[Terminado]Esto es lo auténtico

Me desperté sin Carmen a mi lado. Por un momento me dominó el pánico, hasta que me llegó el olor a café. Se ha desperatado para hacerme el desayuno.

Si hay un momento en el que te sientes muy amada, este es es definitivamente uno de ellos.

Enterré mi cabeza en su almohada, absorbiendo su olor, dejándome sentir el efecto de después de la última noche. La necesidad de estar con ella es aplastante. ¿Cómo puede tener ese efecto sobre mi?. No tengo que saber la respuesta, sólo sé que la necesito.

Ella vuelve con una bandeja llena de bizcocho y mi café favorito, todavía está desnuda.

“¿Qué haces?”, pregunta riendo y señalando su almohada.

“Nada. Sólo que te echaba de menos”, sonrió abiertamente, como una adolescente enamorada.

“¿Cocinaste así?”, mis ojos se abren sorprendidos.

“¿Qué pasa porque esté desnuda? Tu también lo estás”, sonríe abiertamente.

“Te quiero”, contesto con un beso.

“Yo también te quiero”, me da un café.

Me lo bebo. A ella le sale mejor que a mi.

“Buenísimo... me estás mimando”, me río.

“Bueno, así me echarás de menos cuando me vaya”, dice.

“¿Irte? ¿A dónde?”, me vuelve el pánico.

“La mayor parte de mi trabajo está todavía en NY cariño, tengo que volver allá por un tiempo”, dice tristemente.

“Cariño... no quiero que te vayas...”, pongo mala cara.

“Hablaré con Rus y veremos si podemos arreglar algo. Pero no tengo que marcharme todavía. Esta semana mi agenda está libre”, acaricia mis mejillas.

Había olvidado que ahora vive en NY. “Podemos superarlo, cariño”, dije de mala gana.

“Intenta comer un poco de mi bizcocho, hacía años que no lo hacía”. Cortó un pedazo, y me lo dio. Abro la boca para que pueda darme de comer.

“Estás tan mimada”, se ríe.

“¿Si?”, pregunto, y la rocío de café por todas partes de su cuerpo. Ella toma represalias, se sienta sobre mi y frota su cuerpo contra el mío. La empujo sobre mi, y empiezo a lamer el café de sus pechos, de sus pezones.

“Mmmm...que bueno”, digo.

Resbalo mis dedos dentro de ella, buscando su punto G. Cuando la oigo respirar bruscamente, y tener sacudidas de delante hacia atrás, supe que lo había encontrado.

“Shane...”, ella está disfrutando.

Aumento el ritmo y trabajo su punto G más duramente, hasta que sus músculos interiores se aprietan y le vienen los espasmos.

La sostengo firme mientras los temblores sacuden su cuerpo de forma incontrolable.

“Cómo sienta que te de las gracias por el desayuno en la cama?”, sonrío satisfecha y con un sentimiento de complacencia, solo por verla correrse,

Cuando le vuelve el aliento, sonríe y dice, “debería hacer esto más a menudo”.

Me sujeta las manos sobre la cama y desliza sus dedos dentro de mi. Tiene una misión.

Solté un jadeo, y ya luego gimo de placer abiertamente a medida que ella se mueve dentro de mi rítmicamente. Su boca chupa y lame mi cuerpo por todas partes. Vuelvo a volar de nuevo.

Mis ojos se cierran fuertemente, queriendo sentirla con todos los sentidos, Muevo mis caderas para seguir su ritmo, para acentuar el contacto. Grito su nombre cuando el torrente de sensaciones orgásmiscas llena de olas mi cuerpo.

Cuando los espasmos disminuyeron, me recupero lentamente. Coloca besos de mariposa sobre mis labios, mejillas y nariz. Cierro los ojos para disfrutar la sensación de sus labios sobre mi piel. Son suaves, como la seda.

¿Qué he hecho para merecer esto? Francamente, no me preocupa. Ella es mía y yo soy suya.

“Este ha sido el mejor desayuno de mi vida. Me podría acostumbrar a esto”, digo, girándome para quedar frente a ella.

“Ah, habrá más, confía en mi”, sonríe abiertamente con malicia.

“¿Quieres venirte a vivir conmigo? Quiero decir, si quieres quedarte aquí cuando estés en LA”

“Quiero llevar las cosas más despacio esta vez”, me mira fijamente.

“¿Le llamas lento a esto?”, me río.

“Sabes lo que quiero decir...”, me pone mala cara, es tan linda.

“Vale... pero las llaves son tuyas”, digo.

“”Shane...”, detengo sus protestas con besos amorosos.

