocupada mientras le hacía frente a su novia.
“¡¡¡Eeeeeeeeeekkkkkkkk!!!” Bette gritó cuando vio la mano hedionda de Tina a punto de tocarla. “Noooooooooooooooooooooooooo.” Golpeó con fuerza la mano de la rubia lejos mientras ponía mala cara. “No me toques hasta que tengas tus manos todas uhhhhhh limpias y. uh-oh.” Sus ojos crecieron tan grandes como platos mientras una sombra asomaba sobre ambas. “Mierda santa.” Tragó saliva mientras miraba a las cuatro ballenas orca saltar para arriba en el aire algunos pies lejos de donde se sentaban. “Oh mi dios de mierda.” Su boca cayó al piso cuando las ballenas aterrizaron en el agua con un descomunal….
SPLASSSSSSHHHHHHHHHHHHHHHH.
“¡¡¡Blechhhhhhhhhh!!!” Bette comenzó a escupir y a toser mientras golpeaba su pecho con su mano. Sacaba el agua de su boca mientras arrugaba su cara en repugnancia. “¡Gaaaaahhh!” Sacó su lengua y respiró fuerte. “¡¡No me gusta el agua de atún!!!” Gritó mientras Tina se reía al lado de ella. De nuevo, las dos estaban mojadas de la cabeza al dedo del pie.
“No te preocupes bebé.” Tina hizo muecas picaras en la morena al lado de ella. “Sucede que amo el sushi.” Guiñó mientras picoteaba a su novia en los labios.
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“¿Una nutria?” Tina levantó una ceja mientras Bette se la daba como regalo. “Gracias bebé. Pero uhm. ¿no podrías conseguir a Shamu?” Preguntó mientras observaba el juguete marròn con la figura de una nutria que su novia le dio.
“No.” Bette contestó seca, sintiendose un poco molesta ante la mención de Shamu. Ella todavía tenía un resabio con esa ballena de mierda, rodó sus ojos molesta. “Aquí.” Dio a Tina la camisa más decente que pudo encontrar dentro de la tienda de recuerdos. Consiguió dos del mismo diseño en diversos colores, una para ella y otra para su novia. “Vamos a cambiarnos y después buscamos Café y algo de comer.”Suspiró cuando se dirigió hacia el tocador de señoras. “¿Te lavaste ya las manos?” Levantó una ceja. Sonrió mientras Tina movía su cabeza afirmativamente. “Ven aquí.” Alcanzó la mano de su novia y ligó sus dedos . “Ewwwww. Mierda Kennard !!!” Hizo muecas tan pronto como el olor a pescado entrara en las ventanas de su nariz cuando levantó la mano de Tina a sus labios para poner un beso en ella.
“¡Me pescaste!” Tina rió mientras retiró su mano de Bette. Rió juguetónamente cuando su novia la persiguió hacia el tocador de señoras. “¡Aaaaah!” Rió ruidosamente mientras Bette la alcanzaba y limpiaba su mano en la cara de Tina.
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“Mmmmmmmmmmmmmm.” Tina gimió feliz mientras engullía encima de su plato con hamburguesa y papas fritas. “Esto es tan bueno.” Masculló mientras su boca desbordaba de comida. “Yummmy.” Hizo muecas mientras rellenaba una cantidad sana de papas dentro de su boca. El caminar alrededor del parque trabajó seguramente encima de su apetito. Levantó una ceja mientras Bette sin palabras movía su propio plato y vaso de té helado al lado de ella. “¿Hmm?” Murmuró con su boca llena mientras Bette salía de su lugar y resbaló al lado de ella.
“Quería estar cerca de ti.” Bette encogió sus hombros mientras comenzaba a cortar un pedazo minúsculo de sus costillas asadas. “Solo en caso de que te ahogues con tu comida otra vez.” Explicó con una mueca diabólica en su cara.
“Tonta.” Tina rodó sus ojos y rió, casi arrojando el alimento dentro de su boca sobre Bette.
“¡Ewww! Quizá moverme aquí fue una mala idea .” Bette hizo una cara y puso la servilleta en su regazo como protección. Vio el fulgor rubio en ella, haciéndola explotar en una risa. “Estoy bromeando.” Hizo muecas mientras se inclinaba más cerca a Tina y puso algunos besos rápidos en los labios de su novia que ponía mala cara. “Mmmm.” Se lamió los labios mientras se retiraba. “¡Salado y grasiento!” Rió mientras Tina golpeaba con fuerza su cabeza con su propia servilleta.
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“Pagaré nuestra comida, Porter.” Tina meneó sus cejas mientras con aire satisfecho sacaba un par de billetes y los dejaba en la mesa. Por primera vez en algunos años, Tina Kennard andaba dinero. Había conseguido hábilmente un buen aumento de su semana, todo gracias a la prima que su papá consiguió por su promoción.
“Demasiado tarde.” Bette hizo muecas mientras dejaba la tarjeta de crédito dentro de la caja de piel negra y devolvía la cuenta al mesero.
“¡E-espera!” Tina intentó protestar pero el mesero se había ido ya a planchar la tarjeta en la máquina. “Bien.” Tina se enfadó. “Solo si pago nuestra comida siguiente, ¿de acuerdo?” Levantó una ceja y desafió a su novia Tipo-A.
“Ya veremos.” Bette contestó llano, no queriendo ceder. Quería que Tina ahorrara cualquier dinero que tuviera. Ella tenía bastante para ambas. Bueno. Por ahora por lo menos.
“¿Disculpe, señorita?” El mesero interrumpió cortésmente cuando se dobló abajo para susurrar en Bette. “La tarjeta fue rechazada.” Tosió un poco mientras discretamente devolvía la tarjeta de crédito de oro a la morena.
“¿Está seguro?” Bette frunció el ceño mientras sacaba la cartera de su bolso.
“Sí, señorita.” El mesero contestó. “Lo intenté cuatro veces en la máquina.” Explicó.
“Oh está bien.” Bette colocó la tarjeta dentro de su cartera y sacó otra. “Aquí.” La entregó al mesero. Vaya que es extraño, surcó su frente confundida. La tarjeta trabajaba hace algunos minutos, musitó, acababa de utilizarla dentro de la tienda de recuerdos para comprar el juguete y las camisas.
“¿Qué pasa?” Tina preguntó mientras miraba a su novia por una explicación.
“La tira magnética pudo funcionar incorrectamente.” Bette se lamió el labio más bajo. “Sucede a veces.” Destelló una sonrisa para tranquilizar a Tina.
“¿Señorita?” El mesero caminó hacia ellas y se dobló abajo de nuevo mientras devolvía la tarjeta a Bette. “Esta fue rechazada también.” Susurró débil.
“¿Qué?” Las cejas de Bette tiraron para arriba en las noticias. Mierda santa, tragó difícilmente mientras un pensamiento amaneció repentinamente en ella. No te preocupes, te daré una probadita de lo que va a venir. Las palabras siniestras de su padre de ayer por la mañana se repitieron dentro de su cabeza. Él canceló mis tarjetas de crédito, suspiró amargamente mientras sacaba un par de billetes de su cartera. “Aquí tiene.” Forzó una sonrisa en el mesero. “Lo siento por todas las molestias.” Movió una mano a través de su pelo semi-húmedo y cerró los ojos en la frustración.
“Bebé.” La voz preocupada de Tina flotó a través de los oídos de Bette cuando el mesero dejó su mesa. “¿Qué está pasando?” Tina contuvo airosamente su respiración y esperó a que su novia hablara. Después de lo que pareció una eternidad, Bette finalmente se sinceró.
“Mi papá.” Bette sonrió amargamente mientras abría los ojos. “Me dio un ultimatum.” Admitió en voz baja mientras encontraba la mirada de Tina. “No puedo tener todo. Asi que me pidió que eligiera entre tu y mi dinero.” Dijo con una sonrisa triste.
“¿Y?” Tina tragó difícilmente mientras el miedo y la incertidumbre bailaron alrededor de sus ojos. No dudaba del amor de Bette por ella, pero aún así, dejar a alguien tan materialista y consentida como Bette Porter elegir entre el amor y el dinero era como pedir que un viejo hombre sucio eligiera entre su vieja esposa cariñosa y una caliente chica joven.
“Te elijo.” Bette sonrió, menos brillante esta vez cuando su mano voló hasta la cara de Tina y la acaricio cariñosamente. Es solo dinero, puedo trabajar y ganar alguno si se da el caso, se repetía una y otra vez. Su fortuna extensa era su manta de seguridad, y perderla la asustaba a muerte. Pero ella no quería pensarlo, la perspectiva de perder a Tina la asustaba aún más.
Tina bajó sus ojos a su regazo mientras admitía las palabras de Bette. Aún mas confiada como estaba, no podía dejar de sentirse exaltada. Un terrón se formó dentro de su garganta mientras comenzaba a pensar en las repercusiones que su relación trajo a la vida de Bette. Su novia estaba a punto de perderlo todo. Bette Porter estaba destinada para las grandes cosas, ella se jactaba siempre sobre asumir el control de PGC un día y traerlo a las nuevas alturas. Tina no dudaba de eso, su Bette era una fuerza enigmática y brillante de la naturaleza. ¿Podría ella retroceder entonces y permitir que Bette lanzara lejos su futuro brillante solo por una muchacha como ella? Sabía que a pesar del frente valiente, Bette se agrietaba internamente y hacía su mejor esfuerzo por convencersede que podría vivir sin su riqueza. Serían felices ahora. ¿Pero qué sucedería a largo plazo? ¿Qué sucedería cuando Bette comenzara a extrañar su vieja forma de vida? Claro, seguían siendo jóvenes. ¿Pero eran también tan ingenuas para creer que su amor podría sobrevivir sin uno de los aspectos más elementales de la vida de Bette? ¿El amor era bastante para ellas? ¿Bette se merecía esto? ¿Ella se merecía perderlo todo? “Porter.” Quitó suavemente la mano de Bette de su mejilla y la colocó abajo en el regazo de la morena. “¿Qué si no lo hago. Qué si no quiero q ?” Se ahogó con las palabras mientras Bette inhalaba agudamente al lado de ella.
“¿Qué quieres decir?” Bette frunció el ceño, no gustándole las palabras que salieron de los labios de su novia. Estaba preparada para dejarlo todo por Tina, así que ¿qué decía Kennard?
Tina mordió su labio más bajo, intentando formular las palabras correctas. “Quizá, debemos quizá, dar un paso atrás en nuestra relación, y, y pensar las cosas a través.” Intentó difícilmente parar las lágrimas que se acumulaban en la esquina de sus ojos. El miedo agarraba el corazón de Tina, y tan pronto como lo hiciera, comenzó a aterrarse y a decir las cosas que no quería realmente. Vivían en una fantasía, e intentaba convencerse de que, quizá era la hora de ser un poco realistas. “Tu sabes, quizá es mejor para nosotras dos, si, terminamos ahora que todo todavía está en sus primeros tiempos y lo evaluamos de nuevo mas…”
“¡Callate!” Bette interrumpió mientras cubría la boca de Tina con su mano. “No hagas esto.” Sacudió su cabeza amargamente al lado. “No renuncies a lo nuestro tan fácilmente.” Sus manos se sacudían de la cólera mientras las lágrimas amenazaban por desbordarse de sus ojos. El rompimiento no era la solución a sus problemas. “ Se suponía que ibas a agarrar mi mano y a decirme que vamos a estar bien.” Bette continuó, incluso cuando su voz comenzó a agrietarse. Ella esperaba - mierda, ella necesitaba - oír a Tina decirle que iban a hacerlo. Que ella también creía que lo que tenían entre las dos podría sobrepasar este tremendo obstáculo. Estaba asustada, y ella necesitaba que algunas palabras confortantes de Tina tranquilizaran su alma. “A pesar de mi aspecto, creí siempre que tu eras más fuerte que yo, pero tu eres la primera en querer romper el equipo.” Dijo tristemente mientras quitaba su mano de la boca de Tina y resbalaba de su asiento.
“¿A donde vas?” Tina susurró cuando su novia comenzó a irse.
“Lejos.” Bette contestó a través de sus dientes cerrados fuertemente. Lejos. Necesito estar lejos de aquí, pensó mientras su mente competía por la calma, solo así no intentarás romper conmigo dos veces hoy. “Llama a Jenny y dile que regresas a casa con ella.” Dijo cuando las lágrimas comenzaron a gotear abajo de su cara.
“Porter.” Tina se despertó de su estupor y fue tras la morena.
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“¿Qué joder?” Max exclamó airadamente mientras veía a Bette y a Tina que caminaban enérgicamente hacia él y Jenny que las esperaban en la entrada del parque. “¡Llegan cuarenta minutos tarde!” Dijo enojado mientras una Bette enfurecida caminaba más allá de él. “Hey. ¿qué sobre una pequeña disculpa?” Agarró el brazo de la morena firmemente y detuvo a Bette. Los ojos de Jenny se ensancharon con miedo mientras los ojos de Bette echaban humo.
“¿Una disculpa?” Bette sonrió. No te hubieras puesto en mi camino, muchacho- lesbiana. Agarró la camisa de Max por el pecho y lo sacudió violentamente enviando su rodilla derecha a la ingle del individuo . “Whoops.” Sonrió cuando Max cayó a la tierra, agarrando su ingle y gimiendo al mismo tiempo. “Siento solamente que no haya hecho esto desde antes.” Se burló a medida que continuó su viaje hacia la salida del parque.
“¡Porter!” Tina gritó mientras saltaba sobre Max y corría tras su novia. Articuló una disculpa a Jenny mientras perseguía a Bette. “Por favor ¿pararás y escucharás lo que tengo que decir?” Tiró de la camisa de Bette para detener a la muchacha.
“¿Porqué?” Bette se burló. “¿ Si podrías hacer otra tentativa patética de terminar conmigo?” Rió amargamente mientras arrastraba inadvertidamente a la rubia junto con ella.
“¡Torpe no lo entiendes tonta!” Tina gritó en protesta. “No me dejas acabar. ¡No rompí contigo! Lo sugerí simplemente porque yo”
“..me amas?” Bette acabó su oración mientras paraba y aventaba la mano de Tina lejos de su camisa. “No seas una niña de mierda tu misma Kennard.” Dijo burlonamente. “Lo que intentaste hacer no fué un acto valeroso y desinteresado de amor.” Se burló. “Intentaste tomar la salida fácil. Joder eso es ser una cobarde.” Dijo en cólera.
“¡No soy una cobarde!” Tina negó. Solo el acto mero de sugerir que dejaría ir a Bette la mataba por dentro. Era una de las cosas más valientes que jamás había hecho.
“¿Me amas realmente Kennard?” Bette susurró mientras comenzaba a cuestionarse las sensaciones de Tina por ella. ¿Porqué parecía tan fácil que Tina dijera esas cosas? “Porque si lo hicieras realmente, intentar romper conmigo es absolutamente una manera cruel de demostrarlo.” Suspiró mientras comenzaba a alejarse.
“Porter.” Sostuvo la frente con su mano en la frustración. “Regresa. Hablemos.” Pidió. Este era un día perfecto para ellas, y no queria terminarlo de esta manera. Había previsto muchas cosas para recompensar a Bette. Tenía mucho que componer.
“De ninguna manera de mierda Kennard.” Bette contestó lentamente, declarando cada palabra. Necesitaban alejarse una de la otra antes de que dijeran de nuevo algo que lamentarían. Hablarían, pero no ahora.
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Apartamento de Kennard.
Tina saltó en su cuarto y cerró la puerta con una explosión. Sus ojos estaban todos rojos y su cara enturbiada de todo el llanto silencioso que hizo en su viaje de regreso a casa. Lanzó la nutria y su bolso en el piso y con lentos movimientos, se quitó la ropa y comenzó a ponerse sus pijamas. Se tiró encima de su cama cuando comenzó otra ronda de llantos, sofocándo los gritos con su almohadilla. Intentó jugar de nuevo todo dentro de su cabeza. Intentando justificar sus acciones y defender lo que había intentado hacer hace algunas horas.
Bastante pronto, pudo convencerse a si misma que ella tenía la razón y Bette estaba equivocada, permitiéndose que las sensaciones cambieran de puesto del remordimiento a la cólera. Se incorporó en la cama y suspiró mientras se secaba sus ojos y las lagrimas pararon de fluir. “Porter.” Dijo furiosa mientras sus ojos aterrizaron en el pequeño objeto encima de su mesa de cabecera. Lo alcanzó y la sostuvo cerca.
“Jodete Porter.” Dijo a través de sus dientes cerrados fuertemente mientras sostenía la pieza de ajedrez negro en su mano. “Eres una pequeña snob estúpida, arrogante, orgullosa, consentida.” Chasqueó la cara de la reina un par de veces con su dedo en cólera. “¿Soy la cobarde?” Sacudió su cabeza increíble. “¡Eres la persona que se fue cuando quería que habláramos las cosas! ¡Eres la persona que rechazó mis llamadas y rechaza contestar a mis mensajes!” Imitó la postura de la pieza de ajedrez. “¿Preguntando mis sensaciones? Buen trabajo para enfurecerme, tonta insoportable, torpe, como me puedes gustar.” Se aferró a la pieza un poco más fuerte mientras la trajo cerca de su cara y la miró amenazadora. “Porter.” Dijo con desprecio. “¡¡¡Te odio. Te odio. TE ODIO!!!” Gritó mientras lanzaba la pieza de ajedrez contra la pared enfrente de su cama. “Hmph.” Tina se burló mientras daba vuelta a su cara lejos de la mini-Bette y alcanzó su lámpara de cabecera. Con un tirón ligero en la cadena, la luz se apagó con un click y hundió su sitio en la oscuridad. Fue a acomodarse bajo las colchas mientras cerraba los ojos e intentó desaparecer los pensamientos dolidos, deprimentes de Bette Porter
..
Click.
Un minuto incluso no había pasado cuando la lámpara de cabecera iluminó el cuarto una vez más. Una Tina de mirada-loca lanzó las cubiertas de su cuerpo mientras saltaba de su cama y aterrizó abajo en el piso. Se arrodilló delante del punto adonde la pieza de ajedrez de la reina había caído y suspiró. “Te odio.” Lloró mientras cogía lentamente la pieza y la frotó ligeramente con su pulgar. “Te odio.” La trajo a sus labios temblantes y besó suave a su reina . “Te odio.” Lloriqueó una vez más cuando las lágrimas comenzaron a empañar su visión. Su corazón se sentía tan pesado, su cuerpo y su mente muy cansados. No podía permanecer enojada con Bette. No quería permanecer enojada con Bette, era tan difícil y lastimaba tanto. La intensidad de las emociones que sentía por Bette Porter, ya fueran de felicidad, cólera, lujuria, irritación, o amor, abrumaban cada parte de su ser. ¿También su novia se sentiría igual de terrible que ella? Tragó difícilmente mientras miraba la pieza de ajedrez dentro de su mano.
¿Deseaba romper con Porter? ¿Aquién trato de engañar? Pensó amargamente, eso sería suicidio emocional. Y Bette estaba en lo correcto, no fué un acto desinteresado de amor. Fue cobardía.Limpió sus ojos con el dorso de su mano mientras se enderezaba lentamente y caminó a su mesa del estudio. Tomó una pluma y un trozo de papel y caminó de nuevo a su cama y se sentó. Con las manos tambaleantes, comenzó a vertir su corazón en la escritura de una carta. Si Bette no quería hablar con ella y escucharla, una carta sería suficiente quizá.
Tan pronto como terminó de escribir, puso la carta dentro de un sobre blanco simple y escribió el nombre de Bette en letras grandes, en negrilla en la parte posterior. Agarrando la pieza de ajedrez de Bette firmemente contra su pecho, se arrastró bajo las sabanas y enterró su cabeza en su almohadilla. Lloró mucho para dormir esa noche, y con cada lágrima que salía de sus ojos pardos y empapaba su almohadilla, un par de ojos marrones en el otro lado de la ciudad emparejaban cada gota con fervor igual.
“¿Despedido?” La respiración de Tina Kennard se enganchó dentro de su garganta cuando su mano frotaba la espalda de su padre intentando calmarlo. ¿Oyó a su papá correctamente? ¿Realmente lo despidieron? No, sacudió su cabeza, no puede tener razón. ¿Cómo podrían despedirlo de ese trabajo? Era una persona querida en el viñedo, era un hombre agradable y muy trabajador.
“Y-yeah.” Ken lloriqueó mientras limpiaba sus ojos con su manga izquierda. “Yo. Me llamaron a la oficina de Dave esta mañana. El. Me dijo que dejara el c-campo y. me. Me fuera a casa.” Sus labios temblaron cuando sus ojos comenzaron a regar mas lagrimas.
“¿Pero porqué?” Tina susurró suavemente cuando sus piernas se aflojaron y se sentó al lado de su padre que lloraba. Ella podía sentir la energía que salía de su cuerpo mientras comprendía la gravedad de la situación . ¿Qué les sucedería ahora? Ya de por si pasaban muchos apuros de dinero.
“El n-nuevo dueño.” Ken mordió su labio más bajo y lloriqueó. “Ella. repasó los archivos de, de los trabajadores al azar. Ella. Dave dijo que ella.” Sniff “..dice que no cree que debía de seguir trabajando en el campo. Ella dijo eso.” Sniff. Sniff. “..porque a mi edad no se debe estar recogiendo las uvas y cargando barriles,entonces. entonces.” Comenzó a llorar ruidosamente mientras los mocos salían de su nariz. Levantó el extremo de su camisa a su cara y limpió su nariz roja y moqueante con la tela. Si Tina no estuviera en choque total por la sorpresa, estaba segura que ante la vista de su padre se desmayaría .
La mano de Tina se recuperó de su estado de rigidez y comenzó a acariciar ligeramente la espalda de Ken una vez más en un esfuerzo por consolar al hombre llorón. “¿Papá?” Pinchó suavemente, animando a su padre a continuar.
“Yo. No voy a trabajar en el viñedo más.” Los hombros de Ken se sacudieron mientras sollozaba en sus manos. Después de algunos momentos de llorar, finalmente miró para arriba y tragó saliva mientras miraba alrededor de las cuatro esquinas de la sala de estar. “Voy a estar pegado, todo el dia, apenas en. . un escritorio, en.” Estranguló la voz cuando señaló a las paredes con sus dedos temblorosos.
“¿En este apartamento?” Tina susurró tristemente. Su papá amaba tanto ese trabajo, y ella sabía que estar despedido y tener que quedarse en casa hasta que encontrara un nuevo trabajo lo mataría totalmente.
“Noooo.” Ken gritó mientras sacudía su cabeza al lado. “En. . .” Luchó con la palabra siguiente mientras su cara se arrugaba con repugnancia. “..o-oficina!” Acabó, aliviado aparentemente de soltar la palabra.
“¿Oficina?” Tina repitió mientras arrugaba su frente confundida.
“¡Sí! ¡Una oficina!” Ken se estremeció. “Yo. Acabo de ser despedido del campo para ser, transferido, en, en eso que sofoca., sitio pequeño con un escritorio, una vista y una secretaria privada!” Se lamentó mientras arrugaba su nariz en la desaprobación. La única cosa que hizo que él aceptara la promoción era la promesa de un sueldo más grande, gratificaciones sorprendentes y una prima agradable. Él era un hombre que amaba trabajar en los campos, asi que tener que estar atado a una silla todo el dia haciendo papeleo no era una idea tan atractiva.
“¡Papá!” Tina gritó en la exasperación. “¿Cómo es que es una mala cosa?!” Se enojó cuando su papá comenzó a llorar una vez más. A él no lo despidieron, lo promovieron. ¿Y por qué cualquier persona estaría deprimido por una promoción? Ésta debe ser una de sus malas bromas, musitó cuando su papá sopló su nariz en su camisa.
“Porque. Yo. Yo. Voy a e-extrañar a m-mis amigos en el viñedo.” Ken lloró ruidosamente. “Y. y . Voy a extrañar la cosecha de la u-uva y. y prueba de degustación. .y.” Lloró mientras recitaba sin cesar las cosas que no podría hacer con su nueva asignación en el trabajo.
“Oh dios.” Tina gimió. ¡Una melcocha tan llena de savia! Rodó sus ojos incrédula, sintiendo que estaba mas molesta con su padre de nuevo. ¡Me preocupé y aterré para nada! Frotó la parte posterior de su cuello fastidiada. “Papá.” Suspiró mientras se levantaba del piso. “Ahora me voy a cambiar.” Señaló a su cuarto con su pulgar mientras Ken cabeceaba y continuó lamentándose en el piso. Ella sacudió su cabeza al lado mientras se dirigia a su dormitorio. Desde hacía tiempo se había dado por vencida en intentar entender el modo de ver extraño de su padre.
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Martes. Academia de Redwind. Hora del receso.
“¿Qué?”
“Una cita doble.”
“Doble. ¿Cita?”
“Yep.”
“¡Mierda. De ninguna manera!”
“¿Huh? ¿Porqué no?”
“¡¿Piensas que estoy loca?! Porqué coños permitiría que trajeras a otra persona con nosotras en nuestra cita?!”
“¿Qué?”
“¿No soy bastante para ti Kennard? ¿Es esta tu manera de decirme que no te satisfago más?”
“Umm. Porter. No estoy segura si estamos hablando de la misma cosa aquí. ¿Puedes por favor darme tu definición de una cita doble?”
“Es cuando una persona tiene dos citas al mismo tiempo. A Sorta le gustan esas películas de acción de James Bond cuando él entra en una fiesta y trae dos muchachas en sus brazos.”
“…”
“¿Qué?”
“Mmff. Hahahahahahahahahahaha.”
“¿Qué es tan divertido?”
Lucha para respirar. “B-bebé, eso es, así no es una cita doble.”
“¿No lo es?”
“Nope.”
“¿Entonces cómo es?”
“Es cuando dos parejas salen a una cita juntas.”
“Oh. Umm, no intercambian socios, ¿lo hacen?”
“Nope.”
“Ya veo.”
“Estás realmente desorientada sobre estas clase de cosas, ¿no es así?”
“Un poco.”
“…”
“Oh está bien okay. mucho.”
“Así pues, ¿qué dices? ¿Le digo que sí a Jenny?”
“No sé.”
“¡Vamos, va a ser divertido! Vas a pasar un gran rato.”
“Seré el juez de eso. ¿Quién traerá Jenny con ella?”
“Su novia, a quién no he conocido todavía.”
“¿Porqué no?”
“Oh, no sé. Quizá porque mi vida ha estado girando alrededor de ti en los últimos días.”
“¿Y eso es una mala cosa?”
“Nope. No realmente.”
“Bueno.”
“Bebé, quiero realmente ir, di por favor que sí, por favor.” Cejas caídas. Ojos tristes. Suspiro.
“Oh dios, sabes realmente como torcer el brazo de una chica.”
“Aprendí de la mejor.”
“Maldición. Muerta por mi propia espada.”
“Chistosa. ¿Entonces acompañaremos a Jenny y a su novia?”
Suspiro. “Está bien. Pero solo porque tu tienes muchas ganas de ir a esa cita doble.”
“¡Yey! Gracias bebé.” Beso. Beso. Beso.
“Debo tener una recompensa por este acto desinteresado.”
“No te preocupes, pensaré en algo agradable.”
“Suena mejor. ¿Lo haremos el domingo?”
“Nope. Estamos teniendo la cita doble el jueves.”
“¿En un día de escuela?”
“Bebé, no has estado escuchando durante homeroom otra vez.”
“He estado distraída un poco últimamente. ¿Por qué? ¿Qué me perdí?”
“No tenemos ninguna escuela el jueves.”
“¿Realmente? ¿Porqué no?”
“A la mayor parte de los profesores los están invitando a un alumerzo en honor de la directora en San Francisco.”
“Oh. Está bien. Hey, ¿qué debo usar en esta cosa de la cita doble?”
“Algo cómodo y ocasional.”
“Bien. ¿Que hay sobre la recompensa que me darás después?”
“Hmm. algo caliente y atractivo.”
“¿Como mi juego de cumpleaños?”
“…”
“¿Qué? Nunca has visto algo tan sexi como Bette Porter en– mmph..”
Cubre la boca de Bette con su mano. “Incluso no lo digas.”
“Mmff.”
“Tenemos un examen después del receso. La última cosa que necesito es fantasear sobre ti en medio del examen.”
“Mmff.”
Lamer la mano.
“¡¡Porter!!!”
“Hey, por lo menos no la mordí.”
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Miércoles. Residencia Porter. Desayuno.
“Papá buenos dias.” Bette masculló mientras entraba al comedor. Desde que su papá había llegado de Nueva York, ella había estado saliendo de la casa temprano para evitar tener que comer el desayuno con él. Ella no estaba de humor para sus discursos, y no quería caer en otra ardiente discusión sobre Tina. Asi que los últimos días, había estado comiendo su desayuno dentro de su coche, durante el camino al apartamento de su novia. Sin embargo hoy era diferente , para su consternación. Esta mañana, Melvin la convocó para acompañarlo a una comida dentro del comedor.
“Buenos días.” Melvin la saludó sin levantar la vista de su periódico matutino.
“¿Preguntaste por mí?” Bette preguntó, no vacilando en ir directa al punto tan pronto como se sentara enfrente del hombre. Cuanto más pronto saliera de ahí, más pronto estaría con Tina. Ella miraba a su padre expectante mientras se inclinaba detrás contra su silla para permitir que el sirviente colocara una servilleta de mesa en su regazo.
“Me iré para Nueva York en una hora.” Melvin dijo indiferente a medida que continuaba leyendo la sección de negocios del periódico cuidadosamente. “Hay algunos problemas leves que necesito atender.” Explicó mientras alcanzaba su taza de café con su mano libre. Miró para arriba brevemente y vio la pequeña sonrisa que honraba los labios de su hija y se burló. “No celebres todavía.” Dijo con desprecio mientras traía la taza de café a sus labios y tomó un sorbo. “Estaré de regreso el lunes.” Entrecerró sus ojos en su hija.
Grande, la cara de Bette cayó inmediatamente al escuchar la nueva información. Oh bien, por lo menos logro tener un par de días sin él. Sonrió internamente. “Umm.” Despejó su garganta mientras agarraba un pedazo de pan tostado en la mesa y le dió una mordida. “¿Eso es todo lo que quieres decirme?” Preguntó esperanzadamente mientras miraba la puerta en el otro lado del cuarto vehementemente. No podía esperar para salir de ahí.
“Hay una cosa más.” Melvin sonrió siniestramente mientras doblaba el periódico y lo colocó abajo en la mesa. “No quiero hacer esto Elizabeth,” sacudió su cabeza al lado. “Solamente que las circunstancias actuales no me dejan ninguna otra opción.” Ligó sus dedos mientras su hija comenzaba a inquietarse en su asiento. “Te estoy dando un ultimatum.” Él se inclinó detrás en su silla y levantó una ceja.
“¿Un ultimatum?” Bette repitió casi sin aliento. Aquí vamos, pensó, va a dejarme escoger entre él o Tina. Familia contra amor verdadero, suspiró tristemente.
“Un ultimatum.” Melvin movió su cabeza seriamente. “Para el momento en que regrese de Los Ángeles el lunes, debes haber cortado ya lazos con Tina Kennard. Si no,” entrecerró sus ojos en Bette. “Te preparas para perderlo todo.” Amenazó mientras la cara de su hija palidecía visiblemente. Él no quería privar a su hija de su fortuna, pero era hora de apretar las tuercas. “Tu dinero, tus coches, tu herencia, esta forma de vida que amas tanto. Pondré todo lejos de ti.” Advirtió mientras echaba su silla atrás y se levantaba. “Puede ser que pienses que estás tan enamorada de esa muchacha que no puedes vivir sin ella,” reclinó sus palmas en la mesa y se inclinó adelante. “Solamente que te conozco, y se que no puedes vivir sin tu riqueza. No puedes funcionar sin tu dinero.” Indicó práctico. “Pronto descubrirás cuánto valoras tus riquezas sobre el amor de cualquier muchacha.” Él sonrió con conocimiento. “Eres Elizabeth Porter,. El dinero gobierna tu vida.” Rió amargamente mientras caminaba hacia la puerta. Antes de que saliera, dio vuelta a su cabeza para mirar a su hija y darle algunas palabras de despedida. “No te preocupes, te daré una probadita de lo que va a venir.” Sonrió. “Te veré el lunes, Elizabeth.” Afirmó mientras desaparecía en el vestíbulo.
"Fuck.” Bette maldijo mientras caía en su asiento. “Fuck.” Frotó su cara con sus manos. La verdad en algunas de las palabras de su padre la golpearon duro. Ella no podría vivir sin Tina, sabía que eso era verdad. Pero no sabía si podría vivir sin su dinero también. “Bien tendré que intentar.” Susurró para si mientras empuñaba sus manos. Ella escogería a Tina sobre su dinero. Le probaría a su papá que estaba equivocado. Puedo renunciar a mi fortuna, musitó cuando se levantó y salió del comedor. “Solamente que nunca podría arriesgarme a perder a Kennard.” Murmuró bajo su respiración.
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Jueves. El planeta.
“Qué joder.” Bette farfulló molesta mientras miraba abajo en su reloj por vigésima vez en los últimos 35 minutos. “Mejor que tengan una buena excusa para estar atrasadas.” Advirtió mientras miraba a su novia inquieta al lado de ella.
“Estoy segura que estarán aquí pronto.” Tina contestó un poco insegura mientras miraba nerviosa las puertas del planeta. Podía decir que su novia estaba perdiendo la paciencia, Bette odiaba cuando la gente la hacía esperar. Tina era la única excepción a esto, bien, sobre todo porque Bette la amaba tanto para perdonar sus continuas tardanzas.
“¡Mejor que asi sea!” Bette frunció el ceño mientras cruzaba sus brazos en su pecho indignada. Qué nervio de Jenny y de su novia para hacerlas esperar. Después de todo, eran las que las invitaron a que salieran a esa estúpida cita doble hoy.
“Lo siento bebé .” Tina se disculpó mientras frotaba la espalda de Bette para calmarla. La morena suspiró mientras se inclinaba detrás contra su mano. Ella tendría mucho que componer después de esta cita, sonrió en la forma preocupada de su novia, solo el hecho de que Bette no saliera enojada después de quince minutos de esperar era bastante para otorgarle esa recompensa que pedía.
“¡Finalmente!” Bette exclamó en la irritación mientras una Jenny turbada entró en el planeta con una persona desaliñada a su lado. “¿Esta es tu chica amiga?” Bette levantó una ceja mientras miraba a la persona con la mejor amiga de Tina. Vete a la mierda, seguro queJenny tiene gustos cuestionables. Hizo muecas mientras estudiaba el vestuario especial de la persona.
“Yo. Yo pienso que.” Tina contestó, estaba también estupefacta ante la vista. Seguro, sabía que Jenny tenía citas con gente extraña y chicas salvajes, pero ésta era la más más. Jenny no bromeaba cuando le dijo en el teléfono que su nueva novia era diferente de las que había tenido antes. Mierda santa, tragó duro y forzó una sonrisa, ¡la novia de Jenny era un individuo!
“Hey chicas.” Jenny dijo casi sin aliento mientras alcanzaba su mesa. “Siento habernos retrasado. Tuve que recoger ésto del parque de patinaje.” Sonrió mientras rizaba la melena aceitosa de la chica/ novio. “Oh, Tina y Bette.” Sonrió en las dos muchachas estupefactas que se sentaban en la mesa. “Les presento a Max, mi novia.” Emitió mientras agarraba la mano del muchacho y le dio un apretón ligero.
“Hey.” Max dio una pequeña onda y sonrió a las dos. Estaba acostumbrado a tales miradas siempre que le presentaban a otra gente. Un hombre identificado como lesbiana seguía siendo relativamente un nuevo concepto para algunos. [Sí, Máx es realmente un individuo en este fic]
“Uhh. umm.” Tina masculló, perdiendo la capacidad de formular palabras coherentes a medida que continuaba mirando fijamente al individuo. Su novia, por otra parte, no tenía el mismo problema.
“¿Qué eres? ¿Uno de esos hermafroditas?” dijo Bette inexpresiva en su tono engreído acostumbrado, haciendo la cortesía a un lado. Max retrocedió un poco ante la rudeza de Bette y mordió una observación sarcástica. “Ouch!” Bette hizo muecas mientras Tina pisaba fuerte en su pie por debajo de la mesa.
“Por favor discúlpate Porter,” Tina tiró a su novia un fulgor amonestador antes de dar vuelta a su cabeza para ver a Jenny y Max “generalmente no es tan boba.” Sonrió firmemente cuando Bette se enfurruñó al lado de ella. Pisó fuerte en el pie de su novia de nuevo - fuertemente haciendo que la morena se comportara. “Está irritable porque acaba de depilarse en el bikini.” Susurró misteriosa a Jenny, la pequeña muchacha cabeceó comprensiva. Bette intentó protestar pero fue callada una vez más por un pie que conectaba con su espinilla.
“¿Porter?” Max amartilló una ceja mientras miraba a la morena maleducada. “¿Como el multimillonario que posee todos esos bancos y hoteles?” Continuó con una sonrisa tonta. “No me digas que eres una de esas asquerosas herederas ricas con solamente aire caliente dentro de sus cabezas enormes.” Se rió de su propia broma estúpida mientras las bocas de Jenny y de Tina cayeron horrorizadas.
Tina agarró la mano temblorosa de su novia debajo de la mesa mientras los ojos de Bette se entrecerraban en rajas. “Qué demonios piensas que-” comenzó pero fué cortada cuando Max dió vuelta precipitadamente alrededor y caminó directo a la puerta.
“Mejor vamonos para el parque temático.”Dijo Max sobre su hombro, no haciendo caso de las miradas quemantes que Bette le lanzaba en su camino. “Vamos lentas.” Se rió mientras salía.
“Lo siento realmente.” Jenny se disculpó por el comportamiento de Max mientras daba vuelta a rojo de la verguenza. “¿Nos vamos?” Rió nerviosa mientras se dirigía hacia la puerta para alcanzar a su propia novia falta de tacto.
“Bien.” Tina movió su cabeza poco entusiasmada mientras se levantaba de su asiento y tiró de la mano de Bette. “¿Bebé?” Dijo en voz alta ansiosamente mientras la morena seguía inmóvil en su asiento. Ella podía ver a Bette silenciosamente contar para si en un esfuerzo por controlar su cólera. “¿Bebé?” Intentó otra vez después de algunos segundos. Whew, Tina lanzó la respiración que sostenía cuando su novia finalmente comenzó a demostrar muestras de calmarse. Una Bette más tranquila se levantó de su asiento y exprimió su mano.
“¿Parque temático?” Bette miró raro a Tina, no le habían dicho nada sobre ir a un parque temático hoy. “Por favor, por favor no me digas que vamos a Disneylandia.” Se lamentó cuando comenzaron a caminar, con ella arrastrando sus pies hasta el final a la salida.
“No te preocupes.” Tina sonrió mientras atravesaban las puertas dobles y salían a la acera. Jenny agitó la mano en ellas mientras pegaba su cabeza fuera de la ventana del conductor de su híbrido verde Toyota. “Vamos al mundo marino.” Emitió mientras Bette le ayudaba a entrar en el asiento del pasajero de su nuevo jaguar.
“¿Mundo marino?” Bette se congeló en la acera mientras miraba incrédula a la rubia sonriente ante ella.
“Yep.” Tina rió nerviosamente con la mirada de shock en la cara de su novia. “Entra en el coche Porter,” sonrió mientras bajaba la ventana. “No puedo esperar para ver a Shamu.” Guiñó mientras tiraba de la puerta hacia ella y la cerró de golpe.
“Puta. madre.” Bette masculló para si mientras caminaba alrededor del coche y se sentó en el asiento del conductor. ¿En qué me metí? Gimió mientras encendió el motor y lo sacó del estacionamiento. Ballenas, tiburones, focas, pescados, y otras criaturas del mar. Sin mencionar centenares de niños y largas colas . Oh dios, Bette suspiró. “Tienes realmente mucho que componer.” Tomó la mano de Tina y puso un beso en ella mientras se colocaba al lado del coche de Jenny.
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Mundo marino. San Diego, CA.
“Wow.” Los ojos de Tina bailaron alrededor mientras iba de una vista a otra. Tenía una dificultad al intentar absorber todo de una vez. Se sostuvo firmemente a la mano suave de Bette mientras su novia miraba cuidadosamente sus alrededores.
“Mierda.” Bette maldijo mientras se colocaban más allá de la entrada del parque temático y observaban las multitudes de gente que caminaba alrededor. “¡Ow!” Gritó en dolor cuando dos niños corrieron entre ella y Tina y caminaron en su pie. A pesar de que era un día laborable, parecía que cada niño en California estaba dentro del parque. “¿No tienen escuela?” Bette se quejó mientras daba masajes a su pie que palpitaba a través de sus zapatos de deporte costosos de DKNY. Tina encogió los hombros simplemente en respuesta, ella estaba admirada de sus alrededores. Esta era su primera vez dentro del mundo marino.
“Hay siempre millones de niños aquí adentro , incluso durante los días escolares.” Jenny contestó mientras observaba el mapa del parque y comenzó a caminar hacia la atracción más cercana.
“Sí.” Max movió su cabeza en el acuerdo. “¿No han venido aquí antes?” Preguntó a Bette, la morena sacudió su cabeza en respuesta a medida que continuó mirando alrededor y arrugando su nariz en hastío. “Me sorprende.” Siguió Max. “¿Mundo marino es de clase muy baja para sus altos gusto su alteza real?” La provocó con una sonrisa astuta.
“No.” Bette sonrió firmemente. “Solamente que estás en lo cierto.” Murmuró bajo su respiración.
Tina despejó su garganta y encontró los ojos de Jenny nerviosa. “¡Ya está bien!” Las mejores amigas exclamaron al mismo tiempo, intentando romper la tensión que comenzaba a construirse entre sus dos citas.
“¿A dónde Jen?” Tina preguntó en una voz aguda mientras exprimía la mano de su novia para parar a la muchacha de matar a Max con sus ojos.
“Al paseo de Atlantis.” Jenny contestó rápidamente mientras tiraba de Max un poco más lejos de Bette. No sabía qué pasaba con su novia, pero él había estado diciendo cosas irritables a Bette incluso cuando estaban en la línea para conseguir boletos afuera. Si Max huviera estado estudiando en Redwind, sabría que lo que había estado haciendo lo llevaba directo al suicidio.
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“Cristo.” Bette dijo enfadada mientras salían del paseo. Sus zapatos de deporte aplastaban los sonidos cuando caminaba, su playera sin mangas blanca (que se volvió un poco transparente para su propio gusto) se aferraba a cada curva. Tenían que montar un paseo en agua primero, hizo muecas mientras movía una mano a través de su pelo mojado. Sentándose en el frente del pequeño barco al lado de Tina, las dos absorbieron casi todo el castigo mojado que el paseo tenía que ofrecer. Ella miró a Jenny relativamente seca y a Max a través de la esquina de sus ojos y frunció el ceño. Gracias a dios que el pendejo no se mojó, pensó sarcástica, o bien pudiera ser que él se multiplicara en gran número apenas como esos gremlins de mierda.
“¡Fue tan divertido!” Tina exclamó feliz mientras lanzaba la mano de Bette hacia adelante y hacia atrás. “¡Montémosla otra vez!” Hizo muecas de oído a oído mientras saltaba.
“No!” Bette contestó violentamente. Una ducha fue bastante.
“Por favor, bebé.” Tina pidió mientras se colocaba delante de una Bette irritada. “¿Por favor?” Sonrió y puso un picorete rápido en los labios de su novia para convencerla.
“Bien.” Bette se aplacó al ver la felicidad irradiar de Tina. ¿Cómo podría decirle no a esa cara? Suspiró y sacudió su cabeza en la dimisión. “Solo una última vez, ¿de acuerdo?” Siguió mientras Tina comenzó a tirar de ella hacia la fila de nuevo.
“Está bien.” Tina rió emocionada. “¿Ustedes vienen?” Dio vuelta a su cabeza y preguntó a Jenny y Max.
“Nope.” Jenny sacudió su cabeza y sonrió. “Los esperaremos al lado de la tienda de recuerdos allá.” Señaló a un pequeño almacén algunos pies lejos.
“Sí,” Max secundó. “Nos quedaremos aquí Tina. Tu novia por otra parte,” indicó a Bette con un cabeceo leve. “Parece que necesita otra ducha. Ya sabes, para quitar el ceño fruncido de su cara.” Rió mientras comenzaba a arrastrar a una Jenny apenada lejos.
“¿Qué putas?” Bette sacudió su cabeza incrédula mientras miraba fijamente la figura de Max. ¿Qué está mal con este tipo? Pensó irritada. Podía sentir que su paciencia estaba a punto de esfumarse. Solamente los ejercicios de respiración y contar podrían evitar que alimentara a los tiburones con la carne de ese imbécil dentro de este parque estúpido.
“Él solo está siendo un baboso.” Tina dijo suavemente cuando frotó ligeramente el dorso de la mano de Bette con su pulgar. “No dejes que lo logre bebé.” Sonrió mientras comenzaba a llevar a Bette hacia la entrada del paseo una vez más.
“Estoy intentando.” Bette suspiró con fatiga. “La única razón por la que él todavía está vivo es porque no quisiera que tu relación con Jenny se estropeara.” Admitió con un abrazo. Nada podía traer drama a una amistad sólida mas que dos amantes que pelean.
Tina miró a Bette y no pudo evitar la sonrisa que honró sus labios. Sí, pensó cuando exprimió la mano de Bette cariñosamente, ella tendría mucho que componer después de esta cita. Solo tenía que darle a su dulce, pero irritable novia una recompensa antes de que terminara el día.
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“¡Elmo!” Tina gritó mientras entraban en la bahía de juegos de Plaza Sesamo. Soltó la mano de Bette y empezó a correr y saltar para ver la nave anaranjada gigante donde Elmo y el resto de la cuadrilla de Plaza Sésamo hacían su show. “Disculpeme.” Cantó repetidamente mientras empujaba a un par de niños y codeaba a algunos padres aquí y allí. “¡¡¡Elmooo!!!” Saltó para arriba y agitó sus brazos alrededor cuando alcanzó el costado de la nave, justo debajo del punto donde la persona dentro del traje de Elmo bailaba y saludaba a la muchedumbre. “¡¡Te amo!!!” Se desmayó prácticamente cuando el pequeño monstruo rojo le sopló un beso. “¡Eeeeeee!” Gritó toda emocionada, ella amaba a Elmo desde que era una niña en Carolina del Norte.
“Mmff.” Bette contuvo su risa mientras observaba a su novia desde una distancia de seguridad. No sabía que Tina era una gran admiradora de Plaza Sésamo, pensó divertida. Tuvo que sonreír ante las pequeñas cosas que conocía sobre Tina diariamente, la mayor parte de sus caprichos eran tan encantadores y se hacía querer tan malditamente que no podía dejar de caer cada vez mas y mas enamorada de la rubia.
“¡Sacudelo Tina!” Jenny animó mientras Tina comenzó a sacudir las caderas redondas y cantar junto con las mascotas. Su mejor amiga estaba tan perdida en su propio pequeño mundo de Plaza Sésamo , que no prestaba absolutamente ninguna atención al hecho de que se movía al ritmo de la música con un par de niños de cinco años.
“Hey Bette.” Max susurró cuando le dio un pequeño codazo a la muchacha al lado de él. Jenny estaba demasiado distraía observando y riéndose de su mejor amiga para notar el intercambio delicado que ocurría entre los dos.
“¿Qué?” Bette susurró detrás a través de las quijadas apretadas, sin molestarse en apartar sus ojos de Tina. No quería mirar lejos de la imagen relajante de su novia, sabiendo completamente que el idiota al lado de ella estaría presionando intencionalmente algunos de sus botones. Por lo menos la vista maravillosa del baile de Tina mantendría su cólera en la bahía, esperanzadamente. Cruzó sus dedos.
“¿Porqué no subes a la nave y bailas junto con las mascotas?” Max hizo muecas. “Lo harías mejor que Óscar, eres más gruñona.” Rió mientras le daba una palmada en la espalda a Bette juguetónamente. Encontraba el acto de irritar la mierda fuera de Bette absolutamente divertido. Después de todo, a él no le agradaba la heredera. Era grosera y maleducada. No le asustaba el hecho de que fuera rica. Aparte de la lengua penetrante de la morena, parecía bastante inofensiva. “Pienso que te mirarías bien en el interior de ese bote de basura.” Rió mientras señaló en la lata sucia donde Óscar el Gruñón estaba adentro.
“Y tu.” Bette sonrió tiesa, contando hasta diez en el interior de su cabeza. Si este individuo no paraba pronto, se encontraría dentro de una manta persa gruesa y rodando por debajo de una montaña de basura. “¡Hey !” Substituyó rápidamente el ceño fruncido en su cara por una sonrisa brillante mientras Tina venía de nuevo a ellos.
“¡Eso fue taaan lindo!” Tina rió mientras se lanzaba en los brazos de Bette y puso un beso rápido en los labios de su novia.
Bette sacudió su cabeza y sonrió a medida que continuó aferrándose a la rubia. “Creo que eras la admiradora mas encantadora que tenían.” Susurró en el oído de Tina e hizo muecas.
“¿Nos vamos?” Jenny preguntó mientras sacaba el mapa de su bolso. “¿A donde quieren ir después?” Mordió su labio más bajo mientras estudiaba el mapa del parque. “¿Encuentro del pingüino? ¿Torre del cielo? ¿Show de Shamu? ¿Descubrimiento del delfín? ¿Punto pacífico? ¿Rapidos del naufragio?” Sugirió mientras leía algunos de los paseos y shows en el mapa.
“Umm. realmente.” Tina comenzó mientras observaba el destello astuto y maligno en los ojos de Max mientras él robaba vistazos en su novia menos que divertida. “¿Les importa si nos dividimos primero?” Miró a Jenny mientras sus ojos se lanzaban rápidamente entre Bette y Max.
“Está bien.” Jenny movió rápidamente su cabeza en el acuerdo. Necesitaban llevar a estos niños inmaduros lejos de cada uno antes de que Bette incapacitara a Max y le diera el accesorio apropiado a su identificación de lesbiana. “¿Nos vemos aproximadamente a las seis?” Preguntó mientras comenzaba a arrastrar a su novia en dirección opuesta.
“Sí.” Tina contestó. “¡Encontrémonos en la entrada!” Gritó mientras agitaba la mano en Jenny y Max.
“¿Asi que solo somos tu y yo ahora?” Bette suspiró mientras Tina se volteaba y le hacía frente.
“Yep.” Tina sonrió cuando tomó las manos de Bette en las propias y comenzó a llevarla hacia la torre del cielo cerca.
“Como debe ser.” Bette expresó su alivio besando el pelo todavía húmedo de Tina. “¡Eww. cloro!” Hizo muecas mientras se alejaba. “Mierda.” Maldijo mientras tomaba algunos cabellos propios e inhaló profundamente.
“Hey.” Tina encogió los hombros. “Por lo menos sabes que el agua está limpia.” Rió a medida que Bette continuaba oliendo su pelo y haciendo gestos.
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“Bonita vista.” Bette presionó su frente contra el vidrio mientras la torre del cielo las elevaba 265 pies en el aire. Les daba una vista aérea agradable del parque entero y del océano en la distancia.
“Sí.” Tina contestó distraidamente. “Realmente agradable.” Sonrió a medida que continuaba mirando fijamente el brassier negro de Bette, que era visible a través de la playera mojada de su novia. Agradeció a dios que su ropa no se hubiera secado todavía por el sol , por lo menos tenía la oportunidad de apreciar realmente lo que hizo el paseo del agua a su novia.
Bette pescó donde Tina veía mientras discretamente miraba el reflejo de la rubia sobre el vidrio. “¿Te gusta lo que ves bebé?” Preguntó inocente a medida que continuó fingiendo mirar fijamente la vista afuera.
“Sí. mucho.” Tina contestó sin aliento mientras seguía hacia arriba y hacia abajo el movimiento del pecho de Bette con sus ojos. Maldición, su novia era caliente, tragó difícilmente. Podía sentir una de sus prendas mojarse de nuevo y pueden apostar que no era ni su playera blanca ni sus pantalones.
Bette sonrió para si cuando su mente comenzó a formular un plan. Sabía que le tomaría una pequeña persuasión de su parte para lograr que la rubia la acompañara a un poco de tiempo de juego dentro de una de las muchas paradas de cuarto de baño dentro de la torre. Apenas un pequeño codazo, un guiño y una tomadura de pelo. Sonrió malvada mientras despejó su garganta. “Hey Be” intentó decir pero su boca fue cerrada por un dedo que enfocaba más allá de su cara y que golpeaba ligeramente emocionado sobre el vidrio delante de ella. “¿Qué?” Surcó su frente confundida cuando Tina frenéticamente señalaba en algo abajo.
“¡¡¡Shamu!!!!!” Tina gritó mientras miraba la demostración de Shamu abajo. Mientras estaba ocupada echándole un ojo a Bette hace un rato, un flash rápido de negro abajo capturó su atención. Sus ojos voltearon de par en par mientras reconocía la cosa negra gigante de la famosa ballena cuya imagen estaba grabada por todo el parque. Los pensamientos calientes se fueron a la parte posterior de su mente, señaló a Shamu emocionada mientras sacudía el hombro de Bette con su mano. “¡¡¡Quiero ver a Shamu!!!” Hizo muecas mientras daba vuelta para hacer frente a su novia.
“Fuck Shamu.” Bette rumió bajo su respiración. Vio a la rubia levantar una ceja y regresó. “Quiero decir, bien. Vamos con Shamu.” Se quejó internamente molesta. ¿Su trasero fue abatido y derrotado por una ballena de 14.000 libras? No era uno de sus momentos más orgullosos.
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“¡Bebé de prisa!” Tina tiró de la mano de Bette mientras corría hacia la entrada del show de Shamu. La mayoría de la gente en la fila había entrado ya y los asistentes en la entrada estaban a punto de cerrar las puertas. “¡¡¡ Eeeeessssspeeereeeeeeeeeennn!!!” Tina gritó con la fuerza de sus pulmones, asustando al individuo granujiento joven que custodiaba la entrada. “¡Dos más!” Levantó dos dedos mientras comenzaba a semi-arrastrar a su novia por la cintura.
“Está bien. Pasen a la derecha.” El individuo contuvo su risa mientras Tina suspiró aliviada y permitió que su novia caminara por su propio pie de nuevo. Bette rodó sus ojos mientras Tina procedía a caminar delante de ella y a dejarla detrás.
“¡Mira!” Tina señaló a un punto vacante en las gradas. El lugar estaba atascado pero ella logró encontrar un buen lugar para mirar la demostración. “¡Estamos de suerte!” Hizo muecas mientras se dirigía hacia el frente de las gradas y se sentó. “¿Se ve muy bien aquí verdad?” Guiñó en su novia mientras Bette suspiró y se derrumbó abajo al lado de ella. Tenían literalmente asientos de primera fila para ver una buena demostración del animal.
“Realmente agradable.” Bette contestó simple mientras miraba alrededor de ella. ¿Qué mierdas? Su frente se arrugó intrigada mientras miraba los impermeables azules que la gente alrededor de ellas usaba. “¿Porqué usan esas cosas?” Susurró al oído de Tina mientras cabeceaba a la familia que se sentaba al lado de la rubia.
“Probablemente vinieron directamente aquí después de que montaran los rápidos.” Tina sacó un mapa doblado y gastado dentro de su bolsillo y señaló al paseo al lado de la demostración de Shamu. Sí, eso debe ser. Encogió los hombros.
“Oh. Bien.” Bette cabeceó lentamente, aunque su voz goteaba con la aprehensión. Tenía esta sensación dentro de su estómago, algo malo, aunque no podía saber exactamente que era. Oh bien, suspiró cuando la música comenzó a salir de los altavoces, señalando el comienzo de la demostración.
“¡¡¡Wooooooooooooooo!!!!” Tina chilló cuando dos ballenas orca saltaron de la otra piscina y aterrizaron dentro de la principal. “¡¡¡Vamos Shamu!!!” Gritó mientras otra ballena, la más grande del manojo, salía de debajo de las aguas azules e hizo un salto en medio de la piscina.
“Grandiooso.” Bette aplaudió poco entusiasta mientras la gente alrededor de ella iba loca por las ballenas. Las cosas que haría por ti Kennard, sacudió su cabeza y sonrió un poco cuando su novia comenzó a profesar su amor por Shamu con toda la fuerza de sus pulmones.
Algunos minutos después, uno de los amaestradores de animales revestido en traje de baño completo caminó delante de la muchedumbre y señaló a la audiencia. “¿Quién quiere estar cerca de Shamu?” El individuo gritó a través del micrófono mientras la muchedumbre gritaba, específicamente cierta rubia sentada en la primera fila. “Usted.” Gritó mientras señalaba a una Tina en choque. La muchacha gritó emocionada, como si se hubiera ganado la lotería. La cámara enfocó en la feliz adolescente y mostró la imagen de la rubia a través de la pantalla gigante. La audiencia rió mientras la cámara se movía y demostró a la compañera de la muchacha que ocultaba su cara detrás de sus manos avergonzada.
“¿Cuál es tu nombre?” El individuo preguntó cuando sacudió la mano con una Tina veloz tan pronto como ella corriera hasta él en la plataforma por la piscina. Señaló el micrófono en la cara de la muchacha y sonrió.
“Tina.” La rubia contestó con una mueca amplia. “¡Hey Porter!” Agitó su mano emocionada en su novia roja como tomate que se sentaba en las gradas y sopló a la morena un beso. Una Bette avergonzada guiñó y sonrió tímida en respuesta.
“Tina muy bien.” El individuo rió cuando llevó el micrófono lejos de la cara de Tina. “Porqué no agarras uno de esos envases,” señaló a los envases de plástico multicolores llenos por completo de pescados en el lado de la piscina. “Y comencemos a alimentar a la estrella de la demostración y a sus amigos.” Sonrió mientras la muchedumbre aplaudía entusiasmada. Tina caminó al lado de la piscina y tomó un envase según las instrucciones dadas. Bette sacó la lengua y retrocedió ante la vista de su novia que metía la mano dentro del envase asqueroso y agarraba dos pedazos de pescados malolientes desde adentro. La cara de Bette dio vuelta a una cortina incluso más oscura de verde cada vez que Tina sostenía un pescado con su mano.
Pocos minutos más tarde, una Tina muy orgullosa y dichosa regresó de nuevo a su asiento mientras la muchedumbre la animaba y le aplaudía . “¿Me viste bebé?” Hizo muecas mientras se sentaba al lado de una Bette nauseabunda. “¡Joder era una estrella!” Tina rió en júbilo. “¿Bebé?” Surcó su frente mientras echaba una ojeada buena a la morena silenciosa al lado de ella. “¿Estás bien?” Preguntó un poco preocupada mientras le hacía frente a su novia.
“¡¡¡Eeeeeeeeeekkkkkkkk!!!” Bette gritó cuando vio la mano hedionda de Tina a punto de tocarla. “Noooooooooooooooooooooooooo.” Golpeó con fuerza la mano de la rubia lejos mientras ponía mala cara. “No me toques hasta que tengas tus manos todas uhhhhhh limpias y. uh-oh.” Sus ojos crecieron tan grandes como platos mientras una sombra asomaba sobre ambas. “Mierda santa.” Tragó saliva mientras miraba a las cuatro ballenas orca saltar para arriba en el aire algunos pies lejos de donde se sentaban. “Oh mi dios de mierda.” Su boca cayó al piso cuando las ballenas aterrizaron en el agua con un descomunal….
SPLASSSSSSHHHHHHHHHHHHHHHH.
“¡¡¡Blechhhhhhhhhh!!!” Bette comenzó a escupir y a toser mientras golpeaba su pecho con su mano. Sacaba el agua de su boca mientras arrugaba su cara en repugnancia. “¡Gaaaaahhh!” Sacó su lengua y respiró fuerte. “¡¡No me gusta el agua de atún!!!” Gritó mientras Tina se reía al lado de ella. De nuevo, las dos estaban mojadas de la cabeza al dedo del pie.
“No te preocupes bebé.” Tina hizo muecas picaras en la morena al lado de ella. “Sucede que amo el sushi.” Guiñó mientras picoteaba a su novia en los labios.
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“¿Una nutria?” Tina levantó una ceja mientras Bette se la daba como regalo. “Gracias bebé. Pero uhm. ¿no podrías conseguir a Shamu?” Preguntó mientras observaba el juguete marròn con la figura de una nutria que su novia le dio.
“No.” Bette contestó seca, sintiendose un poco molesta ante la mención de Shamu. Ella todavía tenía un resabio con esa ballena de mierda, rodó sus ojos molesta. “Aquí.” Dio a Tina la camisa más decente que pudo encontrar dentro de la tienda de recuerdos. Consiguió dos del mismo diseño en diversos colores, una para ella y otra para su novia. “Vamos a cambiarnos y después buscamos Café y algo de comer.”Suspiró cuando se dirigió hacia el tocador de señoras. “¿Te lavaste ya las manos?” Levantó una ceja. Sonrió mientras Tina movía su cabeza afirmativamente. “Ven aquí.” Alcanzó la mano de su novia y ligó sus dedos . “Ewwwww. Mierda Kennard !!!” Hizo muecas tan pronto como el olor a pescado entrara en las ventanas de su nariz cuando levantó la mano de Tina a sus labios para poner un beso en ella.
“¡Me pescaste!” Tina rió mientras retiró su mano de Bette. Rió juguetónamente cuando su novia la persiguió hacia el tocador de señoras. “¡Aaaaah!” Rió ruidosamente mientras Bette la alcanzaba y limpiaba su mano en la cara de Tina.
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“Mmmmmmmmmmmmmm.” Tina gimió feliz mientras engullía encima de su plato con hamburguesa y papas fritas. “Esto es tan bueno.” Masculló mientras su boca desbordaba de comida. “Yummmy.” Hizo muecas mientras rellenaba una cantidad sana de papas dentro de su boca. El caminar alrededor del parque trabajó seguramente encima de su apetito. Levantó una ceja mientras Bette sin palabras movía su propio plato y vaso de té helado al lado de ella. “¿Hmm?” Murmuró con su boca llena mientras Bette salía de su lugar y resbaló al lado de ella.
“Quería estar cerca de ti.” Bette encogió sus hombros mientras comenzaba a cortar un pedazo minúsculo de sus costillas asadas. “Solo en caso de que te ahogues con tu comida otra vez.” Explicó con una mueca diabólica en su cara.
“Tonta.” Tina rodó sus ojos y rió, casi arrojando el alimento dentro de su boca sobre Bette.
“¡Ewww! Quizá moverme aquí fue una mala idea .” Bette hizo una cara y puso la servilleta en su regazo como protección. Vio el fulgor rubio en ella, haciéndola explotar en una risa. “Estoy bromeando.” Hizo muecas mientras se inclinaba más cerca a Tina y puso algunos besos rápidos en los labios de su novia que ponía mala cara. “Mmmm.” Se lamió los labios mientras se retiraba. “¡Salado y grasiento!” Rió mientras Tina golpeaba con fuerza su cabeza con su propia servilleta.
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“Pagaré nuestra comida, Porter.” Tina meneó sus cejas mientras con aire satisfecho sacaba un par de billetes y los dejaba en la mesa. Por primera vez en algunos años, Tina Kennard andaba dinero. Había conseguido hábilmente un buen aumento de su semana, todo gracias a la prima que su papá consiguió por su promoción.
“Demasiado tarde.” Bette hizo muecas mientras dejaba la tarjeta de crédito dentro de la caja de piel negra y devolvía la cuenta al mesero.
“¡E-espera!” Tina intentó protestar pero el mesero se había ido ya a planchar la tarjeta en la máquina. “Bien.” Tina se enfadó. “Solo si pago nuestra comida siguiente, ¿de acuerdo?” Levantó una ceja y desafió a su novia Tipo-A.
“Ya veremos.” Bette contestó llano, no queriendo ceder. Quería que Tina ahorrara cualquier dinero que tuviera. Ella tenía bastante para ambas. Bueno. Por ahora por lo menos.
“¿Disculpe, señorita?” El mesero interrumpió cortésmente cuando se dobló abajo para susurrar en Bette. “La tarjeta fue rechazada.” Tosió un poco mientras discretamente devolvía la tarjeta de crédito de oro a la morena.
“¿Está seguro?” Bette frunció el ceño mientras sacaba la cartera de su bolso.
“Sí, señorita.” El mesero contestó. “Lo intenté cuatro veces en la máquina.” Explicó.
“Oh está bien.” Bette colocó la tarjeta dentro de su cartera y sacó otra. “Aquí.” La entregó al mesero. Vaya que es extraño, surcó su frente confundida. La tarjeta trabajaba hace algunos minutos, musitó, acababa de utilizarla dentro de la tienda de recuerdos para comprar el juguete y las camisas.
“¿Qué pasa?” Tina preguntó mientras miraba a su novia por una explicación.
“La tira magnética pudo funcionar incorrectamente.” Bette se lamió el labio más bajo. “Sucede a veces.” Destelló una sonrisa para tranquilizar a Tina.
“¿Señorita?” El mesero caminó hacia ellas y se dobló abajo de nuevo mientras devolvía la tarjeta a Bette. “Esta fue rechazada también.” Susurró débil.
“¿Qué?” Las cejas de Bette tiraron para arriba en las noticias. Mierda santa, tragó difícilmente mientras un pensamiento amaneció repentinamente en ella. No te preocupes, te daré una probadita de lo que va a venir. Las palabras siniestras de su padre de ayer por la mañana se repitieron dentro de su cabeza. Él canceló mis tarjetas de crédito, suspiró amargamente mientras sacaba un par de billetes de su cartera. “Aquí tiene.” Forzó una sonrisa en el mesero. “Lo siento por todas las molestias.” Movió una mano a través de su pelo semi-húmedo y cerró los ojos en la frustración.
“Bebé.” La voz preocupada de Tina flotó a través de los oídos de Bette cuando el mesero dejó su mesa. “¿Qué está pasando?” Tina contuvo airosamente su respiración y esperó a que su novia hablara. Después de lo que pareció una eternidad, Bette finalmente se sinceró.
“Mi papá.” Bette sonrió amargamente mientras abría los ojos. “Me dio un ultimatum.” Admitió en voz baja mientras encontraba la mirada de Tina. “No puedo tener todo. Asi que me pidió que eligiera entre tu y mi dinero.” Dijo con una sonrisa triste.
“¿Y?” Tina tragó difícilmente mientras el miedo y la incertidumbre bailaron alrededor de sus ojos. No dudaba del amor de Bette por ella, pero aún así, dejar a alguien tan materialista y consentida como Bette Porter elegir entre el amor y el dinero era como pedir que un viejo hombre sucio eligiera entre su vieja esposa cariñosa y una caliente chica joven.
“Te elijo.” Bette sonrió, menos brillante esta vez cuando su mano voló hasta la cara de Tina y la acaricio cariñosamente. Es solo dinero, puedo trabajar y ganar alguno si se da el caso, se repetía una y otra vez. Su fortuna extensa era su manta de seguridad, y perderla la asustaba a muerte. Pero ella no quería pensarlo, la perspectiva de perder a Tina la asustaba aún más.
Tina bajó sus ojos a su regazo mientras admitía las palabras de Bette. Aún mas confiada como estaba, no podía dejar de sentirse exaltada. Un terrón se formó dentro de su garganta mientras comenzaba a pensar en las repercusiones que su relación trajo a la vida de Bette. Su novia estaba a punto de perderlo todo. Bette Porter estaba destinada para las grandes cosas, ella se jactaba siempre sobre asumir el control de PGC un día y traerlo a las nuevas alturas. Tina no dudaba de eso, su Bette era una fuerza enigmática y brillante de la naturaleza. ¿Podría ella retroceder entonces y permitir que Bette lanzara lejos su futuro brillante solo por una muchacha como ella? Sabía que a pesar del frente valiente, Bette se agrietaba internamente y hacía su mejor esfuerzo por convencersede que podría vivir sin su riqueza. Serían felices ahora. ¿Pero qué sucedería a largo plazo? ¿Qué sucedería cuando Bette comenzara a extrañar su vieja forma de vida? Claro, seguían siendo jóvenes. ¿Pero eran también tan ingenuas para creer que su amor podría sobrevivir sin uno de los aspectos más elementales de la vida de Bette? ¿El amor era bastante para ellas? ¿Bette se merecía esto? ¿Ella se merecía perderlo todo? “Porter.” Quitó suavemente la mano de Bette de su mejilla y la colocó abajo en el regazo de la morena. “¿Qué si no lo hago. Qué si no quiero q ?” Se ahogó con las palabras mientras Bette inhalaba agudamente al lado de ella.
“¿Qué quieres decir?” Bette frunció el ceño, no gustándole las palabras que salieron de los labios de su novia. Estaba preparada para dejarlo todo por Tina, así que ¿qué decía Kennard?
Tina mordió su labio más bajo, intentando formular las palabras correctas. “Quizá, debemos quizá, dar un paso atrás en nuestra relación, y, y pensar las cosas a través.” Intentó difícilmente parar las lágrimas que se acumulaban en la esquina de sus ojos. El miedo agarraba el corazón de Tina, y tan pronto como lo hiciera, comenzó a aterrarse y a decir las cosas que no quería realmente. Vivían en una fantasía, e intentaba convencerse de que, quizá era la hora de ser un poco realistas. “Tu sabes, quizá es mejor para nosotras dos, si, terminamos ahora que todo todavía está en sus primeros tiempos y lo evaluamos de nuevo mas…”
“¡Callate!” Bette interrumpió mientras cubría la boca de Tina con su mano. “No hagas esto.” Sacudió su cabeza amargamente al lado. “No renuncies a lo nuestro tan fácilmente.” Sus manos se sacudían de la cólera mientras las lágrimas amenazaban por desbordarse de sus ojos. El rompimiento no era la solución a sus problemas. “ Se suponía que ibas a agarrar mi mano y a decirme que vamos a estar bien.” Bette continuó, incluso cuando su voz comenzó a agrietarse. Ella esperaba - mierda, ella necesitaba - oír a Tina decirle que iban a hacerlo. Que ella también creía que lo que tenían entre las dos podría sobrepasar este tremendo obstáculo. Estaba asustada, y ella necesitaba que algunas palabras confortantes de Tina tranquilizaran su alma. “A pesar de mi aspecto, creí siempre que tu eras más fuerte que yo, pero tu eres la primera en querer romper el equipo.” Dijo tristemente mientras quitaba su mano de la boca de Tina y resbalaba de su asiento.
“¿A donde vas?” Tina susurró cuando su novia comenzó a irse.
“Lejos.” Bette contestó a través de sus dientes cerrados fuertemente. Lejos. Necesito estar lejos de aquí, pensó mientras su mente competía por la calma, solo así no intentarás romper conmigo dos veces hoy. “Llama a Jenny y dile que regresas a casa con ella.” Dijo cuando las lágrimas comenzaron a gotear abajo de su cara.
“Porter.” Tina se despertó de su estupor y fue tras la morena.
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“¿Qué joder?” Max exclamó airadamente mientras veía a Bette y a Tina que caminaban enérgicamente hacia él y Jenny que las esperaban en la entrada del parque. “¡Llegan cuarenta minutos tarde!” Dijo enojado mientras una Bette enfurecida caminaba más allá de él. “Hey. ¿qué sobre una pequeña disculpa?” Agarró el brazo de la morena firmemente y detuvo a Bette. Los ojos de Jenny se ensancharon con miedo mientras los ojos de Bette echaban humo.
“¿Una disculpa?” Bette sonrió. No te hubieras puesto en mi camino, muchacho- lesbiana. Agarró la camisa de Max por el pecho y lo sacudió violentamente enviando su rodilla derecha a la ingle del individuo . “Whoops.” Sonrió cuando Max cayó a la tierra, agarrando su ingle y gimiendo al mismo tiempo. “Siento solamente que no haya hecho esto desde antes.” Se burló a medida que continuó su viaje hacia la salida del parque.
“¡Porter!” Tina gritó mientras saltaba sobre Max y corría tras su novia. Articuló una disculpa a Jenny mientras perseguía a Bette. “Por favor ¿pararás y escucharás lo que tengo que decir?” Tiró de la camisa de Bette para detener a la muchacha.
“¿Porqué?” Bette se burló. “¿ Si podrías hacer otra tentativa patética de terminar conmigo?” Rió amargamente mientras arrastraba inadvertidamente a la rubia junto con ella.
“¡Torpe no lo entiendes tonta!” Tina gritó en protesta. “No me dejas acabar. ¡No rompí contigo! Lo sugerí simplemente porque yo”
“..me amas?” Bette acabó su oración mientras paraba y aventaba la mano de Tina lejos de su camisa. “No seas una niña de mierda tu misma Kennard.” Dijo burlonamente. “Lo que intentaste hacer no fué un acto valeroso y desinteresado de amor.” Se burló. “Intentaste tomar la salida fácil. Joder eso es ser una cobarde.” Dijo en cólera.
“¡No soy una cobarde!” Tina negó. Solo el acto mero de sugerir que dejaría ir a Bette la mataba por dentro. Era una de las cosas más valientes que jamás había hecho.
“¿Me amas realmente Kennard?” Bette susurró mientras comenzaba a cuestionarse las sensaciones de Tina por ella. ¿Porqué parecía tan fácil que Tina dijera esas cosas? “Porque si lo hicieras realmente, intentar romper conmigo es absolutamente una manera cruel de demostrarlo.” Suspiró mientras comenzaba a alejarse.
“Porter.” Sostuvo la frente con su mano en la frustración. “Regresa. Hablemos.” Pidió. Este era un día perfecto para ellas, y no queria terminarlo de esta manera. Había previsto muchas cosas para recompensar a Bette. Tenía mucho que componer.
“De ninguna manera de mierda Kennard.” Bette contestó lentamente, declarando cada palabra. Necesitaban alejarse una de la otra antes de que dijeran de nuevo algo que lamentarían. Hablarían, pero no ahora.
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Apartamento de Kennard.
Tina saltó en su cuarto y cerró la puerta con una explosión. Sus ojos estaban todos rojos y su cara enturbiada de todo el llanto silencioso que hizo en su viaje de regreso a casa. Lanzó la nutria y su bolso en el piso y con lentos movimientos, se quitó la ropa y comenzó a ponerse sus pijamas. Se tiró encima de su cama cuando comenzó otra ronda de llantos, sofocándo los gritos con su almohadilla. Intentó jugar de nuevo todo dentro de su cabeza. Intentando justificar sus acciones y defender lo que había intentado hacer hace algunas horas.
Bastante pronto, pudo convencerse a si misma que ella tenía la razón y Bette estaba equivocada, permitiéndose que las sensaciones cambieran de puesto del remordimiento a la cólera. Se incorporó en la cama y suspiró mientras se secaba sus ojos y las lagrimas pararon de fluir. “Porter.” Dijo furiosa mientras sus ojos aterrizaron en el pequeño objeto encima de su mesa de cabecera. Lo alcanzó y la sostuvo cerca.
“Jodete Porter.” Dijo a través de sus dientes cerrados fuertemente mientras sostenía la pieza de ajedrez negro en su mano. “Eres una pequeña snob estúpida, arrogante, orgullosa, consentida.” Chasqueó la cara de la reina un par de veces con su dedo en cólera. “¿Soy la cobarde?” Sacudió su cabeza increíble. “¡Eres la persona que se fue cuando quería que habláramos las cosas! ¡Eres la persona que rechazó mis llamadas y rechaza contestar a mis mensajes!” Imitó la postura de la pieza de ajedrez. “¿Preguntando mis sensaciones? Buen trabajo para enfurecerme, tonta insoportable, torpe, como me puedes gustar.” Se aferró a la pieza un poco más fuerte mientras la trajo cerca de su cara y la miró amenazadora. “Porter.” Dijo con desprecio. “¡¡¡Te odio. Te odio. TE ODIO!!!” Gritó mientras lanzaba la pieza de ajedrez contra la pared enfrente de su cama. “Hmph.” Tina se burló mientras daba vuelta a su cara lejos de la mini-Bette y alcanzó su lámpara de cabecera. Con un tirón ligero en la cadena, la luz se apagó con un click y hundió su sitio en la oscuridad. Fue a acomodarse bajo las colchas mientras cerraba los ojos e intentó desaparecer los pensamientos dolidos, deprimentes de Bette Porter
..
Click.
Un minuto incluso no había pasado cuando la lámpara de cabecera iluminó el cuarto una vez más. Una Tina de mirada-loca lanzó las cubiertas de su cuerpo mientras saltaba de su cama y aterrizó abajo en el piso. Se arrodilló delante del punto adonde la pieza de ajedrez de la reina había caído y suspiró. “Te odio.” Lloró mientras cogía lentamente la pieza y la frotó ligeramente con su pulgar. “Te odio.” La trajo a sus labios temblantes y besó suave a su reina . “Te odio.” Lloriqueó una vez más cuando las lágrimas comenzaron a empañar su visión. Su corazón se sentía tan pesado, su cuerpo y su mente muy cansados. No podía permanecer enojada con Bette. No quería permanecer enojada con Bette, era tan difícil y lastimaba tanto. La intensidad de las emociones que sentía por Bette Porter, ya fueran de felicidad, cólera, lujuria, irritación, o amor, abrumaban cada parte de su ser. ¿También su novia se sentiría igual de terrible que ella? Tragó difícilmente mientras miraba la pieza de ajedrez dentro de su mano.
¿Deseaba romper con Porter? ¿Aquién trato de engañar? Pensó amargamente, eso sería suicidio emocional. Y Bette estaba en lo correcto, no fué un acto desinteresado de amor. Fue cobardía.Limpió sus ojos con el dorso de su mano mientras se enderezaba lentamente y caminó a su mesa del estudio. Tomó una pluma y un trozo de papel y caminó de nuevo a su cama y se sentó. Con las manos tambaleantes, comenzó a vertir su corazón en la escritura de una carta. Si Bette no quería hablar con ella y escucharla, una carta sería suficiente quizá.
Tan pronto como terminó de escribir, puso la carta dentro de un sobre blanco simple y escribió el nombre de Bette en letras grandes, en negrilla en la parte posterior. Agarrando la pieza de ajedrez de Bette firmemente contra su pecho, se arrastró bajo las sabanas y enterró su cabeza en su almohadilla. Lloró mucho para dormir esa noche, y con cada lágrima que salía de sus ojos pardos y empapaba su almohadilla, un par de ojos marrones en el otro lado de la ciudad emparejaban cada gota con fervor igual.
anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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Re: [Terminado] Sólo esa chica
CAPÍTULO TREINTA Y SEIS: La carta
Esta por favor allí.
Esta por favor allí.
Esta por favor allí.
Tina Kennard cantó una y otra vez dentro de su cabeza mientras caminaba más allá de la muchedumbre de la mañana que dejaba en desorden los pasillos de la academia de Redwind. Con su bolsa de cuero remetida debajo de un brazo, agarró un sobre entre sus dos manos y lo sostuvo cerca de su pecho. Esta por favor allí. Cerró los ojos por un breve momento y pronunció la súplica corta, desesperada. Su boca iba seca y su corazón comenzó a latir más rápidamente cuando dio vuelta a una esquina y vio su destino algunos pies lejos. Su cuerpo y mente estaban en desacuerdo, su sistema estaba confuso. Una porción de ella lo temía, otra parte lo deseaba desesperadamente. Después de todo, ella se encontró ya muy decepcionada apenas hace una hora. Al salir de su edificio esta mañana, su corazón se rompió en la vista que la saludó. Allí, en la acera donde una hermosa morena caliente se inclinaba siempre contra un auto clásico de lujo mientras la esperaba pacientemente cada mañana, no había nadie. Ningún coche de lujo, ninguna muchacha caliente, ningún saludo dulce.
¡Buenos días Kennard!
Tragó difícilmente y cerró de golpe los ojos mientras oía ese saludo demasiado familiar dentro de su cabeza. ¿Dónde estás? se preguntó tristemente mientras sus hombros caían abajo. ¿Porqué no la oyó esta mañana? Abrió los ojos y luchó contra las lágrimas. ¿Dónde estaba ese saludo simple que había llegado a amar? ¿Dónde ese “buenos dias simple” que señalaba siempre el comienzo de su día?
Esperanzadamente, la oiría adentro, cruzó sus dedos mientras caminaba delante de la puerta abierta de la sala de clase 4-B. Contuvo su respiración y agarró el sobre más fuerte mientras daba un paso adelante y entraba en el cuarto. Una vez dentro, sus ojos exploraron automáticamente el cuarto para cualquier indicio de la muchacha que quería desesperadamente ver. No está aquí,su corazón cayó a plomo abajo a su estómago cuando sus manos bajaron a sus lados. Otra decepción, suspiró amargamente, el sobre colgaba libremente entre sus dedos.
Mordió su labio más bajo y arrastró sus pies pesados hacia su escritorio por la ventana. Desalentaday sintiendo como si sus esperanzas hubieran sido estralladas violentamente, Tina se sentó en su silla y abrazó su bolsa de piel y carta en contra de su pecho. El cuarto se llenaba rápidamente de las caras felices y soñolientas de sus compañeras de clase. Y cada vez que una nueva persona entraba, se encontraba enderezándose rápidamente para caer abajo nuevamente. Tan rápida y discretamente como le fue posible, limpió una lágrima perdida que se escapó del ojo. Echó un vistazo en la silla vacía al lado de ella y contuvo un gemido de dolor.
¿Dónde estás Bette Porter?
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“Mmmmmm.” Sam Makavejev gimió cuando cambió su posición respecto a la cama. Jaló las sabanas sobre su cabeza y abrazó una almohadilla más cerca a su cuerpo. Era hora de levantarse pero su cuerpo rechazaba cooperar con su despertador, así que se perdió rápidamente nuevamente dentro de sueño. Comenzó a roncar ligeramente mientras la baba comenzaba a formarse en las esquinas de sus labios. “Cinco minutos más.” Masculló dormida sintiendo el desplazamiento de un cuerpo en su colchón. Gimió mientras sentía a alguien acomodarse más cercana a ella en la cama. “Cinco MI que” las palabras murieron en sus labios mientras sentía los brazos calientes envolver su cuerpo por detrás. Sonrió mientras reconocía a la persona que la cuchareaba. No había despertado asi desde hacía ya mucho tiempo. “Hey Bette.” Susurró ronca mientras golpeaba ligeramente las manos que se reclinaban sobre su estómago. Su mejor amiga era como una chiquilla, sólo un puñado de gente conocía este hecho. Y cada vez que Bette venía de visita para un sueño agradable, Sam despertaba con los brazos y las piernas de la morena cubriendo su cuerpo. “¿Bette?” Intentó otra vez después de no oír ninguna respuesta de la muchacha.
“Sammy.” Bette lloriqueó cuando enterró su cabeza en la espalda de Sam y comenzó a sollozar reservada. Ella estaba tan cansada, no había cerrado los ojos en toda la noche. Necesitaba a alguien con quien hablar, alguien que la sostuviera, alguien que le dijera que todo estaría bien. Asi que dejó su casa esta mañana y fue allí, a su mejor amiga. La mejor alternativa a la persona que ella evitaba, la causa de su señal de socorro actual.
Tardó un minuto para que el cerebro soñoliento de Sam registrara que la razón por la que la parte trasera de su camisa estaba empapada era porque su mejor amiga lloraba detrás de ella. Abrió de un jalón sus ojos y su boca cayó abajo incredula. Por más que lo intentaba, no podía lograr pronunciar una sola palabra. La rareza de la situación la tomó por sorpresa. Seguro, ella había consolado a Bette antes, pero eso fué durante las épocas simples como cuando su mejor amiga se cayó en su bici, consiguió un corte repugnante o cayó por sus propios pies. Pero esta vez era diferente. Estaba segura que tomaría más que una palmadita en la espalda y un curita simple para curar el dolor que su mejor amiga experimentaba en este mismo momento. En su amistad, ella era siempre la que era consolada por Bette. Ella era siempre la nena chilllona. La inversión inesperada de papeles la cogió desprevenida. “Umm.” Sam despejó su garganta. “¿B-Bette?” Finalmente manejó balbucir. “¿Q-qué sucedió?” Preguntó en una pequeña voz. Retrocedió cuando Bette lloró incluso más duro con su pregunta, su cuerpo se sacudía incontrolable detrás de Sam.
“Estoy. Estoy.” Bette se ahogó mientras jadeaba para el aire, las lágrimas fluían sin control en su cara. Había llorado toda la noche, le sorprendió que pudiera llorar más esta mañana. “Estoy, tan. Estoy tan, asustada.” Admitió en medio del combate de lágrimas. Ella no contestó a su teléfono, no asistió a la escuela esta mañana, todo porque tenía miedo de hacerle frente a Tina. No podría soportar el momento si Tina decidía romper con ella otra vez.
“¿Asustada de qué?” Sam susurró sin aliento. Ahora ella estaba asustada también. Para que Bette actuara de esa forma, necesariamente algo malo había sucedido.
“No lo hago.” Bette tragó difícilmente. “No quiero perderla.” Se lamentó mientras enterraba su cabeza de nuevo en la espalda húmeda de Sam.
Tina. Sam cerró los ojos y suspiró. Por supuesto que tenía que ver algo con Tina, se dio una palmada mental. ¿Pero qué sucedió entre Tina y Bette? Estaban muy bien la última vez que las vió. “Bette.” Sam pronunció suavemente cuando frotó ligeramente las manos de Bette comfortandola. “¿Qué sucedió?” Esperó con la respiración hostigada mientras su mejor amiga luchaba por componerse detrás de ella.
Después de algunos minutos de respiración constante y y morderse los labios, Bette finalmente tuvo éxito en detener el chorró de lágrimas que fluían en su cara sucia. Todavía se sentía como mierda, pero por lo menos estaba más tranquila que hacía algunos minutos. Exhaló una cantidad abundante de aire mientras se apartaba levemente y permitía que su mejor amiga volteara y la mirara.
“Bette.” Sam dijo en voz alta suavemente después de que habían pasado algunos minutos sin una respuesta de la muchacha. “Bette.” Dio un pequeño codazo a su mejor amiga. Se quedó quizá dormida, suspiró mientras estudiaba la cara dormida de su amiga. “Compinche, habla por favor conmigo. Vamos. mirame.” La empujó suavemente.
