El amor de mi vida
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Re: El amor de mi vida
me está gustando mucho el fic..¡¡gracias por colgarlo!!
MacaBettePorter- Entérate, ya soy una usuaria conocida
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Re: El amor de mi vida
todo se complicaa
Espero q Bette sepa arreglarloo!
Sigue en cuanto puedas
besos
Espero q Bette sepa arreglarloo!
Sigue en cuanto puedas
besos
Carulinetaaa- Un respeto, soy forera VIP
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Re: El amor de mi vida
continua cuando puedas julia ... gracias por traducirlo xD...
Anna- Forera galáctica
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Re: El amor de mi vida
CAPÍTULO 8
El Hit Club
“Que putada, Helena. Lo siento”, dijo Tina.
“¿Qué es una putada?”, preguntó Alice, que llegó al Hit a las 11 en punto.
“Dylan”, dijo Tina.
“¿Qué pasa con ella?”, preguntó Alice, sentándose junto a Tina.
“Conocía todo el asunto de la trampa de Nikki”, dijo Helena.
“¡No me jodas! ¿Y cómo se enteró?”.
“Jenny”, fue todo lo que Helena pudo decir.
¡La jodida Jenny!. No empecemos a hablar de ella. La voy a matar”, dijo Alice cuando Helena le servía una cerveza.
“No si me la encuentro yo antes”, refunfuñó Helena.
“Lo siento mucho Helena”, dijo Alice, que notó en ese momento que Tina iba bebida.
“Espera un momento TK. ¿Qué estás haciendo aquí?, preguntó.
“Bette”, dijo Tina.
“¿Por qué? ¿Qué ha pasado?”
“No me habló sobre algo de lo que me tenía que haber hablado”, dijo Tina descansando la cabeza en el codo.
Alice miró a Helena, que hizo una señal con la cabeza indicándole que no debía preguntar más porque eso haría que Tina pidiera otra copa.
“¡Alice!”, dijo Tina colocando un brazo alrededor de su amiga y tirando de ella para que se acercara, “¡toma un trago conmigo!”, dijo, poniendo la cara a escasos centímetros de la suya.
“Umm, no creo que sea buena idea, Tina, ¿Cuántos has tomado ya?”
“No lo sé, no los suficientes”, contestó Tina, “venga, tómate algo conmigo, por favoooorrr”, suplicó Tina.
“Vale, vale. Sólo uno, ¿eh?. Tienes que llegar a casa, TK”, dijo Alice.
“¡Bien, Alice!”, dijo Tina excitada.
Helena le llenó los vasos, y cada cogió el suyo.
Tina levantó su vaso y dijo, “¡por las mujeres de nuestras vidas que nos tienen completamente locas!”.
“¡Salud!”, dijo Alice antes de tomarse su licor.
“¡Ah!”, dijo Tina satisfecha.
“Tina, voy a tener que cortarte, has bebido demasiado hoy”, dijo Helena.
“¡Ah nooo!”, dijo Tina, “Estoy bien, Helena, puedo tomarme otro”, insistió Tina, pronunciando las palabras muy mal.
Helena llamó a Kit, que estaba en la cabina del DJ y le pidió que bajara y se hiciera cargo de Tina.
Kit se acercó a ellas y dijo, “Ey, cariño, Tina, vamos a casa, ¿vale?”.
“¿Uh?”, preguntó Tina, con la mirada ausente y sus miembros relajados.
“Voy a llevarte a casa ahora”, repitió Kit.
“¿A casa?”, preguntó.
“Si, a casa, con Bette y Angie”.
“¿Bette y Angie? ¿Mis chicas?. ¿Están bien?”, preguntó desorientada y de forma emotiva.
“Sí, están bien. Te están esperando en casa, eso es todo”, dijo Kit mientras Helena la ayudaba a levantar a levantar a Tina.
Kit puso el brazo de Tina alrededor de su cuello para que se apoyara y la agarró por la cintura.
“La tengo, gracias Helena. Y vigila a Alice también”, dijo.
“De acuerdo”, dijo Helena mientras Kit y Tina caminaban lentamente hacia la salida.
Kit le dio las llaves del coche de Tina a la camarera. Después puso a Tina en un Taxi y le dio instrucciones al taxista de que la siguiera. Kit llamó a Bette para avisarla de que estaban de camino. Tina se durmió rápidamente en el taxi y estaba completamente inconsciente cuando llegó a casa.