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Sostengo a Carmen en mis brazos, en un baño caliente de espumas burbujeantes, disfrutando de nuestra cercanía.

“Tengo tanta suerte de tenerte aqui conmigo”, le digo mientras beso el lóbulo de su oreja.

“Todavía me quieres, eso tambiéne s bastante increible. Pensaba que habías seguido adelante todos estos años”, ella se ríe tontamente.

“Estaba cansada, pero no importaba con cuantas chicas me acosté, no podía sacarte de mi mente”, digo francamente.

“Esa es tu forma de conquistar el corazón de una chica, diciéndole con cuantas chicas te acostaste?”, se ríe sacudiendo la cabeza.

“Te estoy diciendo la verdad. Es difícil olvidarte. Pensaba que apreciarías mi franqueza”, pongo mala cara fingiendo estar enfadada.

“Yo también me acosté con muchas chicas después de que me dejaste, pero todavía estás en mi mente”, dice con tono informal.

“¡Eres una guarra!”, pellizco su oído.

“¡Tu eres una super guarra!”, se da la vuelta para quedar frente a mi.

“Te quiero tanto”, se emociona.

¿Cómo pude dejarla escapar la otra vez? ‘Me dejaste’, todavía me duele cuanso lo dice.

“Lo siento, Carm. De verdad”, es lo que pienso.

“Podrías tener cualquier mujer que quieras, Shane. ¿Por qué quieres estar conmigo?”, pregunta con inocencia.

“¿Es una pregunta capciosa?. No lo se, déjame pensarlo. Eres la chica más guapa que he conocido; eres muy linda, estás loca por mi, tienes talento, eres amable, estás obsesionada con la limpieza, me alimentas, haces una mezclas maravillosas, me lanzaste la pizza encima y utilizaste el extintor de incendios conmigo... aunque probablemente me lo merecía”. Le sonrío abiertamente feliz.

“¡Ah! ¿esos son elogios o quejas?”, ella disfruta con esto.

“¡Todos son elogios, por supuesto!”, la miro fijamente. Ella me devuelve la mirada, como si pudiera ver mi alma.

“¿Cómo estás?”, pregunto.

“¿Cómo?”, levanta las cejas.

“Me miras de una manera, como si fuera la única persona del mundo”, estoy perdida en sus ojos.

“¿Cómo la primera vez que nos encontramos?”, puede leer mi mente.

“Si, exactamente. ¿Tu sientes lo mismo?”, amo a esta chica.

“¿Cómo si me estuviera enamorando de ti de nuevo?”, sonríe abiertamente.

“Demonios, si. Es la cosa más dulce que me han dicho nunca”, le planto un beso.

“A propósito, ¿por qué no me esperaste dentro de tu coche en vez de estar fuera de pie con la lluvia?”, ¿a qué venía esta pregunta? Su cerebro va demasiado rápido. Si sigue mirándome así, me pierdo rápido.

“Porque no quería perderte cuando salieras. ¿No era más romántico así?”, sonrío con satisfacción y arrugo la frente.

“¡Tontita!”, me besa dulcemente, su lengua quiere entrar en mi boca, y me rindo a su corazón ardiente. Ella nada en mi boca, nuestras lenguas hacen remolinos una alrededor de la otra, haciendo que mis sentidos se vuelvans alvajes.

“No me dejes otra vez”, me dice jadeando.

“Nunca”, la echo hacia atrás para una segunda ronda.

“Te necesito”, murmuro con voz ronca y le saco la saco del agua, ni siquiera podemos esperarnos a llegar al dormitorio, la coloco en una butaca cerca de la puerta, salpicándolo todo de agua. La necesito ahora.

Hay deseo puro en sus ojos, diferente a la tierna, cariñosa Shane que hizo el amor conmigo antes. Una simple mirada suya me hace sentir desvalida, estoy totalmente hechizada. Sólo puedo sonreirle tontamente, como anticipo a lo que va a hacerme.

Me siento al borde de la silla, ella se arrodilla, tocando mis piernas y abriéndolas. Se coloca en medio de mis piernas.

Acarició mis muslos con suavidad, enviando chispas con las puntas de sus dedos a mi sexo ya húmedo. Su otra mano subió por mi costado, produciendo temblores temblores en mi cuerpo y se detuvo en el contorno de mi pecho.

Mi cabeza se tiró hacia atrás y mis manos agarraron con fuerza los brazos de la silla cuando ella puso su lengua en mi pezón erecto y su pulgar masajeó mi clit al mismo tiempo.

“Joder...”, gimo en voz alta.