“¡Te estoy mirando!” Bette replicó airadamente, tomando a Sam por sorpresa.
“¿En serio?” Sam levantó una ceja. Pero sus ojos están como rajas, arrugó su frente maravillada, ¿puede incluso verme? Agitó una mano discreta delante de la cara de Bette para checar.
“¿Qué mierdas estás haciendo?” dijo Bette enojada mientras daba una palmada a la mano de Sam.
“Ayyy.” Sam sonrió apenada. “Pensé que estabas, uhh, dormida. Ojos cerrados y todo.” Explicó con un encogimiento leve.
Bette suspiró. No se había visto en un espejo todavía, pero estaba segura que sus ojos estaban gruesos e hinchados.¿ Porqué no podía ser como esas estrellas de cine que todavía parecían asombrosamente hermosas incluso cuando lloraban a mares? Ahora, ella parecía probablemente, como. “Mierda.” Lloriqueó. Se parecía probablemente a Quasimodo. Tu sabes, del jorobado de Notre Dame, individuo grande, cara desfigurada. La voz de Tina asomó dentro de su cabeza. Mordió su labio más bajo para pararse de romperse otra vez.
“¿Bette?” Sam empujó una vez más.
“Papá.” Bette comenzó mientras se enderezaba y cubrió sus ojos con sus palmas. “Hizo que eligiera entre Kennard y el dinero.” Suspiró, con el agotamiento y la tristeza evidentes en su voz.
“Oh.” Sam frunció sus labios comprendiendo. Por supuesto, él lo hizo, sonrió amargamente, ellas esperaban que tío Lucas hiciera eso. Dio vuelta alrededor y alcanzó su teléfono celular en la mesita de noche. Lo abrió de un tirón y comenzó a mecanografiar un mensaje. La fase cuatro se debe iniciar pronto, y cuando digo pronto, significa YA.
“¿Qué estás haciendo?” Bette quitó sus manos de sus ojos mientras q oía el sonido distinto de dedos que apretaban botones. Frunció el ceño mientras miraba a Sam seriamente escribiendo a alguien un mensaje en su teléfono celular.
“Ayudándote a tomar una decisión.” Sam sonrió mientras movía de un tirón su teléfono para cerrarlo. Más específicamente, ayudándote a hacer el proceso de toma de decisión más fácil, sonrió secretamente.
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“De modo que eso fue lo que sucedió.” Jenny se inclinó detrás contra su silla mientras asimilaba lo que acababa de compartir su mejor amiga con ella. No intentó presionarla anoche, sabiendo que Tina no estaba lista para hablar todavía. Mirando la discusión desde la perspectiva de un forastero, podía decir que ambas muchachas tenían un punto, y ambas muchachas tenían sus culpas. Tina estuvo equivocada por intentar tomar la ruta fácil, Bette estuvo equivocada por tomar la ruta de escape confrontacional. Miró a la rubia al lado de ella y suspiró. Tina se miraba perdida y desamparada, no podía dejar de sentir pena por todo lo que debía estar pasando su mejor amiga. “¿Cuál es tu plan?” Preguntó cuando se inclinó adelante y puso suavemente su mano sobre la de Tina en la tabla tratando de comfortarla.
Tina suspiró mientras levantaba la vista y miró fijamente la mesa vacía en la segunda planta de la cafetería. ¿Porqué se engañaba?, Bette Porter y 4F no aparecerían hoy. “Yo solo.” Dio vuelta a su cabeza para encontrar los ojos preocupados de Jenny y tragó difícilmente. “Solo necesito darle esto.” Metió su mano dentro del bolsillo interno de su chaqueta de la escuela y sacó un sobre blanco. “Ella no hablará conmigo en el teléfono, no quiere verme personalmente, me está evitando totalmente. ” Sacudió su cabeza tristemente mientras dejaba la carta encima de la mesa. “Solo quisiera que ella supiera que lo siento. Necesito que lea esto así podría entender algunas cosas.” Susurró mientras movía una mano cansada a través de su pelo.
“Podría llevarte a su casa después de clase.” Jenny sonrió un poco mientras acariciaba la mano de Tina.
“¿Estás segura?” Tina levantó sus cejas sorprendida, intentando sacar su mejor voz para no sonar demasiado esperanzada y feliz. Ella sabía que Jenny tenía planes con su peculiar novia después de la escuela.
“Yep.” Jenny movió su cabeza afirmativamente. Max podría esperar, su mejor amiga la necesitaba hoy más que nunca. Y no era como si ella y su novia tuvieran una cita, realmente el encuentro con Max era para romper con ella, uh, él. El pensamiento de salir con un hombre identificado-lesbiana era una novedad que la excitó al principio, pero ese entusiasmo desapareció rápidamente, especialmente durante su exhibición orgullosa de comportamiento estúpido de ayer.
“Gracias Jen.” Tina sonrió, su primera sonrisa del día. ¿Dónde estaría ella sin las amigas?
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“¡A ninguna parte!”
Alicia gritó estruendosamente cuando sacudió su cabeza frustrada. “¡No vas a ninguna parte si no tomas ésto!” Cruzó sus brazos en su pecho y cabeceó hacia los artículos que estaban delante de Bette encima de la mesa de cristal.
Bette ajustó las gafas de sol que cubrían sus ojos y suspiró. “Gracias Al,” sonrió sinceramente en su enfadada amiga cuando deslizó el cheque de nuevo a Alicia a través de la mesa. “Solamente que no puedo tomarlo.” Sacudió su cabeza al lado. “¿Y Shane?” Dio vuelta a la muchacha a su izquierda y empujó la cartera de piel de nuevo a la morena. “No puedo tomar esto tampoco.” Sonrió mientras Shane movía renuente su cabeza. “¿Sammy?” Bette dio vuelta a su mejor amiga y entregó el contenedor de tarjetas de crédito de piel. “Ésto también.” Encogió los hombros mientras Sam suspiraba.
“Chicas,” Bette sonrió tranquila mientras miraba a sus amigas levemente contrariedas que se sentaban alrededor de ella en el patio de Sam. “No piensen por favor que no aprecio lo que han hecho.” Mordió su labio más bajo cuando las lágrimas amenazaban por caer una vez más. Maldición, estaba tan emocional hoy. “Ésto.” Señaló al cheque de diez millones de dólares delante de Alicia. “Ésto.” Cabeceó a la cartera que desbordaba con dinero en efectivo de Shane. “Y ésto.” Golpeó ligeramente la cartera de piel que contenía cinco tarjetas de crédito que se reclinaban cerca de la mano de Sam. “Es algo muy grande para mi. No puedo agradecerles bastante por hacer esto por mí.” Sacudió su cabeza y sonrió cuando pensó en lo afortunada que era por tener tan grandes amigas. Incluso con mil millones de dólares en su cuenta bancaria, era la presencia de estas tres marionetas las que enriquecían verdaderamente su vida. Ella no las merecía, dado todo el abuso que habían recibido las tres de ella durante los últimos años. El dinero nunca podría comprar este amor y lealtad.
“Porter.” Alicia suspiró exasperada. “Podrías demostrarnos lo agradecida que estás aceptando nuestros regalos.” Se inclinó adelante contra la mesa y abrochó sus manos. “Por favor, tomalas. Te lo ruego.” Abogó a su líder obstinada.
“Convengo con Al.” Shane finalmente habló después de sentarse en silencio durante el tiempo entero que presentaron a Bette sus humildes ofrendas. “Tomalas por favor. Harán las cosas más fáciles para ti.” Apeló a la morena al lado de ella.
“Bette.” Sam intervino mientras alcanzaba la mano de Bette. “Deja tu orgullo a un lado. A menos que puedas darme una excusa válida para rechazar nuestro dinero, no aceptaré un no por respuesta.” Dijo firmemente. El orgullo gigantesco de Bette Porter no la dejaba aceptarlo, pero no tenía ninguna duda de ella. Sabía que Bette elegiría a Tina sobre su fortuna, así que ella deseaba - y necesitaba – que su mejor amiga tomara su dinero para que pudiera estar mas tranquila. Además no podían sentarse cómodamente y mirar a su líder luchar cuando tenían el poder de ayudar.
“Sí.” Alicia movió su cabeza en el acuerdo. “¿Tienes veinte millones de dólares escondidos dentro de un calcetín en alguna parte?” Levantó una ceja.
“No.” Bette rió un poco. “Solo tengo algunas de las cosas que mi mamá me dejó.” Meneó sus cejas hacia arriba y hacia abajo. Su padre podría tenerla amordazada cuando regresara el lunes, pero su madre no lo hizo. No sabía cuánto le había dejado Maxine Porter a su única hija, pero le dijeron que era grande. Oh, heredó todas las joyas de su madre también. Solo eso valía millones. “Entonces chicas, no se preocupen. Si el empuja con fuerza, tengo la fortuna de mi madre como respaldo.” Sonrió en sus amigas.
“¿Respaldo?” Alicia repitió incrédula. “¿No es que vas a utilizar el dinero de tu mamá enseguida?” Miró a Bette confundida. Shane y Sam compartieron la misma mirada también.
“Nope.” Bette sacudió su cabeza. “¿Cómo podré probarle a mi papá que está equivocado? ¿Que puedo vivir fuera de la seguridad de nuestra riqueza?” Miró a sus amigas firmemente. “Necesito demostrarle que no todo gira alrededor del dinero. Que lo que tengo con Kennard es bastante para hacerme feliz.” Dijo en una voz llena de determinación. Necesitaba hacerlo por ella misma. Sería una batalla dura, fuerte, pero era una que estaba dispuesta a afrontar. Bette Porter era una fuerza poderosa una vez que lograra estabilizar su mente. Esperanzadamente, la persona por la que estaba luchando vendría a sus sentidos muy pronto. No podría hacer esto sin Tina.
“¿Lo quieres realmente a áspero?” Shane miró a Bette cuestionándola. Entendía lo que intentaba decir su amiga, y comprendió el punto que Bette quería probar. Pero todavía no podía envolver su mente alrededor del pensamiento de una Bette Porter viviendo una vida simple. Era un poco inquietante solo de pensarlo.
“Sí.” Bette encogió los hombros . “¿Qué tan dificil puede ser?” Los lados de sus labios se crisparon cuando pronunció esas palabras. Miró las caras de sus amigas y mordió los interiores de sus mejillas. 4F, unido como nunca, compartió las mismas miradas preocupadas en sus caras.
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“Somos Jenny Schecter y Tina Kennard. Estamos aquí para ver a Bette Porter.” Jenny entregó sus identificaciones, la licencia de conducir y de la escuela de Tina al guardia de seguridad colocado en las puertas altas de la residencia Porter.
“Lo siento, señorita. Pero la Srta. Porter no está en casa.” El individuo robusto se disculpó mientras asomaba por la ventana abierta del coche de Jenny.
“¿Está James allí adentro?” Tina se inclinó más cerca a Jenny que se sentaba en el asiento del conductor y habló con el individuo. “Solo necesito dejarle algo para Bette. Es importante.” Tina sonrió en el individuo, aunque su voz tenía un tono inequívoco de urgencia.
“Una señorita detallista. Iré a checar.” El individuo se disculpó mientras entraba a la caseta de vigilancia y llamó a la mansión. Después de un minuto o dos, presionó el botón rojo para abrir las puertas y caminó hacia el Toyota verde. “Aquí tiene, señorita.” Sonrió mientras regresaba a Jenny las identificaciones. “La mansión está derecho.” Agitó al frente con su mano mientras las muchachas dieron las gracias y condujeron en línea recta.
Tina sentía mariposas dentro de su estómago mientras miraba fijamente fuera de la ventana. Sabía que Bette no estaba en casa, pero aún así, la vista alrededor de ese lugar le recordaba tanto a su novia. Les tardó algunos minutos antes de que alcanzaran la entrada de la mansión. Cuando Jenny entró en el patio y estacionó su coche, las puertas dobles enormes e imponentes en la entrada de la mansión se abrieron y aparecieron un hombre joven atractivo y y una agradable mujer mayor al lado de él. Tina bajó del coche primero y se dirigió a un James sonriente.
“Hey James.” Tina saludó tímida mientras ampliaba su mano al individuo.
“Srta. Tina buenas tardes.” James sonrió de oído al oído mientras sacudía las manos con la novia de su jefa. “Srta. Jenny.” Movió su cabeza y amplió la misma cortesía a la pequeña muchacha que acababa de alcanzarlos. “Oh,” levantó un dedo mientras soltaba la mano de Jenny. “Antes de que me olvide. Señoritas, quisiera que conocieran a Sonja, camarera personal de la Srta. Bette.” Indicó a la mujer al lado de él mientras caminaba adelante e intercambiaban cumplidos.
“La famosa Tina Kennard.” Sonja emitió mientras estudiaba a la hermosa rubia delante de ella. Dando a Tina una buena ojeada, sonrió en lo que vio. Mi ama tiene un gusto muy bueno, musitó. “He querido conocerla desde hace mucho tiempo.” Agarró la mano de Tina y la apretó entre sus dos manos. “Nuestra pequeña Srta. Bette no puede parar de cantar alabanzas de usted.” Guiñó mientras James movía su cabeza en el acuerdo.
“¿Lo hace?” Tina se ruborizó en la atención que recibía de la buena señora. Podía decir que la mujer quería a Bette sinceramente.
“Creame,” Sonja meneó sus cejas. “Parece que no puede hablar de otra cosa mas que de usted.”
“Es igual con Tina.” Jenny entró en la conversación. “También estamos fritas con ella.” Rió junto con James y Sonja mientras Tina daba vuelta incluso a una cortina más agradable del rojo.
“Oh, pienso que la Srta. Bette se golpeará con el pie una vez que descubra que usted le hizo una visita sorpresa y ella no estaba aquí.” Sonja sacudió su cabeza e hizo muecas. Podía imaginarse ya a su joven ama lanzar pestes por todas partes.
“Se. No tengo ninguna duda sobre eso.” James hizo muecas.
“Umm. ¿Usted sabe donde está?” Tina preguntó tentativa. Los dos adultos parecían ajenos a su pequeña pelea y no quería que sospecharan que algo pasaba entre ella y Bette.
Sonja sacudió su cabeza, al igual que James. “La Srta. Bette dejó la casa a una hora temprana esta mañana.” James contestó.
“Fui a su cuarto a despertarla, pero no estaba allí. Fue como si no hubiera dormido allí en absoluto.” Sonja secundó.
“Ya veo.” Tina movió su cabeza cuando a mordió su labio más bajo. ¿Dónde podrías haber ido Porter? Suspiró, comenzando a preocuparse por su novia aún más. Viendo las miradas curiosas en las caras de James y de Sonja, despejó su garganta y decidió ir directa al propósito de su visita antes de que los dos comenzaran a hacer preguntas. “Bette estuvo hoy ausente y. uhm. el profesor del homeroom pidió que le diera esto.” Sacó la mano de su bolsa y entregó el sobre blanco a James. “La Srta. Richardson dijo que es. umm. es importante que lea esto esta noche.” Tina mintió a través de sus dientes mientras James miraba la carta en sus manos con un poco de curiosidad.
“La pondré dentro de su cuarto.” Sonja tomó la carta suavemente de James. “Me cercioraré de que la tenga.” Guiñó misteriosa en Tina, la intuición de las mujeres le decía que lo que sostenía entre sus dedos era una carta de amor y no algo relacionado con la escuela.
“Gracias.” Una Tina turbada masculló tímida mientras miraba sus pies apenada.
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“¡Bienvenida a casa!”
Sonja gritó cuando cerró las puertas de la sala de estar de Bette detrás de ella. No le dijo nada sobre la visita de esa tarde, dejaría que la joven Porter lo descubriera ella misma cuando comenzara a arrastrarse en la cama.
¿Muy emocionada, Sonja? Bette sacudió su cabeza divertida mientras se quitaba las gafas de sol de sus ojos. Incluso no le había agradecido a la mujer mayor por darle un masaje relajante cuando Sonja gritó esas palabras y salió del cuarto a la velocidad del rayo. Oh bien, se levantó del sofá y comenzó a desabrocharse su camisa y sus pantalones, hora de conseguir un cierto descanso. Dios sabía que ella lo necesitaba, se comenzaba a mirar de la misma manera que como se sentía - como la basura. De nuevo, su mente fué de nuevo a Tina y a la lucha. Suspiró mientras sacaba su teléfono móvil dentro de su bolsillo y lo abrió de un tirón. Diez llamadas perdidas y doce mensajes sin leer. Tentada como estaba, no leyó uno solo de los mensajes de Tina desde anoche. Estaba muy asustada para abrirlos. Se desmayaría en ese mismo momento si leía uno que dijera “hemos terminado” o algo remotamente cerca de eso. “¡Mierda!” Bette maldijo mientras saltaba en su cama, su camisa estaba abierta de par en par y sus pantalones colgando un poco abajo de sus piernas. Cerró los ojos y saboreó la sensación comfortante de las colchas de cama suaves y mullidas en su cuerpo. Estaba tan cansada, no podía esperar para quedarse dormida, pero espera. “Mierda.” Maldijo una vez más, recordando que necesitaba levantarse de nuevo para cambiarse la ropa y cepillar sus dientes. ¿Porqué saltó en cama en primer lugar? Joder era tan difícil levantarse. “Hombre.” Masculló irritada mientras inhalaba una cantidad sana de aire dentro de sus pulmones. Espera un minuto, se congeló mientras levantaba la nariz en el aire. Algo olía bien, olió sus alrededores a medida que continuó cerrándo los ojos, permitiendo que su sentido del olfato dominara sus otros sentidos. Huele como, como. “¡Mierda!” Abrió los ojos inmediatamente y se empujó hacia arriba con sus brazos. “¡Kennard!” Gritó mientras miraba el sobre blanco que descansaba algunas pulgadas lejos de su cabeza. La escritura, el olor florido, era todo Tina Kennard. Se incorporó en su cama mientras miraba fijamente la carta delante de ella. ¿Debía leerla? Su corazón golpeó pesadamente violentamente dentro de su pecho. ¿Pero qué si había una ruptura dentro de la carta? Su mente se aterró y comenzó a tomar respiraciones profundas y apresuradas. “¡Joder ya basta!” Bette dio una palmada a su cara con sus manos irritada. ¡Deja de ser una cobarde Porter de mierda! Se regañó. Con una toma rápida de oxígeno, alcanzó el sobre y rasgó la aleta con sus manos. Con una mente abierta y un corazón abierto, Bette comenzó a leer las palabras en la carta de Tina.
Después de algunos minutos, una Bette que lloraba ruidosamente se arrastró lentamente de su cama y comenzó a abrocharse su camisa y pantalones. Agarrando la carta abierta a su lado, tomó sus llaves de la mesa de la sala de estar y salió de sus habitaciones. Sin molestarse ya en ocultarse detrás de las gafas de sol. Muy segura. Bette Porter iba ahora a hacerle frente a su destino.
Porter,
Bette Porter , CEO Grupo de Compañías Porter.
¿Te parece familiar? Debe serlo. Has estado garabateando eso en la parte inferior de cada informe , de cada ensayo y de los cuadernos que te he visto dar vuelta en la escuela. Cuando la curiosidad pudo más en mi y te pedí una explicación, encogiste sus hombros y me diste esta respuesta: “Me gusta como se mira en el papel.”. Y de hecho, lo haces. Pero pienso que “gustar” es una palabra demasiado débil, y es porque te quedaste muy corta allí, porque sucede que pienso que AMAS cómo se mira en el papel. Desde ahora, no puedes esperar que eso suceda. ¿Sin embargo, quién puede culparte? ES tu futuro, lo que estás destinada a ser. Y lo sientes, lo ves, lo hueles, lo pruebas. Es el destino.
¿Quién soy yo para ir contra ellos?
$75.000 el jaguar XK, $3.700 el bolso de Louis Vuitton para papeles personales, $380 bufandas de Hermés, $262 gafas de sol de Gucci.
De nuevo, ¿no te parece familiar? Como debe ser. Escribí arriba apenas algunas de las cosas que has comprado ESTA semana (por lo menos las que me has dicho). Puede haber más, CREO que puede haber más, pero creo que eres la persona que sabe mejor eso.
¿Recuerdas el pasado martes cuando conducíamos a través de rodeo y tuviste que dar vuelta al coche para una pequeña terapia? Gastaste casi $7.000 ese día en ropa y otras cosas frívolas. No nos engañemos, amas tu dinero. Has tenido una relación de por vida con el. Amas poseerlo tanto como amas gastarlo. Y no importa cuánto intentes decir que puedes vivir sin él, ¿cuánto de eso es verdadero y cuánto de eso es apenas optimismo a ultranza de tu parte? Los chalets, los coches, la ropa, los bolsos, los zapatos, la joyería, los mil millones de dólares, la vida de una heredera.
¿Quién son yo para llevarte lejos de ellos?
Entonces.
¿Ves a donde voy con todo esto?
¿Puedes finalmente ver porqué intenté hacer lo que hice en el interior del restaurante?
Creelo o no, pensaba solamente en ti cuando dije que debíamos considerar romper. Loco como suena, tenía solamente las mejores intenciones en el corazón.
Aunque mirando detrás ahora, admito que fué una de las peores decisiones que he tomado en mi vida. Sabes lo que dicen, el camino al infierno se pavimenta con buenas intenciones. INFIERNO. Allí es donde he estado desde que me dejaste en el parque temático hace algunas horas. Y no pienso que pueda salir de allí hasta que me escuches.
Porter. Me dejaste. Y sigo estando un poco dolida por éso. ¿Cómo puedes solo irte? Y después no contestas a mis llamadas, o no contestas ni uno solo de mis mensajes patéticos. Nunca tuve que arrastrarme mucho en mi vida entera. Cuando las cosas eran realmente malas entre nosotras durante los días de etiqueta rojos, te di la oportunidad de explicarte. No lo merecías, pero no obstante te la di. ¿Entonces porqué no correspondes con la misma cortesía? Eres tan malditamente injusta Porter .
Pero te perdono. Te perdono por irte. Te perdono por golpear a la novia de Jenny con el pie en las bolas (buen trabajo). Te perdono por no hacerme caso. Te perdono por preguntar mis sentimientos. Te perdono, bien, por ser tu, la perra, la altanera, la cabrona, la muchacha de cabeza dura y obstinada de la que caí enamorada.
Pero lo que vale, lo siento realmente mucho por lastimarte hoy. Nos causamos dolor, pero la culpa más grande fué mía. Un momento de debilidad. Eso es lo que fue. Un momento de debilidad en mi persona. Me asusté, y sucumbí a mis miedos. Siento haber sido débil, lamento haber sido tan cobarde. Pienso que me conoces bastante bien para saber que cuando me asusto, digo algunas cosas que no quería realmente. Digo algunas cosas que no siento necesariamente.
Bebé, no quiero romper. Siento haberlo mencionado. Tenemos una cosa tan hermosa encendiendose entre nosotras. Y somos tan afortunadas de haberlo encontrado en una edad tan joven. Otros esperan un curso de la vida esto, algunos nunca lo experimentan, pero nosotros lo hicimos. … y por eso estaré por siempre agradecida a ese ser superior. Asi que , no dudes nunca de mi amor por ti otra vez, y por favor, creeme cuando digo eso.
Tanto como ne haces enfurecer, te amo. Insoportable como puedes ser ocasionalmente, no puedo vivir sin ti.Torpe y obstinada como te gusta ser, no hay otra muchacha para mí.
Porque. Elizabeth Jean Porter. Tu serás por siempre . LA ÚNICA a la que quiero dar una palmada y besar al mismo tiempo. La persona que amo odiar y odio amar. La que quiero matar pero no puedo vivir sin ti. Eres mi razón de caminar, hablar y respirar. Mi verdad y mi contradicción. Y te amo tanto.
Somos dos personas que pertenecemos a mundos totalmente diferentes, somos las dos caras del espectro. Eres una muchacha extraordinaria destinada para la grandeza, yo soy solamente una muchacha ordinaria destinada para la obscuridad. ¿No crees que es divertido? ¿Que un extraño juego del destino nos reunió? Pienso que convienes conmigo cuando digo que tenemos algo digno porqué luchar. Lo siento si tardé un poco para que llegara y te encontrara a medio camino en esta batalla. Pero ahora estoy aquí, y no iré dondequiera. Lo prometo.
Dame la oportunidad de componer todas las cosas que te he prometido.
Sigo siendo tuya.
Kennard.
P. D.. Acabo de escribir la carta de amor más cursi en el mundo. ¿Puedes entonces hacer a un lado tu orgullo y hablar conmigo ahora? ¿Por favor?
Esta por favor allí.
Esta por favor allí.
Esta por favor allí.
Tina Kennard cantó una y otra vez dentro de su cabeza mientras caminaba más allá de la muchedumbre de la mañana que dejaba en desorden los pasillos de la academia de Redwind. Con su bolsa de cuero remetida debajo de un brazo, agarró un sobre entre sus dos manos y lo sostuvo cerca de su pecho. Esta por favor allí. Cerró los ojos por un breve momento y pronunció la súplica corta, desesperada. Su boca iba seca y su corazón comenzó a latir más rápidamente cuando dio vuelta a una esquina y vio su destino algunos pies lejos. Su cuerpo y mente estaban en desacuerdo, su sistema estaba confuso. Una porción de ella lo temía, otra parte lo deseaba desesperadamente. Después de todo, ella se encontró ya muy decepcionada apenas hace una hora. Al salir de su edificio esta mañana, su corazón se rompió en la vista que la saludó. Allí, en la acera donde una hermosa morena caliente se inclinaba siempre contra un auto clásico de lujo mientras la esperaba pacientemente cada mañana, no había nadie. Ningún coche de lujo, ninguna muchacha caliente, ningún saludo dulce.
¡Buenos días Kennard!
Tragó difícilmente y cerró de golpe los ojos mientras oía ese saludo demasiado familiar dentro de su cabeza. ¿Dónde estás? se preguntó tristemente mientras sus hombros caían abajo. ¿Porqué no la oyó esta mañana? Abrió los ojos y luchó contra las lágrimas. ¿Dónde estaba ese saludo simple que había llegado a amar? ¿Dónde ese “buenos dias simple” que señalaba siempre el comienzo de su día?
Esperanzadamente, la oiría adentro, cruzó sus dedos mientras caminaba delante de la puerta abierta de la sala de clase 4-B. Contuvo su respiración y agarró el sobre más fuerte mientras daba un paso adelante y entraba en el cuarto. Una vez dentro, sus ojos exploraron automáticamente el cuarto para cualquier indicio de la muchacha que quería desesperadamente ver. No está aquí,su corazón cayó a plomo abajo a su estómago cuando sus manos bajaron a sus lados. Otra decepción, suspiró amargamente, el sobre colgaba libremente entre sus dedos.
Mordió su labio más bajo y arrastró sus pies pesados hacia su escritorio por la ventana. Desalentaday sintiendo como si sus esperanzas hubieran sido estralladas violentamente, Tina se sentó en su silla y abrazó su bolsa de piel y carta en contra de su pecho. El cuarto se llenaba rápidamente de las caras felices y soñolientas de sus compañeras de clase. Y cada vez que una nueva persona entraba, se encontraba enderezándose rápidamente para caer abajo nuevamente. Tan rápida y discretamente como le fue posible, limpió una lágrima perdida que se escapó del ojo. Echó un vistazo en la silla vacía al lado de ella y contuvo un gemido de dolor.
¿Dónde estás Bette Porter?
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“Mmmmmm.” Sam Makavejev gimió cuando cambió su posición respecto a la cama. Jaló las sabanas sobre su cabeza y abrazó una almohadilla más cerca a su cuerpo. Era hora de levantarse pero su cuerpo rechazaba cooperar con su despertador, así que se perdió rápidamente nuevamente dentro de sueño. Comenzó a roncar ligeramente mientras la baba comenzaba a formarse en las esquinas de sus labios. “Cinco minutos más.” Masculló dormida sintiendo el desplazamiento de un cuerpo en su colchón. Gimió mientras sentía a alguien acomodarse más cercana a ella en la cama. “Cinco MI que” las palabras murieron en sus labios mientras sentía los brazos calientes envolver su cuerpo por detrás. Sonrió mientras reconocía a la persona que la cuchareaba. No había despertado asi desde hacía ya mucho tiempo. “Hey Bette.” Susurró ronca mientras golpeaba ligeramente las manos que se reclinaban sobre su estómago. Su mejor amiga era como una chiquilla, sólo un puñado de gente conocía este hecho. Y cada vez que Bette venía de visita para un sueño agradable, Sam despertaba con los brazos y las piernas de la morena cubriendo su cuerpo. “¿Bette?” Intentó otra vez después de no oír ninguna respuesta de la muchacha.
“Sammy.” Bette lloriqueó cuando enterró su cabeza en la espalda de Sam y comenzó a sollozar reservada. Ella estaba tan cansada, no había cerrado los ojos en toda la noche. Necesitaba a alguien con quien hablar, alguien que la sostuviera, alguien que le dijera que todo estaría bien. Asi que dejó su casa esta mañana y fue allí, a su mejor amiga. La mejor alternativa a la persona que ella evitaba, la causa de su señal de socorro actual.
Tardó un minuto para que el cerebro soñoliento de Sam registrara que la razón por la que la parte trasera de su camisa estaba empapada era porque su mejor amiga lloraba detrás de ella. Abrió de un jalón sus ojos y su boca cayó abajo incredula. Por más que lo intentaba, no podía lograr pronunciar una sola palabra. La rareza de la situación la tomó por sorpresa. Seguro, ella había consolado a Bette antes, pero eso fué durante las épocas simples como cuando su mejor amiga se cayó en su bici, consiguió un corte repugnante o cayó por sus propios pies. Pero esta vez era diferente. Estaba segura que tomaría más que una palmadita en la espalda y un curita simple para curar el dolor que su mejor amiga experimentaba en este mismo momento. En su amistad, ella era siempre la que era consolada por Bette. Ella era siempre la nena chilllona. La inversión inesperada de papeles la cogió desprevenida. “Umm.” Sam despejó su garganta. “¿B-Bette?” Finalmente manejó balbucir. “¿Q-qué sucedió?” Preguntó en una pequeña voz. Retrocedió cuando Bette lloró incluso más duro con su pregunta, su cuerpo se sacudía incontrolable detrás de Sam.
“Estoy. Estoy.” Bette se ahogó mientras jadeaba para el aire, las lágrimas fluían sin control en su cara. Había llorado toda la noche, le sorprendió que pudiera llorar más esta mañana. “Estoy, tan. Estoy tan, asustada.” Admitió en medio del combate de lágrimas. Ella no contestó a su teléfono, no asistió a la escuela esta mañana, todo porque tenía miedo de hacerle frente a Tina. No podría soportar el momento si Tina decidía romper con ella otra vez.
“¿Asustada de qué?” Sam susurró sin aliento. Ahora ella estaba asustada también. Para que Bette actuara de esa forma, necesariamente algo malo había sucedido.
“No lo hago.” Bette tragó difícilmente. “No quiero perderla.” Se lamentó mientras enterraba su cabeza de nuevo en la espalda húmeda de Sam.
Tina. Sam cerró los ojos y suspiró. Por supuesto que tenía que ver algo con Tina, se dio una palmada mental. ¿Pero qué sucedió entre Tina y Bette? Estaban muy bien la última vez que las vió. “Bette.” Sam pronunció suavemente cuando frotó ligeramente las manos de Bette comfortandola. “¿Qué sucedió?” Esperó con la respiración hostigada mientras su mejor amiga luchaba por componerse detrás de ella.
Después de algunos minutos de respiración constante y y morderse los labios, Bette finalmente tuvo éxito en detener el chorró de lágrimas que fluían en su cara sucia. Todavía se sentía como mierda, pero por lo menos estaba más tranquila que hacía algunos minutos. Exhaló una cantidad abundante de aire mientras se apartaba levemente y permitía que su mejor amiga volteara y la mirara.
“Bette.” Sam dijo en voz alta suavemente después de que habían pasado algunos minutos sin una respuesta de la muchacha. “Bette.” Dio un pequeño codazo a su mejor amiga. Se quedó quizá dormida, suspiró mientras estudiaba la cara dormida de su amiga. “Compinche, habla por favor conmigo. Vamos. mirame.” La empujó suavemente.
“¡Te estoy mirando!” Bette replicó airadamente, tomando a Sam por sorpresa.
“¿En serio?” Sam levantó una ceja. Pero sus ojos están como rajas, arrugó su frente maravillada, ¿puede incluso verme? Agitó una mano discreta delante de la cara de Bette para checar.
“¿Qué mierdas estás haciendo?” dijo Bette enojada mientras daba una palmada a la mano de Sam.
“Ayyy.” Sam sonrió apenada. “Pensé que estabas, uhh, dormida. Ojos cerrados y todo.” Explicó con un encogimiento leve.
Bette suspiró. No se había visto en un espejo todavía, pero estaba segura que sus ojos estaban gruesos e hinchados.¿ Porqué no podía ser como esas estrellas de cine que todavía parecían asombrosamente hermosas incluso cuando lloraban a mares? Ahora, ella parecía probablemente, como. “Mierda.” Lloriqueó. Se parecía probablemente a Quasimodo. Tu sabes, del jorobado de Notre Dame, individuo grande, cara desfigurada. La voz de Tina asomó dentro de su cabeza. Mordió su labio más bajo para pararse de romperse otra vez.
“¿Bette?” Sam empujó una vez más.
“Papá.” Bette comenzó mientras se enderezaba y cubrió sus ojos con sus palmas. “Hizo que eligiera entre Kennard y el dinero.” Suspiró, con el agotamiento y la tristeza evidentes en su voz.
“Oh.” Sam frunció sus labios comprendiendo. Por supuesto, él lo hizo, sonrió amargamente, ellas esperaban que tío Lucas hiciera eso. Dio vuelta alrededor y alcanzó su teléfono celular en la mesita de noche. Lo abrió de un tirón y comenzó a mecanografiar un mensaje. La fase cuatro se debe iniciar pronto, y cuando digo pronto, significa YA.
“¿Qué estás haciendo?” Bette quitó sus manos de sus ojos mientras q oía el sonido distinto de dedos que apretaban botones. Frunció el ceño mientras miraba a Sam seriamente escribiendo a alguien un mensaje en su teléfono celular.
“Ayudándote a tomar una decisión.” Sam sonrió mientras movía de un tirón su teléfono para cerrarlo. Más específicamente, ayudándote a hacer el proceso de toma de decisión más fácil, sonrió secretamente.
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“De modo que eso fue lo que sucedió.” Jenny se inclinó detrás contra su silla mientras asimilaba lo que acababa de compartir su mejor amiga con ella. No intentó presionarla anoche, sabiendo que Tina no estaba lista para hablar todavía. Mirando la discusión desde la perspectiva de un forastero, podía decir que ambas muchachas tenían un punto, y ambas muchachas tenían sus culpas. Tina estuvo equivocada por intentar tomar la ruta fácil, Bette estuvo equivocada por tomar la ruta de escape confrontacional. Miró a la rubia al lado de ella y suspiró. Tina se miraba perdida y desamparada, no podía dejar de sentir pena por todo lo que debía estar pasando su mejor amiga. “¿Cuál es tu plan?” Preguntó cuando se inclinó adelante y puso suavemente su mano sobre la de Tina en la tabla tratando de comfortarla.
Tina suspiró mientras levantaba la vista y miró fijamente la mesa vacía en la segunda planta de la cafetería. ¿Porqué se engañaba?, Bette Porter y 4F no aparecerían hoy. “Yo solo.” Dio vuelta a su cabeza para encontrar los ojos preocupados de Jenny y tragó difícilmente. “Solo necesito darle esto.” Metió su mano dentro del bolsillo interno de su chaqueta de la escuela y sacó un sobre blanco. “Ella no hablará conmigo en el teléfono, no quiere verme personalmente, me está evitando totalmente. ” Sacudió su cabeza tristemente mientras dejaba la carta encima de la mesa. “Solo quisiera que ella supiera que lo siento. Necesito que lea esto así podría entender algunas cosas.” Susurró mientras movía una mano cansada a través de su pelo.
“Podría llevarte a su casa después de clase.” Jenny sonrió un poco mientras acariciaba la mano de Tina.
“¿Estás segura?” Tina levantó sus cejas sorprendida, intentando sacar su mejor voz para no sonar demasiado esperanzada y feliz. Ella sabía que Jenny tenía planes con su peculiar novia después de la escuela.
“Yep.” Jenny movió su cabeza afirmativamente. Max podría esperar, su mejor amiga la necesitaba hoy más que nunca. Y no era como si ella y su novia tuvieran una cita, realmente el encuentro con Max era para romper con ella, uh, él. El pensamiento de salir con un hombre identificado-lesbiana era una novedad que la excitó al principio, pero ese entusiasmo desapareció rápidamente, especialmente durante su exhibición orgullosa de comportamiento estúpido de ayer.
“Gracias Jen.” Tina sonrió, su primera sonrisa del día. ¿Dónde estaría ella sin las amigas?
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“¡A ninguna parte!”
Alicia gritó estruendosamente cuando sacudió su cabeza frustrada. “¡No vas a ninguna parte si no tomas ésto!” Cruzó sus brazos en su pecho y cabeceó hacia los artículos que estaban delante de Bette encima de la mesa de cristal.
Bette ajustó las gafas de sol que cubrían sus ojos y suspiró. “Gracias Al,” sonrió sinceramente en su enfadada amiga cuando deslizó el cheque de nuevo a Alicia a través de la mesa. “Solamente que no puedo tomarlo.” Sacudió su cabeza al lado. “¿Y Shane?” Dio vuelta a la muchacha a su izquierda y empujó la cartera de piel de nuevo a la morena. “No puedo tomar esto tampoco.” Sonrió mientras Shane movía renuente su cabeza. “¿Sammy?” Bette dio vuelta a su mejor amiga y entregó el contenedor de tarjetas de crédito de piel. “Ésto también.” Encogió los hombros mientras Sam suspiraba.
“Chicas,” Bette sonrió tranquila mientras miraba a sus amigas levemente contrariedas que se sentaban alrededor de ella en el patio de Sam. “No piensen por favor que no aprecio lo que han hecho.” Mordió su labio más bajo cuando las lágrimas amenazaban por caer una vez más. Maldición, estaba tan emocional hoy. “Ésto.” Señaló al cheque de diez millones de dólares delante de Alicia. “Ésto.” Cabeceó a la cartera que desbordaba con dinero en efectivo de Shane. “Y ésto.” Golpeó ligeramente la cartera de piel que contenía cinco tarjetas de crédito que se reclinaban cerca de la mano de Sam. “Es algo muy grande para mi. No puedo agradecerles bastante por hacer esto por mí.” Sacudió su cabeza y sonrió cuando pensó en lo afortunada que era por tener tan grandes amigas. Incluso con mil millones de dólares en su cuenta bancaria, era la presencia de estas tres marionetas las que enriquecían verdaderamente su vida. Ella no las merecía, dado todo el abuso que habían recibido las tres de ella durante los últimos años. El dinero nunca podría comprar este amor y lealtad.
“Porter.” Alicia suspiró exasperada. “Podrías demostrarnos lo agradecida que estás aceptando nuestros regalos.” Se inclinó adelante contra la mesa y abrochó sus manos. “Por favor, tomalas. Te lo ruego.” Abogó a su líder obstinada.
“Convengo con Al.” Shane finalmente habló después de sentarse en silencio durante el tiempo entero que presentaron a Bette sus humildes ofrendas. “Tomalas por favor. Harán las cosas más fáciles para ti.” Apeló a la morena al lado de ella.
“Bette.” Sam intervino mientras alcanzaba la mano de Bette. “Deja tu orgullo a un lado. A menos que puedas darme una excusa válida para rechazar nuestro dinero, no aceptaré un no por respuesta.” Dijo firmemente. El orgullo gigantesco de Bette Porter no la dejaba aceptarlo, pero no tenía ninguna duda de ella. Sabía que Bette elegiría a Tina sobre su fortuna, así que ella deseaba - y necesitaba – que su mejor amiga tomara su dinero para que pudiera estar mas tranquila. Además no podían sentarse cómodamente y mirar a su líder luchar cuando tenían el poder de ayudar.
“Sí.” Alicia movió su cabeza en el acuerdo. “¿Tienes veinte millones de dólares escondidos dentro de un calcetín en alguna parte?” Levantó una ceja.
“No.” Bette rió un poco. “Solo tengo algunas de las cosas que mi mamá me dejó.” Meneó sus cejas hacia arriba y hacia abajo. Su padre podría tenerla amordazada cuando regresara el lunes, pero su madre no lo hizo. No sabía cuánto le había dejado Maxine Porter a su única hija, pero le dijeron que era grande. Oh, heredó todas las joyas de su madre también. Solo eso valía millones. “Entonces chicas, no se preocupen. Si el empuja con fuerza, tengo la fortuna de mi madre como respaldo.” Sonrió en sus amigas.
“¿Respaldo?” Alicia repitió incrédula. “¿No es que vas a utilizar el dinero de tu mamá enseguida?” Miró a Bette confundida. Shane y Sam compartieron la misma mirada también.
“Nope.” Bette sacudió su cabeza. “¿Cómo podré probarle a mi papá que está equivocado? ¿Que puedo vivir fuera de la seguridad de nuestra riqueza?” Miró a sus amigas firmemente. “Necesito demostrarle que no todo gira alrededor del dinero. Que lo que tengo con Kennard es bastante para hacerme feliz.” Dijo en una voz llena de determinación. Necesitaba hacerlo por ella misma. Sería una batalla dura, fuerte, pero era una que estaba dispuesta a afrontar. Bette Porter era una fuerza poderosa una vez que lograra estabilizar su mente. Esperanzadamente, la persona por la que estaba luchando vendría a sus sentidos muy pronto. No podría hacer esto sin Tina.
“¿Lo quieres realmente a áspero?” Shane miró a Bette cuestionándola. Entendía lo que intentaba decir su amiga, y comprendió el punto que Bette quería probar. Pero todavía no podía envolver su mente alrededor del pensamiento de una Bette Porter viviendo una vida simple. Era un poco inquietante solo de pensarlo.
“Sí.” Bette encogió los hombros . “¿Qué tan dificil puede ser?” Los lados de sus labios se crisparon cuando pronunció esas palabras. Miró las caras de sus amigas y mordió los interiores de sus mejillas. 4F, unido como nunca, compartió las mismas miradas preocupadas en sus caras.
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“Somos Jenny Schecter y Tina Kennard. Estamos aquí para ver a Bette Porter.” Jenny entregó sus identificaciones, la licencia de conducir y de la escuela de Tina al guardia de seguridad colocado en las puertas altas de la residencia Porter.
“Lo siento, señorita. Pero la Srta. Porter no está en casa.” El individuo robusto se disculpó mientras asomaba por la ventana abierta del coche de Jenny.
“¿Está James allí adentro?” Tina se inclinó más cerca a Jenny que se sentaba en el asiento del conductor y habló con el individuo. “Solo necesito dejarle algo para Bette. Es importante.” Tina sonrió en el individuo, aunque su voz tenía un tono inequívoco de urgencia.
“Una señorita detallista. Iré a checar.” El individuo se disculpó mientras entraba a la caseta de vigilancia y llamó a la mansión. Después de un minuto o dos, presionó el botón rojo para abrir las puertas y caminó hacia el Toyota verde. “Aquí tiene, señorita.” Sonrió mientras regresaba a Jenny las identificaciones. “La mansión está derecho.” Agitó al frente con su mano mientras las muchachas dieron las gracias y condujeron en línea recta.
Tina sentía mariposas dentro de su estómago mientras miraba fijamente fuera de la ventana. Sabía que Bette no estaba en casa, pero aún así, la vista alrededor de ese lugar le recordaba tanto a su novia. Les tardó algunos minutos antes de que alcanzaran la entrada de la mansión. Cuando Jenny entró en el patio y estacionó su coche, las puertas dobles enormes e imponentes en la entrada de la mansión se abrieron y aparecieron un hombre joven atractivo y y una agradable mujer mayor al lado de él. Tina bajó del coche primero y se dirigió a un James sonriente.
“Hey James.” Tina saludó tímida mientras ampliaba su mano al individuo.
“Srta. Tina buenas tardes.” James sonrió de oído al oído mientras sacudía las manos con la novia de su jefa. “Srta. Jenny.” Movió su cabeza y amplió la misma cortesía a la pequeña muchacha que acababa de alcanzarlos. “Oh,” levantó un dedo mientras soltaba la mano de Jenny. “Antes de que me olvide. Señoritas, quisiera que conocieran a Sonja, camarera personal de la Srta. Bette.” Indicó a la mujer al lado de él mientras caminaba adelante e intercambiaban cumplidos.
“La famosa Tina Kennard.” Sonja emitió mientras estudiaba a la hermosa rubia delante de ella. Dando a Tina una buena ojeada, sonrió en lo que vio. Mi ama tiene un gusto muy bueno, musitó. “He querido conocerla desde hace mucho tiempo.” Agarró la mano de Tina y la apretó entre sus dos manos. “Nuestra pequeña Srta. Bette no puede parar de cantar alabanzas de usted.” Guiñó mientras James movía su cabeza en el acuerdo.
“¿Lo hace?” Tina se ruborizó en la atención que recibía de la buena señora. Podía decir que la mujer quería a Bette sinceramente.
“Creame,” Sonja meneó sus cejas. “Parece que no puede hablar de otra cosa mas que de usted.”
“Es igual con Tina.” Jenny entró en la conversación. “También estamos fritas con ella.” Rió junto con James y Sonja mientras Tina daba vuelta incluso a una cortina más agradable del rojo.
“Oh, pienso que la Srta. Bette se golpeará con el pie una vez que descubra que usted le hizo una visita sorpresa y ella no estaba aquí.” Sonja sacudió su cabeza e hizo muecas. Podía imaginarse ya a su joven ama lanzar pestes por todas partes.
“Se. No tengo ninguna duda sobre eso.” James hizo muecas.
“Umm. ¿Usted sabe donde está?” Tina preguntó tentativa. Los dos adultos parecían ajenos a su pequeña pelea y no quería que sospecharan que algo pasaba entre ella y Bette.
Sonja sacudió su cabeza, al igual que James. “La Srta. Bette dejó la casa a una hora temprana esta mañana.” James contestó.
“Fui a su cuarto a despertarla, pero no estaba allí. Fue como si no hubiera dormido allí en absoluto.” Sonja secundó.
“Ya veo.” Tina movió su cabeza cuando a mordió su labio más bajo. ¿Dónde podrías haber ido Porter? Suspiró, comenzando a preocuparse por su novia aún más. Viendo las miradas curiosas en las caras de James y de Sonja, despejó su garganta y decidió ir directa al propósito de su visita antes de que los dos comenzaran a hacer preguntas. “Bette estuvo hoy ausente y. uhm. el profesor del homeroom pidió que le diera esto.” Sacó la mano de su bolsa y entregó el sobre blanco a James. “La Srta. Richardson dijo que es. umm. es importante que lea esto esta noche.” Tina mintió a través de sus dientes mientras James miraba la carta en sus manos con un poco de curiosidad.
“La pondré dentro de su cuarto.” Sonja tomó la carta suavemente de James. “Me cercioraré de que la tenga.” Guiñó misteriosa en Tina, la intuición de las mujeres le decía que lo que sostenía entre sus dedos era una carta de amor y no algo relacionado con la escuela.
“Gracias.” Una Tina turbada masculló tímida mientras miraba sus pies apenada.
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“¡Bienvenida a casa!”
Sonja gritó cuando cerró las puertas de la sala de estar de Bette detrás de ella. No le dijo nada sobre la visita de esa tarde, dejaría que la joven Porter lo descubriera ella misma cuando comenzara a arrastrarse en la cama.
¿Muy emocionada, Sonja? Bette sacudió su cabeza divertida mientras se quitaba las gafas de sol de sus ojos. Incluso no le había agradecido a la mujer mayor por darle un masaje relajante cuando Sonja gritó esas palabras y salió del cuarto a la velocidad del rayo. Oh bien, se levantó del sofá y comenzó a desabrocharse su camisa y sus pantalones, hora de conseguir un cierto descanso. Dios sabía que ella lo necesitaba, se comenzaba a mirar de la misma manera que como se sentía - como la basura. De nuevo, su mente fué de nuevo a Tina y a la lucha. Suspiró mientras sacaba su teléfono móvil dentro de su bolsillo y lo abrió de un tirón. Diez llamadas perdidas y doce mensajes sin leer. Tentada como estaba, no leyó uno solo de los mensajes de Tina desde anoche. Estaba muy asustada para abrirlos. Se desmayaría en ese mismo momento si leía uno que dijera “hemos terminado” o algo remotamente cerca de eso. “¡Mierda!” Bette maldijo mientras saltaba en su cama, su camisa estaba abierta de par en par y sus pantalones colgando un poco abajo de sus piernas. Cerró los ojos y saboreó la sensación comfortante de las colchas de cama suaves y mullidas en su cuerpo. Estaba tan cansada, no podía esperar para quedarse dormida, pero espera. “Mierda.” Maldijo una vez más, recordando que necesitaba levantarse de nuevo para cambiarse la ropa y cepillar sus dientes. ¿Porqué saltó en cama en primer lugar? Joder era tan difícil levantarse. “Hombre.” Masculló irritada mientras inhalaba una cantidad sana de aire dentro de sus pulmones. Espera un minuto, se congeló mientras levantaba la nariz en el aire. Algo olía bien, olió sus alrededores a medida que continuó cerrándo los ojos, permitiendo que su sentido del olfato dominara sus otros sentidos. Huele como, como. “¡Mierda!” Abrió los ojos inmediatamente y se empujó hacia arriba con sus brazos. “¡Kennard!” Gritó mientras miraba el sobre blanco que descansaba algunas pulgadas lejos de su cabeza. La escritura, el olor florido, era todo Tina Kennard. Se incorporó en su cama mientras miraba fijamente la carta delante de ella. ¿Debía leerla? Su corazón golpeó pesadamente violentamente dentro de su pecho. ¿Pero qué si había una ruptura dentro de la carta? Su mente se aterró y comenzó a tomar respiraciones profundas y apresuradas. “¡Joder ya basta!” Bette dio una palmada a su cara con sus manos irritada. ¡Deja de ser una cobarde Porter de mierda! Se regañó. Con una toma rápida de oxígeno, alcanzó el sobre y rasgó la aleta con sus manos. Con una mente abierta y un corazón abierto, Bette comenzó a leer las palabras en la carta de Tina.
Después de algunos minutos, una Bette que lloraba ruidosamente se arrastró lentamente de su cama y comenzó a abrocharse su camisa y pantalones. Agarrando la carta abierta a su lado, tomó sus llaves de la mesa de la sala de estar y salió de sus habitaciones. Sin molestarse ya en ocultarse detrás de las gafas de sol. Muy segura. Bette Porter iba ahora a hacerle frente a su destino.
Porter,
Bette Porter , CEO Grupo de Compañías Porter.
¿Te parece familiar? Debe serlo. Has estado garabateando eso en la parte inferior de cada informe , de cada ensayo y de los cuadernos que te he visto dar vuelta en la escuela. Cuando la curiosidad pudo más en mi y te pedí una explicación, encogiste sus hombros y me diste esta respuesta: “Me gusta como se mira en el papel.”. Y de hecho, lo haces. Pero pienso que “gustar” es una palabra demasiado débil, y es porque te quedaste muy corta allí, porque sucede que pienso que AMAS cómo se mira en el papel. Desde ahora, no puedes esperar que eso suceda. ¿Sin embargo, quién puede culparte? ES tu futuro, lo que estás destinada a ser. Y lo sientes, lo ves, lo hueles, lo pruebas. Es el destino.
¿Quién soy yo para ir contra ellos?
$75.000 el jaguar XK, $3.700 el bolso de Louis Vuitton para papeles personales, $380 bufandas de Hermés, $262 gafas de sol de Gucci.
De nuevo, ¿no te parece familiar? Como debe ser. Escribí arriba apenas algunas de las cosas que has comprado ESTA semana (por lo menos las que me has dicho). Puede haber más, CREO que puede haber más, pero creo que eres la persona que sabe mejor eso.
¿Recuerdas el pasado martes cuando conducíamos a través de rodeo y tuviste que dar vuelta al coche para una pequeña terapia? Gastaste casi $7.000 ese día en ropa y otras cosas frívolas. No nos engañemos, amas tu dinero. Has tenido una relación de por vida con el. Amas poseerlo tanto como amas gastarlo. Y no importa cuánto intentes decir que puedes vivir sin él, ¿cuánto de eso es verdadero y cuánto de eso es apenas optimismo a ultranza de tu parte? Los chalets, los coches, la ropa, los bolsos, los zapatos, la joyería, los mil millones de dólares, la vida de una heredera.
¿Quién son yo para llevarte lejos de ellos?
Entonces.
¿Ves a donde voy con todo esto?
¿Puedes finalmente ver porqué intenté hacer lo que hice en el interior del restaurante?
Creelo o no, pensaba solamente en ti cuando dije que debíamos considerar romper. Loco como suena, tenía solamente las mejores intenciones en el corazón.
Aunque mirando detrás ahora, admito que fué una de las peores decisiones que he tomado en mi vida. Sabes lo que dicen, el camino al infierno se pavimenta con buenas intenciones. INFIERNO. Allí es donde he estado desde que me dejaste en el parque temático hace algunas horas. Y no pienso que pueda salir de allí hasta que me escuches.
Porter. Me dejaste. Y sigo estando un poco dolida por éso. ¿Cómo puedes solo irte? Y después no contestas a mis llamadas, o no contestas ni uno solo de mis mensajes patéticos. Nunca tuve que arrastrarme mucho en mi vida entera. Cuando las cosas eran realmente malas entre nosotras durante los días de etiqueta rojos, te di la oportunidad de explicarte. No lo merecías, pero no obstante te la di. ¿Entonces porqué no correspondes con la misma cortesía? Eres tan malditamente injusta Porter .
Pero te perdono. Te perdono por irte. Te perdono por golpear a la novia de Jenny con el pie en las bolas (buen trabajo). Te perdono por no hacerme caso. Te perdono por preguntar mis sentimientos. Te perdono, bien, por ser tu, la perra, la altanera, la cabrona, la muchacha de cabeza dura y obstinada de la que caí enamorada.
Pero lo que vale, lo siento realmente mucho por lastimarte hoy. Nos causamos dolor, pero la culpa más grande fué mía. Un momento de debilidad. Eso es lo que fue. Un momento de debilidad en mi persona. Me asusté, y sucumbí a mis miedos. Siento haber sido débil, lamento haber sido tan cobarde. Pienso que me conoces bastante bien para saber que cuando me asusto, digo algunas cosas que no quería realmente. Digo algunas cosas que no siento necesariamente.
Bebé, no quiero romper. Siento haberlo mencionado. Tenemos una cosa tan hermosa encendiendose entre nosotras. Y somos tan afortunadas de haberlo encontrado en una edad tan joven. Otros esperan un curso de la vida esto, algunos nunca lo experimentan, pero nosotros lo hicimos. … y por eso estaré por siempre agradecida a ese ser superior. Asi que , no dudes nunca de mi amor por ti otra vez, y por favor, creeme cuando digo eso.
Tanto como ne haces enfurecer, te amo. Insoportable como puedes ser ocasionalmente, no puedo vivir sin ti.Torpe y obstinada como te gusta ser, no hay otra muchacha para mí.
Porque. Elizabeth Jean Porter. Tu serás por siempre . LA ÚNICA a la que quiero dar una palmada y besar al mismo tiempo. La persona que amo odiar y odio amar. La que quiero matar pero no puedo vivir sin ti. Eres mi razón de caminar, hablar y respirar. Mi verdad y mi contradicción. Y te amo tanto.
Somos dos personas que pertenecemos a mundos totalmente diferentes, somos las dos caras del espectro. Eres una muchacha extraordinaria destinada para la grandeza, yo soy solamente una muchacha ordinaria destinada para la obscuridad. ¿No crees que es divertido? ¿Que un extraño juego del destino nos reunió? Pienso que convienes conmigo cuando digo que tenemos algo digno porqué luchar. Lo siento si tardé un poco para que llegara y te encontrara a medio camino en esta batalla. Pero ahora estoy aquí, y no iré dondequiera. Lo prometo.
Dame la oportunidad de componer todas las cosas que te he prometido.
Sigo siendo tuya.
Kennard.
P. D.. Acabo de escribir la carta de amor más cursi en el mundo. ¿Puedes entonces hacer a un lado tu orgullo y hablar conmigo ahora? ¿Por favor?
anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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Re: [Terminado] Sólo esa chica
CAPÍTULO TREINTA Y SIETE: Siempre después
Three years ago my journey began
Chasing down this cure, no plan in hand
Just your pulse, my racing guide in the dark
Just knowing with conviction from the start
The moment your eyes made an introduction
I felt my second violent breath of life
Flawless to the point of being godly
Yet I fell hard for your imperfections..
Canción: Ever After by Bonnie Bailey
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El planeta. 9:07 P.M.
“¿Oh Tina?” Marina Ferrer llamó al miembro más joven de su personal esperando a que la adolescente saliera de la cocina.
“¿Sí?” Tina caminó de nuevo a su jefa que estaba muy ocupada detrás del mostrador. Contuvo un gemido mientras observaba la orden en la mano de la mujer. Eran siete minutos más allá del final de su turno y quería desesperadamente ir a casa y estrellarse en su cama. Este día no había sido nada apacible y tomó su peaje en su cuerpo - sus ojos estaban inyectados en sangre, su nariz moqueaba, su mente estaba frita, su corazón dolía, y su ánimo fue machacado. Y no podía esperar para ir a casa y descansar, aunque sabía que para conseguir alguno, necesitaría llorar para dormir de nuevo. Pero parecía que el destino jugaba otra broma cruel en ella, suspiró internamente cuando forzó una sonrisa cansada en su jefa mientras marina Ferrer agitaba un papel delante de ella.
“Lo siento,” marina Ferrer sonrió apenada cuando entregó una orden a Tina. “Sylvia está llegando tarde otra vez. ¿Puedes servir ésto por mí?” Colocó una pequeña palmadita en el hombro de la muchacha mientras caminaba más allá de la adolescente agotada para atender a otro cliente. La noche del viernes era muy concurrida en el planeta, y la muchedumbre acostumbrada de la noche aparecían uno por uno.
“Está bien.” Tina sonrió débil. Estaba tan cansada, pero no era como si pudiera rechazar a su jefe demandando fatiga. Convocando la última onza de paciencia y de fuerza dentro de su cuerpo, sacó una bandeja debajo del mostrador y comenzó a preparar la orden que Marina Ferrer le dio. Suspiró mientras notaba el número cerca de la esquina superior derecha. 20. La orden era para la mesa número 20, que estaba situada dentro del área al aire libre nuevamente construida del planeta. 20. 20. 20. El número quemaba dentro de su cabeza y la tatuaba sin piedad. 20. Cumpleaños y cita oficial con Bette como pareja. En algunas semanas, estarían celebrando su primer mes-sario. Si seguimos estando juntas para entonces, pensó tristemente. Sacudió su cabeza en un esfuerzo por despejar los pensamientos deprimentes dentro de su cerebro. Solo necesito terminar con esto, así podré irme a casa y deshacerme, se dijo mientras miraba la orden de nuevo. Uno por uno, comenzó a llenar la bandeja de los platos escritos en el trozo de papel. ¿Emparedado Turco? Listo. ¿Crema batida? Listo. ¿Ensalada de Cobb? Listo. ¿Té helado? Listo.
“Hecho.” Tina sonrió a pesar de su cansancio mientras daba una última mirada en la orden. Se congeló cuando miró abajo en la bandeja y admitió la vista. “¿Porter?” Levantó una ceja mientras miraba fijamente el alimento delante de ella. Oh mi dios, tragó duro y cerró sus ojos. ¿Puede ser.? Su respiración e enganchaba dentro de su garganta. La órden acostumbrada, mesa número veinte, ¿qué significa?
La bandeja de alimento fué olvidada, Tina salió de su lugar detrás del mostrador y caminó lentamente hacia el área al aire libre del planeta. Su corazón golpeaba pesadamente en alta voz dentro de su pecho y sus manos se sacudían a sus costados. Esta por favor allí. De nuevo, pronunció su súplica a partir de esa mañana mientras avanzaba a poquitos más cerca y más cerca hacia el umbral. Con solamente algunos pasos lejos, sus ojos se cerraron automáticamente en un esfuerzo por prepararse para otra decepción más. Ella estará allí. Cambió su mantra en un esfuerzo a la psique misma. ¿Optimismo o esperanza falsa? Una pequeña voz la imitó adentro de su cabeza, pero tan pronto como hablara , la aplastó y continuó repitiendo. Ella estará allí. Con una sonrisa grande enyesada en su cara, caminó fuera del pequeño espacio al aire libre y abrió los ojos. Azotó su cabeza alrededor en busca de la persona evasiva que había intentado desesperadamente alcanzar todo el dia. Ella debe estar aquí. Surcó su frente mientras sus manos se cerraban en puños. Debes estar aquí. Mordió su labio más bajo temblando mientras la humedad comenzaba a formarse en la esquina de sus ojos. Todo estaba solo. Salvo algunos pichones africanos dentro de los reservados en el extremo lejano, ella era la única dentro del área minúscula. Sus hombros cayeron en derrota mientras sus manos agarraron una de las sillas próximas en un esfuerzo por estabilizarse. Nada, pero era una broma cruel. Se maldijo mentalmente por permitirse tener esperanza. Antes de que una lágrima se escapara de sus ojos pardos, sintió un par de brazos fuertes abrazarla por detrás y el más suave de los labios que aterrizaba en su hombro expuesto. “Lo sabía.” Mordió detrás un sollozo mientras se inclinaba detrás contra el cuerpo caliente que la sostenía de cerca. Cerró los ojos mientras venía el alivio a estrellarse en ella. “Lo siento.” Una voz apacible por detrás flotó dentro de sus oídos cuando sintió las lágrimas calientes golpear su hombro. Eso era todo lo que necesitaba para que las compuertas explotaran e inundaran sus ojos. Su cuerpo entero se sacudió y sus rodillas crecieron débiles, y si no fuera por la persona que la sostenía, habría caído al piso con un ruido sordo.
Y por algunos minutos, las dos muchachas se permitieron llorar, lágrimas de alegría, alivio, tristeza y dolor, sabiendo que con la otra persona finalmente allí, todo estaría bien. No les importaba si algunas de las personas dentro del planeta las observaran con curiosidad. No les importaba si hacían el tonto de sí mismas mientras sollozaban juntas como dos mujeres desesperadas. Lo que era más importante para las dos era la declaración silenciosa de amor y de perdón que compartían con el acto simple de sostenerse y llorar juntas. El mundo no importaba, después de todo, él nunca entendería.
Irónico como era, fue Tina la que recuperó su temple primero. Movió sus manos calmantes a lo largo de los brazos de Bette a medida que la morena continuó sollozando detrás de ella. Su corazón se rompió otra vez mientras atestiguaba de primera mano lo que su discusión había hecho a su Bette normalmente fuerte y compuesta. Después de algunos minutos más de ser consolada por la presencia de Tina, Bette finalmente se calmó y relajó en la espalda de Tina. “¿Porter?” Tina la llamó suavemente y frotó ligeramente las manos que todavía agarraban su estómago firmemente. Quiso dar vuelta alrededor y ver la cara de Bette. Quería mirar en esos ojos marrones conmovedores y besar esos labios suaves de invitación que había extrañado tanto. Pero no podía lograr dar vuelta alrededor. Tanto como quería hacerlo, su novia la sostenía tan apretada que no podía moverse. Era como si Bette la detuviera en ese lugar, adrede evitando que las dos se miraran cara a cara. “Bebé.” Dijo en voz alta otra vez. “Quiero mirarte.” Exprimió las manos de Bette suave mientras pronunciaba su petición.
“Necesito que prometas algo primero.” La voz de Bette vino como un susurro detrás de su oído.
“Cualquier cosa.”
“Promete que no te reirás.”
“De acuerdo.”
“Dilo.”
“Lo prometo.”
“Bien.”
Da vuelta alrededor.
“…”
“¿Kennard?”
Tos. “Por favor.”
“¿Qué?”
“Por favor, llamame Esmeralda.”
“¡Oh vete a la mierda!”
Risas. “¡Lo siento!”
“¡Lo prometiste!”
“Hahaha yo. No pude resistirme. Lo. Siento mmff. bebé.”
“Hmph.”
“¡Oh vamos! Todavía pareces asombrosamente caliente, mi Quasimodo.”
“Bien tu pareces caliente también, con ese pedazo de moco colgando de tu nariz.”
“¡¿Qué?! ¡¿Donde?!”
“…”
“¿Ya me lo quité?”
“Bromeaba. Haha. Hice que limpiaras tu nariz.”
“¡Oh jodete!”
“Mejor tu.”
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Academia de Redwind, campo de fútbol. 10:10 P.M.
“¿Recuerdas qué sucedió aquí?”
“¿H ?”
“Porque recuerdo todo.”
“Bebé.”
“¿Sí?”
“Cuentame la historia otra vez.”
“¿Otra vez? Pero has oído la historia un par de veces ya.”
“Sé, pero quiero oírla otra vez.”
“¿No te has cansado de ella todavía?”
“Nunca.”
Risas. “Lo que pasa es que te encanta escuchar cómo perdí la cabeza y caí loca de amor por ti.”
“Quizá.” Risas. “Anda vamos, puedes comenzar. Después de todo, estamos en el escenario perfecto para el “Porter descubrió que ella tiene un corazón” un cuento lleno de aflicción y miseria.”
Suspiro. “Está bien.”
“Grande.”
Despeja la garganta. “Comenzó con una taza simple de café y una etiqueta roja.”
“¡Espera!”
“¿Qué?”
“Lo estás haciendo todo mal. Debes comenzar con las palabras “érase una vez”.”
“Solamente que eso dará vuelta a la historia en un cuento de hadas. Y tu sabes que no hay nada caprichoso o ficticio sobre los acontecimientos que sucedieron en ese día profético.”
“Vamos. Solo intenta. Así harás la narración mucho más divertida.”
Suspiro. “Las cosas que me haces hacer.” Despeja la garganta de nuevo. “Érase una vez, en un reino muy lejano, allí vivía una hermosa, magnífica, reina extremadamente atractiva y de gran poder y tres simples princesas .”
Resoplido. “Lo siento. Continua.”
“Juntas, las cuatro monarcas reinaban sobre el pequeño reino de Redwind, un lugar lleno por completo de plebeyas bajas y desagradables que adoraban la tierra en la cual caminaban. La reina etérea Bette, que gobernaba con mano firme, decidió que la mejor manera de mantener el orden y de mantener la tierra libre de perras malvadas e irritantes era repartir los artículos mágicos de gran poder llamados las etiquetas rojas. Las que poseyeran tales artículos estaban marcadas por parte de las “intocables” - como un grupo de personas viles que tenían que ser desterradas del reino.”
“¿Malvada? ¿Irritante? ¿Perra? ¿Vil? ¿Así es cómo me veías?”
“Sshh. Estoy contando la historia aquí. De todas formas, durante una mañana profética, una plebeya torpe se ganó la ira de la reina poderosa. Naturalmente, la reina quiso golpear violentamente a la tonta que cometió un error. Pero en el momento en que estaba a punto de castigar a la plebeya. ¡BAM!”
“¡Eeeek!”
“Una bruja autosuficiente fea, vieja con una verruga enorme en la extremidad de su nariz apareció de ninguna parte y salvó a la plebeya de las manos de la reina.”
“¿Bruja?”
“¡Ssshhh!”
“Lo siento.”
“La bruja, usando su ojo malvado, hipnotizó a la pobre reina, la amenazó y la maldijo en recordar su nombre para toda la eternidad. Christina Kennard. Christina Kennard. Christina Kennard. La reina cantó repetidamente dentro de su cabeza. Y para agregar más leña al fuego, la bruja lanzó una poción mágica en la cara de la reina Bette e hizo que la hermosa reina cayera sobre sus talones perdidamente enamorada de la bruja fea.”
“Bebé, creo que no me gusta la manera en que tejes tu cuento.”
“No te preocupes bebé, se pone mejor.”
“Debe.”
“Solamente que con las capacidades mágicas que poseía también, la reina Bette utilizó un encanto muy poderoso llamado “negación” en si misma para enmascarar los efectos de la poción de la bruja. Y por algún tiempo, se engañó pensando que había dado resultado. Dio una etiqueta roja a la bruja y envió a su numeroso ejército para buscar a la bruja vieja y fea.”
“¿Piensas que soy fea?” Puchero.
“No bebé.” Beso. “Dejame acabar mi historia.”
“Está bien.”
“Solamente que la bruja era resistente, se defendió y frustró los planes de la reina de desterrarla de su reino. Entonces un día, algo peculiar sucedido. Mientras la reina miraba secretamente a la bruja cuando el ejército de plebeyas le lanzaban comida, sintió algo conmovedor dentro de su panza. Era una sensación extraña que viajó por todo su cuerpo. Cerró los ojos, intentando en vano empujar la sensación extraña lejos. Pero por otra parte, cuando abrió los ojos y miró a la bruja abajo, algo cambió. La bruja fea no parecía tan fea más. Y entonces allí, la bruja comenzó a transformarse en una diosa hermosa, ese hechizo eliminó la respiración de la reina.”
“Ahora eso me gusta mas.”
“¡Ssshhh!”
“Lo siento. Continua bebé.”
“La reina estaba perdida. No sabía qué hacer. No quería perder la cabeza pensando en cómo la bruja fea se había convertido en esa rubia, diosa atractiva. Pero al mismo tiempo, también había perdido el sueño ante esta atracción que sentía por la bruja. Entonces hizo lo que haría cualquier buena reina, buscó la sabiduría de una vieja adivina.”
Risas. “¿Vieja? Apuesto que Helena amaría esa descripción.”
“¡Kennard!”
“Lo siento.”
“¿Donde estaba ?”
“Vieja adivina.”
“Oh sí, correcto. Entonces, la vieja adivina, con su pelo todo blanco y su cara arrugada como una pasa, dio su consejo de oro a la reina.” Despeja la garganta. Con una temblorosa voz de mujer mayor: “Tiiiieeennneesss qquuueeee hhacceeeeeeerr l o Coooorreecccttoooo”. Despeja la garganta otra vez. “Dijo la vieja sabia adivina. La reina obediente hizo como le dijeron y puso un encanto protector de gran poder en la bruja. La compasiva reina Bette estaba decidida a hablar con su némesis y perdonar a la bruja no-tan-fea por sus fechorías. Pero por otra parte, la tragedia se gestaba.”
“Ooooooooo.”
“Cuando se dirigía a hacer las paces con la bruja, la magnífica reina Bette tropezó con una escena muy interesante e íntima en una de las muchas torres del castillo. La princesa Samantha, la gallarda durmiente narcoléptica. uhh. la monarca simple, tenía capturadas una o dos boobs de Tina la bruja.”
“¡No fue asi!”
“Mi historia. Mi versión.”
“Hmph.”
“Ahora esto entristecía a la reina grandemente. Podía jurar que incluso oyó a la bruja gemir mientras la princesa exprimía insípida sus pechos.”
“¡No lo hice!”
“Sé que no lo hiciste. La reina Bette estaba muy desilusionada en aquel momento. Es más, Sam no es bastante lista para hacerte gemir de placer.”
“¿Y cómo sabes eso?”
“Porque ella es un poco inexperta en ese departamento.”
“Oh, ¿y tu lo eres?”
Ahem. “Bien.. yo tenía a-”
“Callate. No quiero saber sobre tus experiencias con otras antes que yo.”
“Okaaaay. ¿Entonces donde estaba yo otra vez?”
“Princesa Sam y la bruja hermosa, atractiva QUE ABRAZA inocente.”
“Correcto. Gracias bebé. Entonces la reina Bette salió graciosamente de la torre sintiendo como que un pájaro gigante acabara de cagarse en su corona. Bajó de las escaleras dolida y abatida, como si alguien le hubiera perforado la tripa y acabaran de empujarle una sandía en su trasero.”
“Aww. Pobre bebé.”
“¡Sé! Debiste haberme visto entonces, tu corazón se hubiera roto en dos.”
“Oh, dudo eso. Todavía entonces te odiaba.”
“Pfft. Tecnicidades. De todas formas, mientras la gloriosa reina Bette se dirigía por el pasillo del comedor donde la princesa Shane y Alicia cenaban, levantó el encanto protector en la bruja y ordenó a sus subordinados que sacaran a la bruja fuera de su reino de una vez por todas.”
“Hombre, todo ese drama debido a la paranoia infundada y los celos equivocados de la reina.”
“¡Ssshh! ¿Quieres contar la historia Kennard?”
“Nope.”
“Pues guarda silencio. Entonces, la reina fue a las princesas en busca de consuelo. Pero no era su día porque la princesa Alicia escogió una lucha con ella por levantar el encanto protector en la bruja. Enojada como estaba, la reina deliciosa Bette se retiró a un lugar desde donde podía observar el jardín extenso del castillo para poder soltar un poco de vapor. No habían pasado muchos minutoscuando las puertas del castillo reventaron hacia afuera y apareció la bruja en su escoba que intentaba escapar del ejército de la reina. Desafurtunadamente para la bruja-convertida en diosa-convertida en perra, se estrelló en su escoba y cayó enterrando primero su cara en la tierra fangosa. La reina saltó preocupada cuando el zapato de la bruja voló en el aire y sus soldados alcanzaron a la bruja fangosa. Cuando vió que torturaban a la bruja, la reina comenzó a sufrir internamente por causar ese dolor en la bruja.”
“¿Realmente?”
“Sí. Y cuando la maravillosa reina Bette vio a una de sus soldados que apuntaba el zapato de Tina la bruja por detrás, no soportó mas y gritó “
“Nooooooooooooooooooooooo.”
“Exactamente. La reina se teletransportó al lado del soldado y tomó el zapato de la mano de la perra. Dio vuelta a la perra estúpida convirtiéndola en una cucaracha antes de avanzar a través de la multitud para alcanzar a la bruja maltratada. La magnífica reina Bette se horrorizó ante lo que vió así que gritó “
“Enouuuugggggggghhhhhhhhhhh!!!”
“U . Vamos, bebé, la voz de la reina Bette no era tan chillona.”
“Bebé lo siento. ¿Y entonces qué sucedió cuando la reina Bette se diò cuenta que la princesa Sam gritó la misma cosa en exactamente al mismo tiempo?”
“Oh fué malo. La espléndida reina Bette estaba lívida. Mierda, estaba tan celosa y enojada. La princesa Sammy echó a perder su acto, supuestamente ella sería la que salvaría a la bruja.”
“Bien, no fuiste bastante rápida Porter.”
“Sí, solamente que los estudiantes no escucharon a Sam sin embargo. Fue solamente cuando di la orden que se retiraron y te dejaron sola.”
“Por supuesto, tu eres su abeja reina.”
“Y tu eres la mía.”
“Cursi.”
“Lo amas.”
“Lo hago.”
Beso.
“Acaba el resto de la historia Porter. Estás en la mejor parte”
“Bien. Entonces cuando se quedaron solas las tres y la princesa Sam ayudó a la bruja a pararse,la reina sentía cómo una parte de ella dolía. No podía explicarlo en aquel momento, solo sentía esta sensación inmensa de tristeza que se colaba dentro de ella.”
“¿Si?”
“Sí. Eso la asustó mucho. La reina hizo entonces la primera cosa que se le vino a la mente, alcanzó la mano de Tina la bruja y la retuvo.” Suspiro. “¿Y sabes que? Mirando atrás, pienso que ahora comprendo lo injusta que actué el otro día.”
“¿Qué quieres decir?”
“No podía soportar la idea de que te negaras a afrontarme, así que te retuve. Pero ayer en el parque, incluso no vacilé en negarme a afrontarte, aunque sabía por experiencia de primera mano lo dolorosa que era la acción. Lo siento tanto.”
“Está bien bebé . Ambas tuvimos nuestra parte de errores anoche, muchas cosas que sentir. Apenas aprendamos de la experiencia y continuemos adelante.”
“Creo que. Éso. Nos hizo más fuertes, ¿correcto?”
“Seguro, eso espero. Hey, todavía no terminas con la historia.”
“Oh sí. Entonces la hermosa reina Bette y la simple princesa Sam empezaron un pequeño juego en medio de la pobre bruja sucia, pero aún asi asombrosamente hermosa. La reina le preguntó a su real compañera lo que significaba la bruja para ella, y la princesa Sammy contestó rápidamente que ella era su amiga. Cuando la princesa le preguntó la misma cosa, la reina se quedó sin habla. Y así es como sucedió.”
“¿La hora de la verdad?”
“La hora de la verdad. La pregunta de la princesa Sammy tocó un acorde dentro de la reina estoica. Y cuando sintió la mano de la bruja en su cara estrellándose en una palmada que la envió a los altos cielos, ella lo sabía. La despiadada Reina Bette descubrió que tenía un corazón, y que fue robado por la bruja-diosa-fangosa que corría lejos de ella.”
“¿Es el final de tu cuento?”
“Nope. La historia se escribe a si misma mientras hablamos.”
“Grande. Porque la amo.”
“Yo igual. Hey.”
“¿Sí?”
“Hay siempre dos lados en una historia. Así pues, te gustaría compartir tu cuento de la bruja?”
“Me encantaría.” Despeja la garganta. “Érase una vez, en un reino muy lejano, vivía una bruja triste y sola…”
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And now we're slightly weathered, we're slightly worn
Our hands grip together eye to eye through the storm yet
I still believe in ever after with you
Cause life is a pleasure with you by my side
And there ain't no current in this river we can't ride
I still believe in ever after with you..
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“¿Porter?” Tina se acurrucó más cerca de Bette en las gradas mientras una ráfaga de viento soplaba en su dirección y la hizo temblar. Su blusa apenas la tapaba contra los elementos implacables del aire frío de la noche, y el único calor que su cuerpo recibía era del calor que emanaba del cuerpo de Bette. Su novia, amable y meditabunda, nunca la decepcionaba. Bette frotó el brazo de Tina hacia arriba y hacia abajo para calentarla. haciendo que sus vellos se erizaran al mismo tiempo. “Vamos a hacerlo,¿verdad? ¿Vamos a tener nuestro felices por siempre después?” Tina preguntó en una voz apenas sobre un susurro, finalmente expresando en voz alta las preguntas que colgaban sobre sus cabezas después de que sus cuentos de hadas de la vida real hubieran sido contados.
“Sí.” Bette contestó cuando mordió su labio más bajo pensativa. No mentía, no lo dijo solo para dar esperanza falsa a ambas . Estaba segura de ella, lo sentía en su tripa. Y la sensación de su tripa nunca era incorrecta. “Pienso realmente que.” Cerró los ojos y sonrió mientras el viento trajo el olor dulce del champú de Tina a su nariz.
“¿Estás asustada?” Tina miró a Bette a medida que continuó poniendo su cabeza en el hombro de su novia. Si ella estaba un poco asustada. ¿qué más Bette? Perder su manto de seguridad no era ninguna pequeña broma.
“Estaba.” Bette suspiró cuando su mano frotaba el brazo de Tina para calmarla. “Estaba muy, muy asustada.” Admitió.
“¿Estabas?” Tina levantó una ceja. “¿Entonces no tienes miedo ahora?” Arrugó su frente confundida.
“No.” Bette sacudió su cabeza. Tomó la mano de Tina en la propia, la besó y después la trajo a su pecho. “Siente esto.” Presionó la palma de Tina sobre su corazón. “Ha estado golpeando el tiempo entero que nos hemos estado sentando aquí.” Tina sonrió mientras sentía el golpeo constante, de gran poder del corazón de Bette. Tenía un ritmo definido , e hizo que su corazón se inflamara de orgullo y amor por saber que latía apenas por ella.
“Ha estado latiendo uniformemente, constantemente, sin la mas pequeña duda.” Bette sonrió a medida que continuaba sosteniendo la mano de Tina cerca. “No estoy asustada Kennard, estoy realmente más emocionada. Ahora, siento que puedo lograr cualquier cosa.” Indicó con confianza. Atribuía su nueva fuerza y valor encontrados a la persona al lado de ella – el tenerla tan cerca a ella y a su corazón hacían que se sintiera segura y fuerte.
“Es divertido.” Tina rió suavemente mientras sacudía su cabeza al lado. Mantuvo su mano en el pecho de Bette, pues le gustaba cómo el latido apacible la calmaba y calentaba.
“¿Qué es?” Bette movió su mano a lo largo del brazo de Tina una vez más.
“La mayoría de la gente, si les fueran concedidos tres deseos por un genio, habrían deseado lo que tienes ahora. Dinero, poder y fama. Pero aquí estás,” Tina frotó ligeramente la mejilla de Bette cariñosamente y puso un pequeño beso en ella. “Lo tienes todo bebé, y estás dispuesta a renunciar a todo. ¿Y porqué? Por mí, de toda la gente.” Tina mordió su labio y sacudió su cabeza maravillada. No estaba solo en las novelas y películas, existía realmente una clase de amor romántico que no era egoísta y no vacilaba en sacrificarse. Y se sentía tan afortunada, tan extremadamente afortunada y privilegiada por experimentar tal cosa.
“Kennard.” Bette puso un pequeño beso en la frente de Tina y envolvió su brazo más fuerte contra el cuerpo de su novia. Le día darse cuenta de lo sorprendida y admirada que Tina parecía al haberla elegido sobre todo. ¿No había dejado bien claro lo importante que Tina era en su vida? ¿Que su amor era tan grande que llegaba hasta lo increíble? Por tal razón, Bette no vaciló en tranquilizarla. “He tenido el dinero, el poder y la fama toda mi vida. Y sé por experiencia que eso nunca podría hacer a una persona verdaderamente feliz.” Sonrió amargamente. “Si miras el mundo en una perspectiva más profunda, verás que la gente más feliz alrededor es la que vive una vida simple, una vida llena de amor, risas y buenos amigos.” Suspiró vehementemente. “Quiero esa clase de vida. Yo. Pienso que estoy lista para ésa buena vida. Y no hay nadie en este mundo que lo compartiría mas que contigo.” Acabó con una mueca mientras encontraba los ojos maravillados de Tina.
Tina rió nerviosamente cuando levantó la mano de Bette y puso un beso en su palma. “Llena de sabiduría.” Bromeó.
“Que es por lo que estamos destinadas la una para la otra.” Bette se rió entre dientes mientras recordaba la carta de Tina. Estaba llena de cursilería, pero hizo que su corazón hiciera flip-flop dentro de su pecho. “Solo por curiosidad, ¿qué desearías si tuvieras una lámpara mágica?” Preguntó a Tina después de algunos momentos. Bette sentía siempre que ella era su propio genio. Una ligera presión de un dedo y ella conseguía lo que deseaba su corazón. Divertido que no fuera de esa manera con el amor, como lo había aprendido durante las últimas semanas. Ella tuvo que ganarse esa pequeña pichoncita.
“Fácil.” Tina sonrió cuando trajo la mano de Bette a sus labios y besó los nudillos uno por uno. “Amor verdadero, juventud eterna y la capacidad de volar.” Contestó sin dudas.
Bette rió divertida. “Está bien, así que eso fué romántico, inútil e infantil. No es malo. Por lo menos no eres codiciosa.” Bromeó cuando Tina intentaba juguetónamente morder la mano que sostenía cerca de su cara.
“¿Qué sobre ti? ¿Qué desearías?” Tina preguntó curiosa. ¿Qué desearía una chica como Bette Porter , una muchacha quien tenía todo - bien, por lo menos por ahora?
Bette arrugó su frente en la concentración. “Tanto como me gustaría anotar puntos brillantes contigo diciendo la paz del mundo, igualdad para todos y amor alrededor. Tendría que ir por el poder de ver a través de la ropa, un viaje al espacio exterior y una muchacha caliente como Angelina Jolie como mi esclava sexual para toda la vida.” Sonrió toda torpe y rió cuando Tina la pellizcó en la mejilla.
“¿Es en serio?”dijo Tina enfurruñada. “Incluso no deseaste el amor verdadero como lo hice.” Puso mala cara indignada.
“¿Porqué puñetas desearía algo que tengo ya?” Bette replicó firme, dejando a Tina sin habla por algunos segundos.
“Tienes razón.” Tina movió su cabeza. “Voy a tener que cambiar mi primer deseo entonces.” Mordió su labio más bajo pensando.
“¿Sí?” Bette puso besos minúsculos en la cabeza de Tina mientras su novia reflexionaba en silencio por algunos momentos. “¿Pensaste en un nuevo deseo?” Preguntó tentativa mientras escuchó un escape audible de suspiro de los labios de Tina.
“Deseo.” Tina sonrió tímida cuando dio vuelta a su cuerpo y cambió de puesto así que montaba el regazo de Bette a horcajadas. “..que mi amor verdadero me ame por siempre y nunca crezca cansado de mí.” Susurró suavemente mientras envolvía sus brazos alrededor del cuello de Bette. Deseo que mi amor verdadero me ame en presencia de la pobreza, frente a los problemas, y en la ausencia de esperanza. Cerró los ojos mientras avanzaba a poquitos sus labios hacia Bette para un beso apacible y cariñoso. Deseo que mi amor verdadero sea confortada por mi presencia, que se haga fuerte por mi amor. Y feliz por mi sonrisa. gimió en el placer cuando Bette profundizó el beso y tiró de ella más cerca, entrelazando sus cuerpos de modo que no hubiera espacio entre ellos. Deseo que seamos la alegría de cada una, la fuente de la otra risa y el significado detrás de las vidas de cada una, sonrió cuando se rompieron libremente de los labios de cada una y acabaron mirándose en los ojos de la otra.
“No tienes que pedir un deseo para que eso suceda.” Bette susurró mientras frotaban narices con Tina. “Pero solo para que lo tengas presente en tu mente, considera tu deseo concedido.” Rió nerviosamente mientras capturaba los labios de Tina una vez más para otro beso encantador.
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“¿Puedo pedirte algo que probablemente nunca te pediría otra vez?”
“¿Qué?”
“¿Podemos apenas dormimos?” Bette bostezó mientras sus párpados se inclinaron. Ella había estado luchando contra el sueño en la últimas horas, pero ahora la fatiga la alcanzaba rápidamente.
