[Terminado]Esto es lo auténtico

CAPITULO 12

Día 62, 20 Julio

Mi querida Carmen

¡Nos estamos mudando hoy! ¡Estoy tan excitada! Por primera vez en mi vida poseo algo importante. Bueno, en realidad le debo al banco la mayor parte del dinero, pero ya sabes lo que significaba para mi. Parece que por fin he crecido, tengo una casa, un coche y un niño. Estoy contenta. Sólo echo de menos una cosa.

Recogí las llaves de la agencia. Siento que no estuvieras aquí para compartir ese momento conmigo. Eres la primera persona a quien se lo quería decir.

Shay por fin tiene su propia habitación. Alice y Jenny vinieron a echarme una mano, no hay mucho que trasladar, nada de muebles, sólo artículos personales.

Encontré una caja de corazones que me diste nuestro primer día de San Valentín. La escondí cuando tu hermana vino a recoger tus pertenencias. Me dijiste que cada corazón representaba un beso tuyo. Lo he recordado.

Te quiero

Shane
P.D. Espero que te guste la casa también.

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Día 67, 25 de Julio

Mi querida Carmen

Llevé a Shay a la iglesia hoy. Ya me conoces, no me gustan las iglesias grandes, pero Shay quiso ir. Quería ser bautizado.

Creo en Dios, pero no creo que ir a la iglesia me haga mejor persona. No creía en Dios hasta los 9 años, cuando me escapé de mis padres adoptivos para buscar a mi madre, que estaba en un refugio de la iglesia. El sacerdote fue muy amable conmigo y me enseñó muchas cosas. Lo primero que me enseñó fue a tener fe.

El bautizo de Shay fue muy sencillo, vertieron agua en su cabeza y un poco de aceite en la frente. En realidad, fue bastante similar al mío.

Nunca te he preguntado cuando te bautizaron. ¿Cuántos años tenías?

Te quiero

Shane
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Playa

“¡Es un día perfecto para hacer surf!”, exclama Cat. Nos tendemos en la playa y disfrutamos de los rayos de sol que calientan nuestras pieles.

“No puedes venir a LA y no hacer surf”2, digo feliz.

Me gusta salir. Cat me enseñó a hacer surf hace unos meses, y desde entonces estoy enganchada. No puedo creer que haya vivido aquí toda mi vida y no haya aprendido antes.

¡Todo es nuevo y fresco con Cat, hemos hecho tantas cosas nuevas juntas! Ella tiene tanta energía y es tan viva, la admiro por esto.

Lo que sentía cuando estaba con Shane era muy intenso, me sentía bien, pero la confianza es todavía un problema entre nosotras. No hay nada si no podemos confiar la una en la otra. Creo que, despacio, vamos construyendo de nuevo... suspiro... no sé.

De todas formas, hoy me parece fácil. Limpio mis pensamientos y dejo de pensar en una situación extraña a la que estoy ahora.

Alice, Jenny, Shane y Papi vienen 10 min. más tarde. Miro a Cat. Ella se encoge de hombros.

“¡Hola chicas! Jenny nos ha dicho que hoy tienes el día libre, entonces decidimos venir con vosotras. Espero que no os importe”, dice Alice sonriente.

Jenny lleva unas gafas de sol de gran tamaño que le cubren casi toda la cara. “Jenny, que gafas!”, no puedo callarme.

“Son fashion, ¿verdad? Todos los famosos las llevan”, contesta.

“¿De verdad? Pues Cat no tiene ninguna asi”, le digo.

“No sigo la moda”, bromea Cat. Es encantadora, la beso en los labios ligeramente pero ella me coge y me da un beso apasionado.

“Iros a la habitación, chicas, que hay niños aquí”, grita Alice, observando a Shane. Ella las estaba mirando desde la distancia.

“”Quién se levanta a jugar a volley ball?”, pregunta Papi rompiendo la tensión.

“Yo”, responde Cat.

¿Tienes miedo que te de una patada en el trasero, vainilla?”, la desafía Papi.

“No quiero que llores más tarde”, contesta Shane accidentalmente.

Necesitamos uno más, “¿Carmen?”.

“No, no me gusta el volley ball, me hace daño a las muñecas. Quiero hacer surf después”, digo.

“Yo jugaré”, interrumpe Alice.

“No te preocupes por mi, me sentaré aquí a dormir”, dice Jenny distraída.

“Buscaremos una red entonces”, Papi se va.

“Iré con ella”, Cat la sigue.

Shane se quita los pantalones, quedándose en pantalón corto.

“Shane, ¿me ayudas a ponerme protector?”, le ofrezco una botella.

“Claro, ¿dónde está?”, coge la botella de mi mano.

“Detrás de mi. No alcanzo”, indico un área hasta donde no llego.

Ella deposita un poco de crema en mi espalda. Sus dedos fríos me hacen jadear al contacto.

“Lo siento”, dice, calentándose los dedos primero antes de aplicar más loción.

“Vale, gracias. No sabía que venías hoy”, digo.

“Pero prefieres que esté aquí, ¿no? No voy a estar aquí si tu no lo quieres”, me mira fijamente.

“No, no es eso lo que quería decir”, no sé que es lo que quiero.

“Esto es realmente confuso”, añado, sonriéndola débilmente.

“¡Eh, Shane Hemos encontrado una red, vamos!”, la llama Papi.

Shane corre hacia ellas.

“¿Qué pasa entre vosotras dos?”, me pregunta Shane.

“¿Quienes?”

“¡Tu y Shane!¿Qué pasa con tu cabeza?”, grita.

“No lo sé. Mi función cerebral se congela cuando ella está en un radio de dos millas”.

“Y Cat?”, pregunta.

“No es tan intenso como con Shane, pero es muy bueno”, contesto francamente.

¿Cómo tu y yo? ¿ese tipo de bueno?”, señala hacia nosotras dos.

“Si”, admito, mirando a las cuatro jugar a volley. Papi y Cat están en un equipo, Shane y Alice en el otro.

“¿Esto es obvio entonces?”, Jenny sonríe.

“¿Crees que el daño que me hizo es reparable?”, expresé mi preocupación mayor.

Papi y Cat le están dando una paliza a Alice y Shane.

“Shane ha madurado mucho desde entonces, si ella quiere, funcionará2, dice con seguridad.

“¿Tu crees?”, todavía estoy insegura.

“Lo sé bien”, sonríe otra vez.

“La he visto con Shay. Definitivamente hay algo diferente en ella”, Estoy perdida en mis pensamientos.

“De todos modos no quiero pensar en eso ahora. ¡Vamos a hacer surf, quiero probar mi tabla nueva!”, añado.

“Hacer surf. Estoy muy bien aquí”, me mira aterrorizada.

“¡Que duermas bien!” Camino hacia el océano. Es un desperdicio sentarse allí cuando el tiempo es tan soleado y ventoso.

No hay muchas personas hoy. Subo a las olas algunas veces. Aunque no sea muy buena, puedo surfear un poquito. Me gusta el sentimiento de montar las olas, es así como fluido.

Me tiendo en la tabla, mi mente otra vez a la deriva, volviendo a la conversación con Jenny. Es tan obvio como Jenny lo presenta, pero no quiero romper el corazón de Cat, no me ha dado motivos para eso.

Oí los gritos de un hombre. “¡Cuidado!”. Giro la cabeza para ver una moto acuática chocar contra mi... ¡joder”.

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Hospital

Me desperté, sentía la cabeza como si la hubiera golpeado un camión. Tenía la visión un poco borrosa, cerré los ojos. Tenía el cráneo vendado, supongo que porque tenía la cabeza bastante dañada. Me preocupa saber si puedo ver correctamente otra vez, me froto los ojos con los dedos.

“¡Ey, estás despierta! ¡Estoy muy preocupada por ti!”, Cat sostiene mi mano fuertemente.

Abro los ojos otra vez, ahora focalizo la cara de Cat, pero aún la veo doble.

“¿Qué ha pasado? ¿Por qué lo veo todo borroso?”, pregunto.

“Iré a buscar al doctor”, reconocí la voz de Shane, notando su presencia en la habitación por primera vez.

“Una moto acuática te golpeó, caiste al agua. Estabas inconsciente cuando Shane te sacó del agua. Tu cabeza debe haber notado el golpe”, explica Cat con un tono preocupado.

“No recuerdo nada”, me estremezco.

“¿Qué es lo último que recuerdas?”; pregunta suavemente.

“Estaba tumbada en mi tabla, y entonces alguien gritó...”, intento recordar, pero me duele demasiado.

“Vale. Tomátelo con calma”, me besa en los labios con cuidado. Esto me hace sentir mas tranquila.

Shane vuelve con un médico. Examina mis ojos con una linterna pequeña.

“No pasa nada con tus ojos, tal vez hay algún pequeño coágulo de sangre en tu cerebro. La exploración muestra que has dejado de sangrar, con suerte, el coágulo de sangre desaparecerá en pocos días y tu visión volverá a ser normal”, explica el doctor.

“¿Entonces no hace falta operar?”, pregunta Cat.

“Es muy improbable, pero nos gustaría supervisarla en los próximos días”, dice el doctor a Cat y a Shane.

Cabeceo.

“Muchas gracias. Gracias”, dice Cat, apretándole la mano.

El médico abandona la habitación.

“Voy a cancelar mi programa de rodaje entero hasta que te recuperes”, dice Cat firmemente.

“Ahora que estás mejor, le voy a decir algo a las chicas. Están en la sala de espera”, dice Shane, no queriendo presenciar las escenas felices de la pareja.

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Día 71, 29 Julio

Mi querida Carmen

Casi te pierdo hoy. Cuando vi que la moto acuática te golpeó, no supe como reaccionar durante unos segundos. Sabía que tenía que hacer algo, mi mente sólo pensaba en ti cuando me zambullí en el océano. No habías recuperado el conocimiento en la ambulancia. Estaba enferma de preocupación mientras estabas en urgencias. No tienes ni idea de lo feliz que me sentí cuando te despertaste en el hospital. Sin embargo, esta alegría la ensombreció el hecho de que no era yo la persona que estaba a tu lado cuando despertaste.

Todo lo que quería era cogerte entre mis brazos, decirte que todo estaba bien.

Recé. Habría dado cualquier cosa por cambiarme por ti.

No puedo imaginar el mundo sin ti, incluso si no estamos juntas.

Te quiero

Shane
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Día 74, 1 de Agosto

Mi querida Carmen

He plantado unos claveles en el jardín sólo para ti. No sabía lo que significaban cuando estábamos juntas. Ahora lo sé, mi corazón está dolorido; amor puro y profundo. Espero que te gusten.

Te quiero

Shane
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Hospital – Unos días después

Shane viene a visitarme. Por lo general Cat va al hotel a darse una ducha y cambiarse de ropa cuando Shane viene. Mi habitación está llena de flores, bombones y revistas. La gente se preocupa tanto de que no me aburra en el hospital que me traen todo tipo de cosas buenas. Tengo la suerte de tener amigas como ellas.

