Shane y Molly: Una historia de amor
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Re: Shane y Molly: Una historia de amor
Gracias chicas por traducir este fic. Está genial, me gusta mucho.
Heya- Trátame bien, soy una forera muy activa
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Re: Shane y Molly: Una historia de amor
bonito...sigue en cuanto puedas
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Carulinetaaa- Un respeto, soy forera VIP
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Personajes favoritos : Bette, Tina, Helena And Alice
Fecha de inscripción : 24/04/2008
Re: Shane y Molly: Una historia de amor
Más tarde, Shane y Molly llegan al Planet para encontrarse con las chicas y tomar unas copas. Llegan un poco pronto, se sientan en una mesa en la esquina y comienzan a hablar de su proyecto de vacaciones de surf en Hawai.
Sacando la guía de viajes de su bolso, Molly pregunta, “¿a qué isla quieres ir?”.
“No importa. La que te parezca mejor a ti”, dice Shane sonriendo abiertamente.
“¡Venga!”, dice Molly cogiendo la silla de Shane y arrastrándola más cerca de ella para que puedan ver las dos la guía. “¿Oahu o Maui?”.
“Te he dicho que la que tu quieras”.
Seria, Molly dice. “Estupendo. Entonces prepararé toda esta mierda yo sola”. Cierra de golpe el libro y lo guarda en su bolso. “Y luego no te quejes si no te gusta”.
Shane, completamente desconcertada por el arrebato de Molly, sólo sonríe. La falta de respuesta por parte de Shane aún frustra más a Molly. Revuelve en su bolso, pone los objetos sobre la mesa, toma unos tragos de su botella de cerveza y finalmente se inclina hacia atrás en la silla y pregunta. “¿Por qué no vas a ayudar con esto?”.
Shane se ríe y dice. “Bien, vale, dime donde quieres ir”.
Coge la mano de mano de Molly por encima de la mesa, que la aparta con ira para coger una servilleta. “North Shore. Oahu”. “¿Ah si?”. “Si. ¿y tu?”. Shane se ríe, coge la chaqueta, mete las manos en el bolsillo y saca dos billetes. Se los entrega a Molly y pregunta, “¿Y para donde son esos billetes?”. Sonriendo, Molly los abre y chilla cuando ve que son a Oahu. “Nos marchamos el sábado”.
Molly mira por encima los billetes y pregunta, sobresaltada, “¿el sábado? ¿dentro de dos días?”.
“Si. ¿Qué pasa con el sábado?”, Shane bebe un trago de su cerveza y después añade, “Ah, si, y feliz cumpleaños”.
Molly golpea el brazo de Shane con los billetes y después le coge la cara y la besa. “¿Esto es por mi cumple?”.
“Si, quería hacerte algo especial”
Molly sonríe de oreja a oreja. Se inclina sobre Shane y se besan otra vez.
“Joder. ¿Ya estáis al rollo otra vez?”, gime Alice cuando Tasha y ella se acercan.
Shane y Molly se separan y sonríen. Molly le enseña los billetes a Alice y Tasha y chilla, “¡nos vamos a Hawai el sábado!”
“Estupendo”, dice Alice mientras comprueba los billetes. ¿Y qué celebráis?”.
“Mi cumpleaños”, dice Molly distraida mientras se inclina hacia Molly para besarla. “Voy a llamar a mi madre para avisarla. Enseguida vuelvo”.
Cuando Molly las deja, Shane se inclina sobre la mesa y susurra. “Chicas, ¿vais a venir mañana por la noche?” “Si, SheBar a las 8 en punto”, susurra también Tasha. “Si. Genial. Molly va a quedar totalmente sorprendida. No tiene ni idea”, dice Shane.
“¿Viene Phyllis?”, pregunta Alice.
“Espero que si. Las invité a ella y a Joyce”, dice Shane mientras se gira para comprobar que Shane está todavía al teléfono. Volviéndose hacia Alice y Tasha, sigue:
“Molly ha seguido hablando con su madre con regularidad, pero Phyllis todavía no ha venido a casa a verla. No la había visto o hablado con ella hasta que la invité a la fiesta desde que Molly y yo decidimos irnos a vivir juntas. Me gustaría que viniera a la fiesta, así no habrá tanta presión sobre Molly. Ella quiere que su madre y yo nos llevemos bien.”
“No puedo creer todavía que Phyllis...”, comienza Alice, pero se calla cuando ve a Molly acercarse.
“¿Qué ha dicho tu madre?”, pregunta Shane cuando Molly vuelve a sentarse.
“Oh, realmente nada”, dice Molly desanimada. “Le dije que nos íbamos el sábado y le he preguntado si nos podemos reunir todas mañana para celebrar mi cumpleaños y me ha dicho que estaba ocupada, y que quizás lo podamos celebrar cualquier día cuando regresemos”. Shane mira a Alice y sonríe astutamente mientras Molly sigue, “no me lo puedo creer, quiero decir, hemos estado juntas hasta ahora y todavía no lo acepta”. Shane pasa su brazo alrededor de Molly y le besa la mejilla.
“Está bien, cariño, ella vendrá probablemente”. Le frota la espalda de modo tranquilizador. “Eso espero”
Aquella tarde, Molly mira la televisión cuando Jenny llega a casa. “¡Ey Molly!”,saluda Jenny contenta. Levantando la vista de la televisión, Molly dice, “Ey”.
“¿Dónde está Shane? He visto que su coche no estaba aquí”.
“Ha ido al chino a por comida para la cena”
“Oh, estupendo, eso suena bien”. Jenny se dirige a la cocina y deja caer el bolso sobre la mesa. Se queda de pie allí, silenciosa, durante un momento, considerenado si es el mejor momento para hablar con Molly. Se gira y dice:
“Molly, escucha, yo...”, pero se calla.
Molly se vuelve para mirar a Jenny y Jenny sigue, “Sé que sabes lo que siento por Shane”. Molly cabecea y dice, “Si, pero...”. Jenny la interrumpe y dice, “mira, no tienes nada de lo que preocuparte, ¿de acuerdo?”. Molly no parece convencida, entonces Jenny añade. “Shane te quiere a ti, y te respeta. Todo lo que quiero es que ella sea feliz, y como he dicho antes, tu eres quien la hace feliz. No voy a estropearle esto a ella. No voy a intentar sabotear vuestra relación. Trato con mis sentimientos e intento actuar por encima de ellos”. Molly sólo cabecea y dice, “Bien”, aceptando la palabra de Jenny.
Sacando la guía de viajes de su bolso, Molly pregunta, “¿a qué isla quieres ir?”.
“No importa. La que te parezca mejor a ti”, dice Shane sonriendo abiertamente.
“¡Venga!”, dice Molly cogiendo la silla de Shane y arrastrándola más cerca de ella para que puedan ver las dos la guía. “¿Oahu o Maui?”.
“Te he dicho que la que tu quieras”.
Seria, Molly dice. “Estupendo. Entonces prepararé toda esta mierda yo sola”. Cierra de golpe el libro y lo guarda en su bolso. “Y luego no te quejes si no te gusta”.
Shane, completamente desconcertada por el arrebato de Molly, sólo sonríe. La falta de respuesta por parte de Shane aún frustra más a Molly. Revuelve en su bolso, pone los objetos sobre la mesa, toma unos tragos de su botella de cerveza y finalmente se inclina hacia atrás en la silla y pregunta. “¿Por qué no vas a ayudar con esto?”.
Shane se ríe y dice. “Bien, vale, dime donde quieres ir”.
Coge la mano de mano de Molly por encima de la mesa, que la aparta con ira para coger una servilleta. “North Shore. Oahu”. “¿Ah si?”. “Si. ¿y tu?”. Shane se ríe, coge la chaqueta, mete las manos en el bolsillo y saca dos billetes. Se los entrega a Molly y pregunta, “¿Y para donde son esos billetes?”. Sonriendo, Molly los abre y chilla cuando ve que son a Oahu. “Nos marchamos el sábado”.
Molly mira por encima los billetes y pregunta, sobresaltada, “¿el sábado? ¿dentro de dos días?”.
“Si. ¿Qué pasa con el sábado?”, Shane bebe un trago de su cerveza y después añade, “Ah, si, y feliz cumpleaños”.
Molly golpea el brazo de Shane con los billetes y después le coge la cara y la besa. “¿Esto es por mi cumple?”.
“Si, quería hacerte algo especial”
Molly sonríe de oreja a oreja. Se inclina sobre Shane y se besan otra vez.
“Joder. ¿Ya estáis al rollo otra vez?”, gime Alice cuando Tasha y ella se acercan.
Shane y Molly se separan y sonríen. Molly le enseña los billetes a Alice y Tasha y chilla, “¡nos vamos a Hawai el sábado!”
“Estupendo”, dice Alice mientras comprueba los billetes. ¿Y qué celebráis?”.
“Mi cumpleaños”, dice Molly distraida mientras se inclina hacia Molly para besarla. “Voy a llamar a mi madre para avisarla. Enseguida vuelvo”.
Cuando Molly las deja, Shane se inclina sobre la mesa y susurra. “Chicas, ¿vais a venir mañana por la noche?” “Si, SheBar a las 8 en punto”, susurra también Tasha. “Si. Genial. Molly va a quedar totalmente sorprendida. No tiene ni idea”, dice Shane.
“¿Viene Phyllis?”, pregunta Alice.
“Espero que si. Las invité a ella y a Joyce”, dice Shane mientras se gira para comprobar que Shane está todavía al teléfono. Volviéndose hacia Alice y Tasha, sigue:
“Molly ha seguido hablando con su madre con regularidad, pero Phyllis todavía no ha venido a casa a verla. No la había visto o hablado con ella hasta que la invité a la fiesta desde que Molly y yo decidimos irnos a vivir juntas. Me gustaría que viniera a la fiesta, así no habrá tanta presión sobre Molly. Ella quiere que su madre y yo nos llevemos bien.”
“No puedo creer todavía que Phyllis...”, comienza Alice, pero se calla cuando ve a Molly acercarse.
“¿Qué ha dicho tu madre?”, pregunta Shane cuando Molly vuelve a sentarse.
“Oh, realmente nada”, dice Molly desanimada. “Le dije que nos íbamos el sábado y le he preguntado si nos podemos reunir todas mañana para celebrar mi cumpleaños y me ha dicho que estaba ocupada, y que quizás lo podamos celebrar cualquier día cuando regresemos”. Shane mira a Alice y sonríe astutamente mientras Molly sigue, “no me lo puedo creer, quiero decir, hemos estado juntas hasta ahora y todavía no lo acepta”. Shane pasa su brazo alrededor de Molly y le besa la mejilla.
“Está bien, cariño, ella vendrá probablemente”. Le frota la espalda de modo tranquilizador. “Eso espero”
Aquella tarde, Molly mira la televisión cuando Jenny llega a casa. “¡Ey Molly!”,saluda Jenny contenta. Levantando la vista de la televisión, Molly dice, “Ey”.
“¿Dónde está Shane? He visto que su coche no estaba aquí”.
“Ha ido al chino a por comida para la cena”
“Oh, estupendo, eso suena bien”. Jenny se dirige a la cocina y deja caer el bolso sobre la mesa. Se queda de pie allí, silenciosa, durante un momento, considerenado si es el mejor momento para hablar con Molly. Se gira y dice:
“Molly, escucha, yo...”, pero se calla.
Molly se vuelve para mirar a Jenny y Jenny sigue, “Sé que sabes lo que siento por Shane”. Molly cabecea y dice, “Si, pero...”. Jenny la interrumpe y dice, “mira, no tienes nada de lo que preocuparte, ¿de acuerdo?”. Molly no parece convencida, entonces Jenny añade. “Shane te quiere a ti, y te respeta. Todo lo que quiero es que ella sea feliz, y como he dicho antes, tu eres quien la hace feliz. No voy a estropearle esto a ella. No voy a intentar sabotear vuestra relación. Trato con mis sentimientos e intento actuar por encima de ellos”. Molly sólo cabecea y dice, “Bien”, aceptando la palabra de Jenny.
Re: Shane y Molly: Una historia de amor
tenkiu jul pal proximo kapi m pongo las pilas vale?
Invitado- Invitado
Re: Shane y Molly: Una historia de amor
A la tarde del día siguiente, Shane está tendida en la cama, vestida y lista para salir y pasar una noche divertida. En cambio, Molly está todavía en camiseta intentando encontrar algo para ponerse. Se queja, “en realidad no tengo ganas de salir esta noche, Shane. Todavía tengo que hacer las maletas para el viaje, y aún estoy enfadada porque mi madre no haya querido cenar con nosotras”. Shane se levanta de la cama y se pone detrás de Molly. Le pasa los brazos a través de la cintura y coloca la barbilla sobre sus hombros. “Escucha, salir una noche te vendrá bien. Podrás sacar de tu mente el asunto de tu madre”. La hace girar para ponerla cara a cara. “Confía en mi. Nos divertiremos”. Y le da un pico rápido en los labios. Le da un golpe ligero en el culo y le dice, “y ahora decide rápido lo que te vas a poner”. Molly suspira y dice, “vale, vale, iré”. Vuelve al armario y comienza a sacar algunas camisas. Se queda con dos de ellas, las sostiene una en cada mano, se mira en el espejo disgustada y luego las arroja sobre la cama.
Shane mira el reloj y se inquieta por la hora. Va hacia el armario y coge un vestido negro, “ponte este”, dice, entregándoselo a Molly. “¿Este?”, pregunta Molly mirándose en el espejo, “Iré demasiado arreglada”. “No, no mucho”. “Si, si”. “Vamos, póntelo.¿Para mi?i”, pregunta Shane de manera seductora. “¿Para ti?”, pregunta Molly arqueando una ceja. “Si”, dice Shane apoyando su cuerpo contra la pared. Mirando con lascivia a Molly, dice. “El vestido te queda muy bien. Se ajusta por todas partes”. Avanzando hacia Molly, continúa, “no creo que sea capaz de mantener mis manos lejos de ti”. Recorriendo la distancia que hay entre ellas, la atrae y le da un beso apasionado. Cuando Molly comienza a devolver el beso, Shane le quita la camiseta. Besándola todavía, le desabrocha el sujetador y lo tira sobre la cama. Molly comienza a desabrochar el cinturón de Shane, pero Shane se aparta, “Nooo”, gime. “Te estoy desvistiendo”, se inclina para besar a Molly, “y luego”, se aparta para darle otro beso, “tu”, la besa otra vez, “te vas a vestir”. Se ríe con maldad”, y se vuelve a tender en la cama.
Bette, Tina, Alice, Tasha, Kit, Max y Jenny están sentadas en la sala VIP del SheBar. Bette mira su reloj, “las 8,30”, dice, “¿estáis seguras chicas que Shane dijo que estaría aquí a las 8?”. “Si”, dice Jenny. Dijo que estarían aquí a las 8. No sé que es lo que las entretiene tanto tiempo. Shane estaba vestida cuando salí de casa”. Alice sonríe satisfecha, “¡Aja! ¿No sabes que es lo que las entretiene?. Venga. Esas dos no son capaces de mantener sus manos lejos la una de la otra. No es asombroso que lleguen tarde”. Todas se ríen sabiendo que es lo que sugiere Alice. El móvil de Jenny vibra. Lo coge y dice con excitación, “Estan aqui”.
Se tranquilizan todas mientras esperan su llegada. Oyen la voz sorda de Shane a través de la puerta. “Helena dijo que podemos ir a la sala VIP”. Jenny sonríe abiertamente y susurra, “¡Preparaos!”.
Cuando Shane y Molly traspasan la puerta, todas saltan y gritan, “¡Sorpresa! ¡Cumpleaños feliz!”. Completamente sorprendida, Molly se queda perpleja sin palabras. Se vuelve para mirar a Shane, que sonríe abiertamente de oreja a oreja, “¿Sorprendida?”, pregunta. Molly solo cabecea y la besa. Todas saludan a Molly y la abrazan. Cuando comienzan a charlar, Shane aparta a Alice y le susurra, “¿Dónde demonios está Phyllis?” “No lo sé, Shane”, dice alice excusándose. “Pensaba que estaría aquí”. Shane se gira y mira hacia atrás, a la sala principal, esperando ver a Phyllis, pero no la ve. De repente, por el rabillo del ojo, ve a Helena al fondo del pasillo, y a Phyllis y Joice detrás de ella. Sonriendo, Shane se acerca a Molly, la coge de la mano y la lleva a la puerta. “Tengo una sorpresa más”, dice cuando están en la puerta, “mira”, y señala el pasillo. “¡Mamá!”, dice Molly con excitación. “¡No puedo creer que hayas venido!”. “¿Cómo a olvidar la fiesta de cumpleaños de mi niña?”, contesta Phyllis mientras abraza a su hija. “¿No decías que tenías otros planes?”, pregunta Molly cuando se aparta del abrazo. “Los tenía”, responde Phyllis, señalando la sala, implicando lo que esto significaba. Mirando a Shane, Phyllis dice, “gracias por la invitación”, Shane cabecea, “no hay de que”. Phyllis comienza a andar hacia el resto de las chicas, cuando de repente se detiene ante Shane, simplemente dice, “tienes mi bendición”, y luego se va rápido para saludar a Bette y Tina. Shane se queda de pie, atontada, sin acabar de creerse lo que acaba de oir.
Habiendo observado la interacción entre Shane y su madre, y notando su efecto sobre Shane, Molly se le acerca y le pregunta, “¿Qué ha pasado?”.
Shane se gira para mirar a Molly y sonríe. “Tu madre ha dicho que tenemos su bendición. Por fin nos acepta”. Gira su cuerpo hacia Molly y la abraza. . Le susurra al oído, “Cumpleaños feliz”.
Alice grita desde el otro lado de la sala, “¡Jesús! ¡Iros a una habitación!”.
Todas se ríen, incluyendo a Shane y Molly. Shane coge de la mano a Molly y se unen al resto del grupo. Grita, “¡Vamos a empezar la fiesta!”. Y todo el mundo comienza a beber y bailar y a pasarlo bien.
Shane mira el reloj y se inquieta por la hora. Va hacia el armario y coge un vestido negro, “ponte este”, dice, entregándoselo a Molly. “¿Este?”, pregunta Molly mirándose en el espejo, “Iré demasiado arreglada”. “No, no mucho”. “Si, si”. “Vamos, póntelo.¿Para mi?i”, pregunta Shane de manera seductora. “¿Para ti?”, pregunta Molly arqueando una ceja. “Si”, dice Shane apoyando su cuerpo contra la pared. Mirando con lascivia a Molly, dice. “El vestido te queda muy bien. Se ajusta por todas partes”. Avanzando hacia Molly, continúa, “no creo que sea capaz de mantener mis manos lejos de ti”. Recorriendo la distancia que hay entre ellas, la atrae y le da un beso apasionado. Cuando Molly comienza a devolver el beso, Shane le quita la camiseta. Besándola todavía, le desabrocha el sujetador y lo tira sobre la cama. Molly comienza a desabrochar el cinturón de Shane, pero Shane se aparta, “Nooo”, gime. “Te estoy desvistiendo”, se inclina para besar a Molly, “y luego”, se aparta para darle otro beso, “tu”, la besa otra vez, “te vas a vestir”. Se ríe con maldad”, y se vuelve a tender en la cama.
Bette, Tina, Alice, Tasha, Kit, Max y Jenny están sentadas en la sala VIP del SheBar. Bette mira su reloj, “las 8,30”, dice, “¿estáis seguras chicas que Shane dijo que estaría aquí a las 8?”. “Si”, dice Jenny. Dijo que estarían aquí a las 8. No sé que es lo que las entretiene tanto tiempo. Shane estaba vestida cuando salí de casa”. Alice sonríe satisfecha, “¡Aja! ¿No sabes que es lo que las entretiene?. Venga. Esas dos no son capaces de mantener sus manos lejos la una de la otra. No es asombroso que lleguen tarde”. Todas se ríen sabiendo que es lo que sugiere Alice. El móvil de Jenny vibra. Lo coge y dice con excitación, “Estan aqui”.
Se tranquilizan todas mientras esperan su llegada. Oyen la voz sorda de Shane a través de la puerta. “Helena dijo que podemos ir a la sala VIP”. Jenny sonríe abiertamente y susurra, “¡Preparaos!”.
Cuando Shane y Molly traspasan la puerta, todas saltan y gritan, “¡Sorpresa! ¡Cumpleaños feliz!”. Completamente sorprendida, Molly se queda perpleja sin palabras. Se vuelve para mirar a Shane, que sonríe abiertamente de oreja a oreja, “¿Sorprendida?”, pregunta. Molly solo cabecea y la besa. Todas saludan a Molly y la abrazan. Cuando comienzan a charlar, Shane aparta a Alice y le susurra, “¿Dónde demonios está Phyllis?” “No lo sé, Shane”, dice alice excusándose. “Pensaba que estaría aquí”. Shane se gira y mira hacia atrás, a la sala principal, esperando ver a Phyllis, pero no la ve. De repente, por el rabillo del ojo, ve a Helena al fondo del pasillo, y a Phyllis y Joice detrás de ella. Sonriendo, Shane se acerca a Molly, la coge de la mano y la lleva a la puerta. “Tengo una sorpresa más”, dice cuando están en la puerta, “mira”, y señala el pasillo. “¡Mamá!”, dice Molly con excitación. “¡No puedo creer que hayas venido!”. “¿Cómo a olvidar la fiesta de cumpleaños de mi niña?”, contesta Phyllis mientras abraza a su hija. “¿No decías que tenías otros planes?”, pregunta Molly cuando se aparta del abrazo. “Los tenía”, responde Phyllis, señalando la sala, implicando lo que esto significaba. Mirando a Shane, Phyllis dice, “gracias por la invitación”, Shane cabecea, “no hay de que”. Phyllis comienza a andar hacia el resto de las chicas, cuando de repente se detiene ante Shane, simplemente dice, “tienes mi bendición”, y luego se va rápido para saludar a Bette y Tina. Shane se queda de pie, atontada, sin acabar de creerse lo que acaba de oir.
Habiendo observado la interacción entre Shane y su madre, y notando su efecto sobre Shane, Molly se le acerca y le pregunta, “¿Qué ha pasado?”.
Shane se gira para mirar a Molly y sonríe. “Tu madre ha dicho que tenemos su bendición. Por fin nos acepta”. Gira su cuerpo hacia Molly y la abraza. . Le susurra al oído, “Cumpleaños feliz”.
Alice grita desde el otro lado de la sala, “¡Jesús! ¡Iros a una habitación!”.
Todas se ríen, incluyendo a Shane y Molly. Shane coge de la mano a Molly y se unen al resto del grupo. Grita, “¡Vamos a empezar la fiesta!”. Y todo el mundo comienza a beber y bailar y a pasarlo bien.
Capítulo 8
Molly y Shane han vuelto a casa de la fiesta de cumpleaños de Molly del SheBar. Entran al dormitorio y se dejan caer en la cama.
“Ha sido muy divertido pero estoy agotada”, dice Molly bostezando.
“Si, yo también”, dice Shane con voz somnolienta, dándose la vuelta y poniendo el brazo por encima del estómago de Molly. Lo mejor es que nuestro vuelo no sale hasta las 2 de mañana”.
“Si. Todavía tengo que hacer las maletas”, dice Molly cerrando los ojos. Se vuelve y se acurruca junto a Shane. “Gracias por las fiesta”, le dice dulcemente.
“Bienvendida”, dice Shane atontada, mientras besa el cuello de Molly.
Se duermen, acurrucadas en un abrazo.
Molly se despierta poco a poco y sonríe cuando ve que todavía están vestidas con la misma ropa de la noche anterior. Se aprieta contra Shane que, instintivamente, hasta en sueños, mueve su brazo libre para sostener a Molly más apretada. Molly se inclina un poco para ver la hora que es.
“¡Joder!”, grita saltando de la cama y despertando a Shane.
Todavia medio dormida Shane intenta entender que es lo que pasa. “¿Qué pasa, Molly?”.
“¡Son las 11!”, chilla Molly, a la vez que corre por toda la habitación.
“¿Y?””, pregunta Shane, apoyándose en un codo, frotándose los ojos.
“¿Y?. Nuestro avión sale dentro de tre horas. ¡Y no he hecho las maletas!”.
“Ah, joder”, dice Shane, y sale de la cama. “No pusimos el despertador anoche”, añadió, dirigiéndose a la puerta del dormitorio.
“¡Joder, joder, joder, joder, joder!”, grita Molly, “¡dónde está la maleta de mierda?”, pregunta mientras revuelve por el armario.
“Aquí”, dice Shane con calma, mientras le da la maleta a Molly. “Estaba en el armario del pasillo”.
Molly coge la maleta y comienza a revolver por los cajones y el armario, lanzando sobre la cama la ropa que tiene la intención de llevarse. Mientras tanto, Shane hace su maleta con calma, con una expresión perpleja en la cara. “Eres encantadora cuando estás nerviosa”, dice Shane. Molly le pega una mirada que da a entender que no le divierte el comentario de Shane. “Vale, vale”, dice Shane reteniendo el aliento. Termina de recoger su ropa y abandona el dormitorio para coger sus artículos de aseo.
Molly todavía destroza el armario cuando Shane vuelve con dos necesers. Pone uno en su maleta y coloca el otro en el bolso de Molly. “Ya he acabado”, dice, “¿te puedo ayudar en algo?”.
“¿Ya has acabado?”, pregunta Molly impresionada. Ella no deja de moverse. Todavía tengo que embalar el bañador, los zapatos, algunos vestidos, la ropa interior...”, su voz se calma cuando vuelve al armario.
Sonriendo, Shane se levanta y se acerca a Molly. “¿Por qué te llevas tantas cosas?”. Se coloca detrás de Molly.
Pasándole los brazos alrededor de la cintura, le susurra de manera seductora al oído, “no tengo la intención de llevar la mayor parte de estas cosas”.
Shane se inclina y besa a Molly en el cuello. Molly suspira, y se pierde en los besos de Shane sólo un momento. Vuelve a la realidad y deshaciendo el abrazo de Shane, dice, “ahora no, ¡déjalo para Hawai!, y después vuelve a su maleta mientras Shane sacude la cabeza.
Shane le da un codazo y le dice, “ Yo lo empaquetaré. Tu saca las cosas del armario”.
Molly le da un beso en la mejilla y vuelve al armario.
Después de un viaje en Taxi hasta el aeropuerto agitado, y un vuelo turbulento, Molly y Shane finalmente llegan a Hawai. Cuando están de pie esperando un taxi en el aeropuerto, Shane ve a una mujer que vende collares de flores hawaianos.
Sonriendo, se vuelve hacia Molly y le pregunta, “¿quieres uno?”.
Molly sonríe a Shane pensando que es una broma. “Eres una capulla”, dice, y besa a Shane.
Shane se ríe también. Coge la mano de Molly y la arrastra hasta la señora que vende los collares. “Wow, son estupendos”, dice Shane, intimidada.
“Aloha”, dice la vendedora.
“Aloha”, responden Shane y Molly.
“¿Es vuestro primer viaje a Hawai?”
“Para mi”, contesta Shane, “pero para mi novia si”, le pasa los brazos alrededor de la cintura y la acerca hacia ella.
“Bien, los collares hawaianos son un símbolo de amor”, explica la dependienta riendo.
Shane y Molly examinan el estante y se deciden por un par de ellos. Shane los compra y se los da a Molly. Después coge uno de los collares y se lo coloca a Molly, la besa y le dice, “te quiero”.
Molly coloca el otro collar sobre Shane, la besa y le dice, “yo también te quiero”
Shane en vuelve a Molly en un abrazo mientras suben al taxi. Colocan las maletas en el maletero y salen en dirección North Shore.
“Ha sido muy divertido pero estoy agotada”, dice Molly bostezando.
“Si, yo también”, dice Shane con voz somnolienta, dándose la vuelta y poniendo el brazo por encima del estómago de Molly. Lo mejor es que nuestro vuelo no sale hasta las 2 de mañana”.
“Si. Todavía tengo que hacer las maletas”, dice Molly cerrando los ojos. Se vuelve y se acurruca junto a Shane. “Gracias por las fiesta”, le dice dulcemente.
“Bienvendida”, dice Shane atontada, mientras besa el cuello de Molly.
Se duermen, acurrucadas en un abrazo.
Molly se despierta poco a poco y sonríe cuando ve que todavía están vestidas con la misma ropa de la noche anterior. Se aprieta contra Shane que, instintivamente, hasta en sueños, mueve su brazo libre para sostener a Molly más apretada. Molly se inclina un poco para ver la hora que es.
“¡Joder!”, grita saltando de la cama y despertando a Shane.
Todavia medio dormida Shane intenta entender que es lo que pasa. “¿Qué pasa, Molly?”.
“¡Son las 11!”, chilla Molly, a la vez que corre por toda la habitación.
“¿Y?””, pregunta Shane, apoyándose en un codo, frotándose los ojos.
“¿Y?. Nuestro avión sale dentro de tre horas. ¡Y no he hecho las maletas!”.
“Ah, joder”, dice Shane, y sale de la cama. “No pusimos el despertador anoche”, añadió, dirigiéndose a la puerta del dormitorio.
“¡Joder, joder, joder, joder, joder!”, grita Molly, “¡dónde está la maleta de mierda?”, pregunta mientras revuelve por el armario.
“Aquí”, dice Shane con calma, mientras le da la maleta a Molly. “Estaba en el armario del pasillo”.
Molly coge la maleta y comienza a revolver por los cajones y el armario, lanzando sobre la cama la ropa que tiene la intención de llevarse. Mientras tanto, Shane hace su maleta con calma, con una expresión perpleja en la cara. “Eres encantadora cuando estás nerviosa”, dice Shane. Molly le pega una mirada que da a entender que no le divierte el comentario de Shane. “Vale, vale”, dice Shane reteniendo el aliento. Termina de recoger su ropa y abandona el dormitorio para coger sus artículos de aseo.
Molly todavía destroza el armario cuando Shane vuelve con dos necesers. Pone uno en su maleta y coloca el otro en el bolso de Molly. “Ya he acabado”, dice, “¿te puedo ayudar en algo?”.
“¿Ya has acabado?”, pregunta Molly impresionada. Ella no deja de moverse. Todavía tengo que embalar el bañador, los zapatos, algunos vestidos, la ropa interior...”, su voz se calma cuando vuelve al armario.
Sonriendo, Shane se levanta y se acerca a Molly. “¿Por qué te llevas tantas cosas?”. Se coloca detrás de Molly.
Pasándole los brazos alrededor de la cintura, le susurra de manera seductora al oído, “no tengo la intención de llevar la mayor parte de estas cosas”.
Shane se inclina y besa a Molly en el cuello. Molly suspira, y se pierde en los besos de Shane sólo un momento. Vuelve a la realidad y deshaciendo el abrazo de Shane, dice, “ahora no, ¡déjalo para Hawai!, y después vuelve a su maleta mientras Shane sacude la cabeza.
Shane le da un codazo y le dice, “ Yo lo empaquetaré. Tu saca las cosas del armario”.
Molly le da un beso en la mejilla y vuelve al armario.
Después de un viaje en Taxi hasta el aeropuerto agitado, y un vuelo turbulento, Molly y Shane finalmente llegan a Hawai. Cuando están de pie esperando un taxi en el aeropuerto, Shane ve a una mujer que vende collares de flores hawaianos.
Sonriendo, se vuelve hacia Molly y le pregunta, “¿quieres uno?”.
Molly sonríe a Shane pensando que es una broma. “Eres una capulla”, dice, y besa a Shane.
Shane se ríe también. Coge la mano de Molly y la arrastra hasta la señora que vende los collares. “Wow, son estupendos”, dice Shane, intimidada.
“Aloha”, dice la vendedora.
“Aloha”, responden Shane y Molly.
“¿Es vuestro primer viaje a Hawai?”
“Para mi”, contesta Shane, “pero para mi novia si”, le pasa los brazos alrededor de la cintura y la acerca hacia ella.
“Bien, los collares hawaianos son un símbolo de amor”, explica la dependienta riendo.
Shane y Molly examinan el estante y se deciden por un par de ellos. Shane los compra y se los da a Molly. Después coge uno de los collares y se lo coloca a Molly, la besa y le dice, “te quiero”.
Molly coloca el otro collar sobre Shane, la besa y le dice, “yo también te quiero”
Shane en vuelve a Molly en un abrazo mientras suben al taxi. Colocan las maletas en el maletero y salen en dirección North Shore.
Re: Shane y Molly: Una historia de amor
Después de llegar al hotel, ir a su habitación y ponerse los bañadores, Shane y Molly bajan a la playa para hacer surf, alquilan el equipo de surf en la tienda local y entran al agua.
“¿Estás segura de que estás preparada para esto?”, pregunta Shane a Molly.
“Si. ¿Tan duro es?”, pregunta Molly.
Shane se ríe y dice, “Más duro de lo que piensas. Deberías practicar en la arena primero. Tienes que aprender a levantarte”. Shane coloca la tabla de Molly sobre la arena y le da una lección rápida sobre como levantarse y como remar. Después de unas cuantas prácticas en la tabla, Molly quiere entrar al agua. Shane le pregunta otra vez, ¿estás segura de que estás preparada?”.
“Si”, dice Molly, “tengo una buena profesora”. Se inclina para besarla.
“Si tu lo dices”.
Se dirigen al agua y suben a la tabla. Chapoteando sobre las olas, Shane le da unos cuantos consejos más a Molly, “sólo tienes que girar y encarar la playa. Te digo cuando tienes que remar, ¿vale?”.
Molly confirma con la cabeza.
Después de unas cuantas olas, Shane grita, “¡Venga! ¡Rema!”. Molly comienza a remar con los brazos y luego Shane le grita, “¡Levántate!”. Cuando Molly intenta levantarse, se cae de la tabla. Shane se ríe histérica, y cuando Molly emerge de nuevo, le dice, “Fácil, ¿verdad?”.
“¡Vete a la mierda!”, le grita Molly divertida mientras vuelve a subir a la tabla y rema hacia Shane.
“Más tarde”, replica Shane guiñando un ojo a Molly. Rema con sus brazos donde rompe la ola y le grita a Molly, “Déjame demostrarte como se hace”. Espera pacientemente la ola perfecta, rema con ferocidad, y reaparece sobre su tabla. Le vuelve a gritar a Molly. “¿Has visto?. ¡Así es como se hace!”. Regresa sobre su tabla hasta donde está Molly y la anima a que lo intente otra vez. Esta vez Molly coge la ola y lo consigue. Siguen cogiendo olas durante unas horas hasta que acaban agotadas. Vuelven a la playa, y se tienden sobre la arena.
“¡Ha sido impresionante!”, exclama Molly encarando a Shane, “¡Es el mejor cumpleaños que he tenido nunca!”
Shane rueda a su lado, apoya la cabeza sobre el codo y se ríe, “aún no ha terminado”. Se acerca a Molly y la besa apasionadamente. Le susurra, de forma seductora, “volvamos a la habitación”.
Molly sonríe, se muerde el labio, y cabecea. Shane se levanta y la ayuda a incorporarse. La coge de las manos y comienza a andar de espaldas, atrayendo a Molly hacia ella.
“¿Estás segura de que estás preparada para esto?”, pregunta Shane a Molly.
“Si. ¿Tan duro es?”, pregunta Molly.
Shane se ríe y dice, “Más duro de lo que piensas. Deberías practicar en la arena primero. Tienes que aprender a levantarte”. Shane coloca la tabla de Molly sobre la arena y le da una lección rápida sobre como levantarse y como remar. Después de unas cuantas prácticas en la tabla, Molly quiere entrar al agua. Shane le pregunta otra vez, ¿estás segura de que estás preparada?”.
“Si”, dice Molly, “tengo una buena profesora”. Se inclina para besarla.
“Si tu lo dices”.
Se dirigen al agua y suben a la tabla. Chapoteando sobre las olas, Shane le da unos cuantos consejos más a Molly, “sólo tienes que girar y encarar la playa. Te digo cuando tienes que remar, ¿vale?”.
Molly confirma con la cabeza.
Después de unas cuantas olas, Shane grita, “¡Venga! ¡Rema!”. Molly comienza a remar con los brazos y luego Shane le grita, “¡Levántate!”. Cuando Molly intenta levantarse, se cae de la tabla. Shane se ríe histérica, y cuando Molly emerge de nuevo, le dice, “Fácil, ¿verdad?”.
“¡Vete a la mierda!”, le grita Molly divertida mientras vuelve a subir a la tabla y rema hacia Shane.
“Más tarde”, replica Shane guiñando un ojo a Molly. Rema con sus brazos donde rompe la ola y le grita a Molly, “Déjame demostrarte como se hace”. Espera pacientemente la ola perfecta, rema con ferocidad, y reaparece sobre su tabla. Le vuelve a gritar a Molly. “¿Has visto?. ¡Así es como se hace!”. Regresa sobre su tabla hasta donde está Molly y la anima a que lo intente otra vez. Esta vez Molly coge la ola y lo consigue. Siguen cogiendo olas durante unas horas hasta que acaban agotadas. Vuelven a la playa, y se tienden sobre la arena.
“¡Ha sido impresionante!”, exclama Molly encarando a Shane, “¡Es el mejor cumpleaños que he tenido nunca!”
Shane rueda a su lado, apoya la cabeza sobre el codo y se ríe, “aún no ha terminado”. Se acerca a Molly y la besa apasionadamente. Le susurra, de forma seductora, “volvamos a la habitación”.
Molly sonríe, se muerde el labio, y cabecea. Shane se levanta y la ayuda a incorporarse. La coge de las manos y comienza a andar de espaldas, atrayendo a Molly hacia ella.
Re: Shane y Molly: Una historia de amor
Y a partir de aquí seguirá Tess de nuevo
Sin poder mantener sus manos una lejos de la otra en el ascensor, Shane y Molly se besan apasionadamente cuando llegan a la puerta de su habitación del hotel. Shane empuja a Molly contra la puerta, presiona su cuerpo contra el suyo y lleva sus labios hasta su cuello. Se retira un poco y comenta sonriente, “está salado”. Besándola otra vez, Bette intoruce la mano en el bolsillo del pantalón y saca la llave. Besándola aún, desliza la llave en la ranura y abre la puerta. Dirige a Molly dentro de la habitación, quedándose muy cerca de la puerta. Shane lleva a Molly hasta el cuarto de baño, le quita el bañador. Rompe el beso para abrir la mampara de la ducha y abrir el grifo. Se quita la camisa y los pantalones cortos, agarra la mano de Molly y entra en la ducha con ella. Besa a Molly apasionadamente mientras el agua cae por sus cuerpos, arrastrando la arena y la sal. Shane coge el jabón y comienza a lavar el cuerpo de Molly. Después Shane coge el champú y comienza a lavar el pelo de Molly. Molly, incapaz de contener más su pasión, arrastra a Shane cerca de ella y la besa profundamente. La empuja contra la pared de la ducha y lleva sus dedos por debajo del pecho de Shane. Shane le agarra la mano y le dice, “aún no”. Empuja a Molly y le acaba de lavar el pelo. Rápidamente lava su propio pelo mientras Molly le lava el cuerpo. Shane agarra fuerte a Molly con una mano mientras con la otra cierra el agua, abre la mampara de la ducha y salen del cuarto de baño y se tienden en la cama. Shane avanza lentamente sobre Molly y la besa lentamente. Le acaricia la cara con cuidado, apartándole el pelo mojado. Sonríe dulcemente y le dice, “te amo”. Presiona los labios de Molly suavemente. Molly le devuelve el beso, se pone sobre Shane y la intenta derribar, pero Shane la hace retroceder. “No, déjame”, le susurra, jadeando. Molly se ríe y la besa con fuerza. Shane le devuelve el beso, y luego baja por su cuerpo. Después, hace el amor con Molly durante toda la noche.
Al día siguiente, Shane y Molly, que han estado haciendo el amor hasta altas horas de la mañana oyendo el sonido de las olas al estrellarse contra la orilla, se despiertan a la hora del almuerzo. Se dirigen al restaurante que está frente a la playa y piden algo de beber y de comer. Se sientan muy juntas, las manos cogidas, hablando de sus planes para el resto del día, cuando el móvil de Shane suena.
“¿Quién te llama?”, pregunta Molly, preocupada porque habían dicho a todo el mundo que no llamaran a no ser que fuera una emergencia.
Cuando saca el móvil, la cara de Shane se preocupa al ver el ID. “Es Shay”. Suspira y contesta a la llamada intentando ocultar su ansiedad. “¿Hola?”.
Molly se acerca más a Shane y le aprieta la mano, intentando entender que es lo que pasa, ya que sólo puede escuchar la mitad de la conversación.
“Shay… despacio… ¿cómo?... ¿Cuándo?”. Shane se frota los ojos. … “¿Estás bien?... ¿Dónde está tu mamá?... ok ok… Iré a casa… esta noche… no llores… ¿Shay?... ¿Shay?... Te quiero… adios”.
Molly se levanta de la silla y se arrodilla delante de Shane. Sosteniendo sus manos con fuerza, le pregunta, “¿qué pasa?”.
Mirando a lo lejos, Shane responde, “Mi padre ha muerto”.
Molly tartamudea. “Lo ssi-sien-ento”, abraza a Shane.
“Está bien”, dice Shane levantándose. “No estábamos cerca. Sólo estoy preocupada por Shay. Su mamá desapareció hace unos meses. Ahora mismo no tiene a nadie. “ Hace una pausa durante un minuto y luego dice, “Lo siento, pero nos tenemos que ir. Me tengo que ir para estar con Shay”.
“Por supuesto”, dice Molly rápidamente. Pagaremos el hotel y cogeremos el primer vuelo a Oregón. Besa a Shane en la mejilla y la abraza. “Irá bien”, le dice, intentando tranquilizarla.
Shane abraza fuerte a Molly y le dice. “Lo sé, mientras te tenga conmigo todo irá bien”.
Sin poder mantener sus manos una lejos de la otra en el ascensor, Shane y Molly se besan apasionadamente cuando llegan a la puerta de su habitación del hotel. Shane empuja a Molly contra la puerta, presiona su cuerpo contra el suyo y lleva sus labios hasta su cuello. Se retira un poco y comenta sonriente, “está salado”. Besándola otra vez, Bette intoruce la mano en el bolsillo del pantalón y saca la llave. Besándola aún, desliza la llave en la ranura y abre la puerta. Dirige a Molly dentro de la habitación, quedándose muy cerca de la puerta. Shane lleva a Molly hasta el cuarto de baño, le quita el bañador. Rompe el beso para abrir la mampara de la ducha y abrir el grifo. Se quita la camisa y los pantalones cortos, agarra la mano de Molly y entra en la ducha con ella. Besa a Molly apasionadamente mientras el agua cae por sus cuerpos, arrastrando la arena y la sal. Shane coge el jabón y comienza a lavar el cuerpo de Molly. Después Shane coge el champú y comienza a lavar el pelo de Molly. Molly, incapaz de contener más su pasión, arrastra a Shane cerca de ella y la besa profundamente. La empuja contra la pared de la ducha y lleva sus dedos por debajo del pecho de Shane. Shane le agarra la mano y le dice, “aún no”. Empuja a Molly y le acaba de lavar el pelo. Rápidamente lava su propio pelo mientras Molly le lava el cuerpo. Shane agarra fuerte a Molly con una mano mientras con la otra cierra el agua, abre la mampara de la ducha y salen del cuarto de baño y se tienden en la cama. Shane avanza lentamente sobre Molly y la besa lentamente. Le acaricia la cara con cuidado, apartándole el pelo mojado. Sonríe dulcemente y le dice, “te amo”. Presiona los labios de Molly suavemente. Molly le devuelve el beso, se pone sobre Shane y la intenta derribar, pero Shane la hace retroceder. “No, déjame”, le susurra, jadeando. Molly se ríe y la besa con fuerza. Shane le devuelve el beso, y luego baja por su cuerpo. Después, hace el amor con Molly durante toda la noche.
Al día siguiente, Shane y Molly, que han estado haciendo el amor hasta altas horas de la mañana oyendo el sonido de las olas al estrellarse contra la orilla, se despiertan a la hora del almuerzo. Se dirigen al restaurante que está frente a la playa y piden algo de beber y de comer. Se sientan muy juntas, las manos cogidas, hablando de sus planes para el resto del día, cuando el móvil de Shane suena.
“¿Quién te llama?”, pregunta Molly, preocupada porque habían dicho a todo el mundo que no llamaran a no ser que fuera una emergencia.
Cuando saca el móvil, la cara de Shane se preocupa al ver el ID. “Es Shay”. Suspira y contesta a la llamada intentando ocultar su ansiedad. “¿Hola?”.
Molly se acerca más a Shane y le aprieta la mano, intentando entender que es lo que pasa, ya que sólo puede escuchar la mitad de la conversación.
“Shay… despacio… ¿cómo?... ¿Cuándo?”. Shane se frota los ojos. … “¿Estás bien?... ¿Dónde está tu mamá?... ok ok… Iré a casa… esta noche… no llores… ¿Shay?... ¿Shay?... Te quiero… adios”.
Molly se levanta de la silla y se arrodilla delante de Shane. Sosteniendo sus manos con fuerza, le pregunta, “¿qué pasa?”.
Mirando a lo lejos, Shane responde, “Mi padre ha muerto”.
Molly tartamudea. “Lo ssi-sien-ento”, abraza a Shane.
“Está bien”, dice Shane levantándose. “No estábamos cerca. Sólo estoy preocupada por Shay. Su mamá desapareció hace unos meses. Ahora mismo no tiene a nadie. “ Hace una pausa durante un minuto y luego dice, “Lo siento, pero nos tenemos que ir. Me tengo que ir para estar con Shay”.
“Por supuesto”, dice Molly rápidamente. Pagaremos el hotel y cogeremos el primer vuelo a Oregón. Besa a Shane en la mejilla y la abraza. “Irá bien”, le dice, intentando tranquilizarla.
Shane abraza fuerte a Molly y le dice. “Lo sé, mientras te tenga conmigo todo irá bien”.
Re: Shane y Molly: Una historia de amor
Capítulo 9
Recién dejado el hotel, Shane y Molly se dirigen al aeropuerto en un taxi. Shane está muy callada desde que recibió la llamada telefónica de Shay. Intuyendo la preocupación y la tristeza de Shane, Molly se sienta a su lado, le coge la mano y le acaricia la espalda para mostrarle su apoyo silenciosamente. Mirando por la ventana, Shane rompe su silencio. “Tengo que llamar a Joyce, ¿tienes tu su número?”.
“¿joyce? Si, pero ¿por qué?”
“Quiero la custodia de Shay”, dice Shane volviendo a mirar a Molly. “Nuestro padre ha muerto y no sé donde estará su madre. No es capaz de criarlo. Y no quiero que esté en un programa de acogida”.
Molly asiente con la cabeza, no está muy segura de cómo responder a Shane. Busca el móvil en su bolso.
Shane interrumpe su búsqueda para preguntar, “¿estás de acuerdo?”.
Contestando a la pregunta de Shane, Molly dice: “Por supuesto, es tu hermano. Es natural que quieras cuidarlo”. Molly coge su móvil y se lo pasa a Shane. “Toma. Llama a Joyce. Estoy segura que puede ayudarnos”.
Shane sonríe cuando oye a Molly decir “ayudarnos”. Se desplaza por los contactos de Molly hasta encontrar a Joyce y la llama. Cuando suena, se inclina sobre Molly y le da un beso rápido en la mejilla.
“¿Hola?”, pregunta Jpyce cuando responde al teléfono.
“Hola Joyce. Soy Shane”.
“Hola, ¿cómo estás? ¿Todavía estás de vacaciones?”. Joyce hace una pausa, pero luego continúa. “¿Le pasa algo a Molly? ¿está bien?”.
“Molly está bien. Es mi padre. Murió en un accidente de coche esta mañana”.
“Oh, lo siento Shane. ¿Estás bien? ¿Hay algo que Phyllis y yo podamos hacer?”.
“Si, estoy bien. Sin embargo hay algo que puedes hacer por mi. Quiero conseguir la custodia de mi hermano Shay”.
“¿Y su madre?”.
“Su madre está desaparecida desde hace tiempo. Es drogadicta. No tengo ni idea de donde está. Escucha Joyce, no quiero que mi hermano entre en la beneficiencia. Tengo que conseguir la custodia”.
“Está bien, de acuerdo. Tu hermano está en Oregón, ¿verdad?”.
“Si”.
“Está bien. No estoy autorizada a ejercer en Oregón, pero conozco a alguien de allí. La llamaré y organizaré una reunión con ella. Phyllis y yo cogeremos un vuelo y nos encontramos allí”.
Shane da un suspiro de alivio y dice: “Gracias Joyce, te lo agradezco”.
“No hay de que. Adiós”.
Shane cuelga el teléfono justo cuando llegan al aeropuerto. Se vuelve a Molly y dice: “Tu madre y Joyce van a Portlan, nos encontraremos allí. Joyce va a organizar una reunión con una abogada amiga suya”.
Molly aprieta la mano de Shane y le dice, “de acuerdo”. Cuando el taxi para, continúa, “Vamos”.
Recién dejado el hotel, Shane y Molly se dirigen al aeropuerto en un taxi. Shane está muy callada desde que recibió la llamada telefónica de Shay. Intuyendo la preocupación y la tristeza de Shane, Molly se sienta a su lado, le coge la mano y le acaricia la espalda para mostrarle su apoyo silenciosamente. Mirando por la ventana, Shane rompe su silencio. “Tengo que llamar a Joyce, ¿tienes tu su número?”.
“¿joyce? Si, pero ¿por qué?”
“Quiero la custodia de Shay”, dice Shane volviendo a mirar a Molly. “Nuestro padre ha muerto y no sé donde estará su madre. No es capaz de criarlo. Y no quiero que esté en un programa de acogida”.
Molly asiente con la cabeza, no está muy segura de cómo responder a Shane. Busca el móvil en su bolso.
Shane interrumpe su búsqueda para preguntar, “¿estás de acuerdo?”.
Contestando a la pregunta de Shane, Molly dice: “Por supuesto, es tu hermano. Es natural que quieras cuidarlo”. Molly coge su móvil y se lo pasa a Shane. “Toma. Llama a Joyce. Estoy segura que puede ayudarnos”.
Shane sonríe cuando oye a Molly decir “ayudarnos”. Se desplaza por los contactos de Molly hasta encontrar a Joyce y la llama. Cuando suena, se inclina sobre Molly y le da un beso rápido en la mejilla.
“¿Hola?”, pregunta Jpyce cuando responde al teléfono.
“Hola Joyce. Soy Shane”.
“Hola, ¿cómo estás? ¿Todavía estás de vacaciones?”. Joyce hace una pausa, pero luego continúa. “¿Le pasa algo a Molly? ¿está bien?”.
“Molly está bien. Es mi padre. Murió en un accidente de coche esta mañana”.
“Oh, lo siento Shane. ¿Estás bien? ¿Hay algo que Phyllis y yo podamos hacer?”.
“Si, estoy bien. Sin embargo hay algo que puedes hacer por mi. Quiero conseguir la custodia de mi hermano Shay”.
“¿Y su madre?”.
“Su madre está desaparecida desde hace tiempo. Es drogadicta. No tengo ni idea de donde está. Escucha Joyce, no quiero que mi hermano entre en la beneficiencia. Tengo que conseguir la custodia”.
“Está bien, de acuerdo. Tu hermano está en Oregón, ¿verdad?”.
“Si”.
“Está bien. No estoy autorizada a ejercer en Oregón, pero conozco a alguien de allí. La llamaré y organizaré una reunión con ella. Phyllis y yo cogeremos un vuelo y nos encontramos allí”.
Shane da un suspiro de alivio y dice: “Gracias Joyce, te lo agradezco”.
“No hay de que. Adiós”.
Shane cuelga el teléfono justo cuando llegan al aeropuerto. Se vuelve a Molly y dice: “Tu madre y Joyce van a Portlan, nos encontraremos allí. Joyce va a organizar una reunión con una abogada amiga suya”.
Molly aprieta la mano de Shane y le dice, “de acuerdo”. Cuando el taxi para, continúa, “Vamos”.
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Re: Shane y Molly: Una historia de amor
Después de un largo viaje hasta Oregón, un pequeño taxi las lleva a la residencia McKutcheon, y después al Departamento de familia y servicios sociales. Shane y Molly aguardan la llegada de Shay con mucha preocupación. Se les había informado de que después del fallecimiento de Gabe, Shay fue tomado en custodia estatal hasta que se localizara a algún familiar. Después de lo que parece una eternidad, de repente Shay aparece en la puerta de la sala.
“¡Shane!”, la llama mientras corre hacia ella.
Shane se levanta y se da la vuelta, extiende los brazos, sonríe y también grita: Shay. Shay se tira en los brazos de Shane, y tropieza por el camino, cayendo en sus brazos. Molly, de pie junto a Shane, le frota la espalda suavemente y los mira con lágrimas en los ojos.
Después de unos instantes, Shane levanta la cabeza y empuja la cara de Shay hacia arriba forzándolo a mirarla. “¿Estás bien?”.
Shay deja caer la cabeza, y dice muy bajo y dice, “No. Extraño a papá”.
La afirmación de Shay destroza a Shane. Cierra los ojos para calmarse, y luego se deja caer de rodillas. Agarra las manos de Shay y le dice, “Lo sé, yo también”. Le limpia una lágrima de la mejilla, “pero ahora estoy aquí, y todo va a ir bien”.
Sin mirar a Shane, Shay dice. “No, no quiero ir al programa de acogida”.
“No vas a ir”, le dice Shane rápidamente, “vas a venir a vivir conmigo”.
La cabeza de Shay se levanta y la luz regresa a sus ojos. “¿De verdad?”.
“Si, de verdad. Conmigo y con Molly”.
“¿Quién es Molly?”, pregunta Shay, que no se había fijado que Molly estaba también en la habitación.
Shane se pone de pie y gesticula hacia Molly. “Esta es Molly. Es mi novia”.
“Hola Shay”, dice Molly dulcemente.
“Hola”, responde Shay con timidez.
“Siento muchísimo lo de tu papá”.
“Gracias”.
Después de un momento de silencio, Shane pregunta a Shay si tiene hambre, a lo cual contesta moviendo la cabeza frenéticamente.
“¿McDonalds?”, pregunta Shane.
“¡Si!”, dice Shay con excitación. Se agarra a la mano de Shane y la conduce hacia la salida. Molly se da media vuelta para sonreir a Shane. Shane sonríe y se va tras ellos.
“¡Shane!”, la llama mientras corre hacia ella.
Shane se levanta y se da la vuelta, extiende los brazos, sonríe y también grita: Shay. Shay se tira en los brazos de Shane, y tropieza por el camino, cayendo en sus brazos. Molly, de pie junto a Shane, le frota la espalda suavemente y los mira con lágrimas en los ojos.
Después de unos instantes, Shane levanta la cabeza y empuja la cara de Shay hacia arriba forzándolo a mirarla. “¿Estás bien?”.
Shay deja caer la cabeza, y dice muy bajo y dice, “No. Extraño a papá”.
La afirmación de Shay destroza a Shane. Cierra los ojos para calmarse, y luego se deja caer de rodillas. Agarra las manos de Shay y le dice, “Lo sé, yo también”. Le limpia una lágrima de la mejilla, “pero ahora estoy aquí, y todo va a ir bien”.
Sin mirar a Shane, Shay dice. “No, no quiero ir al programa de acogida”.
“No vas a ir”, le dice Shane rápidamente, “vas a venir a vivir conmigo”.
La cabeza de Shay se levanta y la luz regresa a sus ojos. “¿De verdad?”.
“Si, de verdad. Conmigo y con Molly”.
“¿Quién es Molly?”, pregunta Shay, que no se había fijado que Molly estaba también en la habitación.
Shane se pone de pie y gesticula hacia Molly. “Esta es Molly. Es mi novia”.
“Hola Shay”, dice Molly dulcemente.
“Hola”, responde Shay con timidez.
“Siento muchísimo lo de tu papá”.
“Gracias”.
Después de un momento de silencio, Shane pregunta a Shay si tiene hambre, a lo cual contesta moviendo la cabeza frenéticamente.
“¿McDonalds?”, pregunta Shane.
“¡Si!”, dice Shay con excitación. Se agarra a la mano de Shane y la conduce hacia la salida. Molly se da media vuelta para sonreir a Shane. Shane sonríe y se va tras ellos.
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Re: Shane y Molly: Una historia de amor
Más tarde, ese mismo día, después de pasar toda la tarde haciendo los preparativos para el funeral de Gabe, Shane regresa a la casa de su padre donde había dejado a Molly y Shay después de la comida. Abre la puerta principal, mira y no ve a nadie. Llama, “¿Molly? ¿Shay?”. No oye ninguna respuesta, sube al piso de arriba para comprobar si hay alguien. Entra en la habitación de Shay y encuentra a Molly y Shay dormidos encima de la cama. Molly, apoyada en la almohada, tiene un libro abierto sobre el pecho, y la cabeza de Shay está en su regazo.Shane sonríe y los mira un instante. Piensa lo feliz que le hace que se lleven tan bien. Silenciosamente se acerca a la cama y se arrodilla. Apartando el pelo de la frente de Molly, le susurra: “ey… Molly…”
Molly se mueve y abre los ojos. “Ey…”, responde sonriendo. Mira a Shay y dice: “Nos quedamos dormidos leyendo Los chicos duros”.
Shane sonríe mientras dice, “Ya lo veo. ¿Habéis cenado?”.
“Si. Le hice a Shay un poco de sopa”. Shane levanta la cabeza de Shay de su regazo y le mueve las piernas hacia un lado. Le coloca la cabeza sobre la almohada suavemente. “¿Y tu has comido?”, le pregunta Molly poniéndose de pie.
“No, acabo de volver”, responde Shane siguiendo a Molly fuera del dormitorio de Shay. Cierra la puerta detrás de ella y continúa. “He acabado de hacer todos los trámites del entierro definitivamente”.
“He hablado con todo el mundo antes. Vendrán a primera hora de la mañana. Estarán aquí para el funeral”
Shane asiente con la cabeza y sonríe débilmente.
“Ven aquí”, dice Molly envolviendo a Shane entre sus brazos. La sujeta muy cerca y le pasa los dedos por el pelo.
Acariciando el cuello de Molly con su cara, Shane dice, “estoy tan cansada”.
Molly abraza fuerte a Shane. Le coge la mano y la lleva a la habitación de invitados. Shane se sienta en la cama, y deja caer la cabeza de agotamiento. Molly se arrodilla y le quita los zapatos. Le desabrocha el cinturón y le quita los vaqueros. Acuesta a Shane en la cama y la cubre con una manta. Se inclina sobre ella y la besa ligeramente en los labios. Cuando se pone de pie para irse, Shane Shane la coge y la tira sobre ella en la cama.
“Quédate conmigo, por favor”.
Molly se quita los zapatos y los pantalones y se tiende al lado de Shane, mirándola. Shane se vuelve hacia ella, la mira de forma lejana y se acurruca junto a ella. Molly sonrie y la envuelve con sus brazos. Dice, “Creo que nunca te he sujetado así antes. Shane se remueve, luchando por no dormirse. Molly le besa el cuello y murmura, “te quiero” y cierra los ojos.
A la mañana siguiente, Molly está junto a las escaleras recogiendo cosas cuando suena el timbre. “¡Está abierto!”, grita.
La puerta se abre y entran Bette, Tina, Kit, Alice, Tasha, Max, Jenny, Helena, Phyllis y Joyce. Todas abrazan a Molly.
“¿Dónde está Shane?”, pregunta Bette.
“Está arriba, haciendo que Shay se vista”, responde Molly.
“¿Cómo está respondiendo Shane?”, pregunta Jenny con interés.
“Lo afronta con valentía, pero está muy dolida. Anoche me dejó sostenerla en mis brazos”, dice Molly con un deje de tristeza.
Acariciando el bazo de Molly, Jenny dice, “me alegro de que te tenga a ti para apoyarla”.
Molly sonríe débilmente mientras Max pregunta. “¿Cómo está Shay?”
“Trata de ser valiente también. Es como Shane, está asustado. Pero no sabéis cuanto extraña a su papá”.
“Si, sé lo difícil que es perder a un padre”, dice Max tristemente, recordando la pérdida de su madre.
“Poniendo su brazo alrededor de Max, Bette dice, “Si, yo también lo sé. Es difícil. Pero me alegra que podamos estar aquí para apoyarlos”.
Mirando su reloj, Molly se da cuenta de que tienen que irse pronto. “Voy a avisarles”, dice Molly mirando escaleras arriba.
Molly se mueve y abre los ojos. “Ey…”, responde sonriendo. Mira a Shay y dice: “Nos quedamos dormidos leyendo Los chicos duros”.
Shane sonríe mientras dice, “Ya lo veo. ¿Habéis cenado?”.
“Si. Le hice a Shay un poco de sopa”. Shane levanta la cabeza de Shay de su regazo y le mueve las piernas hacia un lado. Le coloca la cabeza sobre la almohada suavemente. “¿Y tu has comido?”, le pregunta Molly poniéndose de pie.
“No, acabo de volver”, responde Shane siguiendo a Molly fuera del dormitorio de Shay. Cierra la puerta detrás de ella y continúa. “He acabado de hacer todos los trámites del entierro definitivamente”.
“He hablado con todo el mundo antes. Vendrán a primera hora de la mañana. Estarán aquí para el funeral”
Shane asiente con la cabeza y sonríe débilmente.
“Ven aquí”, dice Molly envolviendo a Shane entre sus brazos. La sujeta muy cerca y le pasa los dedos por el pelo.
Acariciando el cuello de Molly con su cara, Shane dice, “estoy tan cansada”.
Molly abraza fuerte a Shane. Le coge la mano y la lleva a la habitación de invitados. Shane se sienta en la cama, y deja caer la cabeza de agotamiento. Molly se arrodilla y le quita los zapatos. Le desabrocha el cinturón y le quita los vaqueros. Acuesta a Shane en la cama y la cubre con una manta. Se inclina sobre ella y la besa ligeramente en los labios. Cuando se pone de pie para irse, Shane Shane la coge y la tira sobre ella en la cama.
“Quédate conmigo, por favor”.
Molly se quita los zapatos y los pantalones y se tiende al lado de Shane, mirándola. Shane se vuelve hacia ella, la mira de forma lejana y se acurruca junto a ella. Molly sonrie y la envuelve con sus brazos. Dice, “Creo que nunca te he sujetado así antes. Shane se remueve, luchando por no dormirse. Molly le besa el cuello y murmura, “te quiero” y cierra los ojos.
A la mañana siguiente, Molly está junto a las escaleras recogiendo cosas cuando suena el timbre. “¡Está abierto!”, grita.
La puerta se abre y entran Bette, Tina, Kit, Alice, Tasha, Max, Jenny, Helena, Phyllis y Joyce. Todas abrazan a Molly.
“¿Dónde está Shane?”, pregunta Bette.
“Está arriba, haciendo que Shay se vista”, responde Molly.
“¿Cómo está respondiendo Shane?”, pregunta Jenny con interés.
“Lo afronta con valentía, pero está muy dolida. Anoche me dejó sostenerla en mis brazos”, dice Molly con un deje de tristeza.
Acariciando el bazo de Molly, Jenny dice, “me alegro de que te tenga a ti para apoyarla”.
Molly sonríe débilmente mientras Max pregunta. “¿Cómo está Shay?”
“Trata de ser valiente también. Es como Shane, está asustado. Pero no sabéis cuanto extraña a su papá”.
“Si, sé lo difícil que es perder a un padre”, dice Max tristemente, recordando la pérdida de su madre.
“Poniendo su brazo alrededor de Max, Bette dice, “Si, yo también lo sé. Es difícil. Pero me alegra que podamos estar aquí para apoyarlos”.
Mirando su reloj, Molly se da cuenta de que tienen que irse pronto. “Voy a avisarles”, dice Molly mirando escaleras arriba.
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