“¡¿Qué?!” Tina levantó una ceja sorprendida. Sí, ella estaba absolutamente cansada también, pero ella prometió a Bette componer la noche ¿correcto?
“No tenemos que hacerlo enseguida, tu sabes.” Bette colocó su mano sobre la blusa de Tina y tiró levemente del cuerpo levemente bochornoso de su novia.
“¿Realmente?” Tina susurró sin aliento. “¿Pensé que querías esto?” Miiró a Bette con el miedo y la confusión en sus ojos. Dios, ¿ella hizo algo mal?
“Lo hago. Joder, lo hago realmente.” Bette puso un beso rápido en los labios de Tina. “Solamente que vas a tener que quererlo también. Sé que siempre estoy lanzando la indirecta de que nosotras tengamos sexo, pero va a ser cuando tu lo digas.” Movió una mano a través de su pelo marrón rizado y lamió los labios levemente contusionados e hinchados. “No quisiera que lo hicieras porque te sientes culpable u obligada.” Continuó mientras Tina acomodó su cuerpo y la abrazó al lado de ella. “Quiero que nuestra primera vez sea inolvidable, y no apenas un jugueteo rápido en las gradas de Redwind.” Rió mientras colocaba un brazo alrededor del hombro de Tina y tiró de ella cerca. “Dime cuando estés lista, planearemos algo agradable y memorable.” Acabó mientras Tina suspiró al lado de ella.
“Bueno.” Tina puso mala cara, sintiendose un poco decepcionada pero comprendiendo el punto de Bette al mismo tiempo. La primera vez debía ser especial, trató de convencerse.
“Hey.” Bette miró abajo en su reloj y levantó sus cejas en sorpresa. El tiempo voló sin sentirlo, eran ya las doce treinta y tres de la mañana. Waaay más allá del toque de queda de Tina.
“¿Qué?” Tina miró a Bette confundida.
“¡Buenos dias Kennard!” Bette rió mientras demostraba a Tina el tiempo. Pero la risa murió en sus labios mientras notó la mirada congelada en la cara de Tina.
“Dilo otra vez.” Tina pidió suavemente cuando sintió el toque apacible familiar dentro de su pecho. Finalmente, las palabras que había estado extrañando todo el día.Y con una mirada, Bette entendió. “Buenos dias Kennard.” Susurró suavemente cuando las lágrimas comenzaron a formarse en la esquina de los ojos de Tina.
“Dilo otra vez.” Tina lloriqueó mientras jalaba a Bette más cerca de su cuerpo.
“Buenos dias Kennard.”
“Otra vez.” Tina lloriqueó mientras enterraba su cara en el cuello de Bette.
“Buenos dias Kennard.”
“Otra vez.”
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Nothing compares to the good times
Feels like we're floating when the rest have to climb
You made me believe in and not the perfect kind
A real messy beautiful twisted sunshine
Emotions, volcanic eruptions
We both still care so we're still alive
Tunnel vision, determination
I want you, I want to make it right
And now we're slightly weathered, we're slightly worn
Our hands grip together eye to eye through the storm yet
I still believe in ever after with you
Cause life is a pleasure with you by my side
And there ain't no current in this river we can't ride
I still believe in ever after with you..
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Riiinngggg.
“Ugh. ¿hola?”
"Porter.”
"¿Qué hora es?”
“Las seis de la mañana.”
Bostezo. “¿No debías estar todavía durmiendo bebé?”
“Porter.”
“¿Sí?”
“Estoy lista.”
Canción: Siempre después por Bonnie Bailey
Three years ago my journey began
Chasing down this cure, no plan in hand
Just your pulse, my racing guide in the dark
Just knowing with conviction from the start
The moment your eyes made an introduction
I felt my second violent breath of life
Flawless to the point of being godly
Yet I fell hard for your imperfections..
Canción: Ever After by Bonnie Bailey
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El planeta. 9:07 P.M.
“¿Oh Tina?” Marina Ferrer llamó al miembro más joven de su personal esperando a que la adolescente saliera de la cocina.
“¿Sí?” Tina caminó de nuevo a su jefa que estaba muy ocupada detrás del mostrador. Contuvo un gemido mientras observaba la orden en la mano de la mujer. Eran siete minutos más allá del final de su turno y quería desesperadamente ir a casa y estrellarse en su cama. Este día no había sido nada apacible y tomó su peaje en su cuerpo - sus ojos estaban inyectados en sangre, su nariz moqueaba, su mente estaba frita, su corazón dolía, y su ánimo fue machacado. Y no podía esperar para ir a casa y descansar, aunque sabía que para conseguir alguno, necesitaría llorar para dormir de nuevo. Pero parecía que el destino jugaba otra broma cruel en ella, suspiró internamente cuando forzó una sonrisa cansada en su jefa mientras marina Ferrer agitaba un papel delante de ella.
“Lo siento,” marina Ferrer sonrió apenada cuando entregó una orden a Tina. “Sylvia está llegando tarde otra vez. ¿Puedes servir ésto por mí?” Colocó una pequeña palmadita en el hombro de la muchacha mientras caminaba más allá de la adolescente agotada para atender a otro cliente. La noche del viernes era muy concurrida en el planeta, y la muchedumbre acostumbrada de la noche aparecían uno por uno.
“Está bien.” Tina sonrió débil. Estaba tan cansada, pero no era como si pudiera rechazar a su jefe demandando fatiga. Convocando la última onza de paciencia y de fuerza dentro de su cuerpo, sacó una bandeja debajo del mostrador y comenzó a preparar la orden que Marina Ferrer le dio. Suspiró mientras notaba el número cerca de la esquina superior derecha. 20. La orden era para la mesa número 20, que estaba situada dentro del área al aire libre nuevamente construida del planeta. 20. 20. 20. El número quemaba dentro de su cabeza y la tatuaba sin piedad. 20. Cumpleaños y cita oficial con Bette como pareja. En algunas semanas, estarían celebrando su primer mes-sario. Si seguimos estando juntas para entonces, pensó tristemente. Sacudió su cabeza en un esfuerzo por despejar los pensamientos deprimentes dentro de su cerebro. Solo necesito terminar con esto, así podré irme a casa y deshacerme, se dijo mientras miraba la orden de nuevo. Uno por uno, comenzó a llenar la bandeja de los platos escritos en el trozo de papel. ¿Emparedado Turco? Listo. ¿Crema batida? Listo. ¿Ensalada de Cobb? Listo. ¿Té helado? Listo.
“Hecho.” Tina sonrió a pesar de su cansancio mientras daba una última mirada en la orden. Se congeló cuando miró abajo en la bandeja y admitió la vista. “¿Porter?” Levantó una ceja mientras miraba fijamente el alimento delante de ella. Oh mi dios, tragó duro y cerró sus ojos. ¿Puede ser.? Su respiración e enganchaba dentro de su garganta. La órden acostumbrada, mesa número veinte, ¿qué significa?
La bandeja de alimento fué olvidada, Tina salió de su lugar detrás del mostrador y caminó lentamente hacia el área al aire libre del planeta. Su corazón golpeaba pesadamente en alta voz dentro de su pecho y sus manos se sacudían a sus costados. Esta por favor allí. De nuevo, pronunció su súplica a partir de esa mañana mientras avanzaba a poquitos más cerca y más cerca hacia el umbral. Con solamente algunos pasos lejos, sus ojos se cerraron automáticamente en un esfuerzo por prepararse para otra decepción más. Ella estará allí. Cambió su mantra en un esfuerzo a la psique misma. ¿Optimismo o esperanza falsa? Una pequeña voz la imitó adentro de su cabeza, pero tan pronto como hablara , la aplastó y continuó repitiendo. Ella estará allí. Con una sonrisa grande enyesada en su cara, caminó fuera del pequeño espacio al aire libre y abrió los ojos. Azotó su cabeza alrededor en busca de la persona evasiva que había intentado desesperadamente alcanzar todo el dia. Ella debe estar aquí. Surcó su frente mientras sus manos se cerraban en puños. Debes estar aquí. Mordió su labio más bajo temblando mientras la humedad comenzaba a formarse en la esquina de sus ojos. Todo estaba solo. Salvo algunos pichones africanos dentro de los reservados en el extremo lejano, ella era la única dentro del área minúscula. Sus hombros cayeron en derrota mientras sus manos agarraron una de las sillas próximas en un esfuerzo por estabilizarse. Nada, pero era una broma cruel. Se maldijo mentalmente por permitirse tener esperanza. Antes de que una lágrima se escapara de sus ojos pardos, sintió un par de brazos fuertes abrazarla por detrás y el más suave de los labios que aterrizaba en su hombro expuesto. “Lo sabía.” Mordió detrás un sollozo mientras se inclinaba detrás contra el cuerpo caliente que la sostenía de cerca. Cerró los ojos mientras venía el alivio a estrellarse en ella. “Lo siento.” Una voz apacible por detrás flotó dentro de sus oídos cuando sintió las lágrimas calientes golpear su hombro. Eso era todo lo que necesitaba para que las compuertas explotaran e inundaran sus ojos. Su cuerpo entero se sacudió y sus rodillas crecieron débiles, y si no fuera por la persona que la sostenía, habría caído al piso con un ruido sordo.
Y por algunos minutos, las dos muchachas se permitieron llorar, lágrimas de alegría, alivio, tristeza y dolor, sabiendo que con la otra persona finalmente allí, todo estaría bien. No les importaba si algunas de las personas dentro del planeta las observaran con curiosidad. No les importaba si hacían el tonto de sí mismas mientras sollozaban juntas como dos mujeres desesperadas. Lo que era más importante para las dos era la declaración silenciosa de amor y de perdón que compartían con el acto simple de sostenerse y llorar juntas. El mundo no importaba, después de todo, él nunca entendería.
Irónico como era, fue Tina la que recuperó su temple primero. Movió sus manos calmantes a lo largo de los brazos de Bette a medida que la morena continuó sollozando detrás de ella. Su corazón se rompió otra vez mientras atestiguaba de primera mano lo que su discusión había hecho a su Bette normalmente fuerte y compuesta. Después de algunos minutos más de ser consolada por la presencia de Tina, Bette finalmente se calmó y relajó en la espalda de Tina. “¿Porter?” Tina la llamó suavemente y frotó ligeramente las manos que todavía agarraban su estómago firmemente. Quiso dar vuelta alrededor y ver la cara de Bette. Quería mirar en esos ojos marrones conmovedores y besar esos labios suaves de invitación que había extrañado tanto. Pero no podía lograr dar vuelta alrededor. Tanto como quería hacerlo, su novia la sostenía tan apretada que no podía moverse. Era como si Bette la detuviera en ese lugar, adrede evitando que las dos se miraran cara a cara. “Bebé.” Dijo en voz alta otra vez. “Quiero mirarte.” Exprimió las manos de Bette suave mientras pronunciaba su petición.
“Necesito que prometas algo primero.” La voz de Bette vino como un susurro detrás de su oído.
“Cualquier cosa.”
“Promete que no te reirás.”
“De acuerdo.”
“Dilo.”
“Lo prometo.”
“Bien.”
Da vuelta alrededor.
“…”
“¿Kennard?”
Tos. “Por favor.”
“¿Qué?”
“Por favor, llamame Esmeralda.”
“¡Oh vete a la mierda!”
Risas. “¡Lo siento!”
“¡Lo prometiste!”
“Hahaha yo. No pude resistirme. Lo. Siento mmff. bebé.”
“Hmph.”
“¡Oh vamos! Todavía pareces asombrosamente caliente, mi Quasimodo.”
“Bien tu pareces caliente también, con ese pedazo de moco colgando de tu nariz.”
“¡¿Qué?! ¡¿Donde?!”
“…”
“¿Ya me lo quité?”
“Bromeaba. Haha. Hice que limpiaras tu nariz.”
“¡Oh jodete!”
“Mejor tu.”
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Academia de Redwind, campo de fútbol. 10:10 P.M.
“¿Recuerdas qué sucedió aquí?”
“¿H ?”
“Porque recuerdo todo.”
“Bebé.”
“¿Sí?”
“Cuentame la historia otra vez.”
“¿Otra vez? Pero has oído la historia un par de veces ya.”
“Sé, pero quiero oírla otra vez.”
“¿No te has cansado de ella todavía?”
“Nunca.”
Risas. “Lo que pasa es que te encanta escuchar cómo perdí la cabeza y caí loca de amor por ti.”
“Quizá.” Risas. “Anda vamos, puedes comenzar. Después de todo, estamos en el escenario perfecto para el “Porter descubrió que ella tiene un corazón” un cuento lleno de aflicción y miseria.”
Suspiro. “Está bien.”
“Grande.”
Despeja la garganta. “Comenzó con una taza simple de café y una etiqueta roja.”
“¡Espera!”
“¿Qué?”
“Lo estás haciendo todo mal. Debes comenzar con las palabras “érase una vez”.”
“Solamente que eso dará vuelta a la historia en un cuento de hadas. Y tu sabes que no hay nada caprichoso o ficticio sobre los acontecimientos que sucedieron en ese día profético.”
“Vamos. Solo intenta. Así harás la narración mucho más divertida.”
Suspiro. “Las cosas que me haces hacer.” Despeja la garganta de nuevo. “Érase una vez, en un reino muy lejano, allí vivía una hermosa, magnífica, reina extremadamente atractiva y de gran poder y tres simples princesas .”
Resoplido. “Lo siento. Continua.”
“Juntas, las cuatro monarcas reinaban sobre el pequeño reino de Redwind, un lugar lleno por completo de plebeyas bajas y desagradables que adoraban la tierra en la cual caminaban. La reina etérea Bette, que gobernaba con mano firme, decidió que la mejor manera de mantener el orden y de mantener la tierra libre de perras malvadas e irritantes era repartir los artículos mágicos de gran poder llamados las etiquetas rojas. Las que poseyeran tales artículos estaban marcadas por parte de las “intocables” - como un grupo de personas viles que tenían que ser desterradas del reino.”
“¿Malvada? ¿Irritante? ¿Perra? ¿Vil? ¿Así es cómo me veías?”
“Sshh. Estoy contando la historia aquí. De todas formas, durante una mañana profética, una plebeya torpe se ganó la ira de la reina poderosa. Naturalmente, la reina quiso golpear violentamente a la tonta que cometió un error. Pero en el momento en que estaba a punto de castigar a la plebeya. ¡BAM!”
“¡Eeeek!”
“Una bruja autosuficiente fea, vieja con una verruga enorme en la extremidad de su nariz apareció de ninguna parte y salvó a la plebeya de las manos de la reina.”
“¿Bruja?”
“¡Ssshhh!”
“Lo siento.”
“La bruja, usando su ojo malvado, hipnotizó a la pobre reina, la amenazó y la maldijo en recordar su nombre para toda la eternidad. Christina Kennard. Christina Kennard. Christina Kennard. La reina cantó repetidamente dentro de su cabeza. Y para agregar más leña al fuego, la bruja lanzó una poción mágica en la cara de la reina Bette e hizo que la hermosa reina cayera sobre sus talones perdidamente enamorada de la bruja fea.”
“Bebé, creo que no me gusta la manera en que tejes tu cuento.”
“No te preocupes bebé, se pone mejor.”
“Debe.”
“Solamente que con las capacidades mágicas que poseía también, la reina Bette utilizó un encanto muy poderoso llamado “negación” en si misma para enmascarar los efectos de la poción de la bruja. Y por algún tiempo, se engañó pensando que había dado resultado. Dio una etiqueta roja a la bruja y envió a su numeroso ejército para buscar a la bruja vieja y fea.”
“¿Piensas que soy fea?” Puchero.
“No bebé.” Beso. “Dejame acabar mi historia.”
“Está bien.”
“Solamente que la bruja era resistente, se defendió y frustró los planes de la reina de desterrarla de su reino. Entonces un día, algo peculiar sucedido. Mientras la reina miraba secretamente a la bruja cuando el ejército de plebeyas le lanzaban comida, sintió algo conmovedor dentro de su panza. Era una sensación extraña que viajó por todo su cuerpo. Cerró los ojos, intentando en vano empujar la sensación extraña lejos. Pero por otra parte, cuando abrió los ojos y miró a la bruja abajo, algo cambió. La bruja fea no parecía tan fea más. Y entonces allí, la bruja comenzó a transformarse en una diosa hermosa, ese hechizo eliminó la respiración de la reina.”
“Ahora eso me gusta mas.”
“¡Ssshhh!”
“Lo siento. Continua bebé.”
“La reina estaba perdida. No sabía qué hacer. No quería perder la cabeza pensando en cómo la bruja fea se había convertido en esa rubia, diosa atractiva. Pero al mismo tiempo, también había perdido el sueño ante esta atracción que sentía por la bruja. Entonces hizo lo que haría cualquier buena reina, buscó la sabiduría de una vieja adivina.”
Risas. “¿Vieja? Apuesto que Helena amaría esa descripción.”
“¡Kennard!”
“Lo siento.”
“¿Donde estaba ?”
“Vieja adivina.”
“Oh sí, correcto. Entonces, la vieja adivina, con su pelo todo blanco y su cara arrugada como una pasa, dio su consejo de oro a la reina.” Despeja la garganta. Con una temblorosa voz de mujer mayor: “Tiiiieeennneesss qquuueeee hhacceeeeeeerr l o Coooorreecccttoooo”. Despeja la garganta otra vez. “Dijo la vieja sabia adivina. La reina obediente hizo como le dijeron y puso un encanto protector de gran poder en la bruja. La compasiva reina Bette estaba decidida a hablar con su némesis y perdonar a la bruja no-tan-fea por sus fechorías. Pero por otra parte, la tragedia se gestaba.”
“Ooooooooo.”
“Cuando se dirigía a hacer las paces con la bruja, la magnífica reina Bette tropezó con una escena muy interesante e íntima en una de las muchas torres del castillo. La princesa Samantha, la gallarda durmiente narcoléptica. uhh. la monarca simple, tenía capturadas una o dos boobs de Tina la bruja.”
“¡No fue asi!”
“Mi historia. Mi versión.”
“Hmph.”
“Ahora esto entristecía a la reina grandemente. Podía jurar que incluso oyó a la bruja gemir mientras la princesa exprimía insípida sus pechos.”
“¡No lo hice!”
“Sé que no lo hiciste. La reina Bette estaba muy desilusionada en aquel momento. Es más, Sam no es bastante lista para hacerte gemir de placer.”
“¿Y cómo sabes eso?”
“Porque ella es un poco inexperta en ese departamento.”
“Oh, ¿y tu lo eres?”
Ahem. “Bien.. yo tenía a-”
“Callate. No quiero saber sobre tus experiencias con otras antes que yo.”
“Okaaaay. ¿Entonces donde estaba yo otra vez?”
“Princesa Sam y la bruja hermosa, atractiva QUE ABRAZA inocente.”
“Correcto. Gracias bebé. Entonces la reina Bette salió graciosamente de la torre sintiendo como que un pájaro gigante acabara de cagarse en su corona. Bajó de las escaleras dolida y abatida, como si alguien le hubiera perforado la tripa y acabaran de empujarle una sandía en su trasero.”
“Aww. Pobre bebé.”
“¡Sé! Debiste haberme visto entonces, tu corazón se hubiera roto en dos.”
“Oh, dudo eso. Todavía entonces te odiaba.”
“Pfft. Tecnicidades. De todas formas, mientras la gloriosa reina Bette se dirigía por el pasillo del comedor donde la princesa Shane y Alicia cenaban, levantó el encanto protector en la bruja y ordenó a sus subordinados que sacaran a la bruja fuera de su reino de una vez por todas.”
“Hombre, todo ese drama debido a la paranoia infundada y los celos equivocados de la reina.”
“¡Ssshh! ¿Quieres contar la historia Kennard?”
“Nope.”
“Pues guarda silencio. Entonces, la reina fue a las princesas en busca de consuelo. Pero no era su día porque la princesa Alicia escogió una lucha con ella por levantar el encanto protector en la bruja. Enojada como estaba, la reina deliciosa Bette se retiró a un lugar desde donde podía observar el jardín extenso del castillo para poder soltar un poco de vapor. No habían pasado muchos minutoscuando las puertas del castillo reventaron hacia afuera y apareció la bruja en su escoba que intentaba escapar del ejército de la reina. Desafurtunadamente para la bruja-convertida en diosa-convertida en perra, se estrelló en su escoba y cayó enterrando primero su cara en la tierra fangosa. La reina saltó preocupada cuando el zapato de la bruja voló en el aire y sus soldados alcanzaron a la bruja fangosa. Cuando vió que torturaban a la bruja, la reina comenzó a sufrir internamente por causar ese dolor en la bruja.”
“¿Realmente?”
“Sí. Y cuando la maravillosa reina Bette vio a una de sus soldados que apuntaba el zapato de Tina la bruja por detrás, no soportó mas y gritó “
“Nooooooooooooooooooooooo.”
“Exactamente. La reina se teletransportó al lado del soldado y tomó el zapato de la mano de la perra. Dio vuelta a la perra estúpida convirtiéndola en una cucaracha antes de avanzar a través de la multitud para alcanzar a la bruja maltratada. La magnífica reina Bette se horrorizó ante lo que vió así que gritó “
“Enouuuugggggggghhhhhhhhhhh!!!”
“U . Vamos, bebé, la voz de la reina Bette no era tan chillona.”
“Bebé lo siento. ¿Y entonces qué sucedió cuando la reina Bette se diò cuenta que la princesa Sam gritó la misma cosa en exactamente al mismo tiempo?”
“Oh fué malo. La espléndida reina Bette estaba lívida. Mierda, estaba tan celosa y enojada. La princesa Sammy echó a perder su acto, supuestamente ella sería la que salvaría a la bruja.”
“Bien, no fuiste bastante rápida Porter.”
“Sí, solamente que los estudiantes no escucharon a Sam sin embargo. Fue solamente cuando di la orden que se retiraron y te dejaron sola.”
“Por supuesto, tu eres su abeja reina.”
“Y tu eres la mía.”
“Cursi.”
“Lo amas.”
“Lo hago.”
Beso.
“Acaba el resto de la historia Porter. Estás en la mejor parte”
“Bien. Entonces cuando se quedaron solas las tres y la princesa Sam ayudó a la bruja a pararse,la reina sentía cómo una parte de ella dolía. No podía explicarlo en aquel momento, solo sentía esta sensación inmensa de tristeza que se colaba dentro de ella.”
“¿Si?”
“Sí. Eso la asustó mucho. La reina hizo entonces la primera cosa que se le vino a la mente, alcanzó la mano de Tina la bruja y la retuvo.” Suspiro. “¿Y sabes que? Mirando atrás, pienso que ahora comprendo lo injusta que actué el otro día.”
“¿Qué quieres decir?”
“No podía soportar la idea de que te negaras a afrontarme, así que te retuve. Pero ayer en el parque, incluso no vacilé en negarme a afrontarte, aunque sabía por experiencia de primera mano lo dolorosa que era la acción. Lo siento tanto.”
“Está bien bebé . Ambas tuvimos nuestra parte de errores anoche, muchas cosas que sentir. Apenas aprendamos de la experiencia y continuemos adelante.”
“Creo que. Éso. Nos hizo más fuertes, ¿correcto?”
“Seguro, eso espero. Hey, todavía no terminas con la historia.”
“Oh sí. Entonces la hermosa reina Bette y la simple princesa Sam empezaron un pequeño juego en medio de la pobre bruja sucia, pero aún asi asombrosamente hermosa. La reina le preguntó a su real compañera lo que significaba la bruja para ella, y la princesa Sammy contestó rápidamente que ella era su amiga. Cuando la princesa le preguntó la misma cosa, la reina se quedó sin habla. Y así es como sucedió.”
“¿La hora de la verdad?”
“La hora de la verdad. La pregunta de la princesa Sammy tocó un acorde dentro de la reina estoica. Y cuando sintió la mano de la bruja en su cara estrellándose en una palmada que la envió a los altos cielos, ella lo sabía. La despiadada Reina Bette descubrió que tenía un corazón, y que fue robado por la bruja-diosa-fangosa que corría lejos de ella.”
“¿Es el final de tu cuento?”
“Nope. La historia se escribe a si misma mientras hablamos.”
“Grande. Porque la amo.”
“Yo igual. Hey.”
“¿Sí?”
“Hay siempre dos lados en una historia. Así pues, te gustaría compartir tu cuento de la bruja?”
“Me encantaría.” Despeja la garganta. “Érase una vez, en un reino muy lejano, vivía una bruja triste y sola…”
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And now we're slightly weathered, we're slightly worn
Our hands grip together eye to eye through the storm yet
I still believe in ever after with you
Cause life is a pleasure with you by my side
And there ain't no current in this river we can't ride
I still believe in ever after with you..
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“¿Porter?” Tina se acurrucó más cerca de Bette en las gradas mientras una ráfaga de viento soplaba en su dirección y la hizo temblar. Su blusa apenas la tapaba contra los elementos implacables del aire frío de la noche, y el único calor que su cuerpo recibía era del calor que emanaba del cuerpo de Bette. Su novia, amable y meditabunda, nunca la decepcionaba. Bette frotó el brazo de Tina hacia arriba y hacia abajo para calentarla. haciendo que sus vellos se erizaran al mismo tiempo. “Vamos a hacerlo,¿verdad? ¿Vamos a tener nuestro felices por siempre después?” Tina preguntó en una voz apenas sobre un susurro, finalmente expresando en voz alta las preguntas que colgaban sobre sus cabezas después de que sus cuentos de hadas de la vida real hubieran sido contados.
“Sí.” Bette contestó cuando mordió su labio más bajo pensativa. No mentía, no lo dijo solo para dar esperanza falsa a ambas . Estaba segura de ella, lo sentía en su tripa. Y la sensación de su tripa nunca era incorrecta. “Pienso realmente que.” Cerró los ojos y sonrió mientras el viento trajo el olor dulce del champú de Tina a su nariz.
“¿Estás asustada?” Tina miró a Bette a medida que continuó poniendo su cabeza en el hombro de su novia. Si ella estaba un poco asustada. ¿qué más Bette? Perder su manto de seguridad no era ninguna pequeña broma.
“Estaba.” Bette suspiró cuando su mano frotaba el brazo de Tina para calmarla. “Estaba muy, muy asustada.” Admitió.
“¿Estabas?” Tina levantó una ceja. “¿Entonces no tienes miedo ahora?” Arrugó su frente confundida.
“No.” Bette sacudió su cabeza. Tomó la mano de Tina en la propia, la besó y después la trajo a su pecho. “Siente esto.” Presionó la palma de Tina sobre su corazón. “Ha estado golpeando el tiempo entero que nos hemos estado sentando aquí.” Tina sonrió mientras sentía el golpeo constante, de gran poder del corazón de Bette. Tenía un ritmo definido , e hizo que su corazón se inflamara de orgullo y amor por saber que latía apenas por ella.
“Ha estado latiendo uniformemente, constantemente, sin la mas pequeña duda.” Bette sonrió a medida que continuaba sosteniendo la mano de Tina cerca. “No estoy asustada Kennard, estoy realmente más emocionada. Ahora, siento que puedo lograr cualquier cosa.” Indicó con confianza. Atribuía su nueva fuerza y valor encontrados a la persona al lado de ella – el tenerla tan cerca a ella y a su corazón hacían que se sintiera segura y fuerte.
“Es divertido.” Tina rió suavemente mientras sacudía su cabeza al lado. Mantuvo su mano en el pecho de Bette, pues le gustaba cómo el latido apacible la calmaba y calentaba.
“¿Qué es?” Bette movió su mano a lo largo del brazo de Tina una vez más.
“La mayoría de la gente, si les fueran concedidos tres deseos por un genio, habrían deseado lo que tienes ahora. Dinero, poder y fama. Pero aquí estás,” Tina frotó ligeramente la mejilla de Bette cariñosamente y puso un pequeño beso en ella. “Lo tienes todo bebé, y estás dispuesta a renunciar a todo. ¿Y porqué? Por mí, de toda la gente.” Tina mordió su labio y sacudió su cabeza maravillada. No estaba solo en las novelas y películas, existía realmente una clase de amor romántico que no era egoísta y no vacilaba en sacrificarse. Y se sentía tan afortunada, tan extremadamente afortunada y privilegiada por experimentar tal cosa.
“Kennard.” Bette puso un pequeño beso en la frente de Tina y envolvió su brazo más fuerte contra el cuerpo de su novia. Le día darse cuenta de lo sorprendida y admirada que Tina parecía al haberla elegido sobre todo. ¿No había dejado bien claro lo importante que Tina era en su vida? ¿Que su amor era tan grande que llegaba hasta lo increíble? Por tal razón, Bette no vaciló en tranquilizarla. “He tenido el dinero, el poder y la fama toda mi vida. Y sé por experiencia que eso nunca podría hacer a una persona verdaderamente feliz.” Sonrió amargamente. “Si miras el mundo en una perspectiva más profunda, verás que la gente más feliz alrededor es la que vive una vida simple, una vida llena de amor, risas y buenos amigos.” Suspiró vehementemente. “Quiero esa clase de vida. Yo. Pienso que estoy lista para ésa buena vida. Y no hay nadie en este mundo que lo compartiría mas que contigo.” Acabó con una mueca mientras encontraba los ojos maravillados de Tina.
Tina rió nerviosamente cuando levantó la mano de Bette y puso un beso en su palma. “Llena de sabiduría.” Bromeó.
“Que es por lo que estamos destinadas la una para la otra.” Bette se rió entre dientes mientras recordaba la carta de Tina. Estaba llena de cursilería, pero hizo que su corazón hiciera flip-flop dentro de su pecho. “Solo por curiosidad, ¿qué desearías si tuvieras una lámpara mágica?” Preguntó a Tina después de algunos momentos. Bette sentía siempre que ella era su propio genio. Una ligera presión de un dedo y ella conseguía lo que deseaba su corazón. Divertido que no fuera de esa manera con el amor, como lo había aprendido durante las últimas semanas. Ella tuvo que ganarse esa pequeña pichoncita.
“Fácil.” Tina sonrió cuando trajo la mano de Bette a sus labios y besó los nudillos uno por uno. “Amor verdadero, juventud eterna y la capacidad de volar.” Contestó sin dudas.
Bette rió divertida. “Está bien, así que eso fué romántico, inútil e infantil. No es malo. Por lo menos no eres codiciosa.” Bromeó cuando Tina intentaba juguetónamente morder la mano que sostenía cerca de su cara.
“¿Qué sobre ti? ¿Qué desearías?” Tina preguntó curiosa. ¿Qué desearía una chica como Bette Porter , una muchacha quien tenía todo - bien, por lo menos por ahora?
Bette arrugó su frente en la concentración. “Tanto como me gustaría anotar puntos brillantes contigo diciendo la paz del mundo, igualdad para todos y amor alrededor. Tendría que ir por el poder de ver a través de la ropa, un viaje al espacio exterior y una muchacha caliente como Angelina Jolie como mi esclava sexual para toda la vida.” Sonrió toda torpe y rió cuando Tina la pellizcó en la mejilla.
“¿Es en serio?”dijo Tina enfurruñada. “Incluso no deseaste el amor verdadero como lo hice.” Puso mala cara indignada.
“¿Porqué puñetas desearía algo que tengo ya?” Bette replicó firme, dejando a Tina sin habla por algunos segundos.
“Tienes razón.” Tina movió su cabeza. “Voy a tener que cambiar mi primer deseo entonces.” Mordió su labio más bajo pensando.
“¿Sí?” Bette puso besos minúsculos en la cabeza de Tina mientras su novia reflexionaba en silencio por algunos momentos. “¿Pensaste en un nuevo deseo?” Preguntó tentativa mientras escuchó un escape audible de suspiro de los labios de Tina.
“Deseo.” Tina sonrió tímida cuando dio vuelta a su cuerpo y cambió de puesto así que montaba el regazo de Bette a horcajadas. “..que mi amor verdadero me ame por siempre y nunca crezca cansado de mí.” Susurró suavemente mientras envolvía sus brazos alrededor del cuello de Bette. Deseo que mi amor verdadero me ame en presencia de la pobreza, frente a los problemas, y en la ausencia de esperanza. Cerró los ojos mientras avanzaba a poquitos sus labios hacia Bette para un beso apacible y cariñoso. Deseo que mi amor verdadero sea confortada por mi presencia, que se haga fuerte por mi amor. Y feliz por mi sonrisa. gimió en el placer cuando Bette profundizó el beso y tiró de ella más cerca, entrelazando sus cuerpos de modo que no hubiera espacio entre ellos. Deseo que seamos la alegría de cada una, la fuente de la otra risa y el significado detrás de las vidas de cada una, sonrió cuando se rompieron libremente de los labios de cada una y acabaron mirándose en los ojos de la otra.
“No tienes que pedir un deseo para que eso suceda.” Bette susurró mientras frotaban narices con Tina. “Pero solo para que lo tengas presente en tu mente, considera tu deseo concedido.” Rió nerviosamente mientras capturaba los labios de Tina una vez más para otro beso encantador.
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“¿Puedo pedirte algo que probablemente nunca te pediría otra vez?”
“¿Qué?”
“¿Podemos apenas dormimos?” Bette bostezó mientras sus párpados se inclinaron. Ella había estado luchando contra el sueño en la últimas horas, pero ahora la fatiga la alcanzaba rápidamente.
“¡¿Qué?!” Tina levantó una ceja sorprendida. Sí, ella estaba absolutamente cansada también, pero ella prometió a Bette componer la noche ¿correcto?
“No tenemos que hacerlo enseguida, tu sabes.” Bette colocó su mano sobre la blusa de Tina y tiró levemente del cuerpo levemente bochornoso de su novia.
“¿Realmente?” Tina susurró sin aliento. “¿Pensé que querías esto?” Miiró a Bette con el miedo y la confusión en sus ojos. Dios, ¿ella hizo algo mal?
“Lo hago. Joder, lo hago realmente.” Bette puso un beso rápido en los labios de Tina. “Solamente que vas a tener que quererlo también. Sé que siempre estoy lanzando la indirecta de que nosotras tengamos sexo, pero va a ser cuando tu lo digas.” Movió una mano a través de su pelo marrón rizado y lamió los labios levemente contusionados e hinchados. “No quisiera que lo hicieras porque te sientes culpable u obligada.” Continuó mientras Tina acomodó su cuerpo y la abrazó al lado de ella. “Quiero que nuestra primera vez sea inolvidable, y no apenas un jugueteo rápido en las gradas de Redwind.” Rió mientras colocaba un brazo alrededor del hombro de Tina y tiró de ella cerca. “Dime cuando estés lista, planearemos algo agradable y memorable.” Acabó mientras Tina suspiró al lado de ella.
“Bueno.” Tina puso mala cara, sintiendose un poco decepcionada pero comprendiendo el punto de Bette al mismo tiempo. La primera vez debía ser especial, trató de convencerse.
“Hey.” Bette miró abajo en su reloj y levantó sus cejas en sorpresa. El tiempo voló sin sentirlo, eran ya las doce treinta y tres de la mañana. Waaay más allá del toque de queda de Tina.
“¿Qué?” Tina miró a Bette confundida.
“¡Buenos dias Kennard!” Bette rió mientras demostraba a Tina el tiempo. Pero la risa murió en sus labios mientras notó la mirada congelada en la cara de Tina.
“Dilo otra vez.” Tina pidió suavemente cuando sintió el toque apacible familiar dentro de su pecho. Finalmente, las palabras que había estado extrañando todo el día.Y con una mirada, Bette entendió. “Buenos dias Kennard.” Susurró suavemente cuando las lágrimas comenzaron a formarse en la esquina de los ojos de Tina.
“Dilo otra vez.” Tina lloriqueó mientras jalaba a Bette más cerca de su cuerpo.
“Buenos dias Kennard.”
“Otra vez.” Tina lloriqueó mientras enterraba su cara en el cuello de Bette.
“Buenos dias Kennard.”
“Otra vez.”
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Emotions, volcanic eruptions
We both still care so we're still alive
Tunnel vision, determination
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Riiinngggg.
“Ugh. ¿hola?”
"Porter.”
"¿Qué hora es?”
“Las seis de la mañana.”
Bostezo. “¿No debías estar todavía durmiendo bebé?”
“Porter.”
“¿Sí?”
“Estoy lista.”
Canción: Siempre después por Bonnie Bailey
anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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Fecha de inscripción : 06/03/2008
Re: [Terminado] Sólo esa chica
CAPÍTULO TREINTA Y OCHO: Una noche
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“Porter.” Alicia entrecerró sus ojos mientras masticaba su alimento. Como de costumbre, las cuatro amigas estaban en las habitaciones personales de Bette, teniendo su lunch tradicional del sábado. probablemente el último que estarían teniendo dentro de la residencia Porter. “¿Porqué puñetas estás tan ansiosa?” Señaló un tenedor en su líder a medida que Bette continuaba inquieta en su asiento.
“¿Ansiosa?” Bette rió nerviosa. “¿De que hablas?” Su propio tenedor cayó a su plato con un sonido metálico ruidoso cuando su mano se sacudió involuntariamente. Alicia levantó una ceja, al igual que Sam y Shane.
“¿Algo te incomoda?” Sam pinchó. Bette había estado actuando extraño desde que llegaran hace una hora. Le dijeron que las cosas estaban bien entre su mejor amiga y Tina de nuevo, así que ¿qué podría incomodar posiblemente a Bette?
“Ehhhhh.” Bette gimoteó a medida que sus amigas continuaron mirando fijamente en ella. Sabía que no la dejarìan en paz hasta que les dijera qué estaba pasando, asi que con un corazón pesado, se derramó. “Kennard está lista.” Murmuró bajo su respiración.
“¿Ella esta?” Shane amartilló una ceja y sonrió. “¡Bueno por ti entonces!” Dio a Bette una palmadita en la espalda felicitándola. Siendo un testigo de los acontecimientos en la rueda de Ferris y del interior del cuarto de multimedias, sabía que era solamente cuestión de tiempo antes de que Tina entregara su cuerpo virginal a Bette.
“¿Porqué no te miras tan feliz?” Alicia observó el estado apenado de su amiga. “Estaba bajo la impresión de que no podías esperar para tener sexo con Kennard. ¿Cuál es el problema Porter?” Pescó mientras Bette suspiraba en respuesta.
“Ese es mi problema.” Bette levantó sus manos al aire y las soltó en su regazo en derrota. “Puesto que Kennard me dio la señal esta mañana, no pienso que pueda refrenarme un minuto más .” Masticó en su labio ansiosamente. Hablaron ya de donde planeaban hacer el hecho, el único problema era cuándo sucedería. Había una barricada grande. un enorme, alto, oso rubio adorable con todo levemente intimidante. bloqueando su viaje hacia los orgasmos múltiples.
“Entonces no te refrenes.” Sam encogió sus hombros e indicó lo obvio. “¿Porqué estás tan asustada?” Frunció sus labios mientras preguntaba a su mejor amiga. No era muy común que Bette vacilara cuando tenía una oportunidad puesta absolutamente a su disposición.
“U .” Bette tragó difícilmente. “Porque, uh, su papá sabe que Tina y yo habíamos estado hablando de tener un “sueño agradable”.” Porque accidentalmente escuchó detras de la puerta nuestra conversación sobre el bautizo del yate", rodó sus ojos. Ése era su dilema y el de Tina. ¿Cómo podría Tina pedir el permiso de Ken sabiendo que su padre sabía exactamente lo que planeaban hacer durante el famoso sueño agradable “inocente”? Ken probablemente convocaría a Bette y le daría “la charla”, y muchacho, ella no quería eso.
“¿Estás asustada de su papá?” Alicia levantó una ceja. ¿La poderosa Porter muerta de miedo? Wow. éso era algo digno de ver.
“No.” Bette chirrió. “En absoluto.” Dijo no demasiado convincente.
“Sabes qué,” Sam se acercó y acarició la mano de Bette. “Estoy segura que todo resultará bien.” Sonrió genuinamente en un esfuerzo por levantar el estado de ánimo un poco caliente de Bette.
“Sí.” Shane secundó. “Estoy segura que sucederá un milagro.” Miró a Alicia con complicidad, comunicando un mensaje silencioso a la rubia. Alicia movió su cabeza discreta en respuesta, mensaje recibido.
“Disculpenme un segundo.” Alicia tosió mientras se levantaba de la mesa y llevó su teléfono con ella. “Receso en el cuarto de baño.” Explicó cuando hizo un escape precipitado, el resto apenas encogió los hombros y reasumió su conversación. Tan pronto como se trabara en el interior del cuarto de baño enorme de Bette , Alicia movió de un tirón su teléfono y marcó el número que recientemente había llegado a retener en su memoria. Tomó cinco llamados antes de que la persona finalmente contestara.
“¿Chica del café?” Alicia hizo muecas en el receptor.
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“Eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeekkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkk!!!!!!!!!!!!!!”
Los tres miembros de F4 saltaron para arriba en sorpresa mientras Bette entraba corriendo de su dormitorio como una persona enloquecida. Una serie de “¿qué?” y “¿qué mierdas?” se repitieron alrededor del cuarto a medida que Bette continuó su viaje frenético alrededor de las tres. Si ella supiera hacer las vueltas de carro y las tijeras, Bette estaría tirando de esos trucos ahora con tanto entusiasmo. Rió histérica mientras agitaba su teléfono móvil delante de las asustadas pero altamente divertidas miradas de sus amigas.
“Heeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee.” Bette rió nerviosamente mientras daba unas vueltas. Alicia rodó sus ojos y tomó el teléfono de la mano de Bette y leyó el mensaje exhibido en la pantalla. Sonrió. Buen trabajo chica del café, Alicia felicitó mentalmente a Dana. Despejó su garganta mientras pasaba el teléfono a Sam y a Shane.
“¿Entonces le pidieron a su papá que representara el viñedo en un acontecimiento de prueba de vinos?” Alicia intentó parecer tan inocente como fue posible.
“¿En San Francisco?” Shane continuó haciendo muecas.
“¿Por dos días?” Sam miró a sus amigas picaramente y guiñó. “Ahora, parece que las cosas mejoran”
Bette rió nerviosamente como loca mientras saltaba y saltaba alrededor. Si esto no era una muestra clara de los cielos de que todo estaba destinado para ser, entonces no sabía cuál sería. Oh. las estrellas se alinearon y toda esa mierda para Bette Porter y Tina Kennard. Ken se iba en algunas horas. Dejaría que ella cuidara de su preciosa hija por una noche entera. “¡Oh cogida santa!” Bette cayó en el sofá con una sonrisa que partía su cara. Vete a la mierda, joder, puta madre, cantó emocionada dentro de su cabeza.
Esstooooyy loooooooooooccccccaaaa, . loooooccaaaa. loocaa por ti baaabyy.
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Jenny Schecter levantó la vista de su última narración breve en su ordenador portátil cuando su teléfono celular sonó al lado de ella en el mueble de cocina. “¿Hola?” Contestó distraidamente mientras acomodaba su teléfono entre su oído y hombro.
“¡¡¡JENNY!!!” El llamador gritó con la fuerza de sus pulmones.
“¡Mierda!” Jenny retrocedió cuando su teléfono cayó a su regazo. Recuperando la calma después de algunos segundos, Jenny trajo el teléfono de nuevo a su oído mientras hacía muecas molesta. “¿Tina?” Suspiró en el receptor.
“Jen,” Tina respiró agitada. “Encuentrame en la alameda en treinta minutos. Es una emergencia.” Dejó escapar una voz excitada, levemente angustiada. No tenía tiempo que perder.
“¿Qué sucede?” Jenny cambió de puesto en su asiento, el tono de su mejor amiga la asustaba un poco. ¿Algo malo sucedió?
“Yo.” Tina se detuvo brevemente por algunos momentos mientras probaba incluso su respiración. “Necesito conseguir un par de prendas íntimas para una ocasión especial.” Susurró suave mientras cerraba de un jalón su celular . Jenny la pelaría viva por colgarle. pero no tenía tiempo para preguntas en ese momento. Ella era una mujer en una misión. Una misión para conseguir la ropa interior correcta así podría ser correctamente desvirginizada.
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“¿Prendas íntimas para una ocasión especial?” Jenny levantó una ceja mientras encontraba a Tina en la sección de ropa interior del enorme almacén. “¿Vienen ya con un sello en la etiqueta?” Mordió una risita cuando su mejor amiga comenzó a arrastrarla hacia el pasillo lleno de diversa ropa interior.
“No hay tiempo para bromas, Jen.” Tina dijo con toda seriedad mientras exploraba las prendas coloridas en los estantes. Tenía solamente dos horas para buscar antes de que tuviera que ir al planeta a trabajar. No sólo intercambió turnos con un compañero de trabajo, sino que también trabajaría medio día esta tarde. Después de todo, necesitaba ir a casa temprano así podría tomar una ducha larga, lavar su nueva ropa interior y ponerla en el secador, seleccionar el equipo perfecto (ocasional y fácil de quitar, según Bette), y terminar de arreglarse. Bette la recogería aproximadamente a las siete de la tarde y juntas conducirían al puerto deportivo de Newport. “Ayudame a encontrar el perfecto.” Apeló a la pequeña muchacha.
“¿Cuál es la ocasión?” Jenny amartilló su cabeza al lado mientras estudiaba la forma nerviosa de Tina. Su mejor amiga sacaba diversos bikinis de los estantes y casual los lanzaba detrás otra vez.
“U .” Tina tragó mientras evitaba la mirada curiosa de Jenny. “P-primera n-noche juntas.” Tardamudeó bajo su respiración. Su cara sudando junto con su cuello.
“Ohhhhh.” Jenny cabeceó comprendiendo. Por supuesto, sonrió con conocimiento. “¿Qué tienes en mente?” Preguntó mientras comenzaba a revisar los estantes también.
“Necesito algo que enviará un mensaje a Porter.” Tina masculló mientras agarraba un bikini rojo llamativo. Demasiado sugestivo, hizo muecas mientras lo colocaba detrás en el estante.
“¿Qué mensaje es el que intentas transmitir?” Jenny preguntó mientras examinaba algunos hechos de satén y algodón.
“Que estoy realmente lista.” Tina contestó breve. No quería que Bette parara repentinamente como ayer por la noche y que tuviera dudas sobre su estado de preparación. Dios, sueno como una puta, pero ahora lo deseo realmente.
“¿Qué sobre éste?” Jenny levantó un peluche púrpura. “Grita “ahora no me tomes perra, ¡COGEME!”” Meneó sus cejas cuando Tina mordió su labio y sacudió su cabeza al lado.
“Un poco demasiado Jen.” Tina suspiró. “Necesito algo sutil con todo eficaz. Ese peluche dice “cogeme” no “hazme el amor”.” Encogió sus hombros. Tina no quería apenas una buena cogida para su primera vez, ella necesitaba un gran -making.
“¿Amor, huh?” Jenny frunció sus labios pensando. “¿Qué hay de esto?”
“¡Ewww. Jen!” Tina arrugó su cara con repugnancia cuando Jenny levantó los calzones más grandes y feos de abuelito en todo el almacen y lo agitó delante de su cara. Horrible y ridículo era una subestimación para describirlo.
Jenny rió mientras lanzaba la ropa interior repugnante detrás en el estante. “Hey, nada, dice que “quiero envejecer contigo” mejor que las bragas de la abuelita.” Guiñó.
“Y nada, grita a“muerte de cama” también.” Tina rodó sus ojos y rió junto a Jenny.
“Porter estará apagada con eso.”
“Que nos trae a otra cosa.” Jenny frunció sus labios mientras amartillaba su cabeza al lado. “¿Cuál es la situación allí abajo?” Preguntó mientras sus ojos viajaron abajo a los pantalones de Tina.
“¿Qué dices?” Tina estrujó su frente confundida.
“Tina.” Jenny suspiró ante la ignorancia de su mejor amiga. “Tenemos nosotros mismas una selva, un arbusto, un cactus, un césped recién cortado o un bosque desnudo” Levantó un dedo con cada descripción.
Los ojos de Tina de ensancharon cuando el significado detrás de las palabras de Jenny finalmente la golpearon. “¡¿Un cactus?!” Miró a su mejor amiga incrédula. “Entiendo los otros pero ¿cuál es un cactus?” Preguntó mientras hacía una cara curiosa en la pequeña muchacha.
“¿Sabes que cuándo te afeitas o enceras el pubis, después de algunas semanas el pelo crece de nuevo?” Jenny comenzó mientras examinaba un estante lleno por completo de camisetas. “¿Esos pequeños rastrojos duros de pelo que se pegan en tu piel?” Continuó mientras sacaba una camiseta de seda y se miró delante del espejo. “Ese es un un cactus.” Explicó con un leve movimiento de hombros mientras regresaba la prenda de vestir al estante.
“Oh.” Tina exclamó. Bien, eso tiene sentido, un poco.
“Entonces.” Jenny puso una mano en su cadera mientras miraba a Tina. “¿Qué tenemos allí abajo?” Levantó una ceja mientras sus ojos viajaron abajo a la entrepierna de Tina de nuevo.
Tina se ruborizó mientras cubría consciente el frente de sus pantalones vaqueros con sus manos. “Un césped recién cortado.” Chirrió mientras cambiaba de puesto sus pies. Ella siempre mantuvo el crecimiento allí abajo correctamente, lo ajustaba y hacía otras clases de cosas de vez en cuando. Y hace algunas horas, después de oír las noticias sobre su papá que se iba para San Francisco, se trabó dentro del cuarto de baño e hizo un poco de cultivo en el huerto.
“Bueno. Hey. ¿Qué te parece éste?” Jenny sonrió mientras sacaba un bikini lindo del estante. “No grita realmente “te amo”, sino que es divertido y sugestivo. Y apenas acorde para tu edad.” Dijo alegre mientras Tina tomaba la prenda íntima de sus manos y las estudió de cerca.
Oh, esto es perfecto. Tina sonrió mientras los dientes comenzaron a dar vuelta dentro de su cabeza. Esto transmitiría su mensaje ruidoso y claro. “Usaré esto esta noche.”
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Puerto deportivo de Newport.
“Sam dijo que ella te consiguió un pequeño yate.”
“Sí.”
“¿Donde está?”
“Bebé, está delante de nosotras.”
“¡¡¿Quééééé?!! Eso no es un pequeño yate, eso es un mounstruoso barco de cruceros !”
“Oh vamos, no es tan grande.”
“Bebé, esa cosa hace que el resto de yates en este puerto deportivo parezcan barcos de juguete.”
“Estás exagerando.”
“No nada de eso. ¿Lo estás viendo?”
Suspiro. “¿Quieres quedarte aquí y luchar sobre el yate toda la noche?”
“No.”
“Entonces dejemos el tema y saltemos a bordo.”
“De acuerdo.”
“Hey.”
“¿Qué?”
“Comprueba afuera al lado del yate.”
“¿Qué?” … “oh mi dios.”
“¿te gusta?”
“Aww bebé. ¿nombraste esta cosa como yo?”
“No.”
“…”
“Me gustó el nombre de “Christina” así que lo utilicé.”
“¿Solo el nombre?”
“Oh, vaya. Te amo también.”
“Hmph. Recuerda, yo decido si logras ser afortunada esta noche”
“Bebé, incluso si no hacemos el hecho, todavía gano.”
“¿Huh? ¿Cómo?”
“Todavía puedo decir que monté toooooooooda la laaaaaarga noooooooche en Christina.”
“Tonta.”
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“¡Bon Appetit !” El mesero chasqueó sus dedos mientras arqueaba su cabeza abajo y se negó a afrontar a las dos adolescentes. Señaló en sus compañeros y juntos, dejaron el yate según las instrucciones dadas por Bette Porter. Les dieron las órdenes terminantes de que en cuanto sirvieran el alimento desocuparan el barco cuanto antes. Su jefe y su novia querían privacidad.
“M .” Tina cerró los ojos y gimió en placer mientras deslizaba el pequeño pedazo de ostra dentro de su boca. La salsa tártara se mezclaba con el gusto de la fruta cítrica del limón mezclado con sus almejas. “Esto está taaaan bueeeno.” Masticó feliz. Bette sonrió mientras empujaba un par de ostras más hacia Tina.
“Toma algunas más.” Bette ofreció. Cuantos más afrodisiacos comas, mejor. Hizo muecas de oído a oído.
“¿No vas a comer, bebé?” Tina preguntó mientras miraba el plato limpio de Bette. Su novia solo estallaba algunas uvas en su boca de vez en cuando.
Bette sonrió mientras tomaba un trago en su botella de Redbull. No necesitaba la confianza líquida del vino, necesitaba el alza de la energía para toda la noche. “Estoy aumentando mi apetito para más adelante.” Guiñó cuando movió su pie arriba y abajo de la pierna de Tina debajo de la mesa, la rubia casi se ahogó con su comida en el contacto. Por mas que lo intentara, la morena estaba demasiado emocionada para comer, Bette no podía mantener su apetito en el alimento. Su boca salivaba pero no para las ostras, las pastas ni la rebanada deliciosa de torta de chocolate delante de ella. Miró a Tina y tragó difícilmente, luchando contra el impulso de saltar en la rubia y de comer su comida preferida encima de la mesa. Tan cerca con todo hasta ahora. Suspiró mientras tragaba la última gota de su bebida energética.
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"Ésto es realmente agradable bebé.” Tina se inclinó contra el pasamano mientras admiraba la visión pintoresca desde la cubierta del barco. Las gaviotas en el aire, el movimiento suave de las olas oscilando el barco, la brisa fresca en su cara, las luces suaves de los otros barcos en el puerto deportivo, todo se agregaba perfectamente para darles un contexto muy agradable a esta noche memorable.
“Lo es.” Bette sonrió mientras movía su mano a lo largo de la espalda de Tina, rodeó su cuerpo y envolvió a la rubia en un abrazo. Tina se inclinó contra su cuerpo mientras Bette dejaba un rastro de besos y mordidas de amor a lo largo de su cuello y hombro. “¿Bebé?” Bette respiró fuerte mientras mordisqueaba el lóbulo de Tina.
“¿U ?” Tina contestó, perdiendo su capacidad de formar una oración coherente debido a la distracción enorme que Bette planteaba. Cerró los ojos y movió sus manos arriba y abajo de los muslos de Bette cuando su novia comenzó a lamer y a aspirar la parte sensible en su cuello.
“Estás.” Bette pellizcó el cuello de Tina y lamió hasta su oído de nuevo. “..realmente lista?” Preguntó trayendo una mano hasta el pecho de Tina y pellizcó juguetónamente un pezón a través de la tela de su blusa y brassier. Sonrió una mueca engreída mientras el pezón se levantaba inmediatamente ante la atención. “Parece que lo estás, según esa pequeña reacción.” Rió un poco presumida.
Tina tragó saliva mientras luchaba por componerse. Bette gozaba claramente teniendo la ventaja en su pequeña conversación. Pero dos pueden jugar a este juego, Tina sonrió pícaramente. “Bebé.” Un quejido se escapó de los labios de Bette mientras Tina frotó repentinamente su culo contra la entrepierna de dolor de Bette. “¿Estás mojada?” Preguntó en una voz bochornosa mientras volteaba su cuerpo para hacer frente a Bette.
Bette tragó saliva mientras Tina hizo una demostración de mojar sus labios lentamente con su lengua. “Mucho.” Contestó, su voz algunas octavas más baja de lo normal.
“Multiplica tu humedad por mil.” Tina movió su dedo a lo largo de la línea del cuello de Bette y sonrió coqueta. “Asi estoy.” Guiñó mientras serpenteaba sus brazos alrededor del cuello de Bette y tiró de su novia adentro para un beso profundo. Se retiró algunos momentos más adelante, en el momento en que Bette realmente se encendía. La morena gimió en protesta e intentó capturar los labios de Tina de nuevo pero inútilmente.
“Oh vamos.” Bette gimoteó cuando Tina alejó su cara de sus labios de nuevo. Se acercó y se aferró al pasamanos atrapando a Tina entre sus brazos. “Ningún escape.” Hizo muecas mientras fijaba el cuerpo de Tina entre ella y las barras de acero. Cuando estaba a punto de lanzarse adentro, un dedo subió y calmó sus labios. “¿Qué?” Suspiró frustrada.
“Para contestar a tu pregunta de hace un rato,” Tina quitó su dedo y puso un picorete rápido en los labios de Bette. “Estoy muy lista para coger.” Mordió en su labio más bajo jalando a Bette del brazo. “Vámonos a la cama bebé.”
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Yate de Sam Makavejev. Puerto deportivo de Newport.
“Hey Sammy, ¿segura que no quieres mirar con nosotras? Tenemos un par de prismáticos adicional tu sabes.”
“No gracias, Al.”
“Tu te lo pierdes. ¡Oh. oh! Shaney! ¡Aprisa aprisa!”
Carreras . “¡¿Qué?! ¡¿Qué?! ¿Qué me perdí?”
“Acaban de terminar de comer su cena hace un rato. Ahora, están en medio de una tormenta de besos en su camino hacia abajo de la cubierta.”
“O o. Comprueba la mano de Bette.”
“¡Exprimelas Porter!”
“Bieen. Oh. Heeeeeeeey, acaban de entrar al barco. ¿cómo podremos verlas ahora?”
“Mueve tus prismáticos a la derecha ¿ves la ventana con las cortinas abiertas?”
“Sí.”
“Es el dormitorio principal. Entré furtivamente dentro del yate hace algunas horas y lo abrí.”
“Una buena Alicia.”
“Ahora solo roguemos que estén tan entretenidas que no lo noten.”
Cruza los dedos. “Por favor, por favor, por favor.”
“Por favor, por favor, pleaseeeee.”
“Oooooooohhh. aquí vienen.”
“¡Vamos Porter! ¡Pega la lengua debajo de su garganta!”
“Mira cómo está ordeñando los gemelos, mierda, Bette es una muchacha tan cariñosa de las boobs.”
“Y mira a Kennard como está gozando del culo de Porter.”
“Absolutamente. Hey, hey, ¿porqué paran.?”
“Mierda. Creo que están a punto de desnudarse.”
“Sí, esto se está poniendo bueno.”
“¡¡Maldición!!! ¿Porqué Porter da vuelta alrededor.?”
“Oh mierda santa.”
“Ella está caminando hacia la ventana.”
“Oh joder, ¿acaba de hacernos una seña con el dedo?”
“Sammy.”
“¿Sí, Al?”
“¿Las ventanas de su yate están teñidas?”
“Nope.”
“Oh puta madre.”
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La música chillona y levemente atractiva fluía suavemente a través de los altavoces mientras los pétalos color de rosa estaban en desorden en el piso y la cama. Tina se rió de lo cursi que se veía pero tuvo que convenir en que era muy romántico todo el escenario. Increíble como era, todo era perfecto. Sonrió cuando Bette caminó de nuevo a ella de la ventana, rodando sus ojos en las acciones de sus amigas voyeuristas. Por supuesto que habían esperado que las muchachas espiaran en ellas. Alicia y Shane eran perversas a su estilo. Ahora que sabía que estaban blindadas de los ojos del mundo exterior por algunas cortinas, amplió su mano a Bette y tiró de la morena hacia ella para reasumir su beso interrumpido. Los labios se estrellaron y las lenguas lucharon mientras su pasión se extendía y sus deseos crecían más profundos.
El contacto terminó después de lo que parecía toda una vida, haciendo que las dos se quedaran sin aliento y luchando por el aire. Las dos muchachas se miraban una a la otra, silenciosamente articulando su amor mientras se miraban fijamente en los ojos de cada una. Con un último beso rápido para señalar su intento compartido, finalmente comenzaron.
No se intercambió ninguna palabra mientras se colocaban en el pie de la cama gigante y comenzaron el proceso deliberado de desnudarse una a la otra. Con movimientos lentos y meticulosos, Tina movió su mano abajo de la inflamación de los pechos de Bette al dobladillo de su blusa escotada blanca. Con una sonrisa astuta y una lujuria pura en sus ojos, sus manos viajaron hasta el cuello de Bette y tiraron rápidamente del nudo que se basaba sobre la nuca de la morena. El material se soltó rápidamente, sin oponerse a la lucha mientras caía abajo a la cintura de Bette, exponiendo claramente los pechos perfectos a los ojos hambrientos de Tina por primera vez. Su boca salivó ante la vista, no queriendo nada más que doblarse abajo y tomar esas partes que resaltaban entre sus labios. Pero sabía que tenía que acabar la tarea actual, y con nueva urgencia en sus movimientos, estabilizó el temblor de sus manos y tiró en el nudo en la parte baja de la espalda de Bette. Ahora la blusa estaba deshecha y cayó totalmente entre las dos. La respiración de Tina se aceleró cuandosus manos hechas fuego cayeron inmediatamente sobre el botón en los pantalones vaqueros de su novia. Haciéndolo estallar y bajando el cierre, tiró hacia abajo el material a las rodillas de Bette y miró con la respiración hostigada cuando su amante los golpeó con el pie para quitarlos de su cuerpo. Sus ojos enfocaron adentro en la ropa interior de encaje negra de Bette y no pudo dejar de hacer muecas ante la vista.
“¿Dejaste a la mujer maravilla descansando?” Tina bromeó cuando Bette cerró la distancia entre ellas y puso un beso lento pero ardiente en sus labios. Ella gimió en el contacto, la electricidad fluía abajo a su cuerpo, haciendo que su clitoris zumbara y palpitara. Dios, estaba tan mojada. Movió sus manos arriba y abajo del estómago tenso de Bette, sonriendo en el beso cuando los músculos se contrajeron debajo de su tacto.
“Ella necesitaba un receso.” Bette sonrió cuando rompió el beso, ambas respiraban más pesadamente que antes. Se lamió los labios en la anticipación mientras sus ojos todavía barrieron el cuerpo completamente arropado de Tina. Ahora era su turno para desnudarla. Había hecho esta cosa un millón de veces dentro de su cabeza, pero estar aquí ahora, experimentándolo realmente, empujaba su mente en sobremarcha. Con las manos inusualmente constantes, tiró de la blusa de Tina sobre su cabeza y la lanzó al lado de su propia blusa. Sus ojos crecieron nebulosos mientras admiraba la vista maravillosa de Tina en su brassier negro. Era una vista que siempre la dejaba sin habla. Levantó sus manos y ahuecó los pechos de Tina, sonriendo mientras sentía los pezones duros que resaltaban a través de la tela. Con sus pulgares, procedió a darles masajes en un estado incluso más endurecidos. Tina, que estaba tan grandemente despierta en este punto, tiró de ella adentro para otro beso hambriento. Fue solamente cuando se presentó la necesidad del aire y se separararon que Tina se dio cuenta que su sujetador se reunía ya con sus pies. Miró hacia arriba y vio el destello pícaro en los ojos de Bette. “Buen movimiento.” Tina respiró fuerte cuando movió sus manos arriba y abajo del pecho de Bette, adrede sin tocar los pezones duros de la morena en un esfuerzo por bromear.
“No has visto nada todavía.” Bette susurró con aire satisfecho mientras desabrochaba rápidamente los pantalones de Tina. La rubia saltó para arriba cuando Bette pegó levemente su mano derecha adentro y examinó el estado del bikini de Tina con su palma. “Tan mojada.” Bette hizo muecas mientras giraba su mano adentro y agarró el material en el lugar en donde la cremallera terminaba. En un movimiento rápido, flúido, jaló hacia abajo y dio un tirón a los pantalones de Tina a sus rodillas y los sacó de sus piernas. Todavía agachándose en el piso, Bette levantó la vista y guiñó en su novia sudorosa. Cuando lo hizo así, sus cejas se levantaron mientras el bikiní negro de Tina capturó su atención. Rió un poco mientras remontaba el diseño con su dedo.
“¿Qé estás esperando Porter?” Tina se atrevió a preguntar mientras ella miraba firmemente su ropa interior. Era una cosa negra simple. con una cereza impresa en el frente y la palabra PRUEBAME escrito en negrilla sobre él. Sonrió cuando la comprensión se registró en la cara de Bette, su mensaje fue recibido ruidoso y claramente.
“Mi placer.” Bette hizo muecas de oído a oído mientras abría sus labios y pellizcaba la cereza. Cerró los ojos y gimió mientras el olor único de Tina le invadió los sentidos y envió temblores a su espina dorsal. Mordió en la tela y arrastró la ropa interior de Tina abajo con sus dientes, salivando en la vista de la figura completamente desnuda de su novia delante de ella. Tan impresionante, sus ojos esmaltados brillaban. Se levantó y volvió a Tina. Dirigió a la rubia a la cama e hizo que se acostara en el colchón, Tina se conformó dispuesta, apenas capaz de pensar claramente para entonces. Bette se colocó al lado de la cama y admiró la vista maravillosa ante ella. Su imaginación no era nada comparada a la auténtica que se colocaba encima de la cama. Tina Kennard era en verdad una vista sublime, y lo mejor de todo es que era toda suya. Sabía que quedarse parada y solo mirar a la belleza delante de ella no era la manera de ir si quería facilitar el dolor entre sus piernas, pero necesitaba parar por un momento y admirar la visión.
Tina mordió su labio mientras miraba para arriba la cara de Bette. Estaba allí, el amor, el temor, la confianza, todo estaba escrito claramente en las facciones de la morena que amaba. Ella caminó dentro de este yate pensando que estaba lista, pero ahora, ella sabía que lo estaba. Aquí, estando con Bette, se sentía tan correcto. Y lo que sucedería, sabía que estaba destinado para ser. Esta noche, darían una a la otra su cuerpo y alma, entregarían todo a la persona que poseía sus corazones. Ningún miedo, ninguna agitación, apenas una sensación de forma aplastante de certeza y pasión.
“Bebé.” Tina dijo en voz alta mientras se apoyaba hacia arriba con sus codos y dividió sus piernas. “Ven aquí.”
Y con esas palabras mágicas, Bette Porter se arrastró encima de Tina Kennard y comenzó el maratón de acontecimientos que marcaron el principio de otro capítulo en sus vidas. Qué comenzó lento y fue traído a nuevas alturas, cuando la intimidad y el éxtasis chocaron en una noche.
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My heart, my love, my heart
Just for one night
My body, my soul
Just for one night
My love, my love
For one night
One night..
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“¿P-Porter?”
“¿Y-yeah?”
“E-ese b-bikini. aahhhhhh. T-tuyo? B-bonito.”
“M m. G-gracias.”
“P-pero necesita... salir.”
Nothing compares to the good times
Feels like we're floating when the rest have to climb
You made me believe in and not the perfect kind
A real messy beautiful twisted sunshine
Emotions, volcanic eruptions
We both still care so we're still alive
Tunnel vision, determination
I want you, I want to make it right
And now we're slightly weathered, we're slightly worn
Our hands grip together eye to eye through the storm yet
I still believe in ever after with you
Cause life is a pleasure with you by my side
And there ain't no current in this river we can't ride
I still believe in ever after with you..
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“Porter.” Alicia entrecerró sus ojos mientras masticaba su alimento. Como de costumbre, las cuatro amigas estaban en las habitaciones personales de Bette, teniendo su lunch tradicional del sábado. probablemente el último que estarían teniendo dentro de la residencia Porter. “¿Porqué puñetas estás tan ansiosa?” Señaló un tenedor en su líder a medida que Bette continuaba inquieta en su asiento.
“¿Ansiosa?” Bette rió nerviosa. “¿De que hablas?” Su propio tenedor cayó a su plato con un sonido metálico ruidoso cuando su mano se sacudió involuntariamente. Alicia levantó una ceja, al igual que Sam y Shane.
“¿Algo te incomoda?” Sam pinchó. Bette había estado actuando extraño desde que llegaran hace una hora. Le dijeron que las cosas estaban bien entre su mejor amiga y Tina de nuevo, así que ¿qué podría incomodar posiblemente a Bette?
“Ehhhhh.” Bette gimoteó a medida que sus amigas continuaron mirando fijamente en ella. Sabía que no la dejarìan en paz hasta que les dijera qué estaba pasando, asi que con un corazón pesado, se derramó. “Kennard está lista.” Murmuró bajo su respiración.
“¿Ella esta?” Shane amartilló una ceja y sonrió. “¡Bueno por ti entonces!” Dio a Bette una palmadita en la espalda felicitándola. Siendo un testigo de los acontecimientos en la rueda de Ferris y del interior del cuarto de multimedias, sabía que era solamente cuestión de tiempo antes de que Tina entregara su cuerpo virginal a Bette.
“¿Porqué no te miras tan feliz?” Alicia observó el estado apenado de su amiga. “Estaba bajo la impresión de que no podías esperar para tener sexo con Kennard. ¿Cuál es el problema Porter?” Pescó mientras Bette suspiraba en respuesta.
“Ese es mi problema.” Bette levantó sus manos al aire y las soltó en su regazo en derrota. “Puesto que Kennard me dio la señal esta mañana, no pienso que pueda refrenarme un minuto más .” Masticó en su labio ansiosamente. Hablaron ya de donde planeaban hacer el hecho, el único problema era cuándo sucedería. Había una barricada grande. un enorme, alto, oso rubio adorable con todo levemente intimidante. bloqueando su viaje hacia los orgasmos múltiples.
“Entonces no te refrenes.” Sam encogió sus hombros e indicó lo obvio. “¿Porqué estás tan asustada?” Frunció sus labios mientras preguntaba a su mejor amiga. No era muy común que Bette vacilara cuando tenía una oportunidad puesta absolutamente a su disposición.
“U .” Bette tragó difícilmente. “Porque, uh, su papá sabe que Tina y yo habíamos estado hablando de tener un “sueño agradable”.” Porque accidentalmente escuchó detras de la puerta nuestra conversación sobre el bautizo del yate", rodó sus ojos. Ése era su dilema y el de Tina. ¿Cómo podría Tina pedir el permiso de Ken sabiendo que su padre sabía exactamente lo que planeaban hacer durante el famoso sueño agradable “inocente”? Ken probablemente convocaría a Bette y le daría “la charla”, y muchacho, ella no quería eso.
“¿Estás asustada de su papá?” Alicia levantó una ceja. ¿La poderosa Porter muerta de miedo? Wow. éso era algo digno de ver.
“No.” Bette chirrió. “En absoluto.” Dijo no demasiado convincente.
“Sabes qué,” Sam se acercó y acarició la mano de Bette. “Estoy segura que todo resultará bien.” Sonrió genuinamente en un esfuerzo por levantar el estado de ánimo un poco caliente de Bette.
“Sí.” Shane secundó. “Estoy segura que sucederá un milagro.” Miró a Alicia con complicidad, comunicando un mensaje silencioso a la rubia. Alicia movió su cabeza discreta en respuesta, mensaje recibido.
“Disculpenme un segundo.” Alicia tosió mientras se levantaba de la mesa y llevó su teléfono con ella. “Receso en el cuarto de baño.” Explicó cuando hizo un escape precipitado, el resto apenas encogió los hombros y reasumió su conversación. Tan pronto como se trabara en el interior del cuarto de baño enorme de Bette , Alicia movió de un tirón su teléfono y marcó el número que recientemente había llegado a retener en su memoria. Tomó cinco llamados antes de que la persona finalmente contestara.
“¿Chica del café?” Alicia hizo muecas en el receptor.
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“Eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeekkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkk!!!!!!!!!!!!!!”
Los tres miembros de F4 saltaron para arriba en sorpresa mientras Bette entraba corriendo de su dormitorio como una persona enloquecida. Una serie de “¿qué?” y “¿qué mierdas?” se repitieron alrededor del cuarto a medida que Bette continuó su viaje frenético alrededor de las tres. Si ella supiera hacer las vueltas de carro y las tijeras, Bette estaría tirando de esos trucos ahora con tanto entusiasmo. Rió histérica mientras agitaba su teléfono móvil delante de las asustadas pero altamente divertidas miradas de sus amigas.
“Heeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee.” Bette rió nerviosamente mientras daba unas vueltas. Alicia rodó sus ojos y tomó el teléfono de la mano de Bette y leyó el mensaje exhibido en la pantalla. Sonrió. Buen trabajo chica del café, Alicia felicitó mentalmente a Dana. Despejó su garganta mientras pasaba el teléfono a Sam y a Shane.
“¿Entonces le pidieron a su papá que representara el viñedo en un acontecimiento de prueba de vinos?” Alicia intentó parecer tan inocente como fue posible.
“¿En San Francisco?” Shane continuó haciendo muecas.
“¿Por dos días?” Sam miró a sus amigas picaramente y guiñó. “Ahora, parece que las cosas mejoran”
Bette rió nerviosamente como loca mientras saltaba y saltaba alrededor. Si esto no era una muestra clara de los cielos de que todo estaba destinado para ser, entonces no sabía cuál sería. Oh. las estrellas se alinearon y toda esa mierda para Bette Porter y Tina Kennard. Ken se iba en algunas horas. Dejaría que ella cuidara de su preciosa hija por una noche entera. “¡Oh cogida santa!” Bette cayó en el sofá con una sonrisa que partía su cara. Vete a la mierda, joder, puta madre, cantó emocionada dentro de su cabeza.
Esstooooyy loooooooooooccccccaaaa, . loooooccaaaa. loocaa por ti baaabyy.
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Jenny Schecter levantó la vista de su última narración breve en su ordenador portátil cuando su teléfono celular sonó al lado de ella en el mueble de cocina. “¿Hola?” Contestó distraidamente mientras acomodaba su teléfono entre su oído y hombro.
“¡¡¡JENNY!!!” El llamador gritó con la fuerza de sus pulmones.
“¡Mierda!” Jenny retrocedió cuando su teléfono cayó a su regazo. Recuperando la calma después de algunos segundos, Jenny trajo el teléfono de nuevo a su oído mientras hacía muecas molesta. “¿Tina?” Suspiró en el receptor.
“Jen,” Tina respiró agitada. “Encuentrame en la alameda en treinta minutos. Es una emergencia.” Dejó escapar una voz excitada, levemente angustiada. No tenía tiempo que perder.
“¿Qué sucede?” Jenny cambió de puesto en su asiento, el tono de su mejor amiga la asustaba un poco. ¿Algo malo sucedió?
“Yo.” Tina se detuvo brevemente por algunos momentos mientras probaba incluso su respiración. “Necesito conseguir un par de prendas íntimas para una ocasión especial.” Susurró suave mientras cerraba de un jalón su celular . Jenny la pelaría viva por colgarle. pero no tenía tiempo para preguntas en ese momento. Ella era una mujer en una misión. Una misión para conseguir la ropa interior correcta así podría ser correctamente desvirginizada.
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“¿Prendas íntimas para una ocasión especial?” Jenny levantó una ceja mientras encontraba a Tina en la sección de ropa interior del enorme almacén. “¿Vienen ya con un sello en la etiqueta?” Mordió una risita cuando su mejor amiga comenzó a arrastrarla hacia el pasillo lleno de diversa ropa interior.
“No hay tiempo para bromas, Jen.” Tina dijo con toda seriedad mientras exploraba las prendas coloridas en los estantes. Tenía solamente dos horas para buscar antes de que tuviera que ir al planeta a trabajar. No sólo intercambió turnos con un compañero de trabajo, sino que también trabajaría medio día esta tarde. Después de todo, necesitaba ir a casa temprano así podría tomar una ducha larga, lavar su nueva ropa interior y ponerla en el secador, seleccionar el equipo perfecto (ocasional y fácil de quitar, según Bette), y terminar de arreglarse. Bette la recogería aproximadamente a las siete de la tarde y juntas conducirían al puerto deportivo de Newport. “Ayudame a encontrar el perfecto.” Apeló a la pequeña muchacha.
“¿Cuál es la ocasión?” Jenny amartilló su cabeza al lado mientras estudiaba la forma nerviosa de Tina. Su mejor amiga sacaba diversos bikinis de los estantes y casual los lanzaba detrás otra vez.
“U .” Tina tragó mientras evitaba la mirada curiosa de Jenny. “P-primera n-noche juntas.” Tardamudeó bajo su respiración. Su cara sudando junto con su cuello.
“Ohhhhh.” Jenny cabeceó comprendiendo. Por supuesto, sonrió con conocimiento. “¿Qué tienes en mente?” Preguntó mientras comenzaba a revisar los estantes también.
“Necesito algo que enviará un mensaje a Porter.” Tina masculló mientras agarraba un bikini rojo llamativo. Demasiado sugestivo, hizo muecas mientras lo colocaba detrás en el estante.
“¿Qué mensaje es el que intentas transmitir?” Jenny preguntó mientras examinaba algunos hechos de satén y algodón.
“Que estoy realmente lista.” Tina contestó breve. No quería que Bette parara repentinamente como ayer por la noche y que tuviera dudas sobre su estado de preparación. Dios, sueno como una puta, pero ahora lo deseo realmente.
“¿Qué sobre éste?” Jenny levantó un peluche púrpura. “Grita “ahora no me tomes perra, ¡COGEME!”” Meneó sus cejas cuando Tina mordió su labio y sacudió su cabeza al lado.
“Un poco demasiado Jen.” Tina suspiró. “Necesito algo sutil con todo eficaz. Ese peluche dice “cogeme” no “hazme el amor”.” Encogió sus hombros. Tina no quería apenas una buena cogida para su primera vez, ella necesitaba un gran -making.
“¿Amor, huh?” Jenny frunció sus labios pensando. “¿Qué hay de esto?”
“¡Ewww. Jen!” Tina arrugó su cara con repugnancia cuando Jenny levantó los calzones más grandes y feos de abuelito en todo el almacen y lo agitó delante de su cara. Horrible y ridículo era una subestimación para describirlo.
Jenny rió mientras lanzaba la ropa interior repugnante detrás en el estante. “Hey, nada, dice que “quiero envejecer contigo” mejor que las bragas de la abuelita.” Guiñó.
“Y nada, grita a“muerte de cama” también.” Tina rodó sus ojos y rió junto a Jenny.
“Porter estará apagada con eso.”
“Que nos trae a otra cosa.” Jenny frunció sus labios mientras amartillaba su cabeza al lado. “¿Cuál es la situación allí abajo?” Preguntó mientras sus ojos viajaron abajo a los pantalones de Tina.
“¿Qué dices?” Tina estrujó su frente confundida.
“Tina.” Jenny suspiró ante la ignorancia de su mejor amiga. “Tenemos nosotros mismas una selva, un arbusto, un cactus, un césped recién cortado o un bosque desnudo” Levantó un dedo con cada descripción.
Los ojos de Tina de ensancharon cuando el significado detrás de las palabras de Jenny finalmente la golpearon. “¡¿Un cactus?!” Miró a su mejor amiga incrédula. “Entiendo los otros pero ¿cuál es un cactus?” Preguntó mientras hacía una cara curiosa en la pequeña muchacha.
“¿Sabes que cuándo te afeitas o enceras el pubis, después de algunas semanas el pelo crece de nuevo?” Jenny comenzó mientras examinaba un estante lleno por completo de camisetas. “¿Esos pequeños rastrojos duros de pelo que se pegan en tu piel?” Continuó mientras sacaba una camiseta de seda y se miró delante del espejo. “Ese es un un cactus.” Explicó con un leve movimiento de hombros mientras regresaba la prenda de vestir al estante.
“Oh.” Tina exclamó. Bien, eso tiene sentido, un poco.
“Entonces.” Jenny puso una mano en su cadera mientras miraba a Tina. “¿Qué tenemos allí abajo?” Levantó una ceja mientras sus ojos viajaron abajo a la entrepierna de Tina de nuevo.
Tina se ruborizó mientras cubría consciente el frente de sus pantalones vaqueros con sus manos. “Un césped recién cortado.” Chirrió mientras cambiaba de puesto sus pies. Ella siempre mantuvo el crecimiento allí abajo correctamente, lo ajustaba y hacía otras clases de cosas de vez en cuando. Y hace algunas horas, después de oír las noticias sobre su papá que se iba para San Francisco, se trabó dentro del cuarto de baño e hizo un poco de cultivo en el huerto.
“Bueno. Hey. ¿Qué te parece éste?” Jenny sonrió mientras sacaba un bikini lindo del estante. “No grita realmente “te amo”, sino que es divertido y sugestivo. Y apenas acorde para tu edad.” Dijo alegre mientras Tina tomaba la prenda íntima de sus manos y las estudió de cerca.
Oh, esto es perfecto. Tina sonrió mientras los dientes comenzaron a dar vuelta dentro de su cabeza. Esto transmitiría su mensaje ruidoso y claro. “Usaré esto esta noche.”
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Puerto deportivo de Newport.
“Sam dijo que ella te consiguió un pequeño yate.”
“Sí.”
“¿Donde está?”
“Bebé, está delante de nosotras.”
“¡¡¿Quééééé?!! Eso no es un pequeño yate, eso es un mounstruoso barco de cruceros !”
“Oh vamos, no es tan grande.”
“Bebé, esa cosa hace que el resto de yates en este puerto deportivo parezcan barcos de juguete.”
“Estás exagerando.”
“No nada de eso. ¿Lo estás viendo?”
Suspiro. “¿Quieres quedarte aquí y luchar sobre el yate toda la noche?”
“No.”
“Entonces dejemos el tema y saltemos a bordo.”
“De acuerdo.”
“Hey.”
“¿Qué?”
“Comprueba afuera al lado del yate.”
“¿Qué?” … “oh mi dios.”
“¿te gusta?”
“Aww bebé. ¿nombraste esta cosa como yo?”
“No.”
“…”
“Me gustó el nombre de “Christina” así que lo utilicé.”
“¿Solo el nombre?”
“Oh, vaya. Te amo también.”
“Hmph. Recuerda, yo decido si logras ser afortunada esta noche”
“Bebé, incluso si no hacemos el hecho, todavía gano.”
“¿Huh? ¿Cómo?”
“Todavía puedo decir que monté toooooooooda la laaaaaarga noooooooche en Christina.”
“Tonta.”
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“¡Bon Appetit !” El mesero chasqueó sus dedos mientras arqueaba su cabeza abajo y se negó a afrontar a las dos adolescentes. Señaló en sus compañeros y juntos, dejaron el yate según las instrucciones dadas por Bette Porter. Les dieron las órdenes terminantes de que en cuanto sirvieran el alimento desocuparan el barco cuanto antes. Su jefe y su novia querían privacidad.
“M .” Tina cerró los ojos y gimió en placer mientras deslizaba el pequeño pedazo de ostra dentro de su boca. La salsa tártara se mezclaba con el gusto de la fruta cítrica del limón mezclado con sus almejas. “Esto está taaaan bueeeno.” Masticó feliz. Bette sonrió mientras empujaba un par de ostras más hacia Tina.
“Toma algunas más.” Bette ofreció. Cuantos más afrodisiacos comas, mejor. Hizo muecas de oído a oído.
“¿No vas a comer, bebé?” Tina preguntó mientras miraba el plato limpio de Bette. Su novia solo estallaba algunas uvas en su boca de vez en cuando.
Bette sonrió mientras tomaba un trago en su botella de Redbull. No necesitaba la confianza líquida del vino, necesitaba el alza de la energía para toda la noche. “Estoy aumentando mi apetito para más adelante.” Guiñó cuando movió su pie arriba y abajo de la pierna de Tina debajo de la mesa, la rubia casi se ahogó con su comida en el contacto. Por mas que lo intentara, la morena estaba demasiado emocionada para comer, Bette no podía mantener su apetito en el alimento. Su boca salivaba pero no para las ostras, las pastas ni la rebanada deliciosa de torta de chocolate delante de ella. Miró a Tina y tragó difícilmente, luchando contra el impulso de saltar en la rubia y de comer su comida preferida encima de la mesa. Tan cerca con todo hasta ahora. Suspiró mientras tragaba la última gota de su bebida energética.
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"Ésto es realmente agradable bebé.” Tina se inclinó contra el pasamano mientras admiraba la visión pintoresca desde la cubierta del barco. Las gaviotas en el aire, el movimiento suave de las olas oscilando el barco, la brisa fresca en su cara, las luces suaves de los otros barcos en el puerto deportivo, todo se agregaba perfectamente para darles un contexto muy agradable a esta noche memorable.
“Lo es.” Bette sonrió mientras movía su mano a lo largo de la espalda de Tina, rodeó su cuerpo y envolvió a la rubia en un abrazo. Tina se inclinó contra su cuerpo mientras Bette dejaba un rastro de besos y mordidas de amor a lo largo de su cuello y hombro. “¿Bebé?” Bette respiró fuerte mientras mordisqueaba el lóbulo de Tina.
“¿U ?” Tina contestó, perdiendo su capacidad de formar una oración coherente debido a la distracción enorme que Bette planteaba. Cerró los ojos y movió sus manos arriba y abajo de los muslos de Bette cuando su novia comenzó a lamer y a aspirar la parte sensible en su cuello.
“Estás.” Bette pellizcó el cuello de Tina y lamió hasta su oído de nuevo. “..realmente lista?” Preguntó trayendo una mano hasta el pecho de Tina y pellizcó juguetónamente un pezón a través de la tela de su blusa y brassier. Sonrió una mueca engreída mientras el pezón se levantaba inmediatamente ante la atención. “Parece que lo estás, según esa pequeña reacción.” Rió un poco presumida.
Tina tragó saliva mientras luchaba por componerse. Bette gozaba claramente teniendo la ventaja en su pequeña conversación. Pero dos pueden jugar a este juego, Tina sonrió pícaramente. “Bebé.” Un quejido se escapó de los labios de Bette mientras Tina frotó repentinamente su culo contra la entrepierna de dolor de Bette. “¿Estás mojada?” Preguntó en una voz bochornosa mientras volteaba su cuerpo para hacer frente a Bette.
Bette tragó saliva mientras Tina hizo una demostración de mojar sus labios lentamente con su lengua. “Mucho.” Contestó, su voz algunas octavas más baja de lo normal.
“Multiplica tu humedad por mil.” Tina movió su dedo a lo largo de la línea del cuello de Bette y sonrió coqueta. “Asi estoy.” Guiñó mientras serpenteaba sus brazos alrededor del cuello de Bette y tiró de su novia adentro para un beso profundo. Se retiró algunos momentos más adelante, en el momento en que Bette realmente se encendía. La morena gimió en protesta e intentó capturar los labios de Tina de nuevo pero inútilmente.
“Oh vamos.” Bette gimoteó cuando Tina alejó su cara de sus labios de nuevo. Se acercó y se aferró al pasamanos atrapando a Tina entre sus brazos. “Ningún escape.” Hizo muecas mientras fijaba el cuerpo de Tina entre ella y las barras de acero. Cuando estaba a punto de lanzarse adentro, un dedo subió y calmó sus labios. “¿Qué?” Suspiró frustrada.
