[Terminado] Saludos al sol
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gabyco
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lurdes beals
julia
anita
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Re: [Terminado] Saludos al sol
en la vida hay que seguir cerrando capitulos, aqui queda demostrado. gracias julita, nuestra guia espiritual. un besote guapa
Invitado- Invitado
Re: Saludos al sol
Ayyyy ya se esta acabando ... gracias Julia por continuar con el fic, eres un sol
Invitado- Invitado
Re: [Terminado] Saludos al sol
uyysss q interesante ... se sta poniendo
graxias julia ...
yo no kiero q termine ...
pro weno sere fuerte
graxias julia ...
yo no kiero q termine ...
pro weno sere fuerte
Invitado- Invitado
Re: [Terminado] Saludos al sol
“Y esa es la cuestión. Tengo que creer que cuando mi marido se fue estaba haciendo lo que creía que era lo mejor en ese momento. No quiero contactar con el. Estaba pensando en eso cuando me diste su número de teléfono, y mi respuesta sigue siendo la misma. He comprendido que Jonathan McKenzie es parte de mi pasado y quiero que se mantenga ahí. Tu, en cambio, eres mi presente y mi futuro… y quiero que se mantenga así”.
Tina quería sellar los labios de Bette con un beso apasionado, pero sabía que tenía que dejarla continuar. No debía interrumpir el proceso de madurez de unos pensamientos que la asombraban. Tenía que observar el milagro de la curación emocional. Y tenía que estar callada.
“Siento haberme marchado antes. Estaba alterada porque tenías su número de teléfono. Y aún me altere más porque lo compartiste conmigo”. Bette sonrió tristemente mientras se limpiaba una lágrima de la mejilla. Una parte de mi rechazaba hablar contigo porque me obligabas a pensar, sentir y recordar una vez más. A veces no deseo hacerlo. Todavía me duele, ¿sabes?. Aunque supongo que no tanto como antes”. Suspiró. “Estábamos a la mitad de un reencuentro tan asombroso, y sólo quería seguir sintiéndote y besándote. Estaba tan contenta al verte de nuevo. Abrazarte, que tu me abrazaras”. Bette echó una ojeada a su novia y suspiró. “Imagino que para ti ha sido difícil decirme lo del número”, admitió, “De verdad lo siento, te he culpado de hacer lo que creías que era correcto”, una pequeña sonrisa apareció en su boca, “Me gusta tu honestidad, Tina”. Las palabras suaves y las expresiones de amor de Bette fueron debilitando a una Tina ya frágil. Bette continuó. “Quiero mantener la promesa que te hice. No quiero huir cuando discutamos. Todo lo que quiero hacer es amarte, Tina. Eso es todo”.
Tina absorbió la sinceridad del momento y permitió que inundara todas las fibras de su ser. “Te amo, Bette”. Tina hizo una pausa, vacilante. “Siento haberte dicho lo del número de Ziggy de la manera que lo hice. Normalmente no llevo tan lejos mis pensamientos, pero cuando preguntaste por el teléfono de Helena, pensé que era un buen momento para decírtelo. Simplemente no quería mantenerlo en secreto más tiempo. Quiero que confíes en mi. No quiero darte un motivo para que dejes de hacerlo. Si algo va mal entre nosotras, que no sea debido a la falta de confianza, Bette”.
Bette rodeó el cuello de Tina con sus brazos y le besó la punta de la nariz. “Eres increíble Tina Kennard”.
“Estamos mejorando lo de tener conversaciones difícile, ¿no crees?”.
“Por supuesto”, sonrió Bette.
Un beso lento y ardiente se estrelló en los labios de Tina antes de que una cara familiar apareciera.
“Escuchad, conejitas, el tiempo es oro. Bette, tienes 5 minutos para empezar tu clase conmigo”. Los ojos de Alice recorrieron a las dos mujeres que tan bien le caían. “Deberíais estar cansadas la una de la otra”.
Las dos se echaron a reír al unísono. “¿Cuánto tiempo vas a estar aquí, Bette?”
“El tiempo suficiente, Alice. No tardaré mucho, T”.
“¿Qué es tan gracioso?. Porque no veo que tenga gracia”, reflexionó Alice.
“Si la tiene”, respondió Bette mientras caminaba hacia la puerta. Antes de salir, se inclinó sobre la papelera y tiró los trozos de papel con los que había estado jugando. Le lanzó un beso a su amiga, con una sonrisa enorme, y salió.