El Hit Club
“Que putada, Helena. Lo siento”, dijo Tina.
“¿Qué es una putada?”, preguntó Alice, que llegó al Hit a las 11 en punto.
“Dylan”, dijo Tina.
“¿Qué pasa con ella?”, preguntó Alice, sentándose junto a Tina.
“Conocía todo el asunto de la trampa de Nikki”, dijo Helena.
“¡No me jodas! ¿Y cómo se enteró?”.
“Jenny”, fue todo lo que Helena pudo decir.
¡La jodida Jenny!. No empecemos a hablar de ella. La voy a matar”, dijo Alice cuando Helena le servía una cerveza.
“No si me la encuentro yo antes”, refunfuñó Helena.
“Lo siento mucho Helena”, dijo Alice, que notó en ese momento que Tina iba bebida.
“Espera un momento TK. ¿Qué estás haciendo aquí?, preguntó.
“Bette”, dijo Tina.
“¿Por qué? ¿Qué ha pasado?”
“No me habló sobre algo de lo que me tenía que haber hablado”, dijo Tina descansando la cabeza en el codo.
Alice miró a Helena, que hizo una señal con la cabeza indicándole que no debía preguntar más porque eso haría que Tina pidiera otra copa.
“¡Alice!”, dijo Tina colocando un brazo alrededor de su amiga y tirando de ella para que se acercara, “¡toma un trago conmigo!”, dijo, poniendo la cara a escasos centímetros de la suya.
“Umm, no creo que sea buena idea, Tina, ¿Cuántos has tomado ya?”
“No lo sé, no los suficientes”, contestó Tina, “venga, tómate algo conmigo, por favoooorrr”, suplicó Tina.
“Vale, vale. Sólo uno, ¿eh?. Tienes que llegar a casa, TK”, dijo Alice.
“¡Bien, Alice!”, dijo Tina excitada.
Helena le llenó los vasos, y cada cogió el suyo.
Tina levantó su vaso y dijo, “¡por las mujeres de nuestras vidas que nos tienen completamente locas!”.
“¡Salud!”, dijo Alice antes de tomarse su licor.
“¡Ah!”, dijo Tina satisfecha.
“Tina, voy a tener que cortarte, has bebido demasiado hoy”, dijo Helena.
“¡Ah nooo!”, dijo Tina, “Estoy bien, Helena, puedo tomarme otro”, insistió Tina, pronunciando las palabras muy mal.
Helena llamó a Kit, que estaba en la cabina del DJ y le pidió que bajara y se hiciera cargo de Tina.
Kit se acercó a ellas y dijo, “Ey, cariño, Tina, vamos a casa, ¿vale?”.
“¿Uh?”, preguntó Tina, con la mirada ausente y sus miembros relajados.
“Voy a llevarte a casa ahora”, repitió Kit.
“¿A casa?”, preguntó.
“Si, a casa, con Bette y Angie”.
“¿Bette y Angie? ¿Mis chicas?. ¿Están bien?”, preguntó desorientada y de forma emotiva.
“Sí, están bien. Te están esperando en casa, eso es todo”, dijo Kit mientras Helena la ayudaba a levantar a levantar a Tina.
Kit puso el brazo de Tina alrededor de su cuello para que se apoyara y la agarró por la cintura.
“La tengo, gracias Helena. Y vigila a Alice también”, dijo.
“De acuerdo”, dijo Helena mientras Kit y Tina caminaban lentamente hacia la salida.
Kit le dio las llaves del coche de Tina a la camarera. Después puso a Tina en un Taxi y le dio instrucciones al taxista de que la siguiera. Kit llamó a Bette para avisarla de que estaban de camino. Tina se durmió rápidamente en el taxi y estaba completamente inconsciente cuando llegó a casa.
Re: El amor de mi vida
Las borracheras son muy malas, cuando tina se levante va a saber lo que es bueno
xDD
Sigue en cuanto puedas Jul!
q me encantaa estee fic
besos
xDD
Sigue en cuanto puedas Jul!
q me encantaa estee fic
besos
Carulinetaaa- Un respeto, soy forera VIP
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Re: El amor de mi vida
jejeje toda la razon Carulinetaaa,,, eso de la resaca del dia siguiente es lo mejor xD... vaya dolor de cabeza =S...