“¡Ey, luz del sol! ¿Cómo te sientes hoy?”, me pregunta Shane colocando un beso en mi frente.

“Mucho mejor, al menos sólo hay una de vosotras hoy”, le sonrío.

“¿Ha dicho el médico cuando te puedes ir?”, pregunta.

“Quizás mañana. Me quedaré en casa unos días para recuperarme. Mi mamá insistió. Además, Cat tiene que comenzar a rodar otra vez, ha aplazado demasiado tiempo su trabajo. ¡Tina ya me mira mal!”.

“No hagas caso. Tu salud es lo más importante”, dice suavemente, mirándome con esos ojos encantadores.

“Todavía no te he dado las gracias por salvar mi vida. No estaría aquí si no fuera por ti”, me gustaría besarla, pero sería malo en este momento.

“No seas tonta. Nunca dejaría que te pase algo malo. Lo sabes, ¿verdad?”. Se sentó al borde de la cama , y acarició mi pelo.

Nos miramos fijamente la una a la otra, dejando pasar el tiempo.

“Te he comprado un bizcocho de chocolate en la pastelería de la esquina. Debes estar harta de la comida del hospital”. Ella sacó una caja de su bolso.

“Ya me han traído uno hoy... Cat compró uno antes. ¡Pero estoy dispuesta para comerme otro!”, digo, sonriendo con aire culpable.

Me mira un poco triste, pero mejora cuando comienzo a comerme el bizcocho.

“Nunca tengo demasiado de esto”, digo con la boca llena. Le doy un trozo a Shane, ella me sostiene la mano y le da un mordisco.

Mi mamá entra en la habitación en ese momento.

“Carmencita, ¿por qué está ella aquí?”, pregunta mi mamá enfadada, señalando a Shane.

“Me salvó la vida, mamá. Ella me sacó del agua”, intentó explicarle. No es su persona favorita desde la no-boda.

“Ah, gracias”, dice, reponiéndose de su sorpresa inicial.

“¿Cómo te encuentras, mi niña?”, mi mamá agarra mi cabeza y me mira.

“Ya tengo pocos vértigos. Estoy bien”, contesto con una sonrisa.

Me mira fijamente, intentando decidir si le digo la verdad o no.

“Mejor me voy”, dice Shane.

Cabeceo y digo, “gracias”.

Me sonríe tímidamente y se gira para marcharse.

“Voy a poner las flores en un florero”, dice mi madre.

esta muy bien este fic, que tiempos de Shane y Carmen...

gracias.

espero q sigas pronto ¡¡¡ esta genial ¡¡;)

genial, sigue en cuanto puedass
besos

“¡Chane! ¡Chane”, me llama la señora Morales.

“¿Señora Morales?”, me paré en el pasillo, esperando que me alcanzara.

“No sé por qué estabas allí para salvar a mi Carmen, estoy agradecida por eso, pero mantente lejos de ella”, me advierte.

“Sra. Morales... lo siento mucho por poner... a usted y a su familia en una situación terrible. No encuentro palabras para decir lo mucho que lo siento. Quería ahorrarle todo el dolor futuro que podría causarle si nos hubiéramos casado”, le explico.

“¿Sabes lo que es ver a tu propia hija con el corazón roto así? Lloraba todos los días y todas las noches durante meses. Ya ha sufrido bastante por tu culpa. Carmen tiene mucho carácter, pero todavía es mi niña”. Levanta la voz. No la culpo por estar enfadada conmigo.

“Si pudiera volver atrás...”, digo.

“Pero no puedes, Chane. ¡Te traté como si fueras de mi propia familia! Fue hace tres años. Te queria tanto, ¿cómo pudiste dejarla así?”, su voz es emotiva. Siento pena.

Siento como si me arrancaran el corazón otra vez, imaginando los llantos de Carmen. Cierro los ojos.

“No la vuelvas a ver, Chane. Cat es buena para ella. No molestes otra vez en nuestras vidas, por favor”.

“Todavía quiero muchísimo a su hija”, no sé por qué dije esto.

“Si realmente la quieres, déjala ir”. Y dicho esto, me dejó sola en el pasillo. Mi corazón sangra mientras digiero cada palabra que me ha diho.

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Día 75, 2 de Agosto

Mi querida Carmen

No es buen día hoy. Empiezo a pensar que soy muy egoista por querer volver contigo. En el hospital, sentí que Cat me ha sustituido en tu vida. Es ella quien se despierta cada día a tu lado, es ella quien sostiene tu mano cuando tienes problemas, es ella quien te compra tu bizcocho favorito. Mi corazón se debate en estos pensamientos.

¿Hago lo correcto queriendo volver contigo? Tu mamá me ha dicho lo que sufriste por mi culpa. Me dijo que si te amaba tenía que dejarte ir. Tal vez tiene razón.

Me duele respirar.

Te quiero

Shane

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Día 80, 7 de Agosto

Mi querida Carmen

No tengo ganas de hacer nada hoy, sólo dejar que la oscuridad me consuma.

Mi padre me dejó un mensaje en el buzón de voz. Ha encontrado a Carla. Está en el hospital. Y viene a ver Shay porque Carla está bien.

Me da miedo. ¿Qué pasará si quiere llevarse a Shay?.

Hay tanta mierda en mi pasado... estás mejor sin mi.

Te quiero

Shane

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Fiesta de cumpleaños de Shay – Nueva casa de Shane

“Hola Carmen. Has venido”, digo débilmente.

“Hola. Shay me llamó, no podía defraudarlo. ¿Dónde está?”. Mi corazón salta siempre que sonríe de esta forma.

“Está dentro”, la dejé entrar, y fue a buscar a Shay.

“Bonita casa”, dice.

“Te la enseñaré”, mantengo mi voz fría, las palabras de su madre todavía suenan en mis oídos.

“Vale, despues de darle el regalo a Shay”, aún sonríe dulcemente. Pasa por delante de mi, moviendo los hombros. Puedo oler su perfume, lo inhalo generosamente.

Mis ojos la siguen. Le da una caja grande a Shay. Shay la abre y encuentra el último modelo de videocónsola con muchos juegos dentro. Brinca de alegría y abraza a Carmen fuertemente. Sus amigos están también muy excitados por el regalo.

Subsconcientemente, solté una sonrisa. Paige está al otro lado del salón charlando con Alice.

De repente, camina hacia mi atravesando el salón y me besa apasionadamente. La aparto y no parece muy feliz.

“¿Podemos intentarlo otra vez?. No me preocupa si todavía la quieres, yo también te quiero”, dice Paige tristemente.

Evité su mirada y dije, “No, no será deivertido para ti. No quiero comenzar una relación ahora”.

Comienzo a caminar hacia Carmen.

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La busqué y vi como se besaban ella y Paige. Necesito tener confianza en Shane. Me dijo que habían roto, debería tener confianza en ella.

“No es lo que piensas. Me ha besado, pero juro que no le devolví el beso”, dice Shane preocupada.

“Vale. Te creo”, digo firmemente.

“De verdad? ¿No te enfadas?”, echa la cabeza un poco hacia atrás sorprendida.

“Si, ya no soy tan celosa, bueno, quizás todavía lo soy un poco, pero el yoga me mantiene tranquila ahora”, sonrío abiertamente.

“Esto era fácil. Pensaba que iba a recibir una bofetada o algo poor el estilo”, parece aliviada.

“¿Te asusto?”, me río tontamente.

“Un poco”, bromea.

“Te enseño la casa... Este es el salón, obviamente”, se ríe y subimos la escalera hacia los dormitorios. “Este es el estudio... esta la habitación de Shay”, le indico a la derecha, después a la izquierda.

Muevo la cabeza. “Se nota que es niño, hay coches y armas por todas partes”.

“Esta es mi habitación”, dice. Entro en su habitación y cojo una foto nuestra tomada en el Parque de Zion. La acaricio suavemente porque me trae grandes recuerdos. Ella está apoyada en el marco de la puerta, tiene miedo a la intimidad.

“¿La tienes en tu cabecera?”, ni yo misma estoy segura si esto es una pregunta o una afirmación.

Decidí, en ese momento, seguir mi corazón, si Shane quiere, soy suya.

La miro fijamente, deseando tocarla. Parece muy insegura hoy, no es su habitual actitud de confidente despreocupada.

“¿Sabes?, si viciéramos en la época medieval, yo sería tu esclava para devolverte el acto heroico de salvar mi vida”, digo de manera seductora, acercándome a ella.

“Si, pero no estamos en la época medieval, así que no eres mi esclava”, sonríe.

“¿De verdad? Soy una chica pasada de moda, mi señora.” Acaricio sus mejillas y paso mis dedos por su pecho.

Me inclino para besarla y sentir su aliento en mis mejillas otra vez. Aquellos labios suaves que una vez derritieron mi corazón me devuelven el beso ávidamente. Sus manos se enredan en mi pelo, acercándome más. Sus deseos aumentan rápidamente para hacer juego con el mío. Me retiro y me quito el top, delante de ella, esperándola.

“¿Me quieres?”, pregunto con voz ronca.

Cabecea, pero hay algo en sus ojos que indica que algo no va bien. Está todavía en la misma posición, contemplándome.

“¡Soy tuya si tu quieres!”, añado en el mismo tono, intentando estimularla.

Algo pasa, ella debería estar hablándome en sus brazos, besándome con ferocidad, probando mi piel, desgarrando mi ropa y haciéndome el amor salvaje, hasta que me corra. Pero en cambio está parada, de pie, luchando con las lágrimas.

“Te quiero... tanto, que esto rompe mi corazón. Tu madre me contó algo el otro día que no puedo perdonarme... tu madre me contó lo que te pasó después... no me puedo perdonar por haberte hecho eso...”, dice con mucho dolor.

Coge mis mejillas, mirándome fijamente a los ojos con tristeza. “No puedo perdonarme haber roto tu corazón... tanto como te quiero ahora mismo, no confío... en mi. Es bueno para ti seguir con Cat. Tu madre tiene razón, estás mejor sin mi”.

“¿Qué intentas decir, Shane?”, no quiero que me diga esas palabras, por favor no me digas que este es el final. Estoy a punto de llorar.

“Est no tiene mucho sentido, pero quería que estuviéramos seguras... necesitaba estar segura. Dame tiempo para aclararme, ¿por favor? No quiero fastidiar mi segunda oportunidad”. Sus ojos están llenos de lágrimas, su voz es muy triste.

“Dijiste que debería darte 6 meses para pensar las cosas detenidamente, sólo han pasado tres. Dame un poco más de tiempo, hay algo que tengo que aclarar primero”, suplica otra vez.

Estoy muda, sacudiendo mi cabeza ligeramente. Dejé que su cabeza se apoyara en mi pecho y la abrazo. Necesito unos minutos para aceptar la realidad.