………………………………………………
Tina pasó corriendo por la puerta principal de su estudio mientras examinaba la portada de una revista de yoga que acababa de recibir. U(n escalofrío involuntario la sacudió y la violenta sacudida causó que la revista cayera al suelo. Entró en su lugar de trabajo, que también era su lugar de relajación. Era un lugar para ayudar a otros a alcanzar sus metas y un lugar para luchar por su cuenta. Era su refugio. Y en ese momento, su refrigerador.
“¿Por qué hace tanto frío aquí?”, se preguntó mientras encendía varias velas. No estaba muy oscuro. Después de un día como el de hoy, la rubia esperaba relajar su cuerpo y su mente a través del yoga. Se paseó a través de su refugio decorado con buen gusto murmurando para sí. “Si quisiera vivir en un iglú…”, Tina no pudo completar la frase porque fue interrumpida.
“Estaba a punto de subir la temperatura”, anunció Bette en voz baja.
“¿De verdad?”, preguntó Tina. En el exterior no había cambios, pero el choque de la presencia de su amiga hizo que su corazón llegara a una combinación de volteretas, saltos y giros de enorme dificultad. Ojos curiosos siguieron el movimiento sutil de Bette hasta posarse en sus pechos. Bette sintió el calor de la mirada de su amiga y sonrió para dentro.
“¿Qué pasa contigo, T?”. La entrenadora personal sonrió diabólicamente. La mente de Tina acababa de registrar que Bette estaba sentada haciendo un ejercicio con una gran pelota y lucía extremadamente hermosa. “Eso explica que los pechos se le muevan”, concedió para sí. Los labios de Bette brillaban al calor de la luz de las velas. Su piel también brillaba, y su gran sonrisa, que hacía que, inevitablemente, Tina se desequilibrara. Sin embargo, se equilibró. ¿Era eso posible?.
“Conmigo no pasa nada. ¿Y contigo, Bette? ¿Pasa algo?”.
“No, sólo que quizás el aire estaba un poco frío”, respondió con calma mientras se encogía de hombros. Los ojos marrones se fijaron en la piel desnuda mientras se lamía simultáneamente los labios.
“¿Crees que hace un poco más de calor ahora?”.
“Lo creo”, respondió Tina mientras se acercaba a su novia. Al llegar a su destino, se dejó caer de rodillas. “Eres muy hermosa”, susurró Tina mientras se inclinaba para besar los abdominales esculpidos. Bette se estremeció y casi perdió el equilibrio.
“Parece que necesitas un poco de asistencia básica, cariño”, sonrió Tina.
“Gracias, pero creo que estoy bien.
“¿Te he dicho lo fascinante que te ves de color púrpura?”.
“Quizás una o dos veces”. Tina trazó una línea con la punta de los dedos por el borde de encaje del sujetador de Bette. Su lengua siguió el mismo camino. Sabía que su novia severía deslumbrante con el regalo, pero no sabía que tanto. Tina se preguntó si la otra pieza del juego sería igual de atractiva. Se contestó a sí misma que con toda seguridad si lo sería. La lengua de Tina cambió su curso para detenerse en los mejores pezones del mundo. La punta de la lengua se echó hacia atrás y hacia adelante sobre los pezones mientras el cuerpo de Bette comenzó a inclinarse hacia un lado. Tina sonrió.
“Así que, como hace un poco más de calor, ¿qué tal si te doy un beso caluroso?”, preguntó Tina mientras sus ojos aterrizaban entre las piernas de Bette.
Bette se puso de pie y lanzó la pelota con firmeza. Tina la atrapó con facilidad. La entrenadora esbelta comenzó a hablar mientras los pantalones de deporte caían al suelo. “Tina, tus músculos principales son los abdominales, los glúteos y los del final de la espalda”.
Tina sonrió. “Esos pueden ser tus músculos principales, Bette. Pero creo que los míos son otros”. Tina miró hacia abajo para comprobar si el culo de Bette era tan ejemplar como recordaba. Y sí lo era.
Tina quería sellar los labios de Bette con un beso apasionado, pero sabía que tenía que dejarla continuar. No debía interrumpir el proceso de madurez de unos pensamientos que la asombraban. Tenía que observar el milagro de la curación emocional. Y tenía que estar callada.