... en fin en el momento ni t acuerdas del dia siguiente ...
..... gracias julia por el ff ,,, sigue cuando puedas .....
... en fin en el momento ni t acuerdas del dia siguiente ...
..... gracias julia por el ff ,,, sigue cuando puedas .....
Anna- Forera galáctica
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Re: El amor de mi vida
Casa de Bette y Tina
Bette oyó el ruido de los coches, y salió enseguida para ver a Tina.
Kit estaba intentando despertar a Tina con mucho cuidado, cuando Bette la detuvo.
“Kit, no”, dijo Bette cuando llegó al taxi. “No la despiertes. Ya la cojo yo”, dijo metiendo la cabeza dentro y poniendo el brazo de Tina alrededor de su cuello. Haciendo acopia de toda la fuerza que tenía, la levantó del taxi y la cogió en sus brazos.
“¿La tienes segura?”, preguntó Kit dudosa.
“Si. ¿Puedes coger su bolso?”, preguntó Bette mientras caminaba hacia la casa.
“Claro”, dijo Kit siguiendo a Bette hasta el interior de la casa, y dejando allí las cosas de Tina.
“Gracias, Kit, ¿cuándo salgas puedes cerrar la puerta?”, dijo Bette dirigiendo sus pasos al dormitorio.
“De acuerdo hermanita. Hablaré contigo mañana”, dijo Kit. Después volvió a la calle, entró en el taxi, y regresó al Hit.
Cuando Bette subía las escaleras para dirigirse al dormitorio, Tina puso el otro brazo alrededor del cuello de Bette y se acurrucó en ella. Bette sintió dolor en los brazos, pero estaba determinada a no despertar hasta que estuviera en su propia cama, así que la sostuvo más fuerte.
Cuando llegó al último escalón lanzó un profundo suspiro y rápidamente se dirigió a la cama, en la que depositó a Tina. Le quitó los zapatos y los puso en el suelo, le desabrochó los pantalones y se los quitó, le quitó la camisa y después le puso una camiseta para dormir con cuidado para no despertarla. La cubrió con las sábanas y se sentó junto a ella, le acarició el pelo y la cara y se fustigó por ser el motivo por el que Tina había llegado a ese estado esa noche.
“Bette…no…”, dijo Tina sin ningún sentido.
“Dime, cariño”. Bette se preguntó si Tina se habría despertado, pero sólo tenía un poco de frío.
Se sentó silenciosamente, con el corazón roto, y se volvió a preguntar si Tina la perdonaría esta vez. Aunque ella creyera que no había pasado nada, el hecho de no haberle contado la visita de Kelly era lo que la molestaba. Una lágrima cayó por su rostro, y se la limpió.
Se tendió boca abajo, y besó la frente de Tina. Susurró, “te quiero, cariño”.
Se levantó, apagó la luz, y fue a la planta baja. Entró en el dormitorio de Angie, que dormía plácidamente, y se metió en la cama con ella. Cerró los ojos, pero todavía veía la cara de Tina. Finalmente, agotada por las emociones del día, se durmió.
Apartamento de Alice
Al final de la noche, Helena llevó a Alice a su apartamento. Metió la mano en el bolso de Alice intentando encontrar sus llaves mientras la sostenía. Abrió la puerta, y entraron. Encendió la luz y se dirigió al dormitorio. Intentó dejar a Alice en la cama con cuidado, pero era demasiado pesada para ella y terminó por caer con ella. Cuando Helena intentaba desenredarse de su amiga, ésta alzó la vista y comentó, “Helena eeeres un cieeelo”.
Helena se rió. “Gracias Al, tu también”.
De repente, sintió como Alice agarraba el puño de su camiseta y la derribó para darle un beso. Durante un segundo intentó separarse, pero después se abandonó a los labios de Alice que aprisionaban los suyos.
Rápidamente recuperó la compostura, se separó y dijo, “Alice, no podemos hacer esto”.
“¿Por qué no?”, preguntó casi sin aliento.
“Por un montón de motivos. Tu acabas de romper con Tasha, yo acabo de romper con Dylan, y tu estás borracha”, razonó Helena.
Alice suspiró. “Vale, gracias por traerme a casa”, dijo decepcionada.
“Al, no te pongas así”, dijo Helena.
“¿Cómo me pongo?. No me pongo de ninguna manera. Muchas gracias por traerme a casa”, dijo apartándose más de Helena.
“Vale, buenas noches”, dijo Helena, saliendo del apartamento, y refunfuñando para sí misma.
Bette oyó el ruido de los coches, y salió enseguida para ver a Tina.
Kit estaba intentando despertar a Tina con mucho cuidado, cuando Bette la detuvo.
“Kit, no”, dijo Bette cuando llegó al taxi. “No la despiertes. Ya la cojo yo”, dijo metiendo la cabeza dentro y poniendo el brazo de Tina alrededor de su cuello. Haciendo acopia de toda la fuerza que tenía, la levantó del taxi y la cogió en sus brazos.
“¿La tienes segura?”, preguntó Kit dudosa.
“Si. ¿Puedes coger su bolso?”, preguntó Bette mientras caminaba hacia la casa.
“Claro”, dijo Kit siguiendo a Bette hasta el interior de la casa, y dejando allí las cosas de Tina.
“Gracias, Kit, ¿cuándo salgas puedes cerrar la puerta?”, dijo Bette dirigiendo sus pasos al dormitorio.
“De acuerdo hermanita. Hablaré contigo mañana”, dijo Kit. Después volvió a la calle, entró en el taxi, y regresó al Hit.
Cuando Bette subía las escaleras para dirigirse al dormitorio, Tina puso el otro brazo alrededor del cuello de Bette y se acurrucó en ella. Bette sintió dolor en los brazos, pero estaba determinada a no despertar hasta que estuviera en su propia cama, así que la sostuvo más fuerte.
Cuando llegó al último escalón lanzó un profundo suspiro y rápidamente se dirigió a la cama, en la que depositó a Tina. Le quitó los zapatos y los puso en el suelo, le desabrochó los pantalones y se los quitó, le quitó la camisa y después le puso una camiseta para dormir con cuidado para no despertarla. La cubrió con las sábanas y se sentó junto a ella, le acarició el pelo y la cara y se fustigó por ser el motivo por el que Tina había llegado a ese estado esa noche.
“Bette…no…”, dijo Tina sin ningún sentido.
“Dime, cariño”. Bette se preguntó si Tina se habría despertado, pero sólo tenía un poco de frío.
Se sentó silenciosamente, con el corazón roto, y se volvió a preguntar si Tina la perdonaría esta vez. Aunque ella creyera que no había pasado nada, el hecho de no haberle contado la visita de Kelly era lo que la molestaba. Una lágrima cayó por su rostro, y se la limpió.
Se tendió boca abajo, y besó la frente de Tina. Susurró, “te quiero, cariño”.
Se levantó, apagó la luz, y fue a la planta baja. Entró en el dormitorio de Angie, que dormía plácidamente, y se metió en la cama con ella. Cerró los ojos, pero todavía veía la cara de Tina. Finalmente, agotada por las emociones del día, se durmió.
Apartamento de Alice
Al final de la noche, Helena llevó a Alice a su apartamento. Metió la mano en el bolso de Alice intentando encontrar sus llaves mientras la sostenía. Abrió la puerta, y entraron. Encendió la luz y se dirigió al dormitorio. Intentó dejar a Alice en la cama con cuidado, pero era demasiado pesada para ella y terminó por caer con ella. Cuando Helena intentaba desenredarse de su amiga, ésta alzó la vista y comentó, “Helena eeeres un cieeelo”.
Helena se rió. “Gracias Al, tu también”.
De repente, sintió como Alice agarraba el puño de su camiseta y la derribó para darle un beso. Durante un segundo intentó separarse, pero después se abandonó a los labios de Alice que aprisionaban los suyos.
Rápidamente recuperó la compostura, se separó y dijo, “Alice, no podemos hacer esto”.
“¿Por qué no?”, preguntó casi sin aliento.
“Por un montón de motivos. Tu acabas de romper con Tasha, yo acabo de romper con Dylan, y tu estás borracha”, razonó Helena.
Alice suspiró. “Vale, gracias por traerme a casa”, dijo decepcionada.
“Al, no te pongas así”, dijo Helena.
“¿Cómo me pongo?. No me pongo de ninguna manera. Muchas gracias por traerme a casa”, dijo apartándose más de Helena.
“Vale, buenas noches”, dijo Helena, saliendo del apartamento, y refunfuñando para sí misma.
Re: El amor de mi vida
Genial!
SIgue en cuanto puedas
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Carulinetaaa- Un respeto, soy forera VIP
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Re: El amor de mi vida
Casa de Bette y Tina
A la mañana siguiente Bette se despertó, todavía agotada. No había dormido bien. Se había levantado dos veces durante la noche para comprobar que Tina estaba bien. No estaba acostumbrada a no dormir al lado de Tina, era algo que no hacía desde que había ido a Nueva York.
Eran las 6:30 y Bette se dio cuenta que era imposible volverse a dormir. Y puesto que Tina no estaba en buenas condiciones, tenía que ser ella quien tuviera que despertarla y prepararla para ir a la escuela.
Decidió darle unos minutos más a Angie antes de despertarla, y mientras fue al piso de arriba a ducharse.
Cuando acabó, volvió a la habitación de Angie y la despertó con sumo cuidado.
“Angie, cielito, es hora de levantarse”.
“Mmmmm”, sonrió Angie perezosa, provocando la sonrisa de Bette.
“Mamá, diez minutos más”, intentó negociar Angie con los ojos cerrados todavía-
“Dos minutos, pero tienes que ser buena y despertarte”, renegoció Bette.
“Vale”,contestó Angie con voz somnolienta.
Cuando los dos minutos pasaron, Bette despertó otra vez a Angie.
“Venga, cielito, despiértate ya” dijo Bette, esperando que Angie se subiera en su regazo para ser mimada. A pesar de lo independiente que su hija era, a ella y a Tina les gustaba cuando por las mañanas Angie quería que la cogiera una de sus madres.
Recibida la señal, inmediatamente Angie avanzó lentamente a los brazos de Bette y posó la cabeza sobre su pecho. Bette la abrazó y le besó la cabeza.
“¿Has dormido bien, cariño?”, preguntó.
Angie afirmó con la cabeza.
Bette suspiró y se dispuso a disfrutar del momento. No sólo porque Angie crecía muy rápido, sino también porque no sabía como estarían las cosas con Tina cuando se levantara. Había una posibilidad, aunque fuera remota, de que pudiera perder todo aquello por lo que había luchado tan duramente, y pensar esto la asustó mucho.
“Mamy, ¿dónde está mamá?”, preguntó Angie, que todavía echaba de menos a Tina.
“Todavía está durmiendo, cielito .Llegó tarde a casa ayer y todavía está cansada. Así que la dejaremos dormir, ¿vale?”, explicó Bette.
“Vale, mamá”, contestó Angie acurrucándose aún mas contra Bette.
………….
El dolor de cabeza le recordó rápidamente lo mucho que debió beber la noche anterior. Miró el reloj y eran las 11 de la mañana. Había una botella de agua sobre la mesita de noche, con una nota junto a ella.
T.
Estás deshidratada, bebe esto. Hay también huevos con beicon y tostadas abajo. He llamado a tu trabajo y les he dicho que no podías ir hoy. Angie dice que te echa de menos, y yo también.
Espero que podamos hablar pronto. Te quiero.
B
Tina dejó la nota en la mesa y cogió la botella. A pesar de lo enfadada que estaba con Bette, no pudo menos que reirse de su previsión. Se bebió la mitad y después se levantó y se fue al piso de abajo.
Había un plato envuelto en plástico transparente esperándola, junto con un dibujo de Angie. Cogió el cubierto, y comenzó a comer sin molestarse en calentarlo. Bette la conocía muy bien. Sabía que esta era la mejor cura para sus resacas. Miró el dibujo de su hija y sonrió, al reconocer una imagen de ellas nadando unos días antes.
Se bebió el resto del agua y otra botella más, y después comenzó a sentirse mejor.
Cogió el periódico de la mañana y decidió relajarse en el sofá un poco. Cuando se dirigía al salón, vio a Jenny en la puerta de su casa. Al recordar que Kit había dicho que Jenny había visto que pasó algo entre Bette y Kelly, soltó el periódico y fue a averguar que había visto exactamente Jenny.
A la mañana siguiente Bette se despertó, todavía agotada. No había dormido bien. Se había levantado dos veces durante la noche para comprobar que Tina estaba bien. No estaba acostumbrada a no dormir al lado de Tina, era algo que no hacía desde que había ido a Nueva York.
Eran las 6:30 y Bette se dio cuenta que era imposible volverse a dormir. Y puesto que Tina no estaba en buenas condiciones, tenía que ser ella quien tuviera que despertarla y prepararla para ir a la escuela.
Decidió darle unos minutos más a Angie antes de despertarla, y mientras fue al piso de arriba a ducharse.
Cuando acabó, volvió a la habitación de Angie y la despertó con sumo cuidado.
“Angie, cielito, es hora de levantarse”.
“Mmmmm”, sonrió Angie perezosa, provocando la sonrisa de Bette.
“Mamá, diez minutos más”, intentó negociar Angie con los ojos cerrados todavía-
“Dos minutos, pero tienes que ser buena y despertarte”, renegoció Bette.
“Vale”,contestó Angie con voz somnolienta.
Cuando los dos minutos pasaron, Bette despertó otra vez a Angie.
“Venga, cielito, despiértate ya” dijo Bette, esperando que Angie se subiera en su regazo para ser mimada. A pesar de lo independiente que su hija era, a ella y a Tina les gustaba cuando por las mañanas Angie quería que la cogiera una de sus madres.
Recibida la señal, inmediatamente Angie avanzó lentamente a los brazos de Bette y posó la cabeza sobre su pecho. Bette la abrazó y le besó la cabeza.
“¿Has dormido bien, cariño?”, preguntó.
Angie afirmó con la cabeza.
Bette suspiró y se dispuso a disfrutar del momento. No sólo porque Angie crecía muy rápido, sino también porque no sabía como estarían las cosas con Tina cuando se levantara. Había una posibilidad, aunque fuera remota, de que pudiera perder todo aquello por lo que había luchado tan duramente, y pensar esto la asustó mucho.
“Mamy, ¿dónde está mamá?”, preguntó Angie, que todavía echaba de menos a Tina.
“Todavía está durmiendo, cielito .Llegó tarde a casa ayer y todavía está cansada. Así que la dejaremos dormir, ¿vale?”, explicó Bette.
“Vale, mamá”, contestó Angie acurrucándose aún mas contra Bette.
………….
El dolor de cabeza le recordó rápidamente lo mucho que debió beber la noche anterior. Miró el reloj y eran las 11 de la mañana. Había una botella de agua sobre la mesita de noche, con una nota junto a ella.
T.
Estás deshidratada, bebe esto. Hay también huevos con beicon y tostadas abajo. He llamado a tu trabajo y les he dicho que no podías ir hoy. Angie dice que te echa de menos, y yo también.
Espero que podamos hablar pronto. Te quiero.
B
Tina dejó la nota en la mesa y cogió la botella. A pesar de lo enfadada que estaba con Bette, no pudo menos que reirse de su previsión. Se bebió la mitad y después se levantó y se fue al piso de abajo.
Había un plato envuelto en plástico transparente esperándola, junto con un dibujo de Angie. Cogió el cubierto, y comenzó a comer sin molestarse en calentarlo. Bette la conocía muy bien. Sabía que esta era la mejor cura para sus resacas. Miró el dibujo de su hija y sonrió, al reconocer una imagen de ellas nadando unos días antes.
Se bebió el resto del agua y otra botella más, y después comenzó a sentirse mejor.
Cogió el periódico de la mañana y decidió relajarse en el sofá un poco. Cuando se dirigía al salón, vio a Jenny en la puerta de su casa. Al recordar que Kit había dicho que Jenny había visto que pasó algo entre Bette y Kelly, soltó el periódico y fue a averguar que había visto exactamente Jenny.
Re: El amor de mi vida
grax por el ff julia... esta genial.. sigue cunado puedas xD...
Anna- Forera galáctica
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Re: El amor de mi vida
Oh por Dios!, de seguro Jenny le muestra el video
Nirvana2- Trátame bien, soy una forera muy activa
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Re: El amor de mi vida
CAPITULO 9
Casa de Jenny
Tina caminó cautelosamente hasta la casa de al lado, su cabeza todavía palpitaba un poco de dolor.
“¡Ey, Jenny!”, saludó a su vecina.
Jenny se giró cuando oyó la voz de Tina.
“¡Ey Tina!. ¿Qué haces en casa?”, preguntó.
“Estoy enferma”, contestó, “Oye tengo que preguntarte algo”.
“”¿Sí? ¿Qué es?”, preguntó Jenny.
“¿Podemos entrar y sentarnos?. El dolor de cabeza me va a matar”.
“Claro”.
Jenny abrió la puerta de su casa, y Tina la siguió al interior.
Tina se sentó inmediatamente, para impedir que la habitación girara.
“¿Qué pasa?”, preguntó Jenny sentándose frente a Tina.
“Cuando estuve en Nueva York, la semana pasada, ¿viste algo en mi casa?”, preguntó Tina.
Jenny suspiró y miró al suelo.
“Sí, vi algo”:
“Jenny, mírame. ¿Qué viste?”, preguntó Tina, esperando más detalles.
Jenny vaciló, no quería ser quien le dijera a Tina lo que hizo Bette.
“Jenny….”, dijo Tina con voz severa.
“Yo vi… vi a Bette teniendo sexo con Kelly”, dijo. “Se lo dije a ella, pero insistió que sólo estaba limpiando el suelo porque Kelly había derramado su bebida. Pero tengo un video que muestra que no fue así…”, dijo Jenny con voz calmada.
El corazón agotado de Tina comenzó a palpitar. “¿Video?”, pensó, “Kit no ha dicho nada sobre un video”.
“¿De qué estás hablando? ¿Qué video?”, preguntó Tina.
“Bien. Cuando vi lo que pasaba , pensé en ti, y que estaba mal lo que Bette estaba haciendo. Tu eres mi amiga y quería tener la evidencia para el caso de que Bette empezara a mentirte otra vez”, dijo.
“Enséñamelo”, dijo Tina decidida.
“No, Tina, mejor que no. No quieras verlo”, contestó Jenny.
“Sí quiero. Quiero verlo con mis propios ojos”, dijo.
Jenny no se movió.
“¡Enséñamelo Jenny! ¡Ahora mismo!”, exigió Tina.
Jenny suspiró otra vez y fue hasta el video, conectó la televisión, le dio al play y miró a Tina.
Los ojos de Tina se agrandaron cuando vio a Kelly sentarse al borde de su mesa, con Bette arrodillada delante de ella. Tapaba la vista, pero desde el ángulo del video parecía que Bette estaba debajo de ella.
“Apágalo”, le dijo a Jenny, que enseguida apretó el botón de stop.
“Tina, siento mucho que hayas tenido que averiguarlo de esta manera”, dijo Jenny poniendo una mano sobre su amiga para consolarla.
Tina la miró y sacudió la cabeza, “Yo también lo siento, Jenny”.
Jenny afirmó con la cabeza.
“Lo siento por ti”, dijo Tina.
Jenny tiró de la mano de Tina y dio un paso hacia atrás. “¿Qué estás pensando?”, preguntó confusa.
“Siento que tengas tanta necesidad de llamar la atención que hayas tenido que hacer algo como esto”, dijo Tina.
“No te entiendo. El video obviamente…”, dijo Jenny ante el corte de Tina.
“No doy ningún crédito a lo que tu video parece mostrar. Si Bette dice que no pasó nada, es que no pasó nada”, dijo Tina.
Si ella y Bette iban a ampliar la familia, tenía que comenzar a confiar en su compañera. Hasta este incidente Bette no le había dado ni una sola razón para dudar de su fidelidad. Y ella no iba a comenzar a dudar ahora. Estaban tan enamoradas la una de la otra como al principio de conocerse y no iba a dejar que ninguna mujer de su pasado las separara.
Tina se levantó y fue hacia la puerta. Antes de abrirla, se volvió para afrontar a una sorprendida y silenciosa Jenny. “No te metas en los asuntos de mi familia, Jenny. Es lo que pienso”, dijo Tina seriamente. Después abrió la puerta, y se marchó.
Casa de Jenny
Tina caminó cautelosamente hasta la casa de al lado, su cabeza todavía palpitaba un poco de dolor.
“¡Ey, Jenny!”, saludó a su vecina.
Jenny se giró cuando oyó la voz de Tina.
“¡Ey Tina!. ¿Qué haces en casa?”, preguntó.
“Estoy enferma”, contestó, “Oye tengo que preguntarte algo”.
“”¿Sí? ¿Qué es?”, preguntó Jenny.
“¿Podemos entrar y sentarnos?. El dolor de cabeza me va a matar”.
“Claro”.
Jenny abrió la puerta de su casa, y Tina la siguió al interior.
Tina se sentó inmediatamente, para impedir que la habitación girara.
“¿Qué pasa?”, preguntó Jenny sentándose frente a Tina.
“Cuando estuve en Nueva York, la semana pasada, ¿viste algo en mi casa?”, preguntó Tina.
Jenny suspiró y miró al suelo.
“Sí, vi algo”:
“Jenny, mírame. ¿Qué viste?”, preguntó Tina, esperando más detalles.
Jenny vaciló, no quería ser quien le dijera a Tina lo que hizo Bette.
“Jenny….”, dijo Tina con voz severa.
“Yo vi… vi a Bette teniendo sexo con Kelly”, dijo. “Se lo dije a ella, pero insistió que sólo estaba limpiando el suelo porque Kelly había derramado su bebida. Pero tengo un video que muestra que no fue así…”, dijo Jenny con voz calmada.
El corazón agotado de Tina comenzó a palpitar. “¿Video?”, pensó, “Kit no ha dicho nada sobre un video”.
“¿De qué estás hablando? ¿Qué video?”, preguntó Tina.
“Bien. Cuando vi lo que pasaba , pensé en ti, y que estaba mal lo que Bette estaba haciendo. Tu eres mi amiga y quería tener la evidencia para el caso de que Bette empezara a mentirte otra vez”, dijo.
“Enséñamelo”, dijo Tina decidida.
“No, Tina, mejor que no. No quieras verlo”, contestó Jenny.
“Sí quiero. Quiero verlo con mis propios ojos”, dijo.
Jenny no se movió.
“¡Enséñamelo Jenny! ¡Ahora mismo!”, exigió Tina.
Jenny suspiró otra vez y fue hasta el video, conectó la televisión, le dio al play y miró a Tina.
Los ojos de Tina se agrandaron cuando vio a Kelly sentarse al borde de su mesa, con Bette arrodillada delante de ella. Tapaba la vista, pero desde el ángulo del video parecía que Bette estaba debajo de ella.
“Apágalo”, le dijo a Jenny, que enseguida apretó el botón de stop.
“Tina, siento mucho que hayas tenido que averiguarlo de esta manera”, dijo Jenny poniendo una mano sobre su amiga para consolarla.
Tina la miró y sacudió la cabeza, “Yo también lo siento, Jenny”.
Jenny afirmó con la cabeza.
“Lo siento por ti”, dijo Tina.
Jenny tiró de la mano de Tina y dio un paso hacia atrás. “¿Qué estás pensando?”, preguntó confusa.
“Siento que tengas tanta necesidad de llamar la atención que hayas tenido que hacer algo como esto”, dijo Tina.
“No te entiendo. El video obviamente…”, dijo Jenny ante el corte de Tina.
“No doy ningún crédito a lo que tu video parece mostrar. Si Bette dice que no pasó nada, es que no pasó nada”, dijo Tina.
Si ella y Bette iban a ampliar la familia, tenía que comenzar a confiar en su compañera. Hasta este incidente Bette no le había dado ni una sola razón para dudar de su fidelidad. Y ella no iba a comenzar a dudar ahora. Estaban tan enamoradas la una de la otra como al principio de conocerse y no iba a dejar que ninguna mujer de su pasado las separara.
Tina se levantó y fue hacia la puerta. Antes de abrirla, se volvió para afrontar a una sorprendida y silenciosa Jenny. “No te metas en los asuntos de mi familia, Jenny. Es lo que pienso”, dijo Tina seriamente. Después abrió la puerta, y se marchó.
Re: El amor de mi vida
eso es tina confia en bette!!!!!! xD.....
buenisimo el ff grax julia!!!sigue cuando puedas
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Anna- Forera galáctica
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Re: El amor de mi vida
ay, que susto me he llevado! me alegro de que Tina se fie de Bette
¡Gracias!
¡Gracias!
MacaBettePorter- Entérate, ya soy una usuaria conocida
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Personajes favoritos : Maca Maca y Maca! y Bette
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Re: El amor de mi vida
Ya era hora de que Tina confiara un poco en Bette
Nirvana2- Trátame bien, soy una forera muy activa
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