Aunque mis ojos se hinchen con las lágrimas, tengo que mirarla a los ojos. “Shane, a pesar de todo, yo te apoyo esta vez”.

“Vuelve con Cat, te mereces alguien mejor”, dice después de un largo rato.

“Esto realmente no ha pasado, ¿vale?, esto es sólo mi cerebro que funciona mal después del accidente”, no puedo creerlo, ¡me lanzo a ella, y me ha rechazado!.

“Carm, por favor, es por tu propio bien”, susurra.

“¡Gracias! Por mi propio bien otra vez. Esto me recuerda por qué rompimos la primera vez”, digo con sarcasmo, furiosa. Recogí mi ropa, y me encerré en el cuarto de baño.

“Carm, por favor, abre la puerta”, Shane está golpeando la puerta.

No le hice caso, lloré un poco en el cuarto de baño. Shane se marchó un rato después, es el cumpleaños de Shay después de todo, no quiero arruinarlo. Me arreglo, y decido quedarme hasta que partan el pastel.

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Papi me arrinconó cuando salí del cuarto de baño.

“Estoy intrigada por ti, Carmen”, dice Papi con voz seductora.

“No entiendo de que hablas”, fruncí el ceño.

“¿Cómo has conseguido cambiar a Vainilla de una mujeriega a un cachorro enfermo de amor y como has logrado que una estrella sexy se haya enamorado de ti?”. Se inclina sobre mi, nuestras caras están a sólo dos pulgadas.

“De verdad, no necesito esto ahora mismo”, la aparto, sacudiendo la cabeza.

“¿Sabes?, cuando estés dispuesta a dejarlas, Papi estará lista para llenar tu mundo”, todavía intenta ligar conmigo, ¡por Dios!”.


“Gracias, pero no lo necesito. Mi mundo ya está lleno últimamente. Lo último que necesito es otra mujeriega para fastidiar”.

“Tu te lo pierdes”, pone cara enfadada.

“Buscate otra amiga”, me alejo para buscar una bebida, la necesito.

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Día 84, 11 de Agosto

Mi querida Carmen

Quería darte las gracias por venir a la fiesta de Shay. Tu le caes bien. Tu madre me dijo que estuviera lejos de ti, así que no estaba segura si deberías venir, pero el insistió mucho en llamarte. Le gusta mucho tu regalo.

Nunca pensé que habría un día que tu quisieras volver conmigo y yo te empujara a los brazos de otra mujer. Había soñado mil veces en nosotras volviendo a estar juntas, y nunca acababa mi sueño de esta manera.

Por favor, entiende que lo hice porque te amo, me hace muchísimo daño dejarte ir. Créeme cuando te digo que nunca quise hacerte daño. La viva imagen de ti llorando por mi después del incidente todavía la tengo en la mente. Tu madre tenía razón.

También mi papa agravó el problema. Necesitaba tratar con el de una vez por todas.

Por favor, ten fe en mi.

Te quiero

Shane

espero q la madre de Carmen no suponga un problema para q se reconcilien :s Esta genial sique cuando puedas ;)

CAPITULO 14

Día 125, 21 de Setiembre

Mi querida Carmen

¿Sabes lo caliente y celosa que me sentí anoche en la fiesta de presentación de la película?.

Sé que me viste porque pusiste mi canción favoria. Dos veces. Lo noté.

Jenny me invitó a la fiesta, y me dijo que tu eras la DJ.

¿Es el destino disfrazado en forma de Jenny? Tuve que ir porque hacía dos semanas que no te veía.

Tu estabas bailando delante del equipo de música. Los ojos cerrados, presionando el auricular en tu oído con una mano, y moviendo el cuerpo al ritmo de la música. Ella estaba detrás de ti, abrazándote y moviendo tu cuerpo junto al tuyo. Tu mano moviéndose por detrás, acariciando su pelo, su cara, dejando un rastro de fuego sobre su piel.

Yo estaba sentada atrás, mirándote. Sabías que estaba allí.

Te quiero, Shane
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Hotel en L.A.

Estoy de pie, fuera de la habitacion de hotel de mi madre. Sólo hay una puerta que nos separa. Levanto la mano para llamar, pero vacilé un momento. ¿Por qué ahora? ¿Ha estado en contacto con papá?. ¿Dónde estaba cuando la necesité?. Todas estas preguntas pasan por mi cabeza. Suspiro. No puede ser peor que mi padre. Si lo es, debo considerarme a mi misma un ser humano decente a pesar de mi ADN, y dar las gracias por la carencia de la dirección paterna

Llamo al segundo intento. Se acercan pasos a la puerta. Me pongo nerviosa, me sudan las palmas de las manos. Han pasado muchos años desde que la vi por última vez, no recuerdo como era. El pomo de la puerta da la vuelta , y se abre de golpe.

En medio de la puerta aparece una mujer mayor. Tiene el pelo negro, muy bonito, es delgada, y alta.

“¿Shane?”. Por suerte ella me llama primero, porque todavía estoy pensando lo que le voy a decir. Quería llamarla mamá, pero después de todos estos años, no soy capaz de decir esta palabra.

Sólo afirmo con la cabeza, mirándola fijamente.

Ella quiso abrazarme, pero el instinto me hizo separarme. No sé por qué.

“Lo siento, no debería haber asumido que tu deseabas verme tanto como yo”, me dirigió una sonrisa embarazosa, algo dolida. “¿Quieres entrar?”, cambió de conversación.

“Vale”. Me siento un poco culpable, pero no quiero que se note. La seguí dentro de la habitación. Es una habitación con un pequeño salón.

Se sienta en un sofá, y me hace señas para que me siente a su lado. Pero yo escojo una silla para sentarme.

“No eres muy habladora, ¿verdad?”, sonríe. Noto por primera vez que tiene dedos de fumador, sus ojos están cansados, ha debido tener muchas malas experiencias en su pasado.

Tengo tantas preguntas en mi mente, que no sé por donde empezar.

“¿Quieres saber por qué estoy aquí? ¿Por que quiero verte de repente?”, dice con calma, como si estuviera leyendo mi mente.

Cabeceo otra vez. Debe pensar que soy muda.

“Shane, fui a buscarte hace años, pero me dijeron que te habías escapado y no pude localizarte. Entonces encontré a este hombre, nos enamoramos y nos fuimos a Europa. Volví hace unos meses, cuando el murió. Vi8 el anuncio de Hugo Boss y te reconocí. Me llevó bastante tiempoo encontrarte. Siempre estás en mi mente”. Dice con tristeza en la voz.

“Bien, ahora estoy aquí. ¿Soy una decepción para ti?”. Nii yo sé por qué dije esto.

“¿Por qué dices esto?. Una hija como tu haría sentir orgullosa a cualquier madre. Has tenido éxito. Estoy contenta de que hayas resultado ser una buena chica. Estoy muy orgullosa de ti, Shane”, Quiere tocar mi mano, la alejo.

“¿Cómo puedes hacer esto? ¿Te sientas ahí y piensas que lo sabes todo sobre mi y me dices lo orgullosa que estás? ¡No sabes nada sobre mi! ¡Nada!”, las lágrimas quieren salir.

Continúo, “mi papá me dijo lo mismo. Sois los dos iguales. No os necesité cuando crecía, y no os necesito ahora”. Me levanto, y me giro para marcharme.

“No te vayas, por favor. Lo siento... siento haberte abandonado. Si hubiese podido, te habría mantenido conmigo, eras una niña tan adorable... Pero yo era drogadicta, te habría arruimado la vida”, dice tristemente.

“Piensas que no me la has arruinado así?”, me vuelvo, y caigo al lado de ella desalentada.

“¿Por qué no me lo cuentas?. Cuéntame cosas de tu vida”.

“¿Por dónde quieres que empiece?”, sonrío.

“Vale, cielo, vale”, me acaricia el pelo suavemente. Parece que todo irá bien ahora. Se lo quiero contar todo.

“Mamá...” No he usado esa palabra desde hace mucho tiempo, comienzo a llorar en sus brazos. La dejé sostenerme un rato más, compensando el tiempo perdido. La había echado tanto de menos.

“Tómate tu tiempo, cielo. No me voy a ninguna parte esta vez. No quiero perderte otra vez”, dice seria. Tengo un extraño sentimiento de calidez dentro de mi.

“Mamá, no sé por donde empezar”

“Dime lo primero si eres feliz o no”, dice suavemente, acariciando mi mejilla con su fina palma de la mano.

“No sé, todo parece derrumbarse, y no sé cuanto tiempo voy a mantenerme firme”.

“Sólo cuentame una cosa a la vez, ¿de acuerdo?”, me mira con amor.

“El papá se llevó una cosa que me importa mucho la semana pasada. Shay, mi hermano, ha estado conmigo los últimos tres años. Es una historia muy larga como el acabó viviendo conmigo. El es tan lindo, lo quiero muchísimo. El papá de repente apareció, y se lo llevó. Me siento tan perdida, mamá. Ha sido mi vida por mucho tiempo. ¿No era bastante buena para el? ¿Por qué eligió al papá? Hice todo lo que pude para hacerlo feliz. “, Borro mis lágrimas con la muñeca.

“Shane, hay siempre un lazo muy fuerte entre los padres y sus hijos. Míranos, ¿quien habría pensado que podríamos estar hablando así? Tu no lo has perdido, siempre será tu hermano, y el todavía te quiere”. Su tono era cálido.

“Te abandoné, y todavía me quieres. ¿No es lo mismo?”, añadió.

“Si.” Me río de sus palabras.

“A pesar de todo, nunca dejé de amar a tu padre”, dice mi mamá.

“¿De verdad?. Después de que el te dejo, ¿todavías lo quieres?”, pregunto curiosa.

“Lo quise. Eramos jóvenes e inocentes pero estuvimos felizmente enamorados, hasta que el no pudo soportar las responsabilidades”.

“Era demasiado joven para manejar a dos niños, pensé que estarías mejor sin mi. Ahora cuéntame algo más”, dice suavemente.

“Hay una chica que me gusta. Le he hecho algunas cosas horribles y no sé si va a perdonarme”, estoy perdida en mis propios pensamientos.

“Dime algo más de esta chica que te tiene loca”, sonríe amable.

“Su nombre es Carmen, es DJ...”, se lo conté todo, de principio a fin. Como comenzamos, como me negué, como nos reunimos, como pensamos sobre la monogamia y el compromiso, como terminó la boda, y la situación actual. Mee scuchó silenciosa, se rió, jadeó, y lloró conmigo.

“Si ella es como me has dicho, seguro que te dará una segunda oportunidad2, dijo cuando terminé la historia.

“Eso espero”, de verdad que lo espero.

“Tengo fe en ti. ¿Sabes? Te pareces a tu padre, pero también eres mi hija”, dice.

“¿Si? ¿Por qué?”, preunto, levantando los ojos. Quiero saber.