“Para contestar a tu pregunta de hace un rato,” Tina quitó su dedo y puso un picorete rápido en los labios de Bette. “Estoy muy lista para coger.” Mordió en su labio más bajo jalando a Bette del brazo. “Vámonos a la cama bebé.”
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Yate de Sam Makavejev. Puerto deportivo de Newport.
“Hey Sammy, ¿segura que no quieres mirar con nosotras? Tenemos un par de prismáticos adicional tu sabes.”
“No gracias, Al.”
“Tu te lo pierdes. ¡Oh. oh! Shaney! ¡Aprisa aprisa!”
Carreras . “¡¿Qué?! ¡¿Qué?! ¿Qué me perdí?”
“Acaban de terminar de comer su cena hace un rato. Ahora, están en medio de una tormenta de besos en su camino hacia abajo de la cubierta.”
“O o. Comprueba la mano de Bette.”
“¡Exprimelas Porter!”
“Bieen. Oh. Heeeeeeeey, acaban de entrar al barco. ¿cómo podremos verlas ahora?”
“Mueve tus prismáticos a la derecha ¿ves la ventana con las cortinas abiertas?”
“Sí.”
“Es el dormitorio principal. Entré furtivamente dentro del yate hace algunas horas y lo abrí.”
“Una buena Alicia.”
“Ahora solo roguemos que estén tan entretenidas que no lo noten.”
Cruza los dedos. “Por favor, por favor, por favor.”
“Por favor, por favor, pleaseeeee.”
“Oooooooohhh. aquí vienen.”
“¡Vamos Porter! ¡Pega la lengua debajo de su garganta!”
“Mira cómo está ordeñando los gemelos, mierda, Bette es una muchacha tan cariñosa de las boobs.”
“Y mira a Kennard como está gozando del culo de Porter.”
“Absolutamente. Hey, hey, ¿porqué paran.?”
“Mierda. Creo que están a punto de desnudarse.”
“Sí, esto se está poniendo bueno.”
“¡¡Maldición!!! ¿Porqué Porter da vuelta alrededor.?”
“Oh mierda santa.”
“Ella está caminando hacia la ventana.”
“Oh joder, ¿acaba de hacernos una seña con el dedo?”
“Sammy.”
“¿Sí, Al?”
“¿Las ventanas de su yate están teñidas?”
“Nope.”
“Oh puta madre.”
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La música chillona y levemente atractiva fluía suavemente a través de los altavoces mientras los pétalos color de rosa estaban en desorden en el piso y la cama. Tina se rió de lo cursi que se veía pero tuvo que convenir en que era muy romántico todo el escenario. Increíble como era, todo era perfecto. Sonrió cuando Bette caminó de nuevo a ella de la ventana, rodando sus ojos en las acciones de sus amigas voyeuristas. Por supuesto que habían esperado que las muchachas espiaran en ellas. Alicia y Shane eran perversas a su estilo. Ahora que sabía que estaban blindadas de los ojos del mundo exterior por algunas cortinas, amplió su mano a Bette y tiró de la morena hacia ella para reasumir su beso interrumpido. Los labios se estrellaron y las lenguas lucharon mientras su pasión se extendía y sus deseos crecían más profundos.
El contacto terminó después de lo que parecía toda una vida, haciendo que las dos se quedaran sin aliento y luchando por el aire. Las dos muchachas se miraban una a la otra, silenciosamente articulando su amor mientras se miraban fijamente en los ojos de cada una. Con un último beso rápido para señalar su intento compartido, finalmente comenzaron.
No se intercambió ninguna palabra mientras se colocaban en el pie de la cama gigante y comenzaron el proceso deliberado de desnudarse una a la otra. Con movimientos lentos y meticulosos, Tina movió su mano abajo de la inflamación de los pechos de Bette al dobladillo de su blusa escotada blanca. Con una sonrisa astuta y una lujuria pura en sus ojos, sus manos viajaron hasta el cuello de Bette y tiraron rápidamente del nudo que se basaba sobre la nuca de la morena. El material se soltó rápidamente, sin oponerse a la lucha mientras caía abajo a la cintura de Bette, exponiendo claramente los pechos perfectos a los ojos hambrientos de Tina por primera vez. Su boca salivó ante la vista, no queriendo nada más que doblarse abajo y tomar esas partes que resaltaban entre sus labios. Pero sabía que tenía que acabar la tarea actual, y con nueva urgencia en sus movimientos, estabilizó el temblor de sus manos y tiró en el nudo en la parte baja de la espalda de Bette. Ahora la blusa estaba deshecha y cayó totalmente entre las dos. La respiración de Tina se aceleró cuandosus manos hechas fuego cayeron inmediatamente sobre el botón en los pantalones vaqueros de su novia. Haciéndolo estallar y bajando el cierre, tiró hacia abajo el material a las rodillas de Bette y miró con la respiración hostigada cuando su amante los golpeó con el pie para quitarlos de su cuerpo. Sus ojos enfocaron adentro en la ropa interior de encaje negra de Bette y no pudo dejar de hacer muecas ante la vista.
“¿Dejaste a la mujer maravilla descansando?” Tina bromeó cuando Bette cerró la distancia entre ellas y puso un beso lento pero ardiente en sus labios. Ella gimió en el contacto, la electricidad fluía abajo a su cuerpo, haciendo que su clitoris zumbara y palpitara. Dios, estaba tan mojada. Movió sus manos arriba y abajo del estómago tenso de Bette, sonriendo en el beso cuando los músculos se contrajeron debajo de su tacto.
“Ella necesitaba un receso.” Bette sonrió cuando rompió el beso, ambas respiraban más pesadamente que antes. Se lamió los labios en la anticipación mientras sus ojos todavía barrieron el cuerpo completamente arropado de Tina. Ahora era su turno para desnudarla. Había hecho esta cosa un millón de veces dentro de su cabeza, pero estar aquí ahora, experimentándolo realmente, empujaba su mente en sobremarcha. Con las manos inusualmente constantes, tiró de la blusa de Tina sobre su cabeza y la lanzó al lado de su propia blusa. Sus ojos crecieron nebulosos mientras admiraba la vista maravillosa de Tina en su brassier negro. Era una vista que siempre la dejaba sin habla. Levantó sus manos y ahuecó los pechos de Tina, sonriendo mientras sentía los pezones duros que resaltaban a través de la tela. Con sus pulgares, procedió a darles masajes en un estado incluso más endurecidos. Tina, que estaba tan grandemente despierta en este punto, tiró de ella adentro para otro beso hambriento. Fue solamente cuando se presentó la necesidad del aire y se separararon que Tina se dio cuenta que su sujetador se reunía ya con sus pies. Miró hacia arriba y vio el destello pícaro en los ojos de Bette. “Buen movimiento.” Tina respiró fuerte cuando movió sus manos arriba y abajo del pecho de Bette, adrede sin tocar los pezones duros de la morena en un esfuerzo por bromear.
“No has visto nada todavía.” Bette susurró con aire satisfecho mientras desabrochaba rápidamente los pantalones de Tina. La rubia saltó para arriba cuando Bette pegó levemente su mano derecha adentro y examinó el estado del bikini de Tina con su palma. “Tan mojada.” Bette hizo muecas mientras giraba su mano adentro y agarró el material en el lugar en donde la cremallera terminaba. En un movimiento rápido, flúido, jaló hacia abajo y dio un tirón a los pantalones de Tina a sus rodillas y los sacó de sus piernas. Todavía agachándose en el piso, Bette levantó la vista y guiñó en su novia sudorosa. Cuando lo hizo así, sus cejas se levantaron mientras el bikiní negro de Tina capturó su atención. Rió un poco mientras remontaba el diseño con su dedo.
“¿Qé estás esperando Porter?” Tina se atrevió a preguntar mientras ella miraba firmemente su ropa interior. Era una cosa negra simple. con una cereza impresa en el frente y la palabra PRUEBAME escrito en negrilla sobre él. Sonrió cuando la comprensión se registró en la cara de Bette, su mensaje fue recibido ruidoso y claramente.
“Mi placer.” Bette hizo muecas de oído a oído mientras abría sus labios y pellizcaba la cereza. Cerró los ojos y gimió mientras el olor único de Tina le invadió los sentidos y envió temblores a su espina dorsal. Mordió en la tela y arrastró la ropa interior de Tina abajo con sus dientes, salivando en la vista de la figura completamente desnuda de su novia delante de ella. Tan impresionante, sus ojos esmaltados brillaban. Se levantó y volvió a Tina. Dirigió a la rubia a la cama e hizo que se acostara en el colchón, Tina se conformó dispuesta, apenas capaz de pensar claramente para entonces. Bette se colocó al lado de la cama y admiró la vista maravillosa ante ella. Su imaginación no era nada comparada a la auténtica que se colocaba encima de la cama. Tina Kennard era en verdad una vista sublime, y lo mejor de todo es que era toda suya. Sabía que quedarse parada y solo mirar a la belleza delante de ella no era la manera de ir si quería facilitar el dolor entre sus piernas, pero necesitaba parar por un momento y admirar la visión.
Tina mordió su labio mientras miraba para arriba la cara de Bette. Estaba allí, el amor, el temor, la confianza, todo estaba escrito claramente en las facciones de la morena que amaba. Ella caminó dentro de este yate pensando que estaba lista, pero ahora, ella sabía que lo estaba. Aquí, estando con Bette, se sentía tan correcto. Y lo que sucedería, sabía que estaba destinado para ser. Esta noche, darían una a la otra su cuerpo y alma, entregarían todo a la persona que poseía sus corazones. Ningún miedo, ninguna agitación, apenas una sensación de forma aplastante de certeza y pasión.
“Bebé.” Tina dijo en voz alta mientras se apoyaba hacia arriba con sus codos y dividió sus piernas. “Ven aquí.”
Y con esas palabras mágicas, Bette Porter se arrastró encima de Tina Kennard y comenzó el maratón de acontecimientos que marcaron el principio de otro capítulo en sus vidas. Qué comenzó lento y fue traído a nuevas alturas, cuando la intimidad y el éxtasis chocaron en una noche.
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My heart, my love, my heart
Just for one night
My body, my soul
Just for one night
My love, my love
For one night
One night..
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“¿P-Porter?”
“¿Y-yeah?”
“E-ese b-bikini. aahhhhhh. T-tuyo? B-bonito.”
“M m. G-gracias.”
“P-pero necesita... salir.”
anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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Re: [Terminado] Sólo esa chica
CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE: Insaciable
When moonlight crawls along the street
Chasing away the summer heat
Footsteps outside somewhere below
The world revolves I let it go
We build our church above this street
We practice between these sheets
The candy sweetness scent of you
It bathes my skin I'm stained by you
And all I have to do is hold you
There's a racing in my heart
I am barely touching you
Turn the lights down low
Take it off
Let me show
My for you
Insatiable
Turn me on
Never stop
Wanna taste every drop
My for you
Insatiable
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Tomó toda la fuerza de voluntad y control muscular dentro de Bette Porter para abstenerse de venirse ante la vista de Tina Kennard que culebreaba debajo de ella en la cama. “Coges tan hermoso.” Masculló cuando sus ojos barrieron el cuerpo de Tina, la piel color crema pintada en tonalidades del rojo cuando la sangre que cursaba a través de sus venas fluía a una velocidad incluso mayor de lo normal. Nunca había visto cualquier cosa tan remotamente cautivante como esa, se lamió los labios en la anticipación cuando apretó lentamente su cuerpo al de la rubia y se colocó entre las piernas abiertas de Tina. “Dios.” Pronunció a través de los dientes apretados tan pronto como sintiera la humedad entre las piernas de Tina que golpeaba su área púbica. Oyó a Tina inhalar rápidamente y supo que ella sentía también todo lo mojada que estaba para ella.
Los ojos de Tina seguían estando apenas abiertos mientras intentaba desesperadamente admitir cada sensación que golpeaba su cuerpo. La lengüa mojada que iba arriba en su cuello, los labios pellizcando su lóbulo, la mano que daba masajes a su pecho, los dientes que pastaban sus pezones. “Fuuuckk.” Su cabeza bajó contra la almohadilla cuando la boca talentosa de Bette hizo maravillas en su pecho derecho. Ella lo lamió, aspiró, mordió y besó hasta que la boca de Tina cayera abajo y un quejido rezagado se escapara de sus labios.
Bette sonrió mientras besaba el pezón por última vez para prestar su atención al izquierdo. Sonrió cuando Tina encontró su mirada, la rubia entristecida momentáneamente por la ausencia de la boca de Bette en su pecho. “No quisiera que este pequeño bebé se sintiera abandonado.” Sonrió con aire satisfecho antes de tomar el pezón izquierdo entre sus labios. Tina se apretó en el contacto y comenzó inadvertidamente a moler sus caderas contra Bette. “Shhhiiittt.” Bette dejó escapar un quejido gutural mientras los movimientos de Tina golpearon y estimularon accidentalmente su clitoris palpitante. Ella estaba ya muy cerca, y si esto continuaba, perdería el control bastante pronto. “Bebé.” Respiró mientras se subía y besaba los labios hambrientos de Tina. “Quiero que lo hagamos juntas.” Tragó difícilmente mientras el cuerpo de Tina chocó con su pedazo sensible de nuevo mientras se abrochaba debajo de ella.
“Y-yes.” Tina masculló en el acuerdo y permitió que Bette se separara las piernas más de par en par. Admitió una cantidad sana de aire tan pronto como sintiera la mano de su novia partiendo sus dobleces mojados. Su cuerpo estaba ya temblante en este punto, así que cuando Bette colocó su cuerpo sobre ella otra vez y sintió el primer contacto entre sus pedazos palpitantes, Tina perdió todo el control de su cuerpo. Con la electricidad corriendo entre ambas, las dos coincidieron sus cuerpos en un estado frenetico. Mientras Bette empujaba hacia abajo, Tina traía sus caderas para arriba y la encontraba a medio camino. Sus lenguas emparejaron la intensidad de sus movimientos mientras luchaban por la supremacía, una lucha que ni a una ni a otra le importaba realmente quién ganaría.
“Estoy tan, cerca.” Bette manejó decir mientras los movimientos de Tina comenzaron a ser un poco desiguales. La rubia se revolvía por debajo de ella, machacando sus caderas con una fuerza incluso mayor y un ritmo apresurado, errático. Ella sabía. Bette sabía que Tina no estaba demasiado lejos de ella Realmente, comenzaba a pensar que Tina iba a estallar delante de ella.
Y tenía razón.
Un chirrido fué oído, seguido de cerca por un gemido, y entonces se escuchó un grito que rompió el tímpano de la paz y de cierta morena mientras Tina Kennard alcanzaba su clímax. No pasó mucho antes que Bette la siguiera. Las uñas de Tina estaban clavadas profundamente en su piel intentando respirar. El cuerpo de Tina iba suave al igual que Bette.
Permanecieron reservadas por algunos minutos abrazandose tiernamente.
Y por la energía concedida en Bette por el Redbull todo-poderoso, ella se recuperó primero.
H . H . “...”
“¿Bebé?”
H . H . “...” Respiraciòn agitada.
“¿Estás bien?”
“Wow.”
Sonrisa con aire satisfecho. “Gracias.”
"De modo que eso, es toda, la queja alrededor.” Beso. “Mmmmmmm. Vamos, otra vez.”
“¿Bebé?”
Beso.
“¿Y-yeah?”
Mordida.
“Tengo hambre.”
“¡Joder Porter! Yo. Te dije que. Cenaras.”
Aspirar.
“¿Quién dijo que quería alimento?”
Lamer.
“¿Huh? ¿Donde estáás -- uh. uhhh. ohhhhhhhhhhhhhhh.”
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11:30 P.M.
“Esto aburre.”
“Absolutamente.”
“Hey ustedes dos, recuerden, si Bette pregunta, no tuve nada que ver con esto.”
“ Bien Sammy.”
“¿Hey Al?”
“¿Sí Shane?”
“No importa qué tanto lo deseemos, esa cortina no se abrirá sola.”
Suspiro. “Sé. Pero podemos todavía esperar un milagro.”
“Me pregunto cómo lo está haciendo Bette. ¿Piensas que siguió algunos de nuestros tips?”
“Eso espero . Dios, qué daría por ser una mosca en la pared de ese yate.”
Suspiro. “Yo también.”
“Joder. Espero que ustedes dos no me espíen cuando finalmente consiga hacer el hecho con Helena.”
“Oh no te preocupes de eso Sammy.”
“Sí.”
“Tu probablemente nos aburrirías a muerte de todos modos.”
“¡Cállate Alicia!”
"Sssh! Vuelve a dormir. Dejanos solas para rumiar nuestra pena.”
Suspiro. “Cancelé una cita con Aubrey para esto. Ahora que hago.”
Suspiro. “Y cancelé mi cita de la película con la chic-- uhh. - tos tos. C-Col.”
“Hombre. Quiero tener sexo.”
“Yo también.”
Pausa.
“¿Porqué me miras Alicia?”
“¿Porqué me miras Shane?”
“¡OhFuck no!”
“Rayos.”
“Mierda.”
“Ewwww.”
“Ustedes dos deben conseguirse una vida.”
“¡Cállate Samantha!”
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11:40 P.M.
“Bebé.” Tina lloriqueó mientras su pecho se levantaba hacia arriba y hacia abajo. Bette reclinaba su cabeza en su muslo, ella podía todavía sentir los dedos de la morena profundamente dentro de ella. “Yo. Yo. No puedo moverme.” Balbuceó, todavía luchando para la respiración. Tembló cuando sentía que la respiración caliente de su novia golpeaba su piel sensible mientras Bette reía suavemente de su lío. “Joder Porter.” Tina mordió su labio, todavía no podía lograr mover las piernas, se sentían un poco pesadas y entumecidas. “Creo que estoy… paralizada, de la cintura para abajo.” Rió un poco nerviosa entonces mordió inmediatamente un quejido mientras Bette retiraba lentamente los dedos por dentro de sus dobleces.
“¿Lo hice yo?” Bette hizo muecas pícara mientras se lamía los dedos. “¿Quieres que compruebe?” Todavía con su cabeza entre las piernas de Tina, hizo una zambullida rápida hacia el clitoris que pulsaba de Tina y aspiró en él sin piedad.
“¡Dios!” Los ojos de Tina rodaron a la parte posterior de su cabeza mientras sus piernas se crisparon involuntariamente.
Bette se retiró y palmeó juguetónamente el muslo izquierdo de Tina antes de besarlo suavemente. “Me parece que están muy bien.” Guiñó en su novia sin aliento mientras Tina finalmente abrió los ojos y encontró su mirada.
“Porter.” Tina miró a Bette, con sus ojos esmaltados totalmente encima. “Pienso, que necesitas comprobar los gemelos también.”
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3:15 AM
Tap. Tap. Tap.
“¿Bebé?”
Tap. Tap. Tap.
“¿Bebé?”
“Mmbfbmmm.”
“Pooorrr-teeeerrr.”
“¿Mmmmmmm?”
“Bebé.” Tap. Tap. Tap.. “Despierta.”
“Mmmmm.” Yaaaaaaawn. “Oh dios. ¿Qué hora es?”
“Tres quince.”
“¿Tres quince?! Jesucristo! ¿Eso significa que acabo de dormir porqué, veinte minutos?!”
“Yep.”
“¿Y quieres ir otra vez?”
Cabeceo cabeceo. Sonrisa grande.
“Bebé, sé que nos gustan los conejos pero hemos estado yendo por cinco horas seguidas. ¿Estás segura que puedes continuar?”
Cabeceo cabeceo entusiasta. Sonrisa grande estupenda.
“Dios, no sabía que eras tal nympho.”
“¿Tienes alguna queja?”
“Ninguna.”
“¿Estás lista Porter?”
“Kennard, soy una adolescente en el pico de la salud y hormonas. Estoy siempre lista.”
“Bueno. Ven aquí.”
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7:12
“Buenos días Kennard.” Bette susurró mientras los ojos de Tina se agitaban finalmente hasta abrirse. Ella ahora había estado mirando fijamente a la hermosa rubia en sus brazos por algunos minutos, admirando y silenciosamente deseando que Tina despertara pronto. Han tenido solamente una hora y media de sueño desde su última vuelta, pero el despertador interno de su cuerpo la golpeó fuerte con el pie y la había despertado, apenas a tiempo de notar la humedad el reunirse entre sus piernas. Hombre, ser joven y caliente, hizo muecas de oído a oído.
“Porter buenos dias.” Tina sonrió mientras se inclinaba adentro para un beso lento y perezoso. Suspiró feliz mientras se separaban. Ella no podía imaginarse una época en su vida en que fuera tan feliz y satisfecha como lo estaba esta mañana. Una mirada en sus cuerpos entrelazados y Tina tuvo que sonreír.
“¿Qué?” Bette surcó su frente confundida mientras Tina comenzó a reirse.
“Yo solo....” Tina masticó en su labio para pararse de reir. “..recuerdo algo.” Explicó con una mueca.
“¿Te importaría decirme?” Bette sonrió mientras movía su mano a través del pelo rubio sucio de Tina. Su panza zumbó mientras miraba en la cama la cabeza absolutamente linda y atractiva de Tina que apenas se había deshecho su peinado.
“Recuerdo despertar así una vez, con nuestros cuerpos enredados.” Tina meneó sus cejas mientras movía su mano a lo largo del valle de los pechos de Bette. “Solamente, que entonces teníamos más ropa puesta, lo cuál era lamentable.” Sonrió atractiva.
“Oh.” Bette sonrió comprendiendo. Por supuesto, ¿quién podría olvidar su primera cita? “Fue una gran noche. Aunque, tengo que decir, que grabaré esa noche en mi lista de noches memorables.” Rió mientras puso un piquito rápido en los labios de Tina.
“Bien.” Tina rodó encima de Bette y pellizcó juguetónamente un pezón erguido. “Sé de una noche que puede superar todas las noches.” Pellizcó en la carne blanda en el lado del cuello de Bette, haciendo a su novia gemir en placer.
“¿Y-yeah?” Bette levantó una ceja cuando Tina se sentó en su estómago, dándole una opinión muy agradable del cuerpo de su novia. “¿Y qué noche es ésa?” Sonrió mientras sus ojos bailaron alrededor de la cara pìcara y los pechos gallardos de Tina.
“Mañana. En la noche del martes. En la noche del miércoles y todas las noches futuras que logremos pasar juntas, con o sin sexo.” Tina guiñó mientras avanzaba a poquitos hacia la cara de Bette para comenzar otra sesión de lovemaking.
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9:34
“Bebé, ¿estás hambrienta?” Tina masculló en el pelo de Bette mientras puso un beso en los enrollamientos marrones. Se acomodó en la trigueña mientras Bette envolvía sus brazos alrededor de su cintura y puso su cabeza en el hombro de Tina.
“No.” Bette contestó cuando miró para arriba a Tina y comenzó a poner pequeños besos en su barbilla.
“¿Estás segura?” Tina rió nerviosamente mientras Bette seguía asaltando agradablemente su cara con sus labios. “No has comido nada desde anoche. Debes estar muerta de hambre.” Siguió mientras Bette se rompía libremente de su abrazo y la montó a horcajadas. “Podríamos ir a la cocina y ver si hay algo de comer.” Frotó ligeramente la mejilla de Bette cariñosamente.
“Moriría de hambre con tal de no salir de esta cama.” Bette hizo muecas mientras tomaba la mano de Tina y puso un beso en su palma. “O mejorar todavía, podría apenas comerte otra vez.” Bromeó cuando fingió morder los dedos de Tina, la rubia retiró la mano precipitadamente y rió. “Después de todo, eres mi plato preferido. No puedo conseguir bastante de el.” Meneó sus cejas hacia arriba y hacia abajo mientras se lanzaba adelante y capturó los labios de Tina para otro beso que se chamuscaba.
“M .” Tina gimió mientras Bette comenzó a aspirar y a lamer su labio más bajo. “Mierda, sabes tan bien.” La boca de Tina salivaba cuando el beso terminó. Sonrió mientras remontaba los labios de Bette con su dedo índice.
“Bebé,” Bette rió mientras besaba el dedo de Tina y lo puso dentro de su boca. “Te estás probando a ti misma.” Ella guiñó. Tanto como quería tomar el crédito por eso, el sabor maravilloso de Tina todavía se retrasaba en sus labios. Era divertido que su novia encontrara sabroso su propio sabor , ella musitó.“¿Realmente?” Tina sonrió astuta cuando movió de un tirón a Bette y frotó su cuerpo encima de ella, arrancando un quejido a ambas. La piel desnuda, sus cuerpos quemaban como el fuego. “Entonces quiero probarte.” Respiró fuertemente mientras arrastraba su cuerpo hacia abajo. Ella no era tan confidente o experimentada como Bette en este departamento, pero estaba lista para el desafío. “M m.” Se lamió los labios mientras se encontró cara a cara con los labios mojados y que esperaban de Bette.
“Oh dios.” Bette lloriqueó mientras sus ojos se cerraron de golpe. “Oh mi dios de mierda.”
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11:35
“Bebé, debemos tomar una ducha.”
“¿H ?”
“Apestamos a sexo.”
“Tienes que llevarme al cuarto de baño. No creo que pueda levantarme.”
“Mi placer. Incluso lavaría tu cuerpo por ti.”
“¿Me harías espuma con el jabón y darías masajes a mi cuero cabelludo con champú?”
“Sí. Después te limpiaré con agua caliente y bañare en aceite.”
“Eso suena agradable.”
“¿Y sabes que?”
“¿Qué?”
“Cuando estés toda seca y limpia, te besaré y te lameré y te cogeré hasta que estés toda sudorosa y sucia otra vez.”
“¿Entonces es apenas un ciclo interminable?”
“Sí.”
“Eres insaciable.”
“Como tu.”
“¿Porter?”
“¿Sí?”
“¿Qué estás esperando? Llevame ya.”
----------------------------------------------
6:55 P.M.
“Que fue.” Tina suspiró contenta después de que se hubiera recuperado de otro orgasmo que soplaba la mente. “..fabuloso.” Sonrió de oído a oído mientras la dicha pura irradiaba en su cara.
“Me alegra que estés feliz.” Bette se arrastró hasta Tina del borde del sofá de piel enorme. Haciendo realidad su promesa de hace algunas noches, las dos bautizaron cada sitio y cada superficie del yate. Los cuartos de huéspedes, la barra, la mesa de cena, la ducha, el Jacuzzi, el mostrador de la cocina, la manta de la sala de estar, la tabla de piscina, el sofá de piel, todos fueron testigos del amor que desbordaban y de la libido gigantesca de las dos adolescentes. Bette acomodó su cuerpo entre Tina y la parte posterior del sofá y detuvo a su novia cerca. “Wow.” Sonrió mientras miraba las sombras móviles en la pared. El sol comenzaba a ocultarse. Habían estado haciendo el amor todo el dia. Su lengua estaba un poco dolorida, sus músculos se contraían, y sentía que sus dedos estaban a punto de caerse, pero joder, si ella pudiera ser de alguna manera más feliz, los arco iris comenzarían a disparar en su culo. Pero regocijada y agotada como estaba, también sentía un tinte de tristeza que todo alrededor tenía que acabar. Ella necesitaría llevar a Tina a su hogar en algunas horas. Sentía ya mucha ansiedad de separación, y una punzada del anhelo profundamente dentro de su corazón. Ahora que sabía lo maravilloso que era despertar al lado del amor de su vida, ¿cómo podría hacerle frente a dormir sola otra vez? “¿Kennard?” Dijo en voz alta suavemente a la muchacha en sus brazos mientras remontaba círculos en el estómago de Tina con su dedo. No recibió ninguna respuesta. el día finalmente había alcanzado a la rubia cuando Tina comenzó a dormitar pacíficamente, tomando el sol en la posluminiscencia de sus muchas sesiones de -making.
“¿Bebé?” Bette susurró suavemente mientras miraba la subida y caída constantes del pecho de Tina mientras dormía. Ella seguiría a Tina en su descanso y la alcanzaría en sus sueños muy pronto, pero tenía que bajar algo de su pecho primero. “Te amo.” Bette puso un beso apacible en la frente de Tina. Amo la manera en que te sientes en mis brazos. Bette sonrió mientras abrazaba a Tina más fuerte a su cuerpo. Cuando tiemblas en el más leve toque, miró los vellos de la piel rubia erizarse cuando su mano pastó suavemente un brazo entonado, cómo tu olor se retrasa en mi piel, enterró su nariz en el pelo rubio, inhaló profundamente y suspiró, la manera en que te siento cuando estoy profundamente dentro de ti, sus dedos viajaron abajo al templo entre las piernas de Tina y cepillaron ligeramente los dobleces pulidos, cómo tus labios se sienten contra los míos. Besó suave los labios divididos y sofocó un quejido, la manera que mi nombre se desarrolla en tu lengua, escuchó con la respiración hostigada como su nombre fluía hacia fuera en un susurro sin aliento de los labios de la rubia dormida.
Y para ponerlo simplemente. Te amo, a ti. Cada pulgada, cada fibra de ti. Te amo cuando estás feliz, aún más cuando te hago sonreir. Te amo cuando puedo satisfacerte, al punto en que tienes que gritar. Bette limpió una lágrima perdida que se escapó de su ojo mientras besaba a Tina en la frente. No quería estar tan emocional y ser tan cursi, pero a veces las sensaciones pueden ser aplastantes y demasiado intensas para guardarlas adentro. Y como su tiempo en este asilo se acercaba a su final, sabía que tenía que dejar salir todo otra vez.
"Te amo tanto.” Bette susurró cerrando los ojos y acompañando a su amante en sus sueños.
"Te. Amo. Más.” Tina masculló en su sueño mientras abrazaba más fuerte a su Bette.
---------------------------------------------
The moonlight plays upon your skin
A kiss that lingers takes me in
I fall asleep inside of you
There are no words
There's only truth
Breathe in breathe out
There is no sound
We move together up and down
We levitate, our bodies soar
Our feet don't even touch the floor
And nobody knows you like I do
The world doesn't understand
But I grow stronger in your hands
Turn the lights down low
Take it off
Let me show
My for you
Insatiable
Turn me on
Never stop
Wanna taste every drop
My for you
Insatiable
----------------------------------------------
Tap. Tap. Tap.
“¿Bebé?”
“¿Uhm?”
“Debemos irnos en una hora.”
“Está bien.”
Tap. Tap. Tap.
“¿Última vuelta?”
“Infierno sí.”
Canción: Insaciable por Darren Hayes
When moonlight crawls along the street
Chasing away the summer heat
Footsteps outside somewhere below
The world revolves I let it go
We build our church above this street
We practice between these sheets
The candy sweetness scent of you
It bathes my skin I'm stained by you
And all I have to do is hold you
There's a racing in my heart
I am barely touching you
Turn the lights down low
Take it off
Let me show
My for you
Insatiable
Turn me on
Never stop
Wanna taste every drop
My for you
Insatiable
-----------------------------------------------
Tomó toda la fuerza de voluntad y control muscular dentro de Bette Porter para abstenerse de venirse ante la vista de Tina Kennard que culebreaba debajo de ella en la cama. “Coges tan hermoso.” Masculló cuando sus ojos barrieron el cuerpo de Tina, la piel color crema pintada en tonalidades del rojo cuando la sangre que cursaba a través de sus venas fluía a una velocidad incluso mayor de lo normal. Nunca había visto cualquier cosa tan remotamente cautivante como esa, se lamió los labios en la anticipación cuando apretó lentamente su cuerpo al de la rubia y se colocó entre las piernas abiertas de Tina. “Dios.” Pronunció a través de los dientes apretados tan pronto como sintiera la humedad entre las piernas de Tina que golpeaba su área púbica. Oyó a Tina inhalar rápidamente y supo que ella sentía también todo lo mojada que estaba para ella.
Los ojos de Tina seguían estando apenas abiertos mientras intentaba desesperadamente admitir cada sensación que golpeaba su cuerpo. La lengüa mojada que iba arriba en su cuello, los labios pellizcando su lóbulo, la mano que daba masajes a su pecho, los dientes que pastaban sus pezones. “Fuuuckk.” Su cabeza bajó contra la almohadilla cuando la boca talentosa de Bette hizo maravillas en su pecho derecho. Ella lo lamió, aspiró, mordió y besó hasta que la boca de Tina cayera abajo y un quejido rezagado se escapara de sus labios.
Bette sonrió mientras besaba el pezón por última vez para prestar su atención al izquierdo. Sonrió cuando Tina encontró su mirada, la rubia entristecida momentáneamente por la ausencia de la boca de Bette en su pecho. “No quisiera que este pequeño bebé se sintiera abandonado.” Sonrió con aire satisfecho antes de tomar el pezón izquierdo entre sus labios. Tina se apretó en el contacto y comenzó inadvertidamente a moler sus caderas contra Bette. “Shhhiiittt.” Bette dejó escapar un quejido gutural mientras los movimientos de Tina golpearon y estimularon accidentalmente su clitoris palpitante. Ella estaba ya muy cerca, y si esto continuaba, perdería el control bastante pronto. “Bebé.” Respiró mientras se subía y besaba los labios hambrientos de Tina. “Quiero que lo hagamos juntas.” Tragó difícilmente mientras el cuerpo de Tina chocó con su pedazo sensible de nuevo mientras se abrochaba debajo de ella.
“Y-yes.” Tina masculló en el acuerdo y permitió que Bette se separara las piernas más de par en par. Admitió una cantidad sana de aire tan pronto como sintiera la mano de su novia partiendo sus dobleces mojados. Su cuerpo estaba ya temblante en este punto, así que cuando Bette colocó su cuerpo sobre ella otra vez y sintió el primer contacto entre sus pedazos palpitantes, Tina perdió todo el control de su cuerpo. Con la electricidad corriendo entre ambas, las dos coincidieron sus cuerpos en un estado frenetico. Mientras Bette empujaba hacia abajo, Tina traía sus caderas para arriba y la encontraba a medio camino. Sus lenguas emparejaron la intensidad de sus movimientos mientras luchaban por la supremacía, una lucha que ni a una ni a otra le importaba realmente quién ganaría.
“Estoy tan, cerca.” Bette manejó decir mientras los movimientos de Tina comenzaron a ser un poco desiguales. La rubia se revolvía por debajo de ella, machacando sus caderas con una fuerza incluso mayor y un ritmo apresurado, errático. Ella sabía. Bette sabía que Tina no estaba demasiado lejos de ella Realmente, comenzaba a pensar que Tina iba a estallar delante de ella.
Y tenía razón.
Un chirrido fué oído, seguido de cerca por un gemido, y entonces se escuchó un grito que rompió el tímpano de la paz y de cierta morena mientras Tina Kennard alcanzaba su clímax. No pasó mucho antes que Bette la siguiera. Las uñas de Tina estaban clavadas profundamente en su piel intentando respirar. El cuerpo de Tina iba suave al igual que Bette.
Permanecieron reservadas por algunos minutos abrazandose tiernamente.
Y por la energía concedida en Bette por el Redbull todo-poderoso, ella se recuperó primero.
H . H . “...”
“¿Bebé?”
H . H . “...” Respiraciòn agitada.
“¿Estás bien?”
“Wow.”
Sonrisa con aire satisfecho. “Gracias.”
"De modo que eso, es toda, la queja alrededor.” Beso. “Mmmmmmm. Vamos, otra vez.”
“¿Bebé?”
Beso.
“¿Y-yeah?”
Mordida.
“Tengo hambre.”
“¡Joder Porter! Yo. Te dije que. Cenaras.”
Aspirar.
“¿Quién dijo que quería alimento?”
Lamer.
“¿Huh? ¿Donde estáás -- uh. uhhh. ohhhhhhhhhhhhhhh.”
-----------------------------------------------
11:30 P.M.
“Esto aburre.”
“Absolutamente.”
“Hey ustedes dos, recuerden, si Bette pregunta, no tuve nada que ver con esto.”
“ Bien Sammy.”
“¿Hey Al?”
“¿Sí Shane?”
“No importa qué tanto lo deseemos, esa cortina no se abrirá sola.”
Suspiro. “Sé. Pero podemos todavía esperar un milagro.”
“Me pregunto cómo lo está haciendo Bette. ¿Piensas que siguió algunos de nuestros tips?”
“Eso espero . Dios, qué daría por ser una mosca en la pared de ese yate.”
Suspiro. “Yo también.”
“Joder. Espero que ustedes dos no me espíen cuando finalmente consiga hacer el hecho con Helena.”
“Oh no te preocupes de eso Sammy.”
“Sí.”
“Tu probablemente nos aburrirías a muerte de todos modos.”
“¡Cállate Alicia!”
"Sssh! Vuelve a dormir. Dejanos solas para rumiar nuestra pena.”
Suspiro. “Cancelé una cita con Aubrey para esto. Ahora que hago.”
Suspiro. “Y cancelé mi cita de la película con la chic-- uhh. - tos tos. C-Col.”
“Hombre. Quiero tener sexo.”
“Yo también.”
Pausa.
“¿Porqué me miras Alicia?”
“¿Porqué me miras Shane?”
“¡OhFuck no!”
“Rayos.”
“Mierda.”
“Ewwww.”
“Ustedes dos deben conseguirse una vida.”
“¡Cállate Samantha!”
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11:40 P.M.
“Bebé.” Tina lloriqueó mientras su pecho se levantaba hacia arriba y hacia abajo. Bette reclinaba su cabeza en su muslo, ella podía todavía sentir los dedos de la morena profundamente dentro de ella. “Yo. Yo. No puedo moverme.” Balbuceó, todavía luchando para la respiración. Tembló cuando sentía que la respiración caliente de su novia golpeaba su piel sensible mientras Bette reía suavemente de su lío. “Joder Porter.” Tina mordió su labio, todavía no podía lograr mover las piernas, se sentían un poco pesadas y entumecidas. “Creo que estoy… paralizada, de la cintura para abajo.” Rió un poco nerviosa entonces mordió inmediatamente un quejido mientras Bette retiraba lentamente los dedos por dentro de sus dobleces.
“¿Lo hice yo?” Bette hizo muecas pícara mientras se lamía los dedos. “¿Quieres que compruebe?” Todavía con su cabeza entre las piernas de Tina, hizo una zambullida rápida hacia el clitoris que pulsaba de Tina y aspiró en él sin piedad.
“¡Dios!” Los ojos de Tina rodaron a la parte posterior de su cabeza mientras sus piernas se crisparon involuntariamente.
Bette se retiró y palmeó juguetónamente el muslo izquierdo de Tina antes de besarlo suavemente. “Me parece que están muy bien.” Guiñó en su novia sin aliento mientras Tina finalmente abrió los ojos y encontró su mirada.
“Porter.” Tina miró a Bette, con sus ojos esmaltados totalmente encima. “Pienso, que necesitas comprobar los gemelos también.”
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3:15 AM
Tap. Tap. Tap.
“¿Bebé?”
Tap. Tap. Tap.
“¿Bebé?”
“Mmbfbmmm.”
“Pooorrr-teeeerrr.”
“¿Mmmmmmm?”
“Bebé.” Tap. Tap. Tap.. “Despierta.”
“Mmmmm.” Yaaaaaaawn. “Oh dios. ¿Qué hora es?”
“Tres quince.”
“¿Tres quince?! Jesucristo! ¿Eso significa que acabo de dormir porqué, veinte minutos?!”
“Yep.”
“¿Y quieres ir otra vez?”
Cabeceo cabeceo. Sonrisa grande.
“Bebé, sé que nos gustan los conejos pero hemos estado yendo por cinco horas seguidas. ¿Estás segura que puedes continuar?”
Cabeceo cabeceo entusiasta. Sonrisa grande estupenda.
“Dios, no sabía que eras tal nympho.”
“¿Tienes alguna queja?”
“Ninguna.”
“¿Estás lista Porter?”
“Kennard, soy una adolescente en el pico de la salud y hormonas. Estoy siempre lista.”
“Bueno. Ven aquí.”
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7:12
“Buenos días Kennard.” Bette susurró mientras los ojos de Tina se agitaban finalmente hasta abrirse. Ella ahora había estado mirando fijamente a la hermosa rubia en sus brazos por algunos minutos, admirando y silenciosamente deseando que Tina despertara pronto. Han tenido solamente una hora y media de sueño desde su última vuelta, pero el despertador interno de su cuerpo la golpeó fuerte con el pie y la había despertado, apenas a tiempo de notar la humedad el reunirse entre sus piernas. Hombre, ser joven y caliente, hizo muecas de oído a oído.
“Porter buenos dias.” Tina sonrió mientras se inclinaba adentro para un beso lento y perezoso. Suspiró feliz mientras se separaban. Ella no podía imaginarse una época en su vida en que fuera tan feliz y satisfecha como lo estaba esta mañana. Una mirada en sus cuerpos entrelazados y Tina tuvo que sonreír.
“¿Qué?” Bette surcó su frente confundida mientras Tina comenzó a reirse.
“Yo solo....” Tina masticó en su labio para pararse de reir. “..recuerdo algo.” Explicó con una mueca.
“¿Te importaría decirme?” Bette sonrió mientras movía su mano a través del pelo rubio sucio de Tina. Su panza zumbó mientras miraba en la cama la cabeza absolutamente linda y atractiva de Tina que apenas se había deshecho su peinado.
“Recuerdo despertar así una vez, con nuestros cuerpos enredados.” Tina meneó sus cejas mientras movía su mano a lo largo del valle de los pechos de Bette. “Solamente, que entonces teníamos más ropa puesta, lo cuál era lamentable.” Sonrió atractiva.
“Oh.” Bette sonrió comprendiendo. Por supuesto, ¿quién podría olvidar su primera cita? “Fue una gran noche. Aunque, tengo que decir, que grabaré esa noche en mi lista de noches memorables.” Rió mientras puso un piquito rápido en los labios de Tina.
“Bien.” Tina rodó encima de Bette y pellizcó juguetónamente un pezón erguido. “Sé de una noche que puede superar todas las noches.” Pellizcó en la carne blanda en el lado del cuello de Bette, haciendo a su novia gemir en placer.
“¿Y-yeah?” Bette levantó una ceja cuando Tina se sentó en su estómago, dándole una opinión muy agradable del cuerpo de su novia. “¿Y qué noche es ésa?” Sonrió mientras sus ojos bailaron alrededor de la cara pìcara y los pechos gallardos de Tina.
“Mañana. En la noche del martes. En la noche del miércoles y todas las noches futuras que logremos pasar juntas, con o sin sexo.” Tina guiñó mientras avanzaba a poquitos hacia la cara de Bette para comenzar otra sesión de lovemaking.
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9:34
“Bebé, ¿estás hambrienta?” Tina masculló en el pelo de Bette mientras puso un beso en los enrollamientos marrones. Se acomodó en la trigueña mientras Bette envolvía sus brazos alrededor de su cintura y puso su cabeza en el hombro de Tina.
“No.” Bette contestó cuando miró para arriba a Tina y comenzó a poner pequeños besos en su barbilla.
“¿Estás segura?” Tina rió nerviosamente mientras Bette seguía asaltando agradablemente su cara con sus labios. “No has comido nada desde anoche. Debes estar muerta de hambre.” Siguió mientras Bette se rompía libremente de su abrazo y la montó a horcajadas. “Podríamos ir a la cocina y ver si hay algo de comer.” Frotó ligeramente la mejilla de Bette cariñosamente.
“Moriría de hambre con tal de no salir de esta cama.” Bette hizo muecas mientras tomaba la mano de Tina y puso un beso en su palma. “O mejorar todavía, podría apenas comerte otra vez.” Bromeó cuando fingió morder los dedos de Tina, la rubia retiró la mano precipitadamente y rió. “Después de todo, eres mi plato preferido. No puedo conseguir bastante de el.” Meneó sus cejas hacia arriba y hacia abajo mientras se lanzaba adelante y capturó los labios de Tina para otro beso que se chamuscaba.
“M .” Tina gimió mientras Bette comenzó a aspirar y a lamer su labio más bajo. “Mierda, sabes tan bien.” La boca de Tina salivaba cuando el beso terminó. Sonrió mientras remontaba los labios de Bette con su dedo índice.
“Bebé,” Bette rió mientras besaba el dedo de Tina y lo puso dentro de su boca. “Te estás probando a ti misma.” Ella guiñó. Tanto como quería tomar el crédito por eso, el sabor maravilloso de Tina todavía se retrasaba en sus labios. Era divertido que su novia encontrara sabroso su propio sabor , ella musitó.“¿Realmente?” Tina sonrió astuta cuando movió de un tirón a Bette y frotó su cuerpo encima de ella, arrancando un quejido a ambas. La piel desnuda, sus cuerpos quemaban como el fuego. “Entonces quiero probarte.” Respiró fuertemente mientras arrastraba su cuerpo hacia abajo. Ella no era tan confidente o experimentada como Bette en este departamento, pero estaba lista para el desafío. “M m.” Se lamió los labios mientras se encontró cara a cara con los labios mojados y que esperaban de Bette.
“Oh dios.” Bette lloriqueó mientras sus ojos se cerraron de golpe. “Oh mi dios de mierda.”
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11:35
“Bebé, debemos tomar una ducha.”
“¿H ?”
“Apestamos a sexo.”
“Tienes que llevarme al cuarto de baño. No creo que pueda levantarme.”
“Mi placer. Incluso lavaría tu cuerpo por ti.”
“¿Me harías espuma con el jabón y darías masajes a mi cuero cabelludo con champú?”
“Sí. Después te limpiaré con agua caliente y bañare en aceite.”
“Eso suena agradable.”
“¿Y sabes que?”
“¿Qué?”
“Cuando estés toda seca y limpia, te besaré y te lameré y te cogeré hasta que estés toda sudorosa y sucia otra vez.”
“¿Entonces es apenas un ciclo interminable?”
“Sí.”
“Eres insaciable.”
“Como tu.”
“¿Porter?”
“¿Sí?”
“¿Qué estás esperando? Llevame ya.”
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6:55 P.M.
“Que fue.” Tina suspiró contenta después de que se hubiera recuperado de otro orgasmo que soplaba la mente. “..fabuloso.” Sonrió de oído a oído mientras la dicha pura irradiaba en su cara.
“Me alegra que estés feliz.” Bette se arrastró hasta Tina del borde del sofá de piel enorme. Haciendo realidad su promesa de hace algunas noches, las dos bautizaron cada sitio y cada superficie del yate. Los cuartos de huéspedes, la barra, la mesa de cena, la ducha, el Jacuzzi, el mostrador de la cocina, la manta de la sala de estar, la tabla de piscina, el sofá de piel, todos fueron testigos del amor que desbordaban y de la libido gigantesca de las dos adolescentes. Bette acomodó su cuerpo entre Tina y la parte posterior del sofá y detuvo a su novia cerca. “Wow.” Sonrió mientras miraba las sombras móviles en la pared. El sol comenzaba a ocultarse. Habían estado haciendo el amor todo el dia. Su lengua estaba un poco dolorida, sus músculos se contraían, y sentía que sus dedos estaban a punto de caerse, pero joder, si ella pudiera ser de alguna manera más feliz, los arco iris comenzarían a disparar en su culo. Pero regocijada y agotada como estaba, también sentía un tinte de tristeza que todo alrededor tenía que acabar. Ella necesitaría llevar a Tina a su hogar en algunas horas. Sentía ya mucha ansiedad de separación, y una punzada del anhelo profundamente dentro de su corazón. Ahora que sabía lo maravilloso que era despertar al lado del amor de su vida, ¿cómo podría hacerle frente a dormir sola otra vez? “¿Kennard?” Dijo en voz alta suavemente a la muchacha en sus brazos mientras remontaba círculos en el estómago de Tina con su dedo. No recibió ninguna respuesta. el día finalmente había alcanzado a la rubia cuando Tina comenzó a dormitar pacíficamente, tomando el sol en la posluminiscencia de sus muchas sesiones de -making.
“¿Bebé?” Bette susurró suavemente mientras miraba la subida y caída constantes del pecho de Tina mientras dormía. Ella seguiría a Tina en su descanso y la alcanzaría en sus sueños muy pronto, pero tenía que bajar algo de su pecho primero. “Te amo.” Bette puso un beso apacible en la frente de Tina. Amo la manera en que te sientes en mis brazos. Bette sonrió mientras abrazaba a Tina más fuerte a su cuerpo. Cuando tiemblas en el más leve toque, miró los vellos de la piel rubia erizarse cuando su mano pastó suavemente un brazo entonado, cómo tu olor se retrasa en mi piel, enterró su nariz en el pelo rubio, inhaló profundamente y suspiró, la manera en que te siento cuando estoy profundamente dentro de ti, sus dedos viajaron abajo al templo entre las piernas de Tina y cepillaron ligeramente los dobleces pulidos, cómo tus labios se sienten contra los míos. Besó suave los labios divididos y sofocó un quejido, la manera que mi nombre se desarrolla en tu lengua, escuchó con la respiración hostigada como su nombre fluía hacia fuera en un susurro sin aliento de los labios de la rubia dormida.
Y para ponerlo simplemente. Te amo, a ti. Cada pulgada, cada fibra de ti. Te amo cuando estás feliz, aún más cuando te hago sonreir. Te amo cuando puedo satisfacerte, al punto en que tienes que gritar. Bette limpió una lágrima perdida que se escapó de su ojo mientras besaba a Tina en la frente. No quería estar tan emocional y ser tan cursi, pero a veces las sensaciones pueden ser aplastantes y demasiado intensas para guardarlas adentro. Y como su tiempo en este asilo se acercaba a su final, sabía que tenía que dejar salir todo otra vez.
"Te amo tanto.” Bette susurró cerrando los ojos y acompañando a su amante en sus sueños.
"Te. Amo. Más.” Tina masculló en su sueño mientras abrazaba más fuerte a su Bette.
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The moonlight plays upon your skin
A kiss that lingers takes me in
I fall asleep inside of you
There are no words
There's only truth
Breathe in breathe out
There is no sound
We move together up and down
We levitate, our bodies soar
Our feet don't even touch the floor
And nobody knows you like I do
The world doesn't understand
But I grow stronger in your hands
Turn the lights down low
Take it off
Let me show
My for you
Insatiable
Turn me on
Never stop
Wanna taste every drop
My for you
Insatiable
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Tap. Tap. Tap.
“¿Bebé?”
“¿Uhm?”
“Debemos irnos en una hora.”
“Está bien.”
Tap. Tap. Tap.
“¿Última vuelta?”
“Infierno sí.”
Canción: Insaciable por Darren Hayes
anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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Fecha de inscripción : 06/03/2008
Re: [Terminado] Sólo esa chica
CAPÍTULO CUARENTA: Pequeña muchacha rica pobre
Apartamento de Kennard. Lunes por la mañana.
“¿Cariño?” Ken Kennard gritó fuerte mientras golpeaba en la puerta del dormitorio de su hija. No oyendo ninguna respuesta desde adentro, intentó otra vez. Como de costumbre, su única hija todavía dormía posiblemente. Bette, siempre puntual, llegaría probablemente para recogerla en aproximadamente una hora. “¿Tina?” Dijo en voz alta un poco más fuerte mientras golpeaba su puño en la madera. Un sonido sordo fue oído seguido por un gruñido ruidoso y entonces pasos lentos y pesados antes de que la puerta se abriera para revelar a una Tina que se miraba cansada y desvelada. “Hey.” Ken surcó su frente cuando estudió el aspecto de su hija, se miraba como si un carro de diez policías motorizados la hubiera golpeado y después pasado encima un par de veces más. “¿Estás bien?” Sintió la temperatura de Tina con el dorso de su mano, no tenía fiebre pero estaba un poco caliente.
Tina gimió cuando agarró el costado de la puerta para evitar derrumbarse en el piso, sus rodillas estaban tan temblorosas. “Estoy bien.” Hizo muecas ladeada y entonces hizo más muecas cuando los músculos usados en exceso comenzaron un espasmo mayor. Levantó la vista y forzó una sonrisa cuando la cara preocupada de su padre entró en la visión. “Solo me siento un poco. u . adolorida.” Tosió fuerte y miró abajo sus pies, evitando la mirada de su padre.
Ken frunció sus labios mientras observaba inquieto a su hija, a pesar de demandar lo contrario, parecía como si estuviera en gran dolor. Era como que cada movimiento de su cuerpo requiriera toneladas de esfuerzo de su parte “creo que tenemos un par de medicamentos para el dolor dentro del kit. Iré a conseguirte alguno.” Ken suspiró. Tina frotó la parte posterior de su cuello mientras sentía una mezcla de fatiga y de verguenza que la engullían. “No te preocupes kiddo, cada uno se siente dolorido después de su primera vez.” Ken guiñó. Tina centelló mientras su mano frotaba su nuca. ¿Acaba de hacerlo él.? “Puede ser especialmente doloroso alrededor de tus caderas y piernas pero sobrevivirás.” Sonrió de modo tranquilizador mientras rizaba el pelo rubio sucio de Tina. Ken dio vuelta alrededor apenas a tiempo para no notar el gesto de terror en la cara de su hija.
“Oh mierda.” Tina se congeló y tragó saliva nerviosa mientras miraba a su padre desaparecer dentro de la cocina. Después de un par de golpes, soltó la respiración que sostenía pues por fin se filtró en su mente lo que había pasado. Por toda la fatiga que tenía, le tardó algunos momentos recordar que le había dicho anoche que ella y Bette fueron a montar a caballo ayer. Realmente, ésas no fueron sus palabras exactas. Sintiendose un poco culpable dijo a su papá una media verdad, le dijo que montó una belleza negra magnífica todo el dia. Ken acabó de asumir falsamente que hablaba de un caballo. Y diablos, estaba segura como el infierno que no lo sacaría de su error . “Papá gracias.” Sonrió débil mientras Ken caminaba de nuevo hacia ella con un vaso de agua y una botella de medicina a disposición.
“Toma algunas y descansa por un par de minutos.” Ken pidió suavemente cuando le entregó el vaso y los medicamentos a Tina. “Si te sientes mejor para entonces, ve a tomar una ducha y arreglate para la escuela. Si no, llamaré que estás enferma.” La miró mientras Tina hacía estallar dos tabletas dentro de su boca y tragó el agua. “Mi pobre niña.” Sonrió cuando se inclinó adelante y puso un beso en la frente de su hija. Ken tomó el vaso y la botella de la medicina de Tina y movió su cabeza hacia la cama, dandole silenciosamente una orden para que se acostara y descansara ya.
“Está bien Papá.” Tina sonrió antes de deliberadamente cerrar la puerta en la cara de Ken, amortiguando las protestas del individuo sorprendido con el acto precipitado. Sabía que lo que había hecho era grosero pero no podía arriesgarse a caminar de nuevo a su cama con él mirandola. Una mirada en la manera divertida de la cual caminaba y él sabría la verdad sobre sus actividades de ayer. Montar a caballo mis calzones, rodó sus ojos divertida. Si había una porción de ella que estaba más dolorida que el resto, era la pieza preferida de Bette entre sus piernas. Inhaló agudamente y mordió detrás un grito dolido cuando se arrastró hacia su cama, caminando con sus piernas tan aparte una de otra como le era posible. El placer viene siempre con un poco de dolor, hizo muecas cuando azotó la cara primero en el colchón. Dios, le dolía por todas partes. Si tener sexo no fuera una experiencia tan agradable y gratificante, estaba segura que estaría más que queriendo abstenerse de ella al considerar los efectos que castigaban enteramente su cuerpo. Puso su cabeza sobre una almohadilla y exhaló profundamente. Era quizá realmente su culpa por ser tan celosísima como Bette e ir a su mismo ritmo dentro del yate. Oh bien, fue un acuerdo hecho y ella se benefició grandemente de él, a pesar de algunos pormenores y reveses absolutamente dolorosos.
Riiinnngggggg. Riiiiinnnnggggg. Riiiiiinnnnngggggggg.
Un sonido chillón invadió sus oídos después de algunos minutos, haciendo que enterrara su cara incluso más profunda en la almohadilla. Oh dios, gimió cuando su cabeza comenzó a palpitar. Hay solamente una persona que la estaría llamando a esa hora de la mañana, sonrió a pesar de su molestia. Bette Porter, el amor de su joven vida y la causa original de su incapacidad física actual. Sintió el teléfono de oro que sonaba al lado de su almohadilla y lo trajo cerca de su cara. Sus ojos crecieron grandes al ver la imagen que surgió en la pantalla tan pronto como moviera de un tirón el teléfono abriéndolo. Su novia debió haber hecho algunos ajustes en su teléfono celular. El teléfono ahora exhibía una imagen de la morena intentando rodar sus ojos en toda su gloria de Quasimodo, pero se miraba un poco poseída, como una mezcla de cuasi y Linda Blair del exorcista. Se rió de la vista pero por otra parte suprimió rápidamente su risa mientras sus músculos palpitaron en protesta. Ella necesitaría tomar el valor de un envase entero de medicamentos para el dolor para aplastar su malestar.
Click.
“¡Buenos dias Kennard!”
“Ugh. Porter buenos días .”
“¿Estás bien? No te oigo muy bien.”
“No.” Grooooaaaan. “Mi cuerpo entero se siente como plomo y no puedo caminar derecha, aún menos pararme sin el peligro de que mis piernas se aflojen. No creo que vaya a la escuela hoy. Bebé, pienso que debí haber tomado un par de botellas de Red Bull también.”
“Aww. mi pobre bebé. Te dije que la última vuelta dentro del coche no era prudente.”
“No te oí quejarte anoche.”
“Es verdad. Pero no obstante te advertí.”
“De acuerdo está bien, así que tenías razón.” Groaaan. “Para de repetírmelo Porter.“
Suspiro. “Lo siento. Nos dejamos llevar un poco, ¿huh?”
“La subestimación más grande del año. Dios, mi cuerpo está doliendo en lugares que jamás pensé que existieran.”
“No te preocupes, tu cuerpo se acostumbrará al ejercicio bastante pronto. Me cercioraré de éso.”
“Mejor que si.”
“¿Quieres que comience más adelante?”
“Bebé, sabes que lo amaría. Pero ahora, mi, uhm, herida, todavía está un poco fresca y adolorida.”
Ahem. “¿Quieres que lama tu herida para ti? ¿Besarla quizá también? Podría hacerlo todo mejor.”
“¡Joder Porter!”
“¿Qué?”
“Ahora mi cosita está palpitando también.”
Snort. “¿Ahora vamos a hablar en códigos?”
“Sí. Mi papá todavía está en casa. Y como sabes, puede ser que presione su oído a la puerta en un intento por escuchar detras de las puertas.”
“…”
“¿Porter?”
“…”
Suspiro. “Él no puede oír el otro extremo de la conversación, tu sabes.”
“.. no lo sé.”
“¡Oh vamos! Mi papá no tiene oídos bionicos.”
“Nunca lo sabrás. Los padres sobreprotectores tienden a tener un oído agudo, y lo complementan con sus enormes garras y uñas filosas adicionales.”
“Mi papá es un oso de peluche inofensivo.”
“Lo es. Pero eso no significa que no me descuartice cuando descubra que he profanado a su querida cachorrita.”
“Miedosa.”
“Cautelosa.”
“Hey. Olvidé preguntar. ¿Porqué llamaste?”
“Oh. Yo. Quería decirte que no atenderé a la clase hoy.”
“¿Porqué no?”
“U . Tu sabes.”
“Espera. mierda. Bebé lo siento. Está sucediendo hoy ¿correcto? Se deslizó totalmente de mi mente.”
“Sí. Um, de hecho ya estoy empacando pero, necesito hacer algunas cosas más. Iré contigo tan pronto como lo haga, ¿okay?”
“Tomate tu tiempo bebé. ¿Y Porter?”
“¿Sí?”
“Estoy apenas una llamada de teléfono lejos.”
“Sé.”
“Si sientes que necesitas a alguien allí contigo, solo llama. Puede ser que no sea de mucha ayuda en mi estado, lo siento , pero arrastraré mi culo adolorido hasta ti en un latido del corazón y te haré compañía.”
“¿Kennard?”
“¿Sí?”
“Gracias.”
“Es lo menos que podría hacer.”
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Residencia Porter. Lunes por la mañana.
Tarda un par de segundos para decir hola, pero para decir adiós una eternidad.
Bette Porter suspiró mientras releía la cotización anónima que Sam le envió esta mañana. El mensaje venía con algunas palabras de consolación de su mejor amiga, palabras que eran dulces, un poco tristes pero al fin de cuentas era igual. Tocada como estaba con la consideración de Sam, fue la cotización al final del mensaje que pegó realmente un nervio dentro de ella. La verdad detrás de la declaración simple la golpeó duro, haciendo que parara por algunos minutos y pensara.
Adiós.
¿Cómo le dices adiós a algo que, hasta hace algunos días, considerabas ser un accesorio permanente en tu vida? ¿Algo cuya existencia dabas por concedido porque eras bastante ilusa para creer que estaría allí por siempre?
Es siempre cuando las cosas que están alrededor llegan a su fin que comprendes apenas cuánto significan para ti – todo lo importante que son en tu vida. Y comienzas a desear haber tenido un poco más de tiempo, solo un poco más para darles un adiós apropiado, un adiós que se merecieran de verdad. Pero sabes que es en vano, sabes que es justo optimismo a ultranza, porque si tuvieras un poco más de tiempo con ellos, sería más duro que los dejaras atrás y continuaras adelante. La vida es divertida a su manera.
Y por eso, Bette caminó alrededor de la residencia nostálgica, intentando desesperadamente absorber todo de una vez. Mirando, observando, tomando fotografías mentales de cada escondrijo y grietas en la cantidad de espacio extensa que había sido su hogar por los últimos dieciocho años. Sostuvo las lágrimas y suprimió un sollozo, estaba determinada a decir adiós con una sonrisa en su cara y poner un frente valiente. Estaba lista para este día, sabía que tendría que afrontarlo, con todo aún, era todo demasiado agridulce. Decir adiós nunca era fácil, dejar atrás algo lastimaba siempre.
Comenzó con sus habitaciones, su Eden personal. Si hubiera un lugar en esta residencia que extrañaría principalmente, era ese sitio enorme en el ala este de la mansión Porter. Se sentó en el sofá de la sala de estar y sonrió en la amplia gama de ilustraciones dispersas por todo el espacio. Por motivo de las viejas épocas, había pedido a Sonja que girara las pinturas y las esculturas antes de que despertara esta mañana. Era tradición. Las mañanas del lunes señalaban siempre el comienzo de otro cambio más en el caramelo visual que adornaban el cuarto. James y Sonja se cercioraron siempre de que las selecciones que colgaban alrededor contuvieran los diversos humores de su joven ama. Estaban las semanas violentas , las oscuras y las presiones y las más recientes, coloridas y brillantes obras de arte. Su colección incluía a Miguel Angel, Botticelli y Canaletto. Hoy, el humor total fijado por las diversas obras maestras estaban en conflicto unas con las otras. Muchas felices colgaban en las paredes, pero un número de pinturas tristes estaban incluidas en la batalla. De nuevo, capturaron los funcionamientos internos de la tela emocional conocida como Bette Porter. Adiós mis piezas de arte queridas, mi pequeño museo personal. Suspiró mientras se levantaba del sofá y caminó hacia su dormitorio.
Abrumada con un gran sentido de nostalgia mezclado con un pedazo minúsculo de dolor, se acostó en su cama y cerró los ojos. Gozando de la sensación maravillosa del colchón en su cuerpo cansado. Fue hecho especialmente para seguir los contornos del cuerpo que reposaba encima de él. Se puso triste cuando pensó que no podría compartir este pedazo de trabajo maravilloso con Tina. Hacer el amor aquí adentro habría sido una experiencia verdaderamente maravillosa. pero oh bien, quizá en otra vida. Adiós cama comfortable. Rodó la cara ocultandola en las colchas e inhalo profundamente. Sonrió mientras el olor florido del edredón invadió las ventanas de su nariz. Éste era el olor que la había estado calmando para dormir por los últimos años, era familiar, confortaba, pero era hora de irse. Adiós edredón perfumado. Destelló una sonrisa melancólica cuando se empujó para arriba de la cama e hizo el viaje silencioso a su armario.
Suspiró mientras hacía una pausa en el umbral y aplaudió sus manos dos veces. Uno por uno, los proyectores dentro del laberinto espacioso y elegante entraron en vida. iluminando la amplia gama de ropa de diseñador, los vestidos, los bolsos, las bufandas, los bikinis, la joyería, los relojes y los vidrios que fueron arreglados cuidadosamente con filas y filas de estantes de madera, de estantes, de plataformas y de objetos de cristal. Caminó hacia el estante lleno por completo de vestidos cuidadosamente acomodados, ordenados por color y recorrió sus dedos a lo largo de las diversas telas. Su cuerpo extrañaría seguramente la sensación divina de tener estos artículos de ropa costosa en su piel. También extrañaría la sensación de sensualidad, de poder y de femineidad absolutos que se apoderaban de su cuerpo siempre que usaba esos vestidos y se miraba en un espejo. Esta ropa era como su segunda piel - una armadura suave y sedosa que le concedía confianza y poderío adicionales.Adiós Gucci. Versace. Dior. Dolce. Balenciaga. y todas las otras creaciones hermosas. Sonrió tristemente mientras miraba sus vestidos. Si solamente pudiera llevarlos todos juntos con ella. Pero el único armario bastante grande para todos era éste, sonrió amargamente. Con una última mirada persistente, dejó sus vestidos y fué hacia los bolsos que estaban alineados en los estantes en la esquina del cuarto. Su labio más bajo tembló mientras remontaba los diseños en los bolsos con su dedo. Adiós mi Prada querido, LV, Chloe, Fendi, Coach, Hermes. y todos los otros cuyos nombres no puedo incluso pronunciar. Suspiró mientras limpiaba una lágrima perdida que amenazaba caer de su ojo. Sus monederos, sus bolsos de viaje, carteras, bolsas de noche, para la playa, todos habían sido hechos especialmente para ella. Y ella atesoraba cada uno, aunque eran centenares, conocía cada bolso de memoria. Le dijo adiós a cada objeto de piel y maravillas sintéticas ante ella, e hizo una oferta del adiós a un pedazo de su corazón también.
Con un corazón pesado, e incluso pies más pesados, caminó hacia las puertas dobles en el lado derecho del armario. Destelló una sonrisa agridulce mientras entraba en su armario inmenso de zapatos. Imelda Marcos y su coleccion de mil zapatos no eran nada ante Bette Porter. De estiletes, de tacón de punta, tres cuartos, plataforma, sandalias, tenis, botas, botines, ella tenía cada clase de calzado imaginable, en cada color y en cada estilo. Suspiró mientras miraba el pequeño trozo de papel cerca de la puerta. 3.947, leyó. Así era cómo mantenía la cuenta de su colección actual. Si no hubiera ido regalando los zapatos a medida que iba creciendo, estaba segura que el número se habría triplicado. Adiós mi colección preciosa de zapatos. Sus hombros cayeron mientras expelía una suma enorme de aire de sus pulmones. Esta cosa de la despedida era tan difícil, tomaba un peaje en ella física, mental y emocionalmente. Solo un último sitio por visitar, tragó saliva y se estabilizó, lo más duro debía todavía venir.
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“¡Apresurate ya lenta!”
“¡Ya voy !”
“¡Para de ligar con el equipo de vuelo y mete tu culo dentro de este avión Shane !”
“Al joder. No es como si esa cosa se iría sin mí.”
“Mi jet, mis reglas. Asi que. Vamos. Te quiero aquí. ¡¡¡Ahora!!!”
“Tch. muy bien.” … “¿porqué tienes tanta prisa de todos modos? Bette todavía está probablemente en su casa, tu sabes.”
“Sí, solamente que eso no la pararía de enviar a sus matones para afeitar nuestras cabezas.”
“Bien, tienes un punto.”
“Por supuesto que lo tengo.”
“¿Entonces a donde vamos?”
“¡Las Vegas!”
“¿Vegas?”
“Yep. Estamos permaneciendo en uno de tus casinos. Puesto que estoy proporcionando el transporte, tu estás a cargo de las comodidades.”
“¿Pero porqué tenemos que permanecer en las Vegas? ¿Porqué no ir a Macau?”
“Hey, en las Vegas, tus matones nos protegerán ¿correcto?”
“Sí.”
“¿Quién podría proporcionar una mejor seguridad entonces que los gángsteres de McCutcheon?”
“¿Um. Al?”
“¿Sí?”
“Shorty y sus muchachos tienen miedo de Bette.”
“¡Oh puta madreeee!.”
“¿Cuánto combustible tiene este Jet?”
“No sé. ¿Porqué lo preguntas?”
“Quizá podríamos permanecer arriba en el aire por algunos días. Parece más seguro.”
“…”
“¿Al?”
“¿Sí?”
“Estamos en apuros,¿no es asi?”
“Sí.”
“Mierda.”
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1969 Alfa Romeo Spider. 1973 de Tomaso Pantera. 1973 Maserati Indy. 1962 Ferrari 250 GTO. 1963 XK-E Jaguar Roadster. 1963 Volkswagen Karmann Ghia 1600. 1956 Chevrolet Corvette.
Bette miraba su colección de coches de deportes clásicos restaurados y se inclinó detrás contra su moto de plata Ducati para evitar caer dramáticamente a sus rodillas en medio del garage. “Mis bebés.” Lloriqueó cuando mordió en los interiores de su mejilla para abstenerse de llorar. La restauración de coches parecía una cosa que solo a los hombres interesaba, pero ella se encontró gozando excesivamente de hacerlo cuando su papá le dio un coche de deportes clásico Alfa Romeo para su décimosexto cumpleaños. Poco tiempo después, comenzó a rastrear en el mercado para encontrar esos modelos y comenzó a restaurarlos de arriba a abajo. Eran sus pequeños bebés, modelos muy raros que cuidadosamente había conseguido y había invertido su dinero para rehabilitarlos. Adiós mis coches preciosos. Su visión se tornó borrosa cuando sus ojos comenzaron a llenarse de lágrima amargas, sintiendo que una parte de ella se desgarraba en pedazos.
“Si usted está más triste por dejar sus coches que a esta pobre vieja, pienso que tenemos un problema.” Sonja bromeó mientras salía de las sombras y caminaba hacia su joven ama. Bette limpió rápidamente las lágrimas de sus ojos y destelló una sonrisa cansada en la señora. “Espero que no olvidara ir a verme antes de que se fuera.” Dijo Sonja en tono burlón, intentando de alguna manera arrancar una sonrisa genuina en la morena, fue insustancial puesto que no alcanzó hasta sus ojos.
“Por supuesto que no.” Bette envolvió un brazo alrededor del hombro de Sonja y dio a la mujer un apretón ligero. “Guardaba lo mejor para el último.” Hizo muecas de oído a oído, su voz atada con emociones tácitas.
“¿Srta. Bette?”
“¿Sí?”
“¿Quién la despertará cada mañana?” Sonja preguntó en pequeña voz. ¿Qué haría ella ahora? Su corazón se rompió tan solo de pensar que no podría despertar a la chica joven al lado de ella para comenzar cada mañana.
“Compré un nuevo despertador.” Bette contestó con un movimiento de hombros débil. Nunca se compararía a su adorable camarera, pero tendría que hacerlo.
“Solamente que usted odia esas cosas. Usted las lanza siempre lejos al segundo que se enciende la alarma.” Sonja precisó la verdad, haciendo a Bette ruborizarse. A través de los años, habían intentado utilizar los despertadores para despertar a Bette con objeto de prepararla para la vida en la universidad. Los pobres adminículos no duraron un día, terminaron siempre dentro de un compartimiento de basura, rotos en millones de pedazos.
“Sí, solamente que aprenderé a vivir con eso, eventualmente.” Bette agregó con una mueca vergonzosa. Si tenía que empotrar el despertador encima de la cabecera para que no pudiera lanzarlo contra la pared, entonces lo haría.
“¿Qué sobre su ropa? Quién la lavará para usted?” Sonja levantó una ceja.
“Yo.” Bette contestó orgullosa. No debe ser eso tan difícil ¿correcto? Todo lo que tendría que hacer era colocar la ropa dentro de la lavadora, presionar el botón de encendido, y ¡bingo! Ropa limpia inmediata. Por lo menos, eso es lo que pensaba.
“¿Oh realmente?” Sonja miraba a la muchacha aprensiva. Bette Porter nunca había estado cerca de una lavadora en su vida entera. “Verdad o falso. ¿Los blancos se pueden lavar junto a la ropa de color?” La sometió a un interrogatorio.
“Uh. ¿verdad?” Bette miró a la señora mayor esperanzadamente. Sonja pudo sacudir solamente su cabeza en la desesperación, a cada minuto que pasaba se preocupaba mas por la morena.
“Está bien. ¿Quién cocinará sus comidas?” Sonja intentó otra cosa angustiante, la más importante en su opinión.
“Yo.” Bette proclamó con confianza, ella había comprado un nuevo libro de cocina y un delantal lindo, ella estaba lista. La boca de Sonja cayó abajo, aterrada totalmente al pensar en Bette dentro de la cocina.
“¡Solamente que usted no sabe cocinar!” Sonja gritó incrédula. Su ama intentó cocinar antes, con resultados extremadamente desastrosos. Bette tenía la tendencia a exagerar cosas. Esto fue visto evidentemente con sus únicas creaciones maravillosas como las pastas-licuadas, gelatina-cemento y las crepas con sabor a carbón. Si tuviera la oportunidad, la muchacha podía quemar el agua hasta vaporizarla totalmente.
“Oh no te preocupes, también prepararé muchas cenas como las de la TV.” Bette suprimió su reflejo y forzó una sonrisa débil.
“Eso es todo.” Sonja agarró la mano de Bette firmemente, ya había oído bastante. “Me voy con usted.” Indicó en una voz que no admitía ninguna protesta.
“¡¡¡¡¿Quuuééééé?!!!!” Bette azotó su cabeza para mirar a la señora mayor. Ella no puede hablar en serio, ¿correcto?
“No podré dormir en la noche sabiendo que usted no está bien cuidada.” Sonja mordió su labio más bajo al pensarlo. Podía representar a su pequeña Bette en su mente muriendo lentamente de hambre, despertándose tarde cada mañana y usando la ropa mal lavada. No podía soportar ni permitir que la niña que había cuidado meticulosamente todos estos años sufriera. “Necesita a alguien que se ocupe de usted.”
“Sonja.” Bette suspiró. “Entiendo y aprecio tu preocupación pero. Necesito hacer esto sola.” Tiró de la mujer un poco más cerca a ella y acarició su brazo. “Necesito aprender cómo sobrevivir en mis propios dos pies.” Encontró la mirada de Sonja y sonrió en la mirada escéptica en las facciones de la mujer. “Seguro, perderé algunas libras y destruiré probablemente alguna ropa, pero pienso que viene con el proceso de aprendizaje.” Guiñó mientras Sonja suspiró derrotada.
“¿Por qué tuvo que crecer tan rápido? No estaba preparada.” Sonja susurró tristemente, ganando una risa de la chica joven.
“Yo tampoco.” Bette hizo muecas.
“¿Puedo por lo menos ir a visitarla?” Sonja suspiró mientras Bette frotaba su brazo hacia arriba y hacia abajo de una manera confortante.
“Por supuesto.”
“¿Diario?”
“Tanto como quieras.” Bette rió.
Una tos detrás interrumpió la conversación entre las dos. Dieron vuelta alrededor para ver a un James con los ojos hinchados colocarse detrás de ellas. Él despejó su garganta antes de hablar. “El guardia acaba de llamar. El convoy de su padre está en la puerta.” Dijo, intentando en vano controlar el temblor de su voz. Él se había desconcertado ya mucho esa mañana delante de Bette mientras ella le daba instrucciones de última hora sobre el desayuno. Su joven jefa pasó una hora intentando aplacarlo. Pero aún así, no podía dejar de estar triste, especialmente ahora que el fin estaba cerca.
“Muy bien.” Bette suspiró fuerte y se estabilizó. Era la hora. “Gracias James.” Levantó la vista y parpadeó un par de veces, intentando retener las lágrimas que manaban de nuevo de sus ojos. “Esto es todo. Deseame suerte.” Sonrió brillantemente mientras rompía su abrazo en Sonja y comenzó su viaje hacia la puerta.
“Buena suerte.” Dijo James con sus puños cerrados y sus nudillos blancos mientras se colocaba al lado de Sonja.
“¿Srta. Bette?” Sonja dijo en voz alta mientras la morena alcanzaba la salida. Bette paró sus pasos pero no miró detrás, las lágrimas ahora fluían libremente de sus ojos y ya no podría retenerlas más. “Ningún adiós ¿de acuerdo?” Sonja sonrió mientras sus labios temblaban. “La veremos más adelante.” Lloriqueó y levantó su delantal a su cara y sollozó reservada mientras James la sostenía cerca. Su niña había crecido después de todo.
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Melvin Porter salió de su limusina negra Rolls Royce y frunció el ceño cuando miró el taxi estacionado dentro de su patio. No puede ser. Sacudió su cabeza ante el pensamiento que cruzó repentinamente su mente. Exhaló en voz alta mientras fijaba su corbata y abotonaba su chaqueta. Su hija tenía probablemente un visitante adentro, aplastó la sensación inquietante que burbujeaba dentro de su estómago. Casi como un túnel, reconoció apenas al personal que lo esperaba por la entrada de la mansión mientras caminaba más allá de ellos. Tan pronto como fijara el pie dentro de la mansión, se congeló en su lugar. Sintió que el aire le perforaba violentamente sus pulmones mientras admitía la vista que lo esperaba.
Recordó las numerosas épocas hace algunos años cuando volvía a casa con esta vista. Tanto como intentaba parecer inafectado por eso, miraba siempre adelante a ver a su niña esperándolo al pie de las escaleras cuando volvía a casa después de algunos meses en Nueva York o de algún otro país en el mundo. Bette estaría siempre allí, a veces con una bandera, a veces con una tarjeta y globos. Esta clase de recepción cambiaría sin embargo de vez en cuando, pero había algo que seguía siendo siempre igual. Su niña preciosa tenía siempre una sonrisa enorme en su cara cuando le daba la a casa.
Hoy no era diferente. Elizabeth Jean Porter lo esperaba al lado del pie de las escaleras.
Pero no había bandera, no habían globos. Apenas su hija. con esa sonrisa enorme que le derretía el corazón. y un par de bolsos del equipaje de Louis Vuitton.
“Papá.” Bette sonrió de oído a oído mientras se levantaba y caminaba hacia su padre que se encontraba parado y en shock. Melvin seguía estando silencioso y estático mirando a su hija con el miedo en sus ojos marrones. Armada con una nueva fuerza y resolución renovada, se lanzó hacia su padre y lo envolvió en un abrazo apretado. Decir que el patriarca Porter estaba sorprendido era una subestimación. Bette se aferró a su padre como si se le fuera la vida, desesperada por un último abrazo de cariño y contacto antes de que ella se fuera.
Melvin se sorprendió cuando sus brazos se movieron solos y devolvieron el abrazo de su hija. “Quédate.” Susurró, incapaz de detenerse. “Ésta es tu casa Elizabeth.” Razonó en voz alta. No esperaba que ella se fuera cuandol le dio el ultimatum la semana pasada. Estaba tan seguro que su hija elegiría su dinero - y de alguna manera, elegiría a su familia sobre Tina Kennard. ¿Subestimé las cosas de nuevo? Pensó amargamente.
Bette tuvo que sonreír en las palabras de su padre. ¿Hogar? Pensó anhelante. Ahora había alcanzado ese punto en su vida en que comprendió que la casa donde había crecido no era ya más realmente su casa. A pesar de las memorias cariñosas, esta casa no se había convertido en nada más que en un lugar donde reclinar su cuerpo cansado. Su corazón encontró un hogar en alguna otra parte.
Así pues, no había nada que hacer mas que continuar adelante. y decir adiós.
“Lo siento Papá.” Sonrió mientras rompía el abrazo. Sacó una carta del bolsillo trasero de sus pantalones vaqueros y la entregó a su padre. “Adiós.” Se inclinó adelante y besó a su papá en la mejilla. Con una sensación de rechazo, Melvin inhaló agudamente y caminó mecánicamente encima de las escaleras en una rabieta. Bette pudo mirar solamente su figura y suspiró nostálgica.
“Aquí vamos.” Susurró para si mientras agarraba sus bolsos y se encaminó al taxi que esperaba afuera.
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Al lado de una ventana en la segunda planta de la mansión, una figura solitaria de pie detrás de una cortina y reservado observaba el taxi que se alejaba del patio con los ojos tristes. Melvin Porter suspiró mientras sostenía la carta de su hija con las manos levemente temblantes, no haciendo caso del dolor embotado dentro de su pecho. Mientras el taxi finalmente desapareció de la visión, cerró los ojos, permitiendo que una memoria distante inundara sus sentidos.
Ella tiene tus ojos.
Sí. sí, los tiene. ¿Sabes lo que significa esto correcto?
¿Qué?
Ella crecerá apenas como yo. Inteligente, firme, decidida, hermosa.
Pido discrepar sobre la parte de inteligente. Ella tendrá ese intelecto asombroso de mí.
Oh no querido, la única cosa que nuestra pobre niña heredó de ti son tus genes obstinados y tercos.
¿Por qué Elizabeth consigue heredar tus buenos rasgos y todos mis malos?
Porque todo lo que tienes son malos rasgos, no tienes los buenos Mel.
¡No es cierto! ¡Retractate!
¡Estoy bromeando! Pero debes comenzar a prepararte. Esta muchacha crecerá apenas como su madre, lo que significa que ella no tomará ninguna mierda de ti. Serás masilla en sus manos.
Oh grande, apenas lo qué necesito. Otra mujer para dar vuelta a mi mundo entero al revés.
Melvin abrió los ojos y se negó a afrontar la ventana. Se paró delante de un retrato de cuerpo completo de una mujer fascinante, rubia y sonrió pesarosamente. “Tienes razón.” Susurró mientras miraba fijamente a la mujer que todavía ablandaba su frío corazón. “Siempre tuviste razón.” .........
Papá,
En primer lugar, dejame decirte que no te odio. Y no estoy haciendo esto por rencor hacia ti. Si digo la verdad, estoy agradecida de que lo hicieras. Necesito crecer. Necesito aprender algunas lecciones importantes de la vida. Y no podría aprender cómo salir adelante por mi misma sin este empuje de ti. Siempre me has dado todo, y ya es tiempo de volar sola – para demostrarte que a pesar de tu ausencia frecuente en mi vida, has criado una buena niña.
Por favor cuidate y no te preocupes de mí. Nadaré a través de todo. Aguantaré. porque soy Porter y tengo tu sangre fuerte e inflexible que corre a través de mis venas. Espero que con el tiempo, entenderás mi decisión y estarás orgulloso de la mujer en que me convertiré.
Ahora es todo lo que te puedo decir, : gracias, te amo y adiós.
Tu hija,
Elizabeth
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“¡Ya voy!” Tina gritó mientras la critica mordaz en la puerta del apartamento aumentó. Hizo muecas mientras salía de su cama y arrastró su cuerpo dolorido hacia la puerta principal. “¡Dije que ya voy!” Dijo a través de los dientes cerrados fuertemente mientras frotaba sus músculos doloridos de la pierna, el golpeteo incesante la irritó en extremo. Abrió la puerta con fuerza. “¡Porter!” Silbó en su novia de mirada pìcara.
“Bette Porter, masajista experta, a su servicio.” Bette se arqueó hacia abajo y agitó una botella de aceite de masaje en su mano.
El ceño fruncido de Tina se derritió cuando Bette se inclinó adentro y colocó un beso cariñoso en sus labios. “¿Masaje? ¿No vas a cobrarme, o si?” Preguntó divertida mientras se hacía a un lado y dejaba que su novia entrara al apartamento.
“Desafortunadamente, tengo que.” Bette encogió los hombros. “Soy pobre ahora. Necesito el pago.” Guiñó mientras Tina le daba una palmada juguetónamente a su brazo.
“¿Donde están tus bolsos?” Tina surcó su frente maravillada mientras miraba fuera del vestíbulo vacío antes de que cerrara la puerta.
“Oh los dejé ya en mi nuevo apartamento.” Bette explicó mientras envolvía sus brazos alrededor de Tina por detrás. “Entonces.” Dijo en voz suave mientras ponía besos minúsculos en el hombro expuesto de Tina.
“¿Entonces qué?” Tina suspiró mientras se inclinaba detrás contra Bette. El dolor que había estado experimentando viajó temporalmente al último rincón de su mente.
“¿Pensé que podría convencerte de hacer un pequeño ejercicio conmigo después del masaje?” Bette preguntó esperanzadamente mientras pellizcaba la piel suave de Tina.
“Bebé, el templo todavía está cerrado para las reparaciones.” Tina gimió mientras Bette comenzó a besar y a aspirar el cuello.
“¿Durante cuánto tiempo?” Bette preguntó con una mueca fresca mientras su mano serpenteaba debajo de la camisa de Tina y acarició la piel lisa debajo. Podía sentir la respiración de Tina agitarse ante su contacto.
“Oh.” Tina mordió su labio más bajo cuando Bette continuó el viaje de su mano para arriba y acarició sus pechos. “..solo por un día.” Tragó difícilmente a medida que Bette continuó sus suministraciones expertas bajo su camisa.
“Tsk. eso es demasiado malo. Esperaba coger un servicio esta noche.” Bette puso mala cara mientras se volvía a Tina para hacerle frente.
“¿Necesitando alguna ayuda divina?” Tina levantó una ceja.
“Sí. Dios sabe que necesito alguno esta noche.” Bette remontó los labios de su novia con su pulgar e hizo muecas.
“Apuesto que si.” Tina rió, sintiendo ese palpitar familiar entre sus piernas. Bette debía tener esa sensación también.
“Hombre, estaba tan de humor para escuchar canciones de adoración.” Bette gimoteó mientras frotaba ligeramente la mejilla de Tina con el dorso de su mano.
“¿Canciones de adoración?” Tina surcó su frente confundida.
“Pensé que podría hacer que cantaras canciones de alabanza. Si sabes lo que digo.” Bette besó a Tina en los labios antes de que se doblara abajo y llevara a su novia en sus brazos. “¿Piensas que puedes abrir las puertas del templo para un peregrino necesitado?” Sonrió cuando la rubia rió nerviosamente en respuesta.
“Depende.” Tina encogió sus hombros mientras Bette comenzaba a llevarla hacia su dormitorio.
“¿De qué?”