“Siento haberme marchado antes. Estaba alterada porque tenías su número de teléfono. Y aún me altere más porque lo compartiste conmigo”. Bette sonrió tristemente mientras se limpiaba una lágrima de la mejilla. Una parte de mi rechazaba hablar contigo porque me obligabas a pensar, sentir y recordar una vez más. A veces no deseo hacerlo. Todavía me duele, ¿sabes?. Aunque supongo que no tanto como antes”. Suspiró. “Estábamos a la mitad de un reencuentro tan asombroso, y sólo quería seguir sintiéndote y besándote. Estaba tan contenta al verte de nuevo. Abrazarte, que tu me abrazaras”. Bette echó una ojeada a su novia y suspiró. “Imagino que para ti ha sido difícil decirme lo del número”, admitió, “De verdad lo siento, te he culpado de hacer lo que creías que era correcto”, una pequeña sonrisa apareció en su boca, “Me gusta tu honestidad, Tina”. Las palabras suaves y las expresiones de amor de Bette fueron debilitando a una Tina ya frágil. Bette continuó. “Quiero mantener la promesa que te hice. No quiero huir cuando discutamos. Todo lo que quiero hacer es amarte, Tina. Eso es todo”.
Tina absorbió la sinceridad del momento y permitió que inundara todas las fibras de su ser. “Te amo, Bette”. Tina hizo una pausa, vacilante. “Siento haberte dicho lo del número de Ziggy de la manera que lo hice. Normalmente no llevo tan lejos mis pensamientos, pero cuando preguntaste por el teléfono de Helena, pensé que era un buen momento para decírtelo. Simplemente no quería mantenerlo en secreto más tiempo. Quiero que confíes en mi. No quiero darte un motivo para que dejes de hacerlo. Si algo va mal entre nosotras, que no sea debido a la falta de confianza, Bette”.
Bette rodeó el cuello de Tina con sus brazos y le besó la punta de la nariz. “Eres increíble Tina Kennard”.
“Estamos mejorando lo de tener conversaciones difícile, ¿no crees?”.
“Por supuesto”, sonrió Bette.
Un beso lento y ardiente se estrelló en los labios de Tina antes de que una cara familiar apareciera.
“Escuchad, conejitas, el tiempo es oro. Bette, tienes 5 minutos para empezar tu clase conmigo”. Los ojos de Alice recorrieron a las dos mujeres que tan bien le caían. “Deberíais estar cansadas la una de la otra”.
Las dos se echaron a reír al unísono. “¿Cuánto tiempo vas a estar aquí, Bette?”
“El tiempo suficiente, Alice. No tardaré mucho, T”.
“¿Qué es tan gracioso?. Porque no veo que tenga gracia”, reflexionó Alice.
“Si la tiene”, respondió Bette mientras caminaba hacia la puerta. Antes de salir, se inclinó sobre la papelera y tiró los trozos de papel con los que había estado jugando. Le lanzó un beso a su amiga, con una sonrisa enorme, y salió.
………………………………………………
Tina pasó corriendo por la puerta principal de su estudio mientras examinaba la portada de una revista de yoga que acababa de recibir. U(n escalofrío involuntario la sacudió y la violenta sacudida causó que la revista cayera al suelo. Entró en su lugar de trabajo, que también era su lugar de relajación. Era un lugar para ayudar a otros a alcanzar sus metas y un lugar para luchar por su cuenta. Era su refugio. Y en ese momento, su refrigerador.
“¿Por qué hace tanto frío aquí?”, se preguntó mientras encendía varias velas. No estaba muy oscuro. Después de un día como el de hoy, la rubia esperaba relajar su cuerpo y su mente a través del yoga. Se paseó a través de su refugio decorado con buen gusto murmurando para sí. “Si quisiera vivir en un iglú…”, Tina no pudo completar la frase porque fue interrumpida.
“Estaba a punto de subir la temperatura”, anunció Bette en voz baja.
“¿De verdad?”, preguntó Tina. En el exterior no había cambios, pero el choque de la presencia de su amiga hizo que su corazón llegara a una combinación de volteretas, saltos y giros de enorme dificultad. Ojos curiosos siguieron el movimiento sutil de Bette hasta posarse en sus pechos. Bette sintió el calor de la mirada de su amiga y sonrió para dentro.
“¿Qué pasa contigo, T?”. La entrenadora personal sonrió diabólicamente. La mente de Tina acababa de registrar que Bette estaba sentada haciendo un ejercicio con una gran pelota y lucía extremadamente hermosa. “Eso explica que los pechos se le muevan”, concedió para sí. Los labios de Bette brillaban al calor de la luz de las velas. Su piel también brillaba, y su gran sonrisa, que hacía que, inevitablemente, Tina se desequilibrara. Sin embargo, se equilibró. ¿Era eso posible?.
“Conmigo no pasa nada. ¿Y contigo, Bette? ¿Pasa algo?”.