Su boca se desliza hacia abajo, hasta detenerse sobre mi clit, abrió mis labios de par en par, causando una sacudida profunda de mi corazón. Bajó lentamente la cabeza e introdujo su lengua dentro de mi.

La sensación caliente, suave de su lengua es suficiente para que vuelvan los temblores a mi cuerpo.

“Shane..., la animo, ella chupa y mueve rápidamente su lengua en mi clit, saboreándome cuando gimo su nombre con mas fuerza.

Desliza sus dedos dentro de mi y comienza a aumentar el ritmo, su lengua chupa mi clit al mismo ritmo.

Pasé mi mano por su pelo mojado, empujando su boca más fuerte contra mi sexo.

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Trabajo con toda mi magia sobre ella, moviendo mi lengua en su sexo de vez en cuando. Sus músculos se acercan a mis dedos, empujé más fuerte hasta que su cuerpo entero se convulsionó involuntariamente. Cuando su orgasmo alcanza el punto más álgido, empuja sus cadersas hacia mi y grita mi nombre muchas veces. Nunca me canso de oir su voz gritando mi nombre.

“Shane... cariño... “, su respiración es lenta, mueve su pecho como una loca.

Me gusta como sabe. Su cuerpo tiembla y se hunde en la silla. Me derrumbo en la butaca encima de ella mordisqueándole el cuello. Más tarde me va a reñir por esto.

“Cariño...”, me gusta acariciar su pelo largo, ondulado y castalo. Estoy hipnotizada por su belleza.

Recupera el conocimiento después de unos minutos y se ríe de mi descaradamente.

“Creo que es tu turno...”, dice seductora, cambiando nuestras posiciones. Se me sienta a horcajadas, sobre la silla.

“Creo que te va a gustar”. Sonríe satisfecha.

Disfruto de sus caricias, de sus besos, y mi piel se vuelve como el fuego. La miro fijamente porque quiero ver su cara cuando me corra sobre su boca.

No sabía que era tan ruidosa. Me hace hacer y sentir cosas que nunca había hecho antes.

En este momento supe que estaba en casa.

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Pasamos el tiempo hablando, haciendo el amor, hablando más y haciendo el amor otra vez.

El sol sale y se pone, de verdad no sabemos que día es.

Hablamos sobre lo que ha pasado en nuestras vidas los tres últimos años. Pero la mayor parte de las veces no hablamos de nada en particular, sólo nos reimos tontamente.

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En el baño

“¡Oh Dios mío Shane, me has hecho morados! No sólo uno, una docena.” Grita

“Uno por cada vez que te has corrido”, le sonrío abiertamente.

“¿De verdad me he corrido tantas veces?”, pregunta asombrada.

“No lo se. ¿Quién las cuenta?”.

“No sería extraño, siento dolor ahí”, se ríe tontamente.

“¿De verdad?”, la acerco más, siento necesidad de ella.

“¿Tu no?”, contesta a mi pregunta con otra pregunta.

“Un poco también”, me río tímidamente. Es embarazoso para mi admitirlo.

“¡Esto lo vas a pagar!”, se señala el morado fingiendo estar enfadada y me besa febrilmente. Lo siguiente que hace es morderme y chuparme el cuello.

Inclino la cabeza para que tenga mejor acceso a mi cuello. Yo sabía que esto pasaría, y de alguna manera disfruto dejándola que me marque.

“¡Eh, cuantos quieres hacerme!” le pregunto juguetona.

“¡Hasta que me canse!”, se ríe.

Me miro al espejo, ¡hay al menos 8 morados en mi cuello!.

“Al menos se me ve bien con ellos”, me río.

“¡Estoy hambrienta!”, declara.

“¿Quieres hacerlo otra vez?”, me asombro.

“¡Quiero comida de verdad! ¿Tu no tienes hambre?”, pregunta.

“Me habías asustado. Todavía me duele... ya sabes...”, la miro lastimera, “vamos a calentar un poco de comida de tu madre”, sugiero.

“Buena idea”, nos reimos tontamente.

Enlacé mi mano con la suya y fuimos abajo juntas.

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Salón de Shane

¡Entramos en el salón y vemos a Alice, Jenny y Helena sentadas cómodamente en nuestro sofá, viendo una película!

“Por qué estáis aquí?”, les pregunto terriblemente sorprendida.

“Es la noche de cine, ¿no lo recuerdas?”, responde Jenny.

“¿Qué día es hoy?”, pregunto.

“22 de Noviembre”, contesta Helena.

Carmen me mira, y me susurra. “¡No! ¿Hemos estado follando sin parar durante tres días?”