“De qué tan buena seas para dar masajes.”
Bette rió mientras colocaba a Tina encima de la cama. “Bien abre las puertas y comienza el servicio. Bette Porter está entrando a adorar.”
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Tres horas y una botella de aceite vacía más adelante, una Bette y una Tina relucientes emergieron de debajo de las sabanas y se detuvieron cerca.
“Dios, estamos tan asquerosas y resbaladizas.” Tina rió cuando su mano resbaló abajo del estómago entonado de su novia. “Podría cocinar una comida con la cantidad de aceite en nuestros cuerpos.” Rió nerviosamente mientras abrazaba más cerca a Bette.
“Por lo menos olemos bien.” Bette hizo muecas y puso un beso en el pelo de Tina. El cuarto entero apestaba del aceite de jazmín, lo cuál era perfecto para disminuir el olor a demasiado sexo que las dos adolescentes parecían emitir. Era una buena cosa que Ken no estaría en casa por algunas horas más, tendrían tiempo para una ducha y limpiar el cuarto aceitoso. “Hey.” Golpeó ligeramente el hombro de Tina colocando después pequeños besos en su piel.
“¿H ?” Tina masculló, continuando su asalto cariñoso en la piel de Bette.
“Puesto que vaciaste mi botella de aceite, tendría que cargarte un costo extra.” Bette se rió entre dientes cuando Tina mordió ligeramente su cuello en respuesta. “¡Necesito el dinero!” Rió en protesta.
Discurso del dinero. Tina se retiró levemente y miró a su novia. “¿Entonces ahora qué bebé? ¿Donde vas a conseguir el dinero para tus gastos cotidianos?”
“Bien, he estado ahorrando algunos dólares de mi gasto mensual desde enero. Voy a vivir de eso por un rato.” Bette sonrió.
“¡¿Qué?! ¿Cómo esperas sobrevivir con solo el cambio?” Las cejas de Tina se estiraron hasta su frente.
“No sé. Pero voy a tener que conformarme con eso.” Bette encogió los hombros.
Tina suspiró mientras se apoyaba con un codo. “Te ayudaré a hacer un plan de gastos mensual así podrás manejar tus fondos correctamente y hacerlos durar quizá por algunos meses.” Se incorporó en la cama y alcanzó una libreta y una pluma de su mesita de noche. Chasqueó en la pluma y abrió una página en blanco. “Así pues, ¿cuánto dinero de tu mensualidad tenemos aquí?” Preguntó mientras Bette levantaba su cuerpo y se sentaba al lado de ella.
“¿Huh?” Bette masculló muda, distraída por los pechos de Tina que repentinamente fueron puestos a disposición de ella banqueteando sus ojos.
Tina rodó sus ojos y agarró su camisa del borde de la cama. Se la puso, mucho a la consternación de Bette. “Aquí.” Lanzó la camisa de la morena a ella y le pidió a Bette que se cubriera también. Su novia se conformó a regañadientes. “¿Cuánto dinero de tu mensualidad has ahorrado?” Intentó otra vez cuando estaba segura que tenía la atención completa de Bette.
“Quinientos.” Bette destelló cinco dedos mientras serpenteaba un brazo alrededor de los hombros de Tina.
“¡¿Quinientos?!” La quijada de Tina cayó abajo. ¿Cómo sobrevivirá Bette algunos meses en Los Ángeles con esa cantidad? No sólo estaban los precios de la gasolina que aumentaban el costo de las cosas, también tenía que pagar cosas tales como el alquiler, cuentas para uso general, alimento, necesidades personales y otros costos misceláneos. Bette se acabaría el dinero en una semana, si era muy afortunada.
“Quinientos.” Bette movió su cabeza. “..mil.” Agregó bajo su respiración.
“¿M-mil?” Tina tardamudeó mientras miraba a su novia incrédula. “¡¿Cómo puedes considerarte pobre con quinientos mil dólares en tu bolsillo?!” Tiró su pluma en su regazo y exhaló en voz alta.
“Bebé,” Bette suspiró tristemente. “Fui de ser una multi-multimillonaria a una despreciable quinientos-milenaria en un día. Eso tiene que ser considerado una degradación importante.” Explicó con un movimiento de hombros leve. Oh Bette Porter. La pequeña muchacha rica pobre.
“Joder Bebé.” Tina sacudió su cabeza anonadada. “Incluso cuando te consideras asquerosamente pobre, eres todavía más rica que yo.”
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“¿Estás segura que te tienes que ir? Podrías quedarte para la cena, tu sabes.”
“Me encantaría. Pero Sam viene a recogerme en algunos minutos.”
“¿Por qué? ¿Van a ir a alguna parte las dos?”
“Sí.” Pausa. “Vamos de cacería.”
“¿Buscando?”
“Yep. A dos comadrejas escurridizas.”
“Oh ya veo.”
“Pero no te preocupes, estaré de regreso para la clase de mañana.”
“Está bien. Heeey. ¿A dónde vas?” Tina surcó su frente mientras Bette caminaba en la dirección opuesta dentro del vestíbulo. Lo sabía, suspiró, sigue siendo tan despistada. “Las escaleras están del otro lado, bebé.” Señaló a ella detrás con su pulgar.
“Sé.” Bette emitió. “Solamente que necesito conseguir algunas cosas de mi apartamento primero.”
“¿Huh?” Tina miró a la morena confundida.
“¿No te dije? Me mudé a algunas puertas abajo del pasillo.”
Después: Un poco de reembolso y limpieza.
Apartamento de Kennard. Lunes por la mañana.
“¿Cariño?” Ken Kennard gritó fuerte mientras golpeaba en la puerta del dormitorio de su hija. No oyendo ninguna respuesta desde adentro, intentó otra vez. Como de costumbre, su única hija todavía dormía posiblemente. Bette, siempre puntual, llegaría probablemente para recogerla en aproximadamente una hora. “¿Tina?” Dijo en voz alta un poco más fuerte mientras golpeaba su puño en la madera. Un sonido sordo fue oído seguido por un gruñido ruidoso y entonces pasos lentos y pesados antes de que la puerta se abriera para revelar a una Tina que se miraba cansada y desvelada. “Hey.” Ken surcó su frente cuando estudió el aspecto de su hija, se miraba como si un carro de diez policías motorizados la hubiera golpeado y después pasado encima un par de veces más. “¿Estás bien?” Sintió la temperatura de Tina con el dorso de su mano, no tenía fiebre pero estaba un poco caliente.
Tina gimió cuando agarró el costado de la puerta para evitar derrumbarse en el piso, sus rodillas estaban tan temblorosas. “Estoy bien.” Hizo muecas ladeada y entonces hizo más muecas cuando los músculos usados en exceso comenzaron un espasmo mayor. Levantó la vista y forzó una sonrisa cuando la cara preocupada de su padre entró en la visión. “Solo me siento un poco. u . adolorida.” Tosió fuerte y miró abajo sus pies, evitando la mirada de su padre.
Ken frunció sus labios mientras observaba inquieto a su hija, a pesar de demandar lo contrario, parecía como si estuviera en gran dolor. Era como que cada movimiento de su cuerpo requiriera toneladas de esfuerzo de su parte “creo que tenemos un par de medicamentos para el dolor dentro del kit. Iré a conseguirte alguno.” Ken suspiró. Tina frotó la parte posterior de su cuello mientras sentía una mezcla de fatiga y de verguenza que la engullían. “No te preocupes kiddo, cada uno se siente dolorido después de su primera vez.” Ken guiñó. Tina centelló mientras su mano frotaba su nuca. ¿Acaba de hacerlo él.? “Puede ser especialmente doloroso alrededor de tus caderas y piernas pero sobrevivirás.” Sonrió de modo tranquilizador mientras rizaba el pelo rubio sucio de Tina. Ken dio vuelta alrededor apenas a tiempo para no notar el gesto de terror en la cara de su hija.
“Oh mierda.” Tina se congeló y tragó saliva nerviosa mientras miraba a su padre desaparecer dentro de la cocina. Después de un par de golpes, soltó la respiración que sostenía pues por fin se filtró en su mente lo que había pasado. Por toda la fatiga que tenía, le tardó algunos momentos recordar que le había dicho anoche que ella y Bette fueron a montar a caballo ayer. Realmente, ésas no fueron sus palabras exactas. Sintiendose un poco culpable dijo a su papá una media verdad, le dijo que montó una belleza negra magnífica todo el dia. Ken acabó de asumir falsamente que hablaba de un caballo. Y diablos, estaba segura como el infierno que no lo sacaría de su error . “Papá gracias.” Sonrió débil mientras Ken caminaba de nuevo hacia ella con un vaso de agua y una botella de medicina a disposición.
“Toma algunas y descansa por un par de minutos.” Ken pidió suavemente cuando le entregó el vaso y los medicamentos a Tina. “Si te sientes mejor para entonces, ve a tomar una ducha y arreglate para la escuela. Si no, llamaré que estás enferma.” La miró mientras Tina hacía estallar dos tabletas dentro de su boca y tragó el agua. “Mi pobre niña.” Sonrió cuando se inclinó adelante y puso un beso en la frente de su hija. Ken tomó el vaso y la botella de la medicina de Tina y movió su cabeza hacia la cama, dandole silenciosamente una orden para que se acostara y descansara ya.
“Está bien Papá.” Tina sonrió antes de deliberadamente cerrar la puerta en la cara de Ken, amortiguando las protestas del individuo sorprendido con el acto precipitado. Sabía que lo que había hecho era grosero pero no podía arriesgarse a caminar de nuevo a su cama con él mirandola. Una mirada en la manera divertida de la cual caminaba y él sabría la verdad sobre sus actividades de ayer. Montar a caballo mis calzones, rodó sus ojos divertida. Si había una porción de ella que estaba más dolorida que el resto, era la pieza preferida de Bette entre sus piernas. Inhaló agudamente y mordió detrás un grito dolido cuando se arrastró hacia su cama, caminando con sus piernas tan aparte una de otra como le era posible. El placer viene siempre con un poco de dolor, hizo muecas cuando azotó la cara primero en el colchón. Dios, le dolía por todas partes. Si tener sexo no fuera una experiencia tan agradable y gratificante, estaba segura que estaría más que queriendo abstenerse de ella al considerar los efectos que castigaban enteramente su cuerpo. Puso su cabeza sobre una almohadilla y exhaló profundamente. Era quizá realmente su culpa por ser tan celosísima como Bette e ir a su mismo ritmo dentro del yate. Oh bien, fue un acuerdo hecho y ella se benefició grandemente de él, a pesar de algunos pormenores y reveses absolutamente dolorosos.
Riiinnngggggg. Riiiiinnnnggggg. Riiiiiinnnnngggggggg.
Un sonido chillón invadió sus oídos después de algunos minutos, haciendo que enterrara su cara incluso más profunda en la almohadilla. Oh dios, gimió cuando su cabeza comenzó a palpitar. Hay solamente una persona que la estaría llamando a esa hora de la mañana, sonrió a pesar de su molestia. Bette Porter, el amor de su joven vida y la causa original de su incapacidad física actual. Sintió el teléfono de oro que sonaba al lado de su almohadilla y lo trajo cerca de su cara. Sus ojos crecieron grandes al ver la imagen que surgió en la pantalla tan pronto como moviera de un tirón el teléfono abriéndolo. Su novia debió haber hecho algunos ajustes en su teléfono celular. El teléfono ahora exhibía una imagen de la morena intentando rodar sus ojos en toda su gloria de Quasimodo, pero se miraba un poco poseída, como una mezcla de cuasi y Linda Blair del exorcista. Se rió de la vista pero por otra parte suprimió rápidamente su risa mientras sus músculos palpitaron en protesta. Ella necesitaría tomar el valor de un envase entero de medicamentos para el dolor para aplastar su malestar.
Click.
“¡Buenos dias Kennard!”
“Ugh. Porter buenos días .”
“¿Estás bien? No te oigo muy bien.”
“No.” Grooooaaaan. “Mi cuerpo entero se siente como plomo y no puedo caminar derecha, aún menos pararme sin el peligro de que mis piernas se aflojen. No creo que vaya a la escuela hoy. Bebé, pienso que debí haber tomado un par de botellas de Red Bull también.”
“Aww. mi pobre bebé. Te dije que la última vuelta dentro del coche no era prudente.”
“No te oí quejarte anoche.”
“Es verdad. Pero no obstante te advertí.”
“De acuerdo está bien, así que tenías razón.” Groaaan. “Para de repetírmelo Porter.“
Suspiro. “Lo siento. Nos dejamos llevar un poco, ¿huh?”
“La subestimación más grande del año. Dios, mi cuerpo está doliendo en lugares que jamás pensé que existieran.”
“No te preocupes, tu cuerpo se acostumbrará al ejercicio bastante pronto. Me cercioraré de éso.”
“Mejor que si.”
“¿Quieres que comience más adelante?”
“Bebé, sabes que lo amaría. Pero ahora, mi, uhm, herida, todavía está un poco fresca y adolorida.”
Ahem. “¿Quieres que lama tu herida para ti? ¿Besarla quizá también? Podría hacerlo todo mejor.”
“¡Joder Porter!”
“¿Qué?”
“Ahora mi cosita está palpitando también.”
Snort. “¿Ahora vamos a hablar en códigos?”
“Sí. Mi papá todavía está en casa. Y como sabes, puede ser que presione su oído a la puerta en un intento por escuchar detras de las puertas.”
“…”
“¿Porter?”
“…”
Suspiro. “Él no puede oír el otro extremo de la conversación, tu sabes.”
“.. no lo sé.”
“¡Oh vamos! Mi papá no tiene oídos bionicos.”
“Nunca lo sabrás. Los padres sobreprotectores tienden a tener un oído agudo, y lo complementan con sus enormes garras y uñas filosas adicionales.”
“Mi papá es un oso de peluche inofensivo.”
“Lo es. Pero eso no significa que no me descuartice cuando descubra que he profanado a su querida cachorrita.”
“Miedosa.”
“Cautelosa.”
“Hey. Olvidé preguntar. ¿Porqué llamaste?”
“Oh. Yo. Quería decirte que no atenderé a la clase hoy.”
“¿Porqué no?”
“U . Tu sabes.”
“Espera. mierda. Bebé lo siento. Está sucediendo hoy ¿correcto? Se deslizó totalmente de mi mente.”
“Sí. Um, de hecho ya estoy empacando pero, necesito hacer algunas cosas más. Iré contigo tan pronto como lo haga, ¿okay?”
“Tomate tu tiempo bebé. ¿Y Porter?”
“¿Sí?”
“Estoy apenas una llamada de teléfono lejos.”
“Sé.”
“Si sientes que necesitas a alguien allí contigo, solo llama. Puede ser que no sea de mucha ayuda en mi estado, lo siento , pero arrastraré mi culo adolorido hasta ti en un latido del corazón y te haré compañía.”
“¿Kennard?”
“¿Sí?”
“Gracias.”
“Es lo menos que podría hacer.”
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Residencia Porter. Lunes por la mañana.
Tarda un par de segundos para decir hola, pero para decir adiós una eternidad.
Bette Porter suspiró mientras releía la cotización anónima que Sam le envió esta mañana. El mensaje venía con algunas palabras de consolación de su mejor amiga, palabras que eran dulces, un poco tristes pero al fin de cuentas era igual. Tocada como estaba con la consideración de Sam, fue la cotización al final del mensaje que pegó realmente un nervio dentro de ella. La verdad detrás de la declaración simple la golpeó duro, haciendo que parara por algunos minutos y pensara.
Adiós.
¿Cómo le dices adiós a algo que, hasta hace algunos días, considerabas ser un accesorio permanente en tu vida? ¿Algo cuya existencia dabas por concedido porque eras bastante ilusa para creer que estaría allí por siempre?
Es siempre cuando las cosas que están alrededor llegan a su fin que comprendes apenas cuánto significan para ti – todo lo importante que son en tu vida. Y comienzas a desear haber tenido un poco más de tiempo, solo un poco más para darles un adiós apropiado, un adiós que se merecieran de verdad. Pero sabes que es en vano, sabes que es justo optimismo a ultranza, porque si tuvieras un poco más de tiempo con ellos, sería más duro que los dejaras atrás y continuaras adelante. La vida es divertida a su manera.
Y por eso, Bette caminó alrededor de la residencia nostálgica, intentando desesperadamente absorber todo de una vez. Mirando, observando, tomando fotografías mentales de cada escondrijo y grietas en la cantidad de espacio extensa que había sido su hogar por los últimos dieciocho años. Sostuvo las lágrimas y suprimió un sollozo, estaba determinada a decir adiós con una sonrisa en su cara y poner un frente valiente. Estaba lista para este día, sabía que tendría que afrontarlo, con todo aún, era todo demasiado agridulce. Decir adiós nunca era fácil, dejar atrás algo lastimaba siempre.
Comenzó con sus habitaciones, su Eden personal. Si hubiera un lugar en esta residencia que extrañaría principalmente, era ese sitio enorme en el ala este de la mansión Porter. Se sentó en el sofá de la sala de estar y sonrió en la amplia gama de ilustraciones dispersas por todo el espacio. Por motivo de las viejas épocas, había pedido a Sonja que girara las pinturas y las esculturas antes de que despertara esta mañana. Era tradición. Las mañanas del lunes señalaban siempre el comienzo de otro cambio más en el caramelo visual que adornaban el cuarto. James y Sonja se cercioraron siempre de que las selecciones que colgaban alrededor contuvieran los diversos humores de su joven ama. Estaban las semanas violentas , las oscuras y las presiones y las más recientes, coloridas y brillantes obras de arte. Su colección incluía a Miguel Angel, Botticelli y Canaletto. Hoy, el humor total fijado por las diversas obras maestras estaban en conflicto unas con las otras. Muchas felices colgaban en las paredes, pero un número de pinturas tristes estaban incluidas en la batalla. De nuevo, capturaron los funcionamientos internos de la tela emocional conocida como Bette Porter. Adiós mis piezas de arte queridas, mi pequeño museo personal. Suspiró mientras se levantaba del sofá y caminó hacia su dormitorio.
Abrumada con un gran sentido de nostalgia mezclado con un pedazo minúsculo de dolor, se acostó en su cama y cerró los ojos. Gozando de la sensación maravillosa del colchón en su cuerpo cansado. Fue hecho especialmente para seguir los contornos del cuerpo que reposaba encima de él. Se puso triste cuando pensó que no podría compartir este pedazo de trabajo maravilloso con Tina. Hacer el amor aquí adentro habría sido una experiencia verdaderamente maravillosa. pero oh bien, quizá en otra vida. Adiós cama comfortable. Rodó la cara ocultandola en las colchas e inhalo profundamente. Sonrió mientras el olor florido del edredón invadió las ventanas de su nariz. Éste era el olor que la había estado calmando para dormir por los últimos años, era familiar, confortaba, pero era hora de irse. Adiós edredón perfumado. Destelló una sonrisa melancólica cuando se empujó para arriba de la cama e hizo el viaje silencioso a su armario.
Suspiró mientras hacía una pausa en el umbral y aplaudió sus manos dos veces. Uno por uno, los proyectores dentro del laberinto espacioso y elegante entraron en vida. iluminando la amplia gama de ropa de diseñador, los vestidos, los bolsos, las bufandas, los bikinis, la joyería, los relojes y los vidrios que fueron arreglados cuidadosamente con filas y filas de estantes de madera, de estantes, de plataformas y de objetos de cristal. Caminó hacia el estante lleno por completo de vestidos cuidadosamente acomodados, ordenados por color y recorrió sus dedos a lo largo de las diversas telas. Su cuerpo extrañaría seguramente la sensación divina de tener estos artículos de ropa costosa en su piel. También extrañaría la sensación de sensualidad, de poder y de femineidad absolutos que se apoderaban de su cuerpo siempre que usaba esos vestidos y se miraba en un espejo. Esta ropa era como su segunda piel - una armadura suave y sedosa que le concedía confianza y poderío adicionales.Adiós Gucci. Versace. Dior. Dolce. Balenciaga. y todas las otras creaciones hermosas. Sonrió tristemente mientras miraba sus vestidos. Si solamente pudiera llevarlos todos juntos con ella. Pero el único armario bastante grande para todos era éste, sonrió amargamente. Con una última mirada persistente, dejó sus vestidos y fué hacia los bolsos que estaban alineados en los estantes en la esquina del cuarto. Su labio más bajo tembló mientras remontaba los diseños en los bolsos con su dedo. Adiós mi Prada querido, LV, Chloe, Fendi, Coach, Hermes. y todos los otros cuyos nombres no puedo incluso pronunciar. Suspiró mientras limpiaba una lágrima perdida que amenazaba caer de su ojo. Sus monederos, sus bolsos de viaje, carteras, bolsas de noche, para la playa, todos habían sido hechos especialmente para ella. Y ella atesoraba cada uno, aunque eran centenares, conocía cada bolso de memoria. Le dijo adiós a cada objeto de piel y maravillas sintéticas ante ella, e hizo una oferta del adiós a un pedazo de su corazón también.
Con un corazón pesado, e incluso pies más pesados, caminó hacia las puertas dobles en el lado derecho del armario. Destelló una sonrisa agridulce mientras entraba en su armario inmenso de zapatos. Imelda Marcos y su coleccion de mil zapatos no eran nada ante Bette Porter. De estiletes, de tacón de punta, tres cuartos, plataforma, sandalias, tenis, botas, botines, ella tenía cada clase de calzado imaginable, en cada color y en cada estilo. Suspiró mientras miraba el pequeño trozo de papel cerca de la puerta. 3.947, leyó. Así era cómo mantenía la cuenta de su colección actual. Si no hubiera ido regalando los zapatos a medida que iba creciendo, estaba segura que el número se habría triplicado. Adiós mi colección preciosa de zapatos. Sus hombros cayeron mientras expelía una suma enorme de aire de sus pulmones. Esta cosa de la despedida era tan difícil, tomaba un peaje en ella física, mental y emocionalmente. Solo un último sitio por visitar, tragó saliva y se estabilizó, lo más duro debía todavía venir.
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“¡Apresurate ya lenta!”
“¡Ya voy !”
“¡Para de ligar con el equipo de vuelo y mete tu culo dentro de este avión Shane !”
“Al joder. No es como si esa cosa se iría sin mí.”
“Mi jet, mis reglas. Asi que. Vamos. Te quiero aquí. ¡¡¡Ahora!!!”
“Tch. muy bien.” … “¿porqué tienes tanta prisa de todos modos? Bette todavía está probablemente en su casa, tu sabes.”
“Sí, solamente que eso no la pararía de enviar a sus matones para afeitar nuestras cabezas.”
“Bien, tienes un punto.”
“Por supuesto que lo tengo.”
“¿Entonces a donde vamos?”
“¡Las Vegas!”
“¿Vegas?”
“Yep. Estamos permaneciendo en uno de tus casinos. Puesto que estoy proporcionando el transporte, tu estás a cargo de las comodidades.”
“¿Pero porqué tenemos que permanecer en las Vegas? ¿Porqué no ir a Macau?”
“Hey, en las Vegas, tus matones nos protegerán ¿correcto?”
“Sí.”
“¿Quién podría proporcionar una mejor seguridad entonces que los gángsteres de McCutcheon?”
“¿Um. Al?”
“¿Sí?”
“Shorty y sus muchachos tienen miedo de Bette.”
“¡Oh puta madreeee!.”
“¿Cuánto combustible tiene este Jet?”
“No sé. ¿Porqué lo preguntas?”
“Quizá podríamos permanecer arriba en el aire por algunos días. Parece más seguro.”
“…”
“¿Al?”
“¿Sí?”
“Estamos en apuros,¿no es asi?”
“Sí.”
“Mierda.”
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1969 Alfa Romeo Spider. 1973 de Tomaso Pantera. 1973 Maserati Indy. 1962 Ferrari 250 GTO. 1963 XK-E Jaguar Roadster. 1963 Volkswagen Karmann Ghia 1600. 1956 Chevrolet Corvette.
Bette miraba su colección de coches de deportes clásicos restaurados y se inclinó detrás contra su moto de plata Ducati para evitar caer dramáticamente a sus rodillas en medio del garage. “Mis bebés.” Lloriqueó cuando mordió en los interiores de su mejilla para abstenerse de llorar. La restauración de coches parecía una cosa que solo a los hombres interesaba, pero ella se encontró gozando excesivamente de hacerlo cuando su papá le dio un coche de deportes clásico Alfa Romeo para su décimosexto cumpleaños. Poco tiempo después, comenzó a rastrear en el mercado para encontrar esos modelos y comenzó a restaurarlos de arriba a abajo. Eran sus pequeños bebés, modelos muy raros que cuidadosamente había conseguido y había invertido su dinero para rehabilitarlos. Adiós mis coches preciosos. Su visión se tornó borrosa cuando sus ojos comenzaron a llenarse de lágrima amargas, sintiendo que una parte de ella se desgarraba en pedazos.
“Si usted está más triste por dejar sus coches que a esta pobre vieja, pienso que tenemos un problema.” Sonja bromeó mientras salía de las sombras y caminaba hacia su joven ama. Bette limpió rápidamente las lágrimas de sus ojos y destelló una sonrisa cansada en la señora. “Espero que no olvidara ir a verme antes de que se fuera.” Dijo Sonja en tono burlón, intentando de alguna manera arrancar una sonrisa genuina en la morena, fue insustancial puesto que no alcanzó hasta sus ojos.
“Por supuesto que no.” Bette envolvió un brazo alrededor del hombro de Sonja y dio a la mujer un apretón ligero. “Guardaba lo mejor para el último.” Hizo muecas de oído a oído, su voz atada con emociones tácitas.
“¿Srta. Bette?”
“¿Sí?”
“¿Quién la despertará cada mañana?” Sonja preguntó en pequeña voz. ¿Qué haría ella ahora? Su corazón se rompió tan solo de pensar que no podría despertar a la chica joven al lado de ella para comenzar cada mañana.
“Compré un nuevo despertador.” Bette contestó con un movimiento de hombros débil. Nunca se compararía a su adorable camarera, pero tendría que hacerlo.
“Solamente que usted odia esas cosas. Usted las lanza siempre lejos al segundo que se enciende la alarma.” Sonja precisó la verdad, haciendo a Bette ruborizarse. A través de los años, habían intentado utilizar los despertadores para despertar a Bette con objeto de prepararla para la vida en la universidad. Los pobres adminículos no duraron un día, terminaron siempre dentro de un compartimiento de basura, rotos en millones de pedazos.
“Sí, solamente que aprenderé a vivir con eso, eventualmente.” Bette agregó con una mueca vergonzosa. Si tenía que empotrar el despertador encima de la cabecera para que no pudiera lanzarlo contra la pared, entonces lo haría.
“¿Qué sobre su ropa? Quién la lavará para usted?” Sonja levantó una ceja.
“Yo.” Bette contestó orgullosa. No debe ser eso tan difícil ¿correcto? Todo lo que tendría que hacer era colocar la ropa dentro de la lavadora, presionar el botón de encendido, y ¡bingo! Ropa limpia inmediata. Por lo menos, eso es lo que pensaba.
“¿Oh realmente?” Sonja miraba a la muchacha aprensiva. Bette Porter nunca había estado cerca de una lavadora en su vida entera. “Verdad o falso. ¿Los blancos se pueden lavar junto a la ropa de color?” La sometió a un interrogatorio.
“Uh. ¿verdad?” Bette miró a la señora mayor esperanzadamente. Sonja pudo sacudir solamente su cabeza en la desesperación, a cada minuto que pasaba se preocupaba mas por la morena.
“Está bien. ¿Quién cocinará sus comidas?” Sonja intentó otra cosa angustiante, la más importante en su opinión.
“Yo.” Bette proclamó con confianza, ella había comprado un nuevo libro de cocina y un delantal lindo, ella estaba lista. La boca de Sonja cayó abajo, aterrada totalmente al pensar en Bette dentro de la cocina.
“¡Solamente que usted no sabe cocinar!” Sonja gritó incrédula. Su ama intentó cocinar antes, con resultados extremadamente desastrosos. Bette tenía la tendencia a exagerar cosas. Esto fue visto evidentemente con sus únicas creaciones maravillosas como las pastas-licuadas, gelatina-cemento y las crepas con sabor a carbón. Si tuviera la oportunidad, la muchacha podía quemar el agua hasta vaporizarla totalmente.
“Oh no te preocupes, también prepararé muchas cenas como las de la TV.” Bette suprimió su reflejo y forzó una sonrisa débil.
“Eso es todo.” Sonja agarró la mano de Bette firmemente, ya había oído bastante. “Me voy con usted.” Indicó en una voz que no admitía ninguna protesta.
“¡¡¡¡¿Quuuééééé?!!!!” Bette azotó su cabeza para mirar a la señora mayor. Ella no puede hablar en serio, ¿correcto?
“No podré dormir en la noche sabiendo que usted no está bien cuidada.” Sonja mordió su labio más bajo al pensarlo. Podía representar a su pequeña Bette en su mente muriendo lentamente de hambre, despertándose tarde cada mañana y usando la ropa mal lavada. No podía soportar ni permitir que la niña que había cuidado meticulosamente todos estos años sufriera. “Necesita a alguien que se ocupe de usted.”
“Sonja.” Bette suspiró. “Entiendo y aprecio tu preocupación pero. Necesito hacer esto sola.” Tiró de la mujer un poco más cerca a ella y acarició su brazo. “Necesito aprender cómo sobrevivir en mis propios dos pies.” Encontró la mirada de Sonja y sonrió en la mirada escéptica en las facciones de la mujer. “Seguro, perderé algunas libras y destruiré probablemente alguna ropa, pero pienso que viene con el proceso de aprendizaje.” Guiñó mientras Sonja suspiró derrotada.
“¿Por qué tuvo que crecer tan rápido? No estaba preparada.” Sonja susurró tristemente, ganando una risa de la chica joven.
“Yo tampoco.” Bette hizo muecas.
“¿Puedo por lo menos ir a visitarla?” Sonja suspiró mientras Bette frotaba su brazo hacia arriba y hacia abajo de una manera confortante.
“Por supuesto.”
“¿Diario?”
“Tanto como quieras.” Bette rió.
Una tos detrás interrumpió la conversación entre las dos. Dieron vuelta alrededor para ver a un James con los ojos hinchados colocarse detrás de ellas. Él despejó su garganta antes de hablar. “El guardia acaba de llamar. El convoy de su padre está en la puerta.” Dijo, intentando en vano controlar el temblor de su voz. Él se había desconcertado ya mucho esa mañana delante de Bette mientras ella le daba instrucciones de última hora sobre el desayuno. Su joven jefa pasó una hora intentando aplacarlo. Pero aún así, no podía dejar de estar triste, especialmente ahora que el fin estaba cerca.
“Muy bien.” Bette suspiró fuerte y se estabilizó. Era la hora. “Gracias James.” Levantó la vista y parpadeó un par de veces, intentando retener las lágrimas que manaban de nuevo de sus ojos. “Esto es todo. Deseame suerte.” Sonrió brillantemente mientras rompía su abrazo en Sonja y comenzó su viaje hacia la puerta.
“Buena suerte.” Dijo James con sus puños cerrados y sus nudillos blancos mientras se colocaba al lado de Sonja.
“¿Srta. Bette?” Sonja dijo en voz alta mientras la morena alcanzaba la salida. Bette paró sus pasos pero no miró detrás, las lágrimas ahora fluían libremente de sus ojos y ya no podría retenerlas más. “Ningún adiós ¿de acuerdo?” Sonja sonrió mientras sus labios temblaban. “La veremos más adelante.” Lloriqueó y levantó su delantal a su cara y sollozó reservada mientras James la sostenía cerca. Su niña había crecido después de todo.
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Melvin Porter salió de su limusina negra Rolls Royce y frunció el ceño cuando miró el taxi estacionado dentro de su patio. No puede ser. Sacudió su cabeza ante el pensamiento que cruzó repentinamente su mente. Exhaló en voz alta mientras fijaba su corbata y abotonaba su chaqueta. Su hija tenía probablemente un visitante adentro, aplastó la sensación inquietante que burbujeaba dentro de su estómago. Casi como un túnel, reconoció apenas al personal que lo esperaba por la entrada de la mansión mientras caminaba más allá de ellos. Tan pronto como fijara el pie dentro de la mansión, se congeló en su lugar. Sintió que el aire le perforaba violentamente sus pulmones mientras admitía la vista que lo esperaba.
Recordó las numerosas épocas hace algunos años cuando volvía a casa con esta vista. Tanto como intentaba parecer inafectado por eso, miraba siempre adelante a ver a su niña esperándolo al pie de las escaleras cuando volvía a casa después de algunos meses en Nueva York o de algún otro país en el mundo. Bette estaría siempre allí, a veces con una bandera, a veces con una tarjeta y globos. Esta clase de recepción cambiaría sin embargo de vez en cuando, pero había algo que seguía siendo siempre igual. Su niña preciosa tenía siempre una sonrisa enorme en su cara cuando le daba la a casa.
Hoy no era diferente. Elizabeth Jean Porter lo esperaba al lado del pie de las escaleras.
Pero no había bandera, no habían globos. Apenas su hija. con esa sonrisa enorme que le derretía el corazón. y un par de bolsos del equipaje de Louis Vuitton.
“Papá.” Bette sonrió de oído a oído mientras se levantaba y caminaba hacia su padre que se encontraba parado y en shock. Melvin seguía estando silencioso y estático mirando a su hija con el miedo en sus ojos marrones. Armada con una nueva fuerza y resolución renovada, se lanzó hacia su padre y lo envolvió en un abrazo apretado. Decir que el patriarca Porter estaba sorprendido era una subestimación. Bette se aferró a su padre como si se le fuera la vida, desesperada por un último abrazo de cariño y contacto antes de que ella se fuera.
Melvin se sorprendió cuando sus brazos se movieron solos y devolvieron el abrazo de su hija. “Quédate.” Susurró, incapaz de detenerse. “Ésta es tu casa Elizabeth.” Razonó en voz alta. No esperaba que ella se fuera cuandol le dio el ultimatum la semana pasada. Estaba tan seguro que su hija elegiría su dinero - y de alguna manera, elegiría a su familia sobre Tina Kennard. ¿Subestimé las cosas de nuevo? Pensó amargamente.
Bette tuvo que sonreír en las palabras de su padre. ¿Hogar? Pensó anhelante. Ahora había alcanzado ese punto en su vida en que comprendió que la casa donde había crecido no era ya más realmente su casa. A pesar de las memorias cariñosas, esta casa no se había convertido en nada más que en un lugar donde reclinar su cuerpo cansado. Su corazón encontró un hogar en alguna otra parte.
Así pues, no había nada que hacer mas que continuar adelante. y decir adiós.
“Lo siento Papá.” Sonrió mientras rompía el abrazo. Sacó una carta del bolsillo trasero de sus pantalones vaqueros y la entregó a su padre. “Adiós.” Se inclinó adelante y besó a su papá en la mejilla. Con una sensación de rechazo, Melvin inhaló agudamente y caminó mecánicamente encima de las escaleras en una rabieta. Bette pudo mirar solamente su figura y suspiró nostálgica.
“Aquí vamos.” Susurró para si mientras agarraba sus bolsos y se encaminó al taxi que esperaba afuera.
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Al lado de una ventana en la segunda planta de la mansión, una figura solitaria de pie detrás de una cortina y reservado observaba el taxi que se alejaba del patio con los ojos tristes. Melvin Porter suspiró mientras sostenía la carta de su hija con las manos levemente temblantes, no haciendo caso del dolor embotado dentro de su pecho. Mientras el taxi finalmente desapareció de la visión, cerró los ojos, permitiendo que una memoria distante inundara sus sentidos.
Ella tiene tus ojos.
Sí. sí, los tiene. ¿Sabes lo que significa esto correcto?
¿Qué?
Ella crecerá apenas como yo. Inteligente, firme, decidida, hermosa.
Pido discrepar sobre la parte de inteligente. Ella tendrá ese intelecto asombroso de mí.
Oh no querido, la única cosa que nuestra pobre niña heredó de ti son tus genes obstinados y tercos.
¿Por qué Elizabeth consigue heredar tus buenos rasgos y todos mis malos?
Porque todo lo que tienes son malos rasgos, no tienes los buenos Mel.
¡No es cierto! ¡Retractate!
¡Estoy bromeando! Pero debes comenzar a prepararte. Esta muchacha crecerá apenas como su madre, lo que significa que ella no tomará ninguna mierda de ti. Serás masilla en sus manos.
Oh grande, apenas lo qué necesito. Otra mujer para dar vuelta a mi mundo entero al revés.
Melvin abrió los ojos y se negó a afrontar la ventana. Se paró delante de un retrato de cuerpo completo de una mujer fascinante, rubia y sonrió pesarosamente. “Tienes razón.” Susurró mientras miraba fijamente a la mujer que todavía ablandaba su frío corazón. “Siempre tuviste razón.” .........
Papá,
En primer lugar, dejame decirte que no te odio. Y no estoy haciendo esto por rencor hacia ti. Si digo la verdad, estoy agradecida de que lo hicieras. Necesito crecer. Necesito aprender algunas lecciones importantes de la vida. Y no podría aprender cómo salir adelante por mi misma sin este empuje de ti. Siempre me has dado todo, y ya es tiempo de volar sola – para demostrarte que a pesar de tu ausencia frecuente en mi vida, has criado una buena niña.
Por favor cuidate y no te preocupes de mí. Nadaré a través de todo. Aguantaré. porque soy Porter y tengo tu sangre fuerte e inflexible que corre a través de mis venas. Espero que con el tiempo, entenderás mi decisión y estarás orgulloso de la mujer en que me convertiré.
Ahora es todo lo que te puedo decir, : gracias, te amo y adiós.
Tu hija,
Elizabeth
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“¡Ya voy!” Tina gritó mientras la critica mordaz en la puerta del apartamento aumentó. Hizo muecas mientras salía de su cama y arrastró su cuerpo dolorido hacia la puerta principal. “¡Dije que ya voy!” Dijo a través de los dientes cerrados fuertemente mientras frotaba sus músculos doloridos de la pierna, el golpeteo incesante la irritó en extremo. Abrió la puerta con fuerza. “¡Porter!” Silbó en su novia de mirada pìcara.
“Bette Porter, masajista experta, a su servicio.” Bette se arqueó hacia abajo y agitó una botella de aceite de masaje en su mano.
El ceño fruncido de Tina se derritió cuando Bette se inclinó adentro y colocó un beso cariñoso en sus labios. “¿Masaje? ¿No vas a cobrarme, o si?” Preguntó divertida mientras se hacía a un lado y dejaba que su novia entrara al apartamento.
“Desafortunadamente, tengo que.” Bette encogió los hombros. “Soy pobre ahora. Necesito el pago.” Guiñó mientras Tina le daba una palmada juguetónamente a su brazo.
“¿Donde están tus bolsos?” Tina surcó su frente maravillada mientras miraba fuera del vestíbulo vacío antes de que cerrara la puerta.
“Oh los dejé ya en mi nuevo apartamento.” Bette explicó mientras envolvía sus brazos alrededor de Tina por detrás. “Entonces.” Dijo en voz suave mientras ponía besos minúsculos en el hombro expuesto de Tina.
“¿Entonces qué?” Tina suspiró mientras se inclinaba detrás contra Bette. El dolor que había estado experimentando viajó temporalmente al último rincón de su mente.
“¿Pensé que podría convencerte de hacer un pequeño ejercicio conmigo después del masaje?” Bette preguntó esperanzadamente mientras pellizcaba la piel suave de Tina.
“Bebé, el templo todavía está cerrado para las reparaciones.” Tina gimió mientras Bette comenzó a besar y a aspirar el cuello.
“¿Durante cuánto tiempo?” Bette preguntó con una mueca fresca mientras su mano serpenteaba debajo de la camisa de Tina y acarició la piel lisa debajo. Podía sentir la respiración de Tina agitarse ante su contacto.
“Oh.” Tina mordió su labio más bajo cuando Bette continuó el viaje de su mano para arriba y acarició sus pechos. “..solo por un día.” Tragó difícilmente a medida que Bette continuó sus suministraciones expertas bajo su camisa.
“Tsk. eso es demasiado malo. Esperaba coger un servicio esta noche.” Bette puso mala cara mientras se volvía a Tina para hacerle frente.
“¿Necesitando alguna ayuda divina?” Tina levantó una ceja.
“Sí. Dios sabe que necesito alguno esta noche.” Bette remontó los labios de su novia con su pulgar e hizo muecas.
“Apuesto que si.” Tina rió, sintiendo ese palpitar familiar entre sus piernas. Bette debía tener esa sensación también.
“Hombre, estaba tan de humor para escuchar canciones de adoración.” Bette gimoteó mientras frotaba ligeramente la mejilla de Tina con el dorso de su mano.
“¿Canciones de adoración?” Tina surcó su frente confundida.
“Pensé que podría hacer que cantaras canciones de alabanza. Si sabes lo que digo.” Bette besó a Tina en los labios antes de que se doblara abajo y llevara a su novia en sus brazos. “¿Piensas que puedes abrir las puertas del templo para un peregrino necesitado?” Sonrió cuando la rubia rió nerviosamente en respuesta.
“Depende.” Tina encogió sus hombros mientras Bette comenzaba a llevarla hacia su dormitorio.
“¿De qué?”
“De qué tan buena seas para dar masajes.”
Bette rió mientras colocaba a Tina encima de la cama. “Bien abre las puertas y comienza el servicio. Bette Porter está entrando a adorar.”
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Tres horas y una botella de aceite vacía más adelante, una Bette y una Tina relucientes emergieron de debajo de las sabanas y se detuvieron cerca.
“Dios, estamos tan asquerosas y resbaladizas.” Tina rió cuando su mano resbaló abajo del estómago entonado de su novia. “Podría cocinar una comida con la cantidad de aceite en nuestros cuerpos.” Rió nerviosamente mientras abrazaba más cerca a Bette.
“Por lo menos olemos bien.” Bette hizo muecas y puso un beso en el pelo de Tina. El cuarto entero apestaba del aceite de jazmín, lo cuál era perfecto para disminuir el olor a demasiado sexo que las dos adolescentes parecían emitir. Era una buena cosa que Ken no estaría en casa por algunas horas más, tendrían tiempo para una ducha y limpiar el cuarto aceitoso. “Hey.” Golpeó ligeramente el hombro de Tina colocando después pequeños besos en su piel.
“¿H ?” Tina masculló, continuando su asalto cariñoso en la piel de Bette.
“Puesto que vaciaste mi botella de aceite, tendría que cargarte un costo extra.” Bette se rió entre dientes cuando Tina mordió ligeramente su cuello en respuesta. “¡Necesito el dinero!” Rió en protesta.
Discurso del dinero. Tina se retiró levemente y miró a su novia. “¿Entonces ahora qué bebé? ¿Donde vas a conseguir el dinero para tus gastos cotidianos?”
“Bien, he estado ahorrando algunos dólares de mi gasto mensual desde enero. Voy a vivir de eso por un rato.” Bette sonrió.
“¡¿Qué?! ¿Cómo esperas sobrevivir con solo el cambio?” Las cejas de Tina se estiraron hasta su frente.
“No sé. Pero voy a tener que conformarme con eso.” Bette encogió los hombros.
Tina suspiró mientras se apoyaba con un codo. “Te ayudaré a hacer un plan de gastos mensual así podrás manejar tus fondos correctamente y hacerlos durar quizá por algunos meses.” Se incorporó en la cama y alcanzó una libreta y una pluma de su mesita de noche. Chasqueó en la pluma y abrió una página en blanco. “Así pues, ¿cuánto dinero de tu mensualidad tenemos aquí?” Preguntó mientras Bette levantaba su cuerpo y se sentaba al lado de ella.
“¿Huh?” Bette masculló muda, distraída por los pechos de Tina que repentinamente fueron puestos a disposición de ella banqueteando sus ojos.
Tina rodó sus ojos y agarró su camisa del borde de la cama. Se la puso, mucho a la consternación de Bette. “Aquí.” Lanzó la camisa de la morena a ella y le pidió a Bette que se cubriera también. Su novia se conformó a regañadientes. “¿Cuánto dinero de tu mensualidad has ahorrado?” Intentó otra vez cuando estaba segura que tenía la atención completa de Bette.
“Quinientos.” Bette destelló cinco dedos mientras serpenteaba un brazo alrededor de los hombros de Tina.
“¡¿Quinientos?!” La quijada de Tina cayó abajo. ¿Cómo sobrevivirá Bette algunos meses en Los Ángeles con esa cantidad? No sólo estaban los precios de la gasolina que aumentaban el costo de las cosas, también tenía que pagar cosas tales como el alquiler, cuentas para uso general, alimento, necesidades personales y otros costos misceláneos. Bette se acabaría el dinero en una semana, si era muy afortunada.
“Quinientos.” Bette movió su cabeza. “..mil.” Agregó bajo su respiración.
“¿M-mil?” Tina tardamudeó mientras miraba a su novia incrédula. “¡¿Cómo puedes considerarte pobre con quinientos mil dólares en tu bolsillo?!” Tiró su pluma en su regazo y exhaló en voz alta.
“Bebé,” Bette suspiró tristemente. “Fui de ser una multi-multimillonaria a una despreciable quinientos-milenaria en un día. Eso tiene que ser considerado una degradación importante.” Explicó con un movimiento de hombros leve. Oh Bette Porter. La pequeña muchacha rica pobre.
“Joder Bebé.” Tina sacudió su cabeza anonadada. “Incluso cuando te consideras asquerosamente pobre, eres todavía más rica que yo.”
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“¿Estás segura que te tienes que ir? Podrías quedarte para la cena, tu sabes.”
“Me encantaría. Pero Sam viene a recogerme en algunos minutos.”
“¿Por qué? ¿Van a ir a alguna parte las dos?”
“Sí.” Pausa. “Vamos de cacería.”
“¿Buscando?”
“Yep. A dos comadrejas escurridizas.”
“Oh ya veo.”
“Pero no te preocupes, estaré de regreso para la clase de mañana.”
“Está bien. Heeey. ¿A dónde vas?” Tina surcó su frente mientras Bette caminaba en la dirección opuesta dentro del vestíbulo. Lo sabía, suspiró, sigue siendo tan despistada. “Las escaleras están del otro lado, bebé.” Señaló a ella detrás con su pulgar.
“Sé.” Bette emitió. “Solamente que necesito conseguir algunas cosas de mi apartamento primero.”
“¿Huh?” Tina miró a la morena confundida.
“¿No te dije? Me mudé a algunas puertas abajo del pasillo.”
Después: Un poco de reembolso y limpieza.
anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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Re: [Terminado] Sólo esa chica
CAPÍTULO CUARENTA Y UNO: La caza
LUNES. El salón. Las Vegas, Nevada. 11:47 P.M.
El aire era espeso por el humo y estaba saturado con el hedor mezclado del perfume y sudor pues la sala de baile desbordaba con toneladas de cuerpos que giraban y se entrelazaban en un ambiente de luces laser y música estruendosa. Las criaturas jóvenes y calientes, buscando un rato de diversión sin fin corvergieron en el más nuevo salón-casino de Las Vegas, activando al club en medio del consumo desenfrenado de alcohol y drogas. En medio del caos y del libertinaje total, dos adolescentes se rompieron libremente de la pista para enfriarse y relajarse encima de dos sofás de felpa, tomando el sol en su aislamiento mientras se sentaban semi-ocultas de la vista en un punto aislado en la sección VIP del salón. De vez en cuando, ciertas almas valientes subirían a ellas en un intento por ligar y esperanzadamente anotar con una de las dos calientes adolescentes ricas, y aunque eran rechazadas cortésmente, esa gente no regresaba a casa con las manos vacías. Les pedían sus números. y les prometían que tendrían un servicio efectivo cuanto antes. Nadie conseguía nada más esa noche, las dos muchachas lo prometieron antes de entrar al club. Y hasta ahora, habían cumplido su palabra. La satisfacción personal la hacían a un lado, esta noche solo iba a estar sobre dos amigas que intentaban convivir y celebrar una pequeña victoria.
“Por nosotras.” Alicia Pieszecki levantó su copa de cristal y la inclinó en la dirección de su amiga larguirucha.
“Por nosotras.” Shane McCutcheon repitió siguiendo el brindis de la rubia y levantó su propia copa burbujeante.
“Aquí estamos al final del día con nuestro pelo intacto y nuestros cuerpos indemnes.” Alicia sonrió mientras traía su bebida a sus labios y tomó un sorbo sano. Cerró los ojos y se inclinó detrás contra el sofá, saboreando el gusto exquisito del champán y la sensación maravillosa de escapar con éxito de la cólera de Bette Porter.
“Aleluya.” Shane suspiró feliz mientras tragaba el contenido de su copa de champán y la cerraba de golpe encima de la mesa. Por instinto, miró al hombre de mirada sombría en un traje blanco que se colocaba a unos pies lejos de su lugar y levantó una ceja interrogante. El hombre sonrió y levantó los pulgares a su joven jefa. Shane sonrió, todo era bueno. estaban todavía seguras. “¿Quieres otra ronda?” Dio vuelta a Alicia mientras servía las últimas gotas de la botella dentro de su copa. Viendo a su amiga cabecear en respuesta afirmativa, levantó la botella vacía y la agitó para que una mesera próxima la viera. La peliroja caliente sonrió comprensiva y caminó hacia la barra en la distancia para traer otra botella para las VIPs.
“¿Crees que Porter se encuentre bien?” Alicia mordió su labio mientras abría sus ojos. Sam había prometido llamarlas para las actualizaciones, pero hasta ahora, no habían recibido ninguna palabra de la muchacha. Y absolutamente franco, eran también gallinas para coger el teléfono y llamar a Bette ellas mismas. Seguro, se sentían poderosamente culpables por dejar a su líder durante un rato crucial en su vida. pero de alguna manera, el inmenso miedo dominaba su remordimiento, y el instinto de conservación conquistó toda la culpabilidad. Serían buenas amigas y regresarían al hogar en algunos días, pero mientras todo estaba todavía fresco, sería mejor y más seguro permanecer lejos de Los Ángeles.
“Espero que lo esté.” Shane contestó, su frente arrugada en pensamiento profundo. “Sé que lo está.” Se corrigió después de algunos golpes. Bette había sido siempre la más fuerte dentro de su grupo, pero recientemente, parecía un poco invencible - tan confiada y segura de si. Hace unos meses, iban delante de su líder en el departamento de la madurez. Pero ahora, podía decir con certeza que se retrasaban grandemente detrás de Bette. Bette Porter ha crecido definitivamente más fuerte y más sabia en los brazos de Tina Kennard. “Ella estará bien. ¿Recuerdas lo determinada que estaba el otro día? No puedes estar tan segura si no lo sientes realmente. Tengo total fe en que Bette va a hacerlo sola.” Musitó, sacando un cigarrillo dentro de un caso de plata y colocándolo entre sus labios.
“Ella no está realmente sola. Ella te tiene a ti, a mi y a Sam. y por supuesto, Kennard que la mira detrás.” Alicia agregó mientras lanzaba su encendedor rosado en dirección de Shane. La morena cogió el objeto con una mano, lo chasqueó con su pulgar, y procedió a encender su cigarrillo de la muerte.
“Esa parte de “tu y yo” no suena verdad en este mismo momento.” Shane resbaló el encendedor a través de la mesa y de nuevo a Alicia. “Después de todo, estamos emborrachándonos en las Vegas mientras Bette en los LA, le hace frente a la pobreza mientras hablamos.” Sopló en su cigarrillo y suspiró pesarosamente. Se sentía como una amiga tremenda ahora. “¿Al? ¿Qué dices si salimos de nuestro escondite y regresamos a casa mañana por la mañana?” Preguntó a la rubia mientras exhalaba humo a través de su boca y ventanas de la nariz. Su pelo crecería de nuevo, la pintura de la cara se lavaría, sufriría con su castigo por amistad, no tenía ningun derecho de ocultarse, era toda su culpa.
“Sí. Creo que debemos.” Alicia movió su cabeza en el acuerdo, sintiendose repentinamente tan igualmente malísima como Shane. Aunque Yoda probablemente estaba en lo correcto cuando dijo que Bette estaría bien, estaba segura que su amiga también se sentía un poco triste por el corte del árbol del dinero de Porter. ¿Y quién mejor para levantar los ánimos de su líder que Alicia Pieszecki? Ella irritaría probablemente a Bette a muerte lo que no la haría reir, pero por lo menos la morena no estaría sintiendose presionada, enojada sí. triste, infierno No. “¿Hey Shane?” Despejó su garganta después de algunos momentos, un pensamiento amaneció repentinamente en ella.
“¿Sí?” Shane jugó con el cigarrillo entre sus dedos, golpeó ligeramente las cenizas y las dejó caer dentro del cenicero de cristal.
“Entonces. Porter es realmente pobre ahora.” Alicia sacudió su cabeza sin poderlo creer, actuando como si el concepto entero fuera todavía extraño para ella y absolutamente difícil de comprender. “Mierda, la vida es tan imprevisible. Quién habría pensado que nuestra reina del hielo se deshelaría y se derretiría en las manos de una de sus víctimas marcadas con etiqueta rojas? No sólo eso, renunció a una vida de lujo y estabilidad financiera por algo tan loco como su corazón - joder.” Alicia miró abajo sus manos y comenzó a girar sus pulgares distraída. ¿Atarse en una relación a una edad tan joven era maduro? No era una idea atractiva para una persona que le gustaba y estaba determinada a divertirse sin restricciones mientras seguía siendo joven. Solamente alguien con la tripa de Bette y su romanticismo desesperado semi-oculto podría renunciar a todo en nombre del amor. “¿Te ves alguna vez haciendo lo mismo? Quizá no ahora solamente que ya sabes, ¿encontrando a tu compañera del alma y sentando cabeza?”
“Infierno No.” Shane contestó sin vacilación. ¿Amor y compromiso verdaderos? Nah-uh. No era para alguien como ella. Sí, el concepto de establecerte con tu compañera del alma parecía como una idea agradable para cualquier persona normal. pero no era una noción atractiva para un jugador relación-fóbica tal como Shane McCutcheon. Puñetas, sus novias de una semana eran ya tal conflicto a veces.
“¿Haciendo honor a tu sobrenombre, eh? Siendo una casanova toda la vida?” Alicia rió, esperando realmente no oír otra clase de respuesta de su amiga.
“Absolutamente.” Shane hizo muecas y guiñó en un pequeño grupo de mujeres que se sentaban al lado de su mesa en el área VIP, podía ver que ahora la observaban por algunos minutos. “¿Porqué me tengo que conformar aburriendome con el mismo plato todos los días cuando tengo el mundo para-poder-comer- de todos-los-platillos?” Desafió a Alicia mientras su cigarrillo colgaba libremente entre sus labios.
"Tienes un punto.” Alicia sacudió su cabeza divertida mientras miraba a una de las chicas ligando con Shane soplándole un beso. “Solo espero que no comas excesivamente hasta la muerte.” Se rió a costillas de la morena mientras Shane señaló a la mesera por medio de una bandera próxima y pidió un par de bebidas para ser enviadas a su novia potencial de la semana y a su pandilla. “Aunque podrías aumentar algunas libras más.” Alicia agregó bajo su respiración.
Shane se burló con la advertencia de la rubia. “Al, comer excesivamente es siempre mejor que morir de hambre.” Sopló en su cigarrín por última vez antes de colocarlo dentro del cenicero. “Y si muero debido a eso, es una bonita forma de hacerlo.” Sonrió diabólica mientras soplaba el humo de su boca.
“¿Te ves entonces con diferentes mujeres paseando, cenando y teniendo sexo hasta que estés toda vieja, arrugada, sucia y seca?” Alicia hizo muecas en la imagen rara que surgió dentro de su mente.
“Shane McCutcheon, la vieja lesbiana sucia. Mierda es repugnante.” Arrugó su nariz en el hastío, imaginándose a su amiga como una anciana lasciva en un traje rojo, aterciopelado, rodeada por muchachas rubias de la playa con las tetas falsas enormes.
“Sí.” Shane meneó sus cejas y susurró misteriosa. “Tendré chicas jóvenes encantadoras , seduciéndolas con mis huesos frágiles y caminando con mi bastón.” Las dos muchachas se rieron de lo absurdo del pensamiento. aunque sabían en lo profundo de sus cabezas que no era una noción tan inverosímil. Shane terminaría probablemente haciendo eso.
“Shaney bien, mejor goza de todos los gatitos gratis que ahora puedes conseguir. En algunos años, pagarás por eso.” Alicia indicó práctica. “Debes agradecer a tus estrellas afortunadas que naciste rica. Necesitarás todo el dinero del mundo para sostener tu apetito sexual voraz.” Sonrió, dando un pinchazo en el apego absolutamente notorio al sexo de Shane.
“No lo haré.” Shane comenzó.
“Disculpenme.” Una voz dulce interrumpió su pequeña discusión. “Su botella de champaña.” La mesera presentó la botella de champán a las dos con una sonrisa antes de lentamente doblarse abajo para llenar sus copas.
“Gracias--” Shane dijo lento, mirando a la mesera magnífica expectante. Sus ojos viajaron a la mujer atractiva y al pequeño uniforme escaso y sonrió elogiosa, algo que la muchacha pudo notar.
“Abby.” La camarera dijo y sonrió atractiva mientras colocaba la botella encima de la mesa. “¿Necesitan algo más?” Trató a las dos de una manera cortes, aunque mantuviera sus ojos entrenados en Shane.
“Estoy segura que puedo pensar en algo que podrías darme más adelante.” Shane mitad-sonrió, su resolución por mantener hasta el final su trato con Alicia disminuía un poco. Una tos y un fulgor amonestador de la rubia delante de ella la trajeron a esconder de nuevo su libido. “O quizá mañana o en otro momento.” Cambió su discurso para apaciguir la molestia de su amiga.
"Está bien.” Abby sonrió ladeado. “Sabes dónde encontrarme.” Guiñó cuando dio vuelta alrededor y caminó de nuevo a la barra, sacudiéndo las caderas lentamente el tiempo entero.
“Maldición.” Shane sacudió su cabeza, sus ojos pegados al culo magnífico de Abby. Alicia rodó sus ojos y levantó su copa de nuevo para proponer otro brindis, llamando la atención de su amiga de nuevo a ella.
“A ti y a tu ambición de dominar los gatitos del mundo de por vida.” Dijo burlona la rubia, ganando una risa de Shane.
“A ti y a tu apego incurable y de mala calidad por los gatitos y el pene.” La morena contradijo cuando levantó su copa y la tintineó con Alicia.
Las dos compartieron otra risa calurosa mientras tragaban sus bebidas. Las declaraciones “más” y “una vez más” fueron intercambiadas y rápidamente, sus copas fueron llenadas de nuevo al borde, listas para otra ronda de alegría y celebración antes de que hicieran frente a la música mañana por la mañana. Su risa estruendosa corrió a través del ambiente ruidoso del club, llamando la atención de algunos noctámbulos a su alrededor.
Abby alcanzó la barra y sonrió mientras robaba un vistazo rápido en el área VIP. “Buen trabajo.” Dos morenas magníficas satisfechas se colocaron a ambos lados de la mesera mientras discretamente observaban el brindis en la distancia. “Gracias Abby.” Una de las muchachas deslizó unos billetes de cientos de dólares dentro del bolsillo de la mesera y sonrió.
“Fue un placer.” La muchacha sonrió mientras miraba a las dos VIPs felices de sus copas de champán.
“Muchas gracias.” La más atractiva de las dos se lamió los labios y sonrió amenazadora, sin apartar nunca sus ojos de sus presas. Oh qué fácil caen las presas en la trampa del cazador, frotó sus manos en la anticipación. “¿Lista Sam?”
“Lista Bette.”
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MARTES. Academia de Redwind. 7:50.
“Whew.” Tina Kennard lanzó una bocanada de aire mientras cerraba de golpe su armario. A pesar de quedarse dormida esta mañana, había logrado llegar a la escuela a tiempo. Lanzó la correa de piel de su mochila sobre su hombro y remetió su libro de biología debajo de su brazo mientras abría su teléfono móvil con una mano. Ningun nuevo mensaje, suspiró decepcionada mientras miraba fijamente la pantalla del celular. Su novia le había enviado un texto hace algunas horas, diciéndole algo sobre la caza que fué un éxito y que estaría encontrando a Tina en Redwind esta mañana. Pero puesto que Tina despertó tarde, no pudo contestar al mensaje de Bette hasta hace una hora. No había oído de la morena desde entonces, dejó un par de mensajes de voz también pero hasta ahora, ninguna palabra de Bette. Comenzó a caminar hacia su sala de clase, masticando su labio más bajo preocupandose el tiempo entero. Bette nunca duraba tanto para contestar a cualquiera de sus mensajes. ¿Qué si.? Dios, frunció el ceño mientras los malos pensamientos comenzaron a desfilar en su cabeza.
“Aquí vas actuando toda paranoica otra vez, Kennard.” Masculló bajo su respiración, regañando a su propia mente tonta por asustarse. Porter estaba muy bien, estaba segura de eso, depositó su teléfono dentro de su bolsillo y caminó enérgicamente hacia la sala de clase 4-B. Lo mas probable era que su novia estaría ya esperándola que llegara. Cantó mentalmente esa tontería optimista mientras caminaba por el vestíbulo y dio la vuelta a la última esquina cuando.
“¡¡¡Eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!” Tina hizo una mueca de dolor mientras un chillido a su lado izquierdo destruyó casi sus tímpanos. Rodó sus ojos molesta cuando la escandalosa comenzó a saltar en su lugar, agitando su teléfono alrededor para que sus amigas lo vieran.
“¡Mira qué me envió Kim!” La muchacha molesta rió nerviosamente como loca.
“¡¡¡Cuteeeeeeeeeee!!!” Sus amigas igualmente irritantes dijeron con excesiva efusión mientras luchaban por el teléfono, intentando conseguir una mirada más atenta en la imagen que acababa de recibir.
Demasiado azúcar, tan temprano por la mañana. Tina sofocó un gemido cuando caminó los últimos pasos hacia su sala de clase, zigzagueando para evitar chocar con las adolescentes desagradables. “¿Huh?” Frunció el ceño cuando hizo una pausa en el umbral 4-B y miró la conmoción que ocurría adentro. Sus compañeras de clase - bien, a excepción de una Dana reservada y de una Dionisia durmiente - actuaban como esas muchachas tontas que hacían una escena en el vestíbulo hace algunos segundos. Estaban amontonadas juntas cerca de la silla de Tina por la ventana, susurrando emocionadas y haciendo muecas como tontas. Es apenas uno de esos días creo, Tina suspiró resignada cuando caminó hacia su escritorio. Hombre, sacudió su cabeza exasperada, tendría que luchar en el camino hacia su silla si quería sentarse.
“Disculpame.” Acuñó sus manos entre dos de sus compañeras de clase y dividió suave pero firmemente sus cuerpos al lado así que podría pasar entre ellas. “Disculpame.” Empleó la misma táctica con dos muchachas más que bloqueaban su trayectoria. “Disculpam--” Se congeló a mitad de la oración y se quedó atónita ante la escena que se revelaba delante de ella.
“¡¡¡¿Qué?!!!” Tina encubrió apenas su desprecio mientras finalmente atestiguó lo que banqueteaban sus compañeras de clase con entusiasmo. Armadas con sus teléfonos costosos con cámaras mega-pixeladas, las perras tomaban fotos rápidamente robadas de una Bette extremadamente linda mientras dormía pacíficamente en su escritorio al lado de Tina. Su novia hermosa estaba dichosamente olvidadiza a las tendencias acosadoras de sus adoradas admiradoras puesto que estaba así de perdida en un sueño profundo. Las muchachas excesivamente entusiasmadas se regocijaban ante la vista de Bette mientras ella mordía encantadoramente su uña del pulgar mientras dormía. “Awwwwwwwwwwwww.” Las muchachas suspiraron soñadoras cuando la líder de 4F dividió sus labios levemente y dio una pequeña sonrisa y aspiró en su pulgar un poco, obviamente teniendo un sueño muy agradable.
“Puuuuttaass.” Tina dijo en voz alta cuando su mano voló para ahuecar su frente en la frustración, pudo observar que la muchacha delante de ella enviaba una foto de su novia durmiente a algunas personas en su guía telefónica. “Hmph.” Rebosando vitalidad y propulsada por la cólera, Tina tiró sus cosas a tierra y se lanzó más lejos en la muchedumbre emocionada que rodeaba a su novia. “¡¡¡Shoo!!!” Gritó cuando agitó sus brazos enojada en el aire, golpeando con fuerza a las muchachas como moscas para alejarlas. “¡¡¡Shoo!!!” Las muchachas chillaron y se apartaron mientras las manos de Tina conectaban con sus cuerpos con fuerza. “¡Imitadoras estúpidas de los paparazzis! Tomen una foto de esto.” Levantó las manos y las empuñó e hizo su actitud de lucha, desafiando a las muchachas asustadas a que se acercaran. Tina Kennard, la mala hierba celosa estaba de regreso en fuerza completa.
“¿H ?” Bette mareada masculló y frotó sus ojos, el alboroto la apartaba de su sueño agradable. Bostezó y levantó la vista a tiempo para ver a su novia roja como remolocha bombeando sus puños en el aire y asesinando a sus compañeras de clase con sus ojos ardientes. Oh mierda, tragó difícilmente, su Kennard enojada y celosa, nunca era una combinación agradable. “¿Bebé?” Se incorporó preocupada y puso una mano en el brazo de Tina para calmar a la rubia. Durante algún tiempo, parecía como si su novia estuviera tan metida en su propia cólera que no la notaba, pero con su frotar ligeramente persistente, Bette logró capturar la atención de Tina. Vete a la mierda, Bette tragó saliva, Tina alfa parecía tan caliente. y divertida. “Mmff.” Sofocó una risita, las ventanas de la nariz de Tina se movían rápidamente, sus venas del cuello en el borde de estallar y su miraba un poco enloquecida y fuera de si. Bette se encontró sintiéndose altamente asustada, extremadamente divertida y más que un poco excitada por la vista.
“¡¿Qué?!” Tina gritó mientras tomaba el aviso de la manera en que Bette no podía desgraciadamente refrenar su risa. ¿Qué era tan divertido? ¡¿Sus compañeras de clase se habían aprovechado de ella mientras ella dormía indefensa y todo lo que Bette podía hacer era reír?! Rodó sus ojos irritada. “¿Porqué coño te estás riendo Porter? ¿No sabes que tus ridículas admiradoras ardientes tomaban fotos molestas de ti mientras dormías?” Cruzó sus brazos en su pecho y se enfurruñó.
“¿Oh realmente?” Bette sonrió descaradamente. “No importan ellas.” Agitó su mano, Tina levantó una ceja en su actitud extraña, desdeñosa, había esperado que la volátil Bette hiciera saltar y estallara el infierno en las muchachas. Bette sonrió y se inclinó más cerca a su novia y susurró bajo su respiración. “No te preocupes bebé, de alguna manera sigues estando delante de ellas. Eres la única persona que tiene una imágen de mí durmiendo sin ropa. Una imágen mental por ahora, pero confía en que encontraremos una hora para programar una sesión de fotos apropiada.” Bette guiñó, dejando que Tina se ruborizara profundamente en su declaración. Bette se aprovechó del estado sin habla momentáneo de la rubia y tiró de la chaqueta de la escuela de Tina y jaló hacia abajo a su novia para encontrar su cara. “Bebé buenos días.” Bette emitió mientras daba un beso rápido pero dulce en los labios de Tina. Sus compañeras de clase jadearon en la exhibición pero ocultaron rápidamente sus miradas compartidas de angustia cuando Tina les tiró un fulgor de muerte. El club de admiradoras de Bette volvieron con desgano a sus propios lugares y ahogaron en vinagre su pena y celos.
Tina suspiró mientras miraba abajo a Bette. Quería permanecer enojada pero eso era un poco duro de hacer con su novia mirándola para arriba expectante con esos ojos marrones grandes, esperando que le devolviera el saludo. “Buenos días Porter.” Tina respiró profundamente y se sentó. La cara de Bette explotó en una mueca enorme, inclinándose más cerca a su novia, esperando otro beso. Después de que fingió repugnancia y jugar un pequeño juego de mover su cabeza al lado para evitar los labios impacientes de Bette, Tina finalmente se aplacó y ahuecó la cara de la morena con ambas manos y puso un beso en esos labios deliciosos. Suspiró, disfrutando internamente del beso persistente y presumiendo en los suspiros dolidos, muy audibles de sus compañeras de clase, mas vale marcar mi territorio, pensó e hizo muecas con aire satisfecho en las almas celosas alrededor de ella mientras se retiraba. Dio vuelta a su novia soñolienta, pero feliz y frotó el brazo de Bette. “Bebé, ¿porqué estás durmiendo aquí adentro? ¿No conseguiste ningún descanso?”
“Nope.” Bette cubrió su boca mientras otro bostezo se escapó de sus labios. “Volví de las Vegas hace alrededor de una hora y media. Sam me dejó aquí y he estado durmiendo desde entonces.” Estiró sus brazos al lado y movió su cabeza en círculos.
“¿Tu y Sam fueron a las Vegas?” Tina arqueó una ceja en sorpresa.
“Yep.” Bette cayó abajo en su escritorio y miró de lado a su novia. “Tomamos el jet de Sammy.” Sus párpados comenzaron a inclinarse una vez más pero tenía una aureola muy relajada alrededor de ella, en vista del gran cansancio que tenía.
“¿Entonces cómo están nuestras voyeurs preferidas?” Tina pescó, recordando el texto de Bette que la “caza” fué un éxito. No podía imaginarse qué clase de castigo Alicia y Shane tuvieron que aguantar en las manos de su novia astuta y vengativa.
Bette sonrió en la pregunta de Tina y se incorporó derecho, olvidando la fatiga temporalmente. “Dales una mirada.” Dijo ocultamente mientras abría rápidamente su bolso y sacó la cámara digital desde adentro. Giró el adminículo y lo entregó a una Tina muy curiosa.
“Oh mi dios.” Los ojos de Tina se ensancharon y sus quijadas cayeron al piso mientras miraba fijamente la imágen que la saludó, una Bette triunfante presumía al lado de ella.
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MARTES. Los jugadores centro turístico y casino, Penthouse. Las Vegas. 8:10 AM.
“Mmmmmm.”
Un quejido gutural cerca de su oído despertó a una Shane McCutcheon muy desnuda. Oh dios, hizo muecas, su cabeza palpitaba y sus oídos zumbaban. No podía recordar la cantidad de alcohol consumida anoche, pero fué más que bastante para autorizar una resaca muy mala esta mañana. “Mierda.” Maldijo bajo su respiración y cerró de golpe los ojos cuando su mundo comenzó a girar un poco. Uh-oh, inhaló agudamente cuando sintió un brazo tirar de ella más cerca y abrazarla por detrás. ¡Alicia va a matarme! Tragó difícilmente. A pesar de haber hecho un pacto, terminó durmiendo con alguien después de su brindis de champán dentro del club. Grande, suspiró y se estremeció cuando su compañera comenzó a frotar su vientre y ponía pequeños besos pellizcando en su hombro. Apenas grande, se atiesó un poco mientras sentía una lengua mojada rastrear pequeños patrones en ella.
"Chica del café.” Un susurro sin aliento cosquilleó sus oídos.
¡¿Qué mierda?! Shane relampagueó los ojos cuando oyó una voz muy familiar detrás de ella. Su mundo todavía giraba, pero estaba segura que ya no era debido al alcohol. “¿A-Abby?” Dijo en voz alta tentativa, su voz un poco agrietada. La última cosa que podía recordar era que ella se ligaba con una mesera peliroja caliente anoche. Mierda santa, rogó en la desesperación, por favor dime que volví a casa y que dormí con Abby. o cualquier persona excepto...
“¡¡¡¿Abby?!!! Qué coño DA--” Alicia se sacudió de su estado semi adormilado y movió de un tirón violentamente a su compañera alrededor para mirarla. Se congeló cuando vino cara a cara con una Shane pálida y traumatizada. Las dos se miraron fijamente una a la otra por un minuto antes de...
“Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!”
Una empleada doméstica que pasaba por el Penthouse 1 tiró su plumero espantada cuando el grito estridente reverberó a través de las paredes gruesas del hotel. Lo que sucede en las Vegas, sacudió su cabeza y sonrió. Se dobló abajo para recuperar su herramienta de limpieza caída y continuó su trabajo.
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“¡Jodeme!” Alicia gritó mientras establecía el paso en el cuarto envuelta en una sabana, su amiga igualmente molesta oscilaba hacia adelante y hacia atrás en el borde de la cama en su traje de oro, levemente estridente.
“Pienso que lo hice ya.” Shane lloriqueó, sus interiores amenazaban con derramarse al piso alfombrado. “Y pienso que una vez es bastante para que dure una vida entera , Al.” Palideció cuando la rubia lanzó una almohadilla en su dirección, golpeándola en ángulo recto en la parte posterior de la cabeza.
“Cállate.” Alicia silbó. Se sentó en la cama, enterró su cara en sus manos y gimió. “Ésta cogida es incestuosa.” Lloriqueó después de algunos momentos. “Jugué contigo mientras todavía estábamos en pañales, estuve contigo cuando tuviste tu primer período, te miré crecer siendo una marimacho traviesa y finalmente cuando te convertiste en una caliente anorexica.” Miró fijamente sus manos y suspiró débil. Eso es por lo que las buenas amigas nunca deben tener sexo, pensó pesarosamente, solo complica las cosas.
“¿Qué vamos a hacer?” Shane preguntó en una voz pequeña, perdida. Ella necesitaba a su mejor amiga. solo su mejor amiga. no una amiga con ventajas.
“Nadie debe saber sobre esto.” Alicia indicó en una voz resuelta mientras se colocaba y establecía el paso en el cuarto de nuevo. “Y cuando digo nadie, significa especialmente Porter y Sammy.” Dijo tensa. Esas dos podían hacer de sus vidas un verdadero infierno en vida si se enteraban de su resbalón de anoche.
“Nunca vamos a dejar de oír sobre esto si lo descubren.” Shane movió lentamente su cabeza en el acuerdo. “Nunca van a dejarnos vivir en paz.”
“Sí. Éste será entonces nuestro pequeño secreto sucio.” Alicia secundó. Éste podía ser un momento raro en su vida cuando estaría más que feliz de guardar un secreto. Se levantó y amplió su mano a la morena. “A olvidar que esto sucedió alguna vez.” Sacudió las manos con Shane. Era un trato hecho. Emitió un suspiro de alivio temporal y permaneció en un silencio contemplativo por algunos minutos hasta…
“¿Hey Al?”
“¿Sí Shane?”
“¿Nosotras pedimos eso?” Shane señaló a un de hielo con una botella de cristal adentro, sentándose encima de una pequeña mesa de madera cerca de la ventana.
“No.” Alicia arrugó su frente en pensamiento profundo. No podía recordar una sola cosa a partir de ayer por la noche, aún menos recordar si habían pedido una botella de champán del servicio de habitación. “Heeey.” Sus cejas se levantaron mientras notaba una pequeña tarjeta al lado del . Caminó hacia la mesa y la examinó curiosa.
“¿Qué dice?” Shane exhaló en voz alta mientras se permitía reposar más en la cama.
“Coge a mi madre.” Alicia cayó al piso derrotada mientras la tarjeta voló de sus manos.
“¿Qué?” Shane frunció el ceño mientras se levantaba de la cama y cogió la tarjeta del piso. “Mierda.” Gimió cuando acompañó a la rubia en el piso, ambas compartían las mismas miradas de horror en sus caras.
.......
Chicas hicieron una exhibición de mierda. Espero que gozaran de ella tanto como lo hicimos. No se preocupen, tomamos PORCIONES de fotos. ¡Felicidades por los recuerdos!- Bette (y Sam!)
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De nuevo en Redwind.
“¿Entonces durmieron juntas?” Tina contuvo su risa mientras observaba las diversos fotografías de una Shane y una Alicia desnudas en cama. Las fotos indiscretas y maliciosas caían casi en pornografía suave. Hizo muecas en la foto de Alicia que cuchareaba a Shane y en otra que demostraba a las dos cara a cara con sus bocas abiertas de par en par y sus ojos cerrados, mirandose como si estuvieran en un beso profundo.
“Yep.” Bette hizo muecas de oído a oído. “Durmieron juntas, pero no tuvieron sexo.” Aclaró, ella y Sam se divirtieron mucho colocando a las dos en actitudes torpes y tomando las fotografías bien coreografiadas. “Pero por supuesto, no saben ese detalle minúsculo.” Rió un poco malvada. La venganza era tan malditamente dulce. Esperanzadamente esta vez, el reembolso sería bastante para enseñar a esas dos comadrejas escurridizas y mironas una lección.
“¿Cómo le hicieron tu y Sam para llevar a cabo este truco?” Tina miraba curiosamente a su novia mientras devolvía la cámara a Bette.
“Con una pequeña ayuda de una mesera atractiva, un par de Valiums y algunos gángsteres temerosos que se disfrazaban como escoltas audaces.” Bette sonrió. Alicia y Shane no tenían realmente una posibilidad.
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Edificio de viviendas de Kennard (ahora Porter también). 4:37 P.M.
“¡Gracias por el aventón Sammy!” Bette sonrió en su mejor amiga mientras ayudaba a Tina a salir del asiento trasero del Mercedes de Sam y cerró de golpe la puerta del coche. La rubia también expresó su gratitud al objeto anterior de su afecto mientras se colocaba al lado de su novia en la acera.
“En cualquier momento.” Sam agitó a las dos mientras arrancaba el coche y comenzó a alejarse. Bette y Tina miraron el coche desaparecer de su vista antes de que dieran vuelta alrededor y caminaran a su edificio de común acuerdo.
“¿Asi que entonces este es oficialmente tu primer día en tu nuevo apartamento correcto?” Tina exprimió la mano de Bette mientras entraban al edificio. Su novia estuvo inusualmente silenciosa en todo el viaje hacia su hogar , que ciertamente le decía a Tina lo nerviosa y emocionada que estaba Bette por pasar finalmente la noche en su nuevo lugar.
Bette frunció sus labios. “Bien técnicamente, es mi segundo día. Pero puesto que pasé apenas dos horas en casa ayer, entonces sí. Creo que es mi primer día.” Dejó escapar una pequeña risa.
“¿Estás planeando celebrarlo?” Tina frotó el pulgar de Bette con los propios mientras procedían a subir las escaleras.
“Lo estoy, realmente.” Bette hizo muecas ampliamente. “Esperaba invitarte a ti y a tu papá para la cena en mi casa esta tarde.” Meneó sus cejas hacia arriba y hacia abajo. “Voy a cocinar.” Agregó orgullosa.
“¿Realmente?” La voz de Tina aumentó, demostrándo incredulidad. “No sabía que cocinabas.” Miró a su novia escéptica. Bette parecía definitivamente una persona que era totalmente inepta dentro de una cocina.
“Asomé en las artes culinarias algunas veces antes.” Bette encogió los hombros. Con resultados extremadamente terribles por supuesto. agregó dentro de su cabeza. Hasta ahora, todo lo que había cocinado terminaba siempre dentro del bote de basura, nadie era bastante valiente para tocarlo. Oh mierda, tragó saliva, repentinamente sintiéndose poderosamente nerviosa por su oferta. Seguro, quería impresionar a Tina y anotar puntos importantes con Ken, pero eso sería muy difícil de alcanzar si el gran Kennard terminaba dentro de un ER por intoxicación alimenticia.
“Wow.” Tina sacudió su cabeza y sonrió. “Estás llena de sorpresas.” Levantó sus manos entrelazadas y puso un beso en el dorso de la mano de Bette.
“No tienes ninguna idea.” Bette murmuró bajo su respiración, rogando silenciosamente porque lo que iba a terminar cocinando esta noche sorprendería a Tina y a Ken, de una buena manera por supuesto.
Cuando alcanzaron su piso, Bette caminó con Tina a la puerta de su apartamento y puso un pequeño beso en los labios de la rubia. “Cambiate y descansa.” Ordenó suavemente. “Les hablaré a ti y a tu papá cuando la comida esté lista.” Ocultó su agitación con esa sonrisa grande Porter. Después de algunos besos más de despedida por la puerta, Bette se encontró parada totalmente sola en el vestíbulo. Lanzó la respiración que sostenía y dio vuelta alrededor e hizo el corto camino a su nuevo hogar.
Jugó con su nuevo juego de llaves dentro de su bolsillo antes de sacarlas y de girarlas con su dedo. “Bienvenida al hogar.” Susurró bajo su respiración mientras insertaba la llave dentro del agujero y abrió la puerta. Dio vuelta a la perilla y entró. Como ayer, la vista ante ella le eliminó totalmente la respiración.
“Qué agujero de mierda.” Masculló y rió a pesar de si. Este apartamento de un dormitorio había sido abandonado desde hace tres meses, su inquilino anterior estaba en la prisión después de haberlo aprehendido en un operativo de drogas. Algunas de las cosas del drogadicto habían sido despejadas sin embargo, algunos pedazos de sus muebles y aplicaciones habían permanecido, una cama, un sofá, una estufa de gas, un horno gastado, un pequeño comedor y una mesa de centro vieja. Bette lanzó el colchón apestoso fuera y estaba decidida a dormir en una de esas camas inflables hasta que comprara uno nuevo. El alquiler era asquerosamente barato y con buena razón, Bette musitó. Las paredes tenían manchas de comida por todas partes, la alfombra parecía un cultivo por los centenares de especies bacterianas, el baño hacía sonidos que expresaban gorjeos asustadizos, las puertas rechinaban, las luces oscilaban por intervalos, las ventanas estaban agrietadas y el lugar entero olía a mala hierba añeja y Cheetos. Este lugar era una ruina, pero de una cierta manera extraña, Bette lo amó. Todo porque era propio y estaba cerca de Tina, sonrió internamente. Dejo su bolso en el sofá de la sala de estar e hizo muecas cuando hizo sonidos raros, la vieja cosa ocultaba apenas el hecho de que sus resortes estaban rotos. Oh bien, suspiró. Tendría que hacer unas ciertas compras importantes de muebles en los próximos días. Eso y un poco de objetos de arte también, sacudió su cabeza con desaprobación en las paredes desnudas del apartamento.
Hora de ensuciarse, suspiró mientras entraba en la pequeña cocina. Pequeña era una subestimación, se burló, le tomaba solamente dos pasos para alcanzar el refrigerador, un paso al horno, medio paso a la estufa y una vuelta oblicua al fregadero. Era tan diferente a su “mini” cocina privada en donde podía hacer vueltas de carro para viajar a partir de una aplicación a otra. Oh bien, por lo menos este lugar tiene algunas cosas, exhaló en voz alta. James había sido persistente sobre arreglar su apartamento para ella. Lo rechazó por supuesto, pero cuando él lloró el otro día, ella se había aplacado un poco a sus deseos dándole la señal de ir adelante con la cocina. El individuo confiable le consiguió comestibles dela tienda, herramientas de cocina, tablas de corte y una multiplicidad de bebidas en botella. Te amo, sonrió ampliamente mientras tomaba su nuevo “¡delantal de cocinera!” se lo puso y lo ató a su cuerpo.
Abrió un cajón y sacó un libro de cocina de lujo de dentro. Duende malicioso Wolfgang, ahora no me falles, mordió su labio más bajo mientras daba vuelta a la página 45. Carne de costilla a a,frotó sus manos emocionada. Era un plato muy ambicioso a preparar para una principiante como ella, pero, una muchacha debe apuntar hacia arriba ¿correcto? Intentó engañarse mientras miraba fijamente la receta complicada en la página brillante.
“Bette Porter, la cocinera de hierro.” Se dio ánimos. Esperanzadamente Tina y Ken también tenían estómagos de hierro, rió nerviosa.
Y por eso, no haciendo caso de las señales de peligro rojas grandes que destellaban adentro de su cabeza, Bette Porter sacó la carne del congelador, los condimentos del armario y comenzó a cocinar.
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Quince minutos más adelante.
Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiinggggg. Riiiiiiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnngggg.
“Residencia Porter, ala este. Buenas tardes.”
“¿Uh. Sonja?”
“¿Srta. Bette?!”
“Sí.”
“¡Qué sorpresa tan agradable! ¿Cómo está usted?”
“Estoy. uh. muy bien. Yo apenas. u . Sonja. uh. ¿puedo preguntarte algo?”
“Sí. seguro, por supuesto.”
“Uh. ¿si no tengo toallas de papel puedo utilizar el papel del tocador?”
“¿Qué?”
“Um. Porque dice aquí que debo acariciar la carne a a seca con las toallas de papel, pero no tengo entonces.”
“Espere un minuto. ¿Está cocinando Srta. Bette?”
“Uh. sí. Sorta, invité a Tina y a su papá para la cena. Estoy asando costillas.”
“¿Costillas?”
“Yep.”
“Que es absolutamente m grande para usted.”
“Sé.” Suspiro. “¿En qué me metí?”
“¿Usted precalentó el horno ya?”
“Sí. dios del No. oh, no sé.”
“¿Qué dice?”
“Hay demasiadas perillas en este horno frickin. Incluso no sé si está ya encendido. Me da miedo también poner la mano adentro para comprobarlo.”
“Usted no tiene que poner su mano adentro. ¿Ve una luz?”
“Nope. Pero pienso que después de que pruebe mi propio cocinar.”
“Si gira el horno, usted verá una luz desde adentro.”
“Bien. Um. Sonja. una cosa más.”
“Seguro srta. Bette.”
“¿Cuál es la sal kosher? Dice aquí que tengo que frotar la carne con mantequilla, sal kosher, pimienta, polvo de ajo y polvo de cebolla. Estoy mirando la sal de mesa llana y la sal mezclada con yodo. ¿Cuál debo utilizar?”
“Ni una ni otra. La sal kosher es apenas como la sal de roca, ambas son de grano grueso.”
“¿Las rocas tienen sal?”
“…”
“¿Sonja?”
“Mi estimada pobre, pobre. ¿Quiere que vaya de visita y que le ayude?”
“No, no, está bien. Quiero intentar esto yo sola.”
“¿Está usted segura?”
“Yep. Uh. ¿Sonja?”
“¿Sí Srta. Bette?”
“Una última cosa.”
“Digame.”
“¿Qué utilizaré para frotar la carne? Hay una herramienta de frotamiento de una cierta clase que podría utilizar?”