“No, sólo que quizás el aire estaba un poco frío”, respondió con calma mientras se encogía de hombros. Los ojos marrones se fijaron en la piel desnuda mientras se lamía simultáneamente los labios.
“¿Crees que hace un poco más de calor ahora?”.
“Lo creo”, respondió Tina mientras se acercaba a su novia. Al llegar a su destino, se dejó caer de rodillas. “Eres muy hermosa”, susurró Tina mientras se inclinaba para besar los abdominales esculpidos. Bette se estremeció y casi perdió el equilibrio.
“Parece que necesitas un poco de asistencia básica, cariño”, sonrió Tina.
“Gracias, pero creo que estoy bien.
“¿Te he dicho lo fascinante que te ves de color púrpura?”.
“Quizás una o dos veces”. Tina trazó una línea con la punta de los dedos por el borde de encaje del sujetador de Bette. Su lengua siguió el mismo camino. Sabía que su novia severía deslumbrante con el regalo, pero no sabía que tanto. Tina se preguntó si la otra pieza del juego sería igual de atractiva. Se contestó a sí misma que con toda seguridad si lo sería. La lengua de Tina cambió su curso para detenerse en los mejores pezones del mundo. La punta de la lengua se echó hacia atrás y hacia adelante sobre los pezones mientras el cuerpo de Bette comenzó a inclinarse hacia un lado. Tina sonrió.
“Así que, como hace un poco más de calor, ¿qué tal si te doy un beso caluroso?”, preguntó Tina mientras sus ojos aterrizaban entre las piernas de Bette.
Bette se puso de pie y lanzó la pelota con firmeza. Tina la atrapó con facilidad. La entrenadora esbelta comenzó a hablar mientras los pantalones de deporte caían al suelo. “Tina, tus músculos principales son los abdominales, los glúteos y los del final de la espalda”.
Tina sonrió. “Esos pueden ser tus músculos principales, Bette. Pero creo que los míos son otros”. Tina miró hacia abajo para comprobar si el culo de Bette era tan ejemplar como recordaba. Y sí lo era.
Re: [Terminado] Saludos al sol
gracias por continuar con el fic mi adorable julia!!
cada vez q entro y veo q hay un trozo nuevo me da alegria pero pena a su vez... no quiero q se acabeeee....
cada vez q entro y veo q hay un trozo nuevo me da alegria pero pena a su vez... no quiero q se acabeeee....
Invitado- Invitado
Re: [Terminado] Saludos al sol
que mala eres jul, con lo que nos entretienen tus fics
Invitado- Invitado
Re: [Terminado] Saludos al sol
Y ahora sí, llegó el final final.
“¿Tu crees?”. Bette se quedó con las manos en las caderas, justo frente a la mujer arrodillada. Una sonrisa eléctrica iluminó toda la zona. Tina se sintió inmediatamente víctima. No podía recordar cual era la conversación, estaba cegada por la poderosa combinación de la sonrisa de Bette y su sensualidad innegable.
“Qué estábamos diciendo?”.
Bette se rió de Tina. “¿Te importa si me estiro un minuto T.? Me siento muy tensa”.
“Claro, estírate”, gesticuló Tina.
Bette se dobló por la cintura lentamente hasta tocarse los pies. Los ojos curiosos de Tina siguieron la dirección de sus senos flexibles que amenazaban escaparse de su prisión púrpura. Muy pronto, la visión perfecta de Bette vestida de púrpura fue lo único que Tina podía imaginar. Una sonrisa maliciosa apareció en sus labios. Era un día glorioso, y el púrpura era el mejor color del mundo. Una Tina excitada se había olvidado del yoga, en la mente sólo tenía a Bette Porter. La vertiginosa rubia se estaba volviendo loca de deseo. Veía, pero realmente no veía. Quería apagar todas las velas y encender las luces para ver el fenómeno que estaba delante de ella. La simple idea de abrir más las piernas de Bette para ver su sexo la hacía querer alabarla y adorarla. Después de todo, ya estaba de rodillas.
“Joder, Bette. Permíteme”.
“No, Tina”.
Tina se rió de sí misma. Bette bien podía haber estado hablando con una roca, porque su normalmente atenta novia no la escuchaba. Pero es que no podía. Sin pensárselo, besos suaves aterrizaron en la curva de un culo perfecto.
“Bette, lo siento, pero tenía que hacerlo”, susurró Tina entre multitud de besos. “¿Sabes? Pararé si tu quieres. Sólo pídeme que mis manos no se muevan por tu culo impresionante”.