“El coraje de hacer lo que creemos y superarlo cuando nos equivocamos. Sé que serás una compañera maravillosa. Estuve casada con Alex 13 años antes de que falleciera”.

“No sé”.

“Cometemos errores. Mi error más grande fue dejaros a ti y a tu hermano. También has heradado algo más de mi, la conciencia. Abre tu corazón, Shane, deja entrar completamente a alguien. Si te van a romper el corazón, tenlo roto al menos una vez. Es la única manera de experimentar la vida. Puede romperse, pero también se puede reparar. La vida es demasiado corta para andar con excusas.” Ella puede ver que todavía tengo dudas sobre mi.

“Te abandoné cuando tenías 9 años, viniste a buscarme, y ahora estás aquí. Es por algo, ¿no crees? Tienes un corazón apasionado. No eres tan igual a tu padre. El nunca se sintió culpable por lo que hacía, pero tu si. Lo hiciste, Shane”.

“Mamá, me habría gustado que me hubieses encontrado antes”. La abrazo con todo mi corazón.

Asimilo sus palabras en mi cabeza. Es la primera vez que alguien me dice que no soy como mi padre. Desde luego, soy también hija de mi madre. Nunca pensé en ello antes, aunque no conocía a mi madre, hasta hoy. Recupero poco a poco la esperanza. Sonrío abiertamente a mi madre, feliz.

Día 132, 29 de Setiembre

Mi querida Carmen

Hoy he visto a mi madre por primera vez en más de 20 años. Me reconoció por el anuncio de Hugo Boss, pero hasta la semana pasada no tuvo valor para llamarme. No sabía como reaccionar. He estado esperando encontrarla tantos años, y cuando finalmente cogió el teléfono, le colgué la primera vez.

Fui a verla a un hotel. Tuvimos una larga charla sobre Shay y sobre ti.

Afortunadamente, no se parece a mi padre. Es amable y graciosa. Tengo más cosas en común con ella de lo que pensaba. Espero que se quede más tiempo esta vez.

Me gustaría que tu la conocieras también.

Te quiero

Shane

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Hospital en LA

“Prometiste que no harías más carreras de coches”, digo enfadada. Parece que últimamente visitamos mucho el hospital. Odio los hospitales, nada bueno pasa en ellos.

“Bueno, Marco me pidió que fuera con otro equipo de LA, ¡Tuve que ir al menos una vez! ¡Son diferentes rutas!”, se defiende.

“Mira lo que han conseguido. ¡Un brazo roto y una pierna quebrada! Por suerte ya has acabado de grabar la película, si no también habrías puesto en peligro tu carrera.” Todavía hecho humo.

“Así es como soy”, se encoge de hombros.

“Supongo que es como eres. No puedo soportar estar aquí y mirar como te matas por una estupidez”, no puedo creer que dijera esto.

“¿Eso significa que me dejas?”, pregunta, mirando impresionada.

“Supongo”, exhalo un suspiro que tenía retenido mucho tiempo.

“Es ella, ¿verdad?”, pregunta.

“No, esto no tiene nada que ver con ella”, ¿o sí?. Estoy confundida.

“¡No puedes hablar en serio! ¡Romperá tu corazón otra vez!”, grita.

“No estamos juntas. Aún te cuidaré hasta que te recuperes”, digo.

“Puedo cuidarme sola”, replica.

“No te voy a dejar así. No hagas esto más difícil. Todavía te quiero, es sólo que esto no funciona. Por favor”. La abrazo. Las lágrimas salen a borbotones , estoy terminando esta relación.

Habitación de Hotel

“Feliz cumpleaños, Carmen”, dice Cat, dándome un regalo.

“Gracias. Wow, ¿de dónde sacaste el regalo?. Se supone que ebes descansar”. Estoy sorprendiuda.

“Ah... se puede comprar por Internet, y estoy tan aburrida en este lugar. He pedido a mi agente que me reserve un vuelo para volver a NY mañana. Ya no tienes que cuidar más de mi”, dice con una sonrisa.

“No tienes por qué irte tan pronto”, digo sin saber que hacer o que decir para que se sienta mejor.

“No puedo estar así, tan cerca de ti, y no estar contigo. Tienes ese efecto sobe la gente. Recogeré mis cosas de tu casa antes de que vuelvas”. Puedo ver la tristeza en sus ojos. Me siento culpable y la miro desde lejos.

“Vamos, ábrelo”, señala la caja.

Hago lo que dice. Es una caja de Tiffany, dentro hay un hermoso collar de diamantes. “Guaw, que bonito. No lo puedo aceptar. No puedo”. Siento que no está bien aceptar un regalo tan caro.

“Quiero que lo cojas. Es un recuerdo de los ratos buenos que hemos pasado. Nunca lo olvidaré”. Se ríe. ¿Cómo puedo estar tan loca? ¿Cómo puedo dejar ir a alguien como ella?.

“Gracias”, y me lo puse.

“Es tan hermoso en tu cuello”, dice. Le doy un abrazo.

“Gracias por todo”, susurro en su oído.

“No es nada. Si ella rompe tu corazón otra vez no se lo perdonaré”, me besa la frente.

“No sé que decir. No es fácil para mi tampoco”, la mantengo apretada por última vez.

“¿Sabes qué, Carmen?”, me pregunta.

¿Qué?”, repito.

“Creo que deberías estar con tus amigas esta noche”, declara.

“Estoy confundia. ¿Qué significa eso?””.

“Shane te pasará a recoger”, mira su reloj.

Alguien llama a la puerta. La abro y Shane está de pie allí, apoyada en el marco.

“Hola, tu taxi ha llegado”, dice sonriendo.

“¿Y tu que harás?, pregunto a Cat.

“Estoy cansada, de todas formas. No te preocupes por mi, diviértete”, se despide y comienza a andar hacia la cama, despacio.

“Nos vamos, entonces”.

Sacudo la cabeza, no entieno las cosas que suceden esta noche. La empujo juguetonamente al pasillo, y levanto la cabeza hacia ella.

“¿A dónde vamos exactamente?”, pregunto.

“Lo verás”, sonríe exactamente.

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Shane me llevó a su casa. Parecía vacía desde el exterior, tal vez ha planeado una tarde romántica para las dos.

Entramos.

“¡Sorpresa!”, todas estaban allí, escondidas.

“Wow, no esperaba esto”, me río, “Wow, chicas”. Me quedo muda. Le echo un vistazo, ella me mira de forma inocente, levantando los brazos”.

Abrazo a todo el mundo, Jenny, Alice, Bette, Helena, Tina, Tasha, ¡y hasta Papi! Incluso la pequeña Angelica está aquí también.

“¡Gracias chicas!”, no sé que más decir.

“Tienes que agradecérselo a Shane. Ella lo ha organizado todo”, dice Alice contenta.

Helena sale de la cocina con un pastel de cumpleaños.

“Tienes que pensar un deseo”, dice.

Cierro los ojos y pienso mi deseo, hay una sola cosa que quiero ahora mismo. Apago las velas.

“¡Un beso de cumpleaños! ¡Un beso de cumpleaños!”, gritan todas. Sabí que era una conspiración. Todas empujan a Shane, ella parece muy tímida.

“Venga, chicas. No estamos en el instituto”, me río tontamente.

“Solo un beso”, grita Jenny.

“Hago lo que ellas quieren”, dice Shane con inocencia.

“Vale. Sólo uno”, digo.

Shane me da un picotazo rápido en la mejilla. Siento un chispazo sobe mi piel. Sólo un toque de ella hace arder mis sentidos.

“¡No lo he cogido!”, Alice levanta su cámara, “¡Otra vez!”.

“Fue bastante, chicas. Vamos a cortar el pastel, ¿vale?”, dice seria.

“Vale, pero no te quejes luego si no tienes fotos, dice Alice en tono encantador,

“Gracias por la fiesta. Me ha gustado mucho”, la abrazo y le susurro al oído. Pone sus brazos alrededor de mi cintura.

Nos miramos fijamente la una a la otra antes de que Angelica se tropiece con mi pierna.

La cogí. “Wow, pesas más de lo que pensaba”. Me río de ella.

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La fiesta está muy animada. Todo el mundo disfruta y se relaja después de tomar unas copas de vino. Miro a Carmen hablando con Alice y Jenny. Está tan animada, tan llena de espíritu. La amo tanto, tal vez todavía podamos tener un futuro juntas. Las palabras de mi madre se esparcen despacio en mi cabeza.

Papi, Helena, Bette, Tasha y Tina juegan al póquer en la mesa del comedor. Las oigo gritar y golpear la mesa.

Por el rabillo del ojo vi a Angelica caerse del sofá y chocar contra la esquina de la mesita de centro de cristal. Debería haber preparado mi casa contra accidentes de bebé, ahora ya es demasiado tarde. Al instante reaccioné y puse mi mano entre ella y la mesa.

Puedo sentir un pinchazo de dolor en la palma de mi mano. La fuerza del peso de Angelica empuja mi mano más profundamente por el cristal. Me estremezco de dolor.

Carmen es la primera que se precipita a mi lado para mirarme la mano. Bette y Tina rápidamente cogen a Angelica.

“Déjame mirarlo”, dice, “¡una toalla, rápido!”, grita.

Aplica presión en mi corte y me estremezco otra vez. “Lo siento, esto va a doler un poco, ¿tienes botiquín?”, pregunta.

“En el cuarto de baño”, contesto. Vamos al cuarto de baño, su mano todavía sosteniendo la mía y aprieto la toalla fuerte.

Le indiqué donde estaba el botiquín. Limpia con cuidado el corte y desinfecta la herida. Me estremezco, ella dice que lo siente. Esto es bastante divertido. Está más preocupada con la herida que yo. Estar tan cerca de ella me hace volverme loca.

“Creo que no necesitas puntos, pero no puedo creer que hiceras esto para protegerla”, sus ojos están llenos de admiración.

“Es mejor que tenga yo un corte a que lo tenga ella”, me encojo de hombros.

Coge mis mejillas, y las aprieta con el pulgar. Inclino la cabeza sobre su mano para tener más contacto.

“¿Pasaría algo si te beso ahora?”, pregunto.

“Tal vez”, humedece sus labios y me mira con sus grandes ojos negros.

Cierro el hueco entre nosotras. La beso suavemente sobre los labios. No sé lo que significa esto, sólo sé que ahora mismo tenía que besarla. La acerco más con mi mano sana. Coloco besos de mariposa sobre sus labios, me gusta hacer esto, hace que suu deseo sea más grande cada vez que hay contacto. Sus labios son tan suaves y dulces. Literalmente, puedo sentir las chispas que vuelan cuando nuestos labios se tocan. Me estoy ahogando en ella otra vez.

Alguien está llamando a la puerta del cuarto de baño. “Tengo que hacer pis...”. es la voz de Jenny. Gimo. ¡Mal cronometraje de Jenny! ¡Muy malo!.

Nos miramos ambas muy rojas, y jenny nos mira curiosa.