Suspiro. “Srta. Bette. usted tiene que utilizar sus manos limpias.”
“…”
“¿Todavía está usted allí?”
Gemido. “Solamente que la carne es asquerosa, y sangrienta, y nauseabunda, y. y.” Sniff. “Eeekk.”
Desplome.
“¿Qué fué éso?”
“Mi ego que se estrella abajo.”
“¿H ?”
Gemido. “Nada.”
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Treinta minutos más adelante.
Knock. Knock.
“¡Solo un minuto!”
Knock. Knock.
Abre la puerta.
“Hey bebé, eso fué rápido. ¿Está lista la cena?”
Sniff. “…”
“¿Bebé?”
Sniff. “…”
“¿Porter?”
Sniff. “Espero que les gusten los tallarines instantáneos.”
Después: Bette conoce a Chester.
LUNES. El salón. Las Vegas, Nevada. 11:47 P.M.
El aire era espeso por el humo y estaba saturado con el hedor mezclado del perfume y sudor pues la sala de baile desbordaba con toneladas de cuerpos que giraban y se entrelazaban en un ambiente de luces laser y música estruendosa. Las criaturas jóvenes y calientes, buscando un rato de diversión sin fin corvergieron en el más nuevo salón-casino de Las Vegas, activando al club en medio del consumo desenfrenado de alcohol y drogas. En medio del caos y del libertinaje total, dos adolescentes se rompieron libremente de la pista para enfriarse y relajarse encima de dos sofás de felpa, tomando el sol en su aislamiento mientras se sentaban semi-ocultas de la vista en un punto aislado en la sección VIP del salón. De vez en cuando, ciertas almas valientes subirían a ellas en un intento por ligar y esperanzadamente anotar con una de las dos calientes adolescentes ricas, y aunque eran rechazadas cortésmente, esa gente no regresaba a casa con las manos vacías. Les pedían sus números. y les prometían que tendrían un servicio efectivo cuanto antes. Nadie conseguía nada más esa noche, las dos muchachas lo prometieron antes de entrar al club. Y hasta ahora, habían cumplido su palabra. La satisfacción personal la hacían a un lado, esta noche solo iba a estar sobre dos amigas que intentaban convivir y celebrar una pequeña victoria.
“Por nosotras.” Alicia Pieszecki levantó su copa de cristal y la inclinó en la dirección de su amiga larguirucha.
“Por nosotras.” Shane McCutcheon repitió siguiendo el brindis de la rubia y levantó su propia copa burbujeante.
“Aquí estamos al final del día con nuestro pelo intacto y nuestros cuerpos indemnes.” Alicia sonrió mientras traía su bebida a sus labios y tomó un sorbo sano. Cerró los ojos y se inclinó detrás contra el sofá, saboreando el gusto exquisito del champán y la sensación maravillosa de escapar con éxito de la cólera de Bette Porter.
“Aleluya.” Shane suspiró feliz mientras tragaba el contenido de su copa de champán y la cerraba de golpe encima de la mesa. Por instinto, miró al hombre de mirada sombría en un traje blanco que se colocaba a unos pies lejos de su lugar y levantó una ceja interrogante. El hombre sonrió y levantó los pulgares a su joven jefa. Shane sonrió, todo era bueno. estaban todavía seguras. “¿Quieres otra ronda?” Dio vuelta a Alicia mientras servía las últimas gotas de la botella dentro de su copa. Viendo a su amiga cabecear en respuesta afirmativa, levantó la botella vacía y la agitó para que una mesera próxima la viera. La peliroja caliente sonrió comprensiva y caminó hacia la barra en la distancia para traer otra botella para las VIPs.
“¿Crees que Porter se encuentre bien?” Alicia mordió su labio mientras abría sus ojos. Sam había prometido llamarlas para las actualizaciones, pero hasta ahora, no habían recibido ninguna palabra de la muchacha. Y absolutamente franco, eran también gallinas para coger el teléfono y llamar a Bette ellas mismas. Seguro, se sentían poderosamente culpables por dejar a su líder durante un rato crucial en su vida. pero de alguna manera, el inmenso miedo dominaba su remordimiento, y el instinto de conservación conquistó toda la culpabilidad. Serían buenas amigas y regresarían al hogar en algunos días, pero mientras todo estaba todavía fresco, sería mejor y más seguro permanecer lejos de Los Ángeles.
“Espero que lo esté.” Shane contestó, su frente arrugada en pensamiento profundo. “Sé que lo está.” Se corrigió después de algunos golpes. Bette había sido siempre la más fuerte dentro de su grupo, pero recientemente, parecía un poco invencible - tan confiada y segura de si. Hace unos meses, iban delante de su líder en el departamento de la madurez. Pero ahora, podía decir con certeza que se retrasaban grandemente detrás de Bette. Bette Porter ha crecido definitivamente más fuerte y más sabia en los brazos de Tina Kennard. “Ella estará bien. ¿Recuerdas lo determinada que estaba el otro día? No puedes estar tan segura si no lo sientes realmente. Tengo total fe en que Bette va a hacerlo sola.” Musitó, sacando un cigarrillo dentro de un caso de plata y colocándolo entre sus labios.
“Ella no está realmente sola. Ella te tiene a ti, a mi y a Sam. y por supuesto, Kennard que la mira detrás.” Alicia agregó mientras lanzaba su encendedor rosado en dirección de Shane. La morena cogió el objeto con una mano, lo chasqueó con su pulgar, y procedió a encender su cigarrillo de la muerte.
“Esa parte de “tu y yo” no suena verdad en este mismo momento.” Shane resbaló el encendedor a través de la mesa y de nuevo a Alicia. “Después de todo, estamos emborrachándonos en las Vegas mientras Bette en los LA, le hace frente a la pobreza mientras hablamos.” Sopló en su cigarrillo y suspiró pesarosamente. Se sentía como una amiga tremenda ahora. “¿Al? ¿Qué dices si salimos de nuestro escondite y regresamos a casa mañana por la mañana?” Preguntó a la rubia mientras exhalaba humo a través de su boca y ventanas de la nariz. Su pelo crecería de nuevo, la pintura de la cara se lavaría, sufriría con su castigo por amistad, no tenía ningun derecho de ocultarse, era toda su culpa.
“Sí. Creo que debemos.” Alicia movió su cabeza en el acuerdo, sintiendose repentinamente tan igualmente malísima como Shane. Aunque Yoda probablemente estaba en lo correcto cuando dijo que Bette estaría bien, estaba segura que su amiga también se sentía un poco triste por el corte del árbol del dinero de Porter. ¿Y quién mejor para levantar los ánimos de su líder que Alicia Pieszecki? Ella irritaría probablemente a Bette a muerte lo que no la haría reir, pero por lo menos la morena no estaría sintiendose presionada, enojada sí. triste, infierno No. “¿Hey Shane?” Despejó su garganta después de algunos momentos, un pensamiento amaneció repentinamente en ella.
“¿Sí?” Shane jugó con el cigarrillo entre sus dedos, golpeó ligeramente las cenizas y las dejó caer dentro del cenicero de cristal.
“Entonces. Porter es realmente pobre ahora.” Alicia sacudió su cabeza sin poderlo creer, actuando como si el concepto entero fuera todavía extraño para ella y absolutamente difícil de comprender. “Mierda, la vida es tan imprevisible. Quién habría pensado que nuestra reina del hielo se deshelaría y se derretiría en las manos de una de sus víctimas marcadas con etiqueta rojas? No sólo eso, renunció a una vida de lujo y estabilidad financiera por algo tan loco como su corazón - joder.” Alicia miró abajo sus manos y comenzó a girar sus pulgares distraída. ¿Atarse en una relación a una edad tan joven era maduro? No era una idea atractiva para una persona que le gustaba y estaba determinada a divertirse sin restricciones mientras seguía siendo joven. Solamente alguien con la tripa de Bette y su romanticismo desesperado semi-oculto podría renunciar a todo en nombre del amor. “¿Te ves alguna vez haciendo lo mismo? Quizá no ahora solamente que ya sabes, ¿encontrando a tu compañera del alma y sentando cabeza?”
“Infierno No.” Shane contestó sin vacilación. ¿Amor y compromiso verdaderos? Nah-uh. No era para alguien como ella. Sí, el concepto de establecerte con tu compañera del alma parecía como una idea agradable para cualquier persona normal. pero no era una noción atractiva para un jugador relación-fóbica tal como Shane McCutcheon. Puñetas, sus novias de una semana eran ya tal conflicto a veces.
“¿Haciendo honor a tu sobrenombre, eh? Siendo una casanova toda la vida?” Alicia rió, esperando realmente no oír otra clase de respuesta de su amiga.
“Absolutamente.” Shane hizo muecas y guiñó en un pequeño grupo de mujeres que se sentaban al lado de su mesa en el área VIP, podía ver que ahora la observaban por algunos minutos. “¿Porqué me tengo que conformar aburriendome con el mismo plato todos los días cuando tengo el mundo para-poder-comer- de todos-los-platillos?” Desafió a Alicia mientras su cigarrillo colgaba libremente entre sus labios.
"Tienes un punto.” Alicia sacudió su cabeza divertida mientras miraba a una de las chicas ligando con Shane soplándole un beso. “Solo espero que no comas excesivamente hasta la muerte.” Se rió a costillas de la morena mientras Shane señaló a la mesera por medio de una bandera próxima y pidió un par de bebidas para ser enviadas a su novia potencial de la semana y a su pandilla. “Aunque podrías aumentar algunas libras más.” Alicia agregó bajo su respiración.
Shane se burló con la advertencia de la rubia. “Al, comer excesivamente es siempre mejor que morir de hambre.” Sopló en su cigarrín por última vez antes de colocarlo dentro del cenicero. “Y si muero debido a eso, es una bonita forma de hacerlo.” Sonrió diabólica mientras soplaba el humo de su boca.
“¿Te ves entonces con diferentes mujeres paseando, cenando y teniendo sexo hasta que estés toda vieja, arrugada, sucia y seca?” Alicia hizo muecas en la imagen rara que surgió dentro de su mente.
“Shane McCutcheon, la vieja lesbiana sucia. Mierda es repugnante.” Arrugó su nariz en el hastío, imaginándose a su amiga como una anciana lasciva en un traje rojo, aterciopelado, rodeada por muchachas rubias de la playa con las tetas falsas enormes.
“Sí.” Shane meneó sus cejas y susurró misteriosa. “Tendré chicas jóvenes encantadoras , seduciéndolas con mis huesos frágiles y caminando con mi bastón.” Las dos muchachas se rieron de lo absurdo del pensamiento. aunque sabían en lo profundo de sus cabezas que no era una noción tan inverosímil. Shane terminaría probablemente haciendo eso.
“Shaney bien, mejor goza de todos los gatitos gratis que ahora puedes conseguir. En algunos años, pagarás por eso.” Alicia indicó práctica. “Debes agradecer a tus estrellas afortunadas que naciste rica. Necesitarás todo el dinero del mundo para sostener tu apetito sexual voraz.” Sonrió, dando un pinchazo en el apego absolutamente notorio al sexo de Shane.
“No lo haré.” Shane comenzó.
“Disculpenme.” Una voz dulce interrumpió su pequeña discusión. “Su botella de champaña.” La mesera presentó la botella de champán a las dos con una sonrisa antes de lentamente doblarse abajo para llenar sus copas.
“Gracias--” Shane dijo lento, mirando a la mesera magnífica expectante. Sus ojos viajaron a la mujer atractiva y al pequeño uniforme escaso y sonrió elogiosa, algo que la muchacha pudo notar.
“Abby.” La camarera dijo y sonrió atractiva mientras colocaba la botella encima de la mesa. “¿Necesitan algo más?” Trató a las dos de una manera cortes, aunque mantuviera sus ojos entrenados en Shane.
“Estoy segura que puedo pensar en algo que podrías darme más adelante.” Shane mitad-sonrió, su resolución por mantener hasta el final su trato con Alicia disminuía un poco. Una tos y un fulgor amonestador de la rubia delante de ella la trajeron a esconder de nuevo su libido. “O quizá mañana o en otro momento.” Cambió su discurso para apaciguir la molestia de su amiga.
"Está bien.” Abby sonrió ladeado. “Sabes dónde encontrarme.” Guiñó cuando dio vuelta alrededor y caminó de nuevo a la barra, sacudiéndo las caderas lentamente el tiempo entero.
“Maldición.” Shane sacudió su cabeza, sus ojos pegados al culo magnífico de Abby. Alicia rodó sus ojos y levantó su copa de nuevo para proponer otro brindis, llamando la atención de su amiga de nuevo a ella.
“A ti y a tu ambición de dominar los gatitos del mundo de por vida.” Dijo burlona la rubia, ganando una risa de Shane.
“A ti y a tu apego incurable y de mala calidad por los gatitos y el pene.” La morena contradijo cuando levantó su copa y la tintineó con Alicia.
Las dos compartieron otra risa calurosa mientras tragaban sus bebidas. Las declaraciones “más” y “una vez más” fueron intercambiadas y rápidamente, sus copas fueron llenadas de nuevo al borde, listas para otra ronda de alegría y celebración antes de que hicieran frente a la música mañana por la mañana. Su risa estruendosa corrió a través del ambiente ruidoso del club, llamando la atención de algunos noctámbulos a su alrededor.
Abby alcanzó la barra y sonrió mientras robaba un vistazo rápido en el área VIP. “Buen trabajo.” Dos morenas magníficas satisfechas se colocaron a ambos lados de la mesera mientras discretamente observaban el brindis en la distancia. “Gracias Abby.” Una de las muchachas deslizó unos billetes de cientos de dólares dentro del bolsillo de la mesera y sonrió.
“Fue un placer.” La muchacha sonrió mientras miraba a las dos VIPs felices de sus copas de champán.
“Muchas gracias.” La más atractiva de las dos se lamió los labios y sonrió amenazadora, sin apartar nunca sus ojos de sus presas. Oh qué fácil caen las presas en la trampa del cazador, frotó sus manos en la anticipación. “¿Lista Sam?”
“Lista Bette.”
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MARTES. Academia de Redwind. 7:50.
“Whew.” Tina Kennard lanzó una bocanada de aire mientras cerraba de golpe su armario. A pesar de quedarse dormida esta mañana, había logrado llegar a la escuela a tiempo. Lanzó la correa de piel de su mochila sobre su hombro y remetió su libro de biología debajo de su brazo mientras abría su teléfono móvil con una mano. Ningun nuevo mensaje, suspiró decepcionada mientras miraba fijamente la pantalla del celular. Su novia le había enviado un texto hace algunas horas, diciéndole algo sobre la caza que fué un éxito y que estaría encontrando a Tina en Redwind esta mañana. Pero puesto que Tina despertó tarde, no pudo contestar al mensaje de Bette hasta hace una hora. No había oído de la morena desde entonces, dejó un par de mensajes de voz también pero hasta ahora, ninguna palabra de Bette. Comenzó a caminar hacia su sala de clase, masticando su labio más bajo preocupandose el tiempo entero. Bette nunca duraba tanto para contestar a cualquiera de sus mensajes. ¿Qué si.? Dios, frunció el ceño mientras los malos pensamientos comenzaron a desfilar en su cabeza.
“Aquí vas actuando toda paranoica otra vez, Kennard.” Masculló bajo su respiración, regañando a su propia mente tonta por asustarse. Porter estaba muy bien, estaba segura de eso, depositó su teléfono dentro de su bolsillo y caminó enérgicamente hacia la sala de clase 4-B. Lo mas probable era que su novia estaría ya esperándola que llegara. Cantó mentalmente esa tontería optimista mientras caminaba por el vestíbulo y dio la vuelta a la última esquina cuando.
“¡¡¡Eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!” Tina hizo una mueca de dolor mientras un chillido a su lado izquierdo destruyó casi sus tímpanos. Rodó sus ojos molesta cuando la escandalosa comenzó a saltar en su lugar, agitando su teléfono alrededor para que sus amigas lo vieran.
“¡Mira qué me envió Kim!” La muchacha molesta rió nerviosamente como loca.
“¡¡¡Cuteeeeeeeeeee!!!” Sus amigas igualmente irritantes dijeron con excesiva efusión mientras luchaban por el teléfono, intentando conseguir una mirada más atenta en la imagen que acababa de recibir.
Demasiado azúcar, tan temprano por la mañana. Tina sofocó un gemido cuando caminó los últimos pasos hacia su sala de clase, zigzagueando para evitar chocar con las adolescentes desagradables. “¿Huh?” Frunció el ceño cuando hizo una pausa en el umbral 4-B y miró la conmoción que ocurría adentro. Sus compañeras de clase - bien, a excepción de una Dana reservada y de una Dionisia durmiente - actuaban como esas muchachas tontas que hacían una escena en el vestíbulo hace algunos segundos. Estaban amontonadas juntas cerca de la silla de Tina por la ventana, susurrando emocionadas y haciendo muecas como tontas. Es apenas uno de esos días creo, Tina suspiró resignada cuando caminó hacia su escritorio. Hombre, sacudió su cabeza exasperada, tendría que luchar en el camino hacia su silla si quería sentarse.
“Disculpame.” Acuñó sus manos entre dos de sus compañeras de clase y dividió suave pero firmemente sus cuerpos al lado así que podría pasar entre ellas. “Disculpame.” Empleó la misma táctica con dos muchachas más que bloqueaban su trayectoria. “Disculpam--” Se congeló a mitad de la oración y se quedó atónita ante la escena que se revelaba delante de ella.
“¡¡¡¿Qué?!!!” Tina encubrió apenas su desprecio mientras finalmente atestiguó lo que banqueteaban sus compañeras de clase con entusiasmo. Armadas con sus teléfonos costosos con cámaras mega-pixeladas, las perras tomaban fotos rápidamente robadas de una Bette extremadamente linda mientras dormía pacíficamente en su escritorio al lado de Tina. Su novia hermosa estaba dichosamente olvidadiza a las tendencias acosadoras de sus adoradas admiradoras puesto que estaba así de perdida en un sueño profundo. Las muchachas excesivamente entusiasmadas se regocijaban ante la vista de Bette mientras ella mordía encantadoramente su uña del pulgar mientras dormía. “Awwwwwwwwwwwww.” Las muchachas suspiraron soñadoras cuando la líder de 4F dividió sus labios levemente y dio una pequeña sonrisa y aspiró en su pulgar un poco, obviamente teniendo un sueño muy agradable.
“Puuuuttaass.” Tina dijo en voz alta cuando su mano voló para ahuecar su frente en la frustración, pudo observar que la muchacha delante de ella enviaba una foto de su novia durmiente a algunas personas en su guía telefónica. “Hmph.” Rebosando vitalidad y propulsada por la cólera, Tina tiró sus cosas a tierra y se lanzó más lejos en la muchedumbre emocionada que rodeaba a su novia. “¡¡¡Shoo!!!” Gritó cuando agitó sus brazos enojada en el aire, golpeando con fuerza a las muchachas como moscas para alejarlas. “¡¡¡Shoo!!!” Las muchachas chillaron y se apartaron mientras las manos de Tina conectaban con sus cuerpos con fuerza. “¡Imitadoras estúpidas de los paparazzis! Tomen una foto de esto.” Levantó las manos y las empuñó e hizo su actitud de lucha, desafiando a las muchachas asustadas a que se acercaran. Tina Kennard, la mala hierba celosa estaba de regreso en fuerza completa.
“¿H ?” Bette mareada masculló y frotó sus ojos, el alboroto la apartaba de su sueño agradable. Bostezó y levantó la vista a tiempo para ver a su novia roja como remolocha bombeando sus puños en el aire y asesinando a sus compañeras de clase con sus ojos ardientes. Oh mierda, tragó difícilmente, su Kennard enojada y celosa, nunca era una combinación agradable. “¿Bebé?” Se incorporó preocupada y puso una mano en el brazo de Tina para calmar a la rubia. Durante algún tiempo, parecía como si su novia estuviera tan metida en su propia cólera que no la notaba, pero con su frotar ligeramente persistente, Bette logró capturar la atención de Tina. Vete a la mierda, Bette tragó saliva, Tina alfa parecía tan caliente. y divertida. “Mmff.” Sofocó una risita, las ventanas de la nariz de Tina se movían rápidamente, sus venas del cuello en el borde de estallar y su miraba un poco enloquecida y fuera de si. Bette se encontró sintiéndose altamente asustada, extremadamente divertida y más que un poco excitada por la vista.
“¡¿Qué?!” Tina gritó mientras tomaba el aviso de la manera en que Bette no podía desgraciadamente refrenar su risa. ¿Qué era tan divertido? ¡¿Sus compañeras de clase se habían aprovechado de ella mientras ella dormía indefensa y todo lo que Bette podía hacer era reír?! Rodó sus ojos irritada. “¿Porqué coño te estás riendo Porter? ¿No sabes que tus ridículas admiradoras ardientes tomaban fotos molestas de ti mientras dormías?” Cruzó sus brazos en su pecho y se enfurruñó.
“¿Oh realmente?” Bette sonrió descaradamente. “No importan ellas.” Agitó su mano, Tina levantó una ceja en su actitud extraña, desdeñosa, había esperado que la volátil Bette hiciera saltar y estallara el infierno en las muchachas. Bette sonrió y se inclinó más cerca a su novia y susurró bajo su respiración. “No te preocupes bebé, de alguna manera sigues estando delante de ellas. Eres la única persona que tiene una imágen de mí durmiendo sin ropa. Una imágen mental por ahora, pero confía en que encontraremos una hora para programar una sesión de fotos apropiada.” Bette guiñó, dejando que Tina se ruborizara profundamente en su declaración. Bette se aprovechó del estado sin habla momentáneo de la rubia y tiró de la chaqueta de la escuela de Tina y jaló hacia abajo a su novia para encontrar su cara. “Bebé buenos días.” Bette emitió mientras daba un beso rápido pero dulce en los labios de Tina. Sus compañeras de clase jadearon en la exhibición pero ocultaron rápidamente sus miradas compartidas de angustia cuando Tina les tiró un fulgor de muerte. El club de admiradoras de Bette volvieron con desgano a sus propios lugares y ahogaron en vinagre su pena y celos.
Tina suspiró mientras miraba abajo a Bette. Quería permanecer enojada pero eso era un poco duro de hacer con su novia mirándola para arriba expectante con esos ojos marrones grandes, esperando que le devolviera el saludo. “Buenos días Porter.” Tina respiró profundamente y se sentó. La cara de Bette explotó en una mueca enorme, inclinándose más cerca a su novia, esperando otro beso. Después de que fingió repugnancia y jugar un pequeño juego de mover su cabeza al lado para evitar los labios impacientes de Bette, Tina finalmente se aplacó y ahuecó la cara de la morena con ambas manos y puso un beso en esos labios deliciosos. Suspiró, disfrutando internamente del beso persistente y presumiendo en los suspiros dolidos, muy audibles de sus compañeras de clase, mas vale marcar mi territorio, pensó e hizo muecas con aire satisfecho en las almas celosas alrededor de ella mientras se retiraba. Dio vuelta a su novia soñolienta, pero feliz y frotó el brazo de Bette. “Bebé, ¿porqué estás durmiendo aquí adentro? ¿No conseguiste ningún descanso?”
“Nope.” Bette cubrió su boca mientras otro bostezo se escapó de sus labios. “Volví de las Vegas hace alrededor de una hora y media. Sam me dejó aquí y he estado durmiendo desde entonces.” Estiró sus brazos al lado y movió su cabeza en círculos.
“¿Tu y Sam fueron a las Vegas?” Tina arqueó una ceja en sorpresa.
“Yep.” Bette cayó abajo en su escritorio y miró de lado a su novia. “Tomamos el jet de Sammy.” Sus párpados comenzaron a inclinarse una vez más pero tenía una aureola muy relajada alrededor de ella, en vista del gran cansancio que tenía.
“¿Entonces cómo están nuestras voyeurs preferidas?” Tina pescó, recordando el texto de Bette que la “caza” fué un éxito. No podía imaginarse qué clase de castigo Alicia y Shane tuvieron que aguantar en las manos de su novia astuta y vengativa.
Bette sonrió en la pregunta de Tina y se incorporó derecho, olvidando la fatiga temporalmente. “Dales una mirada.” Dijo ocultamente mientras abría rápidamente su bolso y sacó la cámara digital desde adentro. Giró el adminículo y lo entregó a una Tina muy curiosa.
“Oh mi dios.” Los ojos de Tina se ensancharon y sus quijadas cayeron al piso mientras miraba fijamente la imágen que la saludó, una Bette triunfante presumía al lado de ella.
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MARTES. Los jugadores centro turístico y casino, Penthouse. Las Vegas. 8:10 AM.
“Mmmmmm.”
Un quejido gutural cerca de su oído despertó a una Shane McCutcheon muy desnuda. Oh dios, hizo muecas, su cabeza palpitaba y sus oídos zumbaban. No podía recordar la cantidad de alcohol consumida anoche, pero fué más que bastante para autorizar una resaca muy mala esta mañana. “Mierda.” Maldijo bajo su respiración y cerró de golpe los ojos cuando su mundo comenzó a girar un poco. Uh-oh, inhaló agudamente cuando sintió un brazo tirar de ella más cerca y abrazarla por detrás. ¡Alicia va a matarme! Tragó difícilmente. A pesar de haber hecho un pacto, terminó durmiendo con alguien después de su brindis de champán dentro del club. Grande, suspiró y se estremeció cuando su compañera comenzó a frotar su vientre y ponía pequeños besos pellizcando en su hombro. Apenas grande, se atiesó un poco mientras sentía una lengua mojada rastrear pequeños patrones en ella.
"Chica del café.” Un susurro sin aliento cosquilleó sus oídos.
¡¿Qué mierda?! Shane relampagueó los ojos cuando oyó una voz muy familiar detrás de ella. Su mundo todavía giraba, pero estaba segura que ya no era debido al alcohol. “¿A-Abby?” Dijo en voz alta tentativa, su voz un poco agrietada. La última cosa que podía recordar era que ella se ligaba con una mesera peliroja caliente anoche. Mierda santa, rogó en la desesperación, por favor dime que volví a casa y que dormí con Abby. o cualquier persona excepto...
“¡¡¡¿Abby?!!! Qué coño DA--” Alicia se sacudió de su estado semi adormilado y movió de un tirón violentamente a su compañera alrededor para mirarla. Se congeló cuando vino cara a cara con una Shane pálida y traumatizada. Las dos se miraron fijamente una a la otra por un minuto antes de...
“Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!”
Una empleada doméstica que pasaba por el Penthouse 1 tiró su plumero espantada cuando el grito estridente reverberó a través de las paredes gruesas del hotel. Lo que sucede en las Vegas, sacudió su cabeza y sonrió. Se dobló abajo para recuperar su herramienta de limpieza caída y continuó su trabajo.
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“¡Jodeme!” Alicia gritó mientras establecía el paso en el cuarto envuelta en una sabana, su amiga igualmente molesta oscilaba hacia adelante y hacia atrás en el borde de la cama en su traje de oro, levemente estridente.
“Pienso que lo hice ya.” Shane lloriqueó, sus interiores amenazaban con derramarse al piso alfombrado. “Y pienso que una vez es bastante para que dure una vida entera , Al.” Palideció cuando la rubia lanzó una almohadilla en su dirección, golpeándola en ángulo recto en la parte posterior de la cabeza.
“Cállate.” Alicia silbó. Se sentó en la cama, enterró su cara en sus manos y gimió. “Ésta cogida es incestuosa.” Lloriqueó después de algunos momentos. “Jugué contigo mientras todavía estábamos en pañales, estuve contigo cuando tuviste tu primer período, te miré crecer siendo una marimacho traviesa y finalmente cuando te convertiste en una caliente anorexica.” Miró fijamente sus manos y suspiró débil. Eso es por lo que las buenas amigas nunca deben tener sexo, pensó pesarosamente, solo complica las cosas.
“¿Qué vamos a hacer?” Shane preguntó en una voz pequeña, perdida. Ella necesitaba a su mejor amiga. solo su mejor amiga. no una amiga con ventajas.
“Nadie debe saber sobre esto.” Alicia indicó en una voz resuelta mientras se colocaba y establecía el paso en el cuarto de nuevo. “Y cuando digo nadie, significa especialmente Porter y Sammy.” Dijo tensa. Esas dos podían hacer de sus vidas un verdadero infierno en vida si se enteraban de su resbalón de anoche.
“Nunca vamos a dejar de oír sobre esto si lo descubren.” Shane movió lentamente su cabeza en el acuerdo. “Nunca van a dejarnos vivir en paz.”
“Sí. Éste será entonces nuestro pequeño secreto sucio.” Alicia secundó. Éste podía ser un momento raro en su vida cuando estaría más que feliz de guardar un secreto. Se levantó y amplió su mano a la morena. “A olvidar que esto sucedió alguna vez.” Sacudió las manos con Shane. Era un trato hecho. Emitió un suspiro de alivio temporal y permaneció en un silencio contemplativo por algunos minutos hasta…
“¿Hey Al?”
“¿Sí Shane?”
“¿Nosotras pedimos eso?” Shane señaló a un de hielo con una botella de cristal adentro, sentándose encima de una pequeña mesa de madera cerca de la ventana.
“No.” Alicia arrugó su frente en pensamiento profundo. No podía recordar una sola cosa a partir de ayer por la noche, aún menos recordar si habían pedido una botella de champán del servicio de habitación. “Heeey.” Sus cejas se levantaron mientras notaba una pequeña tarjeta al lado del . Caminó hacia la mesa y la examinó curiosa.
“¿Qué dice?” Shane exhaló en voz alta mientras se permitía reposar más en la cama.
“Coge a mi madre.” Alicia cayó al piso derrotada mientras la tarjeta voló de sus manos.
“¿Qué?” Shane frunció el ceño mientras se levantaba de la cama y cogió la tarjeta del piso. “Mierda.” Gimió cuando acompañó a la rubia en el piso, ambas compartían las mismas miradas de horror en sus caras.
.......
Chicas hicieron una exhibición de mierda. Espero que gozaran de ella tanto como lo hicimos. No se preocupen, tomamos PORCIONES de fotos. ¡Felicidades por los recuerdos!- Bette (y Sam!)
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De nuevo en Redwind.
“¿Entonces durmieron juntas?” Tina contuvo su risa mientras observaba las diversos fotografías de una Shane y una Alicia desnudas en cama. Las fotos indiscretas y maliciosas caían casi en pornografía suave. Hizo muecas en la foto de Alicia que cuchareaba a Shane y en otra que demostraba a las dos cara a cara con sus bocas abiertas de par en par y sus ojos cerrados, mirandose como si estuvieran en un beso profundo.
“Yep.” Bette hizo muecas de oído a oído. “Durmieron juntas, pero no tuvieron sexo.” Aclaró, ella y Sam se divirtieron mucho colocando a las dos en actitudes torpes y tomando las fotografías bien coreografiadas. “Pero por supuesto, no saben ese detalle minúsculo.” Rió un poco malvada. La venganza era tan malditamente dulce. Esperanzadamente esta vez, el reembolso sería bastante para enseñar a esas dos comadrejas escurridizas y mironas una lección.
“¿Cómo le hicieron tu y Sam para llevar a cabo este truco?” Tina miraba curiosamente a su novia mientras devolvía la cámara a Bette.
“Con una pequeña ayuda de una mesera atractiva, un par de Valiums y algunos gángsteres temerosos que se disfrazaban como escoltas audaces.” Bette sonrió. Alicia y Shane no tenían realmente una posibilidad.
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Edificio de viviendas de Kennard (ahora Porter también). 4:37 P.M.
“¡Gracias por el aventón Sammy!” Bette sonrió en su mejor amiga mientras ayudaba a Tina a salir del asiento trasero del Mercedes de Sam y cerró de golpe la puerta del coche. La rubia también expresó su gratitud al objeto anterior de su afecto mientras se colocaba al lado de su novia en la acera.
“En cualquier momento.” Sam agitó a las dos mientras arrancaba el coche y comenzó a alejarse. Bette y Tina miraron el coche desaparecer de su vista antes de que dieran vuelta alrededor y caminaran a su edificio de común acuerdo.
“¿Asi que entonces este es oficialmente tu primer día en tu nuevo apartamento correcto?” Tina exprimió la mano de Bette mientras entraban al edificio. Su novia estuvo inusualmente silenciosa en todo el viaje hacia su hogar , que ciertamente le decía a Tina lo nerviosa y emocionada que estaba Bette por pasar finalmente la noche en su nuevo lugar.
Bette frunció sus labios. “Bien técnicamente, es mi segundo día. Pero puesto que pasé apenas dos horas en casa ayer, entonces sí. Creo que es mi primer día.” Dejó escapar una pequeña risa.
“¿Estás planeando celebrarlo?” Tina frotó el pulgar de Bette con los propios mientras procedían a subir las escaleras.
“Lo estoy, realmente.” Bette hizo muecas ampliamente. “Esperaba invitarte a ti y a tu papá para la cena en mi casa esta tarde.” Meneó sus cejas hacia arriba y hacia abajo. “Voy a cocinar.” Agregó orgullosa.
“¿Realmente?” La voz de Tina aumentó, demostrándo incredulidad. “No sabía que cocinabas.” Miró a su novia escéptica. Bette parecía definitivamente una persona que era totalmente inepta dentro de una cocina.
“Asomé en las artes culinarias algunas veces antes.” Bette encogió los hombros. Con resultados extremadamente terribles por supuesto. agregó dentro de su cabeza. Hasta ahora, todo lo que había cocinado terminaba siempre dentro del bote de basura, nadie era bastante valiente para tocarlo. Oh mierda, tragó saliva, repentinamente sintiéndose poderosamente nerviosa por su oferta. Seguro, quería impresionar a Tina y anotar puntos importantes con Ken, pero eso sería muy difícil de alcanzar si el gran Kennard terminaba dentro de un ER por intoxicación alimenticia.
“Wow.” Tina sacudió su cabeza y sonrió. “Estás llena de sorpresas.” Levantó sus manos entrelazadas y puso un beso en el dorso de la mano de Bette.
“No tienes ninguna idea.” Bette murmuró bajo su respiración, rogando silenciosamente porque lo que iba a terminar cocinando esta noche sorprendería a Tina y a Ken, de una buena manera por supuesto.
Cuando alcanzaron su piso, Bette caminó con Tina a la puerta de su apartamento y puso un pequeño beso en los labios de la rubia. “Cambiate y descansa.” Ordenó suavemente. “Les hablaré a ti y a tu papá cuando la comida esté lista.” Ocultó su agitación con esa sonrisa grande Porter. Después de algunos besos más de despedida por la puerta, Bette se encontró parada totalmente sola en el vestíbulo. Lanzó la respiración que sostenía y dio vuelta alrededor e hizo el corto camino a su nuevo hogar.
Jugó con su nuevo juego de llaves dentro de su bolsillo antes de sacarlas y de girarlas con su dedo. “Bienvenida al hogar.” Susurró bajo su respiración mientras insertaba la llave dentro del agujero y abrió la puerta. Dio vuelta a la perilla y entró. Como ayer, la vista ante ella le eliminó totalmente la respiración.
“Qué agujero de mierda.” Masculló y rió a pesar de si. Este apartamento de un dormitorio había sido abandonado desde hace tres meses, su inquilino anterior estaba en la prisión después de haberlo aprehendido en un operativo de drogas. Algunas de las cosas del drogadicto habían sido despejadas sin embargo, algunos pedazos de sus muebles y aplicaciones habían permanecido, una cama, un sofá, una estufa de gas, un horno gastado, un pequeño comedor y una mesa de centro vieja. Bette lanzó el colchón apestoso fuera y estaba decidida a dormir en una de esas camas inflables hasta que comprara uno nuevo. El alquiler era asquerosamente barato y con buena razón, Bette musitó. Las paredes tenían manchas de comida por todas partes, la alfombra parecía un cultivo por los centenares de especies bacterianas, el baño hacía sonidos que expresaban gorjeos asustadizos, las puertas rechinaban, las luces oscilaban por intervalos, las ventanas estaban agrietadas y el lugar entero olía a mala hierba añeja y Cheetos. Este lugar era una ruina, pero de una cierta manera extraña, Bette lo amó. Todo porque era propio y estaba cerca de Tina, sonrió internamente. Dejo su bolso en el sofá de la sala de estar e hizo muecas cuando hizo sonidos raros, la vieja cosa ocultaba apenas el hecho de que sus resortes estaban rotos. Oh bien, suspiró. Tendría que hacer unas ciertas compras importantes de muebles en los próximos días. Eso y un poco de objetos de arte también, sacudió su cabeza con desaprobación en las paredes desnudas del apartamento.
Hora de ensuciarse, suspiró mientras entraba en la pequeña cocina. Pequeña era una subestimación, se burló, le tomaba solamente dos pasos para alcanzar el refrigerador, un paso al horno, medio paso a la estufa y una vuelta oblicua al fregadero. Era tan diferente a su “mini” cocina privada en donde podía hacer vueltas de carro para viajar a partir de una aplicación a otra. Oh bien, por lo menos este lugar tiene algunas cosas, exhaló en voz alta. James había sido persistente sobre arreglar su apartamento para ella. Lo rechazó por supuesto, pero cuando él lloró el otro día, ella se había aplacado un poco a sus deseos dándole la señal de ir adelante con la cocina. El individuo confiable le consiguió comestibles dela tienda, herramientas de cocina, tablas de corte y una multiplicidad de bebidas en botella. Te amo, sonrió ampliamente mientras tomaba su nuevo “¡delantal de cocinera!” se lo puso y lo ató a su cuerpo.
Abrió un cajón y sacó un libro de cocina de lujo de dentro. Duende malicioso Wolfgang, ahora no me falles, mordió su labio más bajo mientras daba vuelta a la página 45. Carne de costilla a a,frotó sus manos emocionada. Era un plato muy ambicioso a preparar para una principiante como ella, pero, una muchacha debe apuntar hacia arriba ¿correcto? Intentó engañarse mientras miraba fijamente la receta complicada en la página brillante.
“Bette Porter, la cocinera de hierro.” Se dio ánimos. Esperanzadamente Tina y Ken también tenían estómagos de hierro, rió nerviosa.
Y por eso, no haciendo caso de las señales de peligro rojas grandes que destellaban adentro de su cabeza, Bette Porter sacó la carne del congelador, los condimentos del armario y comenzó a cocinar.
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Quince minutos más adelante.
Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiinggggg. Riiiiiiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnngggg.
“Residencia Porter, ala este. Buenas tardes.”
“¿Uh. Sonja?”
“¿Srta. Bette?!”
“Sí.”
“¡Qué sorpresa tan agradable! ¿Cómo está usted?”
“Estoy. uh. muy bien. Yo apenas. u . Sonja. uh. ¿puedo preguntarte algo?”
“Sí. seguro, por supuesto.”
“Uh. ¿si no tengo toallas de papel puedo utilizar el papel del tocador?”
“¿Qué?”
“Um. Porque dice aquí que debo acariciar la carne a a seca con las toallas de papel, pero no tengo entonces.”
“Espere un minuto. ¿Está cocinando Srta. Bette?”
“Uh. sí. Sorta, invité a Tina y a su papá para la cena. Estoy asando costillas.”
“¿Costillas?”
“Yep.”
“Que es absolutamente m grande para usted.”
“Sé.” Suspiro. “¿En qué me metí?”
“¿Usted precalentó el horno ya?”
“Sí. dios del No. oh, no sé.”
“¿Qué dice?”
“Hay demasiadas perillas en este horno frickin. Incluso no sé si está ya encendido. Me da miedo también poner la mano adentro para comprobarlo.”
“Usted no tiene que poner su mano adentro. ¿Ve una luz?”
“Nope. Pero pienso que después de que pruebe mi propio cocinar.”
“Si gira el horno, usted verá una luz desde adentro.”
“Bien. Um. Sonja. una cosa más.”
“Seguro srta. Bette.”
“¿Cuál es la sal kosher? Dice aquí que tengo que frotar la carne con mantequilla, sal kosher, pimienta, polvo de ajo y polvo de cebolla. Estoy mirando la sal de mesa llana y la sal mezclada con yodo. ¿Cuál debo utilizar?”
“Ni una ni otra. La sal kosher es apenas como la sal de roca, ambas son de grano grueso.”
“¿Las rocas tienen sal?”
“…”
“¿Sonja?”
“Mi estimada pobre, pobre. ¿Quiere que vaya de visita y que le ayude?”
“No, no, está bien. Quiero intentar esto yo sola.”
“¿Está usted segura?”
“Yep. Uh. ¿Sonja?”
“¿Sí Srta. Bette?”
“Una última cosa.”
“Digame.”
“¿Qué utilizaré para frotar la carne? Hay una herramienta de frotamiento de una cierta clase que podría utilizar?”
Suspiro. “Srta. Bette. usted tiene que utilizar sus manos limpias.”
“…”
“¿Todavía está usted allí?”
Gemido. “Solamente que la carne es asquerosa, y sangrienta, y nauseabunda, y. y.” Sniff. “Eeekk.”
Desplome.
“¿Qué fué éso?”
“Mi ego que se estrella abajo.”
“¿H ?”
Gemido. “Nada.”
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Treinta minutos más adelante.
Knock. Knock.
“¡Solo un minuto!”
Knock. Knock.
Abre la puerta.
“Hey bebé, eso fué rápido. ¿Está lista la cena?”
Sniff. “…”
“¿Bebé?”
Sniff. “…”
“¿Porter?”
Sniff. “Espero que les gusten los tallarines instantáneos.”
Después: Bette conoce a Chester.
anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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Re: [Terminado] Sólo esa chica
CAPÍTULO CUARENTA Y DOS: Bette conoce a Chester, Chester conoce a Bette
EL ARTE DE COMER COMIDA INSTANTANEA/MICROONDAS POR PRIMERA VEZ CON COMEDORES CRITICONES (o tan solo inútiles echados a perder con tripas pijas y estómagos delicados):
PANORAMA #12 - CHARADA DE LA CENA: Cuando tienes invitados a los que estás intentando impresionar
PASO 1: Mira el alimento y sonríe. No hagas muecas ni caras. Nada te hará un malestar más rápidamente que una expresión amarga. Una imaginación sana puede ayudar, piensa en ella como comida exótica.
PASO 2: Con tu cuchara/tenedor/cuchillo/manos, mete cautelosamente la comida a tu boca. No seas demasiado inactivo o demasiado entusiasta al hacer esto, es siempre mejor comportarse tan normalmente como sea posible. Aunque puede ser que sea duro, intenta introducir una cantidad mayor de producto, de tal modo que el proceso de tortura termine más rápido.
PASO 3: Chew. Es imprescindible que no palidezcas. Utiliza tus dientes, no hagas caso de tu lengua (específicamente de tus náuseas) y solo mastica. chew. y chew.
PASO 4: Traga. Utiliza el agua o cualquier otra bebida en caso de necesidad. Debes tener presente tener extraordinario cuidado para no ahogarte o para no arrojar todo hacia fuera si comienzas a atorarte o a toser.
PASO 5: Una vez más sonríe. Piensa en pensamientos felices. Si tienes la fuerza para hacerlo, haz ojitos y/o quejidos de placer falsos. Pero ten cuidado, no exageres. Tus huéspedes pueden pensar que te estás desmayando delante de ellos.
PASO 6: Repetición. Vuelve al paso 1 y haz todo de nuevo hasta que se despeje tu plato. Si tienes un perro, alimentalo con pequeñas porciones de vez en cuando para facilitar tu trabajo. Si no, aguantate y acaba el plato tu sola. Quién sabe, puede ser que llegues a gozar de él.
¡Eso es todo mi estimado comedor criticón! Buena suerte.
En este mismo momento, Bette Porter mataría por una copia de una guía de supervivencia tan práctica. Pero joder, el trabajo literario fue publicado solamente adentro de su aterrada y levemente desilusionada mente. Mientras se sentaba en su silla de madera andrajosa e inestable, miraba a los dos felices rubios totalmente relajados ante ella y forzó una sonrisa cansada. Miraba la manera en que ellos escudriñaban abajo la comida instantánea que había preparado y había suspirado meticulosamente, deseando que ella tuviera el mismo amor por los tallarines orientales instantáneos condimentados, calientes y picantes que sus huéspedes parecían poseer. Recordando apenas cómo había preparado su cena, rodó sus ojos molesta; enojada consigo misma por echar a perder lo que supuestamente iba a ser una noche perfecta de costillas asadas y papas fritas con los Kennards. Echando un vistazo breve en la cocina, sus labios formaron una línea apretada cuando puso sus ojos en la losa gruesa de carne masacrada que se deshelaba cerca del fregadero. Se suponia que iba a cocinar esta noche, solamente que su propia inhabilidad de hacer tales cosas culinarias simples como girar la manija del horno y aderezar la carne demostrada ser su talón de Aquiles. Miró abajo su tazón de tallarines mojados y se burló de la manera más discreta que le fue posible. Cualquier cosa que puede “ser cocinado” solo quitando una tapa, perforándolo con un tenedor, agregando el agua y calentandolo en un microondas no era alimento verdadero en su opinión. Sentía que acababa de engañar el proceso entero de cocinar, faltando a las mas elementales artes culinarias. Y el snob en ella encontró que esto era absolutamente inaceptable; conveniente sí, pero inaceptable no obstante. Antonio, en su uniforme de chef orgulloso, estaría lanzando maldiciones al observar esto como un insulto grave a su profesión. Pero ella tenía que ocultar su desdén de sus huéspedes confiados, después de todo, ella quería dar una buena impresión. Ella falló ya con la cena, así que no lastimaría continuar fingiendo que el servicio de tallarines inmediatos era parte de sus planes para esta noche.
Entonces Bette, en un intento desesperado de salvar su ego extremadamente estropeado, siguió los seis pasos ya mencionados de supervivencia de memoria. Decidió que la mejor manera de salvarse era fingir que los tallarines inmediatos no le daban náuseas - que gozaba de ellos tanto como lo hacían Tina y su padre.
Debe ser fácil ¿correcto? Bette Porter podría ser una actriz eficaz si se daba el caso.
Pero u . nope. no en este caso. La actuación era bastante difícil, pero sería extraordinariamente difícil mantener una fachada cuando su reflejo estomacal estaba intentando traicionarla cada vez que tragaba.
“Mmff.” Bette palideció y amordazó el reflejo después de que los tallarines fueran trabados en su garganta después de otra tentativa fracasada de tragar. Ken y Tina levantaron la vista de sus propios tazones de tallarines y la miraron preocupados. “Mmmmmm.” Bette cambió su expresión facial y gimió en placer falso cuando fingió masticar, recuperándose rápidamente de su resbalón momentáneo. “Yo esto guau.” Sonrió firmemente, sus ojos brillaban cuando forzó a los tallarines a pasar abajo de su garganta. Tina continuó mirándola con los ojos preocupados, así que intentó tranquilizar a la rubia con un guiño rápido. Afortunadamente para ella sin embargo, solamente su novia tenía la capacidad de leerla como un libro; Ken Kennard no poseía este rasgo, así que él estaba ajeno totalmente a su malestar.
“Yo igual. El pollo es mi favorito pero también amo este sabor.” Ken movió su cabeza, sonriendo mientras masticaba un bocado de tallarines. Hubo una época algunos meses atrás cuando él y Tina vivieron estas cosas - las comidas inmediatas tales como la que compartían esta tarde. Fue durante esos duros meses en que él podía apenas preparar algo de comer. Entonces para salvar a los dos de morir de hambre, se adaptaron a comer diversos sabores de tallarines inmediatos diariamente. No hizo que el odiara las comidas instantáneas, al contrario, la experiencia hizo solamente que él las apreciara más. De alguna manera, estaba agradecido de que había disponible algo barato y accesible—para poder satisfacer su apetito y llenar sus tripas hambrientas cada noche. Pero desde que él ahora tenía buen dinero, había pasado ya cierto tiempo desde la última comida de tallarines. Asi que no le incomodaba realmente cuando los pequeños tazones blancos los saludaron esta noche. A decir verdad, él extrañaba realmente éstos platillos fáciles de preparar. “Kiddo prefiere las de carne de res, ¿verdad?” Dio un pequeño codazo a Tina con su codo.
“Nope. No más.“Tina sonrió, frotando círculos relajantes con su pulgar encima de la pierna de Bette debajo de la mesa. “Pienso que éste ahora es mi favorito.” Compartió una sonrisa con su novia mientras sacudía ligeramente el tazón de fuente que Bette había preparado para ellos. En su interior sabía muy bien, que Bette estaba devastada por la cosa esta de los tallarines inmediatos. Aunque quería reírse del exceso de confianza y de la incapacidad de la morena por cocinar una comida apropiada, la mirada en la cara de Bette cuando golpeó en su puerta hace algunos minutos rompió su corazón. Su novia se miraba así de derrotada, tan triste, tan patética. Y todo lo que Tina quiso hacer entonces fue darle a la muchacha un abrazo (que lo hizo) y un beso (que también lo hizo, varias veces, de hecho). Vio el lío dentro de la cocina de Bette y entendió lo qué había sucedido con la supuesta cena. Después de sentarse ociosa y de observar a la triste Bette con toda su charada valiente por algunos minutos, decidió ahora tomar las cosas en sus propias manos. “Hey.” Tina despejó su garganta, llamando la atención de Bette a ella. “La cena será en nuestra casa mañana, papá cocinará.” Cabeceó una vez hacia Ken. “Es tu turno otra vez el jueves. ¿Harás costillas asadas verdad?” Le preguntó a su novia, Bette se atoró casi con sus tallarines ante la pregunta.
“¿Yo?” Bette chirrió. Sus ojos se lanzaron rápidamente hacia la cocina, su cuerpo se tensó repentinamente. No le dijo a Tina cualquier cosa sobre el desastre que fueron las costillas. Entonces ¿cómo sabía?
“Sí.” Tina sonrió con conocimiento. Dio vuelta a Ken y señaló orgullosa a su novia con su pulgar. “Porter cocinará costillas la próxima vez. Ella está siendo modesta con los tallarines ahora pero es realmente una gran cocinera.” Se jactó. Ken miró a Bette y sonrió, impresionado totalmente.
“¿Soy?” La quijada de Bette cayó, sus cejas tiraban hacia arriba. Tina pisó fuerte en su pie debajo de la mesa, haciéndola cerrar de golpe su boca grande.
“¿Ves? Tan modesta.” Tina rodó sus ojos. “Ella me está preguntando si puedo ayudarle, tu sabes, que sea su ayudante de cocina. Pero es apenas una formalidad puesto que va solamente a dejarme sentar cómodamente y observarla mientras prepara nuestro alimento. No pienso que ella confía en mis habilidades culinarias.” Puso mala cara amarga, ganando una risa de su papá. “Dile que tan buena cocinera soy papá.” Tina miró de nuevo a su novia completamente sin habla y en shock y suprimió una risita. Bette, con toda la sangre escurrida aparentemente de su cara hermosa, parecía un fantasma.
Ken rió mientras sorbía una cantidad sana de tallarines. “Bette, no te preocupes de Tina. Es absolutamente capaz dentro de la cocina. Pienso que puede competir contigo. Después de todo, le enseñé todo lo que ella sabe.” Ken acarició la espalda de Tina con su mano enorme y sonrió ampliamente, totalmente orgulloso de su hija. Bette pudo manejar solamente una sonrisa nerviosa, que mostró definitivamente su disgusto. Tan pronto como Ken volviera su atención a su tazón de fuente de tallarines, Bette azotó su cabeza hacia Tina y jaló aterrada a su novia, qué--puñetas-estás-haciendo-conmigo.
Comprobando que Ken estaba entretenido realmente con su alimento, Tina guiñó y se inclinó más cerca a la trigueña, dejandole saber sobre su plan ruin de rescate para su novia en la noche del jueves. “Puedes quitar esa expresión de terror de tu dulce cara, linda como es, está llevando tu juego de fingir lejos.” Tina bromeó, Bette se tensó inmediatamente pero por otra parte se forzó a relajarse con profundas respiraciones. Tina sonrió en la tentativa muy obvia de su novia de aplastar su malestar. “No te preocupes del jueves. Cocino, tu miras. No tienes que hacer otra cosa mas que mantener tus ojos en mí el tiempo entero así podrás aprender. ¿Piensas que puedes hacer eso bebé?” Susurró en el oído de Bette, los ojos de la morena oscilaron en la comprensión.
Como si ella necesitara otra razón para mirar fijamente a Tina Kennard, Bette suprimió una mueca divertida mientras echaba un vistazo de lado en la rubia. “Pienso que puedo manejarlo.” Susurró detrás. Avergonzada como estaba de que Tina viera a través de su frente, se sentía emocionada y poderosamente agradecida de que iba a conseguir lecciones de cocina de su novia. Después del intento fallido de esta tarde, estaba dispuesta a admitir que era realmente una idiota inepta en un delantal, pero estaba dispuesta a aprender. Destelló a Tina una sonrisa brillante.
“Grande.” Tina sonrió, manteniendo su voz baja. “Hago todo el trabajo, pero te dejaré conseguir toda la gloria. Es una situación de ganancia para todos, bebé.” Acarició la rodilla de Bette debajo de la mesa y se enderezó para arriba de nuevo.
“Gracias.” Bette sonrió , mordiendo su lengua para abstenerse de decir algo totalmente sexi a su novia delante de su padre. ¡Joder, Tina protectora era tan caliente! Empuñó sus manos, no más en una reacción refleja por comer los tallarines instantáneos, sino por un movimiento desesperado de controlar las hormonas adolescentes que rabiaban. Sintiendose como una temeraria estúpida, deseaba aventarse sobre la mesa y colocar un beso grande en los labios suaves de Tina. Estate en paz Porter, suprimió mentalmente el chirrido violento dentro de su vientre.
Ken, que observaba callado la interacción entre las dos adolescentes, hizo muecas de una manera totalmente picara e infantil para un hombre de su edad. No oyó lo que hablaban, pero estaba seguro que se trataba de algo travieso. Después de todo, Tina tenía un aire de satisfacción y Bette parecía estar en el extremo de su genio intentando controlarse, los nudillos blancos en la mesa eran una indicación clara de esto. Poca diversión no lastimará, pensó emocionado cuando miró a Bette, que estaba tan perdida en sus pensamientos que no notó el humor destellar en sus ojos. “Entonces Bette.” Ken sonrió, llamando la atención de la morena a él con una onda de su tenedor. “Primera noche en tu nuevo apartamento, ¿huh?” Colocó de nuevo el tenedor en su plato y encontró sus ojos y frunció sus labios. “Comparado a tu vieja casa, este lugar debe ser un hoyo.” Se rió entre dientes.
“Sí, podría requerir mucho trabajo.” Bette suspiró, repasando mentalmente la lista de trabajos de reparación que su nuevo hogar necesitaba para parecer un poco más presentable y eventualmente, habitable.
“No te preocupes de eso. Nuestra casa estaba en peores condiciones cuando nos mudamos. Me tardó bastante tiempo arreglar todo, pero pienso que al final el apartamento quedó mucho mejor.” Ken miró a su hija para la confirmación y sonrió cuando cabeceó, por supuesto Tina convendría con él, ella no se atrevería a lastimar sus sentimientos.
“Veo el potencial aquí adentro.” Bette mordió su labio, recordando repentinamente una época en que ella insultó el apartamento de Tina por su tamaño y se burló internamente. Ahora, ella se consideraría afortunada si su propio lugar terminaba siendo un poco parecido a la casa de Tina y Ken. “Tengo ya muchos planes para este espacio. Apenas espero que todo resulte muy bien, Ken. uh. Quiero decir, papá.” Bette hizo muecas apenada, todavía sin acostumbrarse a llamarle al padre de Tina por el término que le había pedido que utilizara.
Ken sonrió en la forma sonrojada de Bette. Hora de ver si podía hacer que se ruborizara un poco más, hizo muecas inocente. “Asi que. Estás hablando de planes, ¿planean tener un sueño agradable con mi hija aquí adentro en cualquier momento pronto?” Pescó con la expresión más inocente que podía reunir.
¡Madre purísima! Bette dejó escapar un pequeño grito de asombro y después procedió a toser y a atorarse en un pedazo minúsculo de tallarin. Tina, que estaba demasiado ocupada con su padre, tomó apenas el aviso de su novia luchadora.
“¡Papá!” Tina advirtió, sus ojos destellaban fuego sobre la cabeza de Ken.
Desafortunadamente, Ken se divertía demasiado ahora para parar. “Solamente que debo advertirles sin embargo, las paredes en este lugar son finas como papel. No es realmente ideal para.” Arrastró la voz y guiñó. Bette ahora daba vuelta al púrpura. “Quiero decir, puedo oír prácticamente a los vecinos respirar.” Agregó en una voz fantasmagórica falsa. Sin que el se diera cuenta, la morena se habñia perdido después de las palabras `sueño agradable` , Bette estaba ahora mas que preocupada.
“Gah.” Bette hizo un sonido ahogado cuando batió su pecho con un puño, intentando en vano desalojar los tallarines de su tráquea. No podía respirar, y la persona que se sentaba lo más cerca posible de ella estaba demasiado ocupada deslumbrándose en su padre incluso para mirarla.
Uh-oh. Ken tiró a Tina una mirada avergonzada cuando Bette dio vuelta al azul delante de ellos, una cortina más profunda del color que él se preponía alcanzar. “Uh, Tina.” Señaló a una Bette que se ahogaba con un dedo tambaleante. Expeliendo una respiración exasperada, Tina cambió de puesto su mirada juvenil de su padre a una Bette muy descolorida.
“Oh mi dios.” Tina jadeó mientras finalmente notó a su novia que no-respiraba. Bette ahora agonizaba, podía incluso oír un sonido que silbaba débil viniendo de la morena mientras luchaba por el aire. “¡Porter!” Tina levantó su mano para dar una palmada a Bette detrás, pero debido a un leve cálculo erróneo de su parte, golpeó accidentalmente a su novia en la parte posterior de la cabeza a la vez que Bette intentaba inhalar. La acción combinada expelió violentamente los tallarines ofensivos hacia fuera a través de las ventanas de la nariz de la morena, donde entonces aterrizó perfectamente en el centro de la mesa de madera oscura. Emergencia terminada. Ambos Kennards emitieron un suspiro de alivio, Porter solitaria jadeó con horror.
“Ewwww.” Bette hizo muecas mientras miraba los tallarines que salieron de su nariz, sus ojos de par en par en la mortificación. Se hundió abajo en su silla, su color facial disminuía del azul al púrpura, al rojo, sus mejillas calientes de la vergüenza, hace un segundo ella luchaba desesperadamente por respirar, ahora sentía como quería cesar de respirar enteramente.
“¡Papá!” Tina tiró a su padre una mirada sucia, sus ojos se entrecerraron en rajas.
“¿Qué? Dime.” Ken destelló una mueca traviesa y se encogió. “Estamos bien ¿no es así Bette?” Emitió una risa nerviosa, mirando cuidadosamente el tenedor en la mano de Tina. Conocía esa mirada asesina demasiado bien.
“Yup. Somos grandes.” Bette cabeceó muda cuando se derritió aún más en su silla, horrorizada también para ver más allá de su vergüenza. “Apenas grande.” Suspiró y tiró a Tina una mirada de anhelo. Su plan elaborado para compartir una noche memorable esta tarde fue lanzado de su sistema como el pequeño pedazo asqueroso de tallarines delante de ella. Ella nunca, nunca permitiría que Tina llegara de visita y pasara una noche aquí adentro hasta que tuviera paredes lo bastante densas para amortiguar su lovemaking ruidoso. Era demasiado aventurado. “H .” Bette masculló. Plan numero uno de remodelación: el lugar insonoro, su frente se arrugó en la concentración mientras las ruedas dieron vueltas dentro de su cabeza.
“¿Ves? Ningún daño hecho.” Ken se rió de la mirada lejana de Bette. “¡Hey!” Gritó en protesta mientras Tina tomaba repentinamente su tazón de tallarines de él y descargó su contenido dentro de su propio tazón de fuente. “No me hagas eso.” Gimoteó.
Tina pegó la lengua hacia fuera mientras hundía su tenedor dentro de su tazón de fuente nuevamente rellenado. “Casi mataste a mi novia con los tallarines.” Tina se quejó mientras sorbía su alimento airadamente. Y lograste que no hagamos nada esta noche, agregó dentro de su mente verde asquerosa. Casi matar a su Bette era una cosa, el aumento de su frustración sexual era otra cosa enorme enteramente. “Asi que es justo que seas castigado y mueras de hambre.” Se enfurruñó, por lo menos todos nosotros nos privaremos de algún placer esta tarde.
"Pero.”
“¡Ningun pero!”
“¡Tiiinaaaa!”
“Para de gimotear.”
“¡Tengo todavía hambre!”
“No es mi culpa.”
“¡Devuélveme mis tallarines!”
“¿Tus tallarines? ¿Quieres decir estas cosas?” Sluuuuuurrrrp. “Delicioso.”
“¡Arg! ¡Christina Kennard, devuélveme la cena en este instante!”
“Kenneth Kennard, no puedes convencerme.”
“Señora joven, soy tu padre.”
“Viejo hombre, soy tu jefe.”
"Pero.”
“¡No, dije que ningún pero!”
“¡Bette, ayudame!”
“KE lo siento. uh. papá. Ella es mi jefe también.”
“Awww. mierda.”
“Papá, nada de malas palabras en la mesa.”
“Hmph.”
“¿Qué?”
“Sí señora.”
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1:17 AM.
25. 26. 27. 28. 29.
“Fuck.” Bette maldijo irritada mientras contaba sus trigésimas ovejas dentro de su mente frita. Ésta era su segunda tentativa de contar esos animales mullidos blancos. Durante su primer intento hace algunos minutos, y en alguna parte alrededor de numerar las oveja setentay tantas, bostezó y perdió la cuenta. Maldiciendo molesta y aún incapaz de dormir, comenzó a contar desde el principio de nuevo.
31. 32. 33. 34. 35.
“¡Mierda!” Más allá del punto de la frustración y aún completamente despierta, una extensión sarcástica de sonrisa en sus labios se formó cuando se imaginó esas pequeñas ovejas lindas saltar la cerca sobre un acantilado escarpado. Sintiendose grandemente sádica, continuó este tren de pensamiento mórbido hasta que no encontró divertido imaginarse a esos animales lanosos caerse en el acantilado.
Atribuyendo su falta de sueño a sus nervios emocionados de la primera noche, rogó silenciosamente que esto fuera una cosa de una vez. Tenía una semana llena por completo de compras y remodelado delante de ella, y no quería dar vueltas como una zombi el tiempo entero. Hasta ahora, todo lo que había intentado para poder dormir había fallado. Había vaciado dos cartones de leche fresca, agotó ya su mente haciendo su preparación difícil de física, cansado su cuerpo haciendo un poco de yoga y por último, contar las ovejas suicidas.
Y no ayudó que extrañara su viejo dormitorio. La música clásica calmante de los altavoces incorporados que ayudaban a su sueño, el olor florido de su edredón, sus ridículas almohadillas mullidas y su colchón, su maravilloso colchón bueno.
“Mierda.” Bette suspiró y cambió de puesto su posición respecto a la cama. Gimió cuando su cuerpo se movió sobre las olas en el océano que era su nuevo colchón. La cama de aire temporal que utilizaba estaba tan aguada, la levantaba hacia arriba y hacia abajo con el movimiento más leve de su cuerpo. La bomba automática de inflar se rompió a la mitad de llenar el colchón de aire, así que se quedó con una cama levemente deformada y totalmente inestable. Y la irritava al extremo. Se sentía enferma de tanto movimiento apenas con acostarse en su colchón inflable. Planeaba ir a comprar el coche después de la escuela el viernes, pero estaba más que feliz de alterar sus planes un poco así podría ir a comprar la cama primero.
Chirrido.
“¿H ?” Bette masculló. Podía jurar que oyó un movimiento ligero acompañado de un minúsculo chirrido. “¿Ahora qué?” Suspiró en la exasperación mientras tiraba de la máscara de sus ojos y la quitó de su cabeza. Bizqueó un poco cuando sus ojos intentaron ajustarse a la luz brillante que inundó el cuarto. Un movimiento repentino al lado de la cama cogió su atención. Sus ojos se ensancharon en choque y miedo mientras una grande, peluda, rata negra totalmente asquerosa corrió a lo largo del lado de la pared cerca de la ventana y desapareció dentro de un pequeño agujero en la esquina del cuarto.
Era la rata más grande que jamás había visto en su jovenvida entera.
Realmente, era la primera rata en la cual ella, la heredera anteriorme cuidada y protegida en exceso, había puesto sus eyes.
Otra primera noche de presentaciones originales para Bette Porter.
“Ugh.” El cuerpo de Bette iba blando y su cabeza se cerró de golpe abajo sobre la almohadilla mientras la vista de su pequeña huésped no convidada la llevó a la inconsciencia.
¿Qué les parece? Una rata tuvo éxito donde más de una oveja saltando cientos de cercas habian fallado. ¿Quién sabía que la mejor curación para una noche de insomnio era un roedor?
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3:29.
“Ugh. Dios.”
El sonido que se escuchaba con gorjeos ruidosos de las tuberías dentro de las paredes sacudió a Bette despertandola de su desmayo encantado. Miró su despertador y gimió. Había estado nockeada durante dos horas por culpa de esa asquerosa rata. Rata de mierda, tembló mientras miraba el pequeño agujero en la esquina de su dormitorio. “Oh mierda.” Sus ojos crecieron grandes. Temiendo que su compañera peluda pudiera salir nuevamente, agarró su teléfono móvil de la mesita y salió de su apartamento en una rabieta, sin importarle mirar detrás porque su imaginación activa funcionaba a mil por hora. En su rapidez por escaparse, había olvidado usar sus sandalias así que se mezcló en los pisos de madera sucios con una mueca leve. Se colocó enfrente de la puerta del apartamento de Tina y paró cuando su puño estaba alrededor de un milímetro lejos de la madera. En vez de golpear, abrió de un tirón su teléfono y presionó el dial de velocidad 1, moviéndose enquieta en su lugar el tiempo entero.
Tomó cinco llamados antes de que la persona contestara.
“Mmmmm. 'que” Una voz con sueño se quejó densamente en la otra línea.
“Bebé.” Bette lloriqueó mientras miraba el oscuro vestíbulo nerviosa. Era un manojo de nervios de dieciocho años.
“¿Porter?” Tina frotó sus ojos libres del sueño, preocupada repentinamente por el tono en la voz de Bette. Sonaba asustada y desesperada. “¿Qué pasa?” Contuvo su respiración y se incorporó en su cama.
“Estoy afuera de tu apartamento. Por favor, por favor, por favor ven aquí y veme. No quiero golpear y despertar a Ken. Por favor bebé. .. por favor apresurate.” Bette abogó a su novia. No tuvo que decir nada mas, porque tan pronto como dijera que estaba fuera del apartamento, Tina saltó de su cama y se apresuró hacia ella. Casi tiró su teléfono cuando la puerta se abrió repentinamente delante de ella.
“¿Qué sucedió?!” Tina dejó que las palabras salieran tan pronto como estuvo cara a cara con una Bette asustada y pálida.
“Rata.” Bette croó espantada cuando se arrojó hacia Tina, colgando desesperada del cuello de la rubia. “El ratón Mickey me engañó. Los roedores no son así de lindos.” Gimoteó mientras se enterraba más profunda en el cuello de Tina.
Tina suspiró aliviada y rodó sus ojos, sintiendose un poco enfadada porque la sacó de su profundo sueño y la preocupó demasiado apenas debido a una rata tonta. Pero no podía demostrar su molestia - no cuando su novia estaba actuando de esta manera - tan asustada, tan vulnerable, tan malditamente linda. “¿Bebé?” Frotó ligeramente la masa rizada del pelo de Bette mientras la morena se estremecía en sus brazos. “¿La rata tiene la cola corta?” Preguntó mientras ponía un pequeño beso confortante en la sien de Bette.
“Sí.” Bette lloriqueó en el cuello de Tina. Aunque su encuentro pudo haber sido impactante y efímero, podía recordar claramente ver la cola extraña de la rata - se miraba un poco rara y totalmente desproporcionada para su tamaño de cuerpo enorme. “¿Cómo sabes?” Lloriqueó y jaló a Tina más cerca de ella, no satisfecha hasta que sus cuerpos estuvieran realmente apretados - necesitaba gravemente la comodidad que solamente la proximidad de la rubia podía darle.
Tina suspiró, teniendo mucha experiencia con la rata que su novia había encontrado. “Es uno que vive en este piso. Corre alrededor de los diversos apartamentos pero sale sobre todo durante la noche. Su cola está corta porque se la cortaron cuando uno de los vecinos fijó algunas trampas hace algunos años. Pero él logra correr siempre. Tiene una cosa para escapar de la muerte. Todos los que intentaron matarlo se cansaron así que apenas vivimos con él - en coexistencia pacífica por supuesto.” Explicó encogiendo los hombros, totalmente indiferente por el bicho. “Cada uno lo llama Chester.” Se rió entre dientes ligeramente, haciendo que Bette se retirara un poco así podría ver su cara. “Lo nombré yo, a propósito.” Tina agregó orgullosa, su novia amartilló una ceja en respuesta.
“¿Chester?” Bette repitió, con tono incrédulo. “¿Le pusiste nombre a la rata?” Arrugó su cara en desaprobación. “¿No sabes que se supone que no se les pone nombre a los parásitos? El nombre es una forma de cariño y de accesorio subsecuente. Subconscientemente , hace más difícil que mates a esa rata estúpida.” Dijo Bette incrédula.
“¡No lo llames estúpido!” Tina reprendió a Bette en una voz baja.
"¿Estás defendiendo a la rata ESTÚPIDA?” Bette levantó una ceja sorprendida.
“Paralo.” Tina advirtió amenazadora. “Chester es estupendamente sensible, toma represalias cuando lastiman sus sentimientos. Mi papá no lo quiso llamar por su nombre antes, y terminó con un guardarropa que se parecía al queso suizo. Tuve que reparar cada agujero.” Tina contó de nuevo. Vio la mirada escéptica en la cara de su novia y continuó. ” Igual es con los vecinos, cuanto más lo insultaron e intentaron matar a Chester, más salían dañadas sus cosas. Fui la única persona que era buena con él e irónicamente, mi ropa fue la única sin tocar.” Acabó con una medio sonrisa. Bette resopló y rodó sus ojos en respuesta. “Soy seria.” Tina advirtió. “Comportate.” Pellizcó a Bette a los lados.
“Bien.” Bette se quejó. “Le diré algo crudo y despectivo en otra lengua. Una rata tan estúpida como él no puede entender seguramente el mandarín o el francés ¿correcto?” Dijo por encima de su nariz arrogante.
"Intenta tu misma.” Tina sacudió su cabeza en su novia obstinada. “Solo que no esperes que repare tu ropa para ti cuando la mastique.” Se soltó del abrazo de Bette y dobló sus brazos a través de su pecho.
“No te preocupes, no te lo pediré.” Bette replicó, emparejando el paso de Tina. “Si sucede eso, que lo dudo altamente, solo compraré nuevas.”
“¿Oh realmente? Bueno, puesto que ahora eres pobre e intentas estirar tus despreciables quinientos mil dólares , entonces tendré que aconsejarte que hagas las compras en un almacén barato. Te acompañaré si quieres.” Tina contestó firmemente. Sonriendo mientras los ojos de Bette se ensanchaban horrorizados ante la mención de la palabra barato.
“Hmph.” Bette puso mala cara como una niña. “Bien si no quieres ayudarme a reparar mi poco probable guardarropa dañado, le pediré quizá a alguna otra persona que me dé una mano.” La hostigó.
“¿Y quién puede ser ese pobre lechón?” Tina levantó una ceja.
Bette pescó su barbilla pícaramente y señaló a la derecha de su propio apartamento. “¿Leigh, quizás? Parece agradable y realmente impaciente por acoger con satisfacción a su más nueva vecina.” Sonrió, jugando el ángulo de los celos. Ella encontró a la muchacha cuando se mudó a ese lugar el otro día, Leigh le ayudó con sus bolsos. La muchacha era realmente dulce y agradable, y si ella no estuviera total y completamente enamorada de cierta Tina Kennard, Bette habría ido por ella (pero solo para una aventura de una noche, por supuesto).
“¿Leigh Ostin?” Los ojos de Tina ardieron verdes cuando pensó en la estudiante universitaria caliente que vivía delante de su novia. “Ella es hetero.” Indicó firmemente, con el goteo de los celos en su voz. Y ella no es incluso rubia, total no es tu tipo, agregó dentro de su cabeza.
Bette no contestó, en su lugar, destelló esa sonrisa boba infame Porter. La sonrisa que hacía que su devoto club de admiradoras enloquecieran y temblaran sus rodillas. Y la que Tina recientemente descubrió que no era realmente inmune, pues había asumido falsamente que le era indiferente cuando todavía odiaba la tripa de Bette. Y en este mismo momento, Tina supo lo que ella intentaba decir con esa mueca - ninguna muchacha, hetero o de otra manera - tenía una opinión sobre su sexualidad cuando alguien tan magnético como Bette Porter fijaba sus ojos en ella.
“No te atrevas.” Tina apretó sus quijadas mientras empujaba un dedo en el hombro de Bette. “No tienes que preocuparte de Chester, yo seré la que arregle los agujeros de tu ropa.” Amenazó a su novia más que divertida.
“Bromeaba.” Bette se rió entre dientes mientras envolvía a la enojada Tina en otro abrazo. La rubia se tensó pero se relajó lentamente en sus brazos. “No necesito a Leigh, o a ninguna otra muchacha para esas cosas. Tengo ya mi muy propia versión de Martha Stewart. o Cenicienta, por si no lo sabes. Ella cocina, limpia, repara la ropa. y es dura con las ratas.” Bette bromeó, ganando un golpe violento de Tina. “Sin mencionar el hecho de que ella es caliente, atractiva, hermosa, buena e inteligente.” Besó a la rubia en la mejilla sonrosada. “Y estoy locamente enamorada de ella - al punto en que estoy dispuesta A INTENTAR “coexistir pacíficamente”, como ella dice, con una rata estúpida solo para estar cerca de ella.” Bette acabó con una risa mientras Tina suspiró en sus brazos, los rastros de celos y molestia se derretían lejos. “¿Bebé?” Bette dijo en voz alta después de algunos momentos silenciosos.
“¿Sí?”
“¿Porqué lo llamas Chester?”
Tina sonrió mientras recordaba esa noche profética un par de años atrás. “Tuve mi primer encuentro con el pequeño individuo cuando desperté en medio de la noche, hambrienta y con el humor para un bocado de medianoche. Caminé dentro de la cocina y allí estaba.”
“¿Y? Eso no explica porqué lo llamas Chester.”
“Él salió de mi bolsa de Cheetos de sobra.” Tina explicó avergonzada, refiriendose al nombre del guepardo de su comida chatarra preferida.
“Oh.” Bette rodó sus ojos. “Tu y tu fascinación por consumir desdperdicios.”
“Bien Chester fue afortunada porque compartimos el mismo gusto por la comida chatarra. No creo que le hubiera gustado que lo llamara como la bolsa de mi papá que estaba al lado de mis Cheetos esa noche”
“¿Por qué? ¿Còmo se llama?”
“Sr. Porky.”
“Eww. ¿Ser llamada como un cerdo? Sí, pienso que Chester habría sido insultada.”
Chirrido.
“¡Eeeekkk!”
“Pienso que él está de acuerdo.”
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4:07 AM.
“¿Kennard?”
“¿Sí bebé?”
“No empujes.”
“¿Huh?”
“Estoy teniendo una dificultad para controlarme.”
“¿Qué?”
“Tus manos estás en mis boobs, bebé.”
“Whoops. Lo siento.”
“Debo conseguir una medalla por esto.” Bette masculló cuando empuñó sus manos a los lados, acostándose tan rígida como le era posible, cerró sus ojos difícilmente y apretó sus dientes hasta que la fuerza lastimaba, intentando no hacer caso de las acciones de la muchacha temperamental al lado de ella. “Lo prometiste.” Se lamentó débil a medida que Tina continuó poniendo besos minúsculos en su cuello y barbilla.¿Porqué puñetas acepté esto? Se preguntó en la desesperación, el palpitar entre sus piernas llegaba a ser insoportable y difícil de suprimir. Como si pudiera decir no a esos ojos, suspiró. Después de la escena en el vestíbulo por la la sorpresa de Chester Tina la había convencido de dormir al lado de ella en la cama de la rubia en vez de irse a su propio hogar. Saldría furtivamente y fingiría haber llegado para el desayuno antes de que Ken se despertara. Era suicidio, pero Tina había prometido estar en su mejor comportamiento. Pero debía haberla conocido mejor, después de todo, Tina se había quedado en un estado de frustración y caliente después de la cena. Quizá más que ella. Tardó solamente tres minutos antes de que la rubia comenzara a andarla a tientas mientras “dormian”. Oh bien, por lo menos Tina intentó.
“Bueno bien.” Tina hizo muecas mientras aspiraba en el punto del pulso en el cuello de Bette, haciendo a su novia jadear de la excitación. “No puedo creerlo. Bette Porter que se comporta realmente. ¿Estás sacrificando tu propio placer y felicidad de modo que no nos metamos en apuros? Tan desinteresada.” Bromeó mientras movía su dedo arriba y abajo del brazo de Bette, haciendo que la trigueña temblara bajo su tacto.
Las uñas de Bette cavaron más profundo en su palma a medida que Tina continuó su impacto, moviéndo el dedo hasta su cara para remontar sus labios. “Realmente,” lloriqueó cuando mordió los interiores de sus mejillas en un esfuerzo por estabilizarse. “Estoy siendo la egoísta de siempre.” Podía sentir que la respiración caliente de Tina se trasladaba a sus labios y apelando a su muy disminuida fuerza de voluntad movió su cara lejos de la rubia.
“¿Realmente?” Tina rió nerviosamente mientras ahuecaba la cara de Bette con una mano y la forzó a mirarla. “Bebé, mirame.” Ordenó suavemente, esperando paciente que la morena abriera los ojos. Sonrió para si a medida que Bette continuó resistiéndose, su frente arrugada, rechazando levantar sus párpados. “Por favor.” Tina susurró las palabras mágicas, haciendo muecas astuta cuando Bette suspiró y relajó la cara, sus orbes marrones se revelaron a los avellana de Tina. Su novia tenía realmente problemas para oponerse cuando ella se lo pedía.
“¿Sí?” Bette murmuró cuando cerró de golpe los labios, no permitiendo que su lengua se escapara mientras Tina ponía pequeños besos en sus labios.
“Aclarame. ¿Cómo es que eres egoísta cuando estás haciendo un buen trabajo de controlarte?” Tina preguntó cuando mordiscó en el labio más bajo de Bette, sintiendose un poco frustrada porque su novia no la hubiera atacado todavía.
Bette gimió. “El instinto de conservación es mi prioridad superior ahora. Tu seguridad no se alinea tan alto como la mia propia en este mismo momento.” Indicó práctica, Ken puede ser que demuestre su misericordia en su hija, pero a ella probablemente la estrangularía a muerte. Mordió detrás un quejido mientras Tina procedía a montarla a horcajadas. “¿Ves? Totalmente egoísta.” Arrugó su frente intentando concentrarse cuando su novia comenzó a oscilar su cuerpo hacia adelante y hacia atrás encima de ella. Dios, si Ken nos sorprende ahora, retrocedió ante el pensamiento. Quizá que Chester asuste la mierda fuera de ella en su propia cama era mejor que terminar absolutamente muerta debido al estrangulamiento.
“Bien, no hay sitio para el egoísmo aquí adentro.” Tina tomó las muñecas congeladas de Bette y las agarró en el lugar cerca de la cabeza de la morena. “Entonces tengo que castigarte.” Sonrió, trayendo su cara a pulgadas de Bette. No podría explicar porqué, solamente que se sentía repentinamente encendida y excitada por el pensamiento de tener sexo aventurado en ese lugar - paredes finas, cama chirriante y todo.
Bette se burló y rodó sus ojos. “Como si no me estuvieras castigando ya.” Exhaló en alta voz e intentó librarse del asimiento de Tina. La rubia solo aumentó la presión, manteniendo a Bette fija debajo de ella. “Gozas torturándome, ¿no es así?” Bette suspiró mientras miraba para arriba la cara con aire satisfecho de Tina.
“¿Tortura?” Tina entrecerró sus ojos, fingiendo sentirse ofendida. “¿Consideras esto una tortura?” Sonrió diabólica mientras presionaba su cuerpo abajo a Bette, frotando sus cuerpos ardientes juntos y mordiendo la piel suave en el cuello de la morena. Eso dejaría definitivamente una marca, hizo muecas. La lamió en la parte enrojecida y movió su lengua hasta la cara de Bette.
“Ella vendrá alrededor de la montaña cuando regrese.” Bette cantó bajo su respiración, intentando ahogar los sonidos que Tina hacía cuando cubría su cara con besos. “Ella vendrá alrededor la montaña cuando regrese.” Continuó, respirando dificilmente cuando Tina continuó pellizcando su cara y cuello. “Ella vendrá alrededor de la montaña, ella vendrá alrededor de la montaña, ella vendrá alrededor de la montaña cuando reeeeeeeeee--” Bette estranguló en la última palabra cuando la mano de Tina serpenteó repentinamente abajo y ahuecó su sexo goteante a través de sus pantaloncillos.
“Greseeeeeeeeee.” Tina acabó el canto mientras se reía del estado totalmente despierto y frustrado en el cual estaba su novia.
“Joder Kennard.” Bette gruñó, alcanzando su punto máximo. Una muchacha no podría soportar tanto, era solamente humana después de todo. Con fuerza renovada, se zafó del apretón de Tina y movió de un tirón sus cuerpos, intercambiando lugares con la rubia. “Tu lo pediste.” Agarró un pequeño oso de peluche al lado de la cama de Tina y lo empujó dentro de la boca de su novia. “Muerdelo.” Le ordenó. La rubia lo hizo sin preguntar, sabiendo completamente lo ruidosa que podía ser cuando alcanzaba su clímax. Bette miró en los ojos emocionados de Tina y exhaló en alta voz. “Si Ken conduce un bate de béisbol a través de mi cráneo, es toda tu culpa.” Destelló un pequeño fulgor antes de abrir los botones de la blusa de pijama de Tina, exponiendo los pechos hermosos de la rubia a sus ojos hambrientos. “Antes de que comience, dejame poner algunas reglas.” Dijo en una voz severa, aunque sus ojos seguían pegados a los pezones erguidos de Tina.
“Rurrs?” Tina repitió, su discurso sordo por el oso de peluche.
“Sí. Regla número uno, absolutamente nada de ruido.” Bette ajustó el oso en la boca de Tina hasta que estuviera segura que los acordes vocales ruidosos de su novia fueran ahogados y refrenados con eficacia. “Regla número dos, ningún g--” Intentó decir ningún golpe y demasiados movimientos , pero fue cortada por Tina que sacudió repentinamente una mano libremente y pellizcó y tiró de su pezón erguido a través de su delgada pijama. “¡¡Ooohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!” Bette gimió en voz alta mientras Tina escupía traviesa su oso de peluche de su boca.
“Haha. ¡Rompiste la regla número uno!”
“¡Kennard!”
Rrrssrrrr.
Las dos se congelaron por un segundo y agudizaron sus oídos mientras estaban atentas al movimiento de la puerta del dormitorio de Tina. Emitieron un suspiro de alivio cuando oyeron el sonido de los ronquidos sordos de Ken que reverberaban a través de las paredes.
“Joder Bebé.”
“Lo siento por eso. Continua bebé.”
“Bien. De nuevo, regla número uno.”
“Ningún ruimmmfffffff-.”
“Exacto.”
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6:10.
“¡Buenos días cariño!” Ken emitió mientras entraba en la sala de estar y agitó en su hija que se sentaba en el área de la cocina. Notó un cuerpo que se miraba muy tieso y cansado al lado de Tina y levantó una ceja, no esperando ver a su visitante tan pronto. “Buenos días Bette. Te levantaste temprano.” Saludó a la muchacha lentamente. Bette agrietó una sonrisa pequeña, inquieta cuando su cuerpo continuo sentado inmóvil al lado de Tina. “¿Estás bien? Parece que no conseguiste bastante sueño anoche.” Arrastró su cuerpo hacia la mesa y se sentó enfrente de las dos adolescentes. Un poco distraído por la tarea de poner queso en un pedazo de tostada, faltó totalmente a la mirada acentuada que le tiró la trigueña a su hija.
Tina sonrió apenada en Bette y articuló su disculpa, demandando la responsabilidad de la carencia de descanso de su novia. “Ella conoció a Chester.” Explicó rápidamente mientras le hacía frente a su padre.
“Oh.” Los ojos de Ken destellaron en la comprensión. Le dio a Bette una mirada comprensiva. “Tarde o temprano tenías que conocer a ese tío grande.” Mordió en su tostada y sonrió.
“La advertí sobre lastimar los sentimientos de Chester.” Tina untó mantequilla encima de la tostada de Bette y la dio a su novia cansada, remetiendo algunos filamentos flojos del pelo marrón sucio luego.
Ken chascó su lengua. “No haría eso si fuera tu.” Le aconsejó a Bette. “Mira.” Levantó un brazo y demostró a la muchacha las puntadas numerosas en su camisa. Prueba de la tendencia de Chester a tomar represalias.
“¿Entonces es verdad?” Bette frunció el ceño, todavía encontrando las palabras de Tina un poco duras creer.
“Creerme.” Ken movió su cabeza gravemente. “Es tan sensible que es inmortal.” Sacudió su cabeza. ¿Cuántas veces intentó matar esa rata y falló?
“¿Ves?” Tina miró a Bette con aire satisfecho. “Ahora puedes hacer a un lado tus planes.” Ella rodó sus ojos. Bette fingió no oírla cuando hundió sus dientes en su tostada.
“¿Qué planes?” Ken preguntó, mirando a las dos muchachas expectante.
“Ella quiere hablar con el propietario sobre librarse de Chester.” Tina suspiró y miró a su novia con desaprobación. Era un último esfuerzo que quería hacer Bette, quería ver si podrían librarse de Chester. Si no, ella dimitiría a su destino de vivir con el roedor.
Ken hizo muecas. “Mala idea kiddo.” Miró el pequeño agujero en la pared del comedor por instinto. “Sobrevivirá y tomará represalias.” Advirtió a Bette en una voz baja, actuando como si Chester escuchara su conversación.