Para la mujer de bronce era casi imposible respirar. Cuando sintió el impacto del sólido golpe de la mano de Tina en su trasero, Bette Porter supo que estaba librando una batalla perdida. Un gemido seco escapó de los labios de Tina. Sus palabras eran una acusación y un reconocimiento, murmurado con adoración pura e infinita. “¡Que culo!”.
Cuando la lengua de Tina entró en contacto con la suya, Bette se dio cuenta de que estaba derrotada.
“Abre las piernas, Bette”.
Bette hizo lo que le decía. Una visión cercana y personal de cómo Bette estaba de hinchada rodeada de su encaje púrpura casi causó la perdición de Tina. No tuvo más remedio que besar la brillante joya que estaba ante su vista. Bette se quedó sin aliento.
Un par de dedos se deslizaron por el interior húmedo, y Bette casi se desmayó.
“¿Qué pasa, amor?”, preguntó Tina en voz baja. Sus dedos se desvanecieron en el lugar en el que ella quería estar. La visión la inmovilizaba. El movimiento lento y deliberado, dentro y fuera, provocó los gemidos de Bette.
“Me haces sentir tan bien”, gimió Bette.
“Me alegra hacerte sentirte bien, Bette”, jadeó Tina, “¿Quieres correrte?”.
“Si”.
“Quiero que te corras en mi boca. ¿Te gustaría?”, sus dedos aumentaron el ritmo dentro del sexo de Bette.
“Si”.
Tina detuvo sus acciones el tiempo suficiente para cambiar de posición. Encendió una luz suave y única, que se unió a la luz de las velas. Bette estaba de pie, mientras que Tina yacía de espaldas entre sus piernas favoritas. Le sonrió a su novia con un deseo renovado.
Con un doble movimiento de su dedo índice le señaló A Bette hacia abajo. El cuerpo de la morena respondió automáticamente. Poco a poco y con cuidado fue bajando mientras se proveía de una vista íntima de la rubia esperando la continuación. Tina no podía creer lo afortunada que era y extendió su lengua justo a tiempo para un aterrizaje perfecto. El aterrizaje fue suave y dulce, proporcionando una excelente pista para el despegue inminente de Bette.
“Oh dios mío, Tina”, dijo Bette jadeando, mientras sus caderas . El ritmo de su corazón y su sexo hicieron que vibrara todo su cuerpo. La sensación de la lengua de Tina hizo que Bette hablara cuando lo que quería era callarse, permanecer en silencio cuando lo que quería era hablar y gritar cuando quería susurrar. Tina explotaba por el placer que estaba dando y estaba encantada con los sentimientos que expresaba la cara de Bette.
Cuando Bette estaba al borde de un orgasmo enorme, Tina se aseguró de que fuera aún más grande. La inflexible rubia sorbió y chupó hasta que los muslos se pusieron rígidos y los melódicos gemidos flotaron aumentando el volumen y la gratitud.
…………………………….
“Gracias”
“¿Por qué?”.
“Por dejarme llenar tu cuerpo con mi alma”.
Bette levantó la cabeza del hombro de Tina mientras su respiración volvía a la normalidad. La pareja amorosa se entrelazó como las piezas contiguas de un rompecabezas. Un ciclo interminable de conversación, dormir y hacer el amor se había producido durante toda la noche, y aún estaba en progreso.
Bette no estaba preparada para la profundidad de la declaración de Tina y quería decir algo, pero no podía. Su mente volvió atrás, al día en que Tina la visitó por sorpresa para recoger su correo. Después de observar que Bette no respiraba como debía la instructora de yoga le dio un discurso sobre respiración. Ese fue el día en que la vida de Bette Porter cambió.
La nostálgica morena volvió a situarse en el momento presente. Estudió el rostro de Tina debajo de ella y la besó.
“¿T.?”
“Dime, preciosa”.
“¿Qué es lo que más te gusta del yoga?”.
“¿Es eso una pregunta capciosa?”, bromeó Tina. Después usó ambas manos para apartar los rizos rebeldes de la cara de su amor.
“No, tonta, no lo es”, sonrió Bette.
“Bueno, supongo que todo lo relacionado con la respiración y el movimiento. Es la base de la conectividad, que sólo puede alcanzarse cuando nuestra mente está tranquila. La respiración es nuestra fuerza de vida. Es nuestra conexión con nosotros mismos, entre sí, y al espíritu y al mundo. Hay demasiados aspectos maravillosos del yoga para poder señalar uno solo”. Tina sonrió feliz. “El arte de la respiración es muy poderoso. Se puede restaurar un cuerpo fatigado, tranquilizar una mente preocupada y rescatar un espíritu cansado. Es impresionante Bette. Al igual que tu. Tu eres mi calma, ¿lo sabes?”.