Nos reimos tontamente durante un rato.

“Chicas, todavía estamos aquí. Llamamos, pero estabais ocupadas arriba. Así que entramos”, die Alice sonriéndonos abiertamente. ¡Copias de las llaves! ¡Nunca debería habérselas dado!

Carmen se siente avergonzada y oculta su cara en mi espalda, recordando los moratones... por no mencionar que estamos todavía desnudas.

“Volveremos en un momento”, digo. Desaparecimos escaleras arriba y reaparecimos al cavo de un rato, correctamente vestidas, con camisetas y vaqueros.

“Todavía se ven vuestros moratones chicas”, bromea Alice.

“No seas celosa, Al”, encojo los hombros y la señalo con el dedo. Carmen se ríe tontamente a mi lado.

“¡Que bueno veros juntas otra vez! Shane estaba tan deprimida sin ti, Carmen”, dice Helena.

“¡Si, nos tenía locas!”, añade Jenny.

La miro con ojos de cachorro, fingiendo parecer triste.

“¡Ay, sois adorables!”, me da un picotazo rápido en los labios y nos dirigimos a la cocina.

Carmen calienta comida para nosotras. En ningún momento dejé de abrazarla, tenía mis brazos alrededor de ella todo le tiempo.

Esta es mi posición favorita, contacto máximo, hueco mínimo.

“¡Shane, esto es dulce pero parecemos dos zombies!”, protesta

“Compenso el tiempo perdido”, protesto y le mordisqueo el cuello.

“Mira, no será culpa mía si se quema la comida, ¡Me estás entreteniendo!”, se ríe tontamente.

“¡Comeré cualquier cosa!”, me río tontamente también.

“¡Y no más morados!”, advierte.

“Lo intentare, pero no lo puedo prometer”, no puedo dejar de sonreir.

Deseo que podamos estar así siempre.

Shane y yo, quién habría pensado que podríamos estar así otra vez, pienso, completamente fecliz y enamorada. Yo al menos no.

Sus labios, su nariz, sus mejillas tan cerca de las mías... tan sólo un toque suave de ella basta para que me rinda.

Si esto es un sueño, por favor, no dejad que me despierte, porque si estoy con ella, estoy completa.

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Nos reunimos con las chicas después de comer y vimos otra película con ellas.

Carmen se coloca cómodamente en mi regazo. Paso mis brazos alrededor de su cuello y descanso mi cabeza sobre su hombro.

“¿Es esto real?”, pregunto

“Eso espero”, contesta suavemente. Su risa es contagiosa.

Nos ahogamos la una en los ojos de la otra y no podemos dejar de besarnos.

Esto es tan bueno... estar aquí con ella y nuestras amigas.

Mis rezos finalmente se han cumplido.

Esto es sólo el inicio de un capítulo nuevo en nuestras vidas. Juntas.

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Porque tu vives - Jesse McCartney

Mirar a la lluvia con un corazón pesado
Es el fin del mundo en mi mente
Entonces tu voz me llama y me despierto con el llamado
He estado buscando la respuesta
En todos lados
Y no podía ver que la respuesta estaba aquí mismo
Y ahora se lo que no sabía

Porque Vives y respiras
Porque haces que crea en mi,
cuando nadie más puede ayudarme
Porque Vives, Niño
Mi mundo tiene dos veces mas estrellas en el cielo

Estoy bien, sobreviví, estoy vivo otra vez
Por ti, porque lo hiciste aunque estuviera lloviendo
Que es vivir, Si lo único que hago es morir por dentro
Estoy muy feliz, ya que encontré un ángel
Alguien
Quien estuvo cada vez que mis esperanzas de cayeron
Ahora quiero volar, mirando tus ojos

Porque Vives y respiras
Porque haces que crea en mi,
cuando nadie más puede ayudarme
Porque Vives, Niño
Mi mundo tiene dos veces mas estrellas en el cielo
Porque vives, yo vivo


Porque vives, ahí una razón para mí
Continuar cuando pierdo la lucha
Quiero dar a los demás, lo que tú me has dado siempre

Porque Vives y respiras
Porque haces que crea en mi,
cuando nadie más puede ayudarme
Porque Vives, Niño
Mi mundo tiene dos veces mas estrellas en el cielo

Porque Vives y respiras
Porque haces que crea en mi,
cuando nadie más puede ayudarme
Porque Vives, Niño
Mi mundo tiene todo, y necesito sobrevivir

Porque vives, yo vivo, yo vivo

Final

que bien ha terminado este fic. Y la poesía es muy bonita.

grax julia por el excelente fic la verdad muy bueno