“No lastimará intentarlo.” Bette murmuró en voz baja, su naturaleza obstinada rechazaba derrumbarse. ¿Quién tiene miedo de una pequeña rata? Tragó saliva mientras tomaba su vaso de jugo.
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Academia de Redwind. Receso.
“¿Cómo estuvo la primera noche en tu nuevo lugar?” Sam apareció furtivamente detrás de su mejor amiga y sacudió los hombros de la muchacha ligeramente. Bette gimió y maldijo en respuesta.
“Insomne.” Bette levantó lentamente la taza de café fuerte a sus labios y tomó un sorbo sano. “No podía dormirme. Tuve que ir a casa de Tina para tratar de cerrar-los-ojos.” Bette bostezó, sus párpados se deslizaban intentando cerrarse pero ella los forzó a abrirse.
“Sí, correcto.” Sam sonrió, desplomandose en su silla delante de la pareja de oro de Redwind. Bette podía estar cansada, pero el tinte rojo en sus mejillas le dijo apenas a Sam cuánto sueño había logrado conseguir en ese lugar. La fatiga no podía enmascarar realmente la posluminiscencia seria que las dos parecían irradiar. “Hey Tina.” Saludó a la rubia.
“Sam.” Tina sonrió detrás. “¿Más café bebé?” Dio vuelta a Bette cuando su novia vació su taza de energía líquida. Bette gruñó en respuesta afirmativa, así que Tina agitó al mesero más cercano y pidió un repuesto.
“Pasará. La cosa insomne.” Sam medio-sonrió y pidió un plato de crepas de arándano. “Sucede generalmente cuando te trasladas a un nuevo lugar. Tu cuerpo no está acostumbrado a él pero te adaptarás a tu nuevo ambiente muy pronto.” Explicó, aunque ella nunca tenía ese problema de insomnio sin importar que tantas veces durmiera en diferentes lugares desconocidos. “Gracias.” Hizo muecas mientras una mesera le dio una taza de café y rellenó la de Bette.
“Eso espero .” Bette se quejó,la privación del sueño no era algo que disfrutara. Ya se había dormido a través de las primeras dos clases esta mañana, pero no parecía bastante para llenar su energía. El intentar disfrutar del sexo mientras controlaba las reacciones de su cuerpo para evitar ser sorprendida tomó realmente su peaje en ella. Tina no tenía el mismo problema, ella sí estaba también cansada, pero por lo menos había tenido cerca de cinco horas de sueño antes de que Bette la hubiera despertado por Chester.
“O es que apenas te estás sintiendo quizá asustada y sola. ¿Quieres una cierta compañía esta noche?” Sam ofreció.
“No gracias.” Bette sacudió su cabeza al lado, no queriendo castigar a su mejor amiga dejando que durmiera en su cama poco firme. “Y creeme, no estoy sola en ese lugar.” Rodó sus ojos, recordando a su pequeño enemigo peludo tatuado en su mente.
“¿Fantasmas?” Sam levantó una ceja escéptica.
“Desearía.” Bette suspiró profundamente. Ella podría manejar algo sobrenatural; podría convencerse de que solo se imaginaba las cosas y continuaría con sus actividades cotidianas. Pero por mas que intentara, no podía negar la existencia de Chester. “Eww.” Se estremeció tan solo de pensar en su nombre.
Tina vio la confusión en la cara de Sam y le explicó. “Tiene un pequeño problema con una rata.“
¿Pequeño? Bette se burló. “Tengo un problema GRANDE con la rata.” Hizo muecas.
“Eww.” Sam se estremeció.
“Exactamente.” Bette suspiró.
“Que nunca es bueno.” Sam sacudió su cabeza, tomando sorbos tentativos de su taza de café humeante. “¿Hablaste con el propietario? Podrían llamar quizá a una compañía de control de parásitos.” Sugirió.
Bette suspiró mientras Tina resopló y masticó en su panecillo.
“¿Qué?” Sam amartilló una ceja.
Bette rodó sus ojos en la molestia mientras Tina presumía al lado de ella. “Hablé ya con el cabrón estúpido esta mañana.” Ligó sus dedos. Si ella no tuviera tanto cuidado por mantener sus manos agradables y suaves, se habría agrietado los nudillos en un gesto amenazador ahora.
“¿Y?” Sam pinchó. Tina rió silenciosamente al lado de Bette, la morena respiró adentro y hacia fuera para controlar su naciente cólera .
“Él dijo, y cotizo,” Tina despejó su garganta y comenzó a imitar la voz ronca profunda de un hombre, a agitar sus manos alrededor y a soplar en un cigarrillo invisible para el énfasis. “Traje a esos imbéciles del control de parásitos para checar hace ya algún tiempo. Los buenos para nada solo dijeron *coff coff* que la única manera para librarnos de las ratas *coff* era que *coff coff * demoliéramos completamente este edificio de mierda.” Tina rodó sus ojos, terminando su perfecta personificación de su propietario que fumaba y tosía sin control.
“Que malo, ¿huh?” Sam dijo con seriedad falsa, Tina siguió el juego. Bette era la única persona que no encontraba divertido el asunto.
“¿Donde están Al y Shane?” Bette se quejó, intentando cambiar el tema.
“En alguna parte dentro del campus, todavía temblando como gallinas para hacerte frente.” Sam contestó después de que disminuyera su risa.
“Parece que no tanto.” Tina intervino. Dos caras familiares caminaban hacia ellas, parando a la derecha al lado de su mesa.
“Hey chicas.” Shane y Alicia saludaron a las tres, agachadas y con las colas entre sus piernas. Como gemelos sincronizados, cambiaron de puesto sus posiciones al mismo tiempo e hicieron frente a Tina y a Bette. “Lo sentimos.” Se disculparon al unísono.
“Apuesto que si.” Bette sonrió firmemente, fingiendo estar todavía furiosa. “Sientense.” Raspó, haciéndolas emitir una mueca de dolor y apresurarse a sus asientos.
“¿Les gustaron nuestros regalos?” Tina se añadió a la diversión, haciendo que las dos partes culpables se inquietaran en sus sillas.
“Sí. gracias.” Las dos contestaron débil, haciendo muecas al recordar cuando entraron a sus hogares respectivos y vieron los retratos de cuerpo completo de las dos en la cama substituyendo las ilustraciones en sus paredes. Casi se desmayan ante la vista.
“Prometemos comportarnos.” Una Alicia roja brillante murmuró.
“No lo haremos otra vez.” Shane agregó en remordimiento.
“Mejor cerciórense de eso.” Bette advirtió. “Ustedes no quieren que esas fotos se escapen a Facebook, a Myspace y a Youtube.” Entrecerró sus ojos a las dos.
Alicia jadeó, Shane retrocedió. “Por supuesto que no.” Las dos chirriaron.
“Uh. ¿Hay cualquier cosa que podamos hacer u . Para apaciguarlas?” Alicia miró a Tina y Bette.
“Nope. Nada en lo que pueda pensar ahora.” Tina contestó cuidadosamente.
“Realmente,” Bette continuó. “Hay algo.” Hizo muecas de oído a oído, los rastros de su fingida irritación se derretían lejos.
“¿Qué es?” Shane y Alicia se inclinaron adelante, impacientes por hacer compensaciones, cualquier cosa que convenciera a Bette de compartir su secreto al mundo.
“¿Ustedes no tienen alguna aversión por un par de cosas llenas de polvo, pintura, muebles móviles y ratas, la tienen?” Bette sonrió, repasando su plan difícil de renovación dentro de su cabeza. Podría ahorrarse mucho dinero, tiempo y esfuerzo si conseguia que estas dos le ayudaran.
“Nope.” Shane sonrió ampliamente. “No tengo un problema con esas cosas.”
“¿Ratas?” Alicia repitió, sus labios se crispaban a los lados.
“Sí. Ratas. Ratas asquerosas asustadizas grandes.” Bette hizo muecas malvada.
“Ja no me digas.” Alicia hizo una cara. “¡Ow!” Chirrió mientras Shane la codeó en el estómago. “Quiero decir si, sí. Está bien, si.” Masculló poco entusiasmada.
"Grande.” Bette sonrió. “No planeen cualquier cosa durante el fin de semana. Ustedes me ayudarán a arreglar mi casa.” Frotó sus manos emocionada,
“No puedo esperar.” Alicia contestó sin mucho entusiasmo, el pensamiento mero de las ratas le ponía la piel de gallina.
¡Paredes insonoras ahí vamos! Pensó Bette feliz.
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Apartamento de Bette. 5:43 P.M.
Un lamento conmovedor que salió del dormitorio hizo que Tina levantara la vista de la lectura de su libro asignado. “¿Bebé?” Dijo en voz alta a su novia mientras continuaba sentada en el sofá, anticipando la llegada de la morena mientras escuchaba los pasos pesados de Bette dentro de su dormitorio.
“Mi ropa interior afortunada.” Bette lloriqueó mientras abría la puerta, agarrando un bikiní de color rosa en su mano, sus labios temblaban y sus ojos brillaban.
“¿Chester?” Tina suspiró, dejando su libro abajo en el sofá y caminando hacia su novia llorona. “Te dije que fueras agradable.” Amonestó a Bette, haciendo que la morena llorara más fuerte.
“Mira qué hizo.” Bette lloriqueó mientras levantaba la prenda íntima y demostraba a Tina el daño. Había un agujero enorme donde la entrepierna debía estar, el material estaba masticado expertamente por la rata gigante.
“Bien que es conveniente. para mí, eso está. De fácil acceso.” Tina sonrio. “Debo agradecer a Chester.” Bromeó, ganando un fulgor de Bette.
“No es divertido.” Bette puso mala cara mientras se limpiaba las lágrimas. Incluso si Tina reparaba esta cosa, no se atrevería a usarla otra vez, no cuando Chester había puesto su boca repugnante por toda ella.
“Entoncessss.” Tina hostigó.
“¿Entonces qué?” Bette suspiró mientras caminaba al bote de basura y dispuso de sus bragas afortunadas.
“¿No es hora de que admitas que estabas equivocada y que yo tenia la razón?” Tina rió, sus ojos bailaban alrededor en júbilo. “¿Sintiendote como una tonta por no escuchar?” Envolvió sus brazos alrededor del cuello de Bette y caminó al revés, tirando de su novia hacia el sofá.
“Pero si yo…¡mierda.!” Bette gritó mientras una rata peluda grande se escurría por debajo del sofá y se metió en un agujero en su pared de la sala de estar. Se ocultó detrás de Tina y detuvo a la rubia firmemente delante de ella como protección. “Pensé que Chester sale solamente en la noche.” Lloriqueó en señal de socorro.
“Oh que no era Chester.” Tina sonrió astuta cuando Bette se sacudió detrás de ella, ella había visto a su pequeña huésped antes de que desapareciera dentro de la pared enteramente.
Bette gimió. Grande, como si Chester no fuera bastante mala. “¿Quién?” Preguntó cuidadosa.
“Su novia.” Tina meneó sus cejas mientras se volvía e hizo frente a la morena.
Bette rodó sus ojos. ¿Cómo Tina podía distinguir entre una rata y otra si eran iguales. Ella tenía a veces dificultad de distinguir a algunas personas, aún menos a esos pequeños animales. Todos se miraban iguales. “¿Su nombre?” Suspiró, intentando aceptar la idea de que Chester no era su único compañero en este lugar.
“Dori.” Tina destelló su sonrisa secreta, lo que dijo a su novia que había algo más detrás del nombre de las ratas.
Bette entrecerró sus ojos e inclinó su cabeza al lado, estudiando la cara de Tina de cerca. “Dejarme adivinar, ¿la llamaste así por cierta marca de virutas de tortilla?” Se burló.
“Bueno tu ya sabes.” Tina rió. ” La encontré esculcando a través de mi bolsa de Doritos Nachos una noche. Sabía que ella no era Chester porque su cola estaba intacta.” Explicó mientras Bette rodó sus ojos.
“¿Cómo sabes que ella es novia de Chester?”
“Los veo a veces perseguirse el uno al otro, jugando alrededor de los pasillos y de las cosas. Asumí siempre que era porque se ligaban o estaban buscando un foreplay animalista.”
“Eww.”
“Y conoce esto, ellos tienen hijos también.”
"¿Hijos?”
“Sí.”
“¿Fuera del matrimonio?”
“Sí.” Tina rió.
“Niños bastardos.” Bette bromeó bajo su respiración, repentinamente consciente sobre no ofender a Chester o a su familia. Ha aprendido su lección. Miró a Tina y entrecerró sus ojos. “Aunque una parte enorme de mí está temiendo saber, necesito preguntarte, ¿nombraste a los hijos de Chester y Dori?” Miró a su novia curiosamente.
Tina se detuvo brevemente, una sonrisa juguetona honrando sus labios. “Ruffles, Fritos, Munchos, Oreo, Pringles y Lays. Todos como los bocados donde los sorprendí.” Se rió entre dientes.
“¿Kennard?”
“¿Sí?”
“Estoy viendo un patrón aquí. Así pues, lo siento bebé, pero a ti no se te permite ponerle nombre a nuestros niños futuros.” Bette rió, besando la frente de Tina y tirando de su novia en un abrazo apretado.
“Hey. No estoy desesperada por ponerles nombre a los niños.” Tina se defendió.
“¿Oh sí?”
“Sí.”
“Entonces lanzame algunos nombres.”
“Okaaay. Me gusta el nombre de Jack o CJ si tuvieramos un niño.”
“¿Nombrarías a nuestro hijo nonato como esos bocados de galletas de Gato?”
“…”
“Oh dios. ¿Qué si tenemos una niña?”
“Reese.”
“Grande, la llamas como las tazas de mantequilla de cacahuete, ¿porqué te gusta?”
“Es un nombre lindo.”
“Sí sí. ¿Qué más tienes en mente?”
“Chip.”
“Chips Ahoy..”
“Kit o Kat.”
Snort. “Kit Kat.”
“Ruth.”
“Bebé Ruth.”
“Em-em.”
“¿Em-em? Oh. M&M.”
“ Al Roc. ¿Es cute correcto? Como una estrella del rock.”
“¿De dónde sacaste eso?”
“Almond Roca.”
“Oh.”
“Nick.”
“Snickers..”
“Ben Jerry.”
“Oh dios. ¿Ahora como helados de crema?”
“Admitelo, son bonitos nombres ¿no te parece? Tengo un par más en mente.”
Snort. “Bebé.”
“¿H ?”
“Nuestros niños van a odiarte.”
“Lo sé. Pero me amarán en la universidad sin embargo. Sus nombres serían únicos.”
“Sí de acuerdo.”
Chirrido.
“Aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!”
“¡¡¿Quuéé?!! Oh. heeeey. Nunca he visto aquél antes. Pienso que es su hijo más joven. Ponle un nombre a ese pequeño, bebé, haz los honores.”
“No gracias.”
“Hmph. Muy bien. Lo haré.”
“Grande.”
“Hmmmm. Yo…dob ..th.. Butterfinger!”
¿Te gusta?
“Oh dios.”
EL ARTE DE COMER COMIDA INSTANTANEA/MICROONDAS POR PRIMERA VEZ CON COMEDORES CRITICONES (o tan solo inútiles echados a perder con tripas pijas y estómagos delicados):
PANORAMA #12 - CHARADA DE LA CENA: Cuando tienes invitados a los que estás intentando impresionar
PASO 1: Mira el alimento y sonríe. No hagas muecas ni caras. Nada te hará un malestar más rápidamente que una expresión amarga. Una imaginación sana puede ayudar, piensa en ella como comida exótica.
PASO 2: Con tu cuchara/tenedor/cuchillo/manos, mete cautelosamente la comida a tu boca. No seas demasiado inactivo o demasiado entusiasta al hacer esto, es siempre mejor comportarse tan normalmente como sea posible. Aunque puede ser que sea duro, intenta introducir una cantidad mayor de producto, de tal modo que el proceso de tortura termine más rápido.
PASO 3: Chew. Es imprescindible que no palidezcas. Utiliza tus dientes, no hagas caso de tu lengua (específicamente de tus náuseas) y solo mastica. chew. y chew.
PASO 4: Traga. Utiliza el agua o cualquier otra bebida en caso de necesidad. Debes tener presente tener extraordinario cuidado para no ahogarte o para no arrojar todo hacia fuera si comienzas a atorarte o a toser.
PASO 5: Una vez más sonríe. Piensa en pensamientos felices. Si tienes la fuerza para hacerlo, haz ojitos y/o quejidos de placer falsos. Pero ten cuidado, no exageres. Tus huéspedes pueden pensar que te estás desmayando delante de ellos.
PASO 6: Repetición. Vuelve al paso 1 y haz todo de nuevo hasta que se despeje tu plato. Si tienes un perro, alimentalo con pequeñas porciones de vez en cuando para facilitar tu trabajo. Si no, aguantate y acaba el plato tu sola. Quién sabe, puede ser que llegues a gozar de él.
¡Eso es todo mi estimado comedor criticón! Buena suerte.
En este mismo momento, Bette Porter mataría por una copia de una guía de supervivencia tan práctica. Pero joder, el trabajo literario fue publicado solamente adentro de su aterrada y levemente desilusionada mente. Mientras se sentaba en su silla de madera andrajosa e inestable, miraba a los dos felices rubios totalmente relajados ante ella y forzó una sonrisa cansada. Miraba la manera en que ellos escudriñaban abajo la comida instantánea que había preparado y había suspirado meticulosamente, deseando que ella tuviera el mismo amor por los tallarines orientales instantáneos condimentados, calientes y picantes que sus huéspedes parecían poseer. Recordando apenas cómo había preparado su cena, rodó sus ojos molesta; enojada consigo misma por echar a perder lo que supuestamente iba a ser una noche perfecta de costillas asadas y papas fritas con los Kennards. Echando un vistazo breve en la cocina, sus labios formaron una línea apretada cuando puso sus ojos en la losa gruesa de carne masacrada que se deshelaba cerca del fregadero. Se suponia que iba a cocinar esta noche, solamente que su propia inhabilidad de hacer tales cosas culinarias simples como girar la manija del horno y aderezar la carne demostrada ser su talón de Aquiles. Miró abajo su tazón de tallarines mojados y se burló de la manera más discreta que le fue posible. Cualquier cosa que puede “ser cocinado” solo quitando una tapa, perforándolo con un tenedor, agregando el agua y calentandolo en un microondas no era alimento verdadero en su opinión. Sentía que acababa de engañar el proceso entero de cocinar, faltando a las mas elementales artes culinarias. Y el snob en ella encontró que esto era absolutamente inaceptable; conveniente sí, pero inaceptable no obstante. Antonio, en su uniforme de chef orgulloso, estaría lanzando maldiciones al observar esto como un insulto grave a su profesión. Pero ella tenía que ocultar su desdén de sus huéspedes confiados, después de todo, ella quería dar una buena impresión. Ella falló ya con la cena, así que no lastimaría continuar fingiendo que el servicio de tallarines inmediatos era parte de sus planes para esta noche.
Entonces Bette, en un intento desesperado de salvar su ego extremadamente estropeado, siguió los seis pasos ya mencionados de supervivencia de memoria. Decidió que la mejor manera de salvarse era fingir que los tallarines inmediatos no le daban náuseas - que gozaba de ellos tanto como lo hacían Tina y su padre.
Debe ser fácil ¿correcto? Bette Porter podría ser una actriz eficaz si se daba el caso.
Pero u . nope. no en este caso. La actuación era bastante difícil, pero sería extraordinariamente difícil mantener una fachada cuando su reflejo estomacal estaba intentando traicionarla cada vez que tragaba.
“Mmff.” Bette palideció y amordazó el reflejo después de que los tallarines fueran trabados en su garganta después de otra tentativa fracasada de tragar. Ken y Tina levantaron la vista de sus propios tazones de tallarines y la miraron preocupados. “Mmmmmm.” Bette cambió su expresión facial y gimió en placer falso cuando fingió masticar, recuperándose rápidamente de su resbalón momentáneo. “Yo esto guau.” Sonrió firmemente, sus ojos brillaban cuando forzó a los tallarines a pasar abajo de su garganta. Tina continuó mirándola con los ojos preocupados, así que intentó tranquilizar a la rubia con un guiño rápido. Afortunadamente para ella sin embargo, solamente su novia tenía la capacidad de leerla como un libro; Ken Kennard no poseía este rasgo, así que él estaba ajeno totalmente a su malestar.
“Yo igual. El pollo es mi favorito pero también amo este sabor.” Ken movió su cabeza, sonriendo mientras masticaba un bocado de tallarines. Hubo una época algunos meses atrás cuando él y Tina vivieron estas cosas - las comidas inmediatas tales como la que compartían esta tarde. Fue durante esos duros meses en que él podía apenas preparar algo de comer. Entonces para salvar a los dos de morir de hambre, se adaptaron a comer diversos sabores de tallarines inmediatos diariamente. No hizo que el odiara las comidas instantáneas, al contrario, la experiencia hizo solamente que él las apreciara más. De alguna manera, estaba agradecido de que había disponible algo barato y accesible—para poder satisfacer su apetito y llenar sus tripas hambrientas cada noche. Pero desde que él ahora tenía buen dinero, había pasado ya cierto tiempo desde la última comida de tallarines. Asi que no le incomodaba realmente cuando los pequeños tazones blancos los saludaron esta noche. A decir verdad, él extrañaba realmente éstos platillos fáciles de preparar. “Kiddo prefiere las de carne de res, ¿verdad?” Dio un pequeño codazo a Tina con su codo.
“Nope. No más.“Tina sonrió, frotando círculos relajantes con su pulgar encima de la pierna de Bette debajo de la mesa. “Pienso que éste ahora es mi favorito.” Compartió una sonrisa con su novia mientras sacudía ligeramente el tazón de fuente que Bette había preparado para ellos. En su interior sabía muy bien, que Bette estaba devastada por la cosa esta de los tallarines inmediatos. Aunque quería reírse del exceso de confianza y de la incapacidad de la morena por cocinar una comida apropiada, la mirada en la cara de Bette cuando golpeó en su puerta hace algunos minutos rompió su corazón. Su novia se miraba así de derrotada, tan triste, tan patética. Y todo lo que Tina quiso hacer entonces fue darle a la muchacha un abrazo (que lo hizo) y un beso (que también lo hizo, varias veces, de hecho). Vio el lío dentro de la cocina de Bette y entendió lo qué había sucedido con la supuesta cena. Después de sentarse ociosa y de observar a la triste Bette con toda su charada valiente por algunos minutos, decidió ahora tomar las cosas en sus propias manos. “Hey.” Tina despejó su garganta, llamando la atención de Bette a ella. “La cena será en nuestra casa mañana, papá cocinará.” Cabeceó una vez hacia Ken. “Es tu turno otra vez el jueves. ¿Harás costillas asadas verdad?” Le preguntó a su novia, Bette se atoró casi con sus tallarines ante la pregunta.
“¿Yo?” Bette chirrió. Sus ojos se lanzaron rápidamente hacia la cocina, su cuerpo se tensó repentinamente. No le dijo a Tina cualquier cosa sobre el desastre que fueron las costillas. Entonces ¿cómo sabía?
“Sí.” Tina sonrió con conocimiento. Dio vuelta a Ken y señaló orgullosa a su novia con su pulgar. “Porter cocinará costillas la próxima vez. Ella está siendo modesta con los tallarines ahora pero es realmente una gran cocinera.” Se jactó. Ken miró a Bette y sonrió, impresionado totalmente.
“¿Soy?” La quijada de Bette cayó, sus cejas tiraban hacia arriba. Tina pisó fuerte en su pie debajo de la mesa, haciéndola cerrar de golpe su boca grande.
“¿Ves? Tan modesta.” Tina rodó sus ojos. “Ella me está preguntando si puedo ayudarle, tu sabes, que sea su ayudante de cocina. Pero es apenas una formalidad puesto que va solamente a dejarme sentar cómodamente y observarla mientras prepara nuestro alimento. No pienso que ella confía en mis habilidades culinarias.” Puso mala cara amarga, ganando una risa de su papá. “Dile que tan buena cocinera soy papá.” Tina miró de nuevo a su novia completamente sin habla y en shock y suprimió una risita. Bette, con toda la sangre escurrida aparentemente de su cara hermosa, parecía un fantasma.
Ken rió mientras sorbía una cantidad sana de tallarines. “Bette, no te preocupes de Tina. Es absolutamente capaz dentro de la cocina. Pienso que puede competir contigo. Después de todo, le enseñé todo lo que ella sabe.” Ken acarició la espalda de Tina con su mano enorme y sonrió ampliamente, totalmente orgulloso de su hija. Bette pudo manejar solamente una sonrisa nerviosa, que mostró definitivamente su disgusto. Tan pronto como Ken volviera su atención a su tazón de fuente de tallarines, Bette azotó su cabeza hacia Tina y jaló aterrada a su novia, qué--puñetas-estás-haciendo-conmigo.
Comprobando que Ken estaba entretenido realmente con su alimento, Tina guiñó y se inclinó más cerca a la trigueña, dejandole saber sobre su plan ruin de rescate para su novia en la noche del jueves. “Puedes quitar esa expresión de terror de tu dulce cara, linda como es, está llevando tu juego de fingir lejos.” Tina bromeó, Bette se tensó inmediatamente pero por otra parte se forzó a relajarse con profundas respiraciones. Tina sonrió en la tentativa muy obvia de su novia de aplastar su malestar. “No te preocupes del jueves. Cocino, tu miras. No tienes que hacer otra cosa mas que mantener tus ojos en mí el tiempo entero así podrás aprender. ¿Piensas que puedes hacer eso bebé?” Susurró en el oído de Bette, los ojos de la morena oscilaron en la comprensión.
Como si ella necesitara otra razón para mirar fijamente a Tina Kennard, Bette suprimió una mueca divertida mientras echaba un vistazo de lado en la rubia. “Pienso que puedo manejarlo.” Susurró detrás. Avergonzada como estaba de que Tina viera a través de su frente, se sentía emocionada y poderosamente agradecida de que iba a conseguir lecciones de cocina de su novia. Después del intento fallido de esta tarde, estaba dispuesta a admitir que era realmente una idiota inepta en un delantal, pero estaba dispuesta a aprender. Destelló a Tina una sonrisa brillante.
“Grande.” Tina sonrió, manteniendo su voz baja. “Hago todo el trabajo, pero te dejaré conseguir toda la gloria. Es una situación de ganancia para todos, bebé.” Acarició la rodilla de Bette debajo de la mesa y se enderezó para arriba de nuevo.
“Gracias.” Bette sonrió , mordiendo su lengua para abstenerse de decir algo totalmente sexi a su novia delante de su padre. ¡Joder, Tina protectora era tan caliente! Empuñó sus manos, no más en una reacción refleja por comer los tallarines instantáneos, sino por un movimiento desesperado de controlar las hormonas adolescentes que rabiaban. Sintiendose como una temeraria estúpida, deseaba aventarse sobre la mesa y colocar un beso grande en los labios suaves de Tina. Estate en paz Porter, suprimió mentalmente el chirrido violento dentro de su vientre.
Ken, que observaba callado la interacción entre las dos adolescentes, hizo muecas de una manera totalmente picara e infantil para un hombre de su edad. No oyó lo que hablaban, pero estaba seguro que se trataba de algo travieso. Después de todo, Tina tenía un aire de satisfacción y Bette parecía estar en el extremo de su genio intentando controlarse, los nudillos blancos en la mesa eran una indicación clara de esto. Poca diversión no lastimará, pensó emocionado cuando miró a Bette, que estaba tan perdida en sus pensamientos que no notó el humor destellar en sus ojos. “Entonces Bette.” Ken sonrió, llamando la atención de la morena a él con una onda de su tenedor. “Primera noche en tu nuevo apartamento, ¿huh?” Colocó de nuevo el tenedor en su plato y encontró sus ojos y frunció sus labios. “Comparado a tu vieja casa, este lugar debe ser un hoyo.” Se rió entre dientes.
“Sí, podría requerir mucho trabajo.” Bette suspiró, repasando mentalmente la lista de trabajos de reparación que su nuevo hogar necesitaba para parecer un poco más presentable y eventualmente, habitable.
“No te preocupes de eso. Nuestra casa estaba en peores condiciones cuando nos mudamos. Me tardó bastante tiempo arreglar todo, pero pienso que al final el apartamento quedó mucho mejor.” Ken miró a su hija para la confirmación y sonrió cuando cabeceó, por supuesto Tina convendría con él, ella no se atrevería a lastimar sus sentimientos.
“Veo el potencial aquí adentro.” Bette mordió su labio, recordando repentinamente una época en que ella insultó el apartamento de Tina por su tamaño y se burló internamente. Ahora, ella se consideraría afortunada si su propio lugar terminaba siendo un poco parecido a la casa de Tina y Ken. “Tengo ya muchos planes para este espacio. Apenas espero que todo resulte muy bien, Ken. uh. Quiero decir, papá.” Bette hizo muecas apenada, todavía sin acostumbrarse a llamarle al padre de Tina por el término que le había pedido que utilizara.
Ken sonrió en la forma sonrojada de Bette. Hora de ver si podía hacer que se ruborizara un poco más, hizo muecas inocente. “Asi que. Estás hablando de planes, ¿planean tener un sueño agradable con mi hija aquí adentro en cualquier momento pronto?” Pescó con la expresión más inocente que podía reunir.
¡Madre purísima! Bette dejó escapar un pequeño grito de asombro y después procedió a toser y a atorarse en un pedazo minúsculo de tallarin. Tina, que estaba demasiado ocupada con su padre, tomó apenas el aviso de su novia luchadora.
“¡Papá!” Tina advirtió, sus ojos destellaban fuego sobre la cabeza de Ken.
Desafortunadamente, Ken se divertía demasiado ahora para parar. “Solamente que debo advertirles sin embargo, las paredes en este lugar son finas como papel. No es realmente ideal para.” Arrastró la voz y guiñó. Bette ahora daba vuelta al púrpura. “Quiero decir, puedo oír prácticamente a los vecinos respirar.” Agregó en una voz fantasmagórica falsa. Sin que el se diera cuenta, la morena se habñia perdido después de las palabras `sueño agradable` , Bette estaba ahora mas que preocupada.
“Gah.” Bette hizo un sonido ahogado cuando batió su pecho con un puño, intentando en vano desalojar los tallarines de su tráquea. No podía respirar, y la persona que se sentaba lo más cerca posible de ella estaba demasiado ocupada deslumbrándose en su padre incluso para mirarla.
Uh-oh. Ken tiró a Tina una mirada avergonzada cuando Bette dio vuelta al azul delante de ellos, una cortina más profunda del color que él se preponía alcanzar. “Uh, Tina.” Señaló a una Bette que se ahogaba con un dedo tambaleante. Expeliendo una respiración exasperada, Tina cambió de puesto su mirada juvenil de su padre a una Bette muy descolorida.
“Oh mi dios.” Tina jadeó mientras finalmente notó a su novia que no-respiraba. Bette ahora agonizaba, podía incluso oír un sonido que silbaba débil viniendo de la morena mientras luchaba por el aire. “¡Porter!” Tina levantó su mano para dar una palmada a Bette detrás, pero debido a un leve cálculo erróneo de su parte, golpeó accidentalmente a su novia en la parte posterior de la cabeza a la vez que Bette intentaba inhalar. La acción combinada expelió violentamente los tallarines ofensivos hacia fuera a través de las ventanas de la nariz de la morena, donde entonces aterrizó perfectamente en el centro de la mesa de madera oscura. Emergencia terminada. Ambos Kennards emitieron un suspiro de alivio, Porter solitaria jadeó con horror.
“Ewwww.” Bette hizo muecas mientras miraba los tallarines que salieron de su nariz, sus ojos de par en par en la mortificación. Se hundió abajo en su silla, su color facial disminuía del azul al púrpura, al rojo, sus mejillas calientes de la vergüenza, hace un segundo ella luchaba desesperadamente por respirar, ahora sentía como quería cesar de respirar enteramente.
“¡Papá!” Tina tiró a su padre una mirada sucia, sus ojos se entrecerraron en rajas.
“¿Qué? Dime.” Ken destelló una mueca traviesa y se encogió. “Estamos bien ¿no es así Bette?” Emitió una risa nerviosa, mirando cuidadosamente el tenedor en la mano de Tina. Conocía esa mirada asesina demasiado bien.
“Yup. Somos grandes.” Bette cabeceó muda cuando se derritió aún más en su silla, horrorizada también para ver más allá de su vergüenza. “Apenas grande.” Suspiró y tiró a Tina una mirada de anhelo. Su plan elaborado para compartir una noche memorable esta tarde fue lanzado de su sistema como el pequeño pedazo asqueroso de tallarines delante de ella. Ella nunca, nunca permitiría que Tina llegara de visita y pasara una noche aquí adentro hasta que tuviera paredes lo bastante densas para amortiguar su lovemaking ruidoso. Era demasiado aventurado. “H .” Bette masculló. Plan numero uno de remodelación: el lugar insonoro, su frente se arrugó en la concentración mientras las ruedas dieron vueltas dentro de su cabeza.
“¿Ves? Ningún daño hecho.” Ken se rió de la mirada lejana de Bette. “¡Hey!” Gritó en protesta mientras Tina tomaba repentinamente su tazón de tallarines de él y descargó su contenido dentro de su propio tazón de fuente. “No me hagas eso.” Gimoteó.
Tina pegó la lengua hacia fuera mientras hundía su tenedor dentro de su tazón de fuente nuevamente rellenado. “Casi mataste a mi novia con los tallarines.” Tina se quejó mientras sorbía su alimento airadamente. Y lograste que no hagamos nada esta noche, agregó dentro de su mente verde asquerosa. Casi matar a su Bette era una cosa, el aumento de su frustración sexual era otra cosa enorme enteramente. “Asi que es justo que seas castigado y mueras de hambre.” Se enfurruñó, por lo menos todos nosotros nos privaremos de algún placer esta tarde.
"Pero.”
“¡Ningun pero!”
“¡Tiiinaaaa!”
“Para de gimotear.”
“¡Tengo todavía hambre!”
“No es mi culpa.”
“¡Devuélveme mis tallarines!”
“¿Tus tallarines? ¿Quieres decir estas cosas?” Sluuuuuurrrrp. “Delicioso.”
“¡Arg! ¡Christina Kennard, devuélveme la cena en este instante!”
“Kenneth Kennard, no puedes convencerme.”
“Señora joven, soy tu padre.”
“Viejo hombre, soy tu jefe.”
"Pero.”
“¡No, dije que ningún pero!”
“¡Bette, ayudame!”
“KE lo siento. uh. papá. Ella es mi jefe también.”
“Awww. mierda.”
“Papá, nada de malas palabras en la mesa.”
“Hmph.”
“¿Qué?”
“Sí señora.”
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1:17 AM.
25. 26. 27. 28. 29.
“Fuck.” Bette maldijo irritada mientras contaba sus trigésimas ovejas dentro de su mente frita. Ésta era su segunda tentativa de contar esos animales mullidos blancos. Durante su primer intento hace algunos minutos, y en alguna parte alrededor de numerar las oveja setentay tantas, bostezó y perdió la cuenta. Maldiciendo molesta y aún incapaz de dormir, comenzó a contar desde el principio de nuevo.
31. 32. 33. 34. 35.
“¡Mierda!” Más allá del punto de la frustración y aún completamente despierta, una extensión sarcástica de sonrisa en sus labios se formó cuando se imaginó esas pequeñas ovejas lindas saltar la cerca sobre un acantilado escarpado. Sintiendose grandemente sádica, continuó este tren de pensamiento mórbido hasta que no encontró divertido imaginarse a esos animales lanosos caerse en el acantilado.
Atribuyendo su falta de sueño a sus nervios emocionados de la primera noche, rogó silenciosamente que esto fuera una cosa de una vez. Tenía una semana llena por completo de compras y remodelado delante de ella, y no quería dar vueltas como una zombi el tiempo entero. Hasta ahora, todo lo que había intentado para poder dormir había fallado. Había vaciado dos cartones de leche fresca, agotó ya su mente haciendo su preparación difícil de física, cansado su cuerpo haciendo un poco de yoga y por último, contar las ovejas suicidas.
Y no ayudó que extrañara su viejo dormitorio. La música clásica calmante de los altavoces incorporados que ayudaban a su sueño, el olor florido de su edredón, sus ridículas almohadillas mullidas y su colchón, su maravilloso colchón bueno.
“Mierda.” Bette suspiró y cambió de puesto su posición respecto a la cama. Gimió cuando su cuerpo se movió sobre las olas en el océano que era su nuevo colchón. La cama de aire temporal que utilizaba estaba tan aguada, la levantaba hacia arriba y hacia abajo con el movimiento más leve de su cuerpo. La bomba automática de inflar se rompió a la mitad de llenar el colchón de aire, así que se quedó con una cama levemente deformada y totalmente inestable. Y la irritava al extremo. Se sentía enferma de tanto movimiento apenas con acostarse en su colchón inflable. Planeaba ir a comprar el coche después de la escuela el viernes, pero estaba más que feliz de alterar sus planes un poco así podría ir a comprar la cama primero.
Chirrido.
“¿H ?” Bette masculló. Podía jurar que oyó un movimiento ligero acompañado de un minúsculo chirrido. “¿Ahora qué?” Suspiró en la exasperación mientras tiraba de la máscara de sus ojos y la quitó de su cabeza. Bizqueó un poco cuando sus ojos intentaron ajustarse a la luz brillante que inundó el cuarto. Un movimiento repentino al lado de la cama cogió su atención. Sus ojos se ensancharon en choque y miedo mientras una grande, peluda, rata negra totalmente asquerosa corrió a lo largo del lado de la pared cerca de la ventana y desapareció dentro de un pequeño agujero en la esquina del cuarto.
Era la rata más grande que jamás había visto en su jovenvida entera.
Realmente, era la primera rata en la cual ella, la heredera anteriorme cuidada y protegida en exceso, había puesto sus eyes.
Otra primera noche de presentaciones originales para Bette Porter.
“Ugh.” El cuerpo de Bette iba blando y su cabeza se cerró de golpe abajo sobre la almohadilla mientras la vista de su pequeña huésped no convidada la llevó a la inconsciencia.
¿Qué les parece? Una rata tuvo éxito donde más de una oveja saltando cientos de cercas habian fallado. ¿Quién sabía que la mejor curación para una noche de insomnio era un roedor?
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3:29.
“Ugh. Dios.”
El sonido que se escuchaba con gorjeos ruidosos de las tuberías dentro de las paredes sacudió a Bette despertandola de su desmayo encantado. Miró su despertador y gimió. Había estado nockeada durante dos horas por culpa de esa asquerosa rata. Rata de mierda, tembló mientras miraba el pequeño agujero en la esquina de su dormitorio. “Oh mierda.” Sus ojos crecieron grandes. Temiendo que su compañera peluda pudiera salir nuevamente, agarró su teléfono móvil de la mesita y salió de su apartamento en una rabieta, sin importarle mirar detrás porque su imaginación activa funcionaba a mil por hora. En su rapidez por escaparse, había olvidado usar sus sandalias así que se mezcló en los pisos de madera sucios con una mueca leve. Se colocó enfrente de la puerta del apartamento de Tina y paró cuando su puño estaba alrededor de un milímetro lejos de la madera. En vez de golpear, abrió de un tirón su teléfono y presionó el dial de velocidad 1, moviéndose enquieta en su lugar el tiempo entero.
Tomó cinco llamados antes de que la persona contestara.
“Mmmmm. 'que” Una voz con sueño se quejó densamente en la otra línea.
“Bebé.” Bette lloriqueó mientras miraba el oscuro vestíbulo nerviosa. Era un manojo de nervios de dieciocho años.
“¿Porter?” Tina frotó sus ojos libres del sueño, preocupada repentinamente por el tono en la voz de Bette. Sonaba asustada y desesperada. “¿Qué pasa?” Contuvo su respiración y se incorporó en su cama.
“Estoy afuera de tu apartamento. Por favor, por favor, por favor ven aquí y veme. No quiero golpear y despertar a Ken. Por favor bebé. .. por favor apresurate.” Bette abogó a su novia. No tuvo que decir nada mas, porque tan pronto como dijera que estaba fuera del apartamento, Tina saltó de su cama y se apresuró hacia ella. Casi tiró su teléfono cuando la puerta se abrió repentinamente delante de ella.
“¿Qué sucedió?!” Tina dejó que las palabras salieran tan pronto como estuvo cara a cara con una Bette asustada y pálida.
“Rata.” Bette croó espantada cuando se arrojó hacia Tina, colgando desesperada del cuello de la rubia. “El ratón Mickey me engañó. Los roedores no son así de lindos.” Gimoteó mientras se enterraba más profunda en el cuello de Tina.
Tina suspiró aliviada y rodó sus ojos, sintiendose un poco enfadada porque la sacó de su profundo sueño y la preocupó demasiado apenas debido a una rata tonta. Pero no podía demostrar su molestia - no cuando su novia estaba actuando de esta manera - tan asustada, tan vulnerable, tan malditamente linda. “¿Bebé?” Frotó ligeramente la masa rizada del pelo de Bette mientras la morena se estremecía en sus brazos. “¿La rata tiene la cola corta?” Preguntó mientras ponía un pequeño beso confortante en la sien de Bette.
“Sí.” Bette lloriqueó en el cuello de Tina. Aunque su encuentro pudo haber sido impactante y efímero, podía recordar claramente ver la cola extraña de la rata - se miraba un poco rara y totalmente desproporcionada para su tamaño de cuerpo enorme. “¿Cómo sabes?” Lloriqueó y jaló a Tina más cerca de ella, no satisfecha hasta que sus cuerpos estuvieran realmente apretados - necesitaba gravemente la comodidad que solamente la proximidad de la rubia podía darle.
Tina suspiró, teniendo mucha experiencia con la rata que su novia había encontrado. “Es uno que vive en este piso. Corre alrededor de los diversos apartamentos pero sale sobre todo durante la noche. Su cola está corta porque se la cortaron cuando uno de los vecinos fijó algunas trampas hace algunos años. Pero él logra correr siempre. Tiene una cosa para escapar de la muerte. Todos los que intentaron matarlo se cansaron así que apenas vivimos con él - en coexistencia pacífica por supuesto.” Explicó encogiendo los hombros, totalmente indiferente por el bicho. “Cada uno lo llama Chester.” Se rió entre dientes ligeramente, haciendo que Bette se retirara un poco así podría ver su cara. “Lo nombré yo, a propósito.” Tina agregó orgullosa, su novia amartilló una ceja en respuesta.
“¿Chester?” Bette repitió, con tono incrédulo. “¿Le pusiste nombre a la rata?” Arrugó su cara en desaprobación. “¿No sabes que se supone que no se les pone nombre a los parásitos? El nombre es una forma de cariño y de accesorio subsecuente. Subconscientemente , hace más difícil que mates a esa rata estúpida.” Dijo Bette incrédula.
“¡No lo llames estúpido!” Tina reprendió a Bette en una voz baja.
"¿Estás defendiendo a la rata ESTÚPIDA?” Bette levantó una ceja sorprendida.
“Paralo.” Tina advirtió amenazadora. “Chester es estupendamente sensible, toma represalias cuando lastiman sus sentimientos. Mi papá no lo quiso llamar por su nombre antes, y terminó con un guardarropa que se parecía al queso suizo. Tuve que reparar cada agujero.” Tina contó de nuevo. Vio la mirada escéptica en la cara de su novia y continuó. ” Igual es con los vecinos, cuanto más lo insultaron e intentaron matar a Chester, más salían dañadas sus cosas. Fui la única persona que era buena con él e irónicamente, mi ropa fue la única sin tocar.” Acabó con una medio sonrisa. Bette resopló y rodó sus ojos en respuesta. “Soy seria.” Tina advirtió. “Comportate.” Pellizcó a Bette a los lados.
“Bien.” Bette se quejó. “Le diré algo crudo y despectivo en otra lengua. Una rata tan estúpida como él no puede entender seguramente el mandarín o el francés ¿correcto?” Dijo por encima de su nariz arrogante.
"Intenta tu misma.” Tina sacudió su cabeza en su novia obstinada. “Solo que no esperes que repare tu ropa para ti cuando la mastique.” Se soltó del abrazo de Bette y dobló sus brazos a través de su pecho.
“No te preocupes, no te lo pediré.” Bette replicó, emparejando el paso de Tina. “Si sucede eso, que lo dudo altamente, solo compraré nuevas.”
“¿Oh realmente? Bueno, puesto que ahora eres pobre e intentas estirar tus despreciables quinientos mil dólares , entonces tendré que aconsejarte que hagas las compras en un almacén barato. Te acompañaré si quieres.” Tina contestó firmemente. Sonriendo mientras los ojos de Bette se ensanchaban horrorizados ante la mención de la palabra barato.
“Hmph.” Bette puso mala cara como una niña. “Bien si no quieres ayudarme a reparar mi poco probable guardarropa dañado, le pediré quizá a alguna otra persona que me dé una mano.” La hostigó.
“¿Y quién puede ser ese pobre lechón?” Tina levantó una ceja.
Bette pescó su barbilla pícaramente y señaló a la derecha de su propio apartamento. “¿Leigh, quizás? Parece agradable y realmente impaciente por acoger con satisfacción a su más nueva vecina.” Sonrió, jugando el ángulo de los celos. Ella encontró a la muchacha cuando se mudó a ese lugar el otro día, Leigh le ayudó con sus bolsos. La muchacha era realmente dulce y agradable, y si ella no estuviera total y completamente enamorada de cierta Tina Kennard, Bette habría ido por ella (pero solo para una aventura de una noche, por supuesto).
“¿Leigh Ostin?” Los ojos de Tina ardieron verdes cuando pensó en la estudiante universitaria caliente que vivía delante de su novia. “Ella es hetero.” Indicó firmemente, con el goteo de los celos en su voz. Y ella no es incluso rubia, total no es tu tipo, agregó dentro de su cabeza.
Bette no contestó, en su lugar, destelló esa sonrisa boba infame Porter. La sonrisa que hacía que su devoto club de admiradoras enloquecieran y temblaran sus rodillas. Y la que Tina recientemente descubrió que no era realmente inmune, pues había asumido falsamente que le era indiferente cuando todavía odiaba la tripa de Bette. Y en este mismo momento, Tina supo lo que ella intentaba decir con esa mueca - ninguna muchacha, hetero o de otra manera - tenía una opinión sobre su sexualidad cuando alguien tan magnético como Bette Porter fijaba sus ojos en ella.
“No te atrevas.” Tina apretó sus quijadas mientras empujaba un dedo en el hombro de Bette. “No tienes que preocuparte de Chester, yo seré la que arregle los agujeros de tu ropa.” Amenazó a su novia más que divertida.
“Bromeaba.” Bette se rió entre dientes mientras envolvía a la enojada Tina en otro abrazo. La rubia se tensó pero se relajó lentamente en sus brazos. “No necesito a Leigh, o a ninguna otra muchacha para esas cosas. Tengo ya mi muy propia versión de Martha Stewart. o Cenicienta, por si no lo sabes. Ella cocina, limpia, repara la ropa. y es dura con las ratas.” Bette bromeó, ganando un golpe violento de Tina. “Sin mencionar el hecho de que ella es caliente, atractiva, hermosa, buena e inteligente.” Besó a la rubia en la mejilla sonrosada. “Y estoy locamente enamorada de ella - al punto en que estoy dispuesta A INTENTAR “coexistir pacíficamente”, como ella dice, con una rata estúpida solo para estar cerca de ella.” Bette acabó con una risa mientras Tina suspiró en sus brazos, los rastros de celos y molestia se derretían lejos. “¿Bebé?” Bette dijo en voz alta después de algunos momentos silenciosos.
“¿Sí?”
“¿Porqué lo llamas Chester?”
Tina sonrió mientras recordaba esa noche profética un par de años atrás. “Tuve mi primer encuentro con el pequeño individuo cuando desperté en medio de la noche, hambrienta y con el humor para un bocado de medianoche. Caminé dentro de la cocina y allí estaba.”
“¿Y? Eso no explica porqué lo llamas Chester.”
“Él salió de mi bolsa de Cheetos de sobra.” Tina explicó avergonzada, refiriendose al nombre del guepardo de su comida chatarra preferida.
“Oh.” Bette rodó sus ojos. “Tu y tu fascinación por consumir desdperdicios.”
“Bien Chester fue afortunada porque compartimos el mismo gusto por la comida chatarra. No creo que le hubiera gustado que lo llamara como la bolsa de mi papá que estaba al lado de mis Cheetos esa noche”
“¿Por qué? ¿Còmo se llama?”
“Sr. Porky.”
“Eww. ¿Ser llamada como un cerdo? Sí, pienso que Chester habría sido insultada.”
Chirrido.
“¡Eeeekkk!”
“Pienso que él está de acuerdo.”
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4:07 AM.
“¿Kennard?”
“¿Sí bebé?”
“No empujes.”
“¿Huh?”
“Estoy teniendo una dificultad para controlarme.”
“¿Qué?”
“Tus manos estás en mis boobs, bebé.”
“Whoops. Lo siento.”
“Debo conseguir una medalla por esto.” Bette masculló cuando empuñó sus manos a los lados, acostándose tan rígida como le era posible, cerró sus ojos difícilmente y apretó sus dientes hasta que la fuerza lastimaba, intentando no hacer caso de las acciones de la muchacha temperamental al lado de ella. “Lo prometiste.” Se lamentó débil a medida que Tina continuó poniendo besos minúsculos en su cuello y barbilla.¿Porqué puñetas acepté esto? Se preguntó en la desesperación, el palpitar entre sus piernas llegaba a ser insoportable y difícil de suprimir. Como si pudiera decir no a esos ojos, suspiró. Después de la escena en el vestíbulo por la la sorpresa de Chester Tina la había convencido de dormir al lado de ella en la cama de la rubia en vez de irse a su propio hogar. Saldría furtivamente y fingiría haber llegado para el desayuno antes de que Ken se despertara. Era suicidio, pero Tina había prometido estar en su mejor comportamiento. Pero debía haberla conocido mejor, después de todo, Tina se había quedado en un estado de frustración y caliente después de la cena. Quizá más que ella. Tardó solamente tres minutos antes de que la rubia comenzara a andarla a tientas mientras “dormian”. Oh bien, por lo menos Tina intentó.
“Bueno bien.” Tina hizo muecas mientras aspiraba en el punto del pulso en el cuello de Bette, haciendo a su novia jadear de la excitación. “No puedo creerlo. Bette Porter que se comporta realmente. ¿Estás sacrificando tu propio placer y felicidad de modo que no nos metamos en apuros? Tan desinteresada.” Bromeó mientras movía su dedo arriba y abajo del brazo de Bette, haciendo que la trigueña temblara bajo su tacto.
Las uñas de Bette cavaron más profundo en su palma a medida que Tina continuó su impacto, moviéndo el dedo hasta su cara para remontar sus labios. “Realmente,” lloriqueó cuando mordió los interiores de sus mejillas en un esfuerzo por estabilizarse. “Estoy siendo la egoísta de siempre.” Podía sentir que la respiración caliente de Tina se trasladaba a sus labios y apelando a su muy disminuida fuerza de voluntad movió su cara lejos de la rubia.
“¿Realmente?” Tina rió nerviosamente mientras ahuecaba la cara de Bette con una mano y la forzó a mirarla. “Bebé, mirame.” Ordenó suavemente, esperando paciente que la morena abriera los ojos. Sonrió para si a medida que Bette continuó resistiéndose, su frente arrugada, rechazando levantar sus párpados. “Por favor.” Tina susurró las palabras mágicas, haciendo muecas astuta cuando Bette suspiró y relajó la cara, sus orbes marrones se revelaron a los avellana de Tina. Su novia tenía realmente problemas para oponerse cuando ella se lo pedía.
“¿Sí?” Bette murmuró cuando cerró de golpe los labios, no permitiendo que su lengua se escapara mientras Tina ponía pequeños besos en sus labios.
“Aclarame. ¿Cómo es que eres egoísta cuando estás haciendo un buen trabajo de controlarte?” Tina preguntó cuando mordiscó en el labio más bajo de Bette, sintiendose un poco frustrada porque su novia no la hubiera atacado todavía.
Bette gimió. “El instinto de conservación es mi prioridad superior ahora. Tu seguridad no se alinea tan alto como la mia propia en este mismo momento.” Indicó práctica, Ken puede ser que demuestre su misericordia en su hija, pero a ella probablemente la estrangularía a muerte. Mordió detrás un quejido mientras Tina procedía a montarla a horcajadas. “¿Ves? Totalmente egoísta.” Arrugó su frente intentando concentrarse cuando su novia comenzó a oscilar su cuerpo hacia adelante y hacia atrás encima de ella. Dios, si Ken nos sorprende ahora, retrocedió ante el pensamiento. Quizá que Chester asuste la mierda fuera de ella en su propia cama era mejor que terminar absolutamente muerta debido al estrangulamiento.
“Bien, no hay sitio para el egoísmo aquí adentro.” Tina tomó las muñecas congeladas de Bette y las agarró en el lugar cerca de la cabeza de la morena. “Entonces tengo que castigarte.” Sonrió, trayendo su cara a pulgadas de Bette. No podría explicar porqué, solamente que se sentía repentinamente encendida y excitada por el pensamiento de tener sexo aventurado en ese lugar - paredes finas, cama chirriante y todo.
Bette se burló y rodó sus ojos. “Como si no me estuvieras castigando ya.” Exhaló en alta voz e intentó librarse del asimiento de Tina. La rubia solo aumentó la presión, manteniendo a Bette fija debajo de ella. “Gozas torturándome, ¿no es así?” Bette suspiró mientras miraba para arriba la cara con aire satisfecho de Tina.
“¿Tortura?” Tina entrecerró sus ojos, fingiendo sentirse ofendida. “¿Consideras esto una tortura?” Sonrió diabólica mientras presionaba su cuerpo abajo a Bette, frotando sus cuerpos ardientes juntos y mordiendo la piel suave en el cuello de la morena. Eso dejaría definitivamente una marca, hizo muecas. La lamió en la parte enrojecida y movió su lengua hasta la cara de Bette.
“Ella vendrá alrededor de la montaña cuando regrese.” Bette cantó bajo su respiración, intentando ahogar los sonidos que Tina hacía cuando cubría su cara con besos. “Ella vendrá alrededor la montaña cuando regrese.” Continuó, respirando dificilmente cuando Tina continuó pellizcando su cara y cuello. “Ella vendrá alrededor de la montaña, ella vendrá alrededor de la montaña, ella vendrá alrededor de la montaña cuando reeeeeeeeee--” Bette estranguló en la última palabra cuando la mano de Tina serpenteó repentinamente abajo y ahuecó su sexo goteante a través de sus pantaloncillos.
“Greseeeeeeeeee.” Tina acabó el canto mientras se reía del estado totalmente despierto y frustrado en el cual estaba su novia.
“Joder Kennard.” Bette gruñó, alcanzando su punto máximo. Una muchacha no podría soportar tanto, era solamente humana después de todo. Con fuerza renovada, se zafó del apretón de Tina y movió de un tirón sus cuerpos, intercambiando lugares con la rubia. “Tu lo pediste.” Agarró un pequeño oso de peluche al lado de la cama de Tina y lo empujó dentro de la boca de su novia. “Muerdelo.” Le ordenó. La rubia lo hizo sin preguntar, sabiendo completamente lo ruidosa que podía ser cuando alcanzaba su clímax. Bette miró en los ojos emocionados de Tina y exhaló en alta voz. “Si Ken conduce un bate de béisbol a través de mi cráneo, es toda tu culpa.” Destelló un pequeño fulgor antes de abrir los botones de la blusa de pijama de Tina, exponiendo los pechos hermosos de la rubia a sus ojos hambrientos. “Antes de que comience, dejame poner algunas reglas.” Dijo en una voz severa, aunque sus ojos seguían pegados a los pezones erguidos de Tina.
“Rurrs?” Tina repitió, su discurso sordo por el oso de peluche.
“Sí. Regla número uno, absolutamente nada de ruido.” Bette ajustó el oso en la boca de Tina hasta que estuviera segura que los acordes vocales ruidosos de su novia fueran ahogados y refrenados con eficacia. “Regla número dos, ningún g--” Intentó decir ningún golpe y demasiados movimientos , pero fue cortada por Tina que sacudió repentinamente una mano libremente y pellizcó y tiró de su pezón erguido a través de su delgada pijama. “¡¡Ooohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!” Bette gimió en voz alta mientras Tina escupía traviesa su oso de peluche de su boca.
“Haha. ¡Rompiste la regla número uno!”
“¡Kennard!”
Rrrssrrrr.
Las dos se congelaron por un segundo y agudizaron sus oídos mientras estaban atentas al movimiento de la puerta del dormitorio de Tina. Emitieron un suspiro de alivio cuando oyeron el sonido de los ronquidos sordos de Ken que reverberaban a través de las paredes.
“Joder Bebé.”
“Lo siento por eso. Continua bebé.”
“Bien. De nuevo, regla número uno.”
“Ningún ruimmmfffffff-.”
“Exacto.”
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6:10.
“¡Buenos días cariño!” Ken emitió mientras entraba en la sala de estar y agitó en su hija que se sentaba en el área de la cocina. Notó un cuerpo que se miraba muy tieso y cansado al lado de Tina y levantó una ceja, no esperando ver a su visitante tan pronto. “Buenos días Bette. Te levantaste temprano.” Saludó a la muchacha lentamente. Bette agrietó una sonrisa pequeña, inquieta cuando su cuerpo continuo sentado inmóvil al lado de Tina. “¿Estás bien? Parece que no conseguiste bastante sueño anoche.” Arrastró su cuerpo hacia la mesa y se sentó enfrente de las dos adolescentes. Un poco distraído por la tarea de poner queso en un pedazo de tostada, faltó totalmente a la mirada acentuada que le tiró la trigueña a su hija.
Tina sonrió apenada en Bette y articuló su disculpa, demandando la responsabilidad de la carencia de descanso de su novia. “Ella conoció a Chester.” Explicó rápidamente mientras le hacía frente a su padre.
“Oh.” Los ojos de Ken destellaron en la comprensión. Le dio a Bette una mirada comprensiva. “Tarde o temprano tenías que conocer a ese tío grande.” Mordió en su tostada y sonrió.
“La advertí sobre lastimar los sentimientos de Chester.” Tina untó mantequilla encima de la tostada de Bette y la dio a su novia cansada, remetiendo algunos filamentos flojos del pelo marrón sucio luego.
Ken chascó su lengua. “No haría eso si fuera tu.” Le aconsejó a Bette. “Mira.” Levantó un brazo y demostró a la muchacha las puntadas numerosas en su camisa. Prueba de la tendencia de Chester a tomar represalias.
“¿Entonces es verdad?” Bette frunció el ceño, todavía encontrando las palabras de Tina un poco duras creer.
“Creerme.” Ken movió su cabeza gravemente. “Es tan sensible que es inmortal.” Sacudió su cabeza. ¿Cuántas veces intentó matar esa rata y falló?
“¿Ves?” Tina miró a Bette con aire satisfecho. “Ahora puedes hacer a un lado tus planes.” Ella rodó sus ojos. Bette fingió no oírla cuando hundió sus dientes en su tostada.
“¿Qué planes?” Ken preguntó, mirando a las dos muchachas expectante.
“Ella quiere hablar con el propietario sobre librarse de Chester.” Tina suspiró y miró a su novia con desaprobación. Era un último esfuerzo que quería hacer Bette, quería ver si podrían librarse de Chester. Si no, ella dimitiría a su destino de vivir con el roedor.
Ken hizo muecas. “Mala idea kiddo.” Miró el pequeño agujero en la pared del comedor por instinto. “Sobrevivirá y tomará represalias.” Advirtió a Bette en una voz baja, actuando como si Chester escuchara su conversación.
“No lastimará intentarlo.” Bette murmuró en voz baja, su naturaleza obstinada rechazaba derrumbarse. ¿Quién tiene miedo de una pequeña rata? Tragó saliva mientras tomaba su vaso de jugo.
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Academia de Redwind. Receso.
“¿Cómo estuvo la primera noche en tu nuevo lugar?” Sam apareció furtivamente detrás de su mejor amiga y sacudió los hombros de la muchacha ligeramente. Bette gimió y maldijo en respuesta.
“Insomne.” Bette levantó lentamente la taza de café fuerte a sus labios y tomó un sorbo sano. “No podía dormirme. Tuve que ir a casa de Tina para tratar de cerrar-los-ojos.” Bette bostezó, sus párpados se deslizaban intentando cerrarse pero ella los forzó a abrirse.
“Sí, correcto.” Sam sonrió, desplomandose en su silla delante de la pareja de oro de Redwind. Bette podía estar cansada, pero el tinte rojo en sus mejillas le dijo apenas a Sam cuánto sueño había logrado conseguir en ese lugar. La fatiga no podía enmascarar realmente la posluminiscencia seria que las dos parecían irradiar. “Hey Tina.” Saludó a la rubia.
“Sam.” Tina sonrió detrás. “¿Más café bebé?” Dio vuelta a Bette cuando su novia vació su taza de energía líquida. Bette gruñó en respuesta afirmativa, así que Tina agitó al mesero más cercano y pidió un repuesto.
“Pasará. La cosa insomne.” Sam medio-sonrió y pidió un plato de crepas de arándano. “Sucede generalmente cuando te trasladas a un nuevo lugar. Tu cuerpo no está acostumbrado a él pero te adaptarás a tu nuevo ambiente muy pronto.” Explicó, aunque ella nunca tenía ese problema de insomnio sin importar que tantas veces durmiera en diferentes lugares desconocidos. “Gracias.” Hizo muecas mientras una mesera le dio una taza de café y rellenó la de Bette.
“Eso espero .” Bette se quejó,la privación del sueño no era algo que disfrutara. Ya se había dormido a través de las primeras dos clases esta mañana, pero no parecía bastante para llenar su energía. El intentar disfrutar del sexo mientras controlaba las reacciones de su cuerpo para evitar ser sorprendida tomó realmente su peaje en ella. Tina no tenía el mismo problema, ella sí estaba también cansada, pero por lo menos había tenido cerca de cinco horas de sueño antes de que Bette la hubiera despertado por Chester.
“O es que apenas te estás sintiendo quizá asustada y sola. ¿Quieres una cierta compañía esta noche?” Sam ofreció.
“No gracias.” Bette sacudió su cabeza al lado, no queriendo castigar a su mejor amiga dejando que durmiera en su cama poco firme. “Y creeme, no estoy sola en ese lugar.” Rodó sus ojos, recordando a su pequeño enemigo peludo tatuado en su mente.
“¿Fantasmas?” Sam levantó una ceja escéptica.
“Desearía.” Bette suspiró profundamente. Ella podría manejar algo sobrenatural; podría convencerse de que solo se imaginaba las cosas y continuaría con sus actividades cotidianas. Pero por mas que intentara, no podía negar la existencia de Chester. “Eww.” Se estremeció tan solo de pensar en su nombre.
Tina vio la confusión en la cara de Sam y le explicó. “Tiene un pequeño problema con una rata.“
¿Pequeño? Bette se burló. “Tengo un problema GRANDE con la rata.” Hizo muecas.
“Eww.” Sam se estremeció.
“Exactamente.” Bette suspiró.
“Que nunca es bueno.” Sam sacudió su cabeza, tomando sorbos tentativos de su taza de café humeante. “¿Hablaste con el propietario? Podrían llamar quizá a una compañía de control de parásitos.” Sugirió.
Bette suspiró mientras Tina resopló y masticó en su panecillo.
“¿Qué?” Sam amartilló una ceja.
Bette rodó sus ojos en la molestia mientras Tina presumía al lado de ella. “Hablé ya con el cabrón estúpido esta mañana.” Ligó sus dedos. Si ella no tuviera tanto cuidado por mantener sus manos agradables y suaves, se habría agrietado los nudillos en un gesto amenazador ahora.
“¿Y?” Sam pinchó. Tina rió silenciosamente al lado de Bette, la morena respiró adentro y hacia fuera para controlar su naciente cólera .
“Él dijo, y cotizo,” Tina despejó su garganta y comenzó a imitar la voz ronca profunda de un hombre, a agitar sus manos alrededor y a soplar en un cigarrillo invisible para el énfasis. “Traje a esos imbéciles del control de parásitos para checar hace ya algún tiempo. Los buenos para nada solo dijeron *coff coff* que la única manera para librarnos de las ratas *coff* era que *coff coff * demoliéramos completamente este edificio de mierda.” Tina rodó sus ojos, terminando su perfecta personificación de su propietario que fumaba y tosía sin control.
“Que malo, ¿huh?” Sam dijo con seriedad falsa, Tina siguió el juego. Bette era la única persona que no encontraba divertido el asunto.
“¿Donde están Al y Shane?” Bette se quejó, intentando cambiar el tema.
“En alguna parte dentro del campus, todavía temblando como gallinas para hacerte frente.” Sam contestó después de que disminuyera su risa.
“Parece que no tanto.” Tina intervino. Dos caras familiares caminaban hacia ellas, parando a la derecha al lado de su mesa.
“Hey chicas.” Shane y Alicia saludaron a las tres, agachadas y con las colas entre sus piernas. Como gemelos sincronizados, cambiaron de puesto sus posiciones al mismo tiempo e hicieron frente a Tina y a Bette. “Lo sentimos.” Se disculparon al unísono.
“Apuesto que si.” Bette sonrió firmemente, fingiendo estar todavía furiosa. “Sientense.” Raspó, haciéndolas emitir una mueca de dolor y apresurarse a sus asientos.
“¿Les gustaron nuestros regalos?” Tina se añadió a la diversión, haciendo que las dos partes culpables se inquietaran en sus sillas.
“Sí. gracias.” Las dos contestaron débil, haciendo muecas al recordar cuando entraron a sus hogares respectivos y vieron los retratos de cuerpo completo de las dos en la cama substituyendo las ilustraciones en sus paredes. Casi se desmayan ante la vista.
“Prometemos comportarnos.” Una Alicia roja brillante murmuró.
“No lo haremos otra vez.” Shane agregó en remordimiento.
“Mejor cerciórense de eso.” Bette advirtió. “Ustedes no quieren que esas fotos se escapen a Facebook, a Myspace y a Youtube.” Entrecerró sus ojos a las dos.
Alicia jadeó, Shane retrocedió. “Por supuesto que no.” Las dos chirriaron.
“Uh. ¿Hay cualquier cosa que podamos hacer u . Para apaciguarlas?” Alicia miró a Tina y Bette.
“Nope. Nada en lo que pueda pensar ahora.” Tina contestó cuidadosamente.
“Realmente,” Bette continuó. “Hay algo.” Hizo muecas de oído a oído, los rastros de su fingida irritación se derretían lejos.
“¿Qué es?” Shane y Alicia se inclinaron adelante, impacientes por hacer compensaciones, cualquier cosa que convenciera a Bette de compartir su secreto al mundo.
“¿Ustedes no tienen alguna aversión por un par de cosas llenas de polvo, pintura, muebles móviles y ratas, la tienen?” Bette sonrió, repasando su plan difícil de renovación dentro de su cabeza. Podría ahorrarse mucho dinero, tiempo y esfuerzo si conseguia que estas dos le ayudaran.
“Nope.” Shane sonrió ampliamente. “No tengo un problema con esas cosas.”
“¿Ratas?” Alicia repitió, sus labios se crispaban a los lados.
“Sí. Ratas. Ratas asquerosas asustadizas grandes.” Bette hizo muecas malvada.
“Ja no me digas.” Alicia hizo una cara. “¡Ow!” Chirrió mientras Shane la codeó en el estómago. “Quiero decir si, sí. Está bien, si.” Masculló poco entusiasmada.
"Grande.” Bette sonrió. “No planeen cualquier cosa durante el fin de semana. Ustedes me ayudarán a arreglar mi casa.” Frotó sus manos emocionada,
“No puedo esperar.” Alicia contestó sin mucho entusiasmo, el pensamiento mero de las ratas le ponía la piel de gallina.
¡Paredes insonoras ahí vamos! Pensó Bette feliz.
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Apartamento de Bette. 5:43 P.M.
Un lamento conmovedor que salió del dormitorio hizo que Tina levantara la vista de la lectura de su libro asignado. “¿Bebé?” Dijo en voz alta a su novia mientras continuaba sentada en el sofá, anticipando la llegada de la morena mientras escuchaba los pasos pesados de Bette dentro de su dormitorio.
“Mi ropa interior afortunada.” Bette lloriqueó mientras abría la puerta, agarrando un bikiní de color rosa en su mano, sus labios temblaban y sus ojos brillaban.
“¿Chester?” Tina suspiró, dejando su libro abajo en el sofá y caminando hacia su novia llorona. “Te dije que fueras agradable.” Amonestó a Bette, haciendo que la morena llorara más fuerte.
“Mira qué hizo.” Bette lloriqueó mientras levantaba la prenda íntima y demostraba a Tina el daño. Había un agujero enorme donde la entrepierna debía estar, el material estaba masticado expertamente por la rata gigante.
“Bien que es conveniente. para mí, eso está. De fácil acceso.” Tina sonrio. “Debo agradecer a Chester.” Bromeó, ganando un fulgor de Bette.
“No es divertido.” Bette puso mala cara mientras se limpiaba las lágrimas. Incluso si Tina reparaba esta cosa, no se atrevería a usarla otra vez, no cuando Chester había puesto su boca repugnante por toda ella.
“Entoncessss.” Tina hostigó.
“¿Entonces qué?” Bette suspiró mientras caminaba al bote de basura y dispuso de sus bragas afortunadas.
“¿No es hora de que admitas que estabas equivocada y que yo tenia la razón?” Tina rió, sus ojos bailaban alrededor en júbilo. “¿Sintiendote como una tonta por no escuchar?” Envolvió sus brazos alrededor del cuello de Bette y caminó al revés, tirando de su novia hacia el sofá.
“Pero si yo…¡mierda.!” Bette gritó mientras una rata peluda grande se escurría por debajo del sofá y se metió en un agujero en su pared de la sala de estar. Se ocultó detrás de Tina y detuvo a la rubia firmemente delante de ella como protección. “Pensé que Chester sale solamente en la noche.” Lloriqueó en señal de socorro.
“Oh que no era Chester.” Tina sonrió astuta cuando Bette se sacudió detrás de ella, ella había visto a su pequeña huésped antes de que desapareciera dentro de la pared enteramente.
Bette gimió. Grande, como si Chester no fuera bastante mala. “¿Quién?” Preguntó cuidadosa.
“Su novia.” Tina meneó sus cejas mientras se volvía e hizo frente a la morena.
Bette rodó sus ojos. ¿Cómo Tina podía distinguir entre una rata y otra si eran iguales. Ella tenía a veces dificultad de distinguir a algunas personas, aún menos a esos pequeños animales. Todos se miraban iguales. “¿Su nombre?” Suspiró, intentando aceptar la idea de que Chester no era su único compañero en este lugar.
“Dori.” Tina destelló su sonrisa secreta, lo que dijo a su novia que había algo más detrás del nombre de las ratas.
Bette entrecerró sus ojos e inclinó su cabeza al lado, estudiando la cara de Tina de cerca. “Dejarme adivinar, ¿la llamaste así por cierta marca de virutas de tortilla?” Se burló.
“Bueno tu ya sabes.” Tina rió. ” La encontré esculcando a través de mi bolsa de Doritos Nachos una noche. Sabía que ella no era Chester porque su cola estaba intacta.” Explicó mientras Bette rodó sus ojos.
“¿Cómo sabes que ella es novia de Chester?”
“Los veo a veces perseguirse el uno al otro, jugando alrededor de los pasillos y de las cosas. Asumí siempre que era porque se ligaban o estaban buscando un foreplay animalista.”
“Eww.”
“Y conoce esto, ellos tienen hijos también.”
"¿Hijos?”
“Sí.”
“¿Fuera del matrimonio?”
“Sí.” Tina rió.
“Niños bastardos.” Bette bromeó bajo su respiración, repentinamente consciente sobre no ofender a Chester o a su familia. Ha aprendido su lección. Miró a Tina y entrecerró sus ojos. “Aunque una parte enorme de mí está temiendo saber, necesito preguntarte, ¿nombraste a los hijos de Chester y Dori?” Miró a su novia curiosamente.
Tina se detuvo brevemente, una sonrisa juguetona honrando sus labios. “Ruffles, Fritos, Munchos, Oreo, Pringles y Lays. Todos como los bocados donde los sorprendí.” Se rió entre dientes.
“¿Kennard?”
“¿Sí?”
“Estoy viendo un patrón aquí. Así pues, lo siento bebé, pero a ti no se te permite ponerle nombre a nuestros niños futuros.” Bette rió, besando la frente de Tina y tirando de su novia en un abrazo apretado.
“Hey. No estoy desesperada por ponerles nombre a los niños.” Tina se defendió.
“¿Oh sí?”
“Sí.”
“Entonces lanzame algunos nombres.”
“Okaaay. Me gusta el nombre de Jack o CJ si tuvieramos un niño.”
“¿Nombrarías a nuestro hijo nonato como esos bocados de galletas de Gato?”
“…”
“Oh dios. ¿Qué si tenemos una niña?”
“Reese.”
“Grande, la llamas como las tazas de mantequilla de cacahuete, ¿porqué te gusta?”
“Es un nombre lindo.”
“Sí sí. ¿Qué más tienes en mente?”
“Chip.”
“Chips Ahoy..”
“Kit o Kat.”
Snort. “Kit Kat.”
“Ruth.”
“Bebé Ruth.”
“Em-em.”
“¿Em-em? Oh. M&M.”
“ Al Roc. ¿Es cute correcto? Como una estrella del rock.”
“¿De dónde sacaste eso?”
“Almond Roca.”
“Oh.”
“Nick.”
“Snickers..”
“Ben Jerry.”
“Oh dios. ¿Ahora como helados de crema?”
“Admitelo, son bonitos nombres ¿no te parece? Tengo un par más en mente.”
Snort. “Bebé.”
“¿H ?”
“Nuestros niños van a odiarte.”
“Lo sé. Pero me amarán en la universidad sin embargo. Sus nombres serían únicos.”
“Sí de acuerdo.”
Chirrido.
“Aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!”
“¡¡¿Quuéé?!! Oh. heeeey. Nunca he visto aquél antes. Pienso que es su hijo más joven. Ponle un nombre a ese pequeño, bebé, haz los honores.”
“No gracias.”
“Hmph. Muy bien. Lo haré.”
“Grande.”
“Hmmmm. Yo…dob ..th.. Butterfinger!”
¿Te gusta?
“Oh dios.”
anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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Re: [Terminado] Sólo esa chica
CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO: Ningun pesar. Parte dos.
“Me pregunto porqué no caí enamorada de ti antes. Tina. Yo. Debí haber caído para ti en lugar de otra.”
Qué pudo haber sido, qué debió haber sido, es mejor que las cosas las guardes para ti a que las digas en voz alta. No puedes hacer nada para cambiar el pasado, y el lamentarte no hará que altere el presente.
I should have..
Fallen..
For you..
Instead..
Las palabras que cayeron de los labios de Sam fueron cogidas por el viento y llevadas a los oídos vacilantes y poco dispuestos de Tina. Y por un segundo efímero, todo entró en una parada. Y el único sonido que fue oído fue una parada repentina del latido del corazón, seguido de cerca por una sucesión de latidos más rápidos y ruidosos con cada momento que pasaba.
Los ojos de la rubia se ensancharon en choque, su boca cayó abierta; Las palabras de Sam entraron a través de su cráneo y la atontaron dejándola muda. La pequeña voz de la razón dentro de su cabeza comenzó a gritar en alta voz e incesantemente, diciéndole que si quería parar las cosas antes de que se pusieran feas, ahora era el momento perfecto de meter los frenos. Era bastante malo que se sintiera poderosamente culpable por permitir que Sam la abrazara cuando sabía que a Bette le importaría, la sola audición de esas palabras profundizaban su culpabilidad y rasgaban su conciencia. Entonces queriendo recuperarse de su parálisis, se dio de patadas en su cerebro y se agrupó. Tina colocó sus manos que se sacudían entre sus cuerpos para actuar como barrera, cualquier cosa que mantuviera la más mínima distancia entre ellas y facilitara la presión del cuerpo presionado de Sam contra ella.
“Tina, porqué lo hice.”
“Sam.” Tina advirtió, parando a la muchacha antes de que pudiera decir más palabras perjudiciales. Podía sentir el suspiro trigueño, su respiración caliente que golpeaba su cuello haciéndola sentir incómoda. “Sam, suéltame por favor.” Tina abogó , empujando suavemente a la muchacha lejos e intentando salir del apretón de Sam. La morena, aún ajena su malestar y un poco preocupada también con su propio dolor, continuó sosteniéndola firmemente, rechazando ceder una pulgada.
“Debí tener.”
“¡Sam!” Tina gritó, interrumpiendo a la muchacha una vez más. Su arrebato violento repentino finalmente le consiguió la atención de la amiga, y para su alivio, Sam se retiró un poco para mirarla. “Sueltame por favor.” Tina repitió su súplica. “La última vez que nos abrazamos, todo el infierno se rompió duramente. Y creo que sabes que si las noticias de esto alcanzan a mi novia, no seré yo la que termine toda fangosa y contusionada en medio del campo de fútbol – tú serás. Por todo lo que sabes, Bette resucitará su querido juego de tiranizar - dios sabe que a los estudiantes aburridos les hace falta - y por primera vez en la historia, le darán una etiqueta roja a otro miembro de 4F.” Intentó razonar con la muchacha. Esta vez, los ojos de Sam osciló en la comprensión, finalmente permitiéndose escuchar las palabras de Tina. “No sé qué está incorrecto contigo hoy pero por favor, tienes que dejar de decir absurdos. Estoy segura que cuando comiences a pensar correctamente otra vez, las cosas que acabas de decir terminarán en primer lugar en tu lista larga de pesares también.” Tina continuó, sintiendo que el apretón de Sam se aflojaba . “Sam, tu amas a Helena. Lo has hecho siempre, siempre. Ésa es la razón por la que nunca te fijaste en mi - o en cualquie otra muchacha, para esa materia - de una manera romántica. No te engañes por favor con pensamientos de las cosas que no estaban destinadas para ser - no sucedieron porque nunca fue lo que quiso tu corazón en primer lugar.” Acabó.
“Mierda.” Sam bajó sus manos y dió algunos pasos rápido lejos de la novia de su mejor amiga, sacudiéndose despierta y finalmente comprendiendo lo que había hecho. Las palabras de Tina la golpearon duro, enviando su cabeza a girar por enésima vez desde anoche. “Mierda, estoy tan apenada Tina. Eso fué--”
“¿Imprudente?” Tina proveyó.
“Y estúpido.” Sam agregó. Pellizcó el puente de su nariz y cerró los ojos, sintiendo una jaqueca comenzar a desarrollarse. “¿Qué pensaba? Tener mi corazón roto no me da una excusa para romper el de Bette también.” Masculló bajo su respiración, haciendo frente lejos de Tina; desconcertada y horrorizada por sus acciones egoístas para hacer frente también a la mirada de la muchacha. “Te dije que el pesar es una perra. Parece que mis “qué hubiera” me metieron en un maldito apuro ahora.” Suspiró amargamente, sintiendo como había complicado las cosas para si y para cada uno con su proclamación poco juiciosa.
¿Afligida? ¿Pesares? “Algo sucedió con Helena.” Tina indicó, sumando todos los indicios. Sam inhaló profundamente y cabeceó reservada, la tristeza grabada fuertemente en su joven cara. Tina miró a la morena y sintió una punzada fuerte de compasión por la muchacha. Mientras que su primer amor, bueno. Es decir el amor no correspondido, hablaba enigmáticamente con pensamientos de pesar; ella por otra parte, no tenía uno solo en su sistema. Ningun pesar, Tina sonrió internamente. ¿Cómo podría estar plagada con cuestiones de “qué hubiera” cuándo cada dolor, cada angustia y cada decepción que experimentó en el pasado la habían llevado a este punto - delirantemente feliz y contenta en los brazos de Bette? Despejó su garganta e hizo frente al campo de fútbol, guardando una distancia de seguridad entre ella y Sam. “Quieres hablar de e--”
“No.” Sam cortó, sacudiendo su cabeza. “Eventualmente.” Prometió, robando un vistazo en Tina a través de la esquina de sus ojos. “Hablaré de ella cuando esté lista. Creo que es mejor si me siento a pensar en las cosas primero antes de que comience a compartir.” Rascó su cuello avergonzada, intentando aplastar las sensaciones de malestar que burbujeaban dentro de su estómago. “No te preocupes, he aprendido mi lección. Nada sale de estos labios hasta que consiga controlar mis pensamientos y emociones.” Se rió entre dientes nerviosa, intentando hacer la luz en la torpe situación. “Lo siento realmente realmente si te puse sobre el terreno allí e hice que te sintieras incómoda de cualquier manera.” Mordió su labio más bajo y se disculpó, ruborizándose profusamente por su lío.
“Está.Bien. Ningún daño está hecho.” Tina forzó una sonrisa, intentando minimizar las cosas para facilitar el apuro de Sam un poco. No podía incluso hacer una broma y decir “lo siento, estás algunas semanas atrasada. Debiste haberte dado cuenta de esas cosas cuando estaba todavía sola”. Porque, incluso si Sam hubiera cambiado sus sensaciones y la hubiera perseguido, Tina no estaba realmente segura si la habría elegido en vez de Bette. Seguro, ella tenía ya una cosa por la morena y caer con alguien como Sam era fácil como el aire que respiraba puesto que la muchacha era muy agradable y fácil de tratar. ¿Pero eso era bastante para llenarla y para pararla de poner su atención en una Bette terriblemente persuasiva y persistente - con sus trabajos, rimas de niños, ruedas de Ferris, danishes de arándano y más tonterias? Mientras que tener gusto por Sam era fácil, caer por alguien tan altamente molesto y arrogante como Bette era definitivamente cientos de veces más difícil. Si hacía un análisis, sus emociones por las dos eran diferentes como la noche y el día. Sus sensaciones por la luz y Sam eran más o menos solo una atracción leve - atracción al misterio, a la naturaleza modesta e introvertida del miembro reservado de 4F. Mientras tanto, todo lo que sentía por la obscuridad y el matón Bette era tan intenso - el odio, la cólera, la molestia, los celos - cada emoción era sentida con una pasión que lo consumía todo. Así pues, no fue una gran sorpresa cuando finalmente se permitió caer para Bette Porter, ella bajó duro y profundamente. “Puesto que no noté a cualquier persona - específicamente una muchacha llamada Porter - hacer una pausa en el umbral cuando me abrazabas, te estoy dejando respirar tranquilamente.” Amplió un brazo y dio una palmada a la espalda de su amiga juguetónamente.
Sam soltó una pequeña risa. “Eres demasiado agradable. Creo que merezco que me digas lo que sea.” Suspiró pesarosamente. “Pienso que harías que mi sentimiento de culpabilidad disminuyera si me das un golpeteo verbal agradable. Tu sabes, aleja todos los pensamientos de pesar de mi sangre. Haría que viera la luz y esas cosas. Arranca mi cabeza con tus dientes por abrazarte. Golpeame con el pie en la tripa por decir cosas estúpidas. Arrancame mi pelo por incluso pensar en las cosas que habrían destruido a mi mejor amiga. Actuaba fuera de línea. Necesito una conferencia - reprimenda severa.” Sam continuó entusiasmada. “Por favor Tina.” Agregó suavemente, ahora era su turno de pedir.
“¿Estás segura?” Tina preguntó dudosa, mirando a la muchacha cuidadosamente. Nunca había conocido a cualquier persona que estuvira tan impaciente por conseguir un sermón. Oh bien, Sam es Sam, suspiró resignada; sabía que era mejor no intentar entender a la muchacha. “Porter dice que puedo llegar a ser temible cuando actúo toda alfa y lanzo mis sermones.” Entrecerró sus ojos y advirtió.
“Empieza anda.” Sam se rió entre dientes e hizo frente a Tina, encontrando sus ojos por primera vez desde el abrazo. “Dejame recibirlo.” Indicó a la blonde con sus manos, impulsándola a comenzar. “E incluso no pienses en refrenarte. A pesar de mi resbalón de menor importancia de hace un rato, soy una muchacha grande. Puedo soportarlo.” Bromeó.
“Está bien.” Tina exhaló en voz alta, rodando sus ojos en la morena. “Tu lo pediste.” Se burló. Y con sus brazos doblados en su pecho, comenzó a regañar y a reprender a una Sam muy receptiva. Decir que Tina la sermoneó el tiempo entero era una subestimación. Sabía que podía decirle algunas palabras fuertes, pero mirando a Sam, decidió ser firme y asertiva – tratando de levantar su estado de ánimo en vez de aplastarla. Y cuando la campana sonó señalando el final del receso, el ceño fruncido en la cara de Sam que la había plagado toda la mañana fue substituido por una sonrisa pacífica. La tristeza todavía estaba allí, pero fue entorpecido al punto que no podrías detectarlo más a menos que la miraras con mayor detenimiento. Y con eso, Sam la dió las gracias y cogió sus cosas, mascullando algo sobre dejar de esconderse e ir a casa dormir.
Tina caminó de nuevo a su sala de clase pensativa, intentando imaginar los motivos de Sam para querer un sermón. La respuesta entonces la eludió, pero durante el cuarto período, cuando se sentaba en silencio mientras su profesor de matemáticas hablaba enfrente, amaneció en ella. Sam había necesitado desesperadamente un escape a su dolor toda la mañana - los pesares y los –qué-hubiera estaban incluidos en eso. Y con diez minutos enteros de darle una conferencia despreocupada, Tina pudo darle a Sam lo que ella quería. Mirando detrás, ella no mencionó a Helena en su diatriba - no incluso una vez. Habló sobre Bette el tiempo entero – se divirtió diciéndole a Sam los diversos panoramas de lo que podía hacer su novia volátil si descubría sobre el movimiento incorrecto de Sam.
“Ella necesitaba quizá eso.” Tina masculló para si distraída, mirando fuera de la ventana sin poner ninguna atención al profesor . Quizás Sam necesitaba una suspensión temporal de su castigo al dejar de pensar en Helena - incluso si era solo por diez minutos.