“Lo sé”, admitió Bette antes de colocar un beso sincero en el cuello de Tina. “Y gracias, Tina”.
“¿Por qué, si puede saberse?”.
“Por enseñarme a respirar”.
FINAL
“¿Tu crees?”. Bette se quedó con las manos en las caderas, justo frente a la mujer arrodillada. Una sonrisa eléctrica iluminó toda la zona. Tina se sintió inmediatamente víctima. No podía recordar cual era la conversación, estaba cegada por la poderosa combinación de la sonrisa de Bette y su sensualidad innegable.
“Qué estábamos diciendo?”.
Bette se rió de Tina. “¿Te importa si me estiro un minuto T.? Me siento muy tensa”.
“Claro, estírate”, gesticuló Tina.
Bette se dobló por la cintura lentamente hasta tocarse los pies. Los ojos curiosos de Tina siguieron la dirección de sus senos flexibles que amenazaban escaparse de su prisión púrpura. Muy pronto, la visión perfecta de Bette vestida de púrpura fue lo único que Tina podía imaginar. Una sonrisa maliciosa apareció en sus labios. Era un día glorioso, y el púrpura era el mejor color del mundo. Una Tina excitada se había olvidado del yoga, en la mente sólo tenía a Bette Porter. La vertiginosa rubia se estaba volviendo loca de deseo. Veía, pero realmente no veía. Quería apagar todas las velas y encender las luces para ver el fenómeno que estaba delante de ella. La simple idea de abrir más las piernas de Bette para ver su sexo la hacía querer alabarla y adorarla. Después de todo, ya estaba de rodillas.
“Joder, Bette. Permíteme”.
“No, Tina”.
Tina se rió de sí misma. Bette bien podía haber estado hablando con una roca, porque su normalmente atenta novia no la escuchaba. Pero es que no podía. Sin pensárselo, besos suaves aterrizaron en la curva de un culo perfecto.
“Bette, lo siento, pero tenía que hacerlo”, susurró Tina entre multitud de besos. “¿Sabes? Pararé si tu quieres. Sólo pídeme que mis manos no se muevan por tu culo impresionante”.
Para la mujer de bronce era casi imposible respirar. Cuando sintió el impacto del sólido golpe de la mano de Tina en su trasero, Bette Porter supo que estaba librando una batalla perdida. Un gemido seco escapó de los labios de Tina. Sus palabras eran una acusación y un reconocimiento, murmurado con adoración pura e infinita. “¡Que culo!”.
Cuando la lengua de Tina entró en contacto con la suya, Bette se dio cuenta de que estaba derrotada.
“Abre las piernas, Bette”.
Bette hizo lo que le decía. Una visión cercana y personal de cómo Bette estaba de hinchada rodeada de su encaje púrpura casi causó la perdición de Tina. No tuvo más remedio que besar la brillante joya que estaba ante su vista. Bette se quedó sin aliento.
Un par de dedos se deslizaron por el interior húmedo, y Bette casi se desmayó.
“¿Qué pasa, amor?”, preguntó Tina en voz baja. Sus dedos se desvanecieron en el lugar en el que ella quería estar. La visión la inmovilizaba. El movimiento lento y deliberado, dentro y fuera, provocó los gemidos de Bette.
“Me haces sentir tan bien”, gimió Bette.
“Me alegra hacerte sentirte bien, Bette”, jadeó Tina, “¿Quieres correrte?”.
“Si”.
“Quiero que te corras en mi boca. ¿Te gustaría?”, sus dedos aumentaron el ritmo dentro del sexo de Bette.
“Si”.
Tina detuvo sus acciones el tiempo suficiente para cambiar de posición. Encendió una luz suave y única, que se unió a la luz de las velas. Bette estaba de pie, mientras que Tina yacía de espaldas entre sus piernas favoritas. Le sonrió a su novia con un deseo renovado.
Con un doble movimiento de su dedo índice le señaló A Bette hacia abajo. El cuerpo de la morena respondió automáticamente. Poco a poco y con cuidado fue bajando mientras se proveía de una vista íntima de la rubia esperando la continuación. Tina no podía creer lo afortunada que era y extendió su lengua justo a tiempo para un aterrizaje perfecto. El aterrizaje fue suave y dulce, proporcionando una excelente pista para el despegue inminente de Bette.
“Oh dios mío, Tina”, dijo Bette jadeando, mientras sus caderas . El ritmo de su corazón y su sexo hicieron que vibrara todo su cuerpo. La sensación de la lengua de Tina hizo que Bette hablara cuando lo que quería era callarse, permanecer en silencio cuando lo que quería era hablar y gritar cuando quería susurrar. Tina explotaba por el placer que estaba dando y estaba encantada con los sentimientos que expresaba la cara de Bette.
Cuando Bette estaba al borde de un orgasmo enorme, Tina se aseguró de que fuera aún más grande. La inflexible rubia sorbió y chupó hasta que los muslos se pusieron rígidos y los melódicos gemidos flotaron aumentando el volumen y la gratitud.
…………………………….
“Gracias”
“¿Por qué?”.
“Por dejarme llenar tu cuerpo con mi alma”.
Bette levantó la cabeza del hombro de Tina mientras su respiración volvía a la normalidad. La pareja amorosa se entrelazó como las piezas contiguas de un rompecabezas. Un ciclo interminable de conversación, dormir y hacer el amor se había producido durante toda la noche, y aún estaba en progreso.
Bette no estaba preparada para la profundidad de la declaración de Tina y quería decir algo, pero no podía. Su mente volvió atrás, al día en que Tina la visitó por sorpresa para recoger su correo. Después de observar que Bette no respiraba como debía la instructora de yoga le dio un discurso sobre respiración. Ese fue el día en que la vida de Bette Porter cambió.
La nostálgica morena volvió a situarse en el momento presente. Estudió el rostro de Tina debajo de ella y la besó.
“¿T.?”
“Dime, preciosa”.
“¿Qué es lo que más te gusta del yoga?”.
“¿Es eso una pregunta capciosa?”, bromeó Tina. Después usó ambas manos para apartar los rizos rebeldes de la cara de su amor.
“No, tonta, no lo es”, sonrió Bette.
“Bueno, supongo que todo lo relacionado con la respiración y el movimiento. Es la base de la conectividad, que sólo puede alcanzarse cuando nuestra mente está tranquila. La respiración es nuestra fuerza de vida. Es nuestra conexión con nosotros mismos, entre sí, y al espíritu y al mundo. Hay demasiados aspectos maravillosos del yoga para poder señalar uno solo”. Tina sonrió feliz. “El arte de la respiración es muy poderoso. Se puede restaurar un cuerpo fatigado, tranquilizar una mente preocupada y rescatar un espíritu cansado. Es impresionante Bette. Al igual que tu. Tu eres mi calma, ¿lo sabes?”.
“Lo sé”, admitió Bette antes de colocar un beso sincero en el cuello de Tina. “Y gracias, Tina”.
“¿Por qué, si puede saberse?”.
“Por enseñarme a respirar”.
FINAL
Re: [Terminado] Saludos al sol
uyyy ya se termino ; muchas gracias Julia por regalarnos este grandioso fic
Invitado- Invitado
Re: [Terminado] Saludos al sol
uy julita como estoy de despistá, hasta ahora no me habia dado cuenta del final. Gracias xati por todo el trabajo y tan bien hecho
Invitado- Invitado
Re: [Terminado] Saludos al sol
ahhh q final... muy bonito y hot ....
graxias julia!!! x tu tiempo y dedicasion
graxias julia!!! x tu tiempo y dedicasion
Invitado- Invitado
Y por fin el fin.... O no?
Hola Julia
hace mucho que no dejo caer unas letras por aquí,
pero os leo eh¡¡
solo tengo palabras de agradecimiento,
para todo el equipo que ha colaborado en la traducción del ff,
empezando por Anita,
que espero esté estupenda, con todos sus estudios acabados,
siguiendo por las chicas que continuaron traduciendo,
y acabando por tí Julia,
MUCHAS GRACIAS
por no dejarte llevar por el desánimo,
por esa constancia que te he visto alabar en otras
y que tú también tienes, aunque no lo sepas,
POR SER CAPAZ DE CONDUCIR CON TANTO ACIERTO "ESTE NUESTRO FORO"
Bueno,
solo quería saludaros a todas
y mandarte un millón de gracias a tí
y un beso enorme
(ese ya lo repartes como mejor te plazca con tus secuaces,
jajaja)
Matilde
hace mucho que no dejo caer unas letras por aquí,
pero os leo eh¡¡
solo tengo palabras de agradecimiento,
para todo el equipo que ha colaborado en la traducción del ff,
empezando por Anita,
que espero esté estupenda, con todos sus estudios acabados,
siguiendo por las chicas que continuaron traduciendo,
y acabando por tí Julia,
MUCHAS GRACIAS
por no dejarte llevar por el desánimo,
por esa constancia que te he visto alabar en otras
y que tú también tienes, aunque no lo sepas,
POR SER CAPAZ DE CONDUCIR CON TANTO ACIERTO "ESTE NUESTRO FORO"
Bueno,
solo quería saludaros a todas
y mandarte un millón de gracias a tí
y un beso enorme
(ese ya lo repartes como mejor te plazca con tus secuaces,
jajaja)
Matilde
Invitado- Invitado
Re: [Terminado] Saludos al sol
Muchas gracias Matilde, y viniendo de ti, una veterana, se agradecen mucho más los elogios. Creo que Anita está bien, y ahí sigue, centrada en sus estudios. Pero de vez en cuando nos visita, eh?.
El desánimo es algo que está ahí siempre, aparece sobre todo cuando las cosas no salen como tu quieres, o cuando hay algo personal que entorpece tus ganas de hacer cosas. Es difícil superarlo, si... se supera porque tenemos aquí esta familia tan fuerte que te ayuda a seguir adelante.
El foro va a hacer casi dos años que existe, y aún le queda cuerda para rato. Al acabar este fic, de la primera persona que me acordé fue de Lourdes Beals. Ella ya no no está por aquí, pero recuerdo que Anita comenzó a traducirlo porque ella estaba muy interesada. Era, espero qie aún sea, una persona agradable, simpática, que siempre nos hacía reir. Desapareció como otras tantas que se fueron llevándose una parte de nuestro corazón. Al principio dolía, y no lo entendíamos, pero con el tiempo hemos llegado a entender que el mundo de los foros es así.
Y bueno, este fic se ha acabado, pero habrá otros. Mientras exista el foro y esté yo por aquí, habrá un fic tibetter. Aún no sé si acabar los que están empezados, o seguir con otros que no te exijan tanto (más fáciles de traducir).
Digo esto ahora que tendré que ausentarme unas semanas. Yo también tengo vacaciones, eh?. Parece que no, pero sí. Será dentro de unos días. Y eso, estaré unas semanas fuera pero volveré con las pilas cargadas. Espero que vosotras también sigais por aquí.
El desánimo es algo que está ahí siempre, aparece sobre todo cuando las cosas no salen como tu quieres, o cuando hay algo personal que entorpece tus ganas de hacer cosas. Es difícil superarlo, si... se supera porque tenemos aquí esta familia tan fuerte que te ayuda a seguir adelante.
El foro va a hacer casi dos años que existe, y aún le queda cuerda para rato. Al acabar este fic, de la primera persona que me acordé fue de Lourdes Beals. Ella ya no no está por aquí, pero recuerdo que Anita comenzó a traducirlo porque ella estaba muy interesada. Era, espero qie aún sea, una persona agradable, simpática, que siempre nos hacía reir. Desapareció como otras tantas que se fueron llevándose una parte de nuestro corazón. Al principio dolía, y no lo entendíamos, pero con el tiempo hemos llegado a entender que el mundo de los foros es así.
Y bueno, este fic se ha acabado, pero habrá otros. Mientras exista el foro y esté yo por aquí, habrá un fic tibetter. Aún no sé si acabar los que están empezados, o seguir con otros que no te exijan tanto (más fáciles de traducir).
Digo esto ahora que tendré que ausentarme unas semanas. Yo también tengo vacaciones, eh?. Parece que no, pero sí. Será dentro de unos días. Y eso, estaré unas semanas fuera pero volveré con las pilas cargadas. Espero que vosotras también sigais por aquí.
Re: [Terminado] Saludos al sol
jULITA, UNAS SEMANAS????????????????????oooooooooooooooooooooooooooh bueno que descanses y lo pases muy, muy bien, te extrañaremos enormemente porque tendremos el divan pero no al terapeuta que cura nuestros errores internauticoforeros (hablo por mi claro), ya nos diras hasta pronto antes de irte,
un beso hermosa
un beso hermosa
Invitado- Invitado
Re: [Terminado] Saludos al sol
q q bonito y q pena me da q se haya acabado!!!
muxísimas gracias x tu enorme esfuerzo julia, t lo has currado de lo lindo... q lo pases muy bien durante tus vacaciones y descansa q te lo mereces... aquí estaremos esperándote...
muxísimas gracias x tu enorme esfuerzo julia, t lo has currado de lo lindo... q lo pases muy bien durante tus vacaciones y descansa q te lo mereces... aquí estaremos esperándote...
Invitado- Invitado
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