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Día 140, 6 Octubre

Mi querida Carmen

¡Feliz cumpleaños otra vez!. Perdona por la canción y el beso de cumpleaños. Es embarazoso tener amigas que se comportan como quiceañeras.

Echaba mucho de menos tus besos. Voy a matar s Jenny por interrumpirnos en ese momento.

De todas formas, espero que te hayas divertido esta noche, y gracias por limpiar mi herida.

Espero que te guste el regalo.

Te quiero,

Shane
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Habitación de Carmen

Shane me dio mi regalo pero me dijo que no lo abriese hasta llegar a casa.

Mi madre me pregunta donde he estado hoy, sólo le he dicho que he estado con Cat. No le gusta que vea a Shane, por motivos obvios.

Después de tomar una ducha, me siento en la cama y abro la caja. Hay un libro dentro, y una foto nuestra en la portada. Es un álbum de fotos que Shane ha hecho con todas las fotos que nos hicimos juntas. Cuando paso las páginas, los recuerdos se desbordan una vez más. Esto es tan típico de ella... Su regalo me ha emocionado, una nube de lágrimas me sale de los ojos.

No puedo creer que alguien tan agradable y seria como ella pueda tener corazón para engañarme con su cambio. Realmente, no puedo. Debe creer todavía que puede hacerme tanto o más daño que la otra vez... es tan tonta a veces...

Mi corazón se estremece otra vez por ella.

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Día 145, 11 de Octubre

Mi querida Carmen

Por alguna razón, he recordado el primer día que nos encontramos. Yo era la peluquera de Adrianna Huffington en un debate. Le trajiste un zumo. Me sonreíste dulcemente y me preguntaste si necesitaba algo. Mi corazón saltó en el pecho cuando puse los ojos sobre ti. Tal vez fue amor a primera vista, pero no creía que eso pudiera pasar. Me gusta el modo en que coqueteaste conmigo. Llevabas una camisa roja y una falda corta.

Cuando te vi otra vez en el pasillo, sentí el impulso de seguirte. Incluso Adriana vio las chispas que saltaban entre nosotras. Tuve que seguirte. Tu no eras ninguna niña tonta, sabías lo que querías y me hiciste preguntas personales que yo no sabía como manejar.

Me hiciste quedarme, y tuve que hacerte el amor, eras demasiado atractiva para dejar pasar la ocasión. Echo de menos tus tatuajes también. No lo sabía entonces, pero ya me estaba enamorando de ti.

Te quiero

Shane
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Día 150, 16 Octubre

Querida Ilene

No creo que Carmen sea perversa y crítica y te culpo de cambiar su personalidad con Helena en la temporada 3. Creo que Helena se siente culpable por esto también, si no, no se habría gastado tanto dinero con nosotras. Por eso nos llevó en su avión privado a ver un partido de baloncesto y pagó toda nuestra boda. Esto es algo que la Helena de la temporada 2 no haría. Tenías que hacerla más agradable porque ella se quedaba otra temporada e hiciste de Carmen una villana porque se marchaba, así podrías justificarlo.

Una cosa más. Shane es una mujer muy agradable, pero es demasiado alta para mi. Me hace parecer una enana anoréxica cuando estoy de pie a su lado. Tengo que subirme sobre una caja siempre que tenemos escenas de besos, o estamos juntas de pie. Por favor no me emparejes más con mujeres mucho más altas que yo, Carmen es perfecta.

Finalmente, otra cosa, ¿los guionistas se han vuelto amnésicos esta temporada?. La justificación de que yo deje a Carmen es que no soy capaz de manejar una relación. ¿Y me emparejas con una mamá soltera y quieres que me vaya a vivir con ella? ¡Venga! ¡Carmen es el amor de mi vida! Incluso yo puedo escribir un guión más creíble que ese.

Saludos,

Shane

P.S. Carmen, hoy me he desviado, espero que no te fijes demasiado en mi enfado con IC
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Continuará....

La carta a Ilene ha sido por mi propio entretenimiento. Jajajaja

gracias julia, está muy bien que se siga con los fic.

CAPITULO 15

Día 154, 20 de Octubre

Mi querida Carmen

La gente dice que el tiempo vuela, y es verdad. Han pasado cinco meses, y han pasado tantas cosas entre nosotras. Un mes más y tendremos que tomar una decisión. Desde luego, quiero que las cosas entre nosotras se solucionen. Ahora estoy en una posición mucho mejor. Quiero ser como quieres que sea, de verdad.

Mi amor por ti ha crecido desde nuestro último encuentro. No creía que fuera posible.

Por favor, dame otra oportunidad.

Te quiero

Shane

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The Planet

Quedé con Alice Jenny y Tasha para desayunar.

“Ey, pronto será año nuevo”, dice Alice con tristeza.

“Lo sé. ¿Iremos al Parque Nacional otra vez este año?”, pregunto.

“Tasha tiene una gran idea. Ella hizp un salto de beneficiencia para levantar la conciencia del cáncer de mama hace unos años. Creo que nosotras deberíamos hacerlo este año en recuerdo de Dana. Le gustaría”, dice Alice.

“¿Salto? ¿Qué quiere decir eso?”, pregunto nerviosa.

“Ya sabes, saltar desde el cielo. Saltar desde un avión”, contesta Tasha.

“Es una idea buenísima. ¡Me gusta!”, grita Jenny, tan dramática como siempre.

“Joder no, no puedo hacerlo”, digo.

“¿Por qué?”, pregunta Tasha.

“Porque a Shane le dan miedo las alturas!”, contesta Jenny con malicia.

“¿De verdad? Pero antes aguantabas subida en la borda del barco, ¿recuerdas la fiesta en el barco?”, Alice está sorprendida.

“¡Eso es diferente! Estaba de pie, en la borda. Lo que no me gusta es cuando mis pies están al aire”, explico.

“Ah, eso es divertido! ¡Hay algo que le asusta a Yoda!”, dice Alice.

“Me asustan muchas cosas, Al, la altura ni siquiera es la primera de mi lista ahora mismo”.

“¿Qué es entonces?”, pregunta Jenny.

“Carmen”, digo simplemente.

“¿Tienes miedo de ella?”, pregunta Alice.

“No, no de ella”, sacudo la cabeza y luego sigo, “tengo miedo de que ella no quiera volver”.

“Shane, todo el mundo puede ver que ella todavía te quiere”, sonríe Jenny.

“No sé. Es difícil”, me encojo.

“¡Ten fe, Shane! ¡Venga! No dejes que Al y Jenny te desanimen. Es por Dana. Tenemos que vencer nuestros miedos tarde o temprano”, dice Tasha. Levanto la vista hacia ellas y comprendo que tiene razón.

“Sé que voy a lamentar decir esto, pero cuenta conmigo”, no estoy segura a que me he apuntado.

“¡Muy bien! Te quiero, Shane. Voy a preguntar a las demás”, Al me da un abrazo.,

“Estoy tan excitada”, Jenny aplaude unas cuantas veces.

“Esto es así, a diferencia de lo que tu haces”, le digo a Jenny.

“¿De verdad? Esto es tan chulo... Puedo tener la experiencia de volar sin morir. ¡Esto es un acto autodestructivo!”, dice Jenny.

“Esta es una respuesta típica de Jenny. Aunque estoy de acuerdo con ella”, dice Alice mirándome.

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Estoy flotando en el aire, por encima de LA. No entiendo por qué estoy aquí. Parece todo tan pequeño. Estoy asustada, siento como si estuviera cayendo en todo momento.

“¡Ey, Carmen!”, la descubrí abajo. “¡Carmen, Carmen! ¡Encima de ti!”, sigo gritando. Ella no sabe quien la llama. Entonces mira hacia arriba y me ve.

“¡Shane! ¡Baja! ¡Estoy aquí!”, agita las manos hacia mi.

“No puedo, no se por que me levanto. No quiero caerme”.

“Pero tienes que bajar algún día, ¿no quieres estar conmigo?”, pregunta tristemente.

“¡Me da miedo la altura!”. En cuanto lo dije, comienza la caida libre. La tierra está cada vez más y más cerca.

Me incorporo en la cama. ¡Joder, que pesadilla! Me rasco la cabeza, intentando apartar las imágenes de mi mente. Caer del cielo me asustaba mucho.

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Día 158, 24 de Octubre

Mi querida Carmen

Parece que sueño mucho últimamente. Quizás sea tu influencia sobre mi. Cuando tu tenías una pesadilla conmigo, solíamos discutir. No entendía por qué, pero ahora si lo entiendo. Tuve una anoche, y estabas allí. Era tan real y me asustaba tanto,

Siento que no estuvieras aquí para consolaerme.

Te quiero

Shane

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Campo de Aviación, cerca de Gran Canyon

En primer lugar, no sé por qué acepté esto. Ahora mismo lo lamento muchísimo. Bette, Jenny, Helena, Alice, Carmen y yo estamos todas en el aeroplano, esperando ascender a las alturas. Kit u Tina se quedan esperándonos abajo.

“¿Qué haces Shane?”, Tasha viene a ver como estoy. “Esto habrá acabado en menos de un minuto, te gustará”.

Yo no podía decir ni una palabra... cuanto más alto estábamos, más ansiosa me ponía. El viento era frio, cortaba mi piel profundamente y se me calaba hasta los huesos. Me siento enferma.

Levanté mi mano para indicar que todo estaba bien. De hecho, estoy muy lejos de estar bien, probablemente lo mas opuesto a estar bien, no puedo pensar la palabra correcta ahora... estoy jodida. Sólo de pensar en ese salto inminente...

Ella camina hacia Carmen, intercambian unas palabras, y viene hacia mi. Mierda, me va a preguntar lo mismo otra vez. Estoy a punto de vomitar...

“Shane, no es malo estar asustada”, dice con voz dulce. “En primer lugar, ¡Has sido muy valiente por ofrecerte, teniendo en cuenta lo que te pasó la última vez en el parque temático!”, se ríe.

Teniendo en cuenta que me desmayé la última vez, he mejorado. Sonrío para mi. “Si, fue embarazoso”.

“Vale, si no lo quieres hacer, no me reiré de ti”, bromea.

“Quiero hacerlo, es por Dana”. Soy valiente, o simplemente estúpida. Tal vez ambas cosas. Puedo hacerlo. De manera extraña, me siento más relajada ahora, después de que me haya hablado... y de estar cerca de ella”.

“Bien chicas, preparaos. Hemos alcanzado los 13000 pies. Comprobad los engranajes una última vez, vamos a empezar”, dice el coordinador.

Miro mi altímetro. Joder, realmente pone 13000 pies. ¿Estamos tan alto ya?. Mis miedos vuelven como el relámpago, mi corazón golpea tan rápido que no puedo respirar...

“Carmen...”, jadeo

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Tasha salta primero. Ella ha hecho esto muchas veces antes. Alice la siguió, grita muy fuerte al saltar. Jenny está sorprendentemente tranquila, pero quien sabe lo que piensa por dentro.

Bette y Helena son las siguientes.

Shane está dominada por el pánico, tengo que hacer algo. No sé por qué, pero me apoyo en ella y le doy un beso en los labios. Mis manos rodean sus mejillas, todavía la sostengo. Es un beso firme pero simple, mis labios sobre sus labios, le hago saber que no está sola. Estoy asombrada de que haya tenido el valor de apuntarse a esto, sabiendo lo que la asustan las alturas. Dana sería feliz al saber que tiene una amiga tan leal.

“Shane, mírame”, digo por encima del ruido del viento. Levanto su barbilla y le miro a los verdes ojos. Ella me devuelve la mirada. Bueno, al menos me responde.

“Se valiente, ¿vale?. Esta es tu primera vez. ¡Recuerda que hacemos esto por Dana!”. Le recuerdo la razón de nuestro salto.

Ella cabecea. Echo un vistazo a su paracaidas y la miro otra vez.

“Escucha, sólo mírame, ¿vale?”, digo.

Cabecea otra vez. Creo que ha articulado un bien, pero no estoy segura.

“Voy a saltar primero. ¡Nos veremos allí!. Mantén tus ojos sobre mi, ¿vale?”, grito.

Espero a que cabecee antes de saltar del avión.

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Miro a Carmen volar en el aire. Su cuerpo cae rápido. Siento cada vez más frío, pero la adrenalina me mantiene. El paracaidas parece que pesa toneladas en mi espalda, tengo problemas para andar.

Mi ayudante en el salto me pregunta si estoy lista.

“Si”. Compruebo las gafas protectoras por última vez. Saltamos del aeroplano.

Mis ojos buscan a Carmen. Ella extiende sus brazos y piernas para ir más lenta. Sus movimientos son tan elegantes como un pájaro que vuela en el cielo. Mis ojos la traspasan.

Nunca había experimentado algo así. Me siento caer más y más rápido, me siento liberada, como flotando en el aire. Puedo sentir el aire y oír el viento en mi oído. Aunque es un sentimiento muy agradable de paz.

El paracidas de Carmen se abre. Mi ayudante me señala la anilla para que tire de ella y abra el mío. Mi paracaidas se abre rápidamente, me siento algo imprsionada. Cuando el paracaidas está totalmente abierto, la caida libre se hace más lenta.

Wow, estoy disfrutando enormemente, hasta he olvidado mi miedo a las alturas. ¿He vencido mi miedo? Mis ojos comienzan a desviarse de Carmen y puedo ver el hermoso paisaje del Cañón a mis pies. Ella aterriza en el área de seguridad. Mi ayudante me indica que esté preparada. Aterrizamos muy suavemente en tierra.

Yo no podía permanecer de pie durante un rato, mis rodillas se tambalean. Decidí no luchar y me senté hasta que mis piernas se recuperaron. La adrenalina todavía sube, no puedo dejar de reir. ¡Lo hice! ¡Lo he conseguido!.

Siento la boca seca, y la tengo abierta completamente.

Carmen me da una botrella de agua. “Yo también abrí la boca en mi primer salto. Sé como te sientes.” Me sonríe abiertamente.

Parezco una niña pequeña, sonriéndole tontamente. “Gracias”, digo, bebiendo después desesperadamente porque necesito el agua. Salpico una poca por la cara y dejo la botella casi vacía.

“¡Estoy tan orgullosa de ti, estoy muy contenta de que lo hayas conseguido!”, me abraza.

“No lo habría conseguido sin ti”, digo sinceramente.

“Estoy contenta de que hayas saltado. Creía que te volverías en el avión”, dice sarcásticamente.

“Me sentiría avergonzada si hubiera hecho eso. Además, fue divertido”, contesto, con la cabeza alta.

Todavía siento el entusiasmo de la adrenalina del salto. Todas sienten también ese efecto.

“¡Voy a hacerlo otra vez!”, les digo.

“Estabas asustada allí arriba”, dice Alice.

“Ya no siento miedo a las alturas”, anuncio, guiñando un ojo a Carmen.

“Deberíamos volver a hacerlo, entonces”, se ríe. Está radiante bajo el brillo del sol, no puedo apartar mis ojos de ella.

“Dana, espero que estés contenta de saber que tienes un grupo de buenas amigas. Te recordaremos siempre. Puedes descansar en paz. Te queremos. “ Dice Bette, levantando su botella de agua. “¡Por Dana!”, juntamos nuestras botellas, brindándole nuestro respeto otra vez.

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Estoy volando otra vez, flotando en el aire, siento como si estuviera haciendo paracaidismo otra vez, sólo que esta vez no me caigo. Estoy flotando sobre LA, bajando desde las nubes. Estoy volando a voluntad, me siento libre, sin coacciones.

“¡Eh!”, Carmen está a mi lado.

“Hola, Carm”.

Volamos juntas, pasamos Hollywood, Sunset Boulevard, Rodeo Drive y Venice Beach. Muevo los brazos como si fuera un pájaro, tocando los suyos.

“¿Lista?”, me pregunta.

“Si, vamos a hacerlo”, contesto.

“Vale, cariño, allá vamos”, dice suavemente.

Nos giramos para abrazarnos la una a la otra, y saltamos. Aunque estemos en caida libre, con nuestras cabezas hacia abajo, nos sentimos muy bien.

“¿Tienes miedo?”, pregunta.

“No, estás aquí conmigo, no tengo miedo”, contesto suavemente, sonriendo.

Ella vuelve a reir.

Nuestros cuerpos reducen la velocidad cuando estamos a punto de tocar la tierra. Vamos flotando despacio, y finalmente aterrizamos.

“¿Cómo ocurrió ésto?”, estoy confundida.

“Porque no tienes miedo, todo es posible, Shane”. Su voz es tan suave, parece un ángel.

Quiero decir algo, pero un ruido molesto me distrae. Beep, beep, beep.

Me despierto para encontrarme en la cama. Es el toque del despertador. Lo apago. Joder, era sólo un sueño.

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Día 175, 10 de Noviembre

Mi querida Carmen

Juro que estoy loca por tu culpa. Tuve otro sueño anoche, aunque fue muy dulce. Soñé que volábamos juntas y no estaba asustada por la altura. Creo que estoy completamente enamorada de ti.

Tu eres mi luz cuando estoy perdida.

Te quiero

Shane

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Día 180, 15 Noviembre

Mi querida Carmen

Sólo faltan 5 días, espero con inquietud en la oscuridad, sin saber que nos pasará después.

Bien, si necesitas más incentivos, he aprendido a hacer los brownies de chocolate. No son tan buenos como los de la tienda de la esquina, pero he agregado un ingrediente secreto para compensarlo, tendrás que buscar la respuesta en persona. Sólo pensaba que podía subir en la escala un poquito. Era sólo un pensamiento.

Te quiero

Shane

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Habitación de Carmen

Contemplo la tormenta desde la ventana, pensando en los acontecimientos que han pasado en los últimos 6 meses. Hoy acaba nuestro plazo para tomar una decisión para ver si Shane y yo lo intentamos otra vez.

¿Confío que ella sea monógama?

¿Confía ella en mi?.

¿Soy la persona a la que quiere?

¿Podremos estar juntas?

¿Deberíamos dejar el pasado en el pasado yy seguir adelante con nuestras vidas?

Alguien llamó a la puerta de la calle. Mi madre contestó. Oigo una conversción. Probablemente sea el cartero, pensé. Continúo soñando despierta.

Mi madre nos llama para el desayuno. No tengo hambre aún, pero mi madre me reñirá si no como. De mala gana, me siento en la mesa.

Mi hermano ve una caja en el cubo de basura. La cog y pregunta, “Carmen, ¿qué es esto? ¿Por qué lo has tirado sin abrirlo?”.

“¿De que estás hablando? Acabo de salir de la habitación”, digo sorprendida.

Miro a mi madre. Ella disimula estar ocupada y evita mirarme de frente.

“Mamá, ¿Tienes algo que ver con ésto?”, le pregunto con desconfianza.

Durante un rato, no me hace caso, después dice, “hago lo mejor para ti. No quiero que la veas otra vez”, me mira un poco triste.

“¿Cómo”, ahora estoy más confundida.

“Chane, vino esta mañana y quería que te diera esto”, dice, “¡Carmen, como puedes perdonarle lo que te hizo!”, levanta la voz frustrada.

“Es complicado mamá... ella parece diferente ahora. No sé”, intento explicarle pero realmente no sé como.

Mi hermano me da una pequeña caja. Es una caja rosa con una cinta alrededor. Encima de la caja está escrito “Carmen”. Abro la caja para encontrar dentro un libro de notas yy un ipod. La cubierta del cuaderno tiene dos querubines con sus manos en la cabeza, mirando al cielo. Es uno de mis grabados favoritos. Una vez se lo dije a Shane cuando estábamos en una librería, ha debido recordarlo.

Esto es de ella. Mis manos tiemblan. Tengo frío. Mi corazón golpea cada vez más rápido. ¿Qué es esto? Abro el cuaderno con cuidado. Mis manos sudan. Cierro los ojos y suspiro.

¡Es el diario de Shane! ¡Me ha escrito una carta cada día durante los seis últimos meses!.

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Abro por la primera página:

Día 1, 20 de Mayo

Mi querida Carmen

Me desperté sola en mi cama esta mañana, preguntándome si lo de anoche fue un sueño. ¿Te tuve en realidad otra vez entre mis brazos? Fue tan bueno. Todavía disfruto del olor que ha quedado en mi habitación, en la almohada, en las sábanas, sobre mi.

¿Por qué no crees que estoy todavía enamorada de ti?

Te dije que te demostraría que lo que sentía era verdadero amor. Aquí estoy escribiéndote esto. Una carta cada día durante los próximos 185 días, hasta que me des una respuesta.

Te quiero

Shane

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Nunca imaginé que ella me daría esto. Sigo leyendo las cartas y todas sus turbaciones, sus dudas, sus confesiones, su amor, abruman mis sentidos. Todas mis dudas sobre ella, sobre nosotras, se disuelven una a una.

Nuestra primera cita, nuestras primeras discusiones, mis celos, nuestra solución con el sexo... los buenos y los malos momentos... mis manos tiemblan. Mi corazón se derrite con sus palabras, sus emociones, sus pensamientos, sus acciones y sus sueños. Nunca supe que es tan soñadora... pero de algún modo lo encuentro muy dulce. Nota mental: no debería culparla por mis pesadillas es en futuro.

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Finalmente, leo la última carta.

Día 185, 19 Noviembre

Mi querida Carmen

Mañana es la evaluación de mis 6 últimos meses. No sé que es lo que piensas de mi, de nosotras.

¿Eres mía todavía?. Lo sabré mañana. La espera me vuelve loca.

Mi corazón late rápido, por ti.

Mis manos sudan, por ti.

Mi corazón sabe algo que mi mente no puede explicar.

Te quiero, estoy enamorada de ti, creo que ya lo he dicho demasiadas veces, o no las suficentes.

Estoy tendida aquí, escuchando como late mi corazón. Deseo que estés aquí.

Si todavía no estás convencida de que esto es verdadero, o no eres capaz de confiar en nosotras otra vez, no te molestaré más y te deseo una vida feliz.

Esta soy yo.

Te amaré siempre

S

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La última página no tiene carta, simplemente escribió, en español:

Carmencita

Sé mía

Shane

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¿Para que es este ipod? Me puse el auricular y cargué el playlist. Sólo tiene una canción “Fall again de Glen Levis”. Cierro los ojos para escuchar la letra.

Caer Otra Vez

Es como un fuego que quema en mi corazon
Cada momento que paso lejos de ti
Te necesito por que cada dia empeza
No te he dejido solo
Hay algo en ti, cuando miro en tus ojos
Y todo lo que busco esta alli
Todo este tiempo separados me mata adentro

Necesito tu amor en mi vida
Hemos luchado, nadie gano
Y ahora afrentamos una montana
No puedes darla la espalda, el pasado ha sido dicho y hecho
Necesito que continuamos

Vas a intentar todo lo que pensabas nunca funcionaria
Cuando vives, cuando amas, y cuando das todo lo que eres
Siempre puedes dar mas
Bebe, nada quiere decir nada si no estas aqui por vivirlo conmigo
Puedo respirar, puedo sangrar, puedo morir en mi sueno
Porque cada noche estas conmigo en mis suenos

Quiero pasar el tiempo, hasta el final
Quiero caer, una vez mas en ti
Como lo hicimos cuando nos hemos encontrado
Quiero caer, una vez mas en ti
Otra vez

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Las lágrimas corren por mis mejillas como la lluvia corre fuera, en la calle . ¡Joder Shane! ¿Por qué me torturas así?. Todos los recuerdos acuden a mi y se desbordan como la tormenta.

Nunca he sentido por nadie algo tan fuerte, a pesar de lo que me hizo, todavía me siento atraída por ella, cada día más. Estoy enamorada de ella con desespero.

Voy a la sala de estar.

Mi madre está allí, me mira fijamente. Mi corazón se ha partido por la mitad. Quiero desesperadamente a Shane y ahora ¿cómo puedo hacer entender a mi madre que es Shane quien me gusta?.

“Todavía la quieres, ¿verdad?”, me pregunta.

“Si, mamá, con todo mi corazón.” Contesto

Sacude la cabeza, sonriendo tristemente. “Es una chica con suerte”. Me da u abrazo y me limpia las lágrimas.

“Hay algo que tengo que contarte”, añade.

La miro con cara interrogante.

“Chane esaá esperando fuera. Me dijo que te diera la caja y que ella esperaría”

“Qué significa fuera? ¿En la lluvia?”, pregunto.

“Si. Está ahí desde hace una hora”, me mira con aire de culpabilidad.

“No”, nunca corrí tan rápido en mi vida hacia la puerta de la calle.

Ni siquiera pensé en coger un paraguas. Elv iento y la lluvia me golperon como locos, me empapo de la cabezaa los pies. Corrí hacia Shane, que se resguardaba al lado de su coche.

“Shane. ¡Oh, Dios mío! ¿Cuánto tiempo hace que estás aquí fuera?”, pregunto. Ella está congelada, y muy mojada.

“No sé, ¿unas horas, quizas?. Te has mojado”, se ríe.

Cojo sus mejillas con mis manos y la beso con todo mi corazón, queriendo calentarla. Sus labios están fríos, de hecho suu cuerpo entero está frío.

Me retiro un poco, “tienes que entrar antes de que caigas enferma”

“No, esto es bueno... no pares”, murmura, y me besa otra vez, sin dejar que me vaya. Me acerca más. En otras circunstancias, pensaría que es muy romántico, pero...

“No podemos, mi madre está mirando”, intento controlarme para decir esto en medio de los besos.

“¡Deja que mire!”ataca, y me besa otra vez.

Nuestra conversación puede esperar... estamos perdidas en nuestro propio mundo durante un buen rato.

q bonito :´) ...... espero q sigas pronto es una historia increible shane&carmen 4ever

CAPITULO 16

Para el mundo puedes ser sólo una persona
Pero para una persona tu puedes ser un mundo.

Casa de los Morales

Finalmente volvimos a casa de mi madre. Mi madre mueve la cabeza otra vez, pero nos da una toalla para secarnos.

“¡Quitaros la ropa mojada, os vais a resfriar!. Sobre todo tu, Chane. Carmen, dale a Chane alguna ropa seca para ponerse”, nos ordena.

Estoy contenta de que no eche a Shane. Es un buen primer paso, aunque le lleve algún tiempo acostumbrarse a la idea de verla otra vez por casa.

Llevo a Shane a mi habitación. Una vez que cerré la puerta, Shane me ataca con besos otra vez, empujándome contra la puerta, haciéndome sentir sensaciones increibles otra vez. Baja por mi mandíbula y me besa el cuello.

Solté un gemido. “Shane... vinimos a... cambiarnos, no a... hacer el amor”, digo con dificultad, entre risas tontas y gemidos.

“Mmmm... vale”, murmura, y me quita la camiseta. Mi sujetador fue al suelo inmediatamente después. Ni siquiera supe como lo había hecho. Siguió su camino de besos, bajando por mi cuerpo.

“Shane...”, gimo, no encontrando mejor palabra en mi cabeza.

“Me estoy cambiando...”, deja de besarme y me mira con ansia. “Tu ropa...”, dice con voz ronca.

Besa mis labios otra vez, ahora suavemente. Abro la boca inmediatamente y su lengua entra en ella con cuidado. Me siento desfallecer, mis rodillas son demasiado débiles para apoyarme ahora. Mis brazos alrededor de su cuello es lo único que impide que me caiga.

Sus manos encontraron mis pechos, y sus dedos fríos acarician mis pezones endurecidos. Jadeo al contacto.

Una de sus manos se ha intorucido dentro de mis pantalones. “Estás muy húmeda”, bromea, sonriendo muy sexy.

“Pues tu estás...”, le devuelvo la sonrisa.

Me quita los pantalones y estoy totalmente desnuda delante de ella. Mira mi cuerpocon deseo, su cuerpo definitivamente entra en calor, puedo sentir el calor que irradia de ella.

“¿Te gusta lo que ves?”, le pregunto, tocando mis pezones para excitarla.

Cabecea, la he dejado sin habla.

“Vale. Porque esto solo es divertido si tu también lo coges”, susurro en su oído de forma seductora.

Le quito la camisa, desabrocho sus tejanos y se los quito.

Hay dos anillos en la gargantilla de Shane. Los reconozco enseguida, ¡Son nuestros anillos de boda!.

“¿Los has guardado todo este tiempo?”, le pregunto.

Ella cabecea, sonriéndome tímidamente. Los sonstengo tímidamente en mi mano.

“¿Por qué?”.No sé por qué lo pregunto.

“Para impedirme cometer el mismo error dos veces; una vez es estúpido, dos veces es imperdonable”, parece tan vulnerablede repente.

La beso apasionadamente, sin ninguna vacilación. Quiero estar solo con ella.

“Os he hecho sopa, salid cuando hayais acabado”, mi madre llama a la puerta.

Hicimos una pausa durante un momento, por miedo a que mi madre entrase. Nos reimos tontamente cuando estuvimos seguras de que se había ido.

“No sabría como explicar esto si entra ahora”, le digo en broma.

“Nos estamos poniendo ropa seca. Y yo te estoy ayudando”, sonríe satisfecha.

Busco algo de ropa en mi armario rápidamente me pongo una camiseta y unos pantalones antes de que Shane prenda fuego a mi cuerpo otra vez.

“Si, mamá”, contesta juguetona.

Le doy algo de ropa. “No sé si te irá bien, ¡estás tan delgada! Y mi ropa te vendrá ancha”

“No te preocupes. Se me caerán enseguida”, dice con una cara extraña que me hace reir.

Me ayuda a secarme el pelo primero. Después fui a hablar con mi madre sola y la dejé en mi habitación secándose el suyo también.

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Estoy de pie en el pasillo pero ellas están en una conversación acalorada y no notaron mi presencia.

“Carmen, ¿vais a volver a estar juntas?”, oí que la sra. Morales le preguntaba a Carmen.

“Mamá, creo que si... aunque no hemos hablado de eso aún”, contesta.

“No te entiendo. Ella es el fuego, te hará daño”. Su madre intenta hacerla entrar en razón, aunque no la culpo.

“Mamá, no hay ninguna garantía en una relación. Creo que no me va a hacer daño intecionadamente. ¿Tu no sabías que papá también podía hacerte daño?”, me diende.

Hay silencio. Y sigue hablando porque su madre no le da una respuesta.

“La quiero, y sé que ella siente lo mismo por mi. Si no le doy una segunda oportunidad para ver si nos pueden ir bien las cosas, siempre me preguntaré que habría pasado. Necesitaba esto, mamá. Si esto no funciona, aceptaré mi destino y seguiré adelante. Pero ahora mismo no pueod pensar en nadie má, sólo en ella. • Dice con ojos llorosos.

Mi corazón no lo puede soportar. Me precipito a su lado y la abrazo fuerte. “Carm, te quiero”.

Ella dejó escapar un suspiro de alivio y me sonrió feliz.

Sigo abrazándola, y miro a su madre y le digo, “Sra. Morales, sé que me dijo que me alejara de Carmen. Sé que le he hecho daño a ella, a usted y a su familia. Comprendí que este es el error más grande y más estúpido que alguna vez he cometido. No espero que usted me perdone, pero por favor, deme la oportunidad de que ella lo hafa”.

Sostengo su mano y se la beso, mirando fijamente sus ojos de chocolcate.

“Comenzando ahora mismo, quiero ser quien la haga feliz. Quiero ser quien la cuide cuando esté enferma. Quiero ser quien se despierte a su lado cada día. Quiero ser quien comparta sus preocupaciones. Quiero ser quien la haga reir cada día”, durante todo ese tiempo no separé mis ojos de Carmen.

Me desahogo delante de su madre, deseando que sea suficiente para convencerla que voy en serio.

“Ah, Shane...”, Carmen acaricia mis mejillas suavemente, lágrimas de alegría corren por sus mejillas.

Su madre todavía se lo piensa.

“Por favor, me dejará cuidar de ella el resto de mi vida, sra. Morales?”, lo digo con voz muy alta.

“¿El resto de tu vida?”, repiten al mismo tiempo con tono sobresaltado Shane y la Sra.Morales.

“Si”. Ambas están todavía sobresaltadas, así que comprendí la importancia de lo que había dicho.

“No te pido que te cases conmigo ahora, Carmen. Pero me gustaría que supieras que quiero pasar el resto de mi vida contigo. Cuando pase el tiempo... y si tu quieres... entonces... podemos...”Me siento avergonzada, tal vez sea mejor que me calle. Aparto la mirada, ruborizada.

“Vale, Shane. Un paso cada vez. No tenemos que pensar en esas osas ahora, ¿vale?”, sonríe finalmente.

¡Estúpida de mi! ¡No quiero asustarla!.

“Chane, creo que todavia amas a mi hija. Trátala bien esta vez. No apartaré mis ojos de ti. “ dice estrechando los ojos.

Solté el aire que estuve aguantando todo el tiempo.

“Gracias. Muchas gracias. No les dejaré mal ni a ella ni a usted”. Le dirijo una mirada agradecida y aprieto la mano de Carmen muy fuerte.

“Ahora, come un poco de sopa para entrar en calor”. Nos hace señas para que nos sentemos en la mesa y nos sirvamos la sopa.

Río desde el fondo de mi corazón, por primera vez en muchos años. Echaba de menos su cocina.

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Casa de Shane

Sigue lloviendo. Finalmente, volvimos a casa de Shane por la tarde, cargadas de toneladas de comida hecha por mi madre. Creo que en el fondo Shane también le gusta, sólo que es muy obstinada para aceptarlo por ahora. Sonrío en silencio.

“¿Qué es tan gracioso?”, sonríe dulcemente.

“Pienso como podrías escapar del asesinato con esas miradas que te ha echado. Mi madre todavía te quiere, a pesar de lo que dijo. Si no, no te habría dado tanta comida para llevar”, digo mientras introduzco todos los paquetes en el frigorífico.

“Así es como consigo a todas las chicas, incluyéndote a ti”, se ríe y me abraza.

“Ah, si no me ayudas, al menos deja de distraerme”, me río tontamente, pero en secreto, no deseo que se esté quieta.

“Estás haciendo un gran trabajo, creo que debería dejarte hacerlo bien. Estoy ocupada”. Río, paso mis brazos alrededor de su cuerpo y me aprieto a ella.

“No empieces nada que no puedas terminar”, gime

“No te preocupes... tengo la intenciónd e hacer que te corras y grites mi nombre, si te refieres a eso...”, digo traviesamente en su oido.

Cierra el frigorífico y se gira para quedar frente a mi.

“¿Qué soy para ti ahora?”, me pregunta de repente muy seria.

“¿Qué quieres decir?”

“¿Vamos a empezar a salir primero o volvemos atrás donde lo dejamos?”, pregunta.

“Podemos comenzar a salir primero, y podrás ver ver si hemos cambiado o si todavía somos compatibles...”, digo, mirándola a los ojos.

“Pero espero que podamos saltarnos eso, Carmen... ¿querrás ser mi novia?. La primera y la única”, de repente, me pongo muy nerviosa.

Ella me mira en silencio durante unos segundos. ¡Joder! ¡Di que si, por favor!.

vaya, se está medio animando este fic

¡Shane me pidió que fuera su novia! Nunca pensé que volveríamos a estar juntas, excepto en mis sueños... me llevó unos momentos creer que este no era uno de ellos.

¿Realmente voy a ser su novia otra vez? Esto es tan irreal.

Toco sus labios con mis dedos, esos labios suaves y delgados que envían impulsos eléctricos por mi cuerpo, su corazón palpita fuerte, y las palmas de sus manos sudan también... mi pecho se mueve arriba y abajo cuando intento regular los latidos de mi propio corazón.

“!Si! ¡Claro que si!”, digo con entusiasmo. Lágrimas de felicidad corren por mis mejillas.

Ella suspira aliviada.

“Me asustaba que pudieras decir que no”, me besa los labios con amor, y después besa mis lágrimas.

Mantiene su cuerpo cerca del mío, y después me dirige hacia el dormitorio, rompiendo nuestro beso sólo para respirar. Nuestras lenguas luchas durante todo el camino. Subir las escaleras es difícil, resbalamos dos o tres veces, pero ella nunca me dejó que me separara.

Ella me corta el aliento. Mi cabeza está mareada por la carencia de oxígeno; puedo sentir como aumenta mi humedad.

Finalmente, llegamos a su dormitorio. La ropa es como un accesorio del que queremos deshacernos rápidamente.

“Quien necesita la ropa...”, refunfurño con frustración. Quitamos cada una la camisa de la otra y desabrochamos los pantalones en un tiempo récord. Toco los anillos otra vez. Aún estoy sorprendida de que los haya guardado tanto tiempo.

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Llevo a Carmen a la cama, y me aseguro de que esté cómoda. Desabrocho su sujetador, le quito el tanga y disfruto del cuerpo desnudo que hay delante de mi. Allí está ella sobre mi cama, preparada para el sexo, lista para que la saboree. Me tomo mi tiempo para admirar su hermosa figura, con curvas en los sitios adecuados. Quiero besar cada pulgada de su cuerpo, compensar el tiempo perdido.

“Eres tan bonita... “. Sonrío con satisfacción, y acaricio sus labios con mis dedos antes de inclinarme para darle un beso lascivo. Mis dedos se desplazan hasta su cuello y siguen bajando hasta sus pechos. Pellizco sus pezones, que inmediatamente se endurecen.

Ella gime en mi boca. Sus manos vagan por mi espalda desnuda, atrayéndome más cerca, nuestros estómagos se están tocando, y nuestros muslos hacen presión sobre nuestros clits. Su cuerpo se calienta, y el mío también. Sus ojos están cerrados y arquea el trasero hacia arriba deseando más contacto.

“Shane...”, gime.

“Mírame, Carm”, le aparto el pelo con una mano y miro fijamente sus ojos hambrientos. Mi otra mano sigue acariciando sus pezones, haciendola temblar. Es su punto débil, recordé.

Echaba de menos sentir su cuerpo firme y su piel delicada rozando la mía.

“Todavía te gusta... que te toque aquí?”, sonrío con satisfacción otra vez. Sus músculos se contraen al tacto.

“Si... tu toque mágico... nadie... me toca... así...”, sus palabras son cada vez menos coherentes. Muerde su labio inferior antes de gemir.

“Dime que es lo que quieres...”, bromeo

“Joder...”

Capturo sus pezones con mi boca, y los lamo en un movimiento circular. Voy hacia el otro pecho y repito los movimientos que causan que Shane gima mi nombre. “Shane, ah, mmmm”.

Sus manos encuentran el camino a mis pechos, y sus dedos juegan con mis pezones. Respiramos pesadamente.

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“Vamos... juntas...”, dice Shane, subiendo otra vez, y colocando besos suaves sobre mi estómago, pechos, cuello, mejillas y finalmente mis labios.

Nuestros pezones se están besando; las dos bajamos una mano, buscando el clit de la otra. Jadeamos al mismo tiempo. La fricción es buena.

“Carm...”

“Shane...”. Parezco un volcán listo para reventar en cualquier instante. Froto mi pulgar sobre su clit, haciendo que sus caderas se contraigan.

“Joder...”, gime

Ella encontró mi abertura caliente y sudorosa y empujó dos dedos dentro de mi.

“Joder...”

Sigo el movimiento como un reflejo de sus acciones. Ella respira de forma irregular sobre mi oído, mordiéndolo con cuidado.

Esto es jodidamente bueno. La sensación de su piel sobre mi piel, su pezón contra mi pezón, es tan erótica. Nos movemos a un ritmo sincronizado, dentro del cuerpo de la otra.

Mi cerebro deja de funcionar rápidamente, todo lo que sé es que debo seguir aplicando presión sobre su clit, seguir empujando mis dedos dentro de ella, más profundo... más profundo....La conexión sexual entre nosotras está todavía allí.

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Carmen está cada vez más y más cerca de llegar a culminar, puedo sentirlo como ella puede también sentirme a mi. Sus dedos empujan cada vez más profundo.

No estoy lista para que ella se corra todavía, reduzco la velocidad y oigo un gemido de frustración. Sonrío. Mis dedos permanecen dentro y uso mi pulgar para excitar mas su clit.

Joder, ella hace igual que yo, y reduce la marcha también, causando que empuje mis caderas porqu equiero más.

“No pares...”, gime ella.

“Dímelo otra vez...”, bromeo, pellizcando sus labios con cuidado y quitandole el pelo de la cara con mi mano libre.

“Por favor, Shane...”

Sin más palabras, aumento otra vez el ritmo, ganándome otro jadeo. Yo misma solté un gemido cuando ella introdujo otro dedo dentro de mi, mas profundo, y más rápido.

Carmen gritaba muy fuerte cuando siento espasmos leves que comienzan a agarrar mis dedos. Ella está a punto también.

Mi cabeza da vueltas, como si hubiera tomado alguna droga, con la diferencia de que no he probado ninguna, es Carmen. El amor, la lujuria, me hacen volar. No hay ninguna diferencia entre el amor y Carmen, no sé nada más.

“Cariño... más rápido...”, su voz se hace más fuerte.

“Vamos... cariño... “, no puedo esperar más... me acerco al borde...grito en voz alta... arqueo mi cuerpo, siento como aprieta en mi interior a la vez que mis dedos se mueven rápidos dentro de ella.

Nuestros ojos se cierran, dejando que el momento culminante nos consuma.

“Shaaannneeeeeeeeeee”, me clava las uñas en la espalda. Es un dolor agradable que me hace ver la realidad. No es un sueño. Me gusta cuando grita, sobre todo si es por mi culpa.

Nos dejamos llevar por nuestros orgasmos, nuestros cuerpos tiemblan juntos, y agarrándonos la una a la otra como si nuestras vidas dependieran de ello.

Estamos juntas otra vez.

La beso con cautela mientras nos reponemos de tantas emociones. Su respiración caliente sobre mi mejilla es embriagadora.

Después de lo que pareció una eternidad, nuestros cuerpos comienzan a relajarse, ella tiene una mirada soñadora en sus ojos.

“Esto fue... wow”, dice suavemente, jadeando todavía.

“Te quiero Carm”, digo sin pensarlo.

Me dedica la sonrisa más dulce del mundo. “Te quiero tanto, que a veces pienso que esto es irreal, Shane”.

“Ah, esto es verdadero, créeme. Nunca sentí algo así antes”. Me río, intentando todavía recuperar el aliento.

“Yo tampoco”, sonríe distraída.

La beso otra vez con todo mi corazón.

Me recuesto sobrw mi espalda, sintiéndome marada y agorada. Carm se acurruca a mi lado en su posició favorita, con su cabeza sobre mi hombro. Dijo que su cabeza encajaba perfectamente allí. Nuestras piernas todavía estaban enredadas las unas con las otras, con ella entre mis brazos, estaba en el cielo.

Acaricio su pelo suavemente, le doy un beso en la frente.

“Me gusta como hueles”, sonrío feliz.

“Echaba de menos estos rituales”, me mira sonriente.

Después nos quedamos dormidas tranquilamente.