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Emporio de carros del Gran Joe. Los Ángeles.
“¿Es aquí?” Helena preguntó mientras leía el letrero enorme de metal en la entrada. Se estaciónó cerca de la banqueta y miró fijamente la caricatura del Gran Joe alrededor del lugar.
“Yep.” Bette sonrió, descargando su pluma y lista de líos dentro de su monedero. “Ahí está James.” Señaló a su ayudante anterior, que estaba demasiado ocupado hablando en su teléfono móvil para notar su llegada. Técnicamente, él no trabajaba para ella más, pero el individuo todavía actuaba como si lo fuera. Todavía estaba empleado en su residencia, algo que Bette agradecía. James era demasiado bueno y leal - y no quería que él perdiera su trabajo. “Gracias por traerme Hel. ¿Estás segura que no quieres acompañarme?” Preguntó a su amiga mientras abría la puerta del coche y colocó un pie en la acera.
“Me encantaría pero no puedo.” Helena suspiró. “El deber me llama.” Encogió los hombros. En medio de su excursión de las compras, había recibido una llamada de Peggy, ordenándole volar a Nueva York el fin de semana para decidir algunas cosas transitorias en la fundación. Estuvo a punto de negarse a la orden de su madre debido a la desesperación de arreglar las cosas con Sam, pero Bette habló con ella y la hizo recuperar el sentido. Sam necesitaba un tiempo para tranquilizarse, la muchacha probablemente no aceptaría su explicación y disculpas tan rápidamente hasta que no pensara las cosas más claramente después de algunos días de reflexión.
“Está bien.” Bette cabeceó. “Te veré cuando vuelvas.” Recolectó su monedero y algunos bolsos de compras y caminó fuera del BMW de Helena.
“Hey Bette.” Helena dijo en voz alta antes de que su amiga cerrara la puerta.
“¿Sí?” Bette preguntó, mirando con fijeza detrás dentro del coche.
“Gracias por escucharme. Significó mucho para mi que pudiera hablar contigo esta mañana.” Helena admitió sinceramente.
“No hay problema. Tan solo no olvides nuestro acuerdo, ¿okay?” Bette sonrió.
“De ninguna manera.” Helena cabeceó, decidida a cumplir su palabra. “Cuidate B.”
“Tu también.” Bette cerró la puerta del coche y agitó su mano en despedida mientras Helena soltaba el freno de mano y arrancaba el coche. La muchacha más grande agitó en respuesta antes de dirigirse en dirección de su casa.
La salida de Helena logró llamar la atención de James, y al ver a Bette caminar hacia él, se despidió rápidamente y terminó la llamada. “¡Hola Srta. Bette!” Cruzó el boquete corto entre ellos y tomó los bolsos de compras de las manos de la muchacha.
“Te dije que dejaras el “ Srta.”. Solo llamame Bette.” Bette reprobó al muchacho. “Ya no soy tu jefe. Puedes llamarme por mi nombre igual que los demás.” Precisó.
James agitó su mano en rechazo. “Lo siento mucho Srta. Bette,” dijo en visible tensión. “No puedo hacer eso. Es mi manera de demostrar respeto. Y si digo la verdad, usted nunca dejará de ser mi jefe. Si me lo pregunta, es solo una cuestión de tiempo antes de que usted reclame su lugar legítimo en el PGC - y hasta entonces, todavía estaré aquí como su ayudante personal y amigo.”
“Bien. Eres convincente.” Bette rodó sus ojos y se burló, ocultando el hecho de que la declaración del individuo la tocó profundamente adentro. Lo siguió mientras se dirigían al edificio donde Joe grande tenía su oficina. “¿Cómo están las cosas en casa?” Preguntó curiosa.
“Iguales - pero solo que sin usted alrededor, la gente anda sin dirección.” James sonrió jocosamente, ganando un fulgor de la muchacha. “Oh, y su papá la extraña.” Terminó mirándola espectante , haciendo que Bette casi saliera disparada por sus propios pies.
“Sí correcto.” Bette resopló, logrando estabilizarse antes de que enterrara la cara en el pavimento. “¿Y cómo lo sabes? ¿Tuviste una conversación sincera con mi padre?” Arqueó una ceja en incredulidad.
“No.” James contestó. “Solamente que cada uno en la casa parecen compartir mi opinión. Incluso la vieja Joyce . Y usted sabe que él habla con ella más.” Agregó con una mueca astuta.
Bette suspiró profundamente. “¿Por qué? ¿Sorprendió a mi papá mirando fijamente en el espacio, llorando en mis cuadros y viejas películas caseras de cuando era niña?” Preguntó sarcástica.
“No, pero.” James sonrió ampliamente. “Lo que nos hace afirmarlo es el hecho de que él no ha dejado la mansión desde que usted se fué.”
Bette paró en sus pistas y miró a James rara. “¿No se ha ido para Nueva York todavía?” Preguntó, impactada totalmente por las noticias. Era tan extraño que su padre siendo un adicto al trabajo se retrasara en LA por ninguna razón evidente. Generalmente, no podía esperar para volar de nuevo a Nueva York así podría manejar su imperio más eficientemente desde su centro de acción.
“Nope.” James sacudió su cabeza. “Joyce ha estado intentando convencerlo de volar de nuevo al HQ desde el martes. Muchas cosas han estado surgiendo que necesitan urgentemente su atención allí. Pero él ha sido firme – para la consternación de Joyce. Ella ha estado caminando alrededor de la casa con su lengua chascando más de lo normal.” Él rió, pero Bette estaba perdida también en sus propios pensamientos para acompañarlo en su alegría. “Él ha estado trabajando desde el interior de la mansión, lo que hace más difíciles las cosas en Nueva York. Él sabe esto pero aún así no cede. Si me pregunta, la ha estado extrañando gravemente y se aferra a esperar a que usted rectifique y regrese a casa.” Acabó con un encogimiento leve.
Bette frunció el ceño. “Que es inverosímil. Me estoy pegando a mi decisión, de él no estoy esperando nada.” Murmuró, reasumiendo su viaje interrumpido hacia la oficina. “Incluso no ha pasado por mi mente regresar en cualquier momento pronto. Él no debe hacer las cosas difíciles para él y la compañía debido a mí.” Agregó con tristeza. ¿Por qué su papá tenía que dar muestras de preocuparse por ella DESPUÉS DE QUE ella se fuera? ¿Había tenido que abandonar realmente su casa para hacer que él la valorara? Se quejó molesta, enojada por las oportunidades perdidas de vinculación entre padre-hija en el pasado.
James sintió que el humor de la joven muchacha daba vuelta a amargo así que cambió precipitadamente el tema. “Uh. Sonja llamó hace algunos minutos. Ella era la que hablaba conmigo cuando usted llegó.” Comentó.
“¿Sí? ¿Cómo está ?” La voz de Bette se ablandó considerablemente.
“Ella está muy bien. Sé que usted habla con ella regularmente, pero ella parece creer que una llamada de teléfono al día no es bastante. Pienso que está planeando decirle sobre eso mañana. Está muy emocionada de verla.” James se rió entre dientes. Sonja, reducida a un viejo montón de sonidos melodramáticos, recurría abatida la mansión desde que Bette se fuera, y sus únicas alegrías habían sido las conversaciones de quince minutos que tenía con su pequeña Bette cada noche. Era triste y un poco divertido al mismo tiempo.
“¿Realmente? ¿Va a visitarme mañana?” Bette se animó.
“Sí. Quería que le dijera que le dieron permiso para ir el fin de semana. Va de de visita a su apartamento para ayudarnos con las renovaciones.” James explicó, vio que Bette estaba lista para protestar así que levantó un dedo para pararla. “También me pidió que le dijera que no se preocupara por ella. Sabe que podía ser que usted se enojara con ella por ayudarla con el trabajo dificil, cansado , pero quiere que la tranquilice diciendole que ella va a estar bien. En sus propias palabras, puede ser que yo esté vieja y levemente excedida de peso, pero todavía tengo la fuerza y el vigor de un luchador de sumo.” Se rió entre dientes.
“Bueno.” Bette rió. Como si pudiera discutir con Sonja. Estaban solamente a algunos pies lejos de la entrada del edificio de oficinas cuando la puerta de cristal se abrió y un hombre joven de cabello corto, grasiento de veintitantos años salió y se acercó a ellos.
“¡Hey Joe!” James dijo en voz alta, caminando hacia el hombre, alcanzando su mano y agarrandola en un apretón de manos firme.
“James.” El hombre saludó detrás, procediendo a entablar una pequeña charla con su amigo, todo el rato robando vistazos en la morena imponente que se coloca algunos pies detrás de su compinche de golf y vecino anterior.
Bette amartilló su cabeza al lado mientras estudiaba al individuo que hablaba con James. ¿Este es el gran Joe? Rascó su barbilla pensativa. Estoy segura como el infierno que no se parece a las caricaturas alrededor de este lugar, murmuró mientras miraba el cartel enorme grabado en la ventana que mostraba a un hombre enorme, musculoso en ropa deportiva. Miró al Joe verdadero y sofocó una risa. El individuo no sólo era flaco, sino que también - probablemente no era más alto que 5 ' 5 ''. ¿Me pregunto cómo consiguió el sobrenombre de gran Joe? Reflexionaba. Automáticamente, sus ojos se lanzaron hacia abajo al bulto enorme en los pantalones del individuo. “Oh.” Exclamó en la comprensión. Parece que las cosas grandes vienen realmente en pequeños paquetes, desvió rápidamente sus ojos para pararse de papar moscas. La última cosa que quería era que la pescaran mirando fijamente en la entrepierna de un individuo.
“Ésta es mi jefe, Bette Porter.” James señaló a Bette y caminó lejos para hacer las presentaciones necesarias. “Srta. Bette, éste es Joey “El gran Joe ” Nelson. Es un buen amigo mío. Tiene solamente 27 pero posee una de las concesionarias de coches más acertada de California.” Indicó orgulloso.
“Me da gusto conocerte gran Joe.” Bette sonrió mientras sacudía la mano con el individuo. Arqueó una ceja sorprendida cuando el hombre procedió a apretarla un poco inadecuadamente y a mirar de soslayo en ella. Tan pronto como Bette hubiera recuperado su mano, discretamente la limpió en la parte posterior de sus pantalones vaqueros - eliminando los rastros de la palma sudorosa del hombre de su piel.
“Por favor, llamame GJ.” El individuo guiñó sugestivo, Bette se defendió ante el impulso de vociferar en su insinuacíon sexual obvia. El individuo incluso no ocultaba el hecho de que se la comía con los ojos. Bette se deslumbró en él, molesta obviamente con la atención indeseada.
James miró el intercambio silencioso con los ojos preocupados, si no intervenía pronto, Bette terminaría por arruinar la única razón por la que su amigo ganó el apodo de “grande” en primer lugar. “¿Ahora podemos ver el coche?” Despejó su garganta para llamar la atención violentamente del hombre impresionado. Tan pronto como Joe lo mirara, él le tiró un fulgor amonestador. Se inclinó adelante y susurró airadamente, cerciorándose de que Bette no lo oyera. “Manten tus bolas quietas, necio. El acoso a una Porter es un movimiento muy malo y estúpido - personalmente y para el negocio . ¿Quieres que su padre saque su inversión de tu changarro cabrón” Amonestó a su amigo. Se retiró y sonrió indiferente mientras Joe articulaba sus disculpas.
“Las llaves.” Joe metió la mano dentro de su bolsillo delantero y pescó un juego de llaves. “Aquí tienes. Sabes donde está, ¿verdad?” Miró a James avergonzado. “Yo uh. tengo que hacer algunas llamadas dentro de mi oficina. Me avisas cuando terminen.” Lanzó las llaves en James e hizo una salida precipitada.
“Grande.” Bette rodó sus ojos tan pronto como Joe desapareciera dentro de su oficina.
“Lo siento.” James masculló apenado. “Debí haberle advertido, este individuo se lanza en cada uno con--”
“¿Boobs?” Bette acabó.
“Exacto.” James suspiró. “Pero haciendo a un lado ese detalle, él es un individuo confiable y honesto cuando se trata de vender coches. Él nos dio un precio muy bueno. No creo que cualquier otra agencia de coches en LA podría igualar el precio que nos dio con la cantidad de arreglos que ha hecho con el coche.” Aclaró mientras giraba las llaves alrededor de su dedo.
“Está bien. Entonces ¿donde está?” Bette preguntó mientras se colocaban ante el mar de coches a estrenar y de segunda mano, el sol golpeaba las etiquetas engomadas verdes de neón en los parabrisas y lastimaba sus ojos.
“Está dentro del garage.” James señaló al pequeño almacén en la esquina de la agencia y comenzó a caminar hacia el, excitado y un poco asustado por demostrarle a Bette su nuevo coche.
“¿Cómo está el kilometraje de gas en esa cosa?” Bette investigó, absteniéndose de robar un vistazo en el convertible Saab 9-3 de $40.000 hacia su izquierda. Le había prometido a Tina que no haría una compra ostentosa y que conseguiría un coche de seguna mano y práctico. Desafortunadamente para ella sin embargo, eso significaba solamente que no iba a conducir nada más que un vehículo estándar, normal. Eso era algo que le era difícil de tratar. Estaba acostumbrada a conducir bellezas completas - pero ahora tendría que conformarse con un carro simple; definitivamente una píldora amarga de tragar. Estaba tan alegre cuando James intervino y ofreció sus servicios, por lo menos él no sería demasiado exigente. Ella hubiera terminando probablemente rechazando cada coche u o que viera si hacía la compra sola.
“mpg 28.” James contestó.
“Aceptable. ¿Y la velocidad áxima?” Bette continuó.
“125 mph.” James sonrió.
“Bastante decente.” Bette movió su cabeza en la aprobación. “¿Cuánto pagaste por él?” Preguntó. Ella le dio a James su presupuesto de $5.000 hace algunos días, confiándole enteramente esa tarea importante.
“$3.900. Es prácticamente una ganga, definitivamente un robo.” James contestó orgulloso. “Joe tenía el coche desde hace mucho tiempo, era de su tío en Vermont. Y Comenzó a arreglarlo hace apenas algunas semanas. Le ha metido mano a casi todo excepto el trabajo de pintura.” Explicó. “Examiné el coche el otro día y le pedí que no tocara la pintura. Es perfecta de la manera que es.” Sonrió ocultamente, parando por la puerta de madera del garage y torciendo la perilla.
“Si tu lo dices enctonces.” Bette suspiró, caminando delante de James mientras el individuo sostenía la puerta abierta para ella.
“Allí está.” James movió de un tirón el interruptor al lado de la puerta y bañó el cuarto con la luz blanca.
“¿Donde?” Bette arrugó su frenteconfundida mientras azotaba su cabeza de lado a lado. Todo lo que podía ver eran algunas herramientas eléctricas, un apilado de llantas gastadas, porciones y porciones de grasa y artefactos y. y. y. oh cogida santa. Los ojos de Bette se ensancharon en choque.
“¡Jesucristo!” Bette exclamó impactada, mirando fijamente en el coche delante de ella. “¿Quién mierdas es este tío gran Joe? ¡¿Austin Powers?!” Agitó una mano horrorizada en el escarabajo de Volkswagen que ahora era su coche. Le fueron dejadas las flores desordenadas, los corazones y las etiquetas autoadheribles color-caramelo de la paz. “Oh dios.” Gimió, no era demasiado tarde para conseguir un reembolso ¿verdad?
James hizo muecas avergonzado, contaba con esta reacción de Bette. Mientras la muchacha hacía muecas ante la vista del coche ante ellos, decidió alzar la voz y defender su opción de vehículo. “Sé que el trabajo de pintura tarda un cierto tiempo para acostumbrarse, pero creame, él es perfecto para la vecindad en la que está viviendo. ¿Quién querría robar un coche que se mira tan divertido? Solo con ver la fachada los ladrones probablemente rechazarían dar una mirada furtiva a los interiores restaurados y muy mejorados.” Intentó razonar ante una Bette perturbada. Más su papá ha pagado una cantidad fuerte para conseguir que algunos expertos hicieran a prueba de balas esta pequeña cosa, agregó dentro de su cabeza. “Oí que este coche fué pintado por un pintor muy talentoso durante la revolución del amor. Esta cosa era considerada desde entonces como un coche del arte.”
“¡¿Un coche del arte?!” Bette repitió incrédula. “¡Esto es un coche de mierda hippie!” Farfulló iracunda. “¿Esta cosa viene con las playeras psicodélicas, morfina, el lsd y la mala hierba?” Se burló sarcástica.
“No, por supuesto que no.” James cambió de puesto incómodo. ¿Lo odia realmente? ¿No está enojada, o si?” Preguntó en una pequeña voz.
“¿Enojada?!” Bette rió desagradable. “¡Estoy tan furiosa con eso que podría afeitar tus patillas con mis uñas!” Rabió en James, haciendo que el chico pusiera por instinto sus manos en sus patillas protector. “Arg.” Bette silbó, dando vuelta en sus talones y pisando fuerte hacia la puerta.
“Srta. Bette, espere un minuto.” James corrió delante de Bette y bloqueó la trayectoria de la muchacha hacia la salida. “Por favor, tan solo mire en el coche por un segundo.” Le pidió a su joven jefe. “Heche una ojeada buena al coche. Mire más allá de las flores y de las muestras de paz. ¿Qué ve?” Dio vuelta lentamente a Bette alrededor para hacer frente al coche, sus manos se reclinaban sobre sus hombros, colocándose correctas detrás de ella y manteniéndola en su lugar.
“Una triste víctima del movimiento hippie.” Bette rodó sus ojos. Detrás de ella, podía oír a James abogar otra vez, así que contra su mejor juicio, cedió a la petición del pobre individuo. “Veamos.” Surcó su frente en concentración profunda, intentando difícilmente imaginarse el coche sin los rastros de la locura del poder de la flor entera de los últimos años 60 que la cubrían.Claramente, es un Volkswagen. Es blanco. Es de dos puertas. Tiene un sistema agradable de ruedas. Y él. Mierda santa, sus cejas tiraron para arriba sorprendida. Si no estaba confundida, este modelo era especial. Era apenas como los que ella vio en las demostraciones de coches. “¿Un Karmann Beetle Cabriolet ?” Respiró maravillada, mirando detrás a James para ver si había conjeturado correctamente.
James explotó en una mueca. Cualquier adolescente normal diría que el coche no era nada más que un escarabajo viejo de Volkswagen, solamente que no su ama amante de los coches. “Buen ojo jefa. Es un modelo 1967.” Indicó, orgulloso de su hallazgo. Él sabía que un coche especial de los años 60 conseguiría la atención de la muchacha. Si las estampas la apagaban, el señuelo de un coche clásico la persuadiría quizá.
Bette caminó al coche y lo examinó cuidadosamente. “¿Cómo puede esta cosa correr a 125 mph?” Bette rascó su cabeza maravillada, el coche parecía lento y moriría cuando lo subieras a cincuenta.
James sonrió con conocimiento mientras caminaba hacia la parte posterior del escarabajo y abrió la cajuela. “Revise esto.” Le indicó a la adolescente, caminando a un lado para dejar que Bette mirara más atenta en el motor.
“Que no parece un motor 1967.” Bette se maravilló, asombrada totalmente del diseño moderno del motor, no era como los que vio en las demostraciones de coche.
James se rió entre dientes. “Es porque fué modificado extensivamente más allá del reconocimiento. Joe lo revisó a fondo y substituyó algunas piezas por nuevas. La mayor parte de los cambios que realizó mejoraron su estabilidad considerablemente y disminuyeron el factor ruido absolutamente.” Explicó cuando Bette cabeceó y sonrió elogiosa. Dió una vuelta al lado del coche y abrió la puerta del conductor para Bette. “Tome asiento. Eche una ojeada en los interiores.” Sonrió mientras agitaba su mano hacia el interior del coche. Bette dejó de examinar el motor y entró en el vehículo.
“Dulce.” Bette silbó, James rió, emocionado totalmente por su reacción. Las manos de Bette viajaron por toda la longitud de los asientos tapizados de piel, revelando la suavidad que sentía. “Muy agradable.” Mordió su labio cuando vio el tablero de instrumentos y notó el sistema de GPS y la radio basada en satélites que habían instalado. Este pequeño coche antiguo fue cargado con los chismes modernos. Puede ser que sea condenadamente feo en el exterior, pero era definitivamente una gema en el interior. “¿Estás seguro que esto cuesta solamente $3.900?”
“Yep. Le dije que es un robo.” James sonrió. “¿Quiere sacarlo para dar una vuelta?” Le dio a Bette las llaves y sonrió. Abrió las puertas grandes del garage antes de incorporarse en el asiento de pasajero del escarabajo florido. Condujeron alrededor de la cuadra un par de veces en silencio, no se oyó ningún sonido aparte del ronroneo suave del motor y los roncos ocasionales de Bette en la aprobación. Naturalmente, el coche llamó un poco la atención, pero después del quinto espectador curioso, Bette pareció bloquearlos totalmente.
“¿Entonces qué piensa, Srta. Bette?” James preguntó a su jefe mientras conducían de regreso a la agencia de coches.
Bette suspiró. “Okay bueno, me convenciste. Me gusta el coche.” Se aplacó.
“¡Bien!” James aplaudió triunfal.
“Pero tan pronto como Tina y yo nos graduemos y nos mudemos de nuestra cueva, esta cosa consigue un nuevo trabajo de pintura.” Bette murmuró mientras James salía del coche para compartir las buenas noticias con un Joe ansioso y llamar a un Melvin preocupado. Hablando de Tina, Bette miró abajo su reloj y sonrió. Era solamente la una y cuarto. Tenía bastante tiempo para comer el almuerzo con James y estallar dentro de Redwind luego.
Academia de Redwind. Hora de salida.
“¡Ouch! ¡Rayos!” Tina se enfurruñó mientras un par de estudiantes de segundo año simples corrieron casi encima de ella y de algunas otras estudiantes desafortunadas mientras iban a la salida del edificio principal. Una lluvia de maldiciones fue lanzada hacia las estudiantes desbocadas mientras los libros y las mochilas caían dispersos en el piso a su paso. “Ni siquiera una sola disculpa.” Tina murmuró molesta cuando frotó su brazo dolorido, una consecuencia de ser empujada violentamente hacia los armarios por los imprudentes estudiantes.
“Oh mi dios, esas perras fueron afortunadas.” Oyó a una de las víctimas del atropello y fuga al lado de ella que susurraba misteriosa a su compañera. Tina robó un vistazo lateral rápido en la muchacha y la reconoció por ser una las jugadoras estrella del pelotón de voleibol de la escuela. La spike alta discretamente señaló hacia Tina con su cabeza y continuó. “Si Bette Porter estuviera aquí, todas estarían muertas.” Agregó con un estremecimiento, su amiga cabeceó por consiguiente y las dos reasumieron su caminata hacia la salida.
“Correcto maldita.” Tina masculló para si, conviniendo silenciosamente con la muchacha. Si su novia sobreprotectora estuviera aquí, se les iría encima a esas muchachas con un coche. Se rió entre dientes malvada ante el mórbido pensamiento.
Tan pronto como se acercó a la salida del edificio, una vista extraña la saludó. Generalmente, las estudiantes se apresuraban a sus coches en cuanto la campana sonaba, ansiosas por no permanecer un minuto más en escuela. Pero ahora, parecía que una parte del cuerpo de estudiantes decidieron permanecer más tiempo generando el desorden en el patio, sin hacer nada y colocándose alrededor aparentemente sin objetivo. “H .” Entrecerró sus ojos cuando notó que el pequeño grupo de estudiantes de segundo año que habían pasado corriendo hace algunos momentos se habían quedado ahí paradas. ¿Qué no tenían tanta prisa por irse? Entrecerró sus ojos sospechosa. Había algo que apestaba. Dentro de su mente, una bombilla se encendió. A través de sus cuatro años en Redwind, había solamente una cosa que hacía que las estudiantes actuaran extrañas y fuera de carácter.
F4.
Específicamente, Bette Porter.
“Lo sabía.” Tina no pudo evitar la sonrisa que se formó en su cara cuando alcanzó a distinguir una cabeza muy familiar que se meneaba arriba y abajo , intentando ver más allá de la multiplicidad de cabezas que bloqueaban su vista de las puertas principales. Sofocó una risa cuando cogió la mirada enfadada en la cara de su novia, Bette se enfadaba claramente por la muchedumbre gruesa que se había formado alrededor de ella. Tina sabía que la mayor parte de las estudiantes enloquecidas-por-Bette habían estado buscando al líder ausente de 4F todo el dia, ella no era claramente la única persona que extrañaba a la morena. Entonces realmente, no debía estar sorprendida de pescar a las admiradoras de su novia intentando discretamente - pero fallando gravemente - colgar alrededor de Bette durante algún tiempo tan pronto como ella hubiera aparecido en el interior de Redwind. Era viernes después de todo, y necesitaban su dosis Porter antes de que la sequía de dos días que era el fin de semana rodara adentro. En el momento en que se preguntaba a qué hora la vería Bette, sus ojos se encontraron, y la expresión cruzada en la cara de Bette se derritió en una sonrisa brillante.
“¡Kennard!” Bette gritó con la fuerza de sus pulmones, asustando a las muchachas alrededor de ella con su arrebato. “¡Muévanse!” Ordenó, dividiendo los cuerpos delante de ella con su mano, no apartando sus ojos de la rubia. Vio la ceja amartillada y la sacudida de reprensión de la cabeza de Tina y tosió, recordando la petición terminante de su novia de tratar a las otras estudiantes con respeto y dar un ejemplo. “P-por favor.” Tardamudeó. “Muévanse. por favor.” Ordenó en un tono tambaleante, enyesando una sonrisa falsa en sus labios. Las estudiantes se movieron hacia atrás rápidamente lejos de ella - no porque les hubiera preguntado cortésmente, sino porque estaban asustadas y desconcertadas por el hecho de que Bette Porter dijera por favor. “Gr-gracias.” Estranguló su voz, estremeciéndose un poco por ser forzada a actuar asquerosamente agradable alrededor. Después de que el río de estudiantes se hubiera dividido y despejado su camino hacia Tina, contuvo su entusiasmo caminando enérgicamente - y no corriendo - hacia la rubia.
“¡Sorpresa, amor!” Bette exclamó mientras se inclinaba al frente y dio a Tina un beso tímido en la mejilla. “Para ti.” Dio a Tina un Slurpee enorme de sandía y guiñó. “Dejame ayudarte con eso.” Tomó la mochila de piel de la rubia y la cargó para su novia.
“Bebé gracias.” Tina sonrió sorprendida, tocada por la consideración de Bette. Puso el popote entre sus labios y tomó un sorbo sano, suspirando mientras la bebida con sabor a fruta fresca jugaba en su boca. En vez de tragar inmediatamente, movió el líquido dentro de su boca y dejó que se retrasara, disfrutando de la frialdad helada del Slurpee. Circundó un brazo alrededor de Bette libremente y comenzó a moverse junto con su novia fuera del patio. Suprimió el impulso de rodar sus ojos mientras un suspiro colectivo de celos se repetía a través del espacio.
“¿Cómo estuvo la clase?”
“Aburrida.” Tina contestó verazmente.
“¿Porque no estaba allí?” Bette susurró modesta.
“No.” Tina mintió.
“Sí como no. Puedo decir que estás mintiendo.”
“¿Oh realmente?”
“Sí. Eres muy mala mentirosa Kennard. Puedo ver muy bien a través de ti.” Bette sonrió, besando la tapa de la cabeza de Tina mientras la rubia contestaba “hmph” y sorbió en su bebida. “Hey, ¿viste a Sam hoy?” Bette preguntó mientras las dirigía hacia el estacionamiento cerca del campo de fútbol. Tina se atoró con la pregunta de Bette, haciendo que algunas gotas de la bebida se escaparan de sus labios. “Mierda, lo siento tanto. Te traje el sabor incorrecto, ¿no es así? Sabía que te gustaba más de fresa.” Bette mordió ansiosamente su labio más bajo mientras le daba a Tina la servilleta que vino con la bebida fría.
“No No No.” Tina sacudió su cabeza, limpiando su boca. “Amo esto. Tragué demasiado rápido, eso es todo.” Tranquilizó a la morena con una sonrisa y un picorete apacible en los labios.
“Está bien.” Bette cabeceó, moviendo rápidamente su cabeza para poner otro beso rápido en la esquina de los labios de Tina. Directa donde una gota perdida de la bebida se había quedado. “¿Entonces viste a Sam?” Repitió su pregunta tan pronto como se retirara.
“Sí.” Tina suspiró, masticando en el extremo de su popote. Ningún punto en ocultar la verdad, no cuando su novia demanda tener una capacidad misteriosa de decir cuándo está fanfarroneando.
“¿Parecía tremenda? Quiero decir, ¿se miraba un poco fuera de si?” Bette presionó.
Tina movió su cabeza. “Parece estar absolutamente deprimida. Algo que ver con Helena, pienso.” Tomó un trago sano de su bebida y lo tragó nerviosa. No quería meter a Sam en apuros, pero sabía que si Bette le preguntaba acerca de su conversación con Sam, lo tendría que soltar inmediatamente.
“Sí.” Bette suspiró. “Estuve con Helena esta mañana. Me dijo lo que pasó con ella y Sam anoche. Fué bastante malo. Pobre Sammy.”
“¿Es sobre el nuevo trabajo de Helena?”
“Eso y más.” Bette masticó en su labio más bajo. “Te diré todo sobre eso en nuestro camino al planeta. Pero solo voy a dejarte ahí, quiero ver cómo está Sam. Voy a ir a buscarla. Regresaré antes de que termine tu turno.”
“Está bien.” Tina cabeceó muda. “Porqué no vas a su casa primero, Sam me dijo esta mañana que se dirigía a casa.” Sugirió a su novia. Espera un minuto, un pensamiento amaneció en ella. “Oh mi dios, se deslizó totalmente de mi mente! ¿Conseguiste tu nuevo coche?” Miró a Bette expectante.
“Sí.” Bette contestó vacilante. “Vamos allí ahora.” Inclinó su cabeza hacia el estacionamiento en la distancia cercana.
“¿Porqué te estacionaste hasta el final en la parte de atrás?¿Alguien tomó tu espacio reservado en frente?” Tina preguntó, sintiendose un poco preocupada por una pobre alma si ésa era la única razón por la que su novia fue forzada a estacionarse afuera. Generalmente había una firma gigante con las “BP” delante de su espacio de estacionamiento , y cada uno sabía que no se podía parar allí. Y si alguna persona ignorante decidiera utilizarlo porque la dueña estaba ausente, Bette terminaría probablemente ponchando las cuatro llantas del idiota.
“Nope.” Bette contestó rápidamente, bajando su mano para agarrar la de Tina y moviéndolas hacia adelante y hacia atrás entre sus cuerpos.
“¿Entonces por qué? Tu nunca te quedas allí. Odias caminar también lejos del edificio, un asno tan perezoso.” Tina empujó el lado de Bette y rió nerviosamente.
“Verás la razón bastante pronto.” Bette suspiró, preparándose para la tomadura de pelo inevitable que tendría que aguantar en algunos minutos. Se había estacionado hasta el final del lote para evitar la verguenza.
“Muy secreto.” Tina tomó su bebida y miró a la morena a través de la esquina de sus ojos. Tan pronto como llegaran, Bette soltó su mano y caminó delante de ella.
“Ahora antes de que reacciones violentamente, dejame solo recordarte que tu fuiste la persona que me ordenó conseguir un coche práctico.” Bette precisó cuando caminó al revés, bloqueando levemente el ángulo de visión de Tina de su coche a estrenar mientras se acercaban a el.
“Está bien.” Tina entrecerró sus ojos y tiró de Bette hacia ella, un movimiento deliberado para apartar a la morena. Su frente se contrajo cuando vio el coche “práctico” de su novia. Mierda,gimió, debía haberlo sabido mejor. “¡Porter!” Tina gritó molesta. “¿Qué hay de práctico con eso?” Señaló al cupé negro Maserati y pisó fuerte sus pies airadamente - era una niña muy enojada.
“Uh. ése no es mi coche.” Bette frotó la parte posterior de su cuello avergonzada, deseando grandemente que lo fuera. Caminó algunos pasos adelante y cabeceó hacia su Volkswagen. “Este es el mío.” Murmuró débil, mirando abajo sus pies.
“Oh.” Tina rió débil nerviosamente, desconcertada por sobre-reaccionar. Alcanzó a su novia inquieta y hechó una ojeada buena en el coche delante de ellas. “U .” Tina papó moscas en el vehículo flor-temático por algunos momentos antes de que finalmente encontrara su voz. “Es un escarabajo.” Respiró fuerte, su voz suave y airosa.
“Sí.” Bette cabeceó inquieta, jugando con el dobladillo de su blusa.
“Tiene flores.”
“Que también.” Bette exhaló en voz alta. “Está bien, no puedo soportar esto más. Dejame oírlo, explota todas las bromas del hippie y--”
“¡¡¡¡Es tan cuuttteeeeeeeeeeeee!!!” Tina gritó feliz cuando corrió hacia el coche, riendo nerviosamente mientras remontaba las etiquetas coloridas con sus dedos. Bette podía rascar solamente su cabeza confundida y la miró en el asombro completo. “He visto solamente un coche como este en la TV. Mira los detalles, son taaaaaaaan agradables.” Tina emitió, totalmente feliz de que su novia consiguiera un coche único y altamente entretenido.
“Si tu lo dices.” Bette sacudió su cabeza y masculló para si incrédula, seguro su novia tenía gustos extraños.
“¡Bebé!” Tina dijo en voz alta e indicó para que su novia se acercara. “¿Puedo nombrarlo?” Preguntó esperanzada.
Oh mierda, Bette mordió detrás un gemido. Sonrió y cabeceó, jugando junto con Tina para no destruir el entusiasmo de la rubia. “¿Cómo quieres llamarlo?” Se apoyó esperando la respuesta de Tina mientras su novia golpeaba ligeramente su barbilla en pensamiento profundo. Ningun nombre de comida chatarra, ningun nombre de comida chatarra, Bette cantó dentro de su cabeza mientras cruzaba sus dedos detrás de ella.
Tina frunció sus labios. El coche era colorido, era florido, era divertido de mirar, era alegre y agradable y completamente lindo. Espera… dulce, bonito y taaan agradable, hizo muecas de oído a oído. “¡Flor!” Exclamó feliz.
“¿Flor?” Bette miró a Tina con la confusión grabada en sus facciones.
“Tu sabes, de las chicas superpoderosas.” Tina dijo en un tono bobo, precisando lo obvio a su novia desorientada.
“¿Estás llamando mi coche como un super héroe de ojos-boludos de historieta?” Bette preguntó incrédula, incapaz de ocultar su horror por más tiempo.
“Bueno, Srta. Delicada. ¿Qué sobre el osito-cariñosito? ¿Un oso-adorable-que amo?” Tina sugirió el nombre de su osito preferido.
“Oh No. ¡Rayos Kennard!, para por favor de degradar mi coche. No es su culpa que fue violado de manera tan patética con los años 60.” Bette respondió detrás.
“Solamente que un coche colorido merece un nombre colorido.” Tina gimoteó, poniendo una mano en sus caderas y poniendo mala cara en Bette, retando a su novia a discrepar.
“Bien.” Bette suspiró, cediendo fácilmente. Ésta era otra guerra que sabía que nunca podría ganar. “Sugiere algunos nombres más entonces escogeremos juntas.” Caminó encima al lado del pasajero y abrió la puerta para su novia. Ayudó a una Tina pensativa a entrar y colocó su mochila en el espacio minúsculo entre sus asientos. Arrastrando sus pies en su camino, dio vuelta alrededor del coche y se incorporó en el asiento del conductor. “Muy bien, podemos seguir.” Exhaló en voz alta mientras insertaba la llave en la ignición y encendió el coche.
“Tinky Winky?”
“¡¿Teletubbies?!”
“¡Yep! ¿Dipsy?”
“Por favor. No.”
“La-La?”
“Dejame adivinar, ¿Po?”
“Nope. El pequeño individuo rojo me asusta un poco.”
“Oh.”
“¿Grover?”
“De ninguna manera. Él me irrita.”
“Está bien, ¿qué sobre Ernie?”
“Nope. ¿Bert?”
“Sabes, tenía una sensación que podía ser que sugirieras a ese pequeño individuo gruñón.”
“¿Bert? Él no es gruñón. Apenas lo entienden mal.”
“¡Y él tiene una ceja!”
“Está bien, ahora estás siendo mala.”
“Solo menciono hechos. De todas formas, bastante Plaza Sesamo. Intentemos con los Muppets esta vez. ¿Kermit?”
Resoplido . “Mi coche te odia ya. Dile Srta. Piggy y mi coche te expulsará hacia fuera en un momento.”
“Bueno. ¿Herbie?”
“También cliché.”
“Está bien. ¿Qué sobre Dee Dee?”
“¿Del laboratorio de Dexter?”
“Es linda.”
“No, es tonta.”
“Sí, solamente que es también colorida y rubia. Sabes que te gustan las rubias.”
Suspiro. “Bueno. Dee Dee es. Pero tenemos que prometer. En público, nos referiremos a este coche como D o apenas doble D.. Nada de decirle a alguien mas lo que significa DD , ¿okay?”
“Está bien, entiendo. Hey bebé.”
“¿Hm?”
“¿Puedes enseñarme cómo conducir a Dee Dee?”
“…”
“¿Porter?”
“Un paso a la vez, amor. Un paso a la vez.”
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“Me pregunto porqué no caí enamorada de ti antes. Tina. Yo. Debí haber caído para ti en lugar de otra.”
Qué pudo haber sido, qué debió haber sido, es mejor que las cosas las guardes para ti a que las digas en voz alta. No puedes hacer nada para cambiar el pasado, y el lamentarte no hará que altere el presente.
I should have..
Fallen..
For you..
Instead..
Las palabras que cayeron de los labios de Sam fueron cogidas por el viento y llevadas a los oídos vacilantes y poco dispuestos de Tina. Y por un segundo efímero, todo entró en una parada. Y el único sonido que fue oído fue una parada repentina del latido del corazón, seguido de cerca por una sucesión de latidos más rápidos y ruidosos con cada momento que pasaba.
Los ojos de la rubia se ensancharon en choque, su boca cayó abierta; Las palabras de Sam entraron a través de su cráneo y la atontaron dejándola muda. La pequeña voz de la razón dentro de su cabeza comenzó a gritar en alta voz e incesantemente, diciéndole que si quería parar las cosas antes de que se pusieran feas, ahora era el momento perfecto de meter los frenos. Era bastante malo que se sintiera poderosamente culpable por permitir que Sam la abrazara cuando sabía que a Bette le importaría, la sola audición de esas palabras profundizaban su culpabilidad y rasgaban su conciencia. Entonces queriendo recuperarse de su parálisis, se dio de patadas en su cerebro y se agrupó. Tina colocó sus manos que se sacudían entre sus cuerpos para actuar como barrera, cualquier cosa que mantuviera la más mínima distancia entre ellas y facilitara la presión del cuerpo presionado de Sam contra ella.
“Tina, porqué lo hice.”
“Sam.” Tina advirtió, parando a la muchacha antes de que pudiera decir más palabras perjudiciales. Podía sentir el suspiro trigueño, su respiración caliente que golpeaba su cuello haciéndola sentir incómoda. “Sam, suéltame por favor.” Tina abogó , empujando suavemente a la muchacha lejos e intentando salir del apretón de Sam. La morena, aún ajena su malestar y un poco preocupada también con su propio dolor, continuó sosteniéndola firmemente, rechazando ceder una pulgada.
“Debí tener.”
“¡Sam!” Tina gritó, interrumpiendo a la muchacha una vez más. Su arrebato violento repentino finalmente le consiguió la atención de la amiga, y para su alivio, Sam se retiró un poco para mirarla. “Sueltame por favor.” Tina repitió su súplica. “La última vez que nos abrazamos, todo el infierno se rompió duramente. Y creo que sabes que si las noticias de esto alcanzan a mi novia, no seré yo la que termine toda fangosa y contusionada en medio del campo de fútbol – tú serás. Por todo lo que sabes, Bette resucitará su querido juego de tiranizar - dios sabe que a los estudiantes aburridos les hace falta - y por primera vez en la historia, le darán una etiqueta roja a otro miembro de 4F.” Intentó razonar con la muchacha. Esta vez, los ojos de Sam osciló en la comprensión, finalmente permitiéndose escuchar las palabras de Tina. “No sé qué está incorrecto contigo hoy pero por favor, tienes que dejar de decir absurdos. Estoy segura que cuando comiences a pensar correctamente otra vez, las cosas que acabas de decir terminarán en primer lugar en tu lista larga de pesares también.” Tina continuó, sintiendo que el apretón de Sam se aflojaba . “Sam, tu amas a Helena. Lo has hecho siempre, siempre. Ésa es la razón por la que nunca te fijaste en mi - o en cualquie otra muchacha, para esa materia - de una manera romántica. No te engañes por favor con pensamientos de las cosas que no estaban destinadas para ser - no sucedieron porque nunca fue lo que quiso tu corazón en primer lugar.” Acabó.
“Mierda.” Sam bajó sus manos y dió algunos pasos rápido lejos de la novia de su mejor amiga, sacudiéndose despierta y finalmente comprendiendo lo que había hecho. Las palabras de Tina la golpearon duro, enviando su cabeza a girar por enésima vez desde anoche. “Mierda, estoy tan apenada Tina. Eso fué--”
“¿Imprudente?” Tina proveyó.
“Y estúpido.” Sam agregó. Pellizcó el puente de su nariz y cerró los ojos, sintiendo una jaqueca comenzar a desarrollarse. “¿Qué pensaba? Tener mi corazón roto no me da una excusa para romper el de Bette también.” Masculló bajo su respiración, haciendo frente lejos de Tina; desconcertada y horrorizada por sus acciones egoístas para hacer frente también a la mirada de la muchacha. “Te dije que el pesar es una perra. Parece que mis “qué hubiera” me metieron en un maldito apuro ahora.” Suspiró amargamente, sintiendo como había complicado las cosas para si y para cada uno con su proclamación poco juiciosa.
¿Afligida? ¿Pesares? “Algo sucedió con Helena.” Tina indicó, sumando todos los indicios. Sam inhaló profundamente y cabeceó reservada, la tristeza grabada fuertemente en su joven cara. Tina miró a la morena y sintió una punzada fuerte de compasión por la muchacha. Mientras que su primer amor, bueno. Es decir el amor no correspondido, hablaba enigmáticamente con pensamientos de pesar; ella por otra parte, no tenía uno solo en su sistema. Ningun pesar, Tina sonrió internamente. ¿Cómo podría estar plagada con cuestiones de “qué hubiera” cuándo cada dolor, cada angustia y cada decepción que experimentó en el pasado la habían llevado a este punto - delirantemente feliz y contenta en los brazos de Bette? Despejó su garganta e hizo frente al campo de fútbol, guardando una distancia de seguridad entre ella y Sam. “Quieres hablar de e--”
“No.” Sam cortó, sacudiendo su cabeza. “Eventualmente.” Prometió, robando un vistazo en Tina a través de la esquina de sus ojos. “Hablaré de ella cuando esté lista. Creo que es mejor si me siento a pensar en las cosas primero antes de que comience a compartir.” Rascó su cuello avergonzada, intentando aplastar las sensaciones de malestar que burbujeaban dentro de su estómago. “No te preocupes, he aprendido mi lección. Nada sale de estos labios hasta que consiga controlar mis pensamientos y emociones.” Se rió entre dientes nerviosa, intentando hacer la luz en la torpe situación. “Lo siento realmente realmente si te puse sobre el terreno allí e hice que te sintieras incómoda de cualquier manera.” Mordió su labio más bajo y se disculpó, ruborizándose profusamente por su lío.
“Está.Bien. Ningún daño está hecho.” Tina forzó una sonrisa, intentando minimizar las cosas para facilitar el apuro de Sam un poco. No podía incluso hacer una broma y decir “lo siento, estás algunas semanas atrasada. Debiste haberte dado cuenta de esas cosas cuando estaba todavía sola”. Porque, incluso si Sam hubiera cambiado sus sensaciones y la hubiera perseguido, Tina no estaba realmente segura si la habría elegido en vez de Bette. Seguro, ella tenía ya una cosa por la morena y caer con alguien como Sam era fácil como el aire que respiraba puesto que la muchacha era muy agradable y fácil de tratar. ¿Pero eso era bastante para llenarla y para pararla de poner su atención en una Bette terriblemente persuasiva y persistente - con sus trabajos, rimas de niños, ruedas de Ferris, danishes de arándano y más tonterias? Mientras que tener gusto por Sam era fácil, caer por alguien tan altamente molesto y arrogante como Bette era definitivamente cientos de veces más difícil. Si hacía un análisis, sus emociones por las dos eran diferentes como la noche y el día. Sus sensaciones por la luz y Sam eran más o menos solo una atracción leve - atracción al misterio, a la naturaleza modesta e introvertida del miembro reservado de 4F. Mientras tanto, todo lo que sentía por la obscuridad y el matón Bette era tan intenso - el odio, la cólera, la molestia, los celos - cada emoción era sentida con una pasión que lo consumía todo. Así pues, no fue una gran sorpresa cuando finalmente se permitió caer para Bette Porter, ella bajó duro y profundamente. “Puesto que no noté a cualquier persona - específicamente una muchacha llamada Porter - hacer una pausa en el umbral cuando me abrazabas, te estoy dejando respirar tranquilamente.” Amplió un brazo y dio una palmada a la espalda de su amiga juguetónamente.
Sam soltó una pequeña risa. “Eres demasiado agradable. Creo que merezco que me digas lo que sea.” Suspiró pesarosamente. “Pienso que harías que mi sentimiento de culpabilidad disminuyera si me das un golpeteo verbal agradable. Tu sabes, aleja todos los pensamientos de pesar de mi sangre. Haría que viera la luz y esas cosas. Arranca mi cabeza con tus dientes por abrazarte. Golpeame con el pie en la tripa por decir cosas estúpidas. Arrancame mi pelo por incluso pensar en las cosas que habrían destruido a mi mejor amiga. Actuaba fuera de línea. Necesito una conferencia - reprimenda severa.” Sam continuó entusiasmada. “Por favor Tina.” Agregó suavemente, ahora era su turno de pedir.
“¿Estás segura?” Tina preguntó dudosa, mirando a la muchacha cuidadosamente. Nunca había conocido a cualquier persona que estuvira tan impaciente por conseguir un sermón. Oh bien, Sam es Sam, suspiró resignada; sabía que era mejor no intentar entender a la muchacha. “Porter dice que puedo llegar a ser temible cuando actúo toda alfa y lanzo mis sermones.” Entrecerró sus ojos y advirtió.
“Empieza anda.” Sam se rió entre dientes e hizo frente a Tina, encontrando sus ojos por primera vez desde el abrazo. “Dejame recibirlo.” Indicó a la blonde con sus manos, impulsándola a comenzar. “E incluso no pienses en refrenarte. A pesar de mi resbalón de menor importancia de hace un rato, soy una muchacha grande. Puedo soportarlo.” Bromeó.
“Está bien.” Tina exhaló en voz alta, rodando sus ojos en la morena. “Tu lo pediste.” Se burló. Y con sus brazos doblados en su pecho, comenzó a regañar y a reprender a una Sam muy receptiva. Decir que Tina la sermoneó el tiempo entero era una subestimación. Sabía que podía decirle algunas palabras fuertes, pero mirando a Sam, decidió ser firme y asertiva – tratando de levantar su estado de ánimo en vez de aplastarla. Y cuando la campana sonó señalando el final del receso, el ceño fruncido en la cara de Sam que la había plagado toda la mañana fue substituido por una sonrisa pacífica. La tristeza todavía estaba allí, pero fue entorpecido al punto que no podrías detectarlo más a menos que la miraras con mayor detenimiento. Y con eso, Sam la dió las gracias y cogió sus cosas, mascullando algo sobre dejar de esconderse e ir a casa dormir.
Tina caminó de nuevo a su sala de clase pensativa, intentando imaginar los motivos de Sam para querer un sermón. La respuesta entonces la eludió, pero durante el cuarto período, cuando se sentaba en silencio mientras su profesor de matemáticas hablaba enfrente, amaneció en ella. Sam había necesitado desesperadamente un escape a su dolor toda la mañana - los pesares y los –qué-hubiera estaban incluidos en eso. Y con diez minutos enteros de darle una conferencia despreocupada, Tina pudo darle a Sam lo que ella quería. Mirando detrás, ella no mencionó a Helena en su diatriba - no incluso una vez. Habló sobre Bette el tiempo entero – se divirtió diciéndole a Sam los diversos panoramas de lo que podía hacer su novia volátil si descubría sobre el movimiento incorrecto de Sam.
“Ella necesitaba quizá eso.” Tina masculló para si distraída, mirando fuera de la ventana sin poner ninguna atención al profesor . Quizás Sam necesitaba una suspensión temporal de su castigo al dejar de pensar en Helena - incluso si era solo por diez minutos.
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Emporio de carros del Gran Joe. Los Ángeles.
“¿Es aquí?” Helena preguntó mientras leía el letrero enorme de metal en la entrada. Se estaciónó cerca de la banqueta y miró fijamente la caricatura del Gran Joe alrededor del lugar.
“Yep.” Bette sonrió, descargando su pluma y lista de líos dentro de su monedero. “Ahí está James.” Señaló a su ayudante anterior, que estaba demasiado ocupado hablando en su teléfono móvil para notar su llegada. Técnicamente, él no trabajaba para ella más, pero el individuo todavía actuaba como si lo fuera. Todavía estaba empleado en su residencia, algo que Bette agradecía. James era demasiado bueno y leal - y no quería que él perdiera su trabajo. “Gracias por traerme Hel. ¿Estás segura que no quieres acompañarme?” Preguntó a su amiga mientras abría la puerta del coche y colocó un pie en la acera.
“Me encantaría pero no puedo.” Helena suspiró. “El deber me llama.” Encogió los hombros. En medio de su excursión de las compras, había recibido una llamada de Peggy, ordenándole volar a Nueva York el fin de semana para decidir algunas cosas transitorias en la fundación. Estuvo a punto de negarse a la orden de su madre debido a la desesperación de arreglar las cosas con Sam, pero Bette habló con ella y la hizo recuperar el sentido. Sam necesitaba un tiempo para tranquilizarse, la muchacha probablemente no aceptaría su explicación y disculpas tan rápidamente hasta que no pensara las cosas más claramente después de algunos días de reflexión.
“Está bien.” Bette cabeceó. “Te veré cuando vuelvas.” Recolectó su monedero y algunos bolsos de compras y caminó fuera del BMW de Helena.
“Hey Bette.” Helena dijo en voz alta antes de que su amiga cerrara la puerta.
“¿Sí?” Bette preguntó, mirando con fijeza detrás dentro del coche.
“Gracias por escucharme. Significó mucho para mi que pudiera hablar contigo esta mañana.” Helena admitió sinceramente.
“No hay problema. Tan solo no olvides nuestro acuerdo, ¿okay?” Bette sonrió.
“De ninguna manera.” Helena cabeceó, decidida a cumplir su palabra. “Cuidate B.”
“Tu también.” Bette cerró la puerta del coche y agitó su mano en despedida mientras Helena soltaba el freno de mano y arrancaba el coche. La muchacha más grande agitó en respuesta antes de dirigirse en dirección de su casa.
La salida de Helena logró llamar la atención de James, y al ver a Bette caminar hacia él, se despidió rápidamente y terminó la llamada. “¡Hola Srta. Bette!” Cruzó el boquete corto entre ellos y tomó los bolsos de compras de las manos de la muchacha.
“Te dije que dejaras el “ Srta.”. Solo llamame Bette.” Bette reprobó al muchacho. “Ya no soy tu jefe. Puedes llamarme por mi nombre igual que los demás.” Precisó.
James agitó su mano en rechazo. “Lo siento mucho Srta. Bette,” dijo en visible tensión. “No puedo hacer eso. Es mi manera de demostrar respeto. Y si digo la verdad, usted nunca dejará de ser mi jefe. Si me lo pregunta, es solo una cuestión de tiempo antes de que usted reclame su lugar legítimo en el PGC - y hasta entonces, todavía estaré aquí como su ayudante personal y amigo.”
“Bien. Eres convincente.” Bette rodó sus ojos y se burló, ocultando el hecho de que la declaración del individuo la tocó profundamente adentro. Lo siguió mientras se dirigían al edificio donde Joe grande tenía su oficina. “¿Cómo están las cosas en casa?” Preguntó curiosa.
“Iguales - pero solo que sin usted alrededor, la gente anda sin dirección.” James sonrió jocosamente, ganando un fulgor de la muchacha. “Oh, y su papá la extraña.” Terminó mirándola espectante , haciendo que Bette casi saliera disparada por sus propios pies.
“Sí correcto.” Bette resopló, logrando estabilizarse antes de que enterrara la cara en el pavimento. “¿Y cómo lo sabes? ¿Tuviste una conversación sincera con mi padre?” Arqueó una ceja en incredulidad.
“No.” James contestó. “Solamente que cada uno en la casa parecen compartir mi opinión. Incluso la vieja Joyce . Y usted sabe que él habla con ella más.” Agregó con una mueca astuta.
Bette suspiró profundamente. “¿Por qué? ¿Sorprendió a mi papá mirando fijamente en el espacio, llorando en mis cuadros y viejas películas caseras de cuando era niña?” Preguntó sarcástica.
“No, pero.” James sonrió ampliamente. “Lo que nos hace afirmarlo es el hecho de que él no ha dejado la mansión desde que usted se fué.”
Bette paró en sus pistas y miró a James rara. “¿No se ha ido para Nueva York todavía?” Preguntó, impactada totalmente por las noticias. Era tan extraño que su padre siendo un adicto al trabajo se retrasara en LA por ninguna razón evidente. Generalmente, no podía esperar para volar de nuevo a Nueva York así podría manejar su imperio más eficientemente desde su centro de acción.
“Nope.” James sacudió su cabeza. “Joyce ha estado intentando convencerlo de volar de nuevo al HQ desde el martes. Muchas cosas han estado surgiendo que necesitan urgentemente su atención allí. Pero él ha sido firme – para la consternación de Joyce. Ella ha estado caminando alrededor de la casa con su lengua chascando más de lo normal.” Él rió, pero Bette estaba perdida también en sus propios pensamientos para acompañarlo en su alegría. “Él ha estado trabajando desde el interior de la mansión, lo que hace más difíciles las cosas en Nueva York. Él sabe esto pero aún así no cede. Si me pregunta, la ha estado extrañando gravemente y se aferra a esperar a que usted rectifique y regrese a casa.” Acabó con un encogimiento leve.
Bette frunció el ceño. “Que es inverosímil. Me estoy pegando a mi decisión, de él no estoy esperando nada.” Murmuró, reasumiendo su viaje interrumpido hacia la oficina. “Incluso no ha pasado por mi mente regresar en cualquier momento pronto. Él no debe hacer las cosas difíciles para él y la compañía debido a mí.” Agregó con tristeza. ¿Por qué su papá tenía que dar muestras de preocuparse por ella DESPUÉS DE QUE ella se fuera? ¿Había tenido que abandonar realmente su casa para hacer que él la valorara? Se quejó molesta, enojada por las oportunidades perdidas de vinculación entre padre-hija en el pasado.
James sintió que el humor de la joven muchacha daba vuelta a amargo así que cambió precipitadamente el tema. “Uh. Sonja llamó hace algunos minutos. Ella era la que hablaba conmigo cuando usted llegó.” Comentó.
“¿Sí? ¿Cómo está ?” La voz de Bette se ablandó considerablemente.
“Ella está muy bien. Sé que usted habla con ella regularmente, pero ella parece creer que una llamada de teléfono al día no es bastante. Pienso que está planeando decirle sobre eso mañana. Está muy emocionada de verla.” James se rió entre dientes. Sonja, reducida a un viejo montón de sonidos melodramáticos, recurría abatida la mansión desde que Bette se fuera, y sus únicas alegrías habían sido las conversaciones de quince minutos que tenía con su pequeña Bette cada noche. Era triste y un poco divertido al mismo tiempo.
“¿Realmente? ¿Va a visitarme mañana?” Bette se animó.
“Sí. Quería que le dijera que le dieron permiso para ir el fin de semana. Va de de visita a su apartamento para ayudarnos con las renovaciones.” James explicó, vio que Bette estaba lista para protestar así que levantó un dedo para pararla. “También me pidió que le dijera que no se preocupara por ella. Sabe que podía ser que usted se enojara con ella por ayudarla con el trabajo dificil, cansado , pero quiere que la tranquilice diciendole que ella va a estar bien. En sus propias palabras, puede ser que yo esté vieja y levemente excedida de peso, pero todavía tengo la fuerza y el vigor de un luchador de sumo.” Se rió entre dientes.
“Bueno.” Bette rió. Como si pudiera discutir con Sonja. Estaban solamente a algunos pies lejos de la entrada del edificio de oficinas cuando la puerta de cristal se abrió y un hombre joven de cabello corto, grasiento de veintitantos años salió y se acercó a ellos.
“¡Hey Joe!” James dijo en voz alta, caminando hacia el hombre, alcanzando su mano y agarrandola en un apretón de manos firme.
“James.” El hombre saludó detrás, procediendo a entablar una pequeña charla con su amigo, todo el rato robando vistazos en la morena imponente que se coloca algunos pies detrás de su compinche de golf y vecino anterior.
Bette amartilló su cabeza al lado mientras estudiaba al individuo que hablaba con James. ¿Este es el gran Joe? Rascó su barbilla pensativa. Estoy segura como el infierno que no se parece a las caricaturas alrededor de este lugar, murmuró mientras miraba el cartel enorme grabado en la ventana que mostraba a un hombre enorme, musculoso en ropa deportiva. Miró al Joe verdadero y sofocó una risa. El individuo no sólo era flaco, sino que también - probablemente no era más alto que 5 ' 5 ''. ¿Me pregunto cómo consiguió el sobrenombre de gran Joe? Reflexionaba. Automáticamente, sus ojos se lanzaron hacia abajo al bulto enorme en los pantalones del individuo. “Oh.” Exclamó en la comprensión. Parece que las cosas grandes vienen realmente en pequeños paquetes, desvió rápidamente sus ojos para pararse de papar moscas. La última cosa que quería era que la pescaran mirando fijamente en la entrepierna de un individuo.
“Ésta es mi jefe, Bette Porter.” James señaló a Bette y caminó lejos para hacer las presentaciones necesarias. “Srta. Bette, éste es Joey “El gran Joe ” Nelson. Es un buen amigo mío. Tiene solamente 27 pero posee una de las concesionarias de coches más acertada de California.” Indicó orgulloso.
“Me da gusto conocerte gran Joe.” Bette sonrió mientras sacudía la mano con el individuo. Arqueó una ceja sorprendida cuando el hombre procedió a apretarla un poco inadecuadamente y a mirar de soslayo en ella. Tan pronto como Bette hubiera recuperado su mano, discretamente la limpió en la parte posterior de sus pantalones vaqueros - eliminando los rastros de la palma sudorosa del hombre de su piel.
“Por favor, llamame GJ.” El individuo guiñó sugestivo, Bette se defendió ante el impulso de vociferar en su insinuacíon sexual obvia. El individuo incluso no ocultaba el hecho de que se la comía con los ojos. Bette se deslumbró en él, molesta obviamente con la atención indeseada.
James miró el intercambio silencioso con los ojos preocupados, si no intervenía pronto, Bette terminaría por arruinar la única razón por la que su amigo ganó el apodo de “grande” en primer lugar. “¿Ahora podemos ver el coche?” Despejó su garganta para llamar la atención violentamente del hombre impresionado. Tan pronto como Joe lo mirara, él le tiró un fulgor amonestador. Se inclinó adelante y susurró airadamente, cerciorándose de que Bette no lo oyera. “Manten tus bolas quietas, necio. El acoso a una Porter es un movimiento muy malo y estúpido - personalmente y para el negocio . ¿Quieres que su padre saque su inversión de tu changarro cabrón” Amonestó a su amigo. Se retiró y sonrió indiferente mientras Joe articulaba sus disculpas.
“Las llaves.” Joe metió la mano dentro de su bolsillo delantero y pescó un juego de llaves. “Aquí tienes. Sabes donde está, ¿verdad?” Miró a James avergonzado. “Yo uh. tengo que hacer algunas llamadas dentro de mi oficina. Me avisas cuando terminen.” Lanzó las llaves en James e hizo una salida precipitada.
“Grande.” Bette rodó sus ojos tan pronto como Joe desapareciera dentro de su oficina.
“Lo siento.” James masculló apenado. “Debí haberle advertido, este individuo se lanza en cada uno con--”
“¿Boobs?” Bette acabó.
“Exacto.” James suspiró. “Pero haciendo a un lado ese detalle, él es un individuo confiable y honesto cuando se trata de vender coches. Él nos dio un precio muy bueno. No creo que cualquier otra agencia de coches en LA podría igualar el precio que nos dio con la cantidad de arreglos que ha hecho con el coche.” Aclaró mientras giraba las llaves alrededor de su dedo.
“Está bien. Entonces ¿donde está?” Bette preguntó mientras se colocaban ante el mar de coches a estrenar y de segunda mano, el sol golpeaba las etiquetas engomadas verdes de neón en los parabrisas y lastimaba sus ojos.
“Está dentro del garage.” James señaló al pequeño almacén en la esquina de la agencia y comenzó a caminar hacia el, excitado y un poco asustado por demostrarle a Bette su nuevo coche.
“¿Cómo está el kilometraje de gas en esa cosa?” Bette investigó, absteniéndose de robar un vistazo en el convertible Saab 9-3 de $40.000 hacia su izquierda. Le había prometido a Tina que no haría una compra ostentosa y que conseguiría un coche de seguna mano y práctico. Desafortunadamente para ella sin embargo, eso significaba solamente que no iba a conducir nada más que un vehículo estándar, normal. Eso era algo que le era difícil de tratar. Estaba acostumbrada a conducir bellezas completas - pero ahora tendría que conformarse con un carro simple; definitivamente una píldora amarga de tragar. Estaba tan alegre cuando James intervino y ofreció sus servicios, por lo menos él no sería demasiado exigente. Ella hubiera terminando probablemente rechazando cada coche u o que viera si hacía la compra sola.
“mpg 28.” James contestó.
“Aceptable. ¿Y la velocidad áxima?” Bette continuó.
“125 mph.” James sonrió.
“Bastante decente.” Bette movió su cabeza en la aprobación. “¿Cuánto pagaste por él?” Preguntó. Ella le dio a James su presupuesto de $5.000 hace algunos días, confiándole enteramente esa tarea importante.
“$3.900. Es prácticamente una ganga, definitivamente un robo.” James contestó orgulloso. “Joe tenía el coche desde hace mucho tiempo, era de su tío en Vermont. Y Comenzó a arreglarlo hace apenas algunas semanas. Le ha metido mano a casi todo excepto el trabajo de pintura.” Explicó. “Examiné el coche el otro día y le pedí que no tocara la pintura. Es perfecta de la manera que es.” Sonrió ocultamente, parando por la puerta de madera del garage y torciendo la perilla.
“Si tu lo dices enctonces.” Bette suspiró, caminando delante de James mientras el individuo sostenía la puerta abierta para ella.
“Allí está.” James movió de un tirón el interruptor al lado de la puerta y bañó el cuarto con la luz blanca.
“¿Donde?” Bette arrugó su frenteconfundida mientras azotaba su cabeza de lado a lado. Todo lo que podía ver eran algunas herramientas eléctricas, un apilado de llantas gastadas, porciones y porciones de grasa y artefactos y. y. y. oh cogida santa. Los ojos de Bette se ensancharon en choque.
“¡Jesucristo!” Bette exclamó impactada, mirando fijamente en el coche delante de ella. “¿Quién mierdas es este tío gran Joe? ¡¿Austin Powers?!” Agitó una mano horrorizada en el escarabajo de Volkswagen que ahora era su coche. Le fueron dejadas las flores desordenadas, los corazones y las etiquetas autoadheribles color-caramelo de la paz. “Oh dios.” Gimió, no era demasiado tarde para conseguir un reembolso ¿verdad?
James hizo muecas avergonzado, contaba con esta reacción de Bette. Mientras la muchacha hacía muecas ante la vista del coche ante ellos, decidió alzar la voz y defender su opción de vehículo. “Sé que el trabajo de pintura tarda un cierto tiempo para acostumbrarse, pero creame, él es perfecto para la vecindad en la que está viviendo. ¿Quién querría robar un coche que se mira tan divertido? Solo con ver la fachada los ladrones probablemente rechazarían dar una mirada furtiva a los interiores restaurados y muy mejorados.” Intentó razonar ante una Bette perturbada. Más su papá ha pagado una cantidad fuerte para conseguir que algunos expertos hicieran a prueba de balas esta pequeña cosa, agregó dentro de su cabeza. “Oí que este coche fué pintado por un pintor muy talentoso durante la revolución del amor. Esta cosa era considerada desde entonces como un coche del arte.”
“¡¿Un coche del arte?!” Bette repitió incrédula. “¡Esto es un coche de mierda hippie!” Farfulló iracunda. “¿Esta cosa viene con las playeras psicodélicas, morfina, el lsd y la mala hierba?” Se burló sarcástica.
“No, por supuesto que no.” James cambió de puesto incómodo. ¿Lo odia realmente? ¿No está enojada, o si?” Preguntó en una pequeña voz.
“¿Enojada?!” Bette rió desagradable. “¡Estoy tan furiosa con eso que podría afeitar tus patillas con mis uñas!” Rabió en James, haciendo que el chico pusiera por instinto sus manos en sus patillas protector. “Arg.” Bette silbó, dando vuelta en sus talones y pisando fuerte hacia la puerta.
“Srta. Bette, espere un minuto.” James corrió delante de Bette y bloqueó la trayectoria de la muchacha hacia la salida. “Por favor, tan solo mire en el coche por un segundo.” Le pidió a su joven jefe. “Heche una ojeada buena al coche. Mire más allá de las flores y de las muestras de paz. ¿Qué ve?” Dio vuelta lentamente a Bette alrededor para hacer frente al coche, sus manos se reclinaban sobre sus hombros, colocándose correctas detrás de ella y manteniéndola en su lugar.
“Una triste víctima del movimiento hippie.” Bette rodó sus ojos. Detrás de ella, podía oír a James abogar otra vez, así que contra su mejor juicio, cedió a la petición del pobre individuo. “Veamos.” Surcó su frente en concentración profunda, intentando difícilmente imaginarse el coche sin los rastros de la locura del poder de la flor entera de los últimos años 60 que la cubrían.Claramente, es un Volkswagen. Es blanco. Es de dos puertas. Tiene un sistema agradable de ruedas. Y él. Mierda santa, sus cejas tiraron para arriba sorprendida. Si no estaba confundida, este modelo era especial. Era apenas como los que ella vio en las demostraciones de coches. “¿Un Karmann Beetle Cabriolet ?” Respiró maravillada, mirando detrás a James para ver si había conjeturado correctamente.
James explotó en una mueca. Cualquier adolescente normal diría que el coche no era nada más que un escarabajo viejo de Volkswagen, solamente que no su ama amante de los coches. “Buen ojo jefa. Es un modelo 1967.” Indicó, orgulloso de su hallazgo. Él sabía que un coche especial de los años 60 conseguiría la atención de la muchacha. Si las estampas la apagaban, el señuelo de un coche clásico la persuadiría quizá.
Bette caminó al coche y lo examinó cuidadosamente. “¿Cómo puede esta cosa correr a 125 mph?” Bette rascó su cabeza maravillada, el coche parecía lento y moriría cuando lo subieras a cincuenta.
James sonrió con conocimiento mientras caminaba hacia la parte posterior del escarabajo y abrió la cajuela. “Revise esto.” Le indicó a la adolescente, caminando a un lado para dejar que Bette mirara más atenta en el motor.
“Que no parece un motor 1967.” Bette se maravilló, asombrada totalmente del diseño moderno del motor, no era como los que vio en las demostraciones de coche.
James se rió entre dientes. “Es porque fué modificado extensivamente más allá del reconocimiento. Joe lo revisó a fondo y substituyó algunas piezas por nuevas. La mayor parte de los cambios que realizó mejoraron su estabilidad considerablemente y disminuyeron el factor ruido absolutamente.” Explicó cuando Bette cabeceó y sonrió elogiosa. Dió una vuelta al lado del coche y abrió la puerta del conductor para Bette. “Tome asiento. Eche una ojeada en los interiores.” Sonrió mientras agitaba su mano hacia el interior del coche. Bette dejó de examinar el motor y entró en el vehículo.
“Dulce.” Bette silbó, James rió, emocionado totalmente por su reacción. Las manos de Bette viajaron por toda la longitud de los asientos tapizados de piel, revelando la suavidad que sentía. “Muy agradable.” Mordió su labio cuando vio el tablero de instrumentos y notó el sistema de GPS y la radio basada en satélites que habían instalado. Este pequeño coche antiguo fue cargado con los chismes modernos. Puede ser que sea condenadamente feo en el exterior, pero era definitivamente una gema en el interior. “¿Estás seguro que esto cuesta solamente $3.900?”
“Yep. Le dije que es un robo.” James sonrió. “¿Quiere sacarlo para dar una vuelta?” Le dio a Bette las llaves y sonrió. Abrió las puertas grandes del garage antes de incorporarse en el asiento de pasajero del escarabajo florido. Condujeron alrededor de la cuadra un par de veces en silencio, no se oyó ningún sonido aparte del ronroneo suave del motor y los roncos ocasionales de Bette en la aprobación. Naturalmente, el coche llamó un poco la atención, pero después del quinto espectador curioso, Bette pareció bloquearlos totalmente.
“¿Entonces qué piensa, Srta. Bette?” James preguntó a su jefe mientras conducían de regreso a la agencia de coches.
Bette suspiró. “Okay bueno, me convenciste. Me gusta el coche.” Se aplacó.
“¡Bien!” James aplaudió triunfal.
“Pero tan pronto como Tina y yo nos graduemos y nos mudemos de nuestra cueva, esta cosa consigue un nuevo trabajo de pintura.” Bette murmuró mientras James salía del coche para compartir las buenas noticias con un Joe ansioso y llamar a un Melvin preocupado. Hablando de Tina, Bette miró abajo su reloj y sonrió. Era solamente la una y cuarto. Tenía bastante tiempo para comer el almuerzo con James y estallar dentro de Redwind luego.
Academia de Redwind. Hora de salida.
“¡Ouch! ¡Rayos!” Tina se enfurruñó mientras un par de estudiantes de segundo año simples corrieron casi encima de ella y de algunas otras estudiantes desafortunadas mientras iban a la salida del edificio principal. Una lluvia de maldiciones fue lanzada hacia las estudiantes desbocadas mientras los libros y las mochilas caían dispersos en el piso a su paso. “Ni siquiera una sola disculpa.” Tina murmuró molesta cuando frotó su brazo dolorido, una consecuencia de ser empujada violentamente hacia los armarios por los imprudentes estudiantes.
“Oh mi dios, esas perras fueron afortunadas.” Oyó a una de las víctimas del atropello y fuga al lado de ella que susurraba misteriosa a su compañera. Tina robó un vistazo lateral rápido en la muchacha y la reconoció por ser una las jugadoras estrella del pelotón de voleibol de la escuela. La spike alta discretamente señaló hacia Tina con su cabeza y continuó. “Si Bette Porter estuviera aquí, todas estarían muertas.” Agregó con un estremecimiento, su amiga cabeceó por consiguiente y las dos reasumieron su caminata hacia la salida.
“Correcto maldita.” Tina masculló para si, conviniendo silenciosamente con la muchacha. Si su novia sobreprotectora estuviera aquí, se les iría encima a esas muchachas con un coche. Se rió entre dientes malvada ante el mórbido pensamiento.
Tan pronto como se acercó a la salida del edificio, una vista extraña la saludó. Generalmente, las estudiantes se apresuraban a sus coches en cuanto la campana sonaba, ansiosas por no permanecer un minuto más en escuela. Pero ahora, parecía que una parte del cuerpo de estudiantes decidieron permanecer más tiempo generando el desorden en el patio, sin hacer nada y colocándose alrededor aparentemente sin objetivo. “H .” Entrecerró sus ojos cuando notó que el pequeño grupo de estudiantes de segundo año que habían pasado corriendo hace algunos momentos se habían quedado ahí paradas. ¿Qué no tenían tanta prisa por irse? Entrecerró sus ojos sospechosa. Había algo que apestaba. Dentro de su mente, una bombilla se encendió. A través de sus cuatro años en Redwind, había solamente una cosa que hacía que las estudiantes actuaran extrañas y fuera de carácter.
F4.
Específicamente, Bette Porter.
“Lo sabía.” Tina no pudo evitar la sonrisa que se formó en su cara cuando alcanzó a distinguir una cabeza muy familiar que se meneaba arriba y abajo , intentando ver más allá de la multiplicidad de cabezas que bloqueaban su vista de las puertas principales. Sofocó una risa cuando cogió la mirada enfadada en la cara de su novia, Bette se enfadaba claramente por la muchedumbre gruesa que se había formado alrededor de ella. Tina sabía que la mayor parte de las estudiantes enloquecidas-por-Bette habían estado buscando al líder ausente de 4F todo el dia, ella no era claramente la única persona que extrañaba a la morena. Entonces realmente, no debía estar sorprendida de pescar a las admiradoras de su novia intentando discretamente - pero fallando gravemente - colgar alrededor de Bette durante algún tiempo tan pronto como ella hubiera aparecido en el interior de Redwind. Era viernes después de todo, y necesitaban su dosis Porter antes de que la sequía de dos días que era el fin de semana rodara adentro. En el momento en que se preguntaba a qué hora la vería Bette, sus ojos se encontraron, y la expresión cruzada en la cara de Bette se derritió en una sonrisa brillante.
“¡Kennard!” Bette gritó con la fuerza de sus pulmones, asustando a las muchachas alrededor de ella con su arrebato. “¡Muévanse!” Ordenó, dividiendo los cuerpos delante de ella con su mano, no apartando sus ojos de la rubia. Vio la ceja amartillada y la sacudida de reprensión de la cabeza de Tina y tosió, recordando la petición terminante de su novia de tratar a las otras estudiantes con respeto y dar un ejemplo. “P-por favor.” Tardamudeó. “Muévanse. por favor.” Ordenó en un tono tambaleante, enyesando una sonrisa falsa en sus labios. Las estudiantes se movieron hacia atrás rápidamente lejos de ella - no porque les hubiera preguntado cortésmente, sino porque estaban asustadas y desconcertadas por el hecho de que Bette Porter dijera por favor. “Gr-gracias.” Estranguló su voz, estremeciéndose un poco por ser forzada a actuar asquerosamente agradable alrededor. Después de que el río de estudiantes se hubiera dividido y despejado su camino hacia Tina, contuvo su entusiasmo caminando enérgicamente - y no corriendo - hacia la rubia.
“¡Sorpresa, amor!” Bette exclamó mientras se inclinaba al frente y dio a Tina un beso tímido en la mejilla. “Para ti.” Dio a Tina un Slurpee enorme de sandía y guiñó. “Dejame ayudarte con eso.” Tomó la mochila de piel de la rubia y la cargó para su novia.
“Bebé gracias.” Tina sonrió sorprendida, tocada por la consideración de Bette. Puso el popote entre sus labios y tomó un sorbo sano, suspirando mientras la bebida con sabor a fruta fresca jugaba en su boca. En vez de tragar inmediatamente, movió el líquido dentro de su boca y dejó que se retrasara, disfrutando de la frialdad helada del Slurpee. Circundó un brazo alrededor de Bette libremente y comenzó a moverse junto con su novia fuera del patio. Suprimió el impulso de rodar sus ojos mientras un suspiro colectivo de celos se repetía a través del espacio.
“¿Cómo estuvo la clase?”
“Aburrida.” Tina contestó verazmente.
“¿Porque no estaba allí?” Bette susurró modesta.
“No.” Tina mintió.
“Sí como no. Puedo decir que estás mintiendo.”
“¿Oh realmente?”
“Sí. Eres muy mala mentirosa Kennard. Puedo ver muy bien a través de ti.” Bette sonrió, besando la tapa de la cabeza de Tina mientras la rubia contestaba “hmph” y sorbió en su bebida. “Hey, ¿viste a Sam hoy?” Bette preguntó mientras las dirigía hacia el estacionamiento cerca del campo de fútbol. Tina se atoró con la pregunta de Bette, haciendo que algunas gotas de la bebida se escaparan de sus labios. “Mierda, lo siento tanto. Te traje el sabor incorrecto, ¿no es así? Sabía que te gustaba más de fresa.” Bette mordió ansiosamente su labio más bajo mientras le daba a Tina la servilleta que vino con la bebida fría.
“No No No.” Tina sacudió su cabeza, limpiando su boca. “Amo esto. Tragué demasiado rápido, eso es todo.” Tranquilizó a la morena con una sonrisa y un picorete apacible en los labios.
“Está bien.” Bette cabeceó, moviendo rápidamente su cabeza para poner otro beso rápido en la esquina de los labios de Tina. Directa donde una gota perdida de la bebida se había quedado. “¿Entonces viste a Sam?” Repitió su pregunta tan pronto como se retirara.
“Sí.” Tina suspiró, masticando en el extremo de su popote. Ningún punto en ocultar la verdad, no cuando su novia demanda tener una capacidad misteriosa de decir cuándo está fanfarroneando.
“¿Parecía tremenda? Quiero decir, ¿se miraba un poco fuera de si?” Bette presionó.
Tina movió su cabeza. “Parece estar absolutamente deprimida. Algo que ver con Helena, pienso.” Tomó un trago sano de su bebida y lo tragó nerviosa. No quería meter a Sam en apuros, pero sabía que si Bette le preguntaba acerca de su conversación con Sam, lo tendría que soltar inmediatamente.
“Sí.” Bette suspiró. “Estuve con Helena esta mañana. Me dijo lo que pasó con ella y Sam anoche. Fué bastante malo. Pobre Sammy.”
“¿Es sobre el nuevo trabajo de Helena?”
“Eso y más.” Bette masticó en su labio más bajo. “Te diré todo sobre eso en nuestro camino al planeta. Pero solo voy a dejarte ahí, quiero ver cómo está Sam. Voy a ir a buscarla. Regresaré antes de que termine tu turno.”
“Está bien.” Tina cabeceó muda. “Porqué no vas a su casa primero, Sam me dijo esta mañana que se dirigía a casa.” Sugirió a su novia. Espera un minuto, un pensamiento amaneció en ella. “Oh mi dios, se deslizó totalmente de mi mente! ¿Conseguiste tu nuevo coche?” Miró a Bette expectante.
“Sí.” Bette contestó vacilante. “Vamos allí ahora.” Inclinó su cabeza hacia el estacionamiento en la distancia cercana.
“¿Porqué te estacionaste hasta el final en la parte de atrás?¿Alguien tomó tu espacio reservado en frente?” Tina preguntó, sintiendose un poco preocupada por una pobre alma si ésa era la única razón por la que su novia fue forzada a estacionarse afuera. Generalmente había una firma gigante con las “BP” delante de su espacio de estacionamiento , y cada uno sabía que no se podía parar allí. Y si alguna persona ignorante decidiera utilizarlo porque la dueña estaba ausente, Bette terminaría probablemente ponchando las cuatro llantas del idiota.
“Nope.” Bette contestó rápidamente, bajando su mano para agarrar la de Tina y moviéndolas hacia adelante y hacia atrás entre sus cuerpos.
“¿Entonces por qué? Tu nunca te quedas allí. Odias caminar también lejos del edificio, un asno tan perezoso.” Tina empujó el lado de Bette y rió nerviosamente.
“Verás la razón bastante pronto.” Bette suspiró, preparándose para la tomadura de pelo inevitable que tendría que aguantar en algunos minutos. Se había estacionado hasta el final del lote para evitar la verguenza.
“Muy secreto.” Tina tomó su bebida y miró a la morena a través de la esquina de sus ojos. Tan pronto como llegaran, Bette soltó su mano y caminó delante de ella.
“Ahora antes de que reacciones violentamente, dejame solo recordarte que tu fuiste la persona que me ordenó conseguir un coche práctico.” Bette precisó cuando caminó al revés, bloqueando levemente el ángulo de visión de Tina de su coche a estrenar mientras se acercaban a el.
“Está bien.” Tina entrecerró sus ojos y tiró de Bette hacia ella, un movimiento deliberado para apartar a la morena. Su frente se contrajo cuando vio el coche “práctico” de su novia. Mierda,gimió, debía haberlo sabido mejor. “¡Porter!” Tina gritó molesta. “¿Qué hay de práctico con eso?” Señaló al cupé negro Maserati y pisó fuerte sus pies airadamente - era una niña muy enojada.
“Uh. ése no es mi coche.” Bette frotó la parte posterior de su cuello avergonzada, deseando grandemente que lo fuera. Caminó algunos pasos adelante y cabeceó hacia su Volkswagen. “Este es el mío.” Murmuró débil, mirando abajo sus pies.
“Oh.” Tina rió débil nerviosamente, desconcertada por sobre-reaccionar. Alcanzó a su novia inquieta y hechó una ojeada buena en el coche delante de ellas. “U .” Tina papó moscas en el vehículo flor-temático por algunos momentos antes de que finalmente encontrara su voz. “Es un escarabajo.” Respiró fuerte, su voz suave y airosa.
“Sí.” Bette cabeceó inquieta, jugando con el dobladillo de su blusa.
“Tiene flores.”
“Que también.” Bette exhaló en voz alta. “Está bien, no puedo soportar esto más. Dejame oírlo, explota todas las bromas del hippie y--”
“¡¡¡¡Es tan cuuttteeeeeeeeeeeee!!!” Tina gritó feliz cuando corrió hacia el coche, riendo nerviosamente mientras remontaba las etiquetas coloridas con sus dedos. Bette podía rascar solamente su cabeza confundida y la miró en el asombro completo. “He visto solamente un coche como este en la TV. Mira los detalles, son taaaaaaaan agradables.” Tina emitió, totalmente feliz de que su novia consiguiera un coche único y altamente entretenido.
“Si tu lo dices.” Bette sacudió su cabeza y masculló para si incrédula, seguro su novia tenía gustos extraños.
“¡Bebé!” Tina dijo en voz alta e indicó para que su novia se acercara. “¿Puedo nombrarlo?” Preguntó esperanzada.
Oh mierda, Bette mordió detrás un gemido. Sonrió y cabeceó, jugando junto con Tina para no destruir el entusiasmo de la rubia. “¿Cómo quieres llamarlo?” Se apoyó esperando la respuesta de Tina mientras su novia golpeaba ligeramente su barbilla en pensamiento profundo. Ningun nombre de comida chatarra, ningun nombre de comida chatarra, Bette cantó dentro de su cabeza mientras cruzaba sus dedos detrás de ella.
Tina frunció sus labios. El coche era colorido, era florido, era divertido de mirar, era alegre y agradable y completamente lindo. Espera… dulce, bonito y taaan agradable, hizo muecas de oído a oído. “¡Flor!” Exclamó feliz.
“¿Flor?” Bette miró a Tina con la confusión grabada en sus facciones.
“Tu sabes, de las chicas superpoderosas.” Tina dijo en un tono bobo, precisando lo obvio a su novia desorientada.
“¿Estás llamando mi coche como un super héroe de ojos-boludos de historieta?” Bette preguntó incrédula, incapaz de ocultar su horror por más tiempo.
“Bueno, Srta. Delicada. ¿Qué sobre el osito-cariñosito? ¿Un oso-adorable-que amo?” Tina sugirió el nombre de su osito preferido.
“Oh No. ¡Rayos Kennard!, para por favor de degradar mi coche. No es su culpa que fue violado de manera tan patética con los años 60.” Bette respondió detrás.
“Solamente que un coche colorido merece un nombre colorido.” Tina gimoteó, poniendo una mano en sus caderas y poniendo mala cara en Bette, retando a su novia a discrepar.
“Bien.” Bette suspiró, cediendo fácilmente. Ésta era otra guerra que sabía que nunca podría ganar. “Sugiere algunos nombres más entonces escogeremos juntas.” Caminó encima al lado del pasajero y abrió la puerta para su novia. Ayudó a una Tina pensativa a entrar y colocó su mochila en el espacio minúsculo entre sus asientos. Arrastrando sus pies en su camino, dio vuelta alrededor del coche y se incorporó en el asiento del conductor. “Muy bien, podemos seguir.” Exhaló en voz alta mientras insertaba la llave en la ignición y encendió el coche.
“Tinky Winky?”
“¡¿Teletubbies?!”
“¡Yep! ¿Dipsy?”
“Por favor. No.”
“La-La?”
“Dejame adivinar, ¿Po?”
“Nope. El pequeño individuo rojo me asusta un poco.”
“Oh.”
“¿Grover?”
“De ninguna manera. Él me irrita.”
“Está bien, ¿qué sobre Ernie?”
“Nope. ¿Bert?”
“Sabes, tenía una sensación que podía ser que sugirieras a ese pequeño individuo gruñón.”
“¿Bert? Él no es gruñón. Apenas lo entienden mal.”
“¡Y él tiene una ceja!”
“Está bien, ahora estás siendo mala.”
“Solo menciono hechos. De todas formas, bastante Plaza Sesamo. Intentemos con los Muppets esta vez. ¿Kermit?”
Resoplido . “Mi coche te odia ya. Dile Srta. Piggy y mi coche te expulsará hacia fuera en un momento.”
“Bueno. ¿Herbie?”
“También cliché.”
“Está bien. ¿Qué sobre Dee Dee?”
“¿Del laboratorio de Dexter?”
“Es linda.”
“No, es tonta.”
“Sí, solamente que es también colorida y rubia. Sabes que te gustan las rubias.”
Suspiro. “Bueno. Dee Dee es. Pero tenemos que prometer. En público, nos referiremos a este coche como D o apenas doble D.. Nada de decirle a alguien mas lo que significa DD , ¿okay?”
“Está bien, entiendo. Hey bebé.”
“¿Hm?”
“¿Puedes enseñarme cómo conducir a Dee Dee?”
“…”
“¿Porter?”
“Un paso a la vez, amor. Un paso a la vez.”
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anita- Yujuu! me empieza a gustar el